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JUAN. USLAR PIETRL—Nacid en racas (Venenuela) el 22 de mayo de HOUR Cursé sas eieatesy del Doracel tn la Universidad Central de Vencrae Ia'y en a Soborone, de Paris. Aunque de" formacidn, economist ih Historia deisn, pe de coin dada on Pecunia ele an ode Neen dessin Tees, Eviuciuea sell y pollaea dle Ver recs ge IR Tecan asec ap ee aba Aa seganda cdi, JUAN USLAR PIETRI HISTORIA | OBRAS DEL AUTOR de la rebelién popular de 1814 Publicadas: Aspectos de la Historia Universal. Caracas, 1040. Contribucion al estudio de la historia de Venezuela Historia de Robesperse. Caracas, 1050. Bores. Caracas, 1050. ‘istoria de la Filosofia del Derecho y del Estado, Paris, 1951 [La Estructura Social y Politica de Venezuela, Paris, 1081. En preparacién: Problems Beonémicos de Venezuela, 2olMe ws (CARACAS- MADRID PROLOGO La Rebelién Popular de Veneaueta en 1814 no fue un simple acontccimiento local, natural en la lucha. Sino el suceso $0: cial de més envergadura que registra la Historia de la Eman- cipacién americana, No encontramos un hecho igual en nin- fina parte del Continenta, si exceptuamos al Santo Domingo colonial, que pueda ser comparado al de Venezuela. En ningin momento se vio algo semejante en la lucha por Ja Independencia de las otras Republicas, Los ilusres liber- tadores de Argentina, Cubs, Estados Unidos, Uruguay, et- ceétera, no se llegaron a ver en el terrible caso de Bolivar los ‘suyos, Por todas partes se decidlan las Independencias con dos 0 tres batallas importantes contra las autoridades expa- folas. El pucblo o era patriota o indiferente, © luchaba como simple mercenario, sin ideal y sin sentimientos por ta causa realista, Pero en Venezuela, y e30 es lo interesante del asun- to, hubo ademés de ta guorra de Independencia una revolu- cin, estructucaimente hablando, contra os patsfotas que ha flan’ la Independencia, Revolusién ésta que no tuvo que ver ‘aida con el Rey de Espaia ni con el realismo, sino que todo lo contraro, tuvo caractertsticas democréticas y niveladoras, Por eso en el estudio de la Rebetiin Popular se resalta de ‘manera poderosa Ia labor de Bolivar y de sus lugarteniontes, Pues, ademas de sostener nuestros Tbertadores una guerra muerte con spas, mantenfan una lucha contra los mismos | ‘yenezolanos que peleaban por la libertad social. I libertador hha tenido que ser un hombre extraordinario, superior, para hhaber podido resistir aquella oléada de sangre, imponérsele y dominarla, haciéndola suya, para luego ir a lucher contra la autoridad despética del Rey de Espaha. El supo aprovecharla y domarla como un potro cerrero ¥ hasta llevarla por las vias ‘de Ia Independencia de la patria, Y hay que sefialar, que esa [Rebelién fue un movimiento tanto o més sangeiento que la Jecquerie y que la misma Revolucién francesa, * Lo que resulta bastante extraflo es que hasta ahora, si ex cxptuamos las formidables Tineadas de nuestro gran socilogo Taureano Vallenlla Lanz, nadie habla presentado el fonéme- no de fa rebelién como un acontecimienta social de primera magoitud. Las pocas veces que se le ha hecho meneién en la historia, ¢s para presentar a 1814 como una explosién dal rea- lismo frenético de nuestros aneros, pero sin ahondar jamds Ins verdaderas causa. ‘No me explico eémo ha sido posible interpretar como reais. ‘mo la rebelidn por ef solo hecho de dectse realista. El que Inaya observado un poco al pueblo venezolano, demacritico hhasta los tuétanos, no puede afirmar que hhubiese sido éste ceapaz de ser partidario del Rey y de los privilegios. En Amési- fay los portavoces de fa autoridad del Monarea, los que incu! aban amor al Rey, eran los sacerdotes. En aquellas regiones americanas, como Pasto (Colombia), donde el cura tenfa un estrecho contacto con sus feligeses se daba la posibilided det feaso que por presién del pérroco se lnnzaran los habitantes dde ia comarca 1 fuchar en favor det Rey. Pero en Venezuela, donde si se exceptian algunas de las principales ciudades, no hhabia religiosidad en el verdadero sentido de la palabra. En sitios como en los llanos 0 en tos lejanos campos donde era muy dlfell que legara la vor del sacerdote, donde apenas se tenian nociones vagas de lo que era el Cristianismo, mal iba fa saber lo que sigaificaba el Rey. Aquellas insurreccionadas ‘montoneras que iban saqueando y matando blancos, come. tiendo sacrlegios en las iglesias, ensangrentando altares, no podian ser jamés realists, ni representantes del orden y la religién. Lo que sucedia era que aquellos hombres abrazaban las banderas realistas como vn pretexto para satisfacer sus tos de clase, para realizar la libertad social que anhelaban, Porque de haber estado los poscedores dal lado de los real tas ellos hubiesen sido, sin lugar a dudas, fervorotos patrio. tas, La rebelién, pues, bajo las banderas del Rey no fue més ‘que un pretext, En realidad, si observamos bien ta actitud de nuestros con- fgresantes de 1811, y aun In de nuestros promotores de la In- flependencia, veremos que sentfan una intuiciin muy clara de Jo que tha a sucoder. Todos temian que se repitiese, en caso de darse libertades, las mismas escenas que azotaron a Santo Domingo s final det siglo xvi, isla ésta donde los esclavos egolaron los blancos duefios de las plantaciones, ‘Temfan, fiues, ¥ To declan abiertamente que Ia igualdad politica sigo fieaba en cieria manera abrir el digue de las “castas”, y que tas rian a perseguir, como consecuencia légica, la igualdad social, Prevelan inconscientemente lo que luego sucedis, Pues todavia estaban frescas las havatas del zambo Chirinos, to- davia so conoclan las heroicas aventuras de Andresots, aun fe comentaban con temor Ins matanzas del negro Miguel, Dia- flamente se velan esclavos que_se escapaban de Jas planta ones de sus amos para refugiarse en los bosques y levar desde all una vida de asesinatos camineros, Hasta que un buen dia trafan al negro cimarrén, yen el patio de la He. cienda, amarrado aun botaldn, le dabsn delante de todo ef regraje doscientos buenos latigazos que hactan brotar la pul. pa roja de la espalda del condenado, 'Y solamente gracias a los discursos demagigicos de la So- siedad Patritica, tal como lo veremos en estas péginas, es que se provoea una declaracién de absolute independenc Pues si bien estaba en los corazones de todos aquellos eongre- ‘samtes, que en realidad Ja querfan, a la vez tomfan que para sus intereses fuera mis perjudicial’ que una moderada sepa ciém de Espata, Y luego, por sus indecisiones, aquellos home bres iban a ser las victimas de un “Tertoe” shucho més san Blento.y espantoso que of del 93. Pues si bien en Francia la revehiciin fue exclusivamente en Paris, en Venezuela fue en todas partes, principalmente en el campo, La nuestra fue mucho més popular entre las masas que la francesa, Mis gratin que citadina, Roves, Rosete, Antofanzas, Diegote, Morales y el zambo Machado penetraron mucho ms dentro de Ia pricologia de su ambients que Robespierse, que el care nicero Legendre, que Marat, que Saint-Just, que Maillard Baboeuf y tantos otvos. Fueron estructuralmente mds revolu- ionarios y mucho més emprendedores que los apéstoles del jacobismo, Prueba de esto fue el carifo que las turbas revoli- ionarias sintieron por ellos a la hora de la desapariién. ‘Cuando murié. Boves sélo hubo un inmenso silencio a su al- sededor. Nadie entre sus hombres aplaudié el lanzazo que le sacé las entrafas. En cambio, euando Robespierre fue guillo- tinado