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EL PEREGRINO PIDE CONFESION Salvador GUTIERREZ ORDONEZ, Universidad de Leda LINTRODUCCION. 1.1. En 1990 publica el auto leonés Luis Mateo Diez su novela Las horas comple- ‘as. sun relat leno de ingeniosas y dveridasperipecias. Tienen como hilo conductor ‘excursion que realizan cinco saerdotes del capital para vistara un amigo (Mero) que cer- ‘e sus laborespastorales en ua parroquia de la montaa con el finde pasar una tarde de asuetoy probar unas exquisitassopas de truss que prepara su madre, Di. Olina, Sus des- ‘vemuras comienzan cuando les detene, tambado en medio de Ia calzada, un peregrine loco y desvergonzado, Durante el tayecto se burl de fo Sagrado y lo profano ¥ somete los Sacerdotes a todo tipo de chanzas y desprecios. El rexto que exttaemos sinicia en el ‘momento en que decide solicitarlesconfesin, Presentainteés por las argumentaciones y ‘contranrgumentaciones a que da lugar entre el peregrine que reclama el sacramento los ‘euras que, con s6lidos motives para descoafiar desu seriedd, se lo megan. 12 Ten Quiero contesarme —dj el peregrino—, No x los aos que hace que nolo hago, ero ahora lo necesito. Tay algo mis grato a Dies que un pecadorarepentido? —Nada —confirmé don Benito. Haga usted un buen examen de conciencia y bus: ‘que un sacerdote en cualquier paroquia. Si el arepentimiento es sincero, no hay mejor smedicina —No me ha entendido —dijo el hombre, restegando de nuevo los ojos earoject: dos. Quiero confesrme ahora mismo. Quiero que uno de ustedes me confese —suplics. ‘Angel miré a Manolo, que movia la cabeza con un gesto despectiv. —Yo le voy a rogar —dijo don Fidel— que se calle la boca y nos deje tranguios |Aproveehe To poco que falta para llegar a San Martin para hacer el examen de conciencia ‘ue acaban de recomendare, Sacerdotes hay en todos Ios stos. 229. —No me pueden hacer exo Le hun dicho que nos deje en paz —ordené Mano, imperstivo. No pido naa aro —exclams el peregrine — So solicits conten, Ustedes son sacerdoes, Con qué derecho van a negarie el sacrament? ‘Angel sini el cuerpo expansivo del peregrino, que se revolva violent, — {Cree usted que es de recibo la tarde que aos esti dando? —inquirié Manolo, ne viosoy desaiante—. :Por quién nos ha tomsado? — Pido confesin, exjo conesion. Soy un creyent tan digno como cualguir otro, a pesar de mis misrias. —No o demuestra —asegur6 don Benito tajante—. Desde que le recogimes slo ha hecho usted que fltanos al espeto. Llea toa la tard contindonosinsensateces. Es lo que da de si vida insensata como la mia. Ya es bastante Uegravia tener que reconocerlo. Encima van aechéemelo en cata? Nise lo echamos ni se lo dejamos de ech. Se ella la boca y se queda ah quie- Ni hablar, ni hablar —alijo el hombre, evolvigndoseaiado en el asento—. Como thy Dios que me confiesan, Fltaria més. No nos ale 1a vox. ~suplis don Fidel—. Serénese. ste no es ef momento ni ugar para administra un sacramento, —Cualquier momento es bueno cuando el pecado se muestra arepentido —atims ef peregrino, lloroso y arrogante—. Cualguier sii vale para congracatse con Dios. Uste «es n0 son dignos del, Cicaeros. Fasantes, {También va a insultamos? —estall6 Manolo, golpeande el volante com ambas ‘manos al tiempo que pisaba el acelerador Elhombre abrié la puerta y la sostuvoabierta con et braz extenldo, El vénigo del asfalto asomé como la sima de un desfiladeto, Me tiro —amenaz6, con os ojos eno delégrimas-—. Come hay Dios que me tio {oad me desnugue asf como estoy, en pecedo mort Angel se voles hacia Manolo, que tard6 un momento en reaccionr. —Para Manolo, para —pedta don Fidel 2. EL PEREGRINO PIDE CONFESION: “Quiers confesarme - Vee no tiene digidad Tanto s iene cuando se demuestra En una situacin tan delicada no ha de quedar ningsn cabo svelto. Don Benito se ve precisada a explicar por qué considera que no demuestra dignidad: porque desde que le recogimos s6lo ha hecho que faltarnos al repeto. Podriamos representa as el ence ‘miento de os limos actos de habla: jsificaciin |< Soy un creyente tan digno como cualquier or, Tefoecion J = No lo demuestra, Tusiiacidn |< - Slo ha hecho que Faltarnos al respeta reproche [No le parece haber deja bien claro a dn Benito por qué considera que el per to les ha faltado al rexpeto. Lo explica af: Lleve toda la tarde conténdonos insensaeces ‘Tal justificacign merece algsn comentario. ,Céme es posible ue aduzca para demostrar st falta de respeto el hecho de decir insensateces? Imaginemos una stuacién distinta. Una pan lla de machachos se divierten una tarde de sdbado profriendo toda clase de gansudus pro pias de fa edad, 2Qué pensarfamos st al final uno de dijera al mas locuaz: Levas td lr tarde fluindome al respeto; no has parado de decir insensateces? Nbsurdo. QUE eS 10 que ‘vata de una stuacin a otra? La naturaleza y el sentido del supuest ‘Tada argumeatacin se apoya en unos principios implicitos que son compartdes por Jos intrloeutoes (los supuestos). No existe argumentaién que ao