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ARQUEOLOGIA SOLO PATAGONIA Julieta Gomez Otero Editora PONENCIAS DE LAS SEGUNDAS JORNADAS DE ARQUEOLOGIA DE LA PATAGONIA Publicacién del Centro Nacional Patagénico Sy Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Técnicas ,ADONDE VAN ESOS GUANACOS? Carlos A. Aschero“) INTRODUCCION El objetivo de este trabajo es presentar a discusién algunas ideas que resultan de la ‘comparaciGn del arte rupestre del rea de investigacidn Rio Belgrano-Lago Posadas con Ta de Alto Rio Pinturas, en particular con los sitios Cueva de las Manos (ARP.I) y Cueva Grande de Arroyo Feo (AF.l). Utilizo, para estos sitios, la informacidn publicada en diversos trabajos de Gradin y observaciones personales realizadas durante mi colabora- cin en sus relevamientos originales y en visitas posteriores. Estas ideas se apoyan en ‘algunos supuestos y consideraciones que deben ser enumeradas a) ambas dreas de investigacin constitufan un espacio geografico de alta movilidad ‘ylo de circulacién de informacién entre distintas unidades sociales cazadoras-recolecto- 2s, dentro del amplio desarrollo temporal de la etapa pre-ecuestre y a través de una serie de ambientes diferentes, con distintas altitudes y cubierta vegetal, cuya complementacién estacional permitirfa superar situaciones eritivas en la disponibilidad de recursos de caza (Aschero 1993b); ) cualquier aumento de poblacién o de la competencia por recursos de caza en ambas 4éceas pudo operar en cambios de las estrategias de explotacidn de esos ambientes, ‘implementando otros mecanismos sociales de interacciGn, que podrfan impactar a su vez en la circulacién de informacidn sobre (0 en) los modos de producir arte rupestre; ©) el arte rupestre es potencialmente aditivo, las representaciones expuestas en el soporte pueden ser utilizadas (recicladas), con o sin modificaciones, para integrar otros ‘conjuntos. Pueden, a su vez, actuar como "modelos visuales" para otras representacio- res, reactualizando recursos constructivos de la imagen en tiempos distintos. Por ello es pe Ia reduce a “fases estlistcas par el arte rupestre de la Patagonia centro-meri- fonal serfa una desventajosa simplificacién de un panorama més complejo y rico en informacidn antropolégica, en el que la construcci6n de lo imaginario deberfa ser inves- figada no sélo a través de los recursos constructivos y teméticos sino también en la iindmica de interacciones que los sustentan, Esto es, distintas unidades sociales que ‘observan Ciertos disefios 0 modalidades compositivas en determinado emplazamiento y Jas reproducen con modificaciones 0 las transforman, produeiendo otras representaciones ©) Consejo Nacional de Invest jones Cientfieas y Técnicas (CONICET) - Instituto de Arqucologte, Universi 403 Nacional de Tueumén - San. fartin 965, (4000) San Miguel de Tucumén, Provincia de Tucumén, Argentina 153 -incorpordndolas 0 né a otras teméticas- en otro emplazamiento o sitio. En todo caso informacion que circula entre sitios, mediante el desplazamiento o interaccidn de las unidades sociales que las producen y/o reproducen; 4d) el guanaco ha sido el eje de la economfa de subsistencia en la Patagonia pre-ecucs tre y el arte rupestre regional captura y expresa esta importancia (Gradin 1983:142) Existe una relacién directa entre el nacimiento, reproduccién y muerte del guanaco y Tas posibilidades de desarrollo (abundancialearencia, vida/muerte) de la existencia humana: Ta porsistencia de la imagen del guanaco en mds de 8000 afios de arte rupestre 1a com: Vierte en la representaciGn més sensible -o con un potencial mayor de “carga” simbdlica= para captar relaciones hombre-medio (natural y social). Por esto es que sus transforma: Ciones formales y asociaciones representativas deben ser vistas en un contexto de produc cién amplio, acotado en el tiempo y relacionado con indicadores de estacionalidad, de densidad de poblacién y/o de variaciones ambientales que hubieren afectado 1a disponible lidad del guanaco como recurso clave de la vida humana. ‘ ‘Por razones de espacio daré mayor extensidn a las relaciones entre asentamiento ¥ arte rupestre y a la variabilidad de las representaciones del guanaco entre los distintos Sitios. El problema temdtico en torno a la figuraciGn animal lo trataré brevemente ya que requiere un trabajo de mayor extensién. ARTE RUPESTRE Y ASENTAMIENTO Dado que la secuencia de ocupaciones y la cronologfa radiocarbénica apoyan la argumentacidn en torno a una coetaneidad de la ocupacién humana en ambas éreas de investigacién (Alto Rfo Pinturas/Rio Belgrano-Lago Posadas! [Aschero 1993b]), & interesante observar primero qué relaciones hipotéticas pueden plantearse entre el arte Tupestre con figuracién animal y los espacios de habitaciGn utilizables por distintas unidades sociales, para luego implementar implicaciones de posible contrastacién toman= do como base la informacién de los sitios del drea Rfo Belgrano-Lago Posadas (abreviada ‘ARBLP) y comparaciones con situaciones semejantes observadas en el area Alto Rig