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¢Como interpretar éticamente la realidad? ante sobre la aproximacién ética a la realidad consiste, basicamente, en la pregunta por = ‘mar un juicio ético sobre el comportamiento humano. Es la pregunta por la metodologia en ‘ana. Este interrogante es decisivo no s6lo en el campo de la Teolog'a Moral reflexionada sarticular relevancia en el horizonte de la Pastoral Moral vivida, ya que muchas veces las ones éticas se expresan mayormente en las situaciones concretas. abras de Santo Tomés de Aquino: “En las cosas précticas se encuentra mucha incertidumbre, actuar sobre situaciones singulares y contingentes, por su misma variabilidad, resultan (in rebus autem agendis multa incertitudo invenitur: quia actiones sunt circa singularia tia, quae propter sui variabilitatem incerta sunt\.' onsiguiente, propongo en la presente reflexion una breve introduccién sobre et significado ~oortancia del métedo en la Teolagia Moral, para posteriormente presentar en sintesis la surgida entre das enfoques el deontolégico y el teleolbgico}, y terminar con la sugerencia det nimiento como posible mediacién entre el horizonte axiol6gico y la realidad humana. La importancia del método en Ia Etica Cristiana =imolégicamente, método deriva de las palabras meta (hacia y odés (camino), y, por consiguiente, relacion al camino a recorrer para conseguir un resultado determinado. En otras palabras, la ‘odologia es una estructura operativa que permite sistematizar, desarrollar y comunicar un 27 acimiento determinado. Asi, en el caso de la ética cristiana, la pregunta por la metodologia es el interrogante sabre el como 22ar a un juicio moral razonable acorde a los criterias del Evangelio, transmitidos en la Tradicién y irmados por el Magisterio de la Iglesia. El desafio consiste en buscar y encontrar una estructura 2-2 podria emplearse para distintos contenidos en diferentes contextos. Pero, ademas, la preocupacién por el método tiene una relacin directa con: (a) La comprensién de la finalidad de la ética cristiana. Asi, una mentalidad legalista tiende a reducir unilateralmente el seguimiento de Cristo al cumplimiento de leyes, de tal manera que el seguimiento se entiende exclusivamente en términos de cumplimiento estricto de leyes morales. En este caso, la elaboracién del discurso moral privilegia la formulacién de normas, precisas y claras, para asegurar el cumplimiento de la ética cristiana * Santo TOMAS DE AQUINO, Suma Teoldgica, I—l,q. 14, art. 1 {101 Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiento (b) La valoracién del sujeto ético por parte de aquel que elabora el discurso moral. Ei la medida que el sujeto es percibido como un infante ético, independiente de su edad y, por tanto, incapaz de ejercer responsable y plenamente su juici ético, predominaré el discurso prescriptiva en términos de normas y leyes, ya que se descontia de su recto uso de la libertad (condicién indispensable para configurar la eticidad de un acto). Por otra parte, es preciso recordar que el trato en una relacién condiciona fuertemente al sujeto. Es decir, si el sujeto es tratado como un nifio, lo mas probable es que a la larga reaccione como tal aunque sea un adulto (c)Uncorrecto andlisis del contexto cultural dentro del cual se encuentra el sujetoético. Un anélisis que llega a la conclusion que la crisis moral de la epoca actual se debe principalmente al desconacimiento o la confusién frente a la norma, subrayard en consecuencia un discurso normativo basado en leyes morales. Sin embargo, si la cultura cuestiona el sentido de la misma norma, tal discurso resulta culturalmente irrelevante ya que constituye una propuesta que no responde a la pregunta planteada. La distincién necesaria entre el método y ef contenido resiste, a la vez, cualquier intento de separacién ya que resultan complementarios, una vez que uno influye directamente en el otro. Asi, fa pregunta por lo fundamental y o fundante del contenido marca el camino, los aciertos y los limites, de un método; por otra parte, la opcién por un determinado método {el cémo) incdiré directamente en la comprensién del contenido (el qué) y su priorizacién. A titulo de ejemplo, un determinado ver Ia realidad (método) pririzaré un contenido sobre otro en el momento del actuar. Pero, también, un esquema del juicio (contenido) dirige el ver en una direccidn determinada. Por tiltimo, la pregunta por la formacidn del juicio ético tiene una doble dimensién, ya que no se limita al proceso cognitiva el como se llega a emitr un juicio ético}, sino también implica una estructura evolutiva de este mismo proceso (el crecimiento en la mativacién, como estructura de racionalidad, en la formulacién de un juicio). AGn més, generalmente la reflexion ética no se ha hecho cargo de la complementariedad entre la afectividad y Ia racionalidad en el jucio ético. 2. La polémica entre dos visiones: deontologia yteleologia En la Teologia Moral actual predominan dos corrientes que ofrecen paradigmas distintos con respecto al método: la deontolagia y la teleolagia. En el fondo, ambos enfoques tienen ala /ey como referente principal y se distinguen por el lugar que se le otorga en el juicio ético concreto. Por ello, ‘se hace necesaria una breve presentacién del significado de la ley en el discurso moral para poder comprender los aciertos y las insuficiencias de ambas versiones. 2.1. Comprensién ética de la ley Dirigiéndose a la comunidad crstiana de los Gélatas, san Pablo escrbe: " asi, antes de que llegara la fe, estabamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debia manifestarse. De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe. Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo, Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jest. En efecto, todos los bautizados en Cristo os habeis revestido de Cristo: ya no hay judio ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosatros sois uno en Cristo Jests. Y si suis de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos segin la Promesa”?. ? Ga13,23-29. i pensamilento paulino, se presenta en el horizonte hermenéutico de un pedagogo, ‘gado de llevar al nifio desde su hogar a la casa del maestro y de regreso, como Sore sus estudias y su comportamienta mientras ain era menor de edad?. ‘© quien examina de manera concluyente la funcién del Espiritu Santo como @ vida moral cristiana. Pablo rechaza con energia ol error judfa segin el cual la 02 a los hombres confriendo la Vida. Un c6digo escrito, por més que propusiese un ‘oria transformar un ser de carne en un ser espiritual’; se necesita la fuerza divina lina no se plantea la alternativa entre fey y anarqufa sino entre ley y Espiritu, ue fa libertad cristiana no tiene nada que ver ni con el libertinaje ni con la piritu Se presenta como: (a) el protagonista de la ép0ca renovada de la nueva cador de la conducta del crstiano® (c) el Espiritu de sabiduria quien ilumina los ojos ' cumplimiento de la voluntad de Dios, que El da @ conocer"; (d} un poder que nos 'e dentro a obrar Ia justicia y, por ditimo, (e} del Espiritu provienen tas actitudes cristiano, en particular la caridad que resume y da cumplimiento a toda la ley". 2 2 fa comunidad de los Corintios: “Evidentemente son una carta de Cristo, redactada escrita no con tinta, sino con el Espiritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino ‘ne del coraz6n, Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. No mismos seamos capaces de atribuimos cosa alguna, como propia nuestra, sino que 520 viene de Dios, el cual nos capacité para ser ministros de una nueva Alianza, no de la jritu. Pues la letra mata, mas el Espiritu da vida. (...) Porque el Sefior es el Espiritu, Espiritu del Sefor, alli esté la libertad”®. ii La ley nueva 2y es llamada la lex Spiritus vitae in Christo Jesu’*, destacando la unin profunda entre y Cristo en nuestra conducta moral. “Por una parte, Cristo nos da su Espiritu para +e en nosotros con todo su poder y vida" por otra, este Espiritu se encarga de hacernos 2rista, de conformarnos a El, en una palabra, de canvertimnos en un solo espirtu con ' J. ITZMYER y R, MURPHY, The New Jarome Biblical Commentary, London: Geof Chapman, 1960, . 787. 17:5, 20-21, Gal3, 19-22 3 Gal's, 16-24 Ley nueva", en AW, Nuevo Diccionario de Teologia Moral, [Mati Paulinas, 1982). 1031 3s, habéls sido lamados a la libertad: sblo que no toméis de esa libertad pretesto para la came, antes al ar amr los unos los otros" (Gal, 13}. Ver también Rom 8, 15; 1 Cor 21. = S50 £ 2-11) 1 Cor, 16,2 Tim 1,14 8:1 Cor2, 10-16, 4:15, 1819;2 Tim 1, 7, Gal, 16.18, a8, 22-23: 1 Cor 13, 1-13. #7. te, ninguna condenacidn pesa ya sobre los que estén en Cristo Jess, Poque la ley del Espiritu que dala vida en +2 liber dela ley del pecado yde la mera” (Rom 8, 1-2), 2 2.3,6812,20 >>> OOO ric [zy Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiento EV es el Espiritu del Hijo el que nos hace ser hijos de Dios” Se comprende, pues, por qué asigna Pablo la obra de nuestra santificacion tanto a Cristo como al Espiritu Santo y por qué, para calificar las diversas actitudes del cristiano, recurre con sugestiva equivalencia e indiferentemente a las formas en Cristoy en el Espiritu et Espiritu, que en tos corazones por El renavados es fuente y regla de la nueva moralidad, no hace otra cosa que propaner y perseguir en ellos la santidad tnica de Jests, indefectible norma de todo fel" La ley nueva es la presencia normativa y operante del Espiritu en la vida del creyente, “Si me aman, quardarén mis mandamientos; y yo pediré al Padre que les daré otra Pardclita, para que esté con Ustedes para siempre, el Espiritu de a verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y