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LA ARMONIA DE LAS ESFERAS Juan de Dios Bares Abstract ‘The paper examines the Pythagorical doctrine of the harmony of the spheres, trying to reconstruct its contents in early Pytagorism, as well as the world repre sentation that accompanied it, The most decisive texts on this subject -the Myth of Er in Plato's Republic, and the corresponding passages of Aristotle's De Caelo~, are analyzed. Que los ciclos producen, en su movimiento ordenado, un sonido armonioso, es tuna vieja idea que se cuenta entre ls més extondidasc influyentes de nuestra cultura ‘occidental. No es diffil encontrar sus huellas en los mas variados émbitos: la «mt sca celestial» ha sido importante en la imagineria religiosa, en todo tipo de mani- Testaciones literarias (desde La Divina Comedia de Dante hasta B! Mercader de Venecia de Shakespeare, sin olvidarnos de la soberbia Oda a Salinas de nuestro Fray Luis de Leéa), y hasta en el habla popular, en que esta expresion alude a aquellas cosas que son tan bermosas como lejanas de lo inmediato y factibe, Durante mucho tiempo, esta vieja idea fue también algo més que una bonita rmetéfora, y coatribuy6 de manera decisiva en la formaci6n de la imagen del mundo {que hoy poscemos. Para los padres de la astronomia moderna, Dios era, ademas de ‘un supremo arquitecto, sobre todo, un misico, y deseribir la estructura del cosmos cra identificar la armonia musical que se encarnaba en las relaciones existentes entre las traslaciones de los distint astros. Para citar el ejemplo més conspicuo, ésta era para Kepler la suprema aspiracién de sus esfuerzos, y de ella dependen las impor- tantes innovaciones que introdujo, ya ella le debemos, por tanto, el descubrimiento de las leyes que rigen las 6rbitas de los astros de nuestro sistema solar. Como toda doctrina importante, ésta tiene tras de sf una dilatada historia, La misma denomi- naciéa con que se la suele conocer, «armoafa de las esferas» (y que nosotros respeta remos aqui, aunque referida a sus origenes es una expresi6n equivoca) corresponde al aspecto que preseataba cuando en el mundo griego y medieval estaba revestida ‘con los ropajes de la cosmologia aristotelica. Este trabajo pretende reconstruir los pprimeros pasos de esa historia, ¢ indagar cuales eran el contenido y cl contexto de la doctrina de la armonfa de las esferas para sus creadores, los antiguos pitago- »” AGORA 122 (1983) 3936 {© \Univesiade de Seniago de Compastla Un avance importante de la astronomia griega con respecto a la babil6nica es la conception de un universo esférico. Esta concepei6n, que no es sugerida por el sentido coma, y que supuso completar la representaciOn semiesferica habitual de la boveda celeste, enraiza ya en las més antiguas representaciones griegas del Cosmos, y esté fuertemente vinculada con el descubrimicnto ~probablemente pos- terior~ dé la esfericidad de la Tierra. Posiblemente su origen se encuentre en el primer pitagorismo, que unia metafisica y cosmologia, y entendia que la figura de la esfera es la figura perfects’. Sin duda, esta concepcién, junto coa la de la supe- rioridad del movimiento circular con respecto a los demés, fue determinante en el desarrollo de la astronomia griega, elaborada en torno a un cosmos cerrado y ordenado. El orden césmico era entendido de un modo muy peculiar en el pitagorismo, en {ntima correspondencia con el papel ontolégico que los pensadores de esta corriente atribufan a los nimeros. El primer pitagorismo habia conseguido encontrar relacio- ‘nes numéricas capaces de expresar los acordes fundamentales, y puesto que todo el universo ha de estar ordenado, la estructura de los cielos ha de estar también determinada por esas relaciones proporcionales y arménicas: vendo ademisea os aeros as leciones ys proporsones est amon puesto ‘que, feta, las