Pinturas (abreviada como AARP). ‘La técnica de la pintura rupestre tiene una inherente fragilidad en su exposici6n a los agentes atmosféricos. Esté necesariamente ligada al uso de abrigos rocosos. Ello ne implica que el hombre debiera haber vivido allf- El espacio del arte pudo haber sido algo distinto, ajeno a la vivienda, al espacio de la actividad cotidiana. Sin embargo no fue La informacién arqueolégica en estas areas define espacios de habitacién y varios sitios donde la redundancia en Ta ocupacisn del espacio habitable de un abrigo” se complemen ta con la superposici6n o extensién de las pinturas sobre el soporte. Esto implica una felacién entre el espacio de habitacidn y el espacio del arte. No necesariamente una relacign con la ejecucidn de esas pinturas -que debe ser sustentada por evidencias arquea- Iogicas no ambiguas de su produccién (Aschero 1988)- pero sf en cuanto a la convivencia de actividades cotidianas o domésticas con las representaciones existentes en las paredes del abrigo, Para caracterizar asf a tales actividades me apoyo sobre las evidencias de trabajo de pieles y cuero, produccisn de instrumentos Iiticos, faenamiento, estructuras de combustidn, ete., que vienen entregando los vestigios recuperados en tales sitios. Ante | as investigaciones en el drea Rio Belgrano-Lago Posada se llevaron a cabo a través del Proyecto PID-Coniset 3-66600/88 bajo Ia dircccisn del autor. Utlizo abrigo como concepto abarcativo para espacios habitables bajo reparo incluyendo aleros, cuevas, paredo= nes o reparos, Para la separacin alero-cueva wilizo la relaciGn ancho de la boca/profundidad; valores iguales © tmeneres que I (1) defen *cueva", mayores definen "alero" Los coneoptos de covacha, nicho, oquedad o panel ajo cornisa se refieren a aceiJentes topogriticos dela pared en orden decreeiente de tamafo y éelimitacién donde: el primero, es el Gnico que presenta un piso de roca expuesta y una amplitud suficiente a una o més personas: 154 ‘ales evidencias vale preguntarse sobre la indole de tal relacidn: estos espacios... jtienen ‘gee ver con un tiempo y una actividad ritual distinta o ajena a lo cotidiano? cactian acaso ‘Somo espacios funcionalmente distintos utilizados en tiempos distintos del ciclo anual? Dificil ofrecer respuestas a tales preguntas, pero quisiera ensayar algunas implicaciones ‘Siricas de la hipdtesis de ser espacios que se integran y asocian con el de la habitacién, ai refugio temporario y con las actividades que regulan el tiempo de lo cotidiano. El que el arte pueda estar vinculado con los espacios de habitaci6n o de refugio ‘emporario, aquéllos que son puntos de referencia fijos en el espacio para las acciones en 10 cotidiano se resuelve, implica: (a) representaciones expuestas a una observacién ficipante de cardcter colectivo 0 comunitario, no privativo. Pero esto requiere a su a nivel de individuos (b) una cierta especializacién en conocimiento y tiempo eados tanto para la obtencién de materiales y preparacién de mezclas pigmentarias ‘eomio para una actividad de ejecucién que requiere una particular capacitacién técnico- eenceptual, un oficio adquirido. Si alo anterior sumamos el hecho de que la altura de ciertas motivos (Cerro de los fios, Cueva de las Manos) requirieron medios de elevacién, capacidad de transporte de mismos y ayuda fisica concreta, surge una tercera implicacién (c) la de una accion de “ndividuos coparticipada por grupos mds amplios y bajo un cierto consenso social. Esto lleva a considerar que estamos hablando ‘de némades pedestres y, apoydndonos ‘sobre el supuesto de una organizacidn social de bandas con una particién en unidades ‘sociales operativas menores del tipo de microbandas, grupos familiares o de subsistencia ‘6 grupos de tareas. También en el de una estrategia econémica cazadora-recolectora Gn indicios arqueol6gicos de acopio 0 almacenamiento que amortigiie el riesgo de una esidn critica sobre la disponibilidad estacional de recursos, causada por adversidad limética y/o por un crecimiento demogréfico que active la competencia territorial. Tal ‘Gesgo debe tener respuestas previstas por la programacidn de la movilidad espacial de Jes campamentos entre localidades 0 sitios valorizados por su alta disponibilidad de ‘recursos de caza. Es decir, implementar una estrategia de movilidad altamente pautada extre determinados espacios pero capaz de aceptar ajustes, sea en la intensidad de uso de ‘Giles espacios y/o la funcionalidad de esos sitios, 0 bien en el desplazamiento de gente Bacia espacios de otras bandas. La implicacién es (d) que las pinturas rupestres son una ‘inversion de trabajo puesta en representaciones "fijas” en un espacio que es parte de un ‘Gircuito, de una trayectoria con retorno previsto. De la primera implicacisn (a), me ocuparé en un acdpite siguiente puesto que requiere Giscutir asociaciones de motivos y aspectos estilfstivos. En relacién con la segunda, (b), Ts consideracisn de los aspectos téenicos de la ejecucion de pinturas ya tratados (Aschero 1985, 1988) me exime aqui de