y su cabeza dostlands sangre fue ofrecida al piblico, fl pueblo aplaudié fasta calentarse las manos, y las viejas tejedoras rieron hasta m4 no poder ensefando sus dientes ne- fos al cielo de Paris. Por es0 es injusto callar ta Rebclién del catorce. No sole- mente en lo que respecta al interés social que significa tal ‘movimiento, sino porque es necesario destacar que los teiun- fadores de ‘La Puerta, la Villa de Aragua, San Marcos y Urica fueron tan venezolanos como los de Carabobo, Vigiri- ‘mas, Araure y San Mateo. La rebelidn es un hecho venezola. no, provocado por condiciones extranas a nuestra verdadera conclencia nacional, tal como fue el clasicismo colonial, Pero ‘nunca por estar aquellos sangrientos laneeros en contra’ de la patria que les vio nacer. Los hombres de Bollvar y los de ores luchaban regando generosamente su sangre por ideales que, aparentemente distintos, convergian en la libertad, * En la elaboracién de este trabajo he seguido un orden hasta cierto punto clisico en Ia narracién de los acontecimientos. Pero, como lo notard el lector, he saltada por todos aquellos sucesos, gue sin poseer un interés extraordinario para la. his. toria, no tenian nada que ver con la rebeliin popular, prov pésito de estas péginas. Por eso aqut se encuentran algunos puntos que corrientemente apenas se mencionan, bastante des- farrollados, y otros en cambio apenas esbozads, En Ja composicién de los capitulos he uscado més que todo ef suceso, el hecho destacado, el lugar o la frase, En Ta realizaciin de los acontecimientos’ y en las descripcones he seguido la sistemética moderna que exige ef origen y 1s fuente de cada afirmacién que se hace, En la bibliografia, a pesar 10 de no encontrarse casi libros ni documentos de la época que tstudiamos por la ausencia précticamente total de hombres (que escribieran memorias o conservasen apuntes, hemos pre- ferido al ‘'yo vi" 0 el historiador de la época que conoeié a Jos actores y a las victimas, que el especialista moderna. Al propio tiempo de haber destacado el sentida estructural de los fcontecimientos, tanto sociales como econémicos, he tratado de remozar, de darle nueva vida, al viejo método de “colon ido ambiental” que tan bien le va a la Historia, y en espe cial, a la pequefia historia de una época determinada, de un {ndividuo 0 de un momento, siempre y evando semejante co- Jor no signifique fantesfa y sobre todo fantasia que pueda perjudicar a Ia realidad, ‘Antes de terminar, quiero dedicar estas paginas al pueblo venezolano. A Simén Bolivar, el Libertador, simbolo de la ertad y do ta unidad de la patria Y a todos aquellos hom- ‘bres que, Iichando ardientemente contra la dominacién es. pafila, lograron un dia conguistar la Independencia y el jenestar para esta heroica y gloriosa terra de Venezuela, mi Venezuela, Parts, diciembre de 1053. LA REPUBLICA ES COMO UN JUEGO DE NINOS 1 LOS TIMORATOS ‘Ya efectuado el pato del 19 de abril no quedaba ota sa. lida 2 los sefores que jugsban a la revolucién que seguir of ‘camino trazado por los acontecimientos o retractasse de lo hecho. No habla lugar para una tercera posiién, intermedia, que hubiese sido, sin lugar 2 dudas, 1a escogida por aquel rupo de hombres, ricos terratenientes en su mayor parte ¥ por io tanto timoratos ¢ indecisos, TEI grupo que efectué indicectamente el 19 de abril no fue, fa excepcién de un puedo de revottosos, un grupo revolucio. nario. Ni mucho menos. Era un coajunto de hombres mode- zador, a lor que para ol porvenir de sus negocios no convents ‘el monopolio ecanémico de esa Bspaia deeadente y atrasada de la cual eran vasallos obligados. Querian la independencia de 1a patria mientras esa independencia no sigaificara, en ‘manera alguna, lesién de los intereses por los cuales efectua- Dan semejante movimiento, Fs decir, ni guerra con Espasa tii teastornos internos, “Yo conozco’ los principales persona- jes del Congreso de Venezucla, dice Dauxion-Lavaysse en tuna carta, éstor no son hombres de geandes mivas ai fac- 1s tases, son simplemente propictarios que desean Ia indepen. encia de su pals”? ‘Los hombres de 1810, y que en general eran los mismos, fisica 0 eapiritualmente, dle 181, 0 estaban dispucstos on manera alguna a llevar las costs a un punto extremado que pudiera, en un caso determinado, resultaries més perjudicial, (que la situacién estdtca e intolerante de Espaia. Por eso ‘veremos que en el transcurso de los primeros tiempos el Con- ‘reso Nacional seri moderado, y tlene que crearse, para eS polear a este grupo de hombres y decidirlos por ei cinco de julio, ese club girondino que Is historia conoce como la So- ciedad Patristica, La situacién social, de conjunto, en que se encuentra esa Venezuela de 1811 precursora de la Independencia, «3 la sie uiente. Primero un grupo bastante reducido, compuesto por Jos empleados espatiles y criolos de fos distintos ramos ad- sministratvos: por los hacendados espavioles y por el enjam- ‘bre de pequetics comerciantes, canarios en su mayoria, que escaban ardientemente ta vuelta al viejo régimen, a la eter. na colonia, donde solamente podrian scbrevivir y conservar al- una importancia social *. Este grupo, por conseeuencia Iigi- ca, ha de crear el descontento, ha de azuzar, cuando los tré- ‘cos dias del terremoto, al clero y al fanstismo contra Ia Incipente Independencia; y més tarde, cuando vea todo per- ido, recurrird, como medio timo y desesperado, a la temida insurreccin de Jas “castas™, armando los negros del Tuy con- fra los blancos mantuanos ¥ contra Miranda El segundo grupo estd compuesto por los grandes propieta- los y comersiantes ligados a Ia producsién nacional, Ens ‘mayor parte, con pocas excepciones, ea un grupo que desea a Independencia, pero la desea en ef fondo, sin derramamien- to de sangre, sin escdndalo, calladamente. No quiere exterio- izar su descontento porque en general tiene mucho que per- der, Con el beneplécito de este grupo es que se realiza el 19 de abril, pero es también este grupo quien condena a Miranda ‘evando sus primeras intentonas tibertadoras. Quiere indepen- dencia sin guerra, y Tibertad con pueblo esclavo y sumiso Seuern erin anaes famelen ee Inuretae Sbeehtak uit pas Tormidable Gectreclga pobular ao isi4" fueron pews 16 Este grupo es él que por presién de tos demagogos de la Sociedad Patrica declaracd la Tndependencia, pero también gerd Gel que por sus contradizsiones internas oeasonard a plrdida de la Primera Repiblica y preparard con sus peque- Fas cenclas y compljos de clase advenimiento de esa gran ‘lenda de sangre que fue la rebelin popular de 1814. El tercer grupo es al de los insurers, compuesto en su mayor parte por jévenes perteneientes a ia clase media oa in aches, Eston limos, icos herederos como lo Bolivar © Ios Ribas, impregnados' de la lost revoluionaia Trane esa plenos de idealismo nacional, quienes nada les im porta perder possiones y forcunas con tal de ver una ban- Gera. propia ondeando. sobre el suelo de la patria. Son ellos low fundadores de la Hhertad, Desde la ausera tibuna de Ia Sociedad Patridtica van a ir pulsando ls opinién de una ma- era tal gse,llegado et momento, lox “tinoratos” van a te ner_que dblegarse y someterse, hasta tener que sumarse, fuchas veces fa fess, a este hermoso grupo pleno de Alea Tismo y de Hbertad. El cuarto grupo es el pueblos libres y eselaves, negros resis, formando en un 9§ por 100 lo que en ayuellas 6po- cas se denominaba ‘las castas” o también con un cierto sen- tido de desprecio el