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hid | _ en he PROGRAMA DE GOBIERNO QUE PRESEN- TA EL COMANDANTE LUIS M, SANCHEZ CERRO, A LA CONSIDERACION DEL : PERU oo Hoy se cumple un afio del alzamiento Hber- tario de Arequipas Hl 22 de ag®sto de 1930 desenvainé la espada- contra la: tirania, enca- bezando a un grupo de patriotas que habia re- suelto devolver al Perit sus libertades perdi- das. Fué aquélla una hora decisiva y solemne. Nuestra Nacién agobiada por once afios de oprobiosa tirania, se sintié estremecida de nue yo por una gran esperanza, El DitSdor apres- taba todas sus fuerzas para lanzarlas sobre no- sotros. Pero los revolucionarios de Arequipa habiamos enarbolado una bandera gloriosa, que debia necesariamente vencer. Y asi fué, por fortuna. La tirania cay6é deshecha, en me- dio del clamor triunfal de todo un pueblo. Lia Revolucién de Agosto ha tenido una in- fluencia tan grande en la vida peruana, que no podemos precisar atin toda su trascendencia. Pa 5 = E 4 sey : estra digni- -__ = iia hemos recuperado nu d : ae ae {na era funesta, de inmo =rania. terminé con. el movimignto cchos son todavia nuestros ma- smen delwoncenio dejé al pais menos se han cegado las es de la desgracia nacional. ; la obra dela Revolucion = preciso que la obra dela = ot Prvea, Ell Pera acechado por gra- : que de llegar @ coneretarse en jonarian males si2 oe Le raci ha asentado @ a no se 0 emocracia peruana e at _ vanes sélidas. Tos factores de Ciel ee “aina, que nos ha legado la cee ee zan peligrosamente al cuerpo social. ts Ne damos celosamente de no pe Hs of esas liberta: : *¢0, podemos perder é to eae yecuperamos el 22 de. agosto 8 rte, la delicada situacion de. Sa occa ra ciudadana e m- Reptiblica exige mucha pore ce a. ica i i necesida : jmperiosamente la ie : Seren del trabajo reconstructly 0, de la so lidaridad ey, el esfuerzo comun. = El gobi 9 constitucional que ha de ee en las ‘proximas elecciones, debe conte ae os elementos necesarios para el oe ee = a ey empresa de restauracion naciona. game ee od acometer. Precisa, pues, que Su titulo s fimo, que su poder emane, real y verdaderamen=_. > te, de la ciudadania, y_ que quienes lo formen tengan un intenso sentido nacional, un gran fer. ay i6ti fe y una decision atridtico, mucha buena fe 3 : . ails de hacer un gobierno amplio de pe inet iad trincsceecitnnrgn sth ote esi seman ' es BG * BeeUEnS: y no un gobierno de secta o de par- tido. : ~ Muchos miles de mis conciudadanos han lan- zago mi candidatura a la presidencia de la Re- publica, y el entusiasmo con que la han acogi- do todos los pueblos del Perti ha demostrado ya endl es la voluntad nacional, a este respecto. Se ha creido que puedo ser util al pais, presi- diendo la dificil empresa de reorganizar nues- tra democracia, destruida por once afios de tirania. Y yo acepto la postulacién porque me es dable exhibir, como supremo titulo a la con- fianza de mis compatriotas, una vida dedica- da al servicio de la Repiiblica. Considero que ha legado el instante en que debo exponer a mis conciudadanos el pro- grama que pienso desarrollar en el gobierno, esbozando ligeramente las soluciones que, en mi concepto, debe darse a los muchos proble- mas que el Perit tiene que afrontar en estos momentos de terrible crisis. PROBLEMA MORAL La dictadura nos dejé como herencia. un graye problema moral. Once afios de despo- tismo produjeron en el pais tan honda des- moralizacién, que es muy dificil reparar tan profundo daiio. Hl concepto de patria sufrié un oscuro eclipse. Se consideré al gobierno _eomo el medio de alecanzar prebendas y satis- facer deseos de lucro. Cundié el pesimismo enervante. Y aun las gentes honradas se re- fugiaron en un indiferentismo politico. Estes aif an eee FE ee eee ay ae sélo se pueden extir) —_ 290 jer con pruebas constantes de abni Coes cinta _Es necesario eo a un deber la intervencién en los asuntos pi a eos. Nuestra fe en el a ae Perit debe fortalecerse progresivamente. a bemos tener legitimo orgulle de a recordando las Dr ee = ee i en nuestro suelo: ag r oe Oe organizacion del a = E la gesta emancipadora que tuye en € : ert “ss gloriosa culminacién; y las hazafas de nucs- tvos héroes y los laudables esiuerzos de a tros estadistas, que tuvieron que ee Se a implacable destino adverso del Pera. Exa’ ~ el patriotismo, el desinterés, el optimismo, la aecién Civica, el orgullo nacional, es lo que de- ‘bemos hacer para conjurar la erisis moral que nos leg6 la dictadura. PROBLEMA INTERNACIONAL En el orden internacional, considero que el Perti debe reconquistar su prestigio de — soberana, que tanta mengua suirid on a ze litiea de sumisién que Ilevé a cabo Ja dicta: a ra. Debemos condenar en forma enérgica to a politica de sometimiento Politico, ee financiero o administrativo. Nuestra po itica internacional debe ser la que corresponde aun pueblo libre formado por hombres igualmente — libres, que tiene plena eonciencia de lo que es la soberania nacional. Debemos abandonar a " politiea de las cCesiones territoriales ¥ del ol- vido de legitimos derechos ; Mantener intangi- ble Ja soberania nacional y defender la segu- ridad del pais, execrando la politica derrotista que tan hondo dafio nos ha causado, Esto no nos impedira Mevar una politica de paz y de -cordialidad, buseando el arbitraje amplio pa- ta la solucién de todos los problemas y desa- cuerdos que surjan con otros paises. Hn la que se refiere ala organizacién y fi- nes del ministerio de relaciones exteriores, con- sidero necesarias lag siguientes reformas: Reerganizacion completa del ministerio de. relaciones exteriores, sobre bases cientificas, teniendo en consi eracién Ja gran influencia ~ que el factor econémico ejerce en lag relacio- nes internacionales, so Creaeién del Cuerpo Consultivo de Relacio- nes Exteriores, formado Dor personas que por Su preparacién téenica puedan asesorar al mi- -histro, (decano del Colegio de Abogados, cate- dratieo de derecho internacional publico, pri- vado, consular, historia internacional y diplo- matica del Perii, presidente de la Camara de Comercio, de la Sociedad Nacional de Indus- trias, de la Sociedad Agraria, de la Sociedad de Ingenieros). : “Consolidacién del Servicio diplomatico y consular en el servicio extranjero, siendo obli- gatorio que los funcionarios diplomaticos y consulares presten servicio en fmalquiera de los dos ramios, indistintamente, para que ad- “quieran practica y preparacién completa, dan- = dose preferencia en Europa a los cénsules y en América a los diplomaticos. Organizacién del servicio de propaganda del Peri, sobre bases cientificas, de acuerdo con los tltimos adelantos modernos, pelidilas de cinema sobre todas las Seatac y aspectos de la vida nacional, radio, folletos, etc., con oficinas en Nueva York y Londres. Concu- rrencia del Perfi a las exposiciones internacio- nales con pabellones desmontables y facilmente transportables, que podrian ser la base de mu- seos en Sevilla, Paris, Londres, Berlin, Génova y centros de inmigrantes. Rotaci6n de los servicios diplomaticos y con- sulares, garantias prestadas por los funciona- rios que desempefien puestos consulares, en for- ma de pélizas 0 depésitos de valores, por el va- lor de dos afios de sueldos, para poner al Esta- do a cubierto de desfalcos. Revisién del actual escalafén diplomitico, porque no es posible considerar como servicios prestados a la nacién, los servicios prestados a la dictadura, y también teniendo en cuenta que durante once afios sélo los leguiistas pudieron formar parte de ese esealafén. Propiedad de los empleos, ascensos por or- den de antigiiedad y méritos. Titulo universitario de examen en determi- nadas materias, como indispensable para ingre- sar al servicio, conocimiento de idiomas. Los representantes del Perti a los congresos internacionales de cardcter cientifico seran nombrados por el ministro de relaciones exte- riores, de acuerdo con la respectiva institucién 29S cientifica, para que asi el representante del Perf sea a la vez un genuino representante de la ciencia nacional. © - PROBLEMA POLITICO Antes de exponer los puntos fundamenta- les de mi programa de gobierno debo referir- me brevemente a la situacién politica, a sus antecedentes, y a la significacién exacta de qi candidatura a la presidencia de la Republica. Durante