se apoye en una de estas creencias 0 en estos t6picas. La modificacin de un tpico puede alter ls eonclusiones argumentativas. Tene sentido que don Benito justifique su acusacin en el hecto de que Teva toda a tarde diclendoinsensateces, porque existe un supuestoo principio cultural come partido que sostine que decir insensatces.. aun sacerdtees flare al respeto Pr el con trario, nuestra culture no compare la opinion de que decir insensateces a un compe de pandilasignifigue faarle al respeto leva toda Ta tarde contindonos |p [-Nos ha fade al espero levas toda Ta Tarde contdndonos own Me a fata a repeto ‘Gontarinsensateces @ un compa wo] flare al respeto 7. RESPUESTA DEL PEREGRINO 7.1 La dialética argumentativa se aemeja a una pata de ajedre. Se resuelve en cestategias de ataque y de defensa que, por otra pate, pueden ser altemantes. Face un ‘momento, levaba la incitiva el peregrino gracias ala poses de un principio de mayor Potencia: un sacerdote no puede negar confesion aun pecador que se muesraarepentigo. Por el contato, les sacerdotes se atincheran en la certidumbre de su insinceridad, Pero esto ‘es muy diffe de demosirar y carece de poder de conviecién Cuando el peregtino se presenta como un ereyente tan digno como cvalquer oto, ‘quienes pasan al atague son los sacerdotes. Ahora le toca defenderse al viaje ae [[reproctie J Leva toda la tarde falténdonos al respeto. as Justficacidn|« Bs lo que da de sf una vida insensata como la ea, 2. La explcaciin que oftece es bastante pobre. Desde el punto de vista narrativo © tterrio no es rentable a superioridad Ualéctica de los cuas. Es necesario que el peregrina reeupere pronto su agresividad. Para justficar so conducta se ha visto obligado a reconocer que su vida es insensaa, Apoyado enel supuesto de que el econocimiento de a insensaeze inutldad de sa vida es Aoloroso (una desgracia)comienzaa reprochar a ls cuas que encima quieranhurgar en la misma herida echindoselo en cara. El reproche es injustficado, porque ninguno de los sacerdoes ha dicho tal cosa, pero, afin de cuentas, es un atague que los obligaria a pasar a Ia defensiva 13. Pero asada de don Fidel es inteligente: sin negar Ia exstencia de motivos més ‘que sobrados para reprocharle su género de vid, renuncia a entrar nuevamnent en el cuee oa cuerpo. La acusaciéa del vajro los invitaba a eircunseribirse aun rea reducida de dis- ‘usin: eproche sUreproche no. En la lengua disponemos de construcciones fascolégicas especilizada en el recha- 20 de disyuntivas: Ni nino, sino todo lo conteari: Nilo no ni lo or. Agu don Fidel scude con el ismo fin también a una consrucciin semigramaticalizads: Nise lo echamos ise lo dejamos de echar 7.4, Com ello recubra la incitiva Apoyado ahora en la superiordad que le confiere su dignidad le retera en forma de orden lo que anteriormente le habia rogado- que se calle y que dé paso la trangulidad. Merece comentario fa conformacin lingdistica de este act, Es una orden conés, respetosa, semejante Ta que utiliza diario con sus seminars, Viene en presente de indieativo eon referencia de futuro inmediat: Se calla la oct y se queda abt quictecito hasta que leguemos. -240- Alora bien la orden de cera fa boca tiene fa misma inaplicalura que antes: es una negativa a confess: regativa de confesién J [onden |e~ ~Se calla Ia bea 7.5. El peregrinoefeeia el mismo rorrido interretativo que acabamos de esta, CComprende que tras Ia amable orden del cura se eseonde una nueva denegacidn de I que les pide. Y se oponetajamtemente: negativa de confesiin J [orden |e~ ~Se calla a boca ' echiza -Ni habla ni hablar Lo peculiar de este pase es el recurso a una expresisn idioma especialzada en ta reaizacin de un acta de habla: ef rechazo. Ela captacin del sentido en la iterpret cin del aeto de habla que se ejecuta en tn enuncindo pragmico la lengva acu fre cuentemente en ayuda del usuario, Como supe ver Searle (1975) existen una seie de expe sones con cierto grado de foslizacin (discusorepetide) que se especalizan en ls expe sn de determinados valores discusivos, En la expresign Ni hablar no podsias iatradicit smodificucién alguna. Ni siquiera eonmutar el adverbio de negacién (*No hablar) En ‘misma interven del peregrina hallamos otras dos ‘Como hay Dios que me confesan, “Falta més Laprimera es una variant de un esquema genético Como + hecho evidente + que + hecho fur, que permite otras manifestaciones asociadas al acto de habla 710 © puesta (juramentada Com hay Dios que me tro (ms abajo). Como se murié mi abuela que se va. a acordar -Como amanece todos los dias que conseguiré ese puesto. La segunda expres (Faltaria mas) mantiene una relacién de equivalencia de wsos ‘com otras secuencias (Slo fataba eso, Seria lo timo, Faltara plus, Seria lo que falta.) ‘que tienen por objeto corrabort Ia posibiidad oimposibildad de un act hipottio que se haa bajo el coniol del hablante. ‘puesta juramentada ]«- -Como hay Dios que me confisan FT comoboraciéa 8, RENACE LA DISPUTA 8.1. La imervencin del viajero pