Está en la página 1de 8
UMBRAL . Revista de Educacién, Cultura y Sociedad FACHSE (UNPRG) Lambayeque, Avio VN” 8 Junio 2004 pp 18-25 Afropiuranos y esclavitud en el Pert ile ESAR ESPINOZA CLAUDIO! Elnegro no nacié esclavo, alnegro lo esclavizaron u después que lo marcaron lohicieron que diga: mi amo. Ledieron trato inhumano yelpobre negro vendido é qué iba a hacer siera cautivo enlas garras del tirano Misuerte tamiéne’ tusuertecee so’cholo mal habladéoooo en too’ somo igualece lo distinto esel coléo000 so’cholomal habladéooo. Po’ tanto desgracié''a los negroooo ma’ desgraciado utéseraaaa ‘pue; el hijo que te va a nacéee seré igualito a Cumanéaaa. Po’ tanto desgracié.a lo negrooos 1. LA SOCIEDAD AFROPIURANA DE concentracién negea estaban ubicadas en Lima ESCLAVOS (29,763 esclavos), Trujillo 47. ‘ala titima década del siglo XVIlexistianenel (5,268 esclavos), Una mino Perii 40,347 negros esclavos. Las regiones de mayor _ sa en un conjunto de pueblos andinos ¥ costefios’ clavos) y Arequipa a se encontraba disper 1 Messer en ora por la Potfisa Univers in dl Pe nad Seno URNS). refrain er aFUS fenonrade aerial aD Guten apa yl {3 prot Caro Low Turundaras (rsa entre elchal Salem Remreryelmegro Cumond,» 58-0, Cuentos de hur Si Ves PoP 44 wrar roe, om pe. 38728, fle Mo A Fans 60, =18- Revista Semestrel de Biveacsn, Cutura y Sociedad, Umbral Lacosta norte concentra una poblaciéa total de £88,856 habitantes. La mayoria poblacional exa indi- gona (55.3%), seguido de los mestizos(19.2%), par- dos (12.4%), espafioles (8.3%) y negros (4.8%). En esta regién norte encontramos las ciudades de Trujillo, Lambayeque y Piusa que dependen de! trabajo esclavo en tinas,talabarterias, trapiches, mo- linos, estancias ganaderas y servicio doméstico urba- no. Las tres ciuidades coloniales nuclean 4,226 ne- grosy 11,014 pardos, ‘Comparativamente encontramos las siguientes tendencias: primero, predomina la poblacion negra cesclava en Lambayeque-Trujllo, En Piura, sobresa- len os pardos (mezcla racial de negros con indios de diferenes procedencias).* Segun el cuadeo N? 1, los tres partidos noxtedios concentran una poblacién total de 88,856 mil habi- tantes. De este total, a poblacién negra representa el 4.8% de los habitantes (4,226 negros). CUADRO N° 1 POBLACION TOTAL POR CASTAS EN LOS PARTIDOS DE PIURA, LAMBAYEQUE Y TRUJILLLO, 1784. puerto de Payta) y de los grandes latifundios como Yapatera, ‘Tangarari, Morropén y Pabut. La presencia delos negros esclavos eala ciudad ¥en los latifundios estanciertos se registra en Piura desde el primer tercio de siglo XVI. La ciudad puer- to de Payta es la puerta de eateada de sumerosos cargamentos humanos provenientes de Panama y ‘Cuba, para luego reintroducitlos hacia los pueblos dela Audiencia de Quito y el virreinato del Peri. La grave contraccida poblacional indigena en la costa norte provocati la afluencia masiva de la mano de ‘obra negra para el trabajo al interior de la ciudad y de los latifundios azucareros y estancias ganaderas. En Piura, paralelamente al ordenamiento y reconcentracidn de la poblacién indigena en direc- cidn al puerto dé Payta (Colin, Sechura, Payta y Catacaon), se produciri el establecimiento de nume- rosas familias negras y pardas al interior dela nueva ciudad refundade en 1588 por el virrey Conde del ‘Villar. Estas familias organizarén el barrio de los canalgachess% en el sector no‘te, vecino ales tines y ccurtidurias productotas de jabones, cordobanes, cue- 0s y 2uelas, velas Iejias, Qtro grupo humano negro sera asentado al interior de las grandes propiedades — - ss rrurales para trabajar en ca- Lambayeque 267719754 4874—«3153_—:1760_—32218 