la dictadura se paralizé la activi- dad politica en el Pais. Unas cuantas personas acapararon, ilicitamente, la funcién publica, imponiendo silencio a los érganos de expre- sidn de Ja ciudadania. No hubo ya prensa, ni parlamento, y del estado democratico sélo que- daron las formas aparentes. El pais fué rigu- -rosamente excluido de toda intromisién en la gerencia de asuntos ptiblicos, que eran mane- jados por gentes impuras. Al pueblo se le te- nia‘en cuenta simplemente para los efectos de la tributacién, cada vez mas pesada. En la Re- publica no hubo ya ciudadanos. Quedaron sélo contribuyentes. Tal era la situacién en que se encontraba el Peri hace precisamente un afio cuando mis compafieros del ejército y yo, interpretando el anhelo de la civilidad, levantamos la bandera restauradora de las libertades ptblicas. El fer- voroso entusiasmo que sacudié al pais en aque- llos dias memorables de la liberacién, revelé que nirestro pueblo conservaba atin sus mejo- res virtudes. Todos los hombres patriotas se — 10. — unieron, por un instante, en el gran regocije nacional. Si esa unién hubiera persistido, ha- briamos resuelto ya muchos de nuestros pro- blemas. Desgraciadamente la tirania nos habiasde- jado en su terrible herencia, muchos factores disolventes. El pais habia perdido el espiritu de la vida libre, y la opinién estaba profunda- mente desorientada. De alli que encontraran campo favorable los demagogos, empefados en lograr una mas profunda divisién de los pe- ruanos. El malestar econémico, el empobreci- miento del fisco, la desoeupacién y la crisis de nuestras principales industrias, fueron circuns- tancias propicias a la discordia, que aquéllos supieron aprovechar, de consuno con log parti- darios de la dictadura derrocada. Contra estas fuerzas anarquizantes no surgieron, eon opor- tunidad, las tendencias al orden, a la armonia, a la paz social, a la obra reconstructiva, Ope- raban los elementos de disolueién, pero no ac- tuaban los factores de coherencia. El gobier- no revolucionario no tuyo la ayuda necesaria que debié venir de todos los sectores sociales. Pero los muchos contratiempos sufridos fan ensefiado al pais que debe reorganizar sé- lidamente el estado democrético, mediante la constitucion de un régimen de orden y_ liber- tad. La reconstruccién nacional depende del acierto con que resolvamos el problema politi- co. El pueblo lo instruye, y por eso busea con iastinto seguro, el camino que debe llevarlo al establecimiento de un gobierno libre, fuer- temente ahincado en la ciudadania, estable, or- - Sale denado y con bases firmes de popularidad en Ja reptblica. : = ee an tee muchos miles de mis conciuda- danos me hayan proclamado su candidato a la pridencia del Pert. Saben ellos que, si triun- fo, el poder estar en manos leales. MG candi- datura representa el ideal reyolucionario, y significa a la vez la tendencia democratica, la aspiracién al orden, el propésito eonstructivo. No tengo rencores, ni me impulsa el odio, ni auspicio la persecucién de nadie. Pero en- carno si, y de ello me glorio, la reaccién contra la inmoralidad administrativa, contra la e0- rrupeién establecida en largos afios de impu- reza, contra todas las practicas funestas que caracterizaron al régimen del oncenio. Por eso soy intransigente con los hombres directamen- te responsables de las desgracias de nuestro pais, y no admito relacién alguna con ellos. Hay quienes predican la guerra de clases, 0 el odio contra determinado grupo o familias 0 individuos. Yo, que tengo el orgullo de repre- sentar la revolucién, limito mi repudio a quie- nes delinquieron contra Ja patria y exijo su apartamiento de la funcién publica. Los com- plices de la tirania han buscado refugio en di- yersos grupos politicos, porque saben que jun- to a mi no tienen cabida. Aparte de esta taxativa, impuesta por ele- mentales consideraciones de moralidad politi- ca, yo propicio la formacion de un régimen am- pliamente nacional, en el que sea posible or- ganizar sobre bases definitivas, la democracia peruana. Es ya hora de hacer obra seria en 1D este sentido. Necesitamos que se establezca, so- bre cimientos de orden y estabilidad, el gobier- no libre. Nuestra nacidn esté maltrecha y arruinada: debemos rehacerla mediante la coo- peracion_y la paz. Nuestro pueblo no se hf ha- bituado todavia, por completo, a las practicas republicanas que la tirania hizo desaparecer: debemos ejercitarlo en la funcién demoeratica, afirmando las libertades publicas, y propician- do la formacién de partidos politicos, capaces de orientar a la ciudadania. El pais necesita reformas trascendentales, que ciegen las fuentes de sus desgracias: debe- mos emprenderlas sm temor, pero con estudio suficiente y serio. Existen muchas causas de ‘malestar social, y seria monstruoso y absurdo no atacarlas; pero su resolucién debe hacerse con verdadero eriterio de gobierno y no con propésitos demagégicos o sectarios. Nada seria mas perjudicial para la Repi- blica que llevar al gobierno un cerrado espi- ritu de grupo; especialmente ahora, quando apenas estamos renaciendo a la vida politica. Si la direccién de los asuntos piblicos fuera encomendada a la intolerancia partidista, a la odiosidad de secta, y a la violencia demagégi- ea, nos seria imposible organizar la democra- cia en el Pert. Con semejante régimen no po- drian establecerse sélidamente las libertades publicas, después del largo eclipse de los once afios. Si un solo partido ejercitase, con propé- sito de exclusién, el gobierno del pais, no se formarian los partidos politicos, ni seria facil que se polarizaran las diversas tendencias so- cece TE OTT EA as ciales de grupos organizados, como es indis- pensable que ocurra en una verdadera demo- __ cragia. En vez del orden, que necesitamos, ha- pria agitacién y discordia. Hn vez de la liber- tad, despotismo. En vez del régimen popular, el gobierno de secta. : £. S Por lo contrario, mi candidatura tiene un amplio sentido de peruanismo. Me cupo el al- fisimo honor de encabezar una revolucion li- pertadora, y por eso la encarno, con titulo inob- jetable. Ahora, como candidato a la presiden- cia de la Repiblica, tengo los propésitos de go- bierno que en este mismo documento expon- go a la consi ion de mis conciudadanos. En consecuencia, todos los hombres de buena fe, libres de responsabilidad en los crimenes de Ja dictadura, y adictos a los ideales de la re- construccién, orden y demoeracia, pueden es- tar conmigo. 3 oe Urge qué nos unamos en el gran propésite de rehacer nuestras instituciones fundamenta- les, organizandolas de modo que rindan wna maxima utilidad social. Bs preciso que las li- bertades publicas no queden a merced de cual- quier mand6n. Para asegurar su existencia pe- yenne y su funcién adecuada y provechosa, hay que cuidar de que su ejercicio no pueda hacer- se con fines anti-sociales. Quiere decir, que se conserven en toda su pureza apartando aquellos elementos extrafios a su esencia que sean capa- ces de ocasionar perjuicios a la colectividad. Tua libertad de prensa, por ejemplo, debe establecerse con toda amplitud y garantias completas; pero sujetandola a las disposiciones SS de una ley adecuada, que asegure su perfecto funcionamiento, que impida su empleo ilicito Y que propicie el cumplimiento de su cometido social. Considero que debe garantizarse liber- tad completa de doctrina, de juicio y de comen- tario, sin mas limitacién que la decencia y- el respeto a las leyes. Pero estimo que debe exi- girse absoluta veracidad en las informaciones, en las noticias y en todo lo que se refiere a hechos. Lo que se afirme, por medio de la im- prenta, debe poder probarse. Esta indispensa- ble taxativa, y la que se refiere al cuidado de la honra de las personas, ha de reglamentarse en una ley semejante a la que existe en todos _ los paises civilizados; mas con tal euidado, y con disposiciones tan claras y precisas, que na- die pueda utilizarlas con el fin de restringir el ejercicio de la libertad de prensa. Lia libertad electoral debe asegurarse, por modo definitivo, en nuestra Repiblica. La im- posicién oficial, el menosprecio por la ciuda- dania, la suplantacién del voto, no podran ya subsistir en el Pert, porque el pueblo ha des- pertado, y esta vez para siempre, a la vida de- moeratica. Pero es necesario que se estudie las leyes que, a la vez que garanticen la interven- cién de la ciudadania en la formacién del go- bierno, aseguren un resultado provechoso y fe- cundo. Necesitamos un régimen verdaderamen- te representativo. Hs ya hora de acabar con la influencia del caciquismo, con la politica de campanario,- con el espiritu menudamente Juga- reno, que tan funesta relacién tuvieron con el sistema parlamentario del Pert. | ‘ RAL italia ME si S35 Las eleeciones proyinciales han acarreado muchos males al pais, y a ellas hay que atri- bui®en eran parte la poca solidez de las insti- tuciones demoeraticas en el Pert. Conviene reemplazarlas atendiendo a la formaci6n de distritos electorales, después de euidadoso es- tudio. Pero, en tanto que se establece tan aitil reforma, debe implantarse las eleeciones por departamento. Solo asi se conseguira un parla- mento selecto ¢ integrado por elementos que representen, con eficacia y verdad, al pueblo peruano. Sdlo asi, también, sera posible la rea- lizacién eumplida del ideal descentralista. La descentralizacion tiene, en mi concepto, un doble sentido. Significa, por una parte, una mayor inter- vencion de las provineias en sus asuntos pro- pios; y entrafia, por’la otra, una més grande influencia de lags mismas en la direccién de la politica nacional. El centralismo habia agota- -do la vida provinciana, que nosotros debemos exaltar en interés del Perf. Hs cierto que mu- chos hombres, venidos de las distintas cireuns- eripciones de la Reptiblica, tuvieron decisiva influencia en la politica central; y aun hubo algunos insignes y de actuacién fecunda. Pero no representaban la proyeccién efectiva del pensamiento regional. Muchos provineianos di- rigieron los destinos nacionales; pero las pro- vincias casi nunea fueron ofdas. lia descentralizacién econémica y adminis- trativa dara nueva vitalidad a las regiones. Las elecciones de base departamental, selec- cionando la representacién parlamentaria, pro- Be Ge yectaran vigorosamente el pensamiento de las provincias en la direceién de los asuntos pi- blicos y establecerdn, con la solidez necesgria, el gobierno democratico que el Pert necesita para convalecer de sus muchos quebrantos. “PROBLEMA ECONOMICO __HI problema econémico cuya falta de solu- eién aflige actualmente al pais entero, es una cuestiOn que, sin descuidar las medidas de or- den inmediato tendientes a atenuar los efectos de la erisis, debe contemplar, sin embargo principalmente, en su aspecto esencia!l, a fin de edificar las finanzas nacionales sobre bases sélidas que respondan a las necesidades efecti- vas de la Reptblica y al progreso aleanzado por la ciencia econémica en el munde. Dentro de este concepto, ya he dicho otra vez, hace poeas semanas, que no es posibl2 que un pais aspire a desenvolverse con seriedad atendiendo oportunamente todas sus necesida- des en el interior, y conservando su erédito en el extranjero, si no asegura dos condiciones fundamentales de su vida econdmica: Presu- puesto efectivo y buena moneda. Porque—ya lo he dicho también—vivir con una ley ecend- mica en que las cifras se hinchan al capricho de quien las escribe; pero sin conexién alguna con la realidad, puede ser un argumento, co~ mo lo fué durante el régimen leguiista. muy apropiado para engafar a log incautos; pero constituye el mejor sistema para llegar rapi- damente a la ruina que ahora estamos palpan- & Sia do, pues el déficit de cada ejercicio acusa el engafio, y los paises sufren asi la suerte de aquajlos hombres que gastan més de lo que tienen y, que, si al principio logran engafar a las gentes obteniendo créditos de ellas, al fin gon descubiertos en su juego y caen para mo levantarse mas. En el crédito de las naciones eomo en el de los individuos el elemento con- fianza tiene un valor decisivo y no pueden con- tar, sin duda, con esta confianza quienes se yisten con un ropaje que no les corresponde. El Pert debe vivir acomodandose a sus pro- pios recursos, y por eso hay que hacer un pre- supuesto de verdad ceftido estrictamente a las posibilidades econémicas del pais, buscando las economias no en los haberes de los empleados ptiblicos, porque ésto reduce peligrosamente el mdice del bienestar social, sino en los ser- ‘yicios, desechando, con enérgica, resolucién, to- da promesa o toda sugestion interesada o im- previsora de nuevos empréstitos, porque esta politica mortal de prestar para pagar fué la que nos trajo a la situacién en que nos halla- mos y una de las causas que provocd, la revo- lucién que hace un afto, eché por tierra al ré- gimen leguiista y que yo tuve el honor de en- cabezar. Con un Presupuesto cierto, tiene ya tam- bién, la moneda uno de los factores mas efi- cientes para aspirar a su estabilidad. Mi go- pierno hard efectivos los demas, a fin de que nuestra divisa monetaria no continte sujeta a las peligrosas fluctuaciones que tanto dafio ha- cen a la economia nacional. ie Con nuestra moneda ha ocurrido un fenéme- no original. Hemos hecho todo lo posible, en efecto, por garantizar su valor intrinseee, res- paldandola con oro y con documentos a corto plazo en forma que, como ocurre ahora, por ejem- plo, sobrepasa al monto de billetes en circula- cién; pero la hemos. dejado abandonada en el mercado de cambios, a tal punte que llegara a despreciarse en las tres enartas partes de su valor. Precisa reaccionar definitivamente contra es- ta situacién. La ley Kemmerer, que es buena en sus lineamientos generales, porque constituye el primer paso que damos en nuestra organiza- cién financiera, no basta, sin embargo, para al- canzar el fin que la conveniencia nacional acon- seja. La conversion en giros no es suficiente pa- ra estabilizar el cambio. Este procedimiento adoptado aisladamente, puede producir el doble inconveniente de descapitalizar al pais favore- ciendo la exportacién del metal amarillo y de reducir el volumen del circulante en forma que estorbe el desenvolyimiento normal del comer- cio y la industria. Al propio tiempo que esa medida inmediata y visible, es necesario adoptar, pues, otras que ataquen las causas profundas y esenciales del dafio para que sea eficaz Ja conversién. Es preciso establecer un sistema en defensa del oro, que no limite la actividad econémica y que no destruya el aliciente que ofrece el Pe- ra para la inversién de capitales; pero que ha- ga participe a la nacién, por todos los medios li-° citos que la ciencia financiera aconseja, de la == [pi riqueza que ella proporciona, y que la man- tenga; con la plenitud de sus reservas, en con- digién de afrontar las crisis que pudieran afli- girla, sin que su divisa monetdria vuelva a al-- canzar jamas los lamentables limites de deprecia- cién que ha experimentado durante los tiltimos alos. Para esto conviene estudiar y resolver de modo equitativo, tres cuestiones principales 1.° Control del mercado de giros; 2.° Que el Hsta- do disponga de Letras; y 3.° Que el pais apro- veche en su maximum, dentro de condiciones justas, del desenvolvimiento de los capitales cu- yas utilidades se exportan. Dentro de estos pun- tos de vista, mi gobierno estudiaré la modifi- cacién de las disposiciones legales existentes 0 la dacién de nuevas leyes para resolver con jus- ticia y de modo que no altere el curso de nues- tra actividad econémica, las siguientes cuestio- nes, entre otras: Intervencién eficaz del Banco de Reserva en el mereado de giros; eondiciona- miento de la inversién de capitales extranje- ros en el futuro; participacién del Hstado en los eapitales que se exporten; porcentaje obli- gatorio’de empleados y obreros nacionales en las empresas industriales 0 de comercio; prohi- picién de habilitaciones y contratos en moneda extranjera; reglamentacién de las instituciones de crédito y compafifas aseguradoras extranje- ras, sobre la base de capitales adecuados e in- versiones en valores nacionales; nacionalizacion del reaseguro; posibilidad de nacionaliar los ¢a- pitales de las empresas- de servicios publicos a e007 eambio de beneficios para el consumidor; revi- sién de nuestro arancel de aduanas. Dentro de estas ewestiones se encuentran,los eauces abiertos*por los euales fluye al extran- jero el oro del Peri contribuyendo, en forma que no se ha sabido impedir hasta ahora, a man- tener el desequilibrio de nuestra balanza