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: FAL UL TAU DE HUMANTOADES 4 Separata del N'4 de i CUADERNOS DE LITERATDRA H INSTITUTO OE LETRAS Gave OPIADORA =I WEES owe nn CS / ‘ Jorge J. Monteleone LA NOCION DE FUTURIDAD Y LA CATEGORIA DE PRINCIPIO {LA VANGUARDIA :IISPANOAMERICANA dad_y lu cateyorfa_de_prineipio. Con el téemino vanguardia nos referimos a los movimien- tos estétlcos qu préliferaron hacia 1920 en Hispanoamérica, Europa y Estados Unidas y que comenzan entre 1909 y 1910. En las teorizaciones coctfinens a los movimientos de vanguar- dio, la ooeion de futuridad era un lugar comGn. Extn nocion rene un. significado temporal y otro espacial. Lo f:suro, es quello que. sigue, pero también aquelio que est stelance, nds all. Esto es visible en las obvias connotaciones bélicas tel término vanguardia, en el vocablo futurismo o en el vocaq bio ultrafsma] Marinett! prociama: que "el pasado es necesoria- Gyente inferior ui lataro" (1978, @5): Ortega y Gasset evcrive hacia 1924 que el rrte "deshumanizado" dle la vanguardia alve- fa las formas prinrlas de las cosas fagundo de to realy Creando objecos irrevles: “ultra-objetos" (1985, 27); Unamuno, gn 1527, sebalo el carater no puntual de la idea de futuro en Su carta a Borges: "El futurismo,” por ejemplo, e2 tan vacuo Como el preteritismo, el presentismo o el eternisixo. No es lo misino la futuridad" (1927, .8)) Como vemos, en ei objeto esté- tico vanguardista se acentfa el aspect Inventivo, constructivo, desu a Por otra parte, su condicién de novedad es, en Srumisma, un valor: el objeto vangeerdista no s6lo nunca fue, Sing que siempre’ ser, )En esto radicai su actualidad: acrecle Mtn el amundoy leva cn sf st future. VisiGn casi fenomenol glen del objeto, swwjuesto como sfineésis de horlzontes, os ¥ temporal. Pers vanguardia, también son valores ef cine Intsung y tae sir ulti ‘objeto se desplaza cn el tiem poy en el esyricin, deve poseer ta capacidad virtual de, fe: Perrer simulténeamente todos los lugares y momentos posibles 37 al proyectarse en un sitio y un instante Gnico: yan la pluratidad espacial y la -temporal. ©: Parad6jica se advlerte con mayor claridad en el manifiesto " teatro futurista sintético", qué data de 1915: “obtenemos un dinamismo absoluto mediante la compenetracién «de ambientes + Y Memos distintos. (..) en Ia sintesis futurista Simultaneidad hay dos ambientes que se compenetran y muchos tiempos dl tintos puestos en una accién simultéinea" (Marinetti, 1978, 173. 174). Citemos, asimismo, algunos fragmentos del primer mank flesto ultratsta, donde se confunden las nociones de ilinanis. donde conflu- ta formulaci6n ; mo, novedad y “futuridad: "Los que suseriben, JGvenes que co. pleno, de afirmacién future, necestnn declurne st volune tad de un arte nuevo" ( "Nuestra Hteratura debe renovarse: debe lograr su ultra como” hay préteiden lograrlo nucsure pen- sumlento clentffico y polftica” (..). "Nuestro lena ser Ultra ¥ on nuestro credo cabrén todas tas tendencias, sin uisuincloy, 7 : Gon tal que expresen un anhelo nuevo" (...). "Por el momento, oO creemos suficiente lanzar este grito de renovacion" (Cansinest Ass6ns, 1919). Este anhelo novedoso es lanzado, arrojado hacia lun mas all6 Tuturo, de modo que novedad y fauuritat wor ce encarnaclones del dinamlsmo. - De las significaciones antedichas hemos querido acentuor ; el aspecto temporal: porqud; en cierto modo, el carficter espa- uy fattzadlorcomcreto, del arte vanguardista es un elects deen * funcin del tiempo en su sistema idenl6gico. Podrlames cer il Ceres Zen, 8 literatura hhispanosimericana y observar, a pare Ur de Ja dialéctica temporal; de qué modo la. vanguarcla impli- i “eA tuna negacion de la temporolidad modernistas Kacy tle eee t viene citar aguf las agudas relexiones de Octavio Paz en sa ensayo "El caracol y la sirena". Podria afirmarse que la con, clencia del devenir obliter6é el modernismo, Paz advierte en el término modernismo una fe i genua en la actualidad, que + | fevela una obsestén de presencia, de anclaje en la historio’ \ partir de un entrecruzamiento de ‘tiempos histGrleos, de le cone i vergencia de lo antiguo y de lo moderno en una actualidad ey fucesiva. "Si el modernismo es apetito de tiempo --escribe U Paz , sus mejores poetas saben que es un tlempo dosenene nado, La actualidad, que o primera’ vista parece wna plone de tiempos, se muestra como una carencia y un desamparo: no Ja habitan ni el pasado ni el futuro. Movimiento -conden doa Negarse a sf mismo porque lo Guleo que aflrna ee el acre tnlento, el modernismo es un mito vacto, un alma seabed, una nostalgia de la verdadera presencia" (1974, 81). Fsta sites (Rcicnyaciimccerasai, informa lus inicios vanguardistas como un | : mienzan a realizar su obra y que por eso creen tener un valor | | | i 38 ‘ espe): rasgo table modo dlluy: embli Elm la ve pov: dew mito ble t doe ese « se. pued: tea se re cade vice mode duda privit texte espejy invertide, De alyGn modo, la vanguardia dialectiza estos rasgos del modernismo. Si el lugar de Sste es el presente ines table de la sucesiGn, cl de aquella es el futuro, le cual es un modo de afianzar un presente perpetio que no’ se precipite y diluya sino que se recicle de,continuo., El modernismo busca Gser actual, pero ta vanguardia’ lo es de hecho. Si el arte emblemftico de uno es la mGsica, el de-la otra es la plastica, El modernismo buscé una suerte de actualidad suprahist6rica; la vanguardia devidiG que » partir de ella se iniciaba el "tiem= Po verdadero". Por ello, si el mito modernista es la mfscara de un vacto, Ta vanguardla proyecta objetos estétices como un mito genético...La-operacién vanguardista consistirfa en una do= ble wansferencia: el incesante transcurrir temporal transforma- do en un espacio estitico y la consiguicnte mitificacién de ese espacio que el poenia nombra para perpewuarlo y perpetuar= se. Para slstematizar los varios sentidos que confluyen en ta noci6n de futuridad, podrfumos recurrir a conceptualizaciones ve orden semidtico, tales como las categorias de "principio" y de "Gin", como las plantea Yuri Louman (1978, 261-270; 1979, 199-203). No debe olvidarse que para Lotman el arte es un sis- tema modelizador. Es decir, una determinada norma estética reproduce siempre un modelo del mundo con rasgos més 0 me- nos generales. "Al ser espacialmente limitada --escribe Lotmen-- , la obra de arte representa un modelo del mundo Himieado" (1978, 262). Por ello las categorfas de "fin" y de "principio" de una obra artfstica guardan relacién con el pro- blema del marco de In composicién —--es de mites-- pero también poseen una funcién modelizadora. Esta funeién revelaré el modelo del mundo que postula un sistema ideoldgico determinado. Lotman estudia Jos sistemas modelizai tes secundarios de tipo no artistico (mito, religién, etc.), pero observa el efecto de doble significaci6n de los textos artis- ticos.(1) Por una parte, la delimitacién es una condicl6n In dispensable de todo marco composicional (principio y fin de un lexto, marco pictérico, proscenio teatral, etc.); por otra, puede darse que un mismo texto "en cuanto artistico se. some- fe a las leyes de Jas fronteras.marcadas y al-mismo tiempo se remite a un sistema ideol6gico con el ‘principio’ no mar- cade (y, por lo tite, con un 'fnt fuertemente marcado), 0 viceversa" (Lotman, 1979, 203). Si pensainos en la funcién modelizadora predominante en los textos de vanguardia, sin duda se advertir tencncia 8 un sistema ideol6gico que privilegia el remedando en su funcionamiento textos no artisticos como’ los mitos de creacién o genéticos. ir, de sus 39 En esos textos, “lo que se ha creado (que tiene un prin- clpio) se considera indestructible: (que no tlene fin}. Ast, los mitos de ta creacién de la tierra (u otros mitos genéticos) pue~ den no entrar en oposici6n binaria~cort textos escatolégicos" (Lotman, 1979, 202). En tal sentido, el sistema de la vanguar- dia promueve- la imitaclén de un pensamiento mitologico. En ese sistema, se sobreentiende que aquello que tiene “principio” existe, Que’ el arte verdadero, el arte hist6rico, se inicia con ‘su acto de fundacién y que su ms allS es la proyecci6n de un acto primero. Lotman plantea la hipétesis de que las estructu- ras con el "principio" marcado son caracterfsticas de culturas JOvenes, qué procuran autoafirmarse y que son conscientes de su existencla propia (1979, 202). Lan vangunrdia erie su jayen- tud como promesa de reallzacién futura y como reaseguro ‘con- tra la decadéiicia dé un pasado inmediato que repute ilusorio. {se sin perjulcio, de que cada escuela de vanguardia se con- sidere a st misma como la Gnica vanguardia verdadera y estime la producclén ajena como una repeticién del pasado. Asi, Huldo- bro pide al futurismo que no se proclame un arte del futuro sing que, humildemente, construya el arte de nuestros dias (1976, 742). Parejdmente, sefiala que los creacionistas han sido los primeros poetas que profundizaron el: carécter Inventivo de! lenguaje poético. Su profesién de fe marca el "principio" en la postulacién del creacionismo como nuevo, lo cual implica acen~ tuar la futuridad. Asf, declara: "Lo lego a los poetas del matiana, a los que serSn los primeros de esta nueva especie . animal,’ el poeta, de esta nueva especie que habré de nacer onto" (1976; 739}. De ese modo, la poesia esti por nacer nocién de futuridad-- pero su. nacimiento sera cristalizacién de un impulso postico primigenio --marca de 1 "principio" a Qe 2. ‘Tematizaciones rocedimientos _constructivos_e a2 de la nocién de futuridad: Vallejo _y Huidobro. le eee eee eee ae La nocién de futuridad, que conlleva una conciencia mit6- y_ ) sone, ened lgada a diversas “tematizaciones, y_ procesimtentos y copstructivos. La irrupcién de textos como Trilce, de Vallejo, x ent 1922) significa una consiguiente quiebra de Ja ‘previsibilidad 3 del “tisCurso po8tico, tal como ocurria con la recepcién de 5 textos moddernistas, cuyos procedimientos se habian convertido en clichés, Esa ruptura de Vallejo implica, paralelamente, la construccién de un discurso postico nuevo, Pero significa, tam- aw - { bién, algo més. Lo finalidad de Vallejo, tipicamente vanguardis- sir pe ta, es -utdpica: Intenta crear una lengua poética como por pri- Teetdeaysts ye mera vez, anunciar, al ifismo tempo, la muerte de un mundo viejo y él advenimiento de un. mundo nuevo que una renovada mirada po€tica ‘revelarfa. Mundo nuevo, otredad, Smbito supra~ rreal, mAs alla po6tico: espacio Hrico ‘privilegiado, zona donde se unen los contrarios, territorio se tmposibles. Vallejo opera en cl plano mAs profundo de la lefigua, en el plano del sentido, y lo desquicia, El discurso poStico de ‘Trilce conllevarfa 1a maxima tensi6n a la que puede someterse ta lengua para Valle~ Jo ys, asf, tanto una manifestaci6n poética Gitima como un primer balbuceo de lo que vendré, Poema, por excelencia, pol valente. El nuevo modo de mirar, el nuevo modo de decir, im- plican una estética” por venir, una estética de futuro. Eso ‘Nev 8 una tematizacién_acentuada de la temporalidad en Triice, don: derhay-constantés imdgenes que—atuden—at temps, Tas horas, los dias, los aos. Vallejo se vale, por ejemplo, de rupturas l6gtco- sintcticus mediante frases mal formadas ‘del tipo “en cuanto serf tarde, temprano" (1973,7) 0 "El traje: que vestf manana’ (1973, 14). O bien instruye precisas informaciones. temporales sobre instantes donde el tiempo de la realidad ffsica se sub- verte: "Y¥ las manitas que barquitlan/asiéndose de algo flo- tante,/ a uo querer quedarse./ Y stendo ya la 1" (1973, 78) 0 "Estamos a catorce de julio./ Son las cinco de la tarde. Llueve en toda/ una tercera esquina de papel secante./ Y llueve més de abajo ay para arriba" (1973, 112). Toda precisi6n temporal en Trilce representa un tiempo distinto donde el transcurrir sucesivo tendré una ra transformacién como tiempo mitico. Tiempo de la futuridad, no de un mero futuro: Ulempo actual como fo definia Unesanno: "io actual na es precisamente lo pre- sente. Lo actual es lo que acta, y actGa todo lp que ha actua- | {\do, y actuara" (1927, 8). ‘Tiempo donde el principio y el final, el presente donde el pasado y el futuro confluyen, se resuelvan en una pluralidad a que no signifique la abolici6n del tempo mismo, sino la ins- lauraci6n de un temipo distintp—del real --humano--, tras a recuerdo de un pretérito situadéen el futuro: lugar de una io, ausencia temporal como radical transformacién del transcurrir: iad "No ser. to que, atin.no haya venido, sino/ lo que ha legado y ‘le ya se ha ko", eseribe Vallejo (1973, 37). ni . La conclencia mitégena del creactontsmo también se_ ve ta | con claridad, Huidobro piensa al poeta como un Artista-Dios ue que no imita a ta naturaleza, sino que crea un mundo paralelo tis: siguiendo sus leyes constructivas Internas: mundo textual, inde~ tle pendiente del mundo "real". Pero Huidobro, no tiene ninguna vocacién Irracionalista, pues acentGa el catficter constructivo a y el logos propio de ese mundo po6tico auténomo. Asimismo, mun sdicha“construccién postula su propia temporalidad. "La poesfa --escribe Huidobro-- es un desafio a la Raz6n, el Gnico de saffo que la Raz6n puede aéeptar; pues’ fia crea su. realidad 3. en el mundo que ES y la otra en el que ESTA SIENDO" (1976, 716). Uno de los procedimientos para crear ese mundo-otro con- siste on la construccién de ImByenes puras, donde se reallecn fusiones analégicas (nuevas para el momento histrico en que poli se producen) cuyo rasgo mas evidente es el de una incompati- gua bilidad seméntica. Un ejemplo claro lo da el sintegma horizonte Tas scuadrado, Agreguemos que dicho procedimiento vanguardista, est basado en la correlaci6n dé lejanias --como lo ilam6 Borges gua To conciliacl6n de opuestos, Wambién es modeliznnte, por cunato cult proyecta un modelo de cultura. Asf, podrfa ser reintroducido el problema que plantea el eje cosmopalitismo-nacionalismo a. par- Ur de tal procedimiento, Intorrogunde, sobre todo, el tipo de Conciencla lingiifstica que provoca. Al respecto, solo pudremos esbozar agut una o dos preguntns. Sabemns, por ejemplo, que en Dario se produce ese "galicismo mental y lingiistico” que ‘sehulé Ia critica desde la observacién de Juan Valera (Lopez Morillas, 210-217) y que podriames reconocer como un galicis- por mo en su competencia poética. De In cual, por otra parte, mes _Darfo era conciente, cuando afirmaba que "no sélo el galicismo rea “oportuno, sino clertas particularidades de otros idiomas, son utl= enw Msimas_y de una incomparable eficacia en un aproplado. trasplan- es te" (cit. en L6pez-Morillas , 216). El "galicismo lingiifstico" (is Indyjo a una modificacin del disetirsy poGlico americane » par- dal Ur del heverogéneo sesgo radical, de la “extraterritorialidad” ~-pora decirlo con George Steiner a la que lo sometis el i cruce con otra lengua. Pero en relacién con esto, cabria pregun- tarse por qué Horizon carré, de Iluidobre, aparecido en Paris hacia fines de I9I7 y escrito en lengua francesa, es, como pun | tualizaron varios crilicos, uno de los textos que extreman las virtualldades