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CAPITULO III Las fuentes del curriculo En este capitulo se destaca la importancia de tener en cuen- ta las aportaciones de las fuentes psicopedagégica, epistemo- légica y social, a la hora de disefiar un curriculo cientifico para alumnos de 11 a 14 afios. A través del andlisis de todas ellas se enfatiza la necesidad de no menospreciar ninguna, a la vez que se observa una clara confluencia entre las sugerencias que se derivan de su estudio y la interseccién existente entre sus aportaciones. La fuente psicopedagégica suministra informaciones sobre la manera en que los alumnos construyen los conocimientos cien- tificos. Los datos se han ido conformando a partir de la psicolo- &ia cognitiva y la didactica de las ciencias, aunque no se puede olvidar que las fuentes epistemolégica y social también colabo- ran a la comprensién de la génesis del aprendizaje. Se describen someramente las principales teorias sobre el aprendizaje: conductista, de Piaget, de Vigotsky, de Ausubel, y se hace especial hincapié en el analisis de las concepciones al- ternativas y en la evolucién del modelo constructivista. Se tienen en cuenta las relaciones entre los factores cognitivos y afectivos y se realiza una breve reflexién sobre la incidencia en el apren- dizaje de los procesos metacognitivos. Por dltimo, se resumen las principales aportaciones desde esta fuente para la toma de decisiones curriculares. En la fuente epistemolégica se busca conocer la concepcién de ciencia que debe estar presente en los curriculos cientificos que se disenen para estas edades. Para ello se indaga en las di- Un curriculo cientifico para estudiantes de 11 a 14 afios ferentes concepciones de la ciencia que parecen haber incidido mas en la ensenanza. Se resumen las principales: acumulativa, empirista-inductivista, asi como las aportaciones de Khun y La- katos a las concepciones actuales. Se reflexiona sobre la dife- rencia entre la ciencia de los cientificos y la que se presenta en las aulas y se finaliza con algunas sugerencias concretas que se deducen desde esta fuente para la elaboraci6n del curriculo cientifico. La fuente social se considera de especial relevancia a la hora de decidir los objetivos de la ensefanza de la ciencia, asi como la selecci6n de contenidos y los enfoques metodolégicos. Se par- te de la necesidad de proponer curriculos cientificos en intima relaci6n con las necesidades sociales de los paises para no pro- vocar rupturas entre el mundo real y la escuela. Se destaca el enfoque actual en la ensefanza de las ciencias de las relacio- nes ciencia/técnica/sociedad y sobre todo su incidencia en la motivacién de los alumnos para el aprendizaje cientifico. IIL.1. La fuente psicopedagégica La fuente psicopedagégica suministra informacién sobre cémo aprenden los alumnos, y, concretamente, cémo construyen los cono- cimientos cientificos. Estos datos se han ido conformando a partir de. la psicologia cognitiva y, en los tltimos ajios, de las investigaciones que se han realizado desde el campo de la didactica de las ciencias. Sin embargo, es dificil separar las aportaciones de cada fuente curri- cular, ya que los estudios desde la epistemologfa de la ciencia han co- laborado también a entender cémo se aprende ciencia a partir de las reflexiones sobre la construccién del saber cientffico. Ademas, se ha visto la gran incidencia que tiene en la motivaci6n para el aprendiza- je cientifico el hecho de relacionar la ciencia con las necesidades y pro- blemas sociales. Desde hace poco mas de dos décadas se ha asistido al desarrollo de un nuevo cuerpo de conocimientos desde la diddctica de las cien- cias, que ha supuesto un avance importantfsimo en la comprensién de las dificultades que presentan los alumnos para entender los conoci- Las fuentes del curriculo mientos cientificos, y, sobre todo, sé han abierto nuevas perspectivas de investigacién en la busqueda de estrategias didacticas coherentes con los nuevos modelos de aprendizaje propuestos. La preocupacién por conocer cémo se adquieren las ideas sobre el funcionamiento de la naturaleza ha sido objetivo de la investigacién desde hace mucho tiempo. Se presenta, a continuaci6n, una somera re- visién de las aportaciones mas significativas, haciendo especial hin- capié en las de los tltimos veinte afios. La concepcién conductista 0 behaviorista Ha dominado gran parte de la mitad del siglo. Las investigaciones sobre el comportamiento animal hicieron pensar que el aprendizaje era una respuesta que se producfa ante un determinado estimulo. La repe- tici6n era la garantfa para aprender y siempre se podia obtener més ren- dimiento si se suministraban los refuerzos oportunos. Esta concepci6n del aprendizaje, asociada al esquema estimulo-res- puesta, era coherente con las concepciones epistemolégicas empiristas- conductistas sobre la naturaleza del conocimiento y la investigacién, que ya habfan defendido Bacon en el siglo XVII y Pearson a finales del XIX. Para ellos la verdad esté en la naturaleza y solo hay que descubrirla me- diante una observacién y experimentacién cuidadosa, poniendo gran énfasis en la importancia de someter los datos a las pruebas 0 refuta- ciones. Los afios cuarenta fueron hegeménicos de esta concepcién y debi- do a ello se eclipsaron otras tendencias que empezaban a surgir, para las que la comprensién humana se basaba en algo més que en la légi- ca del descubrimiento. La aparicién de la obra de Kuhn (1975) a principios de los afios 60 y de Toulmin (1977) en el inicio de los afios 70, sobre la importancia de los paradigmas en la investigacin cientffica y el carécter evoluti- vo de los conceptos en la sociedad y el papel que desempefian en la comprensién humana, se oponfan definitivamente al punto de vista sos- tenido por los empiristas de la biisqueda humana de verdades absolu- tas. Ademés, las nuevas explicaciones estaban mds préximas a la rea-

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