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Acerca de la ensefianza de la ciencia Richard Feynman Traduccién: Germén Poveda J. Profesor Posgrado en Aprovechamiento de Recursos Hidrdulicos Universidad Nacional, Medellin. de Ja, Facultad de Ciencias idad Nacional de Colombia, Seccional Medellin. No. 3 (1993) : Acerca de la ensenanza de la ciencia Nota del Traductor: E] siguiente texto de Richard P. Feynman, premio Nobel de Fisica 1962, ha sido. extractado del libro “Surely you are jocking, Mr. Feynman” (Pellican, New York, 1988, 250 p.) y hace parte de un relato titulado “O Americano, outra vez” (El Americano, otra vez). El titulo esté escrito en por- tugués ya que el Profesor Feynman relata, de una manera muy amena y muy humana, sus experiencias académicas y personales en Brasil, pais que visité en el verano de 1949 y durante 1951. Lo traemos a cuento en estos momentos en que se discuten los alcances de la reforma curricular en la Universidad Nacional de Colombia. Algunos rasgos pa- tolégicos de la educacién en el Brasil de esa época todavia, subsisten en.la educacién de la Colombia de hoy. El texto, que llama a la reflexién, dice: Con relacién a la educacién en Brasil, tuve una experiencia muy inte- resante. Estuve ensefiando a un grupo de estudiantes que més tarde se convertirian en profesores, ya que en ese tiempo no habia muchas oportunidades en Brasil para una persona altamente calificada en cien- cias. Estos estudiantes ya habjan tenido muchos cursos y este seria su curso mds avanzado en electricidad y magnetismo: las ecuaciones de Maxwell y cosas por el estilo. La Universidad estaba localizada en varios edificios repartidos por toda la ciudad, y el curso que yo daba se realizaba en un edificio que miraba hacia la bahia. Descubri un fenémeno muy extrafio: podia hacer una pregunta que los estudiantes respondian inmediatamente. Pero a la siguiente oportuni- dad que hacia la pregunta (el mismo tema, y la misma pregunta, hasta donde puedo decirlo) no eran capaces de responder navla en absoluto! Por ejemplo, una vez estaba hablando acerca de la luz polarizada y les df unas tiras de polaroide. El polaroide sdlo deja pasar luz cuyo vector eléctrico esté en una cierta direccién, asi que expliqué cémo es posible decir en qué direccién esté polarizada la luz dependiendo de si el polaroide esté oscuro o mn 2 R, Feynman iluminado, Primero: tomamos dos tiras'de polaroide, y las rotamos hasta que dejaran pasar la maxima cantidad-de luz. Haciendo esto era posible decir que las dos tiras estaban admitiendo en ese momento luz pola- tizada en la misma direccién -la que pasaba a través de un pedazo de polaroide también podia pasar a través del otro. Entonces les pregunté cémo podria uno saber la direccién absoluta de polarizacién, para una sola tira de polaroide. . No tenfan ni idea, Yo sabia que esto requeria una cierta dosis de ingenio, de manera que Jes df una pista: “Miren afuera la luz reflejada desde la bahia.” Nadie dijo nada. Entonces dije, “; Alguna vez han ofdo hablar del Angulo de Brewster?” “Si, sefior! El Angulo de Brewster es el dngulo al cual se polariza completamente la luz reflejada desde un medio con un cierto indice de refraccién.” “Y en qué direccidn se polariza la luz cuando es reflejada?” “La luz es polarizada perpendicularmente al plano de reflexién, se- fior.” Atin hoy, tengo que detenerme a pensar en aquello; lo sabjan en forma fria! Atin més, sabjan que la tangente del angulo es igual al indice! Dije, “;Y bien?” Atin nada. Acababan de decirme que la luz reflejada por un medio con un cierto fridice, como la bahia alld afuera, se polarizaba, y ademas me habfan dicho de que manera era polarizada. Dije, “Miren la bahia afuera, a través del polaroide. Ahora volteen el polaroide.” “Oh, se polariza!” dijeron. Después de mucho escrutinio, finalmente deduje que los