del modernismo en la nueva lengua poética de la vanguardia, Es decir tpor qué raz6n Huldobro eseribié un libro claramente prevanguardista como El espejo de agua y reescribio i algunos de sus poemas en una lengua po€tice ya delinidamente vanguardista, pero graduciéndolos al francés en torizon_cazré, como si las nuevas e inesperadas imfgenes vanguardistas pre clsaran ‘de un extranamiento lingiifstico para surgir, cxtremandn, de paso, el galicismo lUngiifstico de Darfo?, Todo le cual debe plantearse al considerar los mecanismos de apropiacién caracte- Fisticos. de la cultura hispanoamericana. Estos, en el caso de Huidobro, “reaparecen en el” procedimiento modelizante que FeGne dialégicamente, al constituir un discurso puCtico nuevo, 42 ea, 7 & Nismo, 20 9 de- lidad 1976, * co alicen que npati- tone dista, rges-- wanto ido cl + par- po de remos parte, sino ‘splan= © pars Midd" 16 el » pun- in las de la » libro seribid mente gare, + pre- nnndo, 1 debe racte- wo de + que nuevo, mundos lingifsticos opuestos. 3. La_categorfa_de_pringipio_y el _tema de _los_antepasados en Ja_vanguardia argentina, Cabria senalar el problema del nucionalismo y el cosmo- polltisme relactonado con la categoria de principio. en ta van- ] guardia argentina, nucieada en la revista Martin Fierro hacia la década del veinte, Beatriz Sarlo calificé con justeza el ideal } estético det martinfierrismo como un eriollismo_urbano_de_van- guardia (1983, 158-159). También’ en ese proyécto ideolégico- cultural serfa posible advertir rasgos de una conciencia mit6= gena, que unimes al "principio marcado, L Para la vanguardia portefia Buen objetos de culto, ttems (el vacable es d Aires y Pampa son Borges) que el nuevo sistema cmplaza en cl pocma como centros de una estética fun- dacionul. Repeticion de la dicotomia campo/eludad: dichos polos reaparecen como nficleos extromos de un circuito que se re~ escribe, metonfinicamente, ex los emblemas de la vanguardia portenat Florida y Martfu Fierro. Viejo dilema americano: la metrGpoli abierta a Tos vientos del. mundo y la campana como reuseguro de ta nacionatidad. Pero sila vanguardia inventa, campo y ciudad son invenciones: espacios miticos.- En Borges esta conjunci6n es clara: diviniza los vocablos pampa y suburbio (1926, 18); sitGa su espacio poético privilegiado en un sitio deliberadamente excénirico respecto dela urbe y de la pampa, cquidistanse mibas © indetermivado: ef subuebto, las orillas, vrabales, Zona indecisa donde campo y cludad confunden sus ITinites y entrecruzan sus atributos. Asi, desde el horizonte de un suburbio Borges funda mitolégicamente Buenos Aires. Reaparece aqui “la marca de "principio", coincidente con la usién de la vanguardia portena de pensarse como inicladora de Cuestiones vinculadas a una cultura nacional. Sarlo senala que esa falsedad hist6rica revela una verdad ideol6gica (1983, 154). Silos escritores del Centenario plantearon antes el mismo pro- blema, existirfa una tradici6n vigente de pensamiento nacionalis- ta que la vanguardia retomaba de hecho. Pero si su. propia cons- Utucién como vanguardia Implicaba presentarse como una "nueva naibilidnd” 0 uni Maeva Comprensi6n", situurse ante "panora- Ii"! mus Insospechados" y emplear "nuevos medios de expresién" (El |, Mwonifiesto de "Martin Fierro", cit. en Prieto, 1968, 13-18); si {implicaby una ideologia de futuridad: é¢6mo retomar, sin trai j' clonarse, cuestiones acerca de la identidad nacional que se plan- te6 un movintiento estético repudiado?. Uno de los procedimien- tos, como dijimos, es apropiarse del criollismo, reformuléndolo desde una nueva estética donde varie su funci6n y fundando un é espacio mftico-poético privilegiado donde 1a. nacionalidad se encarne “naturalmente". Por eso Doi Segundo Sombra sera un