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LA MAGIA DE los nombres, sobre to-
do de mujer, ha tascinado siempre a los
oetas. Lopez Velarde no es una excep
eidn; en el nombre de Fuensanta so
‘concentra todo au contradictario aro:
tismo: devocion religiosa, inocencia a
doens y soxualided sacrfoga. El aura de
Fuensanta es lterariay devote: por une
parte evoca esos nombres femeninos
‘que emaben los posta simbolistas; por
a otra, es una palabra compuests co:
‘mo téntas de nuestra lengua que desig
nen lugares, santuarios y virgenes.
Fuensanta: de dénde viene este nom-
‘bra? Lopez Velarde no fo inventé sino
‘que lo tomd de la tradieién. Algunis crt
ticos han discutido su origen. Elimpres-
Cindible José Luis Martinez resume en
‘una pégine todes ease hipstesis. Aifon-
‘80 Méndez Plancarte dudabe entre dos
‘na en 1902 0 algunos poems del
aol Antonio Feréndez Grillo. Le
‘primera suposiciin es frégil: os inde-
‘mostrable que Lopez Velarde haya lei-
do ese cuento; la segunde también to
(03: squién lela en 1908 al olvidedo Fer-
inéindez Grito? Lopez Velarde nunca lo
‘mencioné. Luis Noyole Vazquez safie-
la que, en os afos en que nuestra poe:
1a estudiaba en San Luis Potosi, Ia
‘compahia teatral de Tomés Borrés vi
1th esa ciudad y llevé ola excena obras
‘de Zorrilla y de Echegaray; entre elles
tuna de este dltimo, £1oco Dios, cuya
heroine se llama precisamente Fuer:
santa. Loper Velarde pudo haber vis-
to, en su adolescencia, alguna repre-
sentacién de ese drama, Otra vez: es
posible, no seguro. Ademés, ,Echegs-
fay al sitiaonante padrino de boutismo
de Fuensanta la recatada?
En 1904, en La Provincia, revista de
Agusscalientes, aperecis un poems,
Epistole a Fuensanta, frmsdo por Gui-
Wermo Eduardo Symonds. Es curioso
que Symonds heya publicado, ocho
‘fos desputs, en 1912, el mismo poe-
ma ynada menos que en La Nacién. Di-
tigle este diario, Segene del Partido
Catbiico, Eduardo J. Correa, gran ami-
(90 de Lépez Velarde y su correligiona-
tio en las luchas polticas de esos afios.
Lopez Velarde fue frecuente colabora-
dor de La Necién y publicé en sus pa
textos euyos, no pare recordar una
‘muerte real sino imagineria: le de! emor
‘ole usién. Es un tema que aparece con
frecuencia en au poesia y en su prosa.
En una certa de 1909, dirigide a Eduar-
do J. Corres, ve refiere asl al fraceso
de sus mores: "’Soy dolente de une
larga ¢ intensa pasion, fellecide este
‘tof: Fuesasanta, emigo mio, es un ca-
‘daver an mi énima. Dios me saque det
abetimiento en que estoy...” Pero no
fue la persone real, Josefa de los Ries,
Vuelta 125 / Abril de 1987
LA
VUELTA
DE LOS DIAS
ee
FUENSANTA: IMAN Y ESCAPULARIO
por Octavio Paz
Ja que murié sino ol simbolo: Fuensan-
ta, Tal vez Lépez Velarde prefirié es-
cconderse bajo un paeudénimo porque
temié of naturel eacéndelo de Ia Fuen-
ssenta real ante el soapechoso fervor de
‘su enamorado para describir su muerte
ficticie. Pero el peeudénimo fue trans
parente: Alvaro de Monprez. Todes es
tas circunstancies llevaron a Noyola
‘Vazquer a suponer que bajo el nombre
0 Guillermo Eduardo Symonds se
‘ccultaba ol de Lépez Velarde. Aunque
‘su hipstesis es plausible, provoce algu-
‘nas dudas. Las expongo enseguida.
La primera viene del poema mismo,
muy alejado del tono y el lenguaje de
[Lopez Velarde. La segunda: el pseudé-
imo de Muerte es realmente un ane-
‘90, os postas y os artistes loredescu-
brieron o, més exactamente, lo pesca-
‘on en ol mar del lenguaje. El nombre
muy hispénico pero el abanico de imé-
‘genes que despliega —manantial, pure-
22, saxualided- lo conecta con la esté-
tica simbolista. Fuensants parece una
muchacha salida de un pooma de Fren-
cis Jammes, como Claire d'Elébeuse 0
‘Aimaide d'Entremont. Menos frégil y
‘evanescente que sus hermanas france-
‘sas, Fuenanta es més robusta y més
‘sensual, a peser de su paceta eligiosi-
ad provincions. De ells sa puede de-
cir lo que Lépez Velarde dijo de otra:
¥ sien vértigo de abismo tu pelo se
‘desmadeje,
timo confidencia pare unos pocos. En
‘al caso de la Epistole # Fuensente al
pseudénimo no es explicable: 2por qué
‘y para qué? Lépaz Velarde dedicé abier-
tamante a Fuensanta sus primeros poo
mas y los de La sangre devote, Le
adopcién de este nombre postico cu-
bia la identidad de la persone real y ia
Permitia al posta hablar en poblico de
‘ila y con ella. Fuensanta muere on
1917 —esta vez la persona reel— y ol
volo 4e descorre: en la segunda edicion
de La Sangre devote aparece el nom-
bre de Josefa de tos Rios. Otro punto,
sefalade por José Luis Martinez: en
11904 Lopez Velarde tenia stio diecisbis
‘silos... Confiesa que ninguno de éstos.
‘arqumentos me convance del tedo. Yo
‘me sumaria a a opinién de Noyola Vaz