estudiantes habian memorizado todo, pero no sabfan el significado de nada. Cuan- do ellos oyeron “la luz que es reflejada por un medio con un indice”, no sabian que eso queria decir un material tal como el agua. No sabjan que la “direccién de la luz” es la direccién en la cual uno ve algo cuando lo esté mirando, y asi sucesivamente. Todo era com- pletamente memorizado, pero no habjan traducido nada a palabras con significado. De manera que si yo pregunto, “,Qué es el Angulo de Brewster? ” van a la memoria con las palabras claves adecuadas. Pero si digo, “Miren el agua”, nada sucede-no tienen nada bajo el titulo “Mirar el agua”! Mas adelante asisti a una clase en la Facultad de Ingenieria. La clase transcurrié de la siguiente manera: “Dos cuerpos . . . se consideran Acerea de la ensefianza dela ciencia. 73 equivalentes . . . si torques iguales. . . producen. . . igual ace- leracién. Dos cuerpos, se consideran equivalentes, si torques iguales, producen igual aceleracién.” Todos los estudiantes estaban sentados tomando el dictado, y cuando el profesor repitié la frase, la verificaron para asegurarse que la habian copiado bien. Luego copiaron la siguien- te frase, y otra y otra. Yo era el tinico que sabia que el profesor estaba hablando sobre objetos con el mismo momento de inercia, y era dificil imaginarselo. No yeia como iban a aprender algo, de esa forma. Resulta que él hablaba sobre momentos de inercia, pero no hubo ninguna discusién sobre lo dificil que es empujar una puerta abierta cuando se ponen objetos pesados en el extremo exterior, en comparacién a cuando se ponen cerca de los goznes-nada! Después de la clase, hablé con un estudiante: “Ustedes que toman todas esas notas -qué hacen con ellas?” “Oh, las estudiamos” dice. “Vamos a tener un examen.” “;De qué estilo seré el examen?” “Muy fécil. Puedo decirle ya una de las preguntas.” Mira en su cua- derno y dice. “‘Cudndo son equivalentes dos cuerpos? Y la respuesta es, ‘Dos cuerpos se consideran equivalentes si torques iguales producen igual aceleracién’ ”. Asi, pues, podian ganar los exémenes, y “apren- der” todas aquellas cosas y no saber absolutamente nada, excepto lo que habian memorizado. Después fui a un examen de admisién para estudiantes en la Facultad de Ingenierfa. Era un examen oral, y se me permitié escucharlo. Uno de los estudiantes era absolutamente brillante: respondia todo. Los evaluadores le preguntaban qué era diamagnetismo, y él contestaba perfectamente. Luego le preguntaban, “Cuando la hiz entra con un ingulo a través de una tira de un material de cierto espesor y un cierto indice N. jqué le sucede a la luz?” “La luz sale paralela a ella misma, sefior -desplazada.” “ZY qué tanto es desplazada?” “No lo sé, sefior, pero puedo deducirlo.” Y lo deducia bien. Era muy bueno. Pero a esas alturas, yo tenia mis sospechas. Después del examen me dirigi donde ese brillante joven, y le expliqué que yo era de los Estados Unidos, y que le queria. hacer algunas pregun- tas que no afectarian de ninguna manera el resultado de su examen. La primera pregunta que le hago es, “;Puede darme algiin ejemplo de sustancia diamagnética?” 4 R. Feynman “No.” Luego le pregunté, {Si este libro fuera hecho de vidrio, y yo estuviera mirando algo sobre la mesa a través de él, qué le sucederia a la imagen si yo volteara el vidrio?” “Se deflectarfa, sefior, el doble de! dngulo que usted ha volteado el libro.” Dije,“No se ha confundido usted con un espejo, cierto?” “No, sefior!” Habia acabado de decirme en el examen que la luz seria desplazada, paralela a ella misma, y por lo tanto la imagen se moveria hacia un lado, pero no se defiectaria en ningtin dngulo. Atin més, habia deducido en cudnto seria desplazada, pero no habfa caido en la cuenta que un pedazo de vidrio es un material con un indice, y que su célculo se aplicaba a mi pregunta, Ofreci un curso en la Facultad de Ingenierfa sobre métodos mate- maticos en fisica, en el que traté de mostrar la manera de resolver problemas por ensayo y error. Es algo que generalmente la gente no aprende, de manera que comencé con algunos ejemplos sencillos de aritmética para ilustrar el método. Me sorprendié que sdlo ocho de los ochenta o més estudiantes entregaran la primera tarea. De manera que di una clase dura sobre cémo tratar de hacerla realmente, no solamente sentarse y mirar como la hacia yo. Después de clase, una pequefia delegacién de estudiantes vino a de- cirme que yo no entendia qué tipo de formacién tenfan, que ellos eran capaces de estudiar sin hacer problemas, que ellos ya habian apren- dido aritmética, y que todo eso ya lo habfan superado. Continué con el curso, y sin importar qué tan complicado u obvia- mente avanzado se estaba poniendo el trabajo, siguieron sin entregar ni una sola maldita tarea. Por supuesto yo me di cuenta de lo que sucedia: No eran capaces de hacerlas! Otra de las cosas que nunca logré fue que hicieran preguntas. Fi- nalmente, un estudiante me lo explicé: “Si yo le hago una pregunta durante la clase, todo el mundo me va a decir, ‘{Para qué nos laces perder tiempo de clase? Estamos tratando de aprender algo. Y usted esté deteniendo al profesor haciéndole preguntas’.” Era como una cofradia de descrestadores, donde nadie sabia lo que estaba sucediendo, y aplastaban al otro como si ellos supieran. Todos aparentaban que sabjan, y si un estudiante admitia por un momento que algiin tema era confuso haciendo una pregunta, los otros tomaban una actitud de yo-si-sé, actuando como si no hubiese nada confuso, diciéndole que él les estaba haciendo perder su tiempo. eO eee op ee cata ee etn neu SP ec etch wot 8 Ht ° ie Acerca de la ensefianza dela ciencia =| 75 Yo les expliqué que tan vtil era trabajar en equipo, discutir las pregun- tas, hablar sobre el tema, pero tampoco lo hacian, porque se sentian desacreditados si le tuviesen que preguntar a alguien més. jEra pe- noso! Todo el trabajo que hacfan, personas inteligentes, pero se lle- naban la cabeza de bobadas, como una extrafia clase de educacin “auto-propagada” que es insignificante, completamente insignificante! Al final del afio académico, los estudiantes me pidieron dar una con- ferencia acerca de mis experiencias de ensefianza en Brasil. En la conferencia no sélo estarian estudiantes, sino también profesores y funcionarios del gobierno, asi que les hice prometer que yo podria de- cir todo lo que quisiera. Me dijeron, “Seguro. Por supuesto. Este es un pais libre.” Llegué cargando el libro de fisica elemental que usaban en el primer afio de carrera. Ellos pensaban que tal libro era especialmente bueno porque tenia varios tipos de letras: reteftido para las cosas més im- portantes por recordar, més claro para las cosas menos importantes, y asi por el estilo. Ahi mismo alguien dijo, “No ird usted a decir algo malo acerca de ese libro, jo si? El autor que lo escribié esté aqui, y todo el mundo piensa que es un buen texto.” “Ustedes me prometieron que yo podria decir lo que quisiera.” El salén de conferencias estaba leno. Comencé definiendo la ciencia como un entendimiento del comportamiento de la naturaleza, Luego pregunté, “{Cuél es una buena razén para ensefiar ciencia? Por st. puesto, ningtin pais puede considerarse civilizado a menos que . - . bla, bla, bla.” ‘Todos ellos estaban alli sentados asintiendo, porque yo sé que esa es la forma en que piensan. Luego digo, “Eso, por supuesto es absurdo, pues {por qué razén de- beriamos compararnos con otro pais? Tenemos que hacerlo por una buena razén, una razén sensata, no sdlo porque otros paises lo hacen.” Luego hablé acerca de la utilidad de la ciencia, y-su contribucién al me- joramiento de la condicién humana, y todo eso; realmente los regaié tun