paradigia, ya como oclusin y trascendencia de la linea Bauchesca, ya como mitologizacion de la pampa y el goucho elevados a “Ideas”. Otro procedimiento es apelar a ios antepasa- dos. Borges fue, quizS, quien lo explicitG més tempranamente y quien se percaté de los paradgjicos riesgos de inexistencia en fos que_el culto de lo nuevo podfa sumir a la venguardia n su comentario bibllogGfien al estudio Literaturas peas de yanguardia, de Guillermo de Torre, Borges escribe: *Primeramente, quiero ccharle en can progresiamo, eno ademén molesto de sacar el retoj a cada rato. Su pensumionto traducido a mi ddioma (con evidente riesgo de sofisticarla y ambiarly) se enunclarfa ast: Nosotros los ultrafstas ya somos oO los hombres del viernes: ustedes rubenistas son los del jueves y. tal vez los del miércoles, ‘ergo’, valemos mas que ustedes... ‘A lo cual cabe replicar: sY cuSndo viene el sGbado, dénde lo arrinconan al viernes?" (1925, 4). La vanguardia también acen- tuaré su futuridad de un modo contrario en apariencia: legiti- mando su actualidad.con ta recreacion de un pasado, "adelantan- dose” a su constitucién como memoria cultural. Asi aparece el tema de los antepasados, los mayores, los lingjes, los fundado- res, los poetas de Ja tradicién en los primeros libros vanguar- distas y, sobre todo, en la revista Martin Fierro, Esta tematiza~ -| cién cristaliza, con, rasgos arquetipicos, en textos publicados cerca de’ 1930: Por ejemplo en Cuaderno San Martin (1929), de Borges; en Oclas para el hombre y la mujer (1929), de Marechal; en Panegirico a Nera, Senora del Lujén (1930), le Molinari. Para ser constatada simulténeamente como cultura nueva y cultura nacional (lo cual implica una tradicién hist6rica preté~ i -rita), la vanguardia, negadora del pasado, lo-re-crea: lo inventa : ‘© lo apropia. Cuando Oliverio Girondo propone en 1925 erigir ‘ un monumento a José Herndndez, los martinfierristas intentan ° aduenarse de una figura que habia reivindicado la literatura : oficial (Lugones, Rojas, Bunge). Apropiarse de Hernénder y de otros antepasados implica para la vanguardia sitwarse en. la "mas enraizada argentinidad", pues en la obra de los antepasados --que los vanguardistas hacen re-circular en sus textos--, "los argentinos futuros rastrearfin y hallarin su espiritu y origen" (Martin Flerro, 1925, 2). (3) Puede inferirse que el tema de los antepasados no es pri~ vativo de la vanguardla: el modernismo argentino también lo prodigé. Alli tenemos la "Oda a los padres de la Patria", de 44 nism La por hues ya mew ello, reap yu geni 9, 0 vang prine tenic cin. te. ideo! ment dent: ame! coins preg: Poem: Banchs, publicada en "Nosotros" en 1911°o la més tardia "Dedi- Gatoria a los” antepasados", de Lugones, ‘que encabeza los solurlegos (1927), pero tributaria de la est6tica moder. nista, Y, sin emburgo, la tematizacién de los ancestros ocurre en la vanguardia como por priméfd vez, debido quizi a un parad6jico sentimiento de carencia. Para los modernistas el vin. Gulo con los antepasados se bast en una relacién de armonta, Cuando Lugones escrtbe "no hay m&s que un eco/del canto natal que traigo aqut" (1927, 6), sefala indirectamente que sus_mayo- Fes no necesitan ser invocados porque, de algin modo, el poema nO es més que una encarnaci6n -histOricd de “sts lejanas’ voces: €s un eco, una transubstanciacién de sus actos en las palabras gel poema. Basta hacer una sola relacién para verificar ese “césmico" vinculo entre tos antepasados, ta patria, el yo poétice enuncia_y ef pocma mismo: “ien 1a Unidad. Ofd: les almas se bunden/ en tu sombra de ore, Paesta” (Banchs, 1973, A esta relaci6n especular se revela el modelo del munde’ Cstablecidy subre el sisteme analgico que privilegia el moder, nismo, en cuya actualidad convergen lo antiguo