discutirla, Respecto de la tercera (c), el traducir algo ‘eferénte a coparticipacisn en actividades de producci6n o ejecucién de las pinturas y a ‘=a consenso social en datos arqueoldgicos significarfa que (cl) ese arte rupestre deberfa ‘encontrarse en diversos tipos de sitios con caracterfsticas de reparo y espacio potencial de Babitacién capaces de albergar a las distintas unidades sociales opérativas mencionadas, ncluyendo posibles situaciones de agregacién en unidades mayores. A su vez, (c2), Si ‘Sstas Ultimas reunieran grupos heterogéneos (de distintas bandas) deberfan estar ligadas a ‘Gna profuusién de representaciones con cierta variabilidad dentro de una misma clase de motivos y un mismo grupo estilistico. Con respecto a la cuarta implicacién la expectativa es: (d1) encontrar sitios con arte cupestre de figuracisn animal en zonas ambientales diferentes, (d2) observar redundancia de ocupacidn para los distintos sitios y (d3) redundancia en el largo plazo® para aquellos * Por largo plazo incluyo dos situaciones: ocupaciones sucesivas, agrupadas on diversos lapsos datados, separadas ‘90+ hiatos 0 episodios de ocupacién no datados; b) acupaciones datadas aisladas dentro de una columna estraligedfi- ‘Bion histos considetables (més de 1000 afios), entendiendo tales hiatos como vacios de informaciéa arqueolgica. Bor corto plazo eatiendo ocupaciones agrupadas en lapsos menores de 1500 afios. En los casos considerades del ‘Sica RBLP se trata de ocupaciones tardias, pero no inkibe su uso en otros tempranos. 15s sitios de mejor emplazamiento respecto de recursos de caza, mayor reparo y espacio habitable. Veamos estas expectativas en relacidn al 4rea RBLP. Los trece sitios con arte rupestre registrados en el érea Rfo Belgrano-Lago Posadas’ (Figura 1) se distribuyen en distintas zonas ambientales, ocurren en emplazamientos con distintas condiciones de reparo y espacio de habitacién, presentan distintas asociaciones de motivos y diferentes casos de redundancia en las ocupaciones (remito al lector al Cuadro 1 y ala Tabla de referencia donde establezco varias categorias de sitios. iro_1_: Variahilidad de los sitios de arte rupestr del area Rio Belgrano-Lago Posadas(*) ADO.ADG.AGV.CI1..CCP1/2.CCP3.CCP4.CCPS.CCP6.CCP7.CCP9.LPN1.LPN2 Coast Die Dies ibis we, Commit Calin Comsbacnhrka Gali ahd eles SCTE UNE amar ae baat] 2a va huihdia, Ueriacih ote vn AC RepeES Gta. ba a. Do area yd Dacuigbiaes belie an fee a Sse Motiv. N GNS GNS GNS GN GNS N GSO GNS GNS Ss?‘ NS N° © OPE : ° Ccup. CP LP cP LP SI SI SI LP st LP IP IP st Gabes Tudo ca tenigheny) Sian BONS: Phin Qoartysion Syoahsitgiqe> ‘sly (*) Ver Tabla de Referencia para el Cuadro 1 ‘Tabla de referencia para Cuadro 1 Zonas ambivntales (Zona; en cuadro 1} ‘Ai monte arbustivo en relieves medanosos y cucneas lagunares en Is planicie al exe del Lago Posadas, ents los 150/250 m.s.n-m. B: monte arbustivo en aloramientos rocosos y lazunas temporaria de fa costa norte del Lago Posadas, entre 100/150 m s.n.m. Cr relitos de bosque de Nothofagus y praderas con lagunts y cursos fuviales ‘enlre cerrosy alloramientos rasosos, al este de los lagos Belgrano y Burmeister, entre los 800/900 m.s.n.m. Ds ‘stepa y pradera con lagunas emporarias y cursos luviles ene las yafloramicntos rocosos de la planicie este {el Lago Belgrano; 800/900 m 8.1. Reparo [Repar.| T: Cuevas oaleros de méximo reparo considerando la incidencia de viento y precipitaciones 2 Aeros predones een feparo pore pricier pri a wi ‘Aleros de eparo parcial a viento y previpitacioncs. Espacio de hablacktn bajo repara (Esp. l.|(considcrando sito los sectores de piso horizontal con acumulacién de sediments): (a): méxima amplitud con posibilidad de espacios moltiples homogéneos en relacién a condiciones de Numinosigaditopogratiey disercios en euanlo a posiilidades de aishimiento/aceeso, (©): espacios amplios, multiples pero heterogéncos (dilercnciados por condiciones de luminosidad, topogralia del piso 0 Feparo elective). {0}: espacios restringidos homogéneos. {Clases de motivos dentro del total de representaciones del sitio [Moti G:representaciones de guanacos. O-olros voomorios yo aniropomortos. N: negativos de manos S: signos geoméiricos simples (abstractos). P represenlaciones de pisadas 0 hucllas (grabados o pinturas). E ropresentaciones geometric del pat esealonado (“grecas") Osupaciones [Ocup.