de pa- gos y Ia consiguiente depreciacién de nuestra moneda. Por eso la labor que conviene poner en practica para defender eficazmente a nuestra di- visa monetaria es la de cerrar en lo posible las valvulas de escape al metal precioso, a fin de mantener provisto a nuestro mercado de Letras sin que haya necesidad de recurrir a la exporta- cién de las resrvas que representaria la conver- gidn del billete, pues mientras opera el mecanis- mo del reajuste movido por la necesidad del cir- culante, que experimenta el mercado, se produ- cen siempre, a la larga, fendmenos de confusion y desequilibrio que conviene evitar. Con una moneda sana, cabe ya, sin duda, afrontar el problema del crédito al eual se vin- eula el desarrollo comercial e industrial del pais. Gran parte de la crisis de este orden y del malestar econdmico general que se observa en la reptiblica, se debe, principalmente, a la ma- la distribucién del crédito y la escasez de cir- culante retraido por causa del propio panico jnherente a toda crisis. Y la solucién de estas crisis s6lo puede encontrarse en una ley que es- tablezca una organizacién bancaria adaptada a nuestro ambiente. _ : Ya en reciente oportunidad manifeste que no hay, por cierto, problema més delicado y del crédito, puesto que a su amparo Surgen las empresas, grandes y pequefas, que aseguran la prasperidad econémica de un pueblo y el bie- nestar privado de los individuos que lo forman. Y si él se encarece o se distribuye a capricho, sin tener en cuenta los intereses permanentes del pais, los resultados pueden tal vez enriquecer a unos cuantos; pero arruinan indudablemente, tarde o temprano, a la nacién, La labor de un gobierno que quiera organi- var solidamente la economia nacional—y’ tal es mi propésito—debe tender, pues, con respecto al crédito: 1.°, a especializarlo. La especializa- cién produce una mayor afluencia de capitales, erea una nueva fuente de apoyo para cada ramo de la actividad y acaba con el peligroso siste- ma generalizador dentro del cual encuentran re- curso y ayuda quienes ofrecen las mejores ga- rantias, quedandose sin ellos, por lo general, la industria y el comercio urbanos que, por ra- zon de su naturaleza, no estén en condiciones de presentar la misma garantia real. 2.°, a re- gularlo. Por la regulacién se fija el valor del dinero. Nuestro mercado por su limitacién, no ofrece las condiciones rigidas que observamos en Jas grandes. plazas donde el tipo de redeseuen- to, segim se eleve o baje, detiene o favorege, respectivamente, la exportacién de capitales; pe- ro el hecho constituye siempre una cuestion de primordial interés, que el gobierno mediante sus personeros en el Banco de Reserva, debe permanentemente controlar. Y 3.°, a distribuir- lo. El surgimiento de los Bancos especialistas, 50) como el Agricola a cuyo desarrollo prestaré en todo momento atencién preferente; el Hipote- ecario, que conviene, igualmente, ampliar en lo posible; el Minero, que ser4 necesario crear, fa- cilitaran la distribucién apropiada del crédito; pero queda atm el problema de las activida- des que no corresponden a esos ramos de la in- dustria y que es necesario cautelar, a fin de que el crédito abarque todos los sectores y ten- ga la liberalidad indispensable para garanti- zar al mercado el yolumen de circulante que haya menester. Para completar la obra de mantener un pre- supuesto real y estrictamente cumplido, a fin de que se cautelen permanentemente el presti- gio del Estado y el bienestar de quienes depen- den de él directamente, debe estudiarse—y mi gobierno lo hard hasta conseguir un buen re- sultado—la posibilidad de organizar, al estilo de las Cajas de Pensiones, una institucién de Crédito que maneje los fondos de pensiones, y que preste cierta elasticidad a la funcién pre- -supuestal con el objeto de que el Estado pue- da suplir las deficiencias momentaneas que, por diversas razones, se presentan a veces en la re- caudacién de sus rentas, aprovechando para si, 0 Sea para la colectividad de los beneficios derivados de las operaciones que con tal objeto se ve precisado a hacer en los bancos particu- lares. Es sabido, en efecto, que actualmente los deseuentos que se hacen a los servidores del Hs- tado para cubrir después las respectivas pen- siones de cesantia y montepio, entran a formar — 23 — ‘parte del renglén general de ingresos, Y esto” no debe continuar asi. Hay que crear un fon- ~ do de pensiones. Un fondo independiente e in- tangible, administrado por una institucién es- pecial, a fin de hacer siempre, oportunamente, esos servicios y evitar el espectaculo lamenta- ble que ofrecen las viudas, los ancianos y los huérfanos, merodeando por la caja fiscal, sin obtener el pago de lo que les corresponde. Hl Hstado no debe tomar para otros usos el dinero que no le corresponde y que tnicamente debe utilizarse en evitar el dolor a quienes enveje- cen en su servicio dejando parte de sus habe- res para asegurar el bienestar de gu anciani- dad y el pan de sus. deudos mas queridos. Al llegar al gobierno, yo trataré de que se haga un estudio de todas las listas pasivas para li- quidarlas por medio de titulos de renta enaje- nables, creando Ja institucién ad hoe a la que me refiero y en la que se empocen mensualmen- te todos los deseuentos que se haga a los ser- vidores ptblicos. Ademés de esta funcién, que redimira de la inquietud y en veces hasta de la miseria a un sector apreciable de la sociedad, trataré, como he dicho, de que se estudie la forma cé- mo esa misma institucién, dotada del capital necesario, podria trabajar con el Estado ha- ciendo con él, siempre que fuere necesario, las operaciones que hoy se hacen con los bancos particulares, a fin de garantizar el cumplimien- to puntual de las obligaciones presupuestales. = = ~ La agricultura es, sin duda, la Pee de la riqueza nacional; pero la forma en que se ha desenvuelto hasta hoy ha sido aeaso, también, una de las causas que mas ha influido an la gravedad de nuestra crisis. Ella adolece, en efec- to, del inconveniente que radica en la uniformi- dad de los cultivos. De un extremo a otro del pais, se halla representada, efectivamente, por sélo sembrios de catia y algodén; de ahi que cuan- do estos dos productos, como ocurre hoy, sufren una fuerte depreciacion todo nuestro mecanis- mo econdémico se desequilibra profundamente. Yo pienso que el remedio esta como lo he dicho ya, en propender por todos los medios ya venta- josamente experimentados en otros paises, a di-. versificar los cultivos haciendo que nuestra tie- rra laborable rinda otros productos exportables que defiendan con eficacia nuestra balanza co- mercial. La agricultura tiene entre nosotros, ade- mas de este porvenir por lo que se refiere a la costa, el venero inexplotado de la montafia, que yo procuraré, desde el gobierno, poner facilmen- te al aleance de los hombres de empresa. El Banco Agricola, que salvara de la ruina a muchos de nuestros agricultores en la actua- lidad, es el organismo econémico y técnico del ‘cual se valdré mi gobierno para llevar a la practiea estos propésitos. ~ Al referirme a la agricultura como el fac- tor mas importante dentro del mecanismo de la economia nacional, he de apuntar dos proyee- tos que procuraré realizar en relacién con ella, y que contribuiran notablemente a reducir el coste de la vida. Crea que el Perit debe procu- rar sacudirse de la tutela de los mereados ex- trafios para su abastecimiento de la materia pri- ma destinada a la elaboracién del pan; y, dentro de este propésito, auspiciaré la formacién, con el concurso directo y eficaz del Estado, de una empresa que lleve a cabo en vasta escala, la irrigacién de las pampas de la Joya, en Are- quipa a fin de crear alli la despensa de trigo que permitiraé al pais disponer de ese cereal a un precio bajo y estable. Considero también que las disposiciones legales dictadas hasta hoy eon el objeto de asegurar la produccién de ar- ticulos alimenticios, no han dado los resultados apetecidos porque, al propio tiempo que se im- pone a los agricultores la obligacién de cubrir una parte de sus tierras con sembrios de pan- llevar, no se ha cuidado de garantizarles la efi- eacia econdmica de esos cultivos, euyos produc- tos, como es sabido, se deterioran en breve pla- zo después de la cosecha. Yo auspiciaré, tam- bién, a este respecto la construccién de los Ila- mados depésitos de granos para su organiza- cién, como verdaderas empresas que no sélo ¢ui- den, por los procedimientos fisicos 0 quimicos ya conocidos, de conservar esos articulos, sino que procedan a colocarlos en el mercado, por euenta de los productores, a medida que los reclame el consumo. De este mode, al propio tiempo que se asegura el abastecimiento de nues- og tras poblaciones, se reducirdén los precios por. Ja eliminaci6n del negociante acaparador. 