poquito. Luego digo “El principal propésito de mi conferencia es demostrar que no se ensefia nada de ciencia en Brasil!” Puedo verlos, pensando, “Qué? {Nada de ciencia? Esto es una completa locura! Pero si tenemos todo ese mundo de materias.” Asi que les dije que una de las primeras cosas que me impactaron cuando Iegué a Brasil fue el hecho de ver muchachos de escuela ele- mental en las librerias, comprando libros de fisica. Hay tal cantidad 76 R. Feynman de muchachos aprendiendo fisica en Brasil, que comienzan mucho mas temprano que los muchachos en Estados Unidos, que es sorprendente que uno no se encuentre muchos fisicos en Brasil. {A qué se debe? Tantos muchachos trabajando tan duro, y eso no se aprovecha para nada. Después les conté la analogfa de un profesor griego que ama el idioma iego, que sabe que en su propio pais no hay muchos nifios que estu- jan griego. Pero va a otro pais, en donde se maravilla de encontrar a todo el mundo estudiando griego- atin los nifios més pequefios en escuela elemental. Va al examen de un estudiante que va a obtener su grado en griego, y le pregunta, “jCudles fueron las ideas de Sécrates sobre la relacién entre la Verdad y la Beleza?” -y el estudiante no es capaz de responder. Luego le pregunta al estudiante, “,Qué le dijo Sécrates a Platén en el Tercer Simposio?” el estudiante se ilumina y arranca, “Rrrrrrr-ta-ta-ta” -le dice todo, palabra por palabra, lo que dijo Sdcrates, en un hermoso griego. jPero de lo que Sécrates estaba hablando en el Tercer Simposio era acerca de la relacién entre la Verdad y la Bellezal Lo que este profesor de griego descubre es que los estudiantes de ese otro pais aprenden griego primero pronunciando las letras, luego las palabras, y luego las frases y los pérrafos. Pueden recitar, palabra por palabra, lo que Sdcrates dijo, sin darse cuenta que esas palabras griegas realmente significan algo. Para el estudiante todas son sonidos artificiales. Jamds nadie las tradujo en palabras que los estudiantes pudieran entender. Dije, “Asi es como me parece, cuando los veo ensefiando “ciencia” a los muchachos aqui en Brasil. (Duro el golpe, jcierto?) Luego levanté el texto de fisica elemental que usaban. “No se men- ciona ni un solo resultado experimental por ninguna parte en este libro, excepto donde hay una pelota rodando por un plano inclinado, en la parte donde dide qué tan lejos puede legar la pelota después de un segundo, dos segundos, tres segundos, y asi sucesivamente. Los mumeros tienen “errores” en ellos -o sea, si usted los mira, piensa que est mirando resultados experimentales porque los ntimeros estan un poco por encima, o un poco por debajo de los valores tedricos. El libro habla muy bien atin acerca de tener que corregir los errores ex- perimentales. El problema es que, cuando usted calcula el valor de la constante de la aceleracién a partir de estos valores, obtiene la. res- puesta correcta, Pero una pelota rodando por un plano inclinado, si se hace realmente, tiene una inercia que la hace girar, y producira, si See ae ee eee mnoanne nae amet han oeome enero Acerca de la ensefianza dela citncia. = 77 usted hace el experimento realmente, cinco séptimos de la respuesta correcta, debido a la energia extra requerida para la rotacién de la pelota. Por lo tanto, este simple ejemplo de “resultados” experimen- tales se obtiene de un experimento falso. jNadie habia hecho rodar tal pelota, o nunca se habrian obtenido tales resultados! “He descubierto algo més”, continué. Pasando las paginas al azar, y poniendo mi dedo adentro y sefialando las frases sobre una pagina, puedo demostrarles de qué se trata: de cémo eso no es ciencia sino memorizacién, en todas las circunstancias. Por lo tanto, ahora soy lo-suficientemente valiente para pasar las paginas, en frente de esta audiencia, poner mi dedo, leer y demostrarles.” Asi lo