}: LP: redundancia en el largo plazo. CP: redundancia en ol cons plazo (ver nota 4). IP informacion psi Gondgos sin datacons). SE: sn infomacion Categorias de sitios [Cat.S}(comhina:ropato, espacio de habit, diversidad de clases de motives y ocu Sislac.do ing: ADO (Alero Direccibn Ohligateria), ADG (Alero Destacumento Guardapargus}t AGU(AL. Gora 4 Vase0); CI (Cerz0 de os Indios); CCP (Cerro Casa de Piedra); LPN (Lago Posidas Nort). “EL sitio CCP9 es una cueva de grandes dimensiones que est actualmente colmada de blogues de derrumbes con excepeién de un reducida sector del fondo. Alli se conservan mauichas y trazos simples de pintura roja, Un peque- fio sondeo realizado brindé restos vegetales conservados y artefactos lticos. Resulta virwualmente imposible realizar mediciones, pero se tratarfa de un sitio de mayores dimensiones que CCPS, ubicado en la inmediata proximidad de és, 156 Como puede observarse en el Cuadro 1, la distribucisn espacial de los sitios es asimé- trica en cuanto a que siete de los trece, ocurren en el frente norte (700 m) del Cerro Casa de Piedra. Esto merece destacarse porque incluyen distintas condiciones de reparo, espacio habitacional y presencia de clases de motivos. Entre ellos CCPS y CCP7 mues- tran reocupaciones en el largo plazo, determinadas por secuencias estratigrdficas y data~ ciones radiocarbdnicas (Aschero er al. 1992; Aschero 1993b) ‘A semejanza de lo que ocurre con Cueva de las Manos (ARPI, sitios I a VI), Alero Cardenas (AC, sitios Ty Il) y Cueva Grande de Arroyo Feo (AFI a III) en Alto Rio Pinturas (Gradin 1983), se trata de agrupaciones discretas de distintos sitios con arte upestre -en distancias no superiores a 150 m y diferencias de reparo/espacio habitacional entre sf- donde uno o mds sitios con buenas Condiciones de reparo presentan evidencias de ocupaciones arqueoldgicas redundantes en el largo plazo. Propongo para éstos la designacién de complejo de sitios con arte rupestre (abreviado CSAR) ¢ integrar con ellos una categoria 0 que retine distintos sitios de otras categorfas (1 a5). Distinguirla como una unidad espacial de andlisis independiente es importante para observar las rela- ciones estil{sticas y teméticas entre las representaciones de los distintos sitios que la integran, esto es, si en la ejecucidn de las pinturas ha sido concebida como un espacio unitario.” Volveré sobre ello mas adelante. La distribucién de los sitios en zonas ambientales sugiere una mayor variabilidad para las zonas C-D. Esto hay que verlo en una perspectiva temporal. Cerro de los Indios | (CU [categorfa 1]) recign habria sido ocupado ca. 3320 A.P., luego que CCP7 fuera abandonado (Aschero 1993b). Aqui es necesario contar con més informacién geomorfo- Idgica y dataciones radiocarbdnicas para discutir la hipdtesis que la cuenca del Posadas habrfa sido factible de ocupacién humana recién durante el Holoceno avanzado. Importa sf recalcar que Cerro de los Indios 1 es un sitio potencial de agregacion que reemplaza en el tiempo a CCP7, alternando o complementando su uso con el Alero Destacamento Guardaparque (ADG [eategorfa 1) desde ca, 2830 A.P. La cueva CCPS [categoria 2] de maximo reparo para unidades sociales operativas menores 0 microbandas, y eon posibles indicadores de capturas invernales de guanacos y huemules (Herrera 1988), muestra distintos lapsos de ocupacién entre ca. 6780 al 2550 A.P. con abundantes motivos de guanacos, superposiciones y reciclado de representaciones. Su uso contintia después del abandono de CCP7. Sia esta informacién del drea RBLP le sumamos la del drea ARP vemos que, en el lapso ca. 9700-7500 A.P. caracterizado por las condiciones climéticas mas htimedas evidenciadas por las oscilaciones del nivel del Lago Cardiel (Stine y Stine 1990), dos dreas de alto contraste ambiental como la cordillerana del borde oriental del bosque de Nothofagus y la precordillerana de las Pampas y cafadones del Rio Pinturas, estén siendo _ ccupadas utilizando aleros y cuevas de maximo reparo [categorfas | y 2] y factiblemente otros de menor reparo, como el caso del paredén del sitio ACI (Gradin 1983), vincula- dos con pinturas rupestres del grupo estilistico A. Las distancias lineales (geodésicas) entre los sitios ocupados en Alto Rio Pinturas (ARPI, ACI y AFI) y CCP7/CCPS en ta subérea Rfo Belgrano oscilan entre 130 y 155 km (ver Aschéro 1993b:Cuadro 1), lo que 0 descarta el que formen parte de un mismo circuito de nomadismo estacional. Para lo que interesa discutir aqué, destacamos que el arte aparece desde épocas tem pranas en sitios de distintas zonas ambientales (implicacisn d1) y de distintas caracterist 2s (implicacién c1), con buenos emplazamientos para explotar distintos Ambitos de caza (ver Aschero 1993b). En tales emplazamientos los sitios con ocupacién y arte rupestre del grupo A se muestran particularmente aptos para la agregaci6n de unidades sociales {categorfa 1], evidencian ocupaciones redundantes en el largo plazo (implicacién d2) y dos vestigios arqueolgicos recuperados indican actividades multiples. Esta evidencia permite sostener, por una parte, la hipdtesis de la relacién inicial entre el emplazamiento del arte y campamentos 0 bases residenciales, su relaci6n con el 4mbito de la actividad cotidiana y, por otra parte, destacar la importancia que adquieren 137 Ios sitios de las eategorfas 1 y 2 en ambus dreas de investigacién en concentrar Ia figura- cién animal y humana de los grupos estilisticos A, B, BI y C. Las relaciones estilfsticas entre Cueva de las Manos y Cerro Casa de Piedra en el lapso 7900-4300 A.P. y luego entre Cueva de las Manos, Cueva Grande de Arroyo Feo, Cerro de los Indios y Alero Destacamento Guardaparque, desde ca. el 4300 A.P. al 990 A.P., unida a una