9° Un pais productor de materias exportables, no puede descuidar el problema de los trans. portes que lo mantenga en contacto con los mer- cados consumidores. Por eso yo inicié ya el resurgimiento de la marina mercante nacional cediéndole a la Compafifa Peruana de Vapores, en compensacién de la deuda del gobierno, las acciones que éste poseia, a fin de que vendién- dolas como se est& haciendo ahora, pudiera proveerse de los fondos necesarios para cumplir sus obligaciones, reparar los barcos y reiniciar su trafico. Y esa obra yo la continuaré desde el gobierno, ‘pues considero, repito, que no puede haber pais que se precie de poseer independen- cia econémica y eficiencia comercial, si no cuen- ta con los elementos indispensables para influir en el mereado de fletes, asegurando la movili- zacion de sus productos por el mar. la postracién de esta industria, provénien- te de la desvalorizacién de los minerales en los mereados extranjeros, ha ereado un grave pro- blema para los mineros y operarios que reper- cute fatalmente en la Hacienda nacional, En esta situacién, asi como se trata de dar vida a la Agricultura, mediante el Crédito Agri- cola, hay que preocuparse por crear también yp el Crédito Minero, organizfndolo al amparo de disposiciones previsoras y adecuadas que garan- ticen su alta finalidad. ‘ cobro del impuesto sobre las pertenen- blag tee también atenuarse permitiendo los pa- gos parciales y suspeuderse provisionalmente la sancién legal que consiste en la pérdida de in- tereses mineros por falta de pago de la contri- bueidn respectiva. La pequefia mineria debe merecer la protec- cién del Estado, para que no sea absorbida por las grandes empresas y pueda intensificarse la produccién. Z Como no es posible que el Estado no perci- ba el debido rendimiento de las riquezas del te- rritorio nacional, considero que las leyes sobre el petréleo deben revisarse, haciendo un llama- mamiento con tal objeto, a las empresas explo- tadoras. El Estado debe controlar, por los mé- todos modernos, la produccién del petréleo, a fin de cobrar los impuestos que legalmente le corresponden, : : Lua apertura de vias de comunicacién a to- das las zonas del interior para que los produe- tos que facilmente nos brinda la naturaleza, pue- dan ser accesibles a las regiones de la Costa, que han de menester de ellos, puede resolver el problema de la subsistencia barata en el Peru. Al lado de los caminos de penetracién que tie- nen preferencia sobre los eaminos longitudina- jes en el territorio, hay que preocuparse seria- —=- DRe mente del establecimiento de embareaderos y puertos para hacer posible el cambio interno me- diante faciles, rapidos y seguros trasportes, La necesidad del desarrollo de las vias margimas ereando el cabotaje interno ha de ser eficaz pa- ra el abaratamiento de las subsistencias, base efectiva del bienestar de las poblaciones, y ha de derivar la creacién de una industria llamada a gran desarrollo y que puede intensificarse, creando atin el cabotaje internacional. Si no se puede decir que es un error el cons- truir caminos a lo largo de la costa de un pais como el Pert, desde que la incidencia o la ac- cién difusa de toda via de comunicacion es efee- tiva, para el progreso, si puede afirmarse la pre- ferencia y la utilidad inmediata de los caminos de penetraci6n unidos al desarrollo y al incre- mento de las vias maritimas. EL PROBLEMA SOCIAL Ningtin programa de gobierno moderno puede dejar de contemplar, de manera preferente, el problema social. Deber primordial de los gober- nantes es reparar,.cn lo posible, la imjusta dis- tribucién de la riqueza por medio de una cons- tante y celosa intervencién legal. En el Perti tenemos que conciliar la necesi- dad de estimular la formacién del capital na- cional que explote nuestras riquezas, latentes, con la urgencia de que todo peruano, pueda disfrutar de los medios indispensables para llevar una vida decorosa e higiénica, En un pais extenso y eseasamente poblado, como el a ee TAT ts 99 nuestro, no debe existir el problema de la des- ocupacién. Y no es ilusorio afirmar, que con una golitica cientifica, constante y honrada, to- dos los peruanos pueden ser propietarios de tierras. Con el trabajo y la fe, podemos convertir al Peri en un yasto conjunto de hogares ilu- minados por la comodidad y la esperanza. _ tua realizacién de nuestra politica social exige la formacién de un Codigo de Trabajo, que plantée los principios generales de justicia, so- bre los que debe reposar la organizacién del trabajo en wna democracia moderna; y que reuna en un todo organico y coherente las leyes en vigor sobre la materia, junto con aquellas otras leyes que es necesario dictar para la de- fensa y bienestar de la clase proletaria. Las leyes existentes para garantir los dere- chos del trabajo, no son completas, y el Pert ha menester en la hora presente de la interven- cién efectiva del Estado, mediante una legisla- eién que contemple al elemento trabajador, que es tino de los fundamentos més sélidos para crear la riqueza: 1) déndole la legitima par- tieipacién que le corresponde; 2) estableciendo las medidas de previsién por la incapacidad que del mismo trabajo puede derivar. La intervencién, pues, del Hstado debe ser eficiente en todo momento, para conseguir que el elemento humano de la creacién de la riqueza esté a cubierto de todas las vicisitudes que el ‘trabajo comporta; y esta intervencién legislativa no significa piadoso acto, ni es funcién de ¢a- rvidad, sino realizacién de justicia social, al es- Himulo de la propia conveniencia del Estado. j i alti = Seria infitil la expedicién de leyes sobre una justa organizaeién del trabajo, sino se da a la clase proletaria los medios necesarios paraghacer rApidamente efectivo su cumplimiento. Con tal fin deben establecerse procedimientos sumarios, — sanciones eficaces y un Tribunal que vigile el cumplimiento de una legislacién sobre la que es necesario hacer descansar la armonia social. El seguro social por enfermedad, accidente, invalidez, ancianidad y muerte, es necesario es- tablecerlo con la triple contribucién del Estado, los capitalistas y los obreros. Las sociedades de Beneficencia deben-mo- dernizarse, haciendo mAs eficiente su accién s0- cial. El Estado, con la colaboracién de log di- rigentes de esas instituciones, debe propiciar una reforma integral, que le permita interve- nir eficazmente en sus actividades, manteniendo Ja autonomia institucional. Tengo el propésito de estimular el espfritu de asociacién entre las clase proletaria por me- dio de corporaciones 0 sindicatos. Hsas asocia- ciones, a la vez que permiten una mejor defensa de los derechos y reivindicaciones de los obreros, facilita a los gobiernos la solucién de los con- flictos, localiza la responsabilidad y evita que sin un objeto definido, conereto y preciso, se produzcan reclamaciones y huelgas. Ademas, si se llega a una completa organizacién de las clases proletarias, se podr4é mas facilmente or- ganizar sobre normas justas las relaciones entre el capital y el trabajo ecreando entre ellos la armonia necesaria para’ el progreso nacional. Log obreros de las minas, que contribuyen con su esfuerzo herdico, y con una vida lena de sacrificios, a la riqueza privada y nacional; megecen que se dicten para compensar sus es- fuerzos, leyes especiales. La legislacién sobre el empleado, aparte del inconveniente de la exigua indemnizacién en el caso de la despedida, lleva en sus entrafias el peligro de la insolvencia posible del patrén y siempre significa un peso sobre la misma in- dustria a la que el empleado sirve. Precisa en- tonces independizar las indemnizaciones, y au- mentar su importe. La Caja de Asistencia Social para retiro e indemnizaciones, realiza tal obje- tivo, garantizando asi al empleado contra los. posibles dafios e injusticias, que significan una indemnizacién diminuta, y lo que es mds grave la imposibilidad de percibirlas. “Repito que no es ilusorio afirmar, que por medio de una politica cientifica, constante y honrada, todo peruano puede ser propictario de tierra. Debemos respetar los latifundios de _-produccién intensiva y extensiva, cuyos frutos son la base de la economia nacional. Pero, por medio de la expropiacién legal de las tierras no cultivadas; de la parcelacién comercial de las haciendas cultivadas; y de la irrigacién de las tierras eriazas, con la ayuda del Hstado, puede establecerse y multiplicarse indefinidamente la pequeiia propiedad. Al iniciar wna politica agricola, no basta multiplicar la pequefia propiedad. Es necesario aye ademas, ‘contemplar otros aspectos complemen- tarios e importantes del problema, como son la ensefianza agricola, el crédito agricola, el coppe- rativismo agricola y las irrigaciones. = Para la conservacién y acrecentamiento de la pequeiia propiedad deben darse leyes que la protejan y que dificulten la concentracién de la propiedad en grandes haciendas. La ereacién de nuevos centros de pequefia propiedad puede hacerse sin trastonar el actual orden social y sin defio para los actuales propietarios de tie- rras. La diferencia entre el valor de la propiedad dividida y de las grandes haciendas es tan fuerte, que es posible Ja parcelacién de las tierras por métodos completamente comerciales, con beneficio para todos. Siguiendo métodos comerciales, dentro de la actual constitucion de la propiedad, es posible satisfacer durante varios afios el de- seo de la poblacién rural de poseer las tierras que cultivan. La dacién de una legislacién apro- piada de colonizacién agricola permitiré realizar este ideal sin alterar el régimen actual de pro- piedad. z Pero todo este sistema de parcelacion de tie- tras y de colonizacién esté llamado a fracasar, si no se prepara al colono y si no se le dirige técnica y econdmicamente durante los primeros afios, pues de otra manera el establecimiento de la pequeiia propiedad, representaria una grave amenaza para el pais. De ahi, que una ensefianza agricola eficiente, sea en el Peri una necesidad inaplazable. Tua ensefianza agricola debe llegar hasta el pequefio agricultor para lo cual es necesario . — 33 — multiplicar las escuelas practicas de agricultura y los campos de demostracién. Nuestra Escuela Nacional de Agricultura, que es el centro de pre- paracién de los téenicos que necesita la gran industria agricola del pais; debe ademas dar los profesionales que tengan a su cargo la en- fianza agricola. Se necesita trasladar la Escuela Superior de Agricultura es la base de la ense- fianza agricola. Se necesita trasladar la Escuela a su nuevo local inconeluso y darle los campos de trabajo y los elementos de estudio de que hoy carece. Hl progreso de Ja agricultura no puede rea- lizarse sin estaciones experimentales, que son Jas encargadas de encontrar las verdades agri- eolas propias del medio. La Hstacién Experi- mental Agricola de La Molina debe ser impul- sada y debe restablecerse el estatuto que tenia antes de 1930, que fué modificado por razones de menuda politica personalista, por la extin- guida dictadura. — s El erédito Agricola en el Perti debe ser-amplio y_eficiente. Debe hacerse una realidad el eré- dito agricola intermediario para la ayuda de la ganaderia y el establecimiento de mejoras per- manentes en las haciendas. El Crédito Territorial a plazos mayores de 20 afios permitira el desarrollo y mejoramiento de los fundos. El espiritu de asociacién cristalizado en el cooperativismo entre los pequefios agricultores, es. esencial para la pequefia agricultura a fin de que goce de las ventajas del crédito, para que pueda dotarse de elementos modernos de trabajo es y paeda afrontar los gastos del trasporte y de la colocacién de sus productos, x La irrigacién de las tierras eriazas es una de las formas de aerecentar la produfcién agricola. El costo de la irrigacién de nuevas tie- Tras es generalmente superior al precio comer- cial de ellas. Las irrigaciones sélo deben inten- tarse, salvo alguna excepcién, cuando el Es- tado disponga de capitales 0 de crédito que le permitan hacer gastos reembolsables a pla- zos muy largos. La regularizacién en el curso de los rios de la costa, es una forma practica de aumentar el valor agricola de nuestros valles, como lo ha probado la experiencia; y las obras necesarias para ese fin pueden realizarse dentro de normas comerciales, atrayendo al capital privado, si se cuenta con la ayuda y garantia del Estado, : Conforme lo expuse en mi manifiesto de Arequipa, considero el problema indigena comp el alma mater de mi programa de gobierno re- volucionario. No podremos resolver este pro- blema basico-de la nacionalidad, si no cambia la actitud espiritual de los habitantes de raza blanca o mestiza ante nuestros hermanos indi- genas. Mientras no nog consideremos peruanos todos, indigenas y no indigenas, con los mismos derechos y deberes, no se habré realizado la verdadera unidad de la patria, que es la base de su engrandecimiento. Los peruanos, princi- palmente, Ios hombres dirigentes, deben aban- vec a — 35 — donar esa actitud de proteccién y de superio- vidad, que adoptan ante la raza gloriosa que fué la forjadora de una civilizacién admirable. Mientras esa evolucién espiritual se opera en los peruanos, debe redimirse econémicamente a los indios, haciéndoles duefios de tierras pro- ductivas. Para eso es necesario organizar se- riamente el catastro de las comunidades y de las tierras de indigenas; reintegrar las tierras usurpadas a las comunidades; distribuir par- celas de tierras a los indigenas no propietarios; fomentar el cooperativismo agricola, mediante el estimulo de las comunidades y la asociacién de los pequefios propietarios; dar a los indigenas los elementos modernos de trabajo; proporcio- narles los conocimientos féenicos necesarios para que obtengan un mayor rendimiento de sus tie- rras. Se hace necesario, igualmente, una revision justiciera de las matriculas de predios risticos. Los: indigenas tienen pequefias industrias que merecen proteccién e incremento. Esta pro- teccién mejoraria la situacién de los indigenas y repercutiria favorablemente en la enconomia nacional. Algunas de esas industrias tienen ex- ponentes de un gran valor artistico, y sus pro- ductos pueden encontrar mercados en el ex- tranjero. : Lia instruccién y edueacién de los indigenas debe ser objeto de constantes desvelos. Deben erearse escuelas especiales industriales y agrico- las. Como un medio de facilitar esa instruccién y educacién deben erearse eseuelas rurales y esta- blecer el sistema de las escuelas ambulantes y de las misiones de ensefianza indigena. Debe, ade- Se mas, concederse amplia garantia para el desarro- llo y actividades de los subeomités indigenas de eulturizacién. Para realizar esta labor integral debs su- primirse instituciones nominales ineficientes, como el Patronato Indigena, estableciendo, en cambio, en los ministerios de Instruccién y de Fomento, direcciones especiales; mientras se organiza, sin gravar sensiblemente el presupues- to, el ministerio del Trabajo y Cuestiones In- digenas. La descentralizacién administrativa y ecd- némica favorecera poderosamente este programa favorable a los indigenas; sobre todo con el ineremento de las vias de comunicacién con una adecuada politica sanitaria y con el con- trol de las autoridades, que se verén asi im- pedidas de cometer abusos con los indjgenas. PROBLEMA EDUCACIONAL El problema educacional necesita afrontarse en forma integral. Hs necesario independizar econémicamente la ensefianza, credndole rentas propias, como ya existen en parte. Mucho se ha eserito y se ha proyectado so- bre cuestiones de instruccién; pero lo intere- sante es desarrollar un plan homogéneo y con- tar con los recursos necesarios para llevarlo a la practica. Podria sintetizar mi programa, en materia de instruccién, de la siguiente manera. La instruccién primaria gratuita y obligato- ria debe difundirse a costa de cualquier sacri- ficio, La instruccién primaria debe caracteri- — zarse por su simplicidad, precisién y por los eo- nocimientos titiles que se den a los alumnos. Debe, darse