ntn Chjov (1860-1904) fue un mdico, escritor y dramaturgo ruso, considerado como un

o de los ms importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura y u

n experto del relato corto.

Su madre era una gran cuentacuentos, por lo que no es de extraar que se inclinase
hacia su carrera literaria como escritor de cuentos. Aunque al principio escrib
ir por razones meramente econmicas debido a la quiebra del negocio de su padre en
1875. Bajo el seudnimo de Antosha Chejont . Chjov comenz a escribir relatos humorsti
cortos y caricaturas de la vida en Rusia con los que gan tanto fama como ese din
ero que tanta falta les haca. Su maestra al escribir resida en un acertado uso de l
a tcnica del monlogo (que tambin utilizar ms tarde James Joyce, entre otros) y su rec
hazo a la finalidad moral de las obras literarias tradicionales. El escriba para
hacerse preguntas, no para responderlas. Nos dejara obras como La gaviota , El jardn d
e los cerezos , El camalen o Las tres hermanas .
Falleci a los 44 aos de edad en Badenweiler (Alemania) vctima de la tuberculosis qu
e contrajo de sus pacientes a finales de 1880. Como curiosidad, su cuerpo fue tr
asladado a Mosc en un vagn de tren refrigerado utilizado para transportar ostras.
Estas son sus frases ms clebres:
La literatura es mi esposa legtima y la medicina mi amante. Cuando me canso de una
, paso la noche con la otra .
Aislarse en el trabajo creativo es mejor que las crticas negativas que no hacen na
da en absoluto .
Cuando pienso en mi vocacin no temo a la vida .
El amor es un escndalo de tipo personal .
El arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras .
El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo
espera de s mismo .
Es fcil conquistar al que piensa que est conquistado .
La felicidad no existe. Lo nico que existe es el deseo de ser feliz .
La brevedad es la hermana del talento .
Los hombres inteligentes quieren aprender; los dems, ensear .
Ms vale un canario perverso que un piadoso lobo .
Cuando uno ama y quiere juzgar ese amor, hay que partir de un punto ms elevado o ms
importante que la felicidad o la desdicha .