hice. Trrrrrr- puse mi dedo y comencé a leer: “Triboluminis- cencia, Triboluminiscencia es la luz que se emite cuando los cristales se aprietan...” Dije, “iY alli, hay algo de ciencia? No! Solamente han dicho lo que significa una palabra en términos de otras palabras. No han dicho nada acerca de la naturaleza -que si los cristales producen luz cuando usted los aprieta, por qué producen luz. ; Vid usted a algin estudiante ir a casa e intentarlo? No puede. “Pero, si en lugar de eso, usted tuviera que escribir, “Cuando usted toma un cubo de azticar y lo aprieta con un par de alicates en la oscuridad, puede verse una luz azulosa. Con algunos otros cristales sucede lo mismo. Nadie sabe por qué. El fenémeno es llamado “Tri- boluminiscencia”. ‘Inmediatamente alguien ird a su casa y trataré de hacerlo. Entonces hay una experiencia de la naturaleza.” Utilicé ese ejemplo para demostrarles, pero no habria habido ninguna diferencia si hubiese puesto mi dedo en cualquier otra parte del libro; era igual por todas partes. Finalmente, dije que no entendia cémo era posible que alguien pudiera ser educado por este sistema auto-propagado en el cual la gente gana eximenes, y le ensefia a otra gente a ganar exdmenes, pero nadie sabe nada. “Sin embargo”, dije, “yo debo estar equivocado. Tuve dos estudiantes muy buenos en mi clase, y sé que uno de los fisicos fue educado enteramente en Brasil. Entonces, para algunas personas puede ser posible trabajar a su manera dentro de este sistema, malo como es.” Bien, después que di la conferencia, el director del departamento de educacién en ciencias se levanté y dijo, “El Sr. Feynman nos ha dicho algunas cosas que para nosotros son’ duras de oir, pero parece ser que realmente él ama la ciencia, y es sincero en su critica. Por lo 78 R. Feynman tanto, creo que deberfamos escucharlo, Yo vine aqui sabiendo que padecemos algunas enfermedades en nuestro sistema educativo”, y lo que he aprendido es que padecemos un cncer!” -y se sent. Eso le dié libertad a otras personas para hablar, y se inicié un gran debate. Todo el mundo se ponfa de pie y hacia sugerencias. Los estudiantes conformaron comités para mimeografiar las clases con an- ticipacién, y organizaron otros comités para hacer esto y aquello. Luego sucedié algo que fue totalmente inesperado para mi. Uno de los estudiantes se pard y dijo, “Yo soy uno de los dos estudiantes a los cuales se refirié el Sr. Feynman al final de su conferencia. Yo no fui educado en Brasil: fuf educado en Alemania, y acabo de llegar al Brasil este afio.” El otro estudiante al que le fue bien en mi clase dijo algo similar. Y el profesor que mencioné se levanté y dijo, “fui educado aqui en Bra- sil durante la guerra, cuando, afortunadamente, todos los profesores tuvieron que dejar le universidad, ai que aprendi todo leyendo solo. Por lo tanto, realmente yo no fui educado bajo el sistema brasileiio.” ‘Yo no esperaba eso. Sabja que el sistema era malo, pero 100 por ciento -era terrible!. Como yo habia ido a Brasil bajo un programa patrocinado por el Go- bierno de los Estados Unidos, el Departamento de Estado me solicits escribir un informe acerca de mis experiencias en Brasil, as{ que es- cribf los apartes esenciales del discurso que habia acabado de dar. Més tarde me enteré a través de las paredes, que la reaccidn de alguien en el Departamento de Estado fue, “Eso demuestra qué tan peligroso es enviar a Brasil a alguien tan ingenuo. Pobre tipo; sdlo puede causar inconvenientes. No entendié los problemas.” Muy por el contrario! Pienso que esta persona en el Departamento de Estado fue ingenua al pensar que porque vié una universidad con una lista de cursos y contenidos, eso era lo que era. Reconocimientos. El traductor agradece las titiles sugerencias dadas por los dos jurados anénimos.

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