en ustedes esta”"*. San Juan Crisdstomo, en el predmbulo a su comentario al evangelio de san Mateo, explica maravillosamente e| significado de la ley nueva y su papel en la vida moral del creyente, “Nuestra vida deberfa ser tan pura que no tuviera necesidad de ningin escrito; la gracia del Espiritu Santo deberia sustituir a los libros, y asi como éstos estén escritos con tinta, asi también nuestros corazones deberian estar escritos con el Espiritu Santo, Sélo por haber perdido esta gracia tenemos que servinos de los escritos; pero Dios mismo nos ha mostrado claramente cudnto mejor seria el primer modo (..). A sus discipulos, en efecto, Dios no les dej6 nada por escrito, sino que les prometié la gracia del Espiritu Santo: ‘El - les dijo - os lo sugeriré todo’; asi ‘como dijo por boca de Jeremias: ‘Haré una nueva alianza, promulgaré mi ley en sus ‘almas, la escribiré en sus corazones y todos seran instruidos por Dios’ y también Pablo, queriendo afirmar esta misma verdad, decia que habia recibido la ley ‘no fen tablas de piedra, sino en tablas de carne, es deci, en su coraz6n’. Nuestra vida, pues, deberia ser pura, de forma que, no teniendo necesidad de los escritos, ruestros corazones se mantuvieran siempre abiertos a la guia del Espiritu Santo. (..) Pues es el Espiritu Santo el que bajé del cielo cuando fue promulgada la nueva ley, y las tablas que é! grabé en esta ocasién son muy superiores a las primeras; {os apdstoles no bajaron del monte llevando, como Moists,tablas de piedra en sus manos, sino que lo que llevaban era el Espiritu Santo en sus corazones, convertidos mediante su gracia en ley y libro vivientes"®. Santo Tomés de Aquino, en la Suma Teol6gica, sigue ta misma linea de pensamiento al referirse a la ley nueva. “Dice el Fildsofo que ‘cada cosa se denomina por aquello que en ella es principal’. Ahora bien lo principal en la ley del Nuevo Testamento y en lo que est toda su virtud es la gracia del Espiritu Santo, que se da por la fe en Cristo, Por consiguiente, la ley nueva principalmente es la misma gracia del Espiritu Santo, “8 Ver om 8 §:2.Cor3, 17-18; 1 Cor8 17 © Ver Rom 8, 14-17; Gal 44-6, '® A. VALSECCH, “Ley neva", en AAW, Nuevo Dicronario de Teologia Moral (Madrid: Pulinas, 1992), pp, 1031 - 1032, 1 Jo4.15-17 ‘San JUAN CRISOSTOMO, In Math, Hom. 1,1. 1,657, 13-15, 113) ies de Cristo. Y esto lo declara bien el Apéstol escribiendo a los de est4, pues, tu jactancia? Ha quedado excluida. {Por que ley? 38 obras? No, sino por la ley de la fe’, Y llama ‘ley de la fe’ a la xplicitamente dice en otro lugar: ‘Porque la ley del espiritu de vida 5 me libr6 de la ley del pecado y de la muerte’. De donde dice san mo la ley de las obras fue escrita en tablas de piedra, asf la ley de ta en los corazones de los fcles’. Y afiade en otro lugar de la misma son las leyes de Dios escritas por E| mismo en los corazones, sino encia del Espiritu Santo?’. Tiene, sin embargo, la ley nueva ciertos © dispositivos para recibir la gracia del Espiritu Santo y ordenados al = 2 7sma gracia, que son como secundarios en la ley nueva, de los cuales ario que fueran instruidos los feles de Cristo, tanto de palabra corno ¥ sobre lo que se ha de creer como sobre lo que se ha de obrar. Y asi = Secir que la ley nueva es principalmente ley infusa; secundariamente es ~! = como mediacion ética 2 traduccion histérica de un valor éticoy, por ende, mas particular que el principio. sien ético; el principio dirige las opciones las actitudes; la norma establece el Teologia Moral e! término ley dice relacién a la mediacion abjetiva de la moralidad ortamiento. sobre la norma responde a una necesidad humana en cuanto toda persona tiene =/al,tiende a la perfectibilidad (es limitado y frag, y, en términos religiosos, situada iaturalidad y eclesialidad. rar los extremos de una moral sin normas como también de una idolatria de fa tes no somos guardianes de! sepulcro sino testigos de la Resurreccién.” Por tanto, sustitur le presencia de un Dios vivo; pero esto no significa desconocer el papel .arma en la vida ética de un legalismo casuista es la de valorar y enjuiciar automSticamente la actitud carticular mediante el juicio moral formulado impersonal y generalmente sobre un Pero esto no significa desconocer la importancia indispensable de la referencia a los. nes concretas para elaborar una reflexién moral capaz de formularcriterios éticos valoracién del comportamiento humano. “no de un situacionismo moral subraya la motivacion pero carece de indicaciones ético <1 peligro de caer en una moral de puras intenciones, subjetiva e intimista (una divinidad mediaciones al individuo). Si el legalismo casuista llevado al extremo conduce a una 25 sin dar la debida importancia a las actitudes, el situacionismo moral se queda en las =: 27 una debida correspondencia en los actos. 5.DE AQUINO, Suma Teoligica, Hq 108, a1. -vangéico del sepulera vac (Me 16, 1-8: Mt 28, 1-8; Lc 24,18; Jn 20,1 10). “gPor qué busctis entre os 2 2st vivo? No est aqui ha esucitado” (L024, 5-6). “Nos asustts. Busctis a Jesis de Naraet el Cruiicado, no est aqut" (Mc 16, 6 ia) Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiento. “No est’ en cuestion la necesidad de las normas morales, también para la vida cristiana, pues es evidente que no se puede ser verdaderamente cristiano si no se obra el bien. En este sentido las ‘normas morales son necesarias para discemir lo que esta bien y lo que esté mal también en un contexto cristiano, Sin esta obra de discernimiento, facilmente se desliza uno hacia el subjetivismo moral”. En la Suma Teoldgica, santo Tomas de Aquino presenta la ley de dos maneras: (a) como regla yy medida que induce a la persona a la accién o a la abstenci6n: y (b) como una ordenacién de la raz0n promulgada para el bien comin por el que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad. Lamentablemente, se queda a veces con un solo aspecto de la segunda definicién, recalcando la idea de promulgacion (funcién jurdica] mas que el de la raz6n y del bien (funcién pedagégical, con el agravante de reducir la imagen divina a la de un legislador impersonal demas, el Aquinate distingue entre la universalidad de los principio (dice relacién a la persona humana) y la contextualizacion de Ia ley (dice relacién a la persona en una situacion concreta) porque ta naturaleza humana es inmutable pero tiene una expresién cambiante en la historia. “Lo que es justo ‘bueno se puede considerar bajo un doble aspecto. Bajo el aspecto formal no se dan cambios, porque los principios del derecho presentes en la rez6n natural no cambian, Bajo el aspecto material, las rmismas cosas no son siempre justas y buenas del mismo mado, en todas partes y entre todos. Hay que Geterminarlas por la ley. Y esto se debe a la indole mudable de la naturaleza humana y a las diversas Condiciones de los hombres y de las cosas, segin la variedad de los tiempos y lugares [.)"*. Por tanto, desde la perspectiva moral se entiende por norma”: (a) la formulacién /égica y obligante 22°2 una ver llegada la fe ya no estamos bajo el pedagago”. quiente, e! papel pedag6gico de la norma moral exige que su formulacién sea mas positiva mas motivadora que categérica, més explicativa que tautol6gica, mas orientadora que iendo a la vez que en su aplicacién habria que asumir la tensiGn entre lo universal y lo 2 objetivo y lo subjetivo, lo imprescindible y lo contingente.* 2£ Deontologia y Teleologia licacién concreta de la norma moral existen dos perspectivas: (a) la deontoldgica que a validez de la norma independientemente de cualquier circunstancia que se pueda v (a) a teleoldgica que atiende a las consecuencias previsibles de una accion en el momento, la norma ‘mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. (..) En efecto, querer el 0 ami alcance, mas no aealzalo, puesto ue no hago eben que quero, so que br el mal que no quero (Rom 2 sino el conosimiento de pecado" (Rom 3, 20, sido instituida pare el ust, sina para los pvaricadoresy rebeldes paral impos ypecadores, para las ieligisos, ores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos, adulteros, sodomtas, vafcantes de seres humanos, aruresy para todo lo que se opone a la sana doctrna que esté confarme con el Evangalio de la gloria de Dios rado( J" (1 Tim 1,9 11). Ademds, “Todos lita’, mas no todo es conveniente, "Todo as lit’, mas no todo exif, rocute su prop interés, sino el de los dems" 1 Cor 10, 3-24) £2 ADPTARTE, Fundamentacidn dela ética cristiana, (Madrid: Paulinas, 1991), 9.328 5,18. M. VIDAL observa - en Diccionario de éticateol6gica (Estella: Verbo Divino, 1981), p. 418 - que “no se ha de ‘2 dol ala norma maral. Su funcién es de mediacién: nose la puede convert en un absoluto” Bet % IAL, Moral de Acttudes, (Madrid: PS. 19819 pp. 470 -473, [16) Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiento El debate actual entre las dos posturas™ se sitda en el contexto de la aceptacién de la necesidad de la norma; la diferencia reside en la manera de aplicarla a la situacién concreta, Por tanto, son diferencias de acento (no por ello menos importante) ya que entendidos de manera potarizada son éticamente insastenibles. La perspectiva deontoldgica, junto con mantener el intrinsece illicitum, deja lugar para las excepciones 0 recurre a prinipios interpretativos que asumen la importancia de las circunstancias concretas (como, por ejemplo, el principio de doble efecto y la epiqueya) para resolver problemas éticos Confctivos. Asi, tradicionalmente la prohiicidn moral del “no mater” recibe las excepciones de la legitima defensa, la guerra justa, la muerte de! tirano y la pena de muerte. La misma enciclica Veritatis Splendor, que defiende la postura deontolagica, admite