y lo moderne. La ‘vanguardia, en cambio, rompe con el sistema analdgico y, Por consiguiente, toda relacién arménica con el pasado se in. terrumpe. Entre otras razones porque, para constituirse como nueva, lo rechaza. Pero al mismo tiempo acenta el principio ¥ @segura su futuridad al construirse anticipadamente como una Memoria, ya que el arte "verdadero" comienza, con ella. Por ello, se ‘legitima apelando a los antepasados, - haciéndolos Feaparecer en el poema, como memoria. de actos Tundacionales, ¥ ungléndose con la temporalidad cas}, mftice de hechos pri Beulos. ‘Transferencia de ‘duraci6n para asegurar su historicidad © mejor dicho, alcanzar la finalidad utépica de la ideologia de vanguardia: vencer_ al tiempo. Esbozamos aquf la noci6n de futuridad y la categorfa de Principio relacionadas con la vanguardia_“hispanoamericana, teniendo en cuenta su alto grado de abstraccién y generaliza. cl6n. Quisimos acefituar, por clerto, su valor siempre modelizan. fe, Estos conceptos, relacionados estrechamente con la misma Weologtu de vunguardia, pueden contribulr, al acentuar los ele- mentos rupturistas y Jos rasgos comunes con la estética prece- lente, a reconocer’ tos conflictos del proceso cultural hispano- americano, Flujos y reflujos "en busca de nuestra expresign", como decia Ienriquez Ureia. Ahora nos contentamos con hacer Preguntas al pasado y, como los ya viejos vanguardistas, tentar 45 el futuro. Comstrnrr avestra historia |rleraria es tambien. + yw acto ue yanguuraiu: renovady principe y futuridud. var (Solo se el trabaj Banchs, Borges, Cansinos Girondo, - I Huidobr Lugones : : L6pez-h ‘aunbida BIBLIOGRAFIA (Solo se consigna la edici6n utilizada de los libros citados en el trabajo). o Banchs, Enrique, 1973: Obra poStiea, Buenos Aires. 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Vallejo, César, 1973: Trilce, Buenos Aires. + 1979: Obra poética completa, Caracas. NOTAS (1) Los sistemas de” modelizacién secundarios son _lenguajes } secundarios de comunicacién, es decir, "estructuras de comunicacién que se superponen sobre el nivel. lingiifstico 1 natural (mito, rellgion, etc). El arte _es_un sistema de modelizacién_secundario" (Lotman, 1978, 20). (2) Refiriéndose a ta significacién numérica de ‘Irilee e in- dagando los valores del tres, Guillermo Sucre escribe: "EI tres, por otra parte, es in posiblilidad de un nueva tenpe \ vo simplemente un future, sino un Cempo total que enclerre 5 y a la vex trascionda "as tres tardas dimensiones’ (1LXIV). ‘Asi, lo actual, sin dejar de serlo, adqulere sentido come desarrollo de ‘algo por venir y que, sin embargo, parece haberse cumplido: 'El traje que vestt manana’ (Vi). "Ese ; cristal es pan no venido todavia (XXXVIUI). Ese tiempo si- multéneo es la‘omnipresencia «le lo: imaginario puro" (Sucre, 1975, 142). Obsérvese en los ejemplos los por Sucre dos tipos de frases “mal formadas" a partir de una gramé- tica del lenguaje ordinario", pero "bien formadns" desde lo que Hamarfamos el “idiolecto vallejlano". En dichos ejem= plos, por cierto, Vallejo tematiza la nocién que venimos estudiando. (3) La lectura de un excelente trabajo de Delfina Muschietti, "La fractura Ideolégica en los primeros textos de Girondo" 1 (1985), nos induce a una digtesi6n. Muschietti analiza, entre otras cuestiones, la problemética Insercién de Girondo en la vanguardia argentina. Advierte que Gironde, activo difusor dela vanguardia martinfierrista en los primeros afios de la década del vcinte es, hacia fines de esa década, paulatinamente desplazado por Borges en el campo oS) intelectual, puesto que la estGticn borgeana constituye una acabada cristalizaciOn delucriollismo urbano de vanguardia. "Este desplazamiento -escribe Muschietti-- se origina en las caracterfsticas de una propuesta