creciente intensidad en el uso del espacio (cantidad de sitios y hallazgos aislados) en esas localida- des de asentamiento, sugiere que el arte figurative mencionado esti directamente ligado a Zonas © microambientes privilegiados para la caza del guanaco, que son posibles ejes de articulaciGn de los circuitos nomadicos estacionales. Resumiendo; hay una relacién directa entre abrigos rocosos con alta redundancia de ocupacidn en el corto y largo plazo -con evidencias de actividades miltiples- y la concen- tracién de representaciones de los grupos estilisticos A, B y BI y C, definidos en Alto Rio Pinturas, El arte rupestre evidencia -o puede ser utilizado- como un indicador de espacios preferenciales de explotacisn. Hay una categorfa de sitios, los que Hamo com plejo de sitios con arte rupestre (CSAR), que pueden ser lugares potenciales de agrega~ ion estacional de distintas unidades sociales, En tales sitios las pinturas rupestres, y en particular la figuracidn en torno al guanaco, parecerfan cumplir una funci6n distinta, dentro del espacio de accién cotidiana, a la que involucrarfa su concepeién como "san- tuario", Sea esta cudl fuere, su relacidn directa con los sitios de habitacién o refugio, 10 convierten en un sensor adecuado de cambios ocurridos en el flujo de informacién entre entidades sociales desde ca. el $400 A.P. al 1000 A.P. VARIABILIDAD DE LAS FORMAS, ESPACIO Y TIEMPO No he de abordar aquf una discusién tedrica sobre problemas de estifo. Lo entiendo como una dimensién posible del andlisis arqueolégico cuyo tin es medir variabilidad vs. semejanza de las formas para establecer ciertos patrones de produccisn o uso que permi- tan relacionar conjuntos de tecnofacturas. La escala espacial en que se aplique este andli- is, el contexto funcional de cada sitio y los condicionamientos de los materiales trabaja- dos son variables necesarias @ considerar. El problema estilocrnicidad queda abierto a la discusién, pero lo que sf puede tener mayor consenso es que las semejanzas estrechas en la produccidn y diseio de ciertas tecnofacturas en una escala microrregional a regional de andlisis, tienen que ver con virculaciGn de informacién especifica (Wobst 1977) y consecuentemente con la interaceiGn de individuos y/o grupos 0 de éstos con los espacios alos que acceden. Los grupos estilisticos planteados por Gradin para Alto Rio Pinturas (Gradin 1981-82; Gradin er af, 1976, 1979) son una herramienta instrumental para establecer relaciones entre las dreas de investigacién que abordamos. Respecto de ellos ta informacién actual posibilita algunas precisiones y ajustes. Por un lado, en lo que hace a los elementos cons~ tructivos de la imagen figurativa, por otro, a la seleccidn del espacio-soporte de las representaciones y finalmente a lo temético, a la repeticién constante de ciertas asocia~ nes entre motivos en uno o varios sitios. Trataré esos dos primeros aspectos aquf y el tercero, brevemente, en el proximo acépite. He destacado antes la continuidad temporal del uso de Cueva de las Manos como asentamiento y espacio-soporte de la figuracién animal y humana, Especificamente, y en Jo que hace a la representacion del guanaco en los distintos grupos estilfsticos, este complejo de sitios en su comparacién con CCPS/CCP7, AFI y Cll, ofrece ciertas claves" que es necesario destacar. Lo haré por grupo estilistico y abordando sucesiva- mente elementos constructivos y seleccién espacio-soporte. 158 Hay distintos cénones® de representacién del guanaco. El del grupo A de Alto Rio Pinturas consiste en un esquema constructivo que parte de una forma geométrica subelip- fica, suboval o subtrapezoidal a la que se agregan cuello y cabeza, extremidades y cola. Esto queda evidenciado en ARPI en los casos de figuras incompletas de la serie tonal segra del grupo A (sitios/sectores IVe, Illa y Figura 9 en Gradin 1983). Hay bastante wariabilidad en el esquema geométrico inicial del cuerpo o patrén del disefio pero lo Smportante es que las extremidades y dems agregados guardan una relaciGn estrecha con las proporciones del referente objetivo (guanaco). Este mismo canon caracteriza las cepresentaciones de una tropa de guanacos dindmicos de CCP7 (Serie Roja-1), semejan- tes alos del Grupo A de ARPI, pero parcialmente tapados por derrumbes, y en CCP5 guanacos de un conjunto violdceo y la Serie Roja-l. Propongo la denominacién de canon A para el que acabo de tratar sin que ello imp! ‘que que sea privativo de ese grupo estilistico. Esto ocurre con las representaciones de la Serie Roja-1 de CCPS, asignable al grupo B, que utiliza este canon para guanacos agru- pados 0 aislados, sin escenas de caza, y un gran guanaco ubicado en un panel central de ‘Se cueva cuya ejecucisn implicé un canon distinto. En Cueva de las Manos el grupo A estd casi exclusivamente representado por escenas & caza colectivas que se suceden virtualmente en los mismos espacios-soportes, en di- ‘stintas superposiciones. El orden de superposivin de las Series -de la inferior 0 més Semprana a la superior 0 més tardia- es