que “la ética cristiana, que privilegia la atencién al objeto moral, no rechaza considerar la teleo/ogia interior del ‘obrar, en cuanto orientado a promover el verdadero bien de la persona, sino que reconoce que éste blo se pretende realmente cuando se respetan los elementos esenciales de la naturaleza humana’ ‘Ademds, junto con establecer que existen actos que son intrinsecamente malos “siempre y por si mismos, es decir, por su objeto, independientemente de las ulteriores intenciones de quien actia y e las circunstancias", afiade que “sin negar en absolut el influjo que sobre la moralidad tienen las circunstancias y, sobre todo, las intenciones”*. Asi también la posture teleoldgica cae en puro consecuencialism si desconoce el discurso objetivo de la norma, porque reduce fa ética a una apreciacién subjetiva a partir de las solas circunstancias negando la posibilidad de elaborar un discurso coherente capaz de orienta al sujeto en las distintas situaciones.® Por lo tanto, en la discusion entre los dos extremos del teleologismo (también denominado consecuencialismo, proporcionalismo, neo-utilitarismo) y deontologismo es preciso evitar la polarizacién tipica que extrema una postura para distanciarse de (a otra; a la vez, conviene comprender las intuiciones vlidas presentes en cada postura sin recurrir a una deformacién de Ia opinién contraria. At, sin negar diversidad de matices en una y otra tendencia, es “necesario mantener una postura ‘que asuma dialécticamente las afirmaciones validas de las dos polaridades’, junto con “resaltar el polo teleoldgico de la normatividad moral, ya que este aspecto habia sido descuidado en los iitimos siglos de la reflexion teolégico-moral"®, ° Puede verse una breve expicacin del debate en € LOPEZ AZPTARTE, Fundamentacion dela ca cistiana (Mari: Paulas, 1981), pp. 191-213: 6. HARING, Fee and Faithful in Christ, (New York Seabury Press, 1978 pp. 338-367; S, PRVITERA, “tca normative", en AAW, Nuevo Diccionario de Teolgia Moral (Madris: Pauinas, 1982), pp. 76 - 713; G, TRENTIN, "Norma mora", en AAW, Nuevo Dicinano de Teologia Mora, (Madr Palinas, 199) pp. 1257 ~ 1239; LOPEZ AZPITARTE, Hacia una nueva vision del ica critiana, Santander Sal Terae, 2003) pp. 188~ 177M. VIDAL, Moral Fundamental, Madi: S, 1990%, pp. 468 — 458; A FERNANDEZ, Moral Fundamental Burgos: ldecoa, 1995, pp. 547 953; MeCORMICK, Notes on ‘Maval theology: 1965 trough 1960, (Washington: University Press of America, 1981), pp. 756 ~ 768, © Vertatis Splenor, N° 7B. Ver Vertats Splendor, N20 © Ver Veritas Splendor N*74-75. ‘© MM VIDAL, Dicionario de etic teolgica, Estella: Verb Divina, 1991), p 484 (7) ras, una comprensién telealdgica de las normas deontoldgicas capaz de discernir la cia de la circunstancia conereta sin negar la universalidad de la norma; 0, en términos 25 capaz de evaluar si las condiciones de la situacion conereta cambian el objeto de! acto -nplo, en la situacién de una guerra usta cuando se suspende el “no matar” por raz6n del ="2 2 2 propia defensa que tienen los pueblos) 2 Js enfoque distinto: el discernimiento asturas centran su reflexién principalmente en la acciéin moral (deontologia) o en sus 2a [teleologia), mas que en el sujeto moral Al fijarse unilateralmente en la accién, se corre subrayar excesivamente la norma que, justamente, tipifica la accién. En este caso también celigro de no dejar en claro la funcin pedagégica necesaria, pero jamds salvfica rario, el discerimiento centra la reflexién moral en el sujeto, rescatando, a la ver la funcion 2a de la ley, sin reemplazar la centralidad de la conciencia. “La verdadera dignidad del hombre que 6! actite segin su conciencia y libre eleccién, es decir, movido y guiado por una conviccién 2 interna, y no por un ciego impulso interior u obligado por mera coaccién exterior. Mas el 70 logra esta dignidad sino cuando, liberada totalmente de la esclavitud de las pasiones, tiende a = lendo libremente el bien, y se procura, con eficazy diligente actuacién, los medios convenientes. cién hacia Dios, que en el hombre, herido por el pecado, no puede tener plena realidad y eficacia “= :27 el auxilio de la gracia de Dios. Cada uno, pues, deberd de dar cuenta de su propia vida ante el “ro."2l de Dis, segin sus buenas o sus malas acciones"®. consiguiente, otra posibilidad de interpretar éticamente la realidad es el recurso al proceso de imiento, donde el referente principal es la espiritualidad. “No se acomoden al mundo presente, len transférmense mediante la renovaciGn de su mente, de forma que puedan discemnir cual es la = -~tad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto”®. = pensamienta paulina y a espiritualidad ignaciana, que recoge una larga tradicién de la cual se nutre - ignacio de Loyola, iluminan el significado y, por ende, la relevancia del discernimiento en la vida ética creyente, 3.1. El