a Piura 2955 24800 106655203884 AMT | Ti cizadon ene uaba- [Trajillo 1746 4567 215882658 188212141 | i eta cata deanicaryla _ : _ produccién del tiga, homn- FRE ASA I7O8 TETAS TBBBGE] res y mujeres se ocupa En el partido de Piura se encuentenn tres valles tepresentativos: La Chitra, el Piura y Huancabamba La poblacién negra se ha nucleado al interior de las principales urbes (San Miguel de Piura la ciudad- 5 ver bee Owe Fr bey ntti erate Pes petra NC Lana er sre ‘rin temporaliente en el laboreo de ingenios, moli- ‘nos y trapiches. Apoyados en mulas y bueyes, otros se ocuparan en las tareas del riego de las tablas de cafia, en la fabricacién del azticar, de los aguardien- tes las mieles. Fn la ciudad, las mujeres cumplen las tareas del servicio doméstico,atienden el cuidado de Jos hijos de las familias espaiolasy criollas. Los home bres estin ocupados al interior de las tinas produc- toras de abn, sebo, zuelas, cordobanes, ete. un con junto de biencs orientados generalmente al consu- mo extraregional.” Acomienzos del siglo XVIII un pequeiio nii- cleo de negros esclavos laboran en las pampas de Brest oaanaae Sino de fs Maly, nontreproio de egress praveins de Maps Yr: Matyi. 9 9.20 $F Charkgune nate Poacony cuando eats sac fe Rasen age SVE CNM, se, -19- Umbbrall, rovin semesirat de stcsctsn, Cultura Sociedad Parifias y Mancora, una zona productora de brea para el consumo de astilleros y productores de vi- 108 y aguardientes. Las reformas borbénicas im- pondrén una especializacin Iaboral y una reconcentracién poblacional al interior de los valles del Chira-Piura. Este es un tiempo histérico de la organizaci6n de grandes estancias ganaderas que demandan mayor enetgia negra esclava producién- dose un traslado de la poblacién de color del valle el Piura hacia el valle de La Chia. Es decir, de un. valle con escasas cuotas de agua a otro valle en la que el agua recorre las tiberas y canales del rio due rrante todo el afi. Bste iltimo valle set reconquis- ‘ado por un nuevo grupo social de hacendados blan- cos, en particular de procedencia vasca, y se orga- nizari una nueva frontera agraria especializada en Ia ctianza de ganado vacuno y mular. Este capital social posibilitars luego la formacién de una nueva ciudad, llamada Sullana en las primeras décadas del siglo XIX. Esta especial experiencia agraria mues- tra una singular coexistencia de familias indigenas, pardas y negras asentadas en milltiples caserios y aldeas rurales. Son grupos pablacionales precarios ya que sobreviven de la explotacién de las tiersas hiimedas y de los bosques y pastizales que se han. ampliado con la legada anual de aguas en tempo- sada veraniega.* Elvalle de la Chita ser reconquistado y repo- blado después de haber quedado liquidado su po- blaciéa en el siglo XVI. Esta vez surgirn los pue- blos de La Punta, Querecotillo, Sojo, Amotape, ‘Tangarata, Poechos, Lancones, etc. los mismos que cohabitan un mismo espacio con la gran propie- dad rural. La presencia de un ciclo de afios secos Jos obligars a reconcentrarse en las zonas hiimedas y de pastizales,y sus habitantes, en muchos casos terminaran en calidad de peones o yanaconas de las medianas y grandes propiedades territoriales como Poechos y Tangarari. En todo caso, varias clas de migracién de serranos y costefios reforzas’ la fijacidn de las fronteras del pueblo de La Punta, que a comienzos del siglo XIX sera bautizada con elnombre de Sullana” Durante la presencia de luvias ¢ inundaciones los habitantes de varias condiciones étnicas busca ‘rin trasladatse hacia las zonas altas y explotaria los variados y densos bosques de algarrobo y hualtacos. Movimientos de dispersidn y concentracién comu nicarin a migrantes sexranos y costefios que en- ‘cuentran en el trifico comercial con los pueblos de Loja y Cuenca una salida para encontrar ingresos ‘monetatios y la continuacién de los calendarios tuales y festivos anuales, Asi, junto a los poblados tutales de peones asalariados, yanaconas, vaqueros ¥ tributarios, se encuentean grupos de familias de diversas castas que han fugado de haciendas laicas ¥ teligiosas, negros esclavos fugados dela ciudad, bandoletos y cimarrones que viven en los montes os bosques, grupos de hombres que sobreviven practicando el bandidaje y el asalto de artieros, poblados indigenas, la venganza contra los amos tiranos y el robo nocturno en tiendas y slmacenes de la ciudad.” rie Las ciffas estadisticas muestran a nivel demogrifi- co la fuerza de dos tendencias: recuperncida y execi- mitento de la poblacién e intenso mestizaje en todas las castas. Las familias de negros, pardos, mulatos y ottas mixturas consiguen autogenerarse su propio empleo e ingtesos para satisfacer su econotnia fami- liar. Un sector de los negros esclavos aleanza niveles de ahorro que le permiten incluso negociar y com- prac su libertad, La estructura social colonial se ha resquebrajado en esta regién de Piura. La actividad ceconémnica se ha diversificado con la emergencia de ‘una nueva frontera agratia: el valle de La Chita. Hacia «este punto convergen no solo colonizadores criollos y cespatioles sino también migrantes v bandoleros coste- ‘ios yserranos que se disputan un espacio territorial y soxial, Las vegas de La Chita y los montes boscosos de ‘Mosropén Pabur son el escenario singular del acci nat de un particular bandolerismo interregional que ‘marcaré la historia social de Piura. En esta geografia 8 pum ennyde srl, Moms arg replat rnrant iia itl nr enc Pr cli Ver Latta Perea IMS, ‘Mines. orp. Suvespustaussbs pra ans dla ats ol produconenlasoasta ln Resend abab puiados or Pa ‘Meco ied apo fe Tory Cats Ln, Brg Hernan dew oma ceed serene sea ‘ltt a pda dee har) el Pride as ena. css de Paras ra sar satin arate pas de cpa de (inmea gras ena sale dela hina Accor de ct ee Paar aaron arrorteporamans om especies ‘onabans elas rors crtar Ca amt oso oer cna honed eons Cl dep voquren ora, eae, ‘Smpemertands det fora ln hres dees propre aes evolu shar Sve con agus jonas eran der se ‘ration Department de Rar ADP) Be Sen Crepe, Cass Css yin, 082 ‘nati Lemonmisn deacon Par: Rois Teme ois, Ne, Cra, p46 Pe 08 -20- Revise Semestrul de Educ, Culture costefia sobresale José Galle Zapata (a) Paloma" Un hombre romintico, dedicado al asalto de nobles limefios y acaudalados, que acompaiado de una pequeria banda de hombres sin oficio, se dedicaré al robo y el saqueo de haciendas de propictarios espa oles y criollos en Piura y Lima. En este periplo de aventuras recorrert la costa norte y centro para dis frutar de los capitales y joyas acumulados conjunta mente con los pobladores humildes de caserios y pucblos mestizos, Este accionat singular sera calif. cado como delinquencial por las autoridades colo. niales y que abota la nueva historia social as revalot za como signos de protesta social delos grupe alternos frente al poder colonial de terratenientes € sub- intendentes virreinales 2, CONFLICTOS ENTRE NEGROS Y BLANCOS Falta realizar estudios sobre la incorporacidn de nepros, pardos y mulatos la puerra del Perity de los pueblos de la costa norte contra Espaiia entre 182 824. Lo que se conoce en muchos textos ofic esque la mayoria de los negeos esclavos y pardos se incorporarom a las milicias pa char en Pichincha (Ecuador). De: asl larse luego y lus