Ocre/Negra/Roja violévea y Roja/ Ocre-amarilla ¥ Violacea (Sitio/sector IVe y Hla-b). Con la sola excepeién de una escena distinta de la Serie Violicea (Gonzélez 1980:Figura 15), ubicada dentro de la cueva (sec.IId), para las sestantes se han seleccionado los espacios-soportes exteriores de la cueva o los aleros de ssayor luminosidad. A su vez se han utilizado fisuras u oquedades que articulan la direo- ein de los guanacos y cazadores a modo de un escenario topogrético virtual. Algunos ambios separan a las Series Ocre-amarilla y Violfcea més tardfas de las anteriores: a) la Siniaturizacisn de los motivos; b) la restriccién espacial de su encuadre; c) una sintesis la figura humana en forma de un trazo bipartido representando exclusivamente las sxtremidades inferiores (Conjunto Ocre-amarillo, sec.1Vc). La escena violécea de CCP5 ‘sfiliza estas representaciones humanas, agrega representaciones miniaturizadas de fian- kes (proporcionalmente a los guanacos), se emplaza dentro del vestfbulo de la cueva y ‘illiza un encuadre restringido del espacio-soporte en comparacidn con las Series tem- ‘Peanas de ARPI que se extienden en frentes de hasta 12 m. El que designo canon B parte de un esquema constructivo distinto que resalta la ins. ‘sion dé las extremidades-("paleta" y "cuartos") de la panza o "pecho” del animal. Dist ‘fs patrones se derivan de este canon segin las formas de situar la insercién de las ‘extremidades, de diferenciar cada par de éstas y/o por la proporcidn del cuello (ver Figura 2); el que designo Ba mantiene las proporciones del referente pero destaca “cxartos y'paleta" y.separa cada par de extremidades. Este patrén se repite con estrechas ‘semejanzas en ARPI (sec.tla), en CCPS y CCP7 (conjuntos blancos [ver Aschero 1985: Figura 2A; Gradin 1983: Figura 6]). Los restantes patrones (Bb al Bh) presentan una marcada desproporcién entre la excesiva longitud del cuerpo y las de las extremidades lo cuello, Es posible que esta diversidad de patrones se sitde entre ca. 6500 A.P. y 3000 A.P., entre la dataci6n inferida para la Serie Roja 1 (Grupo B) de CCPS (Aschero 1223b) y el fin del primer lapso de ocupaciones de C11 (Grupo B1). Una caracteristica de las representaciones de guanacos de estos patrones es la eleccién & espacios-soportes interiores en los vestfbulos de cuevas, aleros 0 covachas, en paneles ‘Sestacados (alta visibilidad). Oquedades o fisuras juegan algiin rol en relacién con las “Wilizo canon en el sentido de un modelo constructivo de la representacién plisticu. Involuera ciertas relaciones ‘Sere dimensiones y un determinado orden en las fases de ejecucién. Un misimo canon puede inclvie distintos patro- ‘S550 formas peométricas en las que se resuelve el disedo inal de la epresentacién. Por ejemplo el canon A puede “eer resoluciones de cuerpos elipticos, ovales o subrectangulares, 159 direcciones de los guanacos o a su emplazamiento (casos de CCPS, CCP3, CCP7 y AFI). Resulta importante observar la direccidn hacia o desde el interior de cuevas, aleros © fisuras segdin los distintos conjuntos tonales. Es importante recalcar que ninguno de estos patrones se asocian con escenas de cazas colectivas con utilizacidn de ese escenario: topografico virtual antes mencionado; pero sf con alineaciones o pares de figuras huma- nas de alta esquematizacidn, sin representacién de proyectiles 0 trazos que sugieran cercos de cazadores 0 actos de caza (compérese en Gradin 1983:Figuras 27 y 43). Finalmente el que designo canon C corresponde a una construccidn de Ja figura que retoma el modo del A pero sin respetar proporciones del modelo natural, originando formas particulares en las que no parece ser posible establecer patrones recurrentes. Son ciertamente formas “aberrantes" desde el punto de vista de una sintesis formal del refe- rente figurativo pero cuya variabilidad denota un cambio marcado en la libertad de expresiGn de los ejecutores, La relacidn entre sitios del ARBLP y AARP en semejanzas de cénones/patrones [C/p] se sintetiza en el Cuadro 2 donde las siglas entre paréntesis indican las tonalidades de conjuntos o series y la sucesin cronolégica, respectivamente (siendo "1" la mas antigua). La semejanza de cdnones/patrones en la representacidn de la imagen del guanaco y uso de la topograffa del espacio-soporte, sugieren tres distintas alternativas para la ci lacién de informacién entre ARBLP Y AARP: 1) un mismo canon (A) aparece utilizado en escenas de caza colectivas de marcado dinamismo (Grupo estilistico A: ARPI [y CCP7 ?}) y luego en agrupaciones relativamen- te estéticas de guanacos que incluyen el patron Bb hacia ca. 6700-6500 A.P. (Grupo B:CCP5 serie rojo-1). En un momento temprano sugiere intercambio de informacién 0 movilidad entre Cueva de las Manos (AARP) y Cerro Casa de Piedra (ARBLP). Luego una transicién, en el uso de este patrén, hacia tina temitica que enfatiza la sola represen- tacién de ageupaciones de guanacos Grupo B), en el lapso estimado entre ca. 7300-6000 A.P,, en correspondencia con el perfodo seco y de maximo descenso del nivel de las aguas del Lago Cardiel (Aschero er al. 1992: Stine y Stine 1990). 