dems ona parecln asenejane lor Nomeron cot aaturlea fds, ot Iimero ran los primers de toda la nturiena,ponstoa gu los elementos de Joe nemero ran for elemenis de todos los ene, y que fodo el ceo er amon y numero Las primeras manifestaciones dela bisqueda de ese orden del universo confor ‘maron 1a docrina que la tradicién, como hemos indicado, ha dado en llamar de la sarmonia de las esferas» y que, suponiendo que los movimientos de los astros son armoniosos, se coneret6 en la asignacin de una relaci proporconal, e trminos de intervalos musicales definides, alas distancas do los diferentes planetas. Esta larmonia, que de acuerdo con la leyenda el propio Pitagoras era capa de escuchar’, hhubo de ser una de las primeras coavicciones de la secta pitagoria, y aparecs reflejada on las esrenas> del antiguo Zrovoua que encontramos en Hamblico y que * Los batlonosposian ya un imagen dlc como una semlsera, como denotasu sistema de coordemadas par In otacon, Nevgetauer indica que ela inagen colo Je un vero prado de Shstrecsn The coneept of celestial sphere i not tll natura, ie, suggested by te ale vue Sppireane. The Egyptins, eg, atald the Beaven by no cess a's hemispherical Goma siting ‘onthe plane of the hore, Bot ab Mat ote (4 Miory of ance Matematica Axonom, ‘Shringer-Vesiag, Besa ua 1975 tlh p 57D, Ques bien nolegaban a dar Cora ata representacin erica dl univero, que compos: ‘aban, alguos casos, una noi epacamentedlintad de ls regonessbtersnea. Cr Hesiod0, “Baypooy le otro ent inane dona an ods hj etre sme nore tite (ta [Pues fa sa dntancia que hay dese In era hat el tenebros Tao, Poce gunmen vn Ynquedebronc anado desde la er, esta Djandoduratenueve noches co us ay SEO Iegaria f Teraron i Tens, VI, 35 (DK 58 C 3: eet rO¥ oxnudrav ob xédALorov abetpay elvan rO¥ orepea, 20y BEminebay xbdlow. Artes, Metafsea, 585 931-986 3. 5 Poti, Via Phas. 90 (DK 31 28): wee ls amon del odo cop a ermante uve de at exer es aso que se morn ls que eto 0 oes pol peqeter de mes 40 representan la voz, identificable con cada uno de los tonos de la escala, de cada ‘uno de los planctas', Se trat6, en su origen, de un tema exclusivamente especulatvo, ‘puesto que los griegos no dispusieron, hasta Aristarco, de ningin procedimjento Capaz de establecer con seguridad la distancias entre los cuerpos celestes”. No tenemos demasiados datos sobre cmo se intent6 combinar la escala musical con Jos distintos planetas, ni de qué intervalos se empleaban en esta primera fase de la doctrina, Nuestras fuentes muestran una considerable confusién, debido a que, ‘naturalmente, una idea tan antigua e importante para el desarrollo de ta imagen del ‘mundo en el pensamicnto griego no podia quedar inmutable a través del paso de Tos afios y las continuas reinterpretaciones de los pensadores de las generaciones posteriores. Atnque en tiempos tardios se intentaron aplicar a la armonta césmica escalas tan amplias como permitta el conocimiento del espacio sonoro y la escala ‘musical eonocidos, ¢ incluso, como es el caso de Plat6n, un conjuntd de intervalos larmbnicos que sobrepasabaa los limites de lo sonoro, tenemos buenas razones para pensar que, al menos en sus primeros desarrollos, lo que se entendia por «armonfa» ésmica se circunseribia a la posbilidad de relacionar las distancias planetarias con fs intervalos musicales comprendidos dentro de la octava. La armonia incluida dentro de la octava era considerada la més completa de todas (se la denominaba Sie acer), porque contenta a la quinta y la cuarta’. La gama de sonidos que faleanzaban & producir las cuerdas del heptacordio, instrumento usual en aquel tiempo, ocupaba precisamente una octava completa de la escala diatonica’. Se trata, dde una doctrina sujeta a maltiples problemas. Es dificil expliar, por ejemplo, 6mo Tania Ve Ph. #2 (DK SE C4) Ht Hort x8 bv Aedpolc waveetov; rexpantbe: 8 xEp doa tv fel veiptvec, Que esas stent sc rferen alos planeta queda confirmado, sobre to- 4 pore! mito de ne Reps, que mr adelante consiernemos Sobre l plcacin alos Gel ‘Se Eemeatoseutleicos rrinos en el ptaporio (ft. identeaion del Sol ya Luna eon las {tes de tos Binaventuredon, oc ct), Boyenc, Les Muses et Tharmonie des Sphéretm, Melange deg la Memore de F Gat, Pals, 9461p, * Simple, In De Cae, £7. 