parte,un sector rminoritario de mulatos y negros lbertos ser utilizada para orgnnizar la guardia personal de un niicleo redu- cido de hacendados y comesciantes eriollos que res. guardaban susintereses y pro- piedades ena ciudad de Sa Miguel de Piura. Con las no- tics a finales de 1820 de que en Trujillo, el marqués de Torre Tagle habia apostado porla fundacién de una pa- lia libre y auténoma, ea Piura, la dite criolla y espa- ola buscar seacomodars en el nuevo poder regional Elafio de 1821 conoceeles- tallido de apetitos persona- lesy etudillaje regional ente ay criolla, La erin ng caren ‘Qc aa dean eu hace Sitoesta se mpetocwtee rebar sec sir XVII. pr (al de Pra ero des td sho Epi ide inhote Sor, lamas Jo tera. Seta mar ior dame Da ops y Raitt tes de eatlachén En: Cuadernos del CONUE. Lima, Dic. 1972.9p. 300% vous, Umbral solucion a este dilema de la division en Piura es la imposicién a la ciudad de una junta de gobierno liderado por un agente de San Martin, proveniente de Trujillo, se trata de los hermanos Dieguez.y de un representante de los grandes propietarios de tierras y negocios comerciales: don Miguel Geronimo Semi- natio y Jaime. Paralelamente se movilizan las pequc fas élites locales de numerosos pueblos emergentes cen los valles de la costa yl sierra de Piura Los cuales, movilizan a los funcionatios de los Ayuntamientos municipales para expresar la voluntad popular y el compromiso en la guerra contra Espana (Catacaos, lin, Payta, La Punta, Querecotillo, ete) La ideologia liberal reformista moviliza a las poblaciones de la ciudad y el campo. Sin embargo, cada lider y grupo social lo interpreta de acuerdo a sus intereses politicos y materiales. Los agentes en- viados por San Marcin y Bolivar habian gestado y onganizado un estado de 4 antiespafiol. Una de estas expresiones sociales es la imo tadicalmente que plantean los representantes de los estamentos, dominados: la destruc den orden socal de os blanco Se reclama el derecho de acceso alla tierta, la anula ci6n de las cargas fiscales, la reduceién de la servi jumbre y la abolicién de la esclavitud negra. Li cducen los cambios en la dimensién politica con los que intentan generar una revolucida social profunda fe quienes fstab cmd cn te ara ravanoe corals depots aba Umnbrall, resis semestrt de tducsin,Cutra y Societe Lallegada de Andrés de Santa Cruz, en calidad de nuevo gobernador politico-militar, agudizara es- tas tensiones sociales. La clase dominante piurana se encontraba aterrorizada pues no encontraballos ca nales politicos y sociales para recuperat y fortalecer el mando politico regional. Al interior de este grupo dominante se ha producido una fuga masiva de sus principales representantes, de tal forma que los ha- cendados y comerciantes locales solo tienen en mano reproducir a estructura social y politica fundado por Pizarro y los encomederos en el siglo XVI Contra este proyecto se presentan y pugnan, utilizanda la ideologfa y propaganda liberal, un sector de peque- fos arrendatarios, hacendados-comerdantes crillos, los cuales se expresan en el contral ya amanipulacién de los cabildos municipales de Piura, Amotape, La Punta, Querecotilloy la ciudad de Paita. La guerra y 1a politica les permitird a indios, mestizos, negtos y pardos conseguir legalmente el acceso a un pedazo de tierra como premio a su apuesta politica por la patria. A partirde esta experiencia se organizarin en pequetios micleos liberales para reforzar sus fueros institucionales y fortalecer su poder local. Santa Cruz y Bolivar contribuyeron a reforzar esta tendencia y orientacién politica que luego sera desmontada por los criollos