negraje", aunque fueran indios © sim. plemente mestizos. Este grupo esté sometide por completo a ta ignorancia. yal astamiento esptiual mde absoluto, No tiene nocd de lo que puede sec Ia pata, fa familia o bare Tigién. Es un grupo que en teorla ex humano pero en la pede. tica se considera como animal, 0 como intermedio ent 1a bestia y ef hombre, Ven al blanco con el odio Intenso de la infevictdad forzada, Por genecaciones han tenida que doble- {ers los caprichos més pequetior de sus amos y al Litigo, Material 0 moral, de sus eapatace. Et fibre se dilerencia det feclavo en el solo aspecto de que no es eslavo. Muchas veces no se le paga nada o muy poco, con el agravante de que tiene que cargar consigo mismo," mientras el verdadero clavo, coma propiedad, es protegido por el amo, “Tal es, ozo més 0 menes, el conjunto social en que se ha. aba alviddo el pals después del 19 de abil, fecha en que comenzamos este andlisis. Apenas legado el General Miranda, de Inglaterra, invitado porel grupo etremista de la nobleza, cuando los moderados ” su presién para eliminarle © apartatie, como un pe Jen. Miranda, por st parte, noes hom bre que pueda ser derrotado por’ tan poce cost, y organics ‘con el grupo extremista un Club revolucionsrio inspirado en fos de la Francia de 1789 para poder ir impulando Ia opinid hhacia una libertad absoluta con respecto a Expafia y con res. ecto a la multtud de prejucios de easta que exhibian los ‘moderados 0 “timoratos" de la noblera venezolana. Es, pues, ‘Miranda su organizador y su espiitu “A fin de dar mayor fuer: za a los partidarios de la causa patvistica, dice Palacio jardo, testigo de los acontecimientos, el General Miranda pro- puso establecer un Club donde los ciudadanos se reunieran para discutir las cuestiones de interés general; un abogado dle gran erudicién, don Francisco Espejo, le seeundé podero- samente en esta ‘ocasién, y el Club fue establecido con el ‘nombre de Ia Sociedad Pateigtica” * ‘All se einen todos los exaltados, gritan, vocferan, ofen- den a los movlerados; dejan las ventanas abiertas de par en par para que el pueblo pueda empaparse de los discursos que ‘se dicen en bien do la Tbertad y en contra de los prejuicios Se dictan las normas que se han de seguir y Ia politica que hha de evar al Congreso, Se ennoblecen y se destruyen reputaciones, se halaga al pucblo que hasta ayer no fue mas que et “populacho”, se va revolucimmando todas las conciene clas, Y logran, mediante esa lisea de conducts, una cosa i= norada ¢ imposible en la Venezuela colonial, esto es, una opi- nidn publica. Una opinida pibliea drigida por la Sociedad, bien entendido, pero al fin y ai cabo una opinign, Miranda consigue de esta manera un iviunfo personal sobre los ““imoratos", sus viejos enemigos; pues con la Sociedad y la opinién en ‘sus manos el camino le esta abierto para hacer doblegar @ los Aescendientes de aquellos grandes sefiores que injusiaron a don Sebastién, su padre, traténdole de pardo y que luego fuando su expedicién libertadora habrian de escribir una car. ta al Rey lena de sumisién, Por eso la primera arma que esgrime Miranda es explotar el odio de la gente de color y exaltar los rencores escondidos bajo la opresisn, Sus discur- 108 y proclamas de igualdad y libertad han de ser los prime. ros martilazos a Ta cadena que ha de reventar en 1814 ocasio- nando la gran rebelién popular y sepultando, sin quererlo él, 18 ‘Ua Ia organizacion de los blancos, la Repdblica y trescientos letos de colonialismo sostenio. E] Club de la Sociedad Patristica estaba situado en la es. ‘quina del mismo nombre, en la Casa en que habia tenido su Sele la “Sociedad de Economia y Amigos del Pais” manda- Ga a establecer cuando el Rey Don Carlos IIT ®, Cada ves aque los oradores agitaban en el Club, la calle se Henaba de fsclaves y hombres de color que olan por primera vez lo que jamds les hablan dicho. “EI pueblo de Caracas, dice Pala- io, compuesto principalmente de mulatos, escuchaba con inte- és los argumientos que les ofveca los medios de obtener una faxistencia polities” *, La Sociedad aproveché el dia de la én del 19 de abril para demostrar al Congreso su fuerza y su popularidad, El geupo de los revoltos”, que Lovera nos pinta de manera magistral en 1 "19 de abril de 1810” con sus altos sombreros negros, sus ‘capas sombrias y sire conspirador, son los mismos que en fete primer aniversario patrio se lanzan a la calle con af fin de agitar y reunie masas populares. “Después del servicio diving, dice Palacio Fajardo, Jos abitantes st dispersaron por Ine calle, (odos vestidos con sus trajes fetivos, Hevando fen fis sombreros cucardas rojas, amarillas y azules. Grupos ide misicos, sequidos de danzantes, recorrian la ciudad can- tando aires patrdticos, Los miembros de In Sociedad Patri ‘dca atravesaban en procesién los principales calles evando banderas apropiadas a esta fiesta, Personajes do. considera. iin de Caracas se juntaron al eortsjo, se vié en esta ocasion ‘2 muchos grupos de indios de los alrededores, jugando y dan zanda a su manera, més cdndida que geaciosa; la alegela se ba en todos lor rostros, las mutuas felictaciones eran Vivamente experimentadas en todas partes. La noche trajo smds gente en busca de alegria, Caracas fué enteramente ilu- tminada, os edificios plblicos y muchas casas particulares ofrecfan inscripciones y emblemas ejecutados todos can tanto gusto como gfracia, Los diferentes grupos de misicos conti- rhuaban llenando el ambiente de sonidos melodiosos, y ta ale- rin de los habitantes parecié aumentar a medida que ef calor el dia declinaba. Pequofios teatros elevados en diferentes sitios de Ia ciudad procuraben nuevas diversiones al. pueblo, quien manifests el mAs vivo entusiasmo” [La Independencia estaba conducida por buen camino. La 19 ddemostracién habla sido todo un éaito y ni los enemigos més acéerimos podrian ya oponerse abiertamente a Ia Sociedad Patridtica, dueda dal espeitu del pueblo caraqueio, Los si duos oyentes del Club se multiplicaron convirtiéndose aquella calle en verdadera “Corte de Milagros", donde los més auda- ‘es se agarraban de los Dalaustres de las ventanas, Por las calles empezaron a aparecer grupos amenazadares que. dil iéndose a todos los paseantes entonaban Ia sangrienta can sién que en enero del mismo aio se habla publicado en la imprenta de J. Baitio y Ca, situada en Ia esquina det Palacio Arzobispal. El estribilo deca: Viva tan sélo el Pueblo, BL Pueblo. soberano Mucran lov opresores, ‘Mueran cus partiderios § Entre los principales exaltados que se cantaban en aquellos tiempos estaba José Félix Ribas, quien hablase visto envuel- %, poco tlempo antes, en una eanspiracién que tenia por fin fl" levantamiento de las_clases oprimides contra la hegemo- tla de los blancos possedores EI Congreso temia. Temia que Ia bertad pura, virginiana, que tanto deseaba se le empezase a corromper mercad las estiones demagégicas de Ia Sociedad Patriética. Temfa que luna Tibertad popular, “‘sans-culotte”, serfa una exposiciin constante para sus mis caros intereses *. Tanto més cuanto ue ya en 1811 esos discursos encendedores hacfan prever a os moderados ef curso que més tarde tomaria la Indepen- dencia, rumbo que Jos agitadores nose sospechaban, Bien (es sabido que generaimente los que inician las revolucfones facaban por ser devorados por elas, pues aquellos que al principio surgen como agitadores al fin terminan como moe Aerados ; nuevas figuras aparecen entonces obedeciendo al BAe tea ap ere mt ale