preferencia al desarrollo fisico de los estudiantes, estimulando las facultades crea- doras de los nifios. Con tal fin debe hacerse un esfuerzo por multiplicar las escuelas al aire li- bre, que son fuentes de salud, de alegria y de optimismo. Debemos marchar hacia el ideal de- mocratico de la escuela tinica. lua ensefianza indigena, como ya lo dije, debe hacerse por medio de escuelas rurales, de es- cuelas ambulantes y de un sistema de misiones. Deben erearse escuelas especiales industriales y agricolas. Debemos trabajar hasta conseguir que cada comunidad tenga su escuela. La instruccién escundaria debe transformarse de manera, que no sdlo sea una preparacién de la instruccién superior, sino que pueda dar a los estudiantes conocimientos técnicos y espe- cializados imdispensables para que puedan afrontar con buen éxito, la lucha por la vida. Con este fin, al mismo tiempo que la instruccién secundaria pueda fraccionarse en dos etapas, es necesario fomentar las escuelas de comercio y de artes industriales. Las Universidades y Escuelas, que dan la instruccién superior, deben gozar de autonomia y pereibir rentas especiales que las independicen econdmicamente, Ademfs de las escuelas técnieas que tenemos, deben darse realidad a la Escuela Superior de Comercio y a la Escuela Superior de Artes Industriales. Las escuelas téenicas deben establecerse en diversas regiones del Pe- ra, de acuerdo con sus necesidades. SG a Para la mayor eficiencia del programa edu- eacional deben fomentarse las escuelas normales y vocacionales. Debe lleyarse a la practica la Escuela Superior de Pedagogia. Las bolsas de viaje para especializar a los estudiantes distin- euidos, en centros de mayor cultura, es una necesidad inaplazable para la eficiencia de la ensefianza universitaria. : Mereceran especial cuidado de mi gobierno, si los pueblos me eligen, los seminarios univer- sitarios en que se estudie con un ¢riterio, a la vez realista y cientifico, los problemas na- — cionales. Para su mejor éxito es necesario pro- porcionar recursos econdmicos, facilitar datos estadisticos y otros informes, y financiar viajes a través del territorio nacional. Las universi- dades deberian encomendar a los alumnog de provincias, que van a su tierra natal a pasar jas vacaciones, que hicieran observaciones y es- tudios sobre los principales problemas de sus regiones. Debe ser un ideal para la ensehanza superior el establecimiento de la Ciudad Universitaria. Dentro de un ambiente fortalecedor de la salud del cuerpo y del espiritu, los maestros y los alumnos, podrian llevar a cabo con alegria y eficiencia sus investigaciones y sus estudios. Seria para mi muy satisfactorio poder llevar a cabo este ideal pedagégico. : Los estudios arqueolégicos deben merecer especial atencién en el Pert. Las maravi- llosas eivilizaciones que han florecido en nuestro suelo, cuyo descubrimiento nog Ilena de asombro y de orgullo, hacen indispensable 2 —= 39 a. que se dicten medidas drasticag y eficaces pa- . ta evitar que salgan del pais valiosos objetos ex- ponentes de esas civilizaciones, de nuestro suelo ; siendo igualmente necesarias las mfs amplias Proteccién y vigilancia a ese género de in- vestigaciones. La revelacién en el extranjero de nuestros monumentos y hallazgos arqueo- — légicos pueden hacer afluir al Pera una gran corriente de turismo, con beneficiosas repercu- siones de orden econémico y espiritual, Para fomentar el turisnio, ademas, de la necesaria propaganda, es indispensable la construccién de buenos caminos hacia los principales cen- tros de nuestras pasadas Givilizaciones, asi co- mo el establecimiento de hoteles adecuados en jas ciudades mAs cereanas de esos centros. Las bellas artes y la literatura deben mere- cer el estimulo de todos los gobiernos, Es sa- bido que los pueblos Gefinen su fisonomia por medio de sus exponentes de cultura literaria y artistica. Pero yo creo, que el arte y la li- teratura, que deben merecer la. preferente atencién del gobieruo, son los que se inspiren en nuestra naturaleza rica y variada, en nues- tra historia, en nuestras tradiciones y en nues- — tras leyendas. Para coneretar mi deseo de fayorecer la arqueologia y las bellas artes, considero ne~ cesario la creacién de una Direeeién de Ar- queologia y Bellas Artes, expresiones de cul- tura que en el Peri deben tener multiples contactos. s T= PROBLEMA ADMINISTRATIVO El régimen centralista que impera en el pais, representa un predominio inconveniente de la capital sobre el resto de la repiblica. Se ha concentrado, con profundo error, en el gobierno de la capital el derecho de toda iniciativa. A la capital convergen casi todos los derechos fiseales. Los ,departamentos no pueden practicamente emprender una obra piblica, ni atender siquiera a su mejoramiento Toeal, si no viene de la metrépoli la orden o el permiso, asi como-los subsidios o fondos necesarios. Este sistema antidemocratico y re- trégrado es, sin lugar a duda, una de las mas importantes eausas que impiden el rapido re- surgimiento del pais. - _ Hs preciso romper los’ moldes tradicionales de este sistema administrativo y dar un ver- dadero soplo de vida y de libertad a los pue- -blos, permitiéndoles que afronten por si mis- mos todos sus problemas locales, en armonia con sus necesidades e ideales, y que inviertan en su propio beneficio las rentas que recauden. A este ideal debe llegarse, prescindiendo en lo porvenir, de la actual demarcacién geo- grafica, que con el transeurso de los afios y las complacencias politicas ha quedado des- provista de base cientifica. La descentraliza- eién debe planearse con sentido econdmico y de mutua proteecién, uniendo log diversos sectores de la reptblica a base de los dife- rentes elementos locales que puedan garan- “tir su normal y arménico- desenvolvimiento. Cada nueva Gircunseripeién asi constituida, contribuiria en justa proporcién al sosteni- miento de las cargas generales del Estado y al leal cumplimiento de nuestras obligaciones, dentro y fuera del pais. A fin de dar realidad a este principio des- eentralista, debe implantarse por el momento, juntas locales con amplias atribuciones, seme- jantes a las que tenian las Junta Departamen- tales qhe establecio Ja Constitucién de 1828, para propender al progreso inmediato de ¢ada circunseripeién. Los organismos municipales deben conser- var su autonomia, sin menoscabo, a fin de po- der Ilenar debidamente su funcién. Sobre estas bases, la actual odiosa depen- dencia de los pueblos respecto de la metrépoli, desapareceria, viniendo a ser reemplazada por una adecuada descentralizacién, en la que, sin sacrificarse el principio de la unidad nacional, todos los pueblos de la reptblica disfrutarian de#la benéfica autonomia, que con tanto dere-. cho reclaman. Al Poder Judicial, debe darsele la mayor au- tonomia posible en su constitucién, establecien- do ademas que pueden recaudar y administrar sus propias rentas. La Corte Suprema no debe aplicar las le~ yes claramente inconstitucionales; y su fun- 4S eién de controlar a los dem4s miembros del Poder Judicial, que ejerce principalmente me- diante su facultad de ratificar los nombra- mientos, debe realizarla con severidad y ton fines altamente moralizadores, Para que la Cor- te Suprema pueda llenar con eficiencia esos fines, es indispensable que se rodee a sus miembros del mds alto prestigio y respetabi- lidad. Debe reorganizarse la administracién pu- blica haciéndola mas eficiente y moderna; y depurarla de los vicios con que la dejé la dic- tadura. Realizada esta labor, debe crearse la carrera administrativa, garantizando sus dere- chos a los empleados publicos. DEFENSA NACIONAL—_EJERCITO Sélo hay defensa nacional posible cuando la nacién se hace participe de ella con espiri- tu civico; con la abnegacién entusiasta de to- dos los ciudadanos confundidos en un sélo -de~ ber y en un sélo pensamiento: la salvacién de la patria. : El Peri debe ser fuerte sin alardes y lo seré el dia que los poderes ptblicos logren adaptar la organizacién de sus institutos ar- mados a una politica eminentemente democré- tica. Exeluyendo, desde luego, toda politica ofensiva, haré que los institutos armados, por = ‘ gu organizacién eficiente, respondan a toda agresién, a toda tentativa contra la soberania nacional. Hi Pera se salvaré