pensamiento paulina San Pablo nos recuerda que “hemos sido llamados a la libertad”, porque "para ser libres nos liberté csto, Ahora bien, {esta convocatoria a la libertad constituye un lenguaje figurativo o una pieza ia? {Qué entiende san Pablo por la libertad cristiana? © Ver J. KEENAN s j, “Proposing cardinal vinues”, en Theological Studies, $6 (1995) pp. 709-715, Enel artculo se recuerda {ue el concepto del intrinsecamente malo era ajeno a Santo Tomas de Aquino, ye que fue desarrollado un siglo despues de ‘su muerte por Durandus de Saiet Pourcain, quien fue un adversario del pensamienta tomista (cf. pp. 719 - 720). anclio Vaticano Ii, Gaudium et Spes, N° 17, om 12,2 Gal, 13, GaI5,1 {18} Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiento Enel pensamiento paulino no se contraponen ley y anarguia (orden versus desorden) sino la esclavitud ela ley y la libertad que nace del Espiritu, San Pablo recuerda: "Ia ley no justifica a nadie ante Dios es Cosa evidente, pues el justo vivid por la fe"®. Es decir, San Pablo deja en claro que la funcidn de la ley 8s pedagdgica, no salvitica, Este Evangelio de la libertad se opane a la ley en cuanto normativa ética impuesta desde fuera a la Persona. Aquel que vive slo en funcién de la ley ain no conoce el ambito de la fe como encuentro Y experiencia: “en efecto, todos los que son guiados por el Espiritu de Dios son hijos de Dios. Pues no Fecibieron un espirtu de esclavos para recaer en el temor, antes bien, recibieron un espiritu de hijos ‘adoptivos que nos hace exclamar: Abba, Padre! El Espiritu mismo se une @ nuestro espirtu para dar testimanio de que somos hijos de Dios’ Estono significa un carina de livertinaje® ni tampoco una expresin de responsabilidad, San Pablo ‘no desconoce la condicién humana; sin embargo, abre un harizonte nuevo, la salvacién ofrecida por Dios no “es fruto y consecuencia de los méritos personales, obtenidos con nuestra obediencia y sumision; ni que sdlo cuando el ‘hombre supera sus culpas e infidelidades con el ‘cumplimiento escrupuloso de {a ley podra sentirse salvado y obtener la amistad divina”. En este caso, {a salvacion ser el resultado del esfuerzo individual, y la salvacion no sera don y gracia. “Aqui radicaba @ Punto decisive de toda su predicacion. Para san Pablo, al contrario que para toda la mentalidad juda, 'a ley queda despojada por completo de su carécter salvador. Por la fe aceptamos que la justificacion es bra exclusiva de ta gratuita benevolencia de Dios. Cualquier oto intento de alcanzarla por otro camina desemboca irremisiblemente en una autosufciencia que nos hace por completo impermeables 2 su gracia™™. La experiencia religiosa, en Jests el Cristo, supera ta moral del “do ut des” (la ley del intercambio: yo doy para que tu des}, cuya crisis est expresada en el Libra de Job, para inaugurar una nueva conciencia ‘moral nacida de la experiencia de Dios como Misericordia, como Amor primero al que se respande con amor. Ya decia san Agustin: “ama y haz lo que quieras”, porque “toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: amards a tu projimo como a ti misma". Esta es la originalidad cristiana: si se vive segin el Espiritu no somos esclavos de la ley porque Su presencia constituye la fuerza interior que nos conduce por el camino del amor y el servicio. 9 G43, 10-11, % Ver Rom 3,27 y31;5,20;13,8, 5 Rom 8, 14-16 & Ver 4 Cor6, 12-17, Vor 1 Cor8,7- 13 *E LOPEZ AZPTARTE, “Discerimiento more, en AVY, Nuevo Diccionario de Teologla Moa, (Madi: Pauinas, 1982p. 8. 5 San AGUSTIN, Ioannis, 7.8 Gas. 14 » Ver Gal, 16-18. {191 :0 de esta comprension paulina de la libertad cristiana, el papel del discernimiento resulta ‘a seguridad no esté depositada en la ley sino en la apertura a Dios y la bisqueda de Ala ley se le reconace su papel pedagégico, que no deje de ser importante, pero jamés scernimiento en el pensamiento paulino es la busqueda constante de aquello que agrada a nr cudl es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto", “examinen qué es lo que Sefior"®: hacerse “grato a Dios"™ ernimiento (el dokimésein) es la expresion “con la que san Pablo ha formulado lo que tiene que creto la conducta del hombre de fe. Se trata, por lo tanto, del concepto clave para entender lo 0 lo que deberia ser - la vida cristiana”®, 5 san Pablo, dirigiéndose a la comunidad cristiana de Filipos, pide en su oracion para que “su amor iendo cada vez més en conocimiento perfecto y tado discernimiento, con que pueden aquilatar para ser puros y sin tacha para el Dia de Cristo, llenos de los frutos de justicia que vienen por ‘St0, para gloria y alabanza de Dios". 