ay co P sow No tivo Ta brlaipal parte nt giao, adn espera ef imperig de ls less dels rlgton as esitumbress lost Dowtrce Dass Heoushdss Wea" ReOGiER SE arse baa: 30S cambio impetuoso de las circunstancias, al devenie constante fe esa vordgine humana que es la revolucién. A. situacion diferente, hombres diferentes. Tal es el Ioma interno, incon. tiente, que gula a los movimientos populares. Y hoy en dia vemos, después de tantos afor de aquellos dias de 1811, que Ininguno de los miembros de la Sociedad Patriética Megs a fet, en su momento oportuno, jefe do la rebelin popular, terminaron més bien por ser perjudicados en sus interes, To mismo que les sucedié a fos “timoratos” ‘Yael vemos a Bolivar desterrado, @ Ribas con la cabeza en tuna pies, ¥ los otros o muertos o escondidos en las selvas hnuyendo como desesperadas bestia de las lanzas inclementes de la rebelién popular, sesencadenaa inconscientemente por fllos con sus afientes discursos de la Sociedad Patridtica El temor de los moderados ereola coda dia y cada dia velan ‘con peores ojos al Club agitador que les levaba directamente 2 la ruina, Urquinaona, crfollo realista que asistié a aquella Tacha entre la Sociedad y el Congreso, opinaba con el riterio de los moderados de Ia época diciendo que la Sociedad estaba fompuesta por “Jos més inmorales y los mAs Tibertinos” y Teno de inignacién reaccionaria, agregaba con mucha amar- ‘gura que esta Sociedad se prnponia el espantoso erimen de Malsipar Ia ignorancia de los pueblos, elevar las ideas de fos ciudadanos a la mAs alta dignidad de un hombre libre, cons- tituir el Estado, manifestar que en Venezuela no deberta. ha- ber otro Rey que el que crid ef Universo, mi otro gobierno que el que ella se constituya, y hacer palpable la falsedad de los derechos que la preocupacién podla atribuir atin a Fer- nando de Borbén”*, Pero a pesar de todos estos juicios, falsos 0 verdaderos, veremos que aquellos revolucionarios de la Sociedad Patris- tiea, pertenecientes en su mayorla a la obleza oa la bur~ ‘uesiay Tigadas con Iszos familiares al geupo de los ‘timo- rates”, no ee daban cuenta de lo que estaban haciendo. En re juego a la democracia tenfan tanto que perder como los timoratos”. Destruyendo a los moderadot con las armas de Ia absolute Ubertad y del igualitarismo se destrufan a ellos rmismos. se grupo de hombres dstinguidos no median a taldstrofe cuando en julio de 1811, con sus vociferaciones ddemagégieas, pedian las libertades rousseaunianas para los es- clavos que Henaban sis haciendas y para la multtud que rugia a fal eco de sus palabras. No podfan prever en aque! momento {de sublimacién espiitual que estaban abriendo las compucr- tas del alud igualtario que debta ahogarios a todot por igual No podian imaginarse que aquellos mismos esclavos siguien- do los emblemas revolucionarios de Andresote, de José Leo- aardo Chirino y det Negro Miguel, guiados ‘por eapataces, pulperos y contrabandistas y aproveehanda las libertades por ellos. inconscientemente propagadas fueran, en un arrebato de furor igualitario, a asesinar a sus mujeres, a sus hijos ¥@ ellos mismos, sembrando por todas partes ta ruina y la esolacién al propio tiempo que Ja libertad social; fandando tun gobierno popular y democratic, sin nobles y sin rieos, re- presentado por aquellos forajidos que fueron Hoves, Rovete, Suazola y Antofianzas. Si esos revolucionarios hubieran po ‘ido prever las consecuencias de sus discursos encendedores ¥y de sus poquefias rencillas, 'a Sociedad Patridtiea no se hax bia fundado y la Independencia hubiera tomado otro rumbo, pero en historia no es bueno modificar Io sucedido. ni ade- Tantar lo ocurride Observando Ia conducta de nuestros patriotas en aguellos primeros afios de ilusién y de lucha, dice José Domingo Diaz que Ta Tndependencia “hasta entonces no habla presentado todo su aspecto feroz, y era semejante a.una reunién de nifios que jugaban a gobierno’ *, En realidad era una observaciin avertada Inde Diaz Por aquellos iltimos dias del mes de junio, precursores de a Independencia, un hecho vino a demostrar la importancia que habla adquitido el pucblo caraquetio ante el Congreso. Este devidié mudarse para la Capilla de Ia Universidad of jueves 22, pues el paqueto saléa gue el Conde de San Javier hhabia puesto a la disposicién para las deiberasiones no tenfa cabida para un auditorio numeroso®, [Ea poca distancia que existia entre ta Capila y la esquina de Sociedad y la amplitud de la “barra” dentro de las sesiones de Ia Asamblea demostrahan claramente el teiunfo del Club popular *, seis Sg chee a Se ere Se yee 2 a tpMiranda, por si parte, sprovechabe Ja situacién reinante, de ‘agio a Ia nobleza y 2 los ricos, para vengarse con sus discursos ‘Gemoledores del sehorfo mantuano que habla vejado a su paidre [Jeaue, en los tiempos de sus expediciones libertadoras en Coro F Ocumare, hablan tomado parte, como ye lo hemos dicho, por Si Rey 7 ef colonialismo, Poudens, inapreciable teatigo de los (tcontecitientos que estamos relatando y enemigo declarado del {futuro Genetaisima, escribe que ‘el esteblecimiento de la So- edad Patidtica le faciits (a Miranda) fos medios de calentar Gr esplritu dul bajo pusblo; y sus discursos, junto @ las vacife- aciones de algunos individuos que le eran adictos, conteibuye- fon al éxito de sus proyectos, No dejé escapar ningena ocasién de volver odiosos a sus sdversaris ante el populacho. Compeeli- ‘ierdo también de cudnta wlilidad podia sere el poder eclesids. tico, tavo cuidade de halagar muy bien al Arzobispo y al lero; Jy wolviendo a sw provecho la conducta imprudente de las femilias poderosas, 2° formé numerosos partidarios, escogidos entre aque- Tios que estaban descontentos de las altancrias de los Mantua nos, De all, surgieron dot partidos may distintes: el partido de Miranda y ef de la alta nobleza. Pero este utimo levaba en st Jos gérmencs de la desunign ; y las miras ambiciosas de algunas de las principales familias favorecian de esta manera y sin que- etl las maniobras de Miranda, Los Toro, los Tovar, los Mon- Sila, os Ustiri, los Ribas, deseando legar a los primeros em= pleos, buscaban a suplantarse recfprocamente” ™ Per eso toda esta serie de acontecimientos vinieron a contre Duir a Ia formacién de ese mal coneepto, que, Iuego después de aquellos agitidos afos tendrfan de Ia Sociedad Patridtica sus ‘mas viejos fundadores. O'Leary, que en sus opiniones sobre acontacimientos anteriores a su legada a Venezuela era fie re- petidor de los juicios de! Libertador, decia, hablando de 1a fun- aciin del cblebre Club : "Habtase formado una sociedad pazrié= tea que, arrogindose el derecho de discutir y decidir las me- das adoptadas por el gobierno, contribula a aumentar Ins ificuleades que rodesban a los patrotas, hostiizando al partido moderado que spayaba al ejecutivo” "Bl propio Bollvar quien fue destacaa figura de Ia Sociedad no vuelve a mencionacla sms, ni una sola vez, en el resto de su existencia, ¢Querria ol vidarla? 