haciendo de la naelon armada y pacifica una verdad viviente. ‘Trataré de evar la acci6n militar a la pu- ya defensa nacional, sin diferencias odiosas ~ entre los ciudadanos, y con una absoluta ex- clusién de la politica en los cuarteles. Necesitamos renoyar, por lo menos los ar- mamentos de instruecién, de acuerdo eon las mas recientes ideas sobre el arte de la guerra; de otro modo nuestros institutos armados se- guiran siendo agrupaciones que Meven equipos anacronicos, inatiles para llenar sus fines. La nacién no esta bastante advertida de sus problemas de defensa. Once afios de de- rrotismo le ha hecho olvidar, que su vida mis- ma depende de ellos. Pocos serén los ciudada- nos que sepan en que consisten estos proble- mas, porque se desdefid la educacion militar de la nacién. Nos faita lo esencial: el alan apasionado y constante de la nacién misma por su propia seguridad. El ejército es una escuela de dinamismo. Un ejército en el cual sus elementos trabajan con ahineo y devocién por su mejoramiento profesional, constituye la mejor garantia para” la seguridad interna y externa del pais. La instruccién profesional, al impulso de las fuer- zas morales, debe intensificarse en forma que ella sea una consagracién, inica a sus elevados principios, Es necesario contemplar la dacién de un cuerpo de leyes organicas, més en armonia fa con sus necesidades vitales. Una ley de_cua- dros que dé estructura adecuada al ejército, acordando las necesidades de la politica inter- nacional que el pais debe Seguir, es indispen- sable, El mejoramiento material del oficial debe ser materia de un estudio cuidadoso, La ley de ascensos en vigor, peca y se resiente de falta de equidad. Es necesario impedir que el favor oficial tenga acceso en ella, haciendo efectivas las sanciones para los que pretendan pasar burlando la ley. Precisa reformar la ley de situacion mili- tar, en forma que deje el campo para la aptitud y la capacidad, por mérito evidente, : El ejército no es una entidad deliberante ; pero debe ser guardién de las leyes tuterales. Hista es la manifestacién altamente demoerd- tiea que se otorga al ejéreito en todo pais libre. No hay que confundir protesta, que ‘se tradu- ce en falta de apoyo a lo que és evidente malo y pernicioso para la nacionalidad, con pronun- ciamiento. La opinién ptibliea es la que deli- bera; pero cuando ella es amordazada, toca al ejército libertarla de sus tiranos, pues de otro modo, se convertiria en asociacién de esbirros. — La marina de guerra merece una atencién preferente de los poderes puiblicos, no sélo por su gloriosa historia, que es motivo de orgullo t k p | \ 5 para el patriotismo, sino por que la armada tie- ne una importancia definitiva en la defensa na- cional. ®Es cierto qué actualmente no nos amenaza ningtin peligro inmediato en el orden inter- nacional; pero una elemental previsién acon- seja mantener la flota en estado de completa eficiencia. La situacién angustiosa del erario no permitira, por el momento, hacer adquisiciones navales; y cualquier plan en ese sentido resul- taria engafidso. Pero, dentro de esta forzosa limitacién que la realidad nos impone, ha de procurarse la modernizacién de los elementos de la escuadra, que por la antigtiedad de su eonstruccién no responde a las necesidades de la époea, y la construccién de una base naval, amplamente dotada y en condiciones de man- tener nuestros buques en permanente aptitud para el servicio. Conviene, asimismo, atender a la conserva- cién de los submarinos, mediante el- mejora- miento de su actual base, y es urgente la ad- quisicién de material de salvamento, indispen- sable para el reseate de las tripulaciones en easo de accidente. El servicio hidrogréfico debe ser organi-- zado debidamente, dotandolo, si es posible, de una pequefia unidad apropiada para los traha- jos hidrograficos de la costa. La flota y establecimientos navales debUh _ contar siempre con el abrigo de. un puerto — militar, provisto de recursos suficientes, en donde se pueda ejecutar faenas de entrenamien- AG to, reparaciones, carena, ete., en tiempo de paz, y en el que sea posible establecer, en caso de guerra, campos minados, bases aéreas, de- positos de explosivos y parque. Todavia 1 se ha hecho un estudio serio en este sentido. Conviene realizarlo y hacer lo posible dentro de la modestia de nuestros recursos, por el es- tablecimiento del puerto a que me refiero. lua cultura y preparacién de nuestros ofi- ciales de marina son tradicionales. El pais las ha aprovechado, tanto en tiempo de guerra, euanto en las lides pacificas de la investigacién cientifiea. Un gobierno genuinamente- nacio- nalista, debe pues, cuidar de que ese alto ni- vel de ilustracién se mantenga, y aun se eleve. Para ello se requiere el mejoramiento de los planteles y organizaciones de ensehanza de que dispone ahora la armada; a base de la exacta aplicacién de las doctrinas de ensefianza prac- tica, y mediante una continua actividad de la escuadra.- Precisa también la reglamentacién del en- vio de oficiales al extranjero; con fines de apren- dizaje en los centros donde mayor adelanto ha alcanzado la ciencia naval. : El personal de oficiales-de mar de la escua- dra, que presta tantos y tan abnegadog servi- © cios, debe ser mejorado, atendiéndose tanto a su bienestar actual, euanto a su porvenir. El servicio de aviacién merece también la solitita atencién gubernativa, Su importante labor en las distintas lineas de comunicacion y - tréfico aéreo que mantiene por casi todo el te- ee Aye _rritorio de la reptblica, exige la renovacién constante de su material, asi como lo necesario al ensanche de sus bases principales. A todo ell@ debe atenderse, en la medida que los re cursos del Estado permitan. _ Coneretando mi programa respecto de la marina’ de guerra, considero esenciales los si- guientes puntos: 5 1.°—Modernizacién de los cruceros. z » 2.°—Creacién de una base naval en el Ca- lao, que garantice la conservacién del mate- rial y sea su base de operaciones en tiempo de * guerra. : 3.°—Mejoramiento de la base de submari- nos y adquisicién de los elementos de salvata- je, para prevenir los peligros a que estén ex- puestas las tripulaciones de esta clase de bar- cos. 4.°—_Mejoramiento de la situacién de los ofi- ciales de mary maestros (suboficiales). 5°—Atencién preferente al perfecciona- miento téenico de los oficiales de marina, me- diante viajes al extranjero. ..—Hficiente atencién a las necesidades de Ja ensefianza en la Escuela Naval. : 7.°—Almacenamiento de repuestos y articu- raciones y ejercicios de.la~escuadra. ___,8.°—Guidado escrupuloso de que el presu- puesto de marina provea a la satisfaccién de tas necesidades, « ~ : SS Ss ‘Si los pueblos me honran con su eleccién, “ golicito el coneurso. de todos los’ buenos perua- - los necesarios para la periodicidad de las ope- ~ aR © nos, para, llevar a. la oes el programa de _ a “gobierno que acabo de exponer a la conside- ee racion «del. pais. Nada podria mi yvoluntad de- : cidida de Ievarlo a cabo, si no contara edn el — z apoyo y la colaboracién técnica de los hombres eminentes con que felizmente cuenta el es Ni seria: posible, tampoco, realizar obra: de tan: ta trascendencia, sino contara con el constan- te ¥- fervorosg eoneurso del pueblo que hoy me acompafia con. su sineera y desinteresada _ sim— ~ patia. os €omo‘la realizacién de un, programa de-go- _ bierno, no sélo depende del presidente del Repittblica, sino del congreso, que es el encar- — -gado de dar las leyes del pais, exhorto a Jos ciudadanos de todas las regiones del Pert g me favorecen con su adhesién, para que elij , como sus representantes a. ‘aquellos hombres; que por haber combatido con tesén y denuedo 4 ala extingtida dictadura y por haberme acom: pafiddo con abrtegacién- en todo momento, es- t4n intimamente.compenetrados eon mi “pro- Z grama y con mis idegles de gobierno. = > = Bn este dia glorioso,-que es para mi de suprema emocién, quiero itivocar 2 los espiri- tus tutelares del Port, para que. asi como Be favorecieron en 1a obra magna de -derroca >mas ‘aciaga de las. titanias, me apoyen ¥ me jluniinen en la ardua farea de reconstraiy: Ta 2s nacionalidad peruana. sy 5 Lima, 22 de agosto de 1931. é = =< LUIS M, SANCHEZ CERRO. ~

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