4 (DK 12 A 19) «Anaimandso fe el primero que hab de es imensionesy catancis [de planeta) segua Bodemo, ques ste la pamera dterminacion de buen {stv sfc Oboemg r&b] lor panpeics Las dimensiones y las distancia dl sly nL ta nu aonclclas, sao] momento presente, tomando los ees como punto de partisapara ‘SSnotimintey palemos suponen rsonablement, que a Anasimandro se debi tambien este dese ‘rimenton,Natursnente, exo timo es todo contario de una sypostincazonbl Sone Empines, Pr ly 1: sBlos deen tambien gue el cosmos esd dispueso seg possign deta anon a curt, que sepa ex dei, como ocho es ses; a qin © una y medio, ono neve ese y a Gaps, que ex una propor Jobe como doce esa eis. Como aft Frolemeo en au Hamonic, ln armonisdapace se resstado de tue dex otras os (a aii Ae doe scores equvale et teamnoe nomercor ss mle), de ab a preponderacin que ‘btu, de tal manera que, para Nccmaco (or.) «los antiga nit ain capa ‘Rsimisioo, Pte, De Mat, 1164 f «[Pgors|eatimaba sues Hina el onccimiento de lt ‘ikea al conclmiento de a ispasSnn CI. tb. Astoxeno, Mh "Tb hepiacnio ee instrumento vldseos en ln mses de cucda greg. Sin embargo ota- sonia ers un iatrumento mds adevundo pala repeseataion de I ota: oF heptacordio ye] ucrci tenan gaieate a extesion de una ota per, ent Repco, oles dos tetracorcs {dz que se composts eraban unio por uns cues comin ellos (vat), ©, donde ellos estan purses po'vn tomo, (8raGe0Ei¢ uno dels eared Se uns everdar (Gute, Misoia de la ‘lowe Giga, 1.28. Gredos, Ma, 188, p 285). CL tb. G Franchi, eLa Misc», en Blanc ‘Bande (Hina y Chia de on ips, Bt learn 1979, Bareions, VL, pp. 2789. BE a puede producirse una armonia a partir de que cada planeta, por estar situado en una 6rbita diferente, emita una nota diferente. Ea realidad, io que llamamos aqui armonfa nolo es exactamente, mas bien se trata del sonido conjunto de las diferentes notas de una escala tonal”, si bien este problema no era grave para los antiguos, ues su misica no concedia tanta atencidn como la moderna a los acordes". Pero no vamos a centraraos aqui en los aspectos especificamente musicales de este tema, ai tampoco en los mésticos y relgiosos, sino en aquellos que tienen ‘mportancia para el desarrollo de Ia astronomia antigua. Asimismo, no nos propo- ‘nemos examinar todos los testimonios antiguos, lo que excederia del espacio de que ddisponemos. Nos contentaremos con examinar los dos textos ms importantes que ‘nos han conservado esta doctrina: el mito de Er, del dltimo libro de la Replica de Plat6n, y el capitulo IX del libro segundo del De Caelo de Aristtles. Antes, " ‘La cantidad de datos divergentes debe volvernos prudentes a intentar encontrar ‘un esquema tnitario, Los fragmentos de Filolao muestran una mezela de doctrinas {que es diffe integrar en un todo Gnico (por ejemplo, se habla de astros bajo la ‘Tierra, y sin embargo de tres regiones supraterrenas en cl Cosmas; no queda claro si existe o 20 movimiento de la Orbita de las estrellas fijas,ete."), y las opiniones dde Parménides tampoco nos permiten hacernos una idea muy clara, toda vez que, sms alld de la difcultad de interpretar su contenido, los fragmentos cosmol6gicos de este fil6sof0 dependen en mayor o menor medida del pitagorismo, pero tampoco podemos estar seguros de que representen fekmeate la cosmologia de este movie siento Esta oscuridad tampoco puede convertirse en un cheque en blanco al escepti- cismo. No es probable que los primeros pitag6ricos