republicanos® LA MUJER NEGRA ESCLAVA EN PIURA: 1821-1822. Elprimer tercio del siglo XIX seri violento para Jos habitantes de le ciudad de Piura. Articulado ala ciudad-puerto de Payta y alas ciudades serranas de Loja-Cuenca, esta pequefia urbe maritima recepcionaré las noticias de la guerra europea y nor- tcamericana. La ideologia liberal seri recepeionada por las poblaciones costefias y serranas, via el co- mercio y las Cortes de Cadiz."" Alinterior de la ciudad de Piura se han estableci- do numerosas Familias de negros esclavos y libertos para el servicio doméstico y la seguridad de las fa- milias de los hacendados y comerciantes locales. ‘Hombres y mujeres negras esclavas pugnan y com- piten entre si por mejorar su status socioeconémico yasentarse ea los barrios periféricos. En particular, ‘encontramos que la mujer negra esclava utilizar’ el recusso legal ola fuga pata conquistar su autonomia social. : Entre julio y diciembre de 1821, el general don José de San Mattia promulga y ordena el cumpli- miento de sucesivos decretos favorables a los ne- {8708 esclavos. Uno de los primeros fre la de orde- sna que ls nadidos despues deuio de 1821 fueran hombres libres, prohibiéndose el teifico de esclavos; de igual forma se otorgabs la libertad a los negros que se incorpotaban voluntariamente a las milicias patrio- tus. Estas medidas favorables ala poblacién negra se propagandizaron por toda la costa norte, Este es un tema abierto todavia ala investigacién hist6rica. Entre 1821-1822, Pinsa se encuentra bajo el con- trol de una élite de hacendados y comerciantes crio: los que apostaron porla liberacién de Espafia, Don “Miguel Gerdnimo Seminario y Jayme lidera el man- do politico militar. En este contexto sociopolitico, nla parroquia de La Punta (Sullana), Jacinta Romero,” negra criolla, ha sido denunciada por haberse fuga- do de a casa de Natalia Maldonado, Elabogado de Jacinta justifica a salida violenta de esta mujer ya que solo habia cumplido con librarse del «il cautiverion ala que la tenian sometido sus amos, Habiéndose recibido las Srdenes superiores de Lima reclama se efectivice este supremo decreto del protector don José de San Martin, promulgado en 16 de octubre ‘de 1821, Se trata de un decreto que ordenaba a libe- racién delos «esclavos y beneficio de la humanidadh, Sin embargo, el juez local ordena que Jacinta retorne 4 su antigua condicién y cumpla con el trabajo en- catgado. Otro caso se presenta en el pueblo de La Punta cn la que el gobernador ser denunciado por con- trariat el decreto de San Martin. En efecto, en casi todos los pueblos del valle de La Chira ya se cono- cia elmandato antiesclavista de San Martin. De otro lado, a finales de 1821, el cura don Tadeo Celi se habia trasladado de Huancabamba hacia el pueblo de La Punta para reajustar varios contratos comer- 15 Clr pine Claes Fenanay wad nt ot: igi dea nde o Pur: 17801890 UNMSIS, Lina, eri 16 Enodis eave Crist Hur lar nero a 1800189 b aati Wael igs con, Suntec iscna: "Brenan, Nea I, Puc, Demir 70 Wied kaye 38, So ten Pe Ps Bras se irr, pp Prac Goats Bt Lima, P. 1 ADP Bhat, Sete aterm Pl Mito Css rnin, pj cadens 7.0 18 ‘Abpea Stn Gabe alice, eae moins eo cadena 8 pt 19 App ico, Sein Gober atc Mitr Cres Cle ae oan 6. -22- tada a favor de Baltazara Godos, mu: jer residente ena hacienda de Malingns. La solicitud de que se le otorgue Tn arta de libertad estaba sustentada en los decretos promulgados por San Martin. Su abogado detensor infor ma que Maria Mercedes merecia este beneficio por «as incalenlables trabajos gue he padecido desde que agnel malrada hombre que con engatos me sac de te rea, me bea liga mi sr concen