2No serla ms bien que aquellos hombres, una vez pa- sada esa juveatud generosa y emprendedora, comprendieran que Ia Sociedad que ellos fundaran habia sido mds perjudicial que 23 boeneficiosa para la clase @ que pertenecfan, para Ja Indepen- ddencia y para la patria? Una cosa es verdad: la Sociedad Pa- {ridtica contribuyé en mucho, tal como la hemos venido seha- lando, a Ia destruccién de Ia estructura colonial y a le derrota de la’ Segunda Repablica, fundada por Botlvar y Ribas, emi- rentes demagoges del Club revolucionario, ara los primeros dias de julio de 1811 la atmésfera de Cx. racas estaba extromadamente recargada. El Congreso iba re- ‘rocediendo cada vez més, perdiendo todos sus argumentos en ‘contra do una declaracién de independencia absoluta, Los agita- ores presionaban, "jévenes ardientes formaban por doquiera reuniones més o menos clandestinaa, acaloraban Ia plebe, re- ‘unfan y se preparaban a la guerra en nombre de ta libertad Las clases antes oprimidas y vejadas bullian y se arremolinaban fen torna de la bendera reformadora que les prometia goces y de- rechos, Aqut la tendencia era destruir lo pasado y arrebatar algo 2 los que todo posefan” ¥, Miranda, quien en las cleesiones de marzo del mismo ao hhabia. sido nombrado como diputado por el Pao, era el portador oficial de las ideas de la Sociedad Patridtica ante el Congreso, Con su fraseologia elocuente trataba de decidir por In libertad ‘8 aguel “grupo de sujetos timoratos y buenos realists, y ale ‘funes honrades labradores que jamés habian oldo cuestiones politicas de gobierno, y que cifraban toda su felicidad en ef ceultivo de Ins hacienda, en In educacién de sus hijos y en Ia obediencia @ aguella-autorided paternal, que con tanto acierto Y Provecho habla gobernado a sus respetables necendientes” ‘Otros sucesos vinieron a agravar la situacién. La legada de ‘Montenegro, y luego su traicién eseapéndote con importantes documentos de Ia Junta Suprema, Los conatos de insurreccién Y los desmanes de Tos relistas de Guayana. Las maquinaciones de Cortabarria, eeloso agente de los comerciantes de Cédiz, quien leg a Venezuela con el propésito de organizar fa insu rreccién, Y, en fin, as mil manifestaciones populares y sucesos de orden social hicieron que los mismos congresantes empe- ‘zaran aver In independencia como una necesidad inevitable * Ey, eterrn umaarimens, Se rrr ——=— Sty Whileh anht as ie ra eens ar tice Rt Mnteet re Sak SES eras LePeene & “Antes de las resutas de nuestra transformacién politica, dela un manitiesto firmado por Rodriguez Dominguea, Negaban cada fa & nuestras manos motivos para hacer, por cada uno de ellos, Jo que hicimos después de tres siglos de miseria y degrads pee ‘Al mismo tiempo los ageicultores y grandes hacendados so ‘quejaban porque los negros no querfan trabajar como antes, I Fiebre revolucionaria ¢ igualitaria habla Hegado hasta fos cam pos mds apartados, Se hablaba ya, no sin espanto de los que fenfan algo que perder, de una matanza de blancos y de Ia ins. tauracién de un gobierno popular, jaccbino, Se decia también ‘que los espafoles organizaban desde Coro y Guayana expe. diciones contra el centro del pals para imponer por la sangre fos derechos de Don Fernando VII, Rey de Espatia. ‘Como todos estos quebraderos de cabeza se los achaeaban a la Sociedad Patristiea y a sus ilustres componentes, no faltaron personas que propusiesen su completa dsolucién. “Algunoe diputados —dice Roscio— hicieron ayer mocién (8 de junio) pra que se extinguiese pero prevalecié el dictamen de que s# corriglesen sus viios para que con sus buenas reglas pudlese ser Uti” #, El Congreso estaba tratando de anular la Sociedad atridtica bajo el pretexto de que era otro Congreso; cosa com- pletamente ilegal si podta ser probada. La Sociedad Patriétca, en vista de Ia situacidn tan tensa, empieza a efervecer, “No e¢ que haya dos Congresos, dice Si- én Bolivar desde Su tribuna revolucfonaria, ¢Cémo fomentar cl cisma los que més conocen a necesidad de la unién? Lo que queremos es que esa unién sea efectiva, para animarnos 2 la glociosa empresa de nuestra libertad. Unirnos para reposar y dormir en los braz0s de la apata, ayer fue mengua, hoy e& tuna traicién. Se discute en el Congreso Nacional lo que de- Diera estar decide. Y, cqué dicen? Que deberiamos empezar por una Confedezacién : jComo si todos no estuviéramos con- {ederados contra Ia tirana extranjera! Que debemos eeperar los resultados de la politica de Espaia? 2Qué nos importa que Espala venda a Bonaparte sus esclavos, o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son triste efecto de tas antiguas eadenas. ; Que los grandes proyectos deben pre- Aggy Documentos Interesantes rlatvoe 4 Caracas, Manifor Hela pe facet undo a Conteeraclan Ge este, pe 2 prarse con calma! ;Trescientos alos de calma no bastan? Se ‘uleren otros trescientos todavia? La Junta Patriétca respeta, como debe, al Congreso de la Nacién; pero et Congreso debe ofr ala Junta Patrica, centro de laces y de todos los interests revolucicnarios. Pongamos sin temor Ia piedra fundamental de Ia libertad sudamericana. Vacllar es perdernos. Propungo que luna comisién del seno do este cuerpo Hleve al Soberano Con ‘eso estos eentieientos” 1 Es de suponer el enturiaxmo ve tales palabras ocasionarfan fen Tos concurrentes y en la barra plena de hombres del pueblo. A su vez Coto Pail toma la palabra para defender al Club fontra los atagues de los moderauos, quieres les aman anar- (uistas en serial de desprecio y de temor. "jLa anarquia! Esa {5 la libertad, cuando para hui de la tirania desata el cinta y desnuda Ia cabellera ondosa, ;La anarquia! Cuando los dioses de los débiles, la dosconficnza y of pavar la maldicen, yo eaigo de roditlas a 'su presencia. Sefores: Que la anargufa, con I antoreha de las farias en ia moo nos gufe al Congreso, para que su humo embriague a los facciosos dei orden, y la’ sigan por celles y plazas, gritanco : Libertad! Pata reanimar el mar ‘muerto del Congreso estamos agu! en la alta monafa de la santa demagogia. Cuando ésta haya destruido lo presente, y fespecin.s sangrientos hayan venido por nosotros, sobre el came po que haya labrado la guerra se alzaré Ia libertad.” , Este excelente discurso de Coto Padl encerraba inconscien- temente toda waa pradiceién sabre los aicesos que luego se su cederfan en Veneztela Er snismo dis, 3 de julio, mientras la Sociedad sesionaba se iscutla en el Congreso la posiilidad de una absoluta indepen: dencia. Las barras estaban lenas de miembrogy del Cli que ban y venfan levando las ultimas noticias scbts las discusio- nes de Ia Asamblea y aplaudiendo o chiflando las fropssciones ‘que eran 0 no de su agrado. EI 4 de julio la Socedad envié una Comisién al Congreso portadora de ua diseurso de Miguel Ped El Presidente es concede la palabra, a pesar de careeee Aiputacién de cuerpo el Club de In Sociedad. All se precisa para que Ia Indepenccncia soa declarada, El Presidente, Rodger Dominguez, se encarga de preguntar al Ejecutiva si erela pru- ente la dscusién del asunts, El Ejecutivo contesta afirmativas ‘mente. Entonces se decide que Ia discusidn de tan importante ‘euestin ha de levarse a cabo el proximo dia 8. Desde temprao I iui est depen yo publ, ai gou'n jorentad revetetonain op Ins pertan bans de cepa Cuando van enando toe dipuadot & cupar sue ‘usstoe amenazen de mete tow moteradoe™. "Nance tanta Tent we habla veal jana se cosreara en ln oyentes SMporte descoto, que en ia oan tavieon, Viores 7 Splzuss rudosos yin in resonban cada vee que tomaba 0 Fjaba Ie palabra ev puund republican: Tae opoiones ele ‘eens eran acoias con tad, slbos 7 smenaas” ‘odriguer Dumingue en su caldad de presidente, y dap de abe so las ferents opiniones, comenaS amar 1s SIputadns pare qu omiissen sv oto, Clmado Peli Feria Pail propa tne ley previa que eiaba en os eoraznes de feos aqucis hombres que vlan eu seguridad amenazaa pot fl puch y bor ls energimenor dela Sodedad Parte Pro- pus, pce use ity previa que conttlee lor