no hubieran tenido opiniones ‘cosmoldgicas en absoluto, como pretende Burkert™, Hay rasgos diferenciales claros con respecto a la cosmologtas milesias que tienen tn marcado carécter pitagorico. La doctrina de la armonia de las esferas es, sin duda, una de ellas. El hablar de sarmonta de la esferas» parece sugerir el hecho de que el Cosmos, Teal, que mansene seared diversas clases de cous.» La meeién mr ania de este ete mo de Tes opinions pitapéreas ex in dude el) peveor Gvarvely que adjudenJenanes 8 dos, ‘pig Diggenes Laerso (X13, DK 20). "8 No ene eta expen carder fan metaxico como te endosan algunos. En geomet sa cepggicn apron pre ln gua pau contest etre Oo sso concétcce Cl Herb, Def. 37 TE Split n Ppt, 33,8 se (DK 2 B 13; Aes, 7,1 (DK28 A 3), Certn, De Nat Dear, 111,28 DK 28 A 37. i¥fumao a Are, & Cf. Bornet, op. cl, p18. Este Him es, de todos modos bastante taro (tig ntedaccion de Bernabe Pairs sla Hinos Hamércor, od. Gredos, Magi, PT. ‘i Para tos problemas del onmolopn de Fla, que habia que aadiralas eld dileulades| xy sospecht que planetnssedcdor desu fopmenton metfiion, Heath, Arsarchu of Samos, Bd ‘Gagndon Pres, Oxford 1913 pp. La antgus opinion de Bune opp. 184s) que Baca de eta prt del Potma poco menas ue un co de a options pitagsne hoy isostenble de wn modo fan extrem. Ex mis correcto ‘Bigara como fo hace Guinre op. + lip), como sana sosmolopa stents sls concepiones fignce peo capes de supers, "Sifter ind Wasertchaf. Stadion 24 Pythagoras, Phllaos und Plan, Navenberg. 1962. La comientedeminante entre hs estodinosanglonjoner sigue eta tendensa, que djen Pras slo fas dots rlgsas dea tonomigrarion ds lt las Barnes, Lae Prscrcas, Cede, 1982, pp. 105 se), Sin embargo, el me hecho Se que Ariteler acta en el De Cae, 28 8 sla Epicecion Ge lx prncpossderecha esiegledaw de In bla pags eo lo que no puede set Sertamente una Joti dsaroligaen clio IV, es ane praca de a anigedad Sela cosmolgit align 8 pitagbrico esté compuesto por una serie de esferas concentricas queen sutraslacién producen esa armonia, Si suponemos que en el primer pitagorismo la tierra era ya esférica, como también lo era la cipula celestial, no deberia haber mayoresdificul- tades para admit que también lo som las diferentes regiones cdsmicas. ero, a pesar de la intima conexién de estas representaciones, suponen una serie de pasos que hubieron de ise gestando muy paulatinamente. La mencién de la esfera de las estrellas fijas en los textos de Filolao",y el énfasis que pone Parménides en laesfera como la figura més apropiada al ser™ hacen pensar que es probable que la esferi- idad del cosmos en su conjusto fue el paso que se produjo en primer lugar. Un cosmos esfrico hubo de evar més tarde-o més tempyano ala idea de una terra redonda, opiaiéa que se le achaca tanto a Pitégoras® como a Parménides™. Sin embargo, el aspecto de los textos de lg Didlogos de Platon que mencionan este hecho -especialmente el final del Fedin®- y la presencia de pensadores que soste- nian en el siglo V que la Tierra era cOncavao plana™ indican que la esfericidad de Jaticrra no fue una conquista temprana enc pensamiento gyiego”- El mismo sistema de Filolao, con una ticrra planctaria, no contiene indicaciones que obliguen a en- 2B Aland, I Met, 58 0 2, 2 Simp, Ps Ie 23.5, DK 248) 2 Digg Lecco Vl 2 (DK 56 Ba oepoeib ee nepioumyyévny Ss ender sp, en Vil 8 (DK 2 AM) se mucin daiatvo [Pura] "Ov cdpevby npUzov Svop owt SSonov nai sqv qh orpovvtany, Oy BE Sebdpeoroe Mepnetiny, Oe BF Zivo “otoboe genes Laeso, IX 21.23 (DK 28 A 1): xpae0¢ BE obcog Av YAY Anédanve cxpeipocith nt 6 pout toa Ens fe Stes, ete ote chs, dee abo ees doin» Pamenic nado Monolocn ea rina ermaone dla dene Sla teas Es Htoment del poutoo poco ¢ osama, Nap, 1A pTULIT. Mas eentemente ba Stes In iu opine Furey, Coons rblos, Ea. Canbrghe Univeraty Press, New Yor etal 98, fp ss. Aa afm a ee no sec fo dbehee the stement ef Diogenes Lar, bcd 09 ‘copier ae dene i tat Pomenides no the at peak of he each aspen. 