qe esclaresca la brillant lbertad con hadi ica providence digné botarase a gui Wi fa de del da mente ser negativa, Pero la respuesta nueva- Dtzo caso singular es la prota gonizada por Josefa Gutierrs ba eselava, edad 40 aiios, su propie taria era doria Antonia Achntegui. Pla Ja compré en el ao de 1816 por un ciales. Esta vez denunciari que su esclava Carmela Moreno,"*negra ctiolla, habia fugado hacia un punto desconocido fascinada por el semblante de liber- tad» que otorga el decreto supremo del 16 de octu- bre de 1821, Suabogado denun taba aque Carmela es, burrida de los eastigos y abusos que se come. tian contra su persona. Su propésito de conseguir la libertad por la via de la compra le habia sido dene- gada, Esta ver habia fugado en direccidn del desier- todel Ako Piura, Un tereer caso es la de una negea libre llamada Maria Mervedes Adbarracén'” (de padres guayaquilesos) pridades locales se le ororgue quien solicta alas au una carta de libertad. Su madze, ppecializada en la preparacién de dulces, aba constantemente yt sidia en una casa cercana ala plaza de San Francisco c seri raptada por un hombre blanco bajo el pretexto .do tuvo menos de diez aiios, Maria Mercedes de llevarlaa las fiestas de San Borond6n, donde es- taba laborando supuestamente su madre. La em- barcaron por Payta en direccidn del poblado de Santa Rosa, Luego pasé a la villa de Za Celica. Y, desde este punto seri revendida sucesiva- mente a varios vecinos que habitaban en el valle de L Ultimo punto seri rerna- atacocha, Chira y el Piura. En valor de 470 pe cia la hacienda de Némala. Tral de su libertad en varias ocasiones. Para dist sy Ia trasladd he indo al interior ssta propiedad rural, Josefa intentar comprar este propésito, Maria Josefa sera trasladada hac ara en 1821. lin esta Ja ciudad de San Miguel de Pi urbe escuchatia a los blancas decit que wel gobieraa de a Pateia no mandaba que de tal suerte trata a los esclaros», Pero a lus procos dias, Maria Mercedes se fugarfa hacia el pueblo de Ca neaos; en particular, se detendria en la casa de don ‘Toms Dieguez Este optari por retirarla y arrojarla de su vivienda pues declara este otable criollo republicano que mba Maria Mercedes solo destacaba por wie ilar tenopestades de sus amas.y tener genio saberbian. VI i mado Miguel Xirén, no encontraria solu: cio se prolongara y su abogado defensor. Ha 6 final atoridades re- a este asunto complicado para las publicanas. Finalmente, este apoderado legal sin- isu demanda de libertad fundainentinde: Martin de 16 de « de 1821. En uno de los memoriales prese tetiza se en el decreto de $a ubre ados reclama que se cumpla con los postulados lider les pues sostiene que «onoce V.S mejor que yo su debida observancia y empieza ya en el si glo de la sabiduria y de las luces a respirar la naturaleza vejada y oprimida; sirva pues la 23- Unnbral, nevisin semesrat de toveneion, Qutura y Societe presente generacién y acabe sus dias bajo el Josefa Gutierrez. denunciatia insistentemente en duro yugo de la servidumbre, pero sea bajo la sus esctitos que los fancionarios judictales la odian salvaguarda de la ley y del gobierno mas be-_amuerte por haber iniciado la reclamacin en Pi néfico, mientras las futuras que han dado prin- la libertad de las negras s¢lavas. Desde un princi- cipio desde el dichoso dia 28 de julio sony _ pio, jueces y autoridades locales buscarian ocultar y seran libres para alzar al cielo sus manos y __negarel decroto sanmartiniano (16/10/1821) ya que asia el antiguo orden eco bendecir incesantemente a quien ha hecho con suaplieacidn seal do por los espaiioles desaparecer para siempre sus cadens y s