excess de oe. Et iancberinaisny Hberiaje gue podem presenarse une ser dedare In Tndopndsncin, Al sit eta propnin, lames aramentecomenz bara a chiar ya gitar, demostando tat su degra, : “Antonio Nicole Bric, de Mts, propo, en vista dele act amenaatoen del pico, qoe amas ela ey previa Pails csabectee fo fuuto al ssoma devote se trata pare cat respon vilersas, Maya, 22 La Grit Sstue trancamente cota Ia indopendeea,algando con ha: Siand, poshlemente paramo tener desagrados con exaltatos, Guo ous lastracones le probiblan volar Ia cues. Breet Seat a's ner que les syas eran igelesy que 8 por de Todo ha wot En generals ta mayoria de as opiniones fueron favorables cuanto se proved a la vtaibo fal todos extuvaron por Ta‘intypendenciedfniay con exeopde Bech dl Padre Maya Shenae Caracas once a noticia el joo genera. La bane dent de Venema, que habla sea Miranda e oneada tor Sia Srs gen cons Herr ces Se eee ES oo een Bot airy ati, dite Martatae & canto c SD chee See ce oe SA ane ka primera ver. La de Espafa es despedazada ; los bustos y cun- ‘dros de Fernando VII que estaban en los edifcios pablicos y fn las casas realistas més conocidos fueron destruidos *, “Aque- tos jovenes, dice Diaz, en el delcio de su triunfo corrieron por lag calles: despedazaron y arrastraron las banderas y escar pelas espafiolas: sustituyeron las que tenfan preparadas, e h sieron correr igualmente con una bandera de sedicién a la Sociedad Patriética, club numeroso estableido por Miranda, y compuesto de hombres de todas castas y condiciones, cuyas VioTentas decisiones llegaron a ser Ia norma de las del Gobierno. En todo el dia y la noche las atroces pero indecentes futias de Ja revolucién agitaron violentamente los espritus sedicioso, Yo los vi correr por las calles en mangas de eamisa y llenos 4 vino, dando alarides y arrastrando los retratos de Su Majes- tad, que hablan arrancado de todos los lugares dande se encon- traban, Aquellos pelotones de hombres de Ia revolution, negros, ‘mulatos, Blancos, esparioles y americanos, corrlan de una plaza ‘otra, en donde oradores energimenos incitaban al populacho ‘al desenfreno y a la licencia, Mientras tanto, todos los hombres hhonrados, ccultos en sus casas, apenas oseban ver desde sus ventanas entreabiercas a los que paraban por aus calles, El cane ssancio, 0 el estupor causado por la embriagues, terminaron con Ta noche tan escandalosas bacansies” # Ast transcurtié el primer dla de nuestra Independencia, Dia solemne y trascendental en la historia de la Patria, a pesar de que Tos imismos historiadores de ta éposa, por los sangrientos imientos que Iuego se sucedioren, no consideraron como fextraordinario suceso, mds bien Hegaron al ex- tremo de miear esta pari ‘como “arsiesgada y seas Imprudente” 123 pablo Forpendo VI, tu, rempazad por un eta. Fpdeado, de low atincde det Uhertad y'aey gometolon ounrae, melee igurepgtr 8 itotetre ae ta Resstuion de" Conese 1 SE AFLOJAN LAS CADENAS 1 Gabieo de navn pila Ie epee net say si ml de ura St Poe Bee Sr st nao eu contin nen mr eres 5a Congo caancafa gos on tl xy gue, gen rsd chon gy vt prt Ge Mand Sater tr nian un anid pea un cont ent tesa att rojesaben ers Spats y crus enor pune roe a tao Sign dorado bs ebealos fe In sop, per “anrcrs ero pant eo inode Sie solar ear) eng dele e weal ce fea, Pes nein tte Ssaranes tenn ton pun de vide serosa eon fr gee ‘Etna caray apa tr Siete de nme ire do Ju Dias Fores ver natal de Cnr ton Jost ira Sten de Cassy Fanci) de Apa sorprenh date? ta ttn eanSe partes. Ba tnd “fn wre ee ee Ee ir at Eola arate, ele ans eat sores A aPRaela gen sobre ie REGIS ‘2e"te Academia de tn Histories, nam. 126, pag. 49). Valencia, Caracas, Los Teques y otras poblaciones de 1s al rededores de fa capital se ban a insurreccionar en ‘nombre del Rey de Espasa” contando para esto con la cooperacién da Puer- to Cabello, y sobre todo con el envio de tropas espafolas desde Maracaibo, que permanecia realista *. Todo estaba preparado In mejor posible, pero ultima hora, como suela suceder en ‘estos casos, hubo una taiclin. EI plan fue denunciado por don N. Barona y el Gobierno procedié inmediatamente a efee- tuar los arrestos necesarios Sabjendo los conspiradores que estaban denunciados deciie ron alzarse en Los Teques a eso de ls tres de la tarde del 11 de julio, En esta poblacidn se reunferon sesenta canarios montados fen mules, armados de trabueos y con los pechos eubiertes con hojas de lata, a guisa de armadura, gitando furiosamente “viva 1 Rey y mueran los traidoros” *, ‘También hablan prometido Ia libertad a fos negros de Care eas con tal de que se sumaran a la revuelta ™, pero nada suce- 4ié. En cambio, en Valencia, Ia conspiracién triunfaba apode- rindose de Ja ciudad y proclamando a Fernando VII. Al mis. smo tiempo la revuelta de Los Teques era dominada completa- mente antes de las cuatro de la tarde, pues los qujotescos con- trarrevolucionarios habfan fracasada en su plan de spoderarse del depésito de armas para poder marchar a Ts capital de Ia ne ‘va Repiblica *. EI pueblo, azwzado per las autoridades patrio- tas, se lanzé armado de sables y cuchillos contra los conspiea- ores Jos que dominaron fécilmente y sin efusiin de sangee , Entretanto, en Valencia, los revolucionarios realistas habfan insurreccfonado, en vista de hacerse un mayor nimero de tropa adictas, a todos los negros de los alrededores, detando procla- ‘mas igualitarias y reivindicaciones sociales, dando ta libertad 2 los esclavos y Ia igualdad a los pardos *, Todos los descon tentos por rivalidades feudales eon Caracas se sumaron al mo- vimiento, pues deseaban que la capital de la Repsblica fuese Valencia, Inmediatamente procedieron a repartir armas que hhabian recibido, dias atrée y en secreto, @ todo el pueblo inst rreccionado * Er ataque a Valencia, luego después de haberse enarbolado la bandera de Castilla, hubiese sido lo més indicado, Pero el Gobierno estaba indecso, con grandes divergencias en su seno, sin conocer a clencia cierta quiénes estaban en la conspiracién Y quidnes eran lesles, desconfiando los unos de los otros y con la agravante de no tener apenas sino seis dias en el poder. La ‘Unica decisiin que se tomé fue esperar para ver qué nuevos {foc08 brotaban y sobve todo para wer quién en la capital estaba ¥ quién no estaba eon el nuewo orden de cosas. Se pasaron va- os das con las tropas acantonadas en Ios cuarteles hasta que, viendo que la situacién en Caracas era normal, so resolvié en: viar a un miembro de la alta nableea y enemigo de los extre- Inistas y en especial de Miranda, al Marqués del Toro, al frente de numeroso ojcito* Mientras el Marqués so dirigla a Valencia, los fracasados conspizadores de Los Teques estaban engrilladas en prisiones, Mas tarde fueron condenados @ muerte una quincena entre los principales y fusilados, pues no habia por eso entonces, pat falta de ejecuciones, un verdugo competente que les ahorcase, siendo necesario para cumplir la condena que después de muer- tos fuesen colgados y sus miembros descuartizados. Para mayor ‘escarmiento entre los canarios earaquefios, fueron cortadas sus cabezas y expuestas en picas y eajas en las principales plazas Yy avenidas de la capital ™ La situacién de Valencia, mas que grave era interesante, pues por primera vez se usaba de “las eastas” park organizar un ‘movimiento popular y dale todo el empuje necesario, Demos- trando ast que quien més afrecia y halagaba era efectivamente fl dueto de Ins circunstancias, Por otra parte, Ia