2) No content co la tidus» Pgrs (nd. hta eats) 9a Pumice, Digs comes ‘thon del essbrinento de exenetd Gea Tere tance + Anacandro (I DK 2-40. Notpor cero, Tne, como ston Fey tan Sexeunsnmente como Diogenes (oem 3). Ux tir def vei de a Term Tales er some de Ac (UN, 10, 1 -Doxopph Grae 3, BOF impada coll 12 1-DK Ina He) ° Fen, 108 pas, nevbeni 2 Anandgorery Dement: Sepia fe de Cac, i, 33 (DK 59 A. $8). Con reese for sna conve de n Tern en Dec, Aaa, M1, 3 (DK 8 A 94): rowed Hey £9 whee Stine 8 £9 poor. Sein Ease (St, DK A 9) In Ter em mpowtmn recess Fe Bema, Lan sels Agatevador, Que ase qu para ene pessoa Tirso aver Yong ms ancha go maps (1,2 KU B "fue anpument pla se Se duoro alot sl eta usage sobre peu de gue concepts de una Tet es exsctntanete mi vend, portato mas tala ge la Se Sen lem plans Nawraimen, no uy cn ntors aa rope Gstiin ler ora be, as “Sguncnaconcr en fiver de una ier edonda enor amass prep soon comet po ue ‘Shia h sonepiéndeocitenn Oe una Tor cco y cacao fain ee coeepaon ‘Strata cao agen Jeon Ties clea en codon, Todo clo punta aque abs conceprones CSazuseron drat on tmp, hata ges mpuo ince nero «Dab he rence Astor ‘omic ct Uber de Besteafo rr Rago rat df spit, da le taioneln ‘Bowes fre Kogelgett ene sch is inh ptesenstononachenHadache ongee ben, mit der Widen des Beceahyptnnetoponen (Reomedey 60,4 Plans “4 tender que la forma de los astros sea esférica, Fl papel de «espejo» del Sol (heren cde Empédocles) no sugiere precisamente una forma esférica, aunque no sea incom patible con ella”, Ciertamente, Ia mencién de la Tierra y la Antitierra podria albergar, en parte, cl eco de una previa convicein de la existencia de las antipodas. Pero no tenemos datos para conclir, si es que era una opinién entre los antiguos pitagéricos la esfericidad de la Tierra, que fuera una opiniOn establecida, como lampoco lo es su lugar en el universo Sila esfericidad de la Tierra es ya un asunto dudoso en el primer pitagorismo, sms ain Io es la de las regiones eclestes que la cireundan, En el mismo Parménides no encontramos esferas celestes, sino los aillos antedichos. Los textos doxogriticos hhablan sin embargo resueltamente de esferas de los planetas junto con la esfera de las estrellas fjas en Filolao”. Pero es ffeil que se trate de una imprecisién del transmisor, méxime cuando estos textos se encuentran en su mayoria en comentarios a obras de Aristoteles 0 Teofrasto, cuyo universo sf que estaba compuesto de esferas cconcéntricas. ‘Con todo, una cosa es ordonar cl mundo en regiones concéntricas y otra enten- der que cada planeta es llevado en una esfera que posee un movimiento propio. Esto iltimo se lo atribuye Te6n de Esmirma a Pitégoras Ls impresin de cambio en ef movinieno dels plantas se produce porque parecen verse trasporalees ities dear sigce dl nian en determinados cleus propio, unigas ‘Stern props y movidor por se movimiento, como Pitigoras observ pos prinera ver» Esta Gltima visién es, con toda probabilidad, anscrénica para los tiempos del primer pitagorismo, S6lo tiene sentido hablar de esferas cuando éstas revsten un papel en el mecanismo césmico, y esto no se produce antes de los tiempos de Eudoxo, Calipo y Aristételes", Eudoxo sf que intenta entender los complejos mo- vimientos de los cielos en términos de unas esferas que giran transportando el planeta y siendo levadas por otras, aun cuando ao tengamos noticias de que inten~ fara reunir sus explicaciores particulares de cada planeta en una representacién unitaria det cosmos, Todo ello supone una distincifa entre movimientos aparentes y reales, yuna complicacién en la explicacién de los hechos celestes impropias del ‘ono y las coordenadas en que es razonable suponer que se movia el pitagorismo