degradacién». némico y social fune ALVARADO M., Pedro, Morrop6n. Geogratia, Histor Euclides S.A, Lima, 1987 ALDANA, Susana, Poderes de una regién de frontera. Comercio y fami: lien el norte (Piura 1700-1830). Eadic, Panaca, 305 pp, Lima, Pert, Empresas coloniales. Las tinas de jabén en Piura. Edic, CIPCA/IFRA, Lima, 1990 BURGA, Manuel. La hacienda en el Pent: 1860-1930. Evidencias y mé- todo. ‘dic , Folklore. F Eni te fe sta Tierra y Sociedad (FA),N® 1, Lima, Peri, 1978, RIES ALONSO, Vicenta. Los eselavos domésticos en América. En: :nos, tomo XXIV, Sevilla, 1967 Lanarrativa de Lopes Albéjar. dic, CONUP, Anuatiode Estudios Ame ESCAJADILLO, Tom Lima, 1972. ESPINOZA CLAUDIO, César. Un movimiento agrarista en la Inde- pendencia de Piura: los colonos siervos de Morropén-Yapatera, 1820-1825. Edic. CIPCA, Piura ESPINOZA CLAUDIO, César. «La rebelién de los esclavos en Piura». Sociales, E.A.P. de Historia, 9 pp, UNMSM, Lima, Pe Facultad de Cienc 1985, FLORES GALINDO, Alberto, Movimientos campesinos en el Peri. Ba- lance y esquema. En: Cuadernos Rusales, N° 18, mimeo, PCUP, Pert, 1977 Frustracién y Esperanza. Eo: revista Cultura Popular,N°10, CELADEC, pp. 34-40, Peri, 1983. Aristocracia y Plebe: Lima 1760-1830 (Clases sociales y sociedad colonial en el Peri 1984. GUZMAN, Luis y otros, Tambogrande y la Historia de Piura en elsigio XVI. Edie. CEHIM, Lima,1996. BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA | | ‘Tésis doctoral, Univ: Sorbona, Paris 24° HUNEFELDT, Christine, Liberalism in the Bedroom: Quarrelling Spouses. | in Nineteenth -Century Lima. The Pennsylvania State University Press, University Park, Pennsylvania, XVII + 388 pp., 2000. LAZO GARCIA, Carlos. La denuncia social en las crénicas peruanas. | “Tésis de Licenciatura en Historia, UNMSM, Peri, 1974. LAZO, Carlos y TORD, Javier. Grupos de podery movimiento social en el Pert colonial. Algunas evidencias. En: revista Estudios, N°3, UNMSM, Peri, 1977. Algunos aspectos de la trata de negros en el Pert a fines dels i g 10 XVIII. Eo: revista Fstudios, N° 3, UNMSM, Peri, 1977. Cimarrones, palen- ques y bandoleros (Lima, siglo XVIII), Ea: Hacienda, C yFiscalidady | Lchas Sociales (Peat Colonial). Biblioteca Pertana de Flistoris, Economia y | |, pp. 245-290, 1981 LOFSTROM, William. Paita y el impacto de la flota ballenera norteame- ticana en el norte peruano, 1832-1865. Caja Municipal de Ahora y Crédiro de Piura, S.A.C y Asociacién de Historia Maritima y Naval de Iberoamérica, Lima, 2002 : MAC LEAN Y FSTENOS, Roberto. Negros en el Perti. UNMSM, Lima, 1974 MATICORENA, Miguel. Independencia y apertura social. S/f PERALTA, Germén. Las rutas negreras. UNF, N° 4, Centro de Investiga: aciales, ima, Peri, 1979. KAMEN, Henry. Elnegro en Hispanoamérica (1500-1700). En: Anuatio de Estudios Americanos, tomo XXVIII, Sevilla, 1971 KAPSOLLI, Wilfredo. Sublevaciones de esclavos en el Pert. Siglo XVIII idad Ricardo Palma, Lima, Peri, 1975. Acrbert. La esclavitud africana en América Latina y el Caribe Alianza Editorial, Madsid, 1986. REYES FLORES, Alejandro. Hacendados y comerciantes. Piura, Chachapoyas, Moyobamba, Lamas, Maynas (1770-1820). Jusa Brito Editor, UNMSM, 1999, SACOTO, Antonio, toriana de denuncia. En; Anales de la Universidad de Cues 237-258, Ecuador, 1981 HLUPMANN, Jacob. Yapatera del siglo XVI al siglo XX. Fdic, CIPCA, IIT Seminario de Investigaciones Sociales en la repién norte, Piura, pp. 101-137, 1989 Socieda ciones Hist6rico- andolero revolucionario en la nueva novela ecua- somo XXXVI, pp. EMINARIO ©,, Miguel \. Historia de Sullana. Consejo Provincial de Sullana e Instituto Nacional de Cultura, 1986

También podría gustarte