2hhora de explicar la diferencia entre el nif y el adulto en la vida espiritual se recurre ala sensibilidad +2 que brota del conocimiento de Dios. “Pues debiendo ser ya maestros en razén del tiempo, vuelven a ecesidad de ser instruidos en los primeros rudimentos de los oréculos divinas, y se han hecho tales nen necesidad de leche en lugar de manjar s6lido. Pues todo el que se nutre de leche desconoce la nna de la justicia, porque es nifio. En cambio, el manjar sOlido es de adultos; de aquellos que, por la cscumbre, tienen las facultades ejercitadas en el discernimiento del bien y del mal"*. 32. La espiritualidad ignaciana San Ignacio de Loyola (1491 - 1856), considerado “el dltimo maestro de la discrecién de espiritus y = 74s decisivo para la época siguiente”, pens6 el discernimiento en relacién a la préctica de la vida na” Sus Ejercicios Espirituales siguen siendo una experiencia determinante en la vida de muchas sonas. ‘Antes de que legara la fe, estabamos encrrados bao a viglancia dela ey, en espera de a fe que debia maniestase. De manera qu la le ha sido nuestro pedanogo hasta Cristo, para ser justiicados por la fe. Mas, una vez iegaa laf, ya no estamos bajo el pedagogo. Pues todos ois js de Dios por a fe en Cristo esis” (al 5, 23-26). * Rom 12,2. © 5,10 om 14,18 = JIM. CASTILLO, El discerimienta crstiang, (Slamance: Sigueme, 1984p. 45, ® Fipt.9-11 Heb 5, 12-14. La “octrina del justcia” hace referencia ala comprensién de las elementos més profundos del fe cristina, ‘Ver F. BROWN, J FITZMYER yA. MURPHY (Eds, Comentario iblicn "San JerGnimo", (Vl, (Madd: Cristiandad, 1972), p. 342. ® Hay que mencionar a Juan Casiano (950-495), ereformador del monaquismo accidental, quien feel primera en cotinaren una ampli sin de conn a doctna ascetic y mstica de las antguos monjes de Eipto. En Calationes (426 - 429) rata de ‘manera extens el tema del screcion de espitus. 5 E KLINGER, “Discecin de esprus”, en AAV, Sacramentur Mundi, (Barcelona: Herder, 1962, col 365. ‘Pa ura breve vision sore la traicién del eiscerriminto hasta Ignacio de Loyola, puede verse JL. LIBANIO,Discemimiento spiritual, (Buenos Ares: Paulas, 1987), pp. 13-79. eo Ethos Cotidiano: Un proceso de Discernimiente La fuente de! discernimiento en Ignacio es su propia experiencia ® En el ibro de la Autobiagrata!,e| lector atento lega a ser testigo del caminarespiital de Ignacio, porque no es tanto un relat de hechos objetivas cuanto la narracion de la accion de Dios en él e hecho, no es casual que su autobiografia tenga el titulo de Et peregrina porque en su vida viajé ‘mucho; pero, mas importante ain, su vida interior es el recorido de la bisqueda constante de la voluntac 4e Dios (un peregrinarinteriormente! y su vida apostolica constituye la respuesta concreta a esta busqueda en términos de la misin (el ser enviado que da sentido al peregrinar apostico), A lo largo de su Autobiograta, el don del discemimiento se va consolidando en Ignacio. El lector, {estigo de su conversion, descubre que la fuente principal del discernimiento en la vida de Ignacio de 8 Loyola es su capacidad de reflexionar- en y desde la fe - sobre su propia experiencia, El mismo cuenta las lecciones que va aprendiendo porque "le trataba Dios de la misma manera que trata un maestro de escuela a un nifio, ensefsndole”®, El esquema ignaciano del discemimiento se encuentra principalmente en el libro de tos Ejercicios Espirituales”. La finalidad de los Elercicios Espirituales” es “para vencer a si mismo y ordenar su vida sin a determinarse por affeccién alguna que desordenada sea"”, Esta experiencia” consiste en la bsqueda activa de la voluntad de Dios sobre la vida de la persona. jQué es lo que Dios quiere de mi? Este interrogante dice relacién a una decision particular (escoger un estado de vida} 0 a la direccién de la Propia vida, * La condicién basica e indispensable para entrar en el proceso de discemimiento es la indiferencia, es deci, una disposicién activa de generosidad y una libertad que no plantea Conlciones’* para comprender cudl es la voluntad de Dios sobre la vida de uno y levarla a Cabo.” La gracia de la indiferencia es el don de fa libertad interior, de apertura al futuro, de ‘aceptaciGn de la novedad. La fe en Dios implica ta posibilidad de futuro y nadie puede discerir de verdad si no deja espacio para fo nuevo en su vida, Pate Gonzales a Camera S.J, vor del Autbiogall det santo, eb: “120 de ace [de 158, aver narades sta cosas. yo a preginé al peregrina gna) stele Ejciis yobs Consitcines, queen sabe camo los habia ‘compuesto. Elme contest que lo Frcs no los habia esto ado de na ve, sina que, aguas ensas qu obsevaba en Su la ys enconaba ties, a pateia qu tambien oti se ines 8 oo, yas pond pox est” [Avabagrati, =, La Autobiogratia puede encontrarse en | IPARRAGLIRRE y C. de DALMASES, San Ignacio de Loyola: obras completas, (Madrid: BAC, 1977, pe. 67-185 Autobioaetia, N27. 