2) Un mismo patrén (variantes del canon B) ocurre entre sitios distintos con uso de una misma 0 distinta tonalidad. Es el caso del patrén Ba, nuevamente entre CCP5/7 y ‘ARPI (Grupo B), factiblemente antes de ca. 5300 A.P., y posteriormente de los patrones Be, Bf y Bh entre Cll, ARPI y AFI (deberfa agregarse también a éstos Charcamata Il; {ver Gradin 1983]). Con excepcién del AGV, en relacién con CI el Cerro Casa de Piedra parecerfa quedar fuera de la circulacin de informacin entre esos sitios con posterioridad al ca. 5300 A.P. > i 3) Diversidad de patrones del canon B aparecen ejecutados en las mismas tonatidades dentro de un mismo sitio y en otros ocupados en los mismos tapsos. En Cll esta situacién: suma Ia presencia de un patr6n privativo (Bg) lo que sugiere, a igualdad de lo que ocurre en ARPI y en AFI, diversidad de ejecutores que alternan el uso del espacio-soporte y diversidad de informacidn circulando (ver implicacién c2). Esto marca variabilidad y fuerte interaceidn entre sitios del Grupo B1 en el lapso entre el ca. 3400-3000 A.P. coin cidente con un perfodo seco (Stine y Stine 1990; Aschero er al. 1992) que podria haber factivado la competencia por territorios de caza. Si la relativa sincronicidad sefialada por las dataciones de diversos sitios permite asumir una mayor intensidad en el uso del espa- cio (Aschero 1993b), el arte rupestre estarfa denotando esta intensidad a través de varios CSAR funcionando a un mismo tiempo, pero con relacidn a distintos tamafios de unida- des soviales, Los derrumbes que afectaron Cueva de las Manos podrfan haber moditicado la amplitud del espacio habitable y haber convertido a Cerro de los Indios-1 en uno de los sitios de agregacidn en unidades sociales mayores que las que ocupaban estacional- mente los otros CSAR. Esto serfa compatible con una fase de intensificacidn en la explo- tacién micro-regional estacional de recursos en los respectivos territorios de sitios y/o localidades de asentamiento, Un panorama coherente con la tercera fase (c) propuesta e2 160 i modelo de Borrero (1991). uadro 2: Va rones entre 8 c/p. ccPS . ccP7 . AGV.CI1 . ARPI. AFI ~ Cronol.est.(AP) B (vy) (R12) (RD), === 9700/6700 A/Bb (R1) (R2?)* (R2)) 0 =a 6700/6500 Ba (Bl) (B1) (81/02) =: £7300/54007* BE ==> (vaya) (Rv3)? (Ny 5400/3000 Be (U1) (B/Rv) (N/B/Rv) 5400/3000 Bg (n2) = | o=t=) "3400/3000 Bh (yy) (2) ay" === 3400/3000? GRUPOS ESTILISTICOS Y CONTENIDOS TEMATICOS La recurrente asoviaciGn de distintas clases de motivos dentro de conjuntos 0 series sonales y en el andlisis de lo que es reutilizado o superpuesto en el espacio-soporte prove la via adecuada para el estudio temético. En relacién con la figuracién animal, los Segativos de manos comienzan por proveernos una asociacin que sugiere que tanto ‘Sivenes, nifios y adultos (posiblemente y mayoritariamente mujeres) estan habitando y serparticipando dela observacin y/o la eecucion de arte rupstre (ver implicacién a). ificil sostener la hipotesis de ritos de iniciacién ante tal variedad de tamafos y edades. El que fueran mayoritariamente de mujeres es coherente con su relacién a espacios de sctividad cotidiana. Si nos detenemos a observar la composicisn de los conjuntos de representaciones con ‘guanacos, en una secuencia temporal, pueden proponerse algunos items que hacen a una Giferenciacién tematica de las agrupaciones estilisticas propuestas por Gradin: Las escenas de caza coleetiva serfan privativas del grupo A pero las escenas de caza se trata de un gran guanaco en rojo de unos $3 em, que mica hacia la parte central del alero. Se conserva visible eer, cucllo, parte de la *paleta” y del lomo. La atribucisn al pairén Bb es slo en base a ins caracteristicas de ‘ patas defantcras. Es aislado y diswme de los guanacos rajos dindmicos asignados al Grupo A. 7con esta sigla me refiero al conjunto de guanacos rojos en escenas de caza del sitio Il sector "a". Este ineluye sasss pocas figuras de cuerpo mas cusdrangular, de lomo recto y cuello corto que semejan més huemules hembras qe guanacos. “.ccadin establecié una relucisn posible entre Ia frecuencia de pigmento blanco en el nivel Cueva de las Manos Ib - “Geta en 7280 + 60 AP con cl Grupo estilistico B (Gradin er al. 1976:221 y 245), Los conjuntos con guanacos ‘Ex blanco existentes en los sectores Ha/b/e de la cueva incluye tanto patrones Ba (Ila y Ile) como Be (Uh), estos ‘Bimos presentes on Charcamata Il y AFI. Habicndo considerado Gracin que las pinturas mas tempranas de To que ‘s=izné al grupo B (patrones BF) en AFI no serian anteriores al ea.5300 AP (1983112) seria factible que los patro- fees "Be" fucran posteriores a las dataciones antes citadas. Dejo entonces planteada la alternativa que la datacién ‘==.7280 AP esté vinculada con los patrones “Ba”. En CCPS representaciones de este dtimo patrsn (serie Blanco-1) ‘Sempletan espacios no cubierios por la serie Rojo-1 y repiten motivos Guanaco bembra-"chulengo” sin supesponés- “lc. Esto supiere que serian