insureccién de Valencia con sus libertades extremadas se habia pronto o- ‘nosido a todo el tersitorio patrita, ocasionando, como era igico ‘que sucediese, continuas deserciones tanto en el ejército como fen las esclavitudes de las haciendas, ereando wna situaciin de ‘sobresalto para lor vsjeros que se encoatraban eo lugares apar- tados con eselavos “eimarrones". Ea la Gaceta de Caracas del 26 de julio de 1811 aparece la siguiente noticia: “El Supremo Poder Ejecutive ha mandado establecer, en todos los partidos ‘sujetor a una Justicia Mayor, Patrullas 0 Guardias Nacionales para la aprehensién de esclavos fugitivs ; los cuales, visitando ¥y examinando con frecuencia los Repariimientos, Hacienda, Montes y Valles, hardn que se guarde el debido orden en esta, parte de nuestra poblacién destinada a la cultura de las teeras, ‘embarazando que se separen de ella por caprchos, desaplicaciin, vicio u otros motivos perjudiciales a la tranquilidad det pais, De orden del Gobierno se comunica al piblico esta determinacién para que llegue noticia de todos... A esta importancia primera 3 se asocian otras muchas que el Gobierno hia tenido preseates al ‘oncebir este establecimiento ; pues si protege las penosas tareas e los propietarios de las terras, no favorece menos la trane uilidad de los partidos rurales, embarazando los robos asesinatos en caminos desiertos. Los soldados de estas escltas ambulantes pucden ademas servir muy bien en diferentes oa. slones para otros objectos de mayor importancia y gravedad por cl conocido y frecuentado, con al exercito de sus funciones, La fesclavitud honrada y laboriosa nada debe temer de estas mee didas de economia y seguridad, con que el Gobierno procura bien de los habitantes del pate ‘Ya los ‘*mantuanos” iban recogiendo poco a poco su feuto de libertades ideales, de papel, viendo que el equlibrio que era la base de su preponderancia Social empezaba a resquebrajarse. Por eso tenia razin el ex Capitin General Emparan cuando escribia: “Si ya no estin los mantuanos arrepentidos de su des. atinada insurreccin, muy poco pueden tardarse en arrepentirse; pero siempre serd tarde. Como quicea que los mulatos y negros son 10 6 12 por un blanco, habrén éstos de sufir la ley que ‘aquellos quieran imponerles; y siempre estan expuestos a los Imismos desastres que sufeiron los franceses dominicanos: tal fs la felicidad que se han waldo los insurgentes de Caracas con su revolucién” % Bsa demagogia realista de insurreecionar “las eastas” con. tra los patriotas en Ia ciudad de Valencia, deberia en el futuro ‘raer resultados funestos para uno y otra bando, Dice Heredia, cilebre realists, que “desde entonces quedé arraigado en Valen: ia el odio mortal entre blancos y pardos, que tan funesto ha sido all y en, toda Ia provincia por donde se propaga, ‘sin que pueda calcularse cudles serdn los diltimos efectos de este mal; ‘que todavia dura. Los guerileros, que después quisieror. for- ‘mar partido bajo la voz dol Rey, excitaron esta rivalidad, llegan- do a ser proverbio en la boca’ de los europeos exaltados que los pardos eran fieles, ysevolucionarios los Blancos eriallos, eon quienes eran neceserio acabar"” ®, EI Marqués, militar de opereta, no podia hacer otra cosa en Valencia que fracasar, y en realidad fracass. Fue necesario ue los mantuanos caraquefics codieran ante Ia presiéa de los fextremistas y nombraran jefe del ejéreito de Valengia al Gene. ral Miranda quien era el més indicado para llevar a cabo esta fempresa por sus conocimientos y su prestigio, Era, pues, una grave para el partido noble y moderado 1a salida del fés; pefo este partido no ha de amilanarse, apenas nom- (> Miranda ha de comenzar una serie de intrigas y contra. es para perjudicar al Generallsimo, precpitando eon sus obras Ia caida de la getmera Repiblica y la entrada de fonteverde, resultados éstos preferibes a que un plebeyo amigo Fae los pardos fuera a aprovecharse de 1a Republica por ellos rganizada y dirigida *. ‘Apenas Miranda es nombrado jefe del ejército, que con un ataque decidido y audar toma a Valencia, a pesar de la heroica fesistencia del cuartel de pardos, terminando de esta manera fon el foro principal de 1a insurreceéa que pretendia acabar F gon la Replica a los siete dias de haberse constituido. ‘Pero sila insurreccién estaba dominada, no lo estaba por eso el peligro de invasién realista, Coro organizaba una expediciin cone {ra Valencia a favor de los insurrectos, y Miranda se ve en el caso, de pedicle al Congreso permiso para seguir a Coro a luchar foatra los refuerzos. El permiso es negado por el Congreso Aejando que la expedicién siguiera su rumbo, llamando mis bien Miranda para que se defendiese de las acussciones e in- trigas que le tenfan sus enemigos, personajes éstos que prefe- lan que Ia patria cayese en manos de los espafioles que en la direccién de un supuesto enemigo do sus inteeses, ‘Cuando Miranda entra en Caracas por la via de Antimano, es recbido por el pueblo en medio de las més grandes acla- tmaciones, Manifestaciin ésta que significaba, adems del apoyo popular, una especie de desaflo a la actitud del Congreso y Feprobaciin por las falsas acusaciones que haclan al fdslo de la Sociedad Patridtica, Poudenx que preseaclaba la entrada, dice: “Las gentes de color mostraban un entusiasmo particular por su persona, Iban delante de él gritando ;Viva ef General Miranda! ; pero poca gente distinguida toms parte en este festejo. En el momento en que hacia su entrada, se obser- ‘varon dos negros a caballo, que lanzaban dinero al populacho, teniendo el sspecto de pager las aclamaciones de que ern ob- jeto el Gener En los dias en que se luchaba por la ciudad de Valencia hnabla en Caracas una vigilancia y una censura extraordinarias. La Sociedad Patrstica, imitando en esto al Comité de Salud ‘Piblica, presionaba al Congreso para que tomase las medidas ‘mds extremadas contra los espias y conspiradores, En el Mom 3 ‘ing Chronicle, perddico adicto a ta causa patridtca, apareeia luna carta estrita por un testigo de aquellos acontecimientos, fechada en La Guaira el 3 de agosto de 1811, que decia asl’ “Todo es confusién en la América Meridional, todos los dlas hay prisiones de gente que se sospecha de tramas contra el Gobierno y los forasteros temen mucho reunirse; en una pala- ‘bra, estamos en una entera suspensién, no s6lo de comercio, sino ain de sociedad: la orden del dia ea: libertad e igualdad, Ayer salt de Caracas a las cinco de Ia tarde, y entonces aun tno se sabla del ejército que se habia mandado contra Valencia. {Las conjeturas son varias y todos los dias se reciben despachos del General Miranda; pero’ no se dan al publi; también se equipan diariamente voluntarios por el Gobierno; se matan ¥y estén puestas en perchas las cabezas de los traidores, con lun letrero debajo que dice: “Este hombre ha muerto por tale dor a su patria.” Dos fueron ahorcades ayer, condenados por Ia Sociedad Pattistica, pero no se dijeron sus delitos. El tempo de las prisiones a media noche: un piquete entra en la casa, hhace salir de la cama al reo, y a Ia maiana siguiente pieede la vida. Aqut tenemos por cosa peligeosa el que nos vean re- unidos hablando en la calle, y més peligroso que todo el eritcar al Gobierno. Aun cuando nos juntamos en reuniones partic es, no sabemos si nuestra criados son nuestros espfas. Esta fs exactamente la situaciin del pals” %, El Congreso comenzé a licenciar las tropas de Miranda de- jando sin defensa a la Republica ante la invasidn