textual que se resiste al_encuadre de un proyecto Idealizador y estetizance" (1985, 165). En efecto, la tematizaci6n de los antepasados --los grandes muertos-- ya presente en Fervor de Buenos (1923) (como Io sefalaron, entre otros, Paz (1981, 60 Molloy (1984, 495-496) y Pezzoni (1985, 256-257), se acentGa con la ‘progresiva asunci6n del proyecto Idealizante de los valores nacionales por parte de la vanguardia’ martin Merrista, Girondo, en cambio, no tematiza a los antepasa~ dos, Pero atin reconociendo con Muschietti ta ambivalencia de Girondo respecto de! proyecto ideallzante, no puede dejar de advertirse su adscripcién tangencial a ta noci6n dle_Ja—nacionalidad planteads como un mito de origen. _) ABeatriz Sarto Aofala que en "el discurso de Martin Fierro la nacionalidad es una naturaleza" (1983, 155). Esia natura- lizacién de lu nacionalidad se da en Girondo como una pro fesion de fe en ta fonéticn americana (1925, 5), coincidente con la busca dean “habla argentina" por parte de algunos vanguardistay (Borges, sobre todo). "La nacionalidad —-eser bird Girondo-- es’ algo tan fatal como ta conformacién de huestro esqueleto™ (1968, 140). Naturalizacién e imagineria tle lo corporal, coincideme con la metfifora que reconoce fos Tatnoamericnnos cont Wis poseedores: del "meja eatdinage del mundo, 1m Cestimago) ecléctico, —libérrimo! (1925, 3). Un estémago que piete—wimilar los ‘nds hetero- REncos ys ex6ticos alimentos verbales. Pero hacia 1937 Girondo parece acendrar ch aspecto nacionalista y timitar esa ccléctica digestin: "ero si el s6lo intento de renegar de la cultura occidental 0 apartarnos de las fuentes donde ell se abreva, nos cubrirfa de iidfeulo, no es menos clerto que hemos abusado de nuestro been estémago y que debe mos seleccionar nuestra alimentacién. con mayor cuidado del que” pustmos laste et presente" “(1937).” Esta actitud 7 coincide con las temizariones de lo telfrico, que sc advertiréin cn Interluniy (1937), en Persuasign_de_los dias (1942) y en Campo nuestra (1946). Allf s2 insiste en la na- | turalizacin “de la” nacionalidad, encarnada en "vocablos~ 4 totems". El campo participaré de esa significacion: "Basta } por otra parte, galopar un pedazo de pampa para compren- der hasta qué pinto la patabra libertad adquiere entre noso- tros, un significado distinto del curopeo" (1937). Yen *Campo nuestra se lee: "Gracias, campo, por ser ton des- poblad?y Timpito de mucrtos,/ que admites arriesgar cual~ quier postura,/ sin. pedirie permiso a los espectros" (1946, 42). Muchos “alos después de la aventura martinfierrista, Glrondo sigue renmneianda a tas sombras de los muertos, pero parece retomar 1a mitologizacién idealizante de Is Hacionatidad, que aus coctineos. postularon come un inito de origen. ‘En un espacio telGrico sitGa Gironde el prin ciplo, el origen: espacio vacfo y horizonte virtual de toda 61 7 (4) Pee ta masmGdula (1954) puéde-equilibrarse con este matiz 4 posibllidad poGtica nueva. Acaso Ia poética materlalista, de iigalizante, arquetfpico, y continuar, en términos muy amplios, 1a ambivalencid que Muschietti percibi6 en el prix fer Girondo, (Nuestras observaciones se integran en un trae bajo més. omplio: "Persuasion _de_los_dfas: de la disolucton al sentido", a pubjicarse en el nimero de homenaje a Gi- rondo de ia R I Instituto de Literatura Argentina, Universidad Nai Lo primera versiGn de este Urnbnjo titulo “La nocién de futuridad en lav dla hispano- hmericana", ponencia presentada en cl Primer Congreso Argentino Ue Estudios de Literatura Iheroamericana, organi- zado por el Instituto de Literatura Hispanoamericana de ta Focultad de Filosoffa y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en julio de 1986. 52 i 1 | ‘

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