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El presidente Thomas S. Monson ha sealado que ni siquiera pasa una hora del da sin que no
tengamos que tomar decisiones de una u otra ndole.
l ensea que para tomar decisiones correctas necesitamos tener valor: el valor para decir no, y el
valor para decir s. Las decisiones [verdaderamente] determinan nuestro destino1.
En los siguientes pasajes, el presidente Monson recuerda a los Santos de los ltimos Das que necesitan
valor para defender la verdad y la rectitud, para defender lo que creen y para enfrentarse a un mundo que
rechaza los principios y los valores eternos.
El llamado al valor nos llega constantemente a cada uno de nosotros, ha dicho. Siempre ha sido as, y
siempre lo ser2.
Jvenes
La Sarah de otra persona
Por McKenzie Miller
La autora vive en Utah, EE. UU.
Sola resultar difcil para m expresar mis creencias para responder a preguntas tan sencillas como por
qu no tomas caf?. En el pasado, haba salido del paso con excusas como es demasiado amargo o no
me agrada su sabor.
Por qu me avergonzaba? Por qu tena tanto miedo de defender las cosas que crea? Ahora, al mirar
hacia atrs, no entiendo qu era exactamente lo que tema, pero s recuerdo exactamente cundo dej de
esconderme detrs de las excusas.
Un da, durante mi clase de ingls en la escuela secundaria, la maestra anunci que veramos un episodio
de un programa televisivo que yo saba que no deba ver. Mientras otros alumnos daban vtores de
emocin, una compaera de clase llamada Sarah levant la mano y pregunt si poda salir del aula.
Cuando la maestra le pregunt por qu, Sarah respondi con naturalidad: Porque soy mormona y no veo
programas obscenos.
Su valor para ponerse de pie delante de toda la clase fue asombroso. Gracias a Sarah, yo tambin me
levant y esper afuera, con la conciencia tranquila, a que el programa terminara.
Aquello me transform para siempre. Comenc a explicar mis creencias en lugar de evitar el tema y,
como resultado, hall confianza en m misma y particip an ms en las actividades de la Iglesia y de la
escuela.
Nunca le dije a Sarah lo mucho que aquello signific para m, pero trato de emular su ejemplo de
confianza. Ahora me doy cuenta de que ser miembro de la sagrada y maravillosa Iglesia de Dios es algo
de lo que no debo avergonzarme en absoluto y espero poder, a travs de mi ejemplo, ser la Sarah de otra
persona.