realista, pues “sus enemigos (los de Miranda), scribe el mismo Poudenx, ustaron més no tener ejécito, que tener uno que estuviese bajo su influencia inmediata, Las primeras operaciones de su cam- pia fueron atacadas en el Congreso con animosidad ; y entre sus enemigos, aquellos que més se distinguieron por su encar- nizamiento, estaban fos Tore y un Tovar” ™ Miranda se presentd ante el Congreso, contesté a los cargos ‘que se Je haclan, exhibié documentos y prabé, de una manera irrefutable, su inocencia. Pero el Congreso, no queriendo tomar ‘ninguna inieiativa que hiriese lo intereses de los principales per- sonajes de la noblera, aplazé su decisién para otra oportuni- ad La situacién sigui6, hasta fines de 1811, bastante estable dentro de su inestablidad. El daico suceso de importancia fue ‘una conspiracién develada “cuyo objeto, segin J. D. Diaz, era ” dar Ia preferencia a Ios castes sobre la raza blanca, y cuyos principales autores eran blancos, de los conjurados del 10 de abril” #. La entrada del afio de 1812 se caracterizé por un gran males. tar econémico generalizado en toda In Repsblica, Este malestar tera resultante de las luchas internas entre los promotores de la Independencia por sus prejuicios de clase; de la desatinada politica financiera que perjudicaba especialmente al. pequefio ‘omerciante, al pulpero, al empleado, al trabajador, al cur Pues, Ia necesidad de cvear un papel moneda sin ningén ree paldo, y la desconfianza general del piblico, contrbuyeron al pinico. El propio Bolivar dijo que se vieron obligados “a re: ‘curt al peligroso expediente de establecer el papel moneda, Sin otra garantla que la fuerza y las rentas imaginaras de la Confederacién, Esta nueva moneda pareeié a los ojos de los ‘ms una violacién manifiesta del derecho de propiedad, porque ‘© conceptunban despojados de objetos de intrinseco valor, en ‘cambio de otros cuyo precio era incierto, y aio ideal. El papel Imoneda remat® el descontento de los estéidos pucblos inter. fos, que llamaron al comandance do las tropas espafola, para que viniese a fibrarios de una moneda que velan con més horror que Ia serviduenbro” #, ‘Esta idea del papel moneda habla nacido a imitacién de Jos ‘asignados” de la Francia. revolucfonaria. Pero mientras lo asignados ten{an una base que los respaldaba, como eran las inmensas propiedades de los nobles emigrados, en Venezuela ro habia tierra que los protegiera ai ninguna otra clase de tie {queza, Tal principio no podia ser cubierto sino por la violencia. Habla que obligar al ciudadano a aceptar papel contra plata, “por ello, dice Heredia, era nvcesavio que la fuerza publica 36 interpusiera en fodas las negociaciones mAs menudas, pues Ia ley obligaba a recibir el billete y a pagar en plata el quebrado de medio real, siempre que fuese precisa; sobre Jo cual ecurrfan tineuenta pletos al dia en cada taberna o pulperia, porque Imuchos iban sin necesided comprar cualquier cosa s6lo por tomar ef medio de Ia vuelta", El estado de dnimo de los mismos patriotas habia decaido ‘mucho con el malestar econémico surgido por los inconveniene tea de ln divisiin del pals y de la crisis del papel moneda, algunos diputados del Congreso, dice ef mismo Heredia, me han asegurado que al tiempo de Su traslacién a Valencia ellos 3 otros muchos estaba convencdos de que ia nueva Repica e podladarar muchos meses y que se assbria como fs jo. fee machen" Ta fabrcecin de papel moneéa fue confiada & un tone ue sgin el dcr de propo Poudenns munca ena vida hs Ba srabado*. Eno se presaba al Fade Apenas tales los signaos” emperaron a recta an hobees de eae vender sus proguts por valores imaginary la fracas She eves ete cpp noel ye plats et Saormemente i trneacone come: Fab tigers soon de se negaron a aceptar semejante moneda *°. . 7 1a nein fu tremens No hub ning conan den trode! gropo de hombres que gaberaine a Voreaels ee hubes wna 0 remind I stncon, so habla acne © “entendiss” en les enc econdmies, flab ne nen aera plea financiers qe pura sane al pal. tt Bejador yet empleadosgetan ganando eal ls tempos de 4s plata un tna foray mientras que dentine, ps al pope moneda hata sul hn predose Ioe poturoy a Sumas fabuloses qu aque hombres no plan matrnete ‘tsar Loe pon gon babi eto ges tn ml por eno condnanfo a una mere ears a os no posta tras ota it oa “Trg exe cundo ue nos pata Urguinaoe La azoba de care coy previo cosente em ede eat rset co lay ego valer #8 en asgnadn, Fl due lama papain ala tmrel en plata cala prion tres Hbran'y @ pen fort te mone de papel Su mismo deste cor Ia Srace {amet pa os ores, doy tn papel sn gern, acon tolqule scifi, Las tae Bitante dl inte gue seria lo cata de carey, sutton = gmtady in sete ee un SEAS SSSA is as te mater, we FOR eee ee te erat ree be BS Gthdods GnvRions 20 sted les Brae ise ‘Gh, "Ia ‘Tantriy we Wividia en dou, quedando uno de loo otlctes de Pec ate eee iseRie tin Seana lll mado de i Bie rare rintaar ss dealt SOLS, tans, ee es Nee ea 8 mules y caballo, abandonaron el trio, y satisfechos de que a2 sus remotas poblaciones no aleanzaban los tiros del despo- tismo, se mantenfan en sus casas, vendiendo a plata u oro al- guna parte del producto de sus haciendas, mientras que al con- forno de Caracas no le quedaba sino el recurso lamentable de reibie vales insignificantes, abandonar sus cosechas o exponerse ‘2 suftic la pena preseripta a los usurpadores”. Esto se agra- aba ain més, segin el decir de Urquinaona, por fas leyes ‘emagégieas que trataban de ganarse a los pardos “efevandoles Ta clase de ciudadanos, euando poco antes ni los reconoctan fos trataban como a hombres, singularmente en los penosos trabajos de las haciendas, A la inhumanidad de eonduciras al ‘matadero para sostener sus delirios se afreg6 la imprevisin de ‘exponerios a convertrse en fieras por la liberted excesiva a que fos hicieron pacer de repente halagindolos con la preconizada jgualdad, sin prever que constituyendo una propiedad autorizada por leyesy costumbres, e interesante 2 Ja agricultura te- Fritorial, pudo esta alteracén repentina provocar un choque pe Tigroso ton Jos poscedores, y males mucho ms funestos que Ia eslavieud” ‘Sia este enorme malestar agregames Ja actitud hostil del clero por la proyectada ley de someterlos a tribunales ordinarios. Sein la nueva Consttucién de Ustariz caleada de la norte- americana, comprenderemos que aquella Repiblica no tenla rhingén sostén, El comercio y toda 1a nacién descontenta por fa politica financiera de hambre y ruins. La nobleza, que era el ‘Congreso, estaba descontenta también por el carir peligroso {que estaba tomando Ia Independencia bajo ta influencia de tos txiremistas, El bajo pueblo descontento también porque el Con- ifreso la Sociedad Patristica les hablan dejado ver Ia igualdad de papel y ahora querian la igualdad préctica, Y, por éltimo, fl clero que tema perder con fa Replica todas las prerroga- tiva feadales que la Corona de Espa les habia tolerado. TEI pals, pues, slo esperaba Ia ocasiin para volver a fos vie~ jos tempos de trangulidad y orden. Los grandes terratenientes ‘autores indirectos de In Independencia anhelaban ta vuelta a ta Seguridad. El clero a la estabilidad de su prerrogativas. El bajo pucblo a elimina fas gobernantes mantuanos, pues, se- ‘in la genial observacién de Juan Vicente Gonzilez “el mando politico de los que eran #8 sefores naturales no era para ef pueblo a libertad, sino una argolla més afadida ala cadena” * a

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