posteriores a estas rojas (contrariamente a lo que propuse en el trabajo de 1980) y Sctblemente posteriores a la datacisn de capa 4 que se asocia & pintura tinendo el piso bajo un guanaco rojo de a sseric RI (6540 + 110 AP). “Los que designo Rv3 y N3 de ARPI corresponden & guanacos de los sectores IIb y He, cespectivamente. El ‘erimero no consignado en ef Cuadro original de Gradin et al. (1976:208) ni en Gradin (1983:21). Una escena de caza individual del AGV con estrechas relaciones con la serie Negro-2 del CI1 (escena de perse- ‘ssci6n individual, agrupaciones o "tropa" de guanacos), no parece condecir con la datacién para la primera ocupa- ‘Ga del sitio (ca. 1310 A.P., Molinari, trabajos en curso). Habiéndose relevado un sitio extenso a cielo abierto en ‘es proximidades del AGV (Molinari com. pers.) y asumiendo una aun hipotética relacién de la mencionada serie ‘gen las ocupaciones entre ca. 3320-3150 ce Cli, fetengo la alternativa que la eseena esté relacionada con ocups- ‘Soncs ocurridas en el exterior del alero, 161 ividual (cazador-guanaco) continuarfan en los grupos B y B1, Otro tipo de escena compuesta por una alineacién de figuras humanas, portando objetos como cuerdas 0 lazos, que va en direccién a una tropa de guanacos ubicada en una depresin u oquedad del soporte (ARPI, IIc como ejemplo temprano) -en la que puede discutirse su cardcter de “escena de caza’~ recurre en los grupos B y BI articulando otros motivos figurativos y abstractos. Vuelvo a insistir en la precaucién de separar ésta de las otras dos clases de escenas por su posterior complejizacién con el agregado de signos diversos (laberintifor- mes, por ejemplo), -Las agrupaciones de guanacos sin escenas de caza colectivas, acompafiadas de punti- formes o alineaciones de trazos seria una caracteristica del Grupo B. El tercer tipo de escena arriba mencionada aparece en este grupo y se continuarfa en el B1 (Cll, AGV). Los guanacos pueden incluir cdnones A o Ba al Bd y la figura humana apareeer con una marcada sintesis (trazos verticales con denotaciones sumarias). Este desplazamiento de la imagen de la caza hacia la de la tropa de guanacos, el destaque de las partes del cuerpo en el canon B y la utilizaci6n de los vestfbulos o entradas de cuevas, ocurrirfa en relaciGn con el perfodo seco antes mencionado (ca, 7300-6000 A.P). -La profusién de motivos abstractos (incluidos laberintiformes), rastros y figuras felinicas y/o zooantropomortas -que no vincularfa con la imagen dal "matuasto" como propone Gradin (Gradin et al. 1976:214)- asociadas con representaciones altamente est lizadas de la imagen del guanaco (patrones Bb al Bh) serfa una caracteristica definitoria para el grupo BI. El felino cobra importancia, quizas no cuantitativamente pero sf cuali- tativamente en los conjuntos y series BI. Hipotéticamente considero que algunos de esos "matuastos" son el desdoblamiento de la representacién del felino (a modo de un cuero abierto) ocurrida durante el desarrollo de este grupo estilistico y que marcarfa la conti- suidad con las representaciones de sus pisadas (Ejemplos: Punta del Lago Viedma, ARPL fc). -Una distorsién o virtual desaparicién de la imagen del guanaco con acrecentamiento de rastros y diversificacién de las figuras antropomorfas y zooantropomorfas, unidas a una tendencia hacia la esquematizacién lineal, serfan caracterfsticas del grupo C -inclu- yendo pinturas originalmente atribuidas al grupo B1 (como las de ARPI Il/paredén) y Brabados del grupo D- y marcarfan el final de la figuracién del guanaco en el arte rupes- tre regional. Con postetioridad al ca. 1000 A.P. el grupo E (ex “estilo de grecas") marca una ruptura profunda en los patrones constructivos, compositivos y (posiblemente) temé- ticos del arte rupestre. -El total de cambios -continuidades mediante- sugiere un panorama simbélico comple- jo que se va construyendo en distintas fases temporales, La generalizacién de ciertas interpretaciones simbdlicas (Casamiquela 1990) deben tener en cuenta estos panoramas que son de hecho distintos de regién a regidn, La circulacién 0 continuidad de ciertos Patrones constructivos en espacio y tiempo no conlleva, necesariamente, un mismo contenido simbdlico. Las evidencias sugieren que antes del ca. 1000 A.P. hay una marcada variabilidad regional en el arte rupestre patagnico. Es esta variabilidad la que importa comprender para avanzar en el conocimiento de lo que pueden ser sistemas simbdlicos altamente diferenciados, tanto en el nivel de lo que ocurre a escala macro regional (Patagonia meridional vs. septentrional) como a nivel de lo que otras adaptacio- nes cazadoras-recolectoras pudieron producir. Agradecimientos. A los Sres V. Scarano, C. Sorati y C. Colavino, guardaparques del Parque Nacional Perito Moreno, cuyo apoyo logistico nos permiti6 acceder al sitio CCP9 en dos oportunidades. Las investigaciones en el drea Rio Belgrano-Lago Posadas se Ievaron a cabo a través del Proyecto PID-CONICET 3-66600/88, dirigido por el autor. 162

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