7" Ver IPARRAGUIRRE y C. de DALMASES, San Ignacio de Loyola: obras complotas, Madi BAC, 197%, pp. 169 - 290. ™ \gnacia expla que “por este nombre, execicis spirtuaes, se entlende odo modo de examinar la concionia da metitar de contemplar, de oa vocal y ment y de ores spiritules operaciones, sgin que alate ec. Porque a camo el pase, amine y carer son exeins compres, pra mesma manera toto mado de preparer yisponr el ra, para cut tas las ffcriones desordenadas, despues de quads pra buscar ala a voltd iin en a isposicn de uv para la slud el ina, sa lamanexeronssprtuales (Reis Esitales, NE, nctcin 1). 7 Ejercicios Espirtuales, N° 21, Los Eercis Estas tomienzan por la constercin sobre e rnp yFundareto qe inaugural primera semana ‘otro paca el namie ya sect de Des ss tres samara stn dedicat aa vido dea, so Pasco ‘Resurreccion. Las semanas son tiempos de oracidn en toma a una temdtica. Ver G. -JONQUIERES, “Los Ejercicios Espirituales”, en Cuadernos de Esprtuaiad, N80, spud: equ se ata, Santiogo: EL, 183 gp 20-28 “Entrar en eos con grande dno y iveraided con su Crador y Sei, ofreciéndole todo su querer y libertad, para que su diving stat 2 osu parse conn de toda que ie, iva crf a usncsina vou rian Expngles N°} or lo qual es meneste aces inferentes a tad as cosas ides, en tt lo que es concedida la iteriad de peso a * El discernimiento consttuye un proceso de confrontacion con fa vida, fa muerte y 12 sreccién de la Persona de Jesis el Cristo dentro de un contexto de pertenencia a Su Iglesia. ‘mica del conocer, amar y seguir a Jesvcristo” para participar en ta implementacion > storica del reinado”* es clave en este proceso. * La elecciéin esté en el centro de los Ejercicios. La palabra denota la experiencia biblica 22 la eleccion divina en cuanto la persona hace la decisin en el contexto de sentirse elegido Dios para algo concreto. La eleccién puede hacerse segin tres modalidades, 0 tiempos en enguaje de Ignacio. La palabra tiempo también tiene resonancias biblicas en cuanto kairds (el tempo de Dios, un momento privlegiado de la gracia)® * El proceso de discernimiento no termina con la decisién contenida en la elecciGn sino que ‘se requiere una etapa de la confirmacicn en la oraci6n de la decision tomada® * Por dltimo, corresponde la ejecucién de ta elecci6n realizada. eda del magis el mayor servicio para gloria de Dios) hace del discermimiento una experiencia ‘ausa ignaciana 0 el examen de conciencia™) para conformar el pensamiento, la palabra y (a voluntad de Dios. 4.2 El discernimiento como categoria ética Cullmann sostiene que “la accién del Espiritu Santo semanifiestaen primerlugaren el dokimazein, 22. en la capacidad de tomar, en toda situacién dada, la decisi6n moral conforme al Evangelio”, por "este dokimédzein es la clave de toda moral novo testamentaria"®. El exegeta catélico C. Spicq® --=co'a la afirmacién sobre el lugar clave del discernimiento en la moral neotestamentaria. en tal manera que no queramas de nuestra pate més salud que enfermedad, riqueza QUE 2, honor que deshonor, vida larga que cra, y por consiguiente en todo lo dems; solamente deseando yeligiendo lo que nos conduce para el fin que somes criados”(Ejerccios Espiituaes, N° 23), Ignacio establace que en toda buena elezcion ‘sa intoncion debe ser simple, solamente mirando pare lo que soy riado es a saber, para alabarza de Dios questo Senior y cin demi dnima;y asi cualquier cosa que yo eligee, debe sera que me ayude para el fin para que soy crado, no dena syendo el final media, mas of medio al fin" N° 1631, -oscimiento interno del Ser, ue por mi se ha hecho hombre, para que més le ame yl siga” (Ejercicios Espiiuales, NF Ejetcicios Espituales, N* 9 - 100. Fjericis Espirtuaies, N= 169-189. El primer tempo es cuando Dios mueve y atrae la volntad urna de tal manere que “= cabe dda sobre a catino a eg como enol caso de san Pablo y san Mateo. E segundo tiempo es cuando se tiene clara " sonotimiento del caring a elegit medkante la experiencia dela consoacin ya desolacén y por la experiencia deta discreion arias esprtus. El tercer tiempo es tranquil (cuando el alma no esta aqtada por varios espntus y usa de sus potencias “atuales libre ytranquitamente, considerando primero ara qué naci el hombee (para alabar @ Dios y salvarse, y deseando jr una vida 0 un estado dentro de los lites de la glsia para que sea ayudado en servicio de su Sevorysalvacién de su ‘Heche ta tal elecidn 0 dliberacion, debe ir la persona que ta ha hecho con mucha diligenca ata oracion delante de Dios “uesto Seto y ffrescerle atl elecion pare que su dvina majesta la quer rescibiy confrmar,siendo su mayer sevcio y iabanaa"(jecicis Espiituales,N* 183; vr también N° 188 Yer Ejerccis Espirtuales, N24 - 4 (0. CULLMAN, Cristo y el tiempo, (Barcelona: Estela, 1968, p. 202 \erC. SPICO, Théologie Morale du Noweau Testament, (Pars: J. Gabalda et C*Eiteurs, 196), .§7, nota 1. La obra original de (0. CULLMANN fue publicada con el tuo de Christ et e Temps, (Pris: Delachaux et Nieste, 1947),

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