antiguo. ‘Sys [4 Endomus Kun’ Col XU I Bla), Und wenn in Plates PhaGo die Mitelmeergegend noch Alp beckenrige Vervtung (goto), gin deren Mite Gus Wasser rusammengefosen ist ‘und um tls cie Menschen wie Frsche um cinch Tame! wohnen’ (S109 A), so ben ws ier schelbar eine ‘Gnemest au denn Demotech Arohelaiscon Welds (Eramk Pla und ie sogenanter Pyeha gore, od, Wisenshaiche Bebyeelcht, Daststa, 162, p18. "W SSie et papel el So en Empédocts Aci, 2,13 (DK A 58. No tenes datos sobre fon del Sl en Empédoses, pero pest ie In Lin tena par forma de dco (Biaw0e184,Dis- genes Laereio, Vill, 77, DKA 1,9 Accto, Il, 27, 3, DK 31 A 60), 0 lenticslar Gi sheipoiteg AME Gomertee bors val SsoweBEs utr, Ouaoe Ram, 28% DK) to mas pebable es gu el So unc anblen sans, forme ns propada para el ppl fe Tete o de espe qu cece en su ssema, yen el de Polo (Ae, Th 20,1 DK 44 A 19). ‘WAlgjando, br Met 985 93 (pl SD 23895 Brandi, 0, 24.811 Hayat). 2° Ten de Eamien,p 212, 68; Marts 2% Burne op cp 1889. 45 ‘Trataremos de mostrar a continuacién cémo en la descripcién platénica de la doctrina pitagorica de la «armonia de las esferas» no est4 presente tn cosmos ‘compuesto por esferas conoéatricas, contra lo que a primera vista pudiera parecer, Yy que tampoco precisa entre qué elementos ha de producirse la armon‘a,sies entre las distancias, o entre las velocidades (relativas o no) de los planetas, Es a Platén a quien debemos la representacién més antigua que poscemos de la armonia e@smica en el pitagorismo, la cual ¢s harto enigmstica. El mito final de la Repitblica® presenta la estructura del universo como una serie de torteras engarza ‘das en el huso de la Necesidad: ¥ deat los extremog veto tedido oso de a necesita, merce al cul gran fdas las revociones feepope. Su vara fu gacho tan e stay ls totes de oth meta se aay de otras materi. In natutlesa dees tortor er eget et fra coo las ‘de au, pero, sega lo que i, haba que concbirla tu maners de a foreta ec feterumente hues etl ve se hubise emu otra semcante ie feush como ses ‘tando justin unas dentro de ors yas wa lererayuns cua yotas vito mds. Ocho eran en fet, sorters en tl metas un en ora y taba sei sus bones como tress fomandoissopercieconinus eunn sola tert lededor denver awe ewes Ge pane prt el centro de octave El huso que agu se menciona es un huso manual, anterior al empleo de la succa cnc lado. Era, fandamentalmente, una vara alrededor de la cual se iba enrollando el hilo. Esta vara tenfa un contrapeso para equilibra el gto, la tortera, que solia ser un anllo de piedra. Se tata de un tipo de huso que ya conocian los micéaios, Y que ain hoy se sigue usando en algunos palics del Mediterrinco Oriental El hhuso que aqut describe Platin tiene una tortera compuesta por diferentes anllos cconcéntricos, y son los rebordes superioees de estos anillos,vstos en perspectva, lo que te sive para representar los planctas. Estos rebordes concéatricos sucesivos de las torteras, con una sirena en cada uno de ellos, tienen diferentes colores, velocidades y anchura®. Son, pues niles planos, y no esferas, las regiones en las que esti situados los planctas. Ciertamente, el texto permite cierta ambigtedad, puesto que no explica la forma exacta de la torera, que podia ser, como he supuesto, ‘un anillo, pero tambien -lo que es menos freevente-podta tener forma semiesferica, Para algunos intéxpretes, lo que representa el mito es un universo esférico en el aque, para poder contemplaro, se ha practicado una seecién ecuatoral". Asi, el cosmos de la primitiva representa pitagieneataris formato por exfera con céntrcas que tepresentaran cada uno de los planets, Pero aunque se admitiera B rieén, Repbice, 614 0s, Bid,tloce 2th, Singer et al, A Hixon of Technol, , Clarendon Pret, Oxford, 1957, op. 2002 3 Tino, 2% am, Te Repub of Plo op. 45-7, Heath (opt. 154) comenta que esta atespee- ‘aco, no dominant en Ios comentris anfiguos,tene vena de Cimsar el problema de profundided dels tosteras, que no et mencontds co slogia momento por Plato, 6 ue las torteras son semiesféricas, lo que es quizé més grafico, ya que al menos es la representaciéa que mejor conviene a la octava tortera la que est& por la esfera de las estrellas fijas, son los bordes panos y concéntricos de las torteras, y no toda la semiesfera lo que representa al planeta” Por lo demas, ninguno de ls textos de los dems dilogos de Platén permiten hablar de esferas, nicl Timeo ~donde Platon s6lo hace intervenir bandas y circulos-, ni las Leyes. En la visiGn arcaica del mito ‘que nos ocupa nada obliga a entender que se trate de esferas, y sacar esa conclusion. seria forzar la interpretaciGn. Se describe un modelo del cosmos visto desde arriba, en perspectiva, y que dstingue una serie de bandas ~situadas en semiesferas, en el mejor de los casos-, pero que no pretende constituir una imagen adecuada y precisa de los ciclos, sino ‘una alegoria mitica. No se representa en 61, por ejemplo, la inclinacion de la ecliptica®. Si se fuerza la interpretacion del texto se podria aven- turar, en todo caso, que Platon estuviera aqui influido por la vision de Eudoxo de a mecdnica celeste”, pero seguiria sin haber motivo para transferir al pitagorismo ‘esas supuestas esferas concéntricas que transportarfan a los planetas (y que el texto no menciona), so pena de volver ininteligibles las observaciones de Arist6teles en cl De Caelo, quien, como veremos, niega la posibilidad de una misica celestial precisamente porque los planetas no se mueven libremente en un medio que les presenta cirta resistencia, sino que lo hacen fijos en esferas que giran alrededor de un centro, Quizé lo que ha llevado a pensar que este texto trate de esferas sean ls prejuicis de los traductores, que suelen traducirstepupopiee por «esferas»®. Lo ‘que tenemos en ese pasaje es una metéfora, que asigna una regiGn a cada planeta, porque cada planeta tiene una velocidad, una distancia y un color determinado, pero no se oforga ninguna funcién clara a estas regiones en la produccién de ta Armonia cOsmiea, ni se especifica cual es su papel. Aunque Plat6n crefa probable- mente que la velocidad es responsable del tono que debe atriburse # cada uno de ls planetas", no lo arma explicitamente: “1 uso foo dabavstias om movimiento unfome yeh ee todo que a aba lo set ‘ira mi itesioves dan vuliae sve, letamentey en senda eonrao al conun; ‘dello el que lei mas elcid er cl ecav, Seu el sepimo, el sent y el gusto, low ee e uy el conto le pes que eras tarearo ent veloidd de ese movimento Ta eho que subaye, entre otros, Guthrie (pcp. 28, m 242) de que al menos octavo lreulo est representanda a cles no Jobe de ater como una praca de gut los deeds exes ‘epresctundo won gu semejaoe- Date recorise, por Gjemplo, la despa del exudo de Aguile ‘fst eanto XVII dea Mada, donde el mundo conocido re representa por res fanasconntias, néan, cr, pula celeste Que la cipal celeste foera semester bo inca, logeamente, que tas ees partes a represents furan, "S'Gge gin spunoe, podria haces corespondes con la profiad de as torteras ene aso se gy ta fueranclindn y no efensae. CF Heath, op. cy. 154 Eoperinimente orprendente tela linen devon der Waerden, De ehagorer, Ea. Artemis, ‘Zarich ara 17 pp. 8, dele, apoyinoe en fuentes secndaria tars, en elmo de Er de a Fenigice wa pra epiean de os movimiento cls en trios deeply deferens En Repbsa Gig Flemoseeocadoigeramente mane undocel de Faby Tesninder Galiano, amband esfers por eeluiones. Tomb a raduccion de C. Eggers Lan toma mime ‘ecsidn Tambien Sovéyete de Eplnomis 96 a son inerpretagar como exfeas ela Weduceon francesa de des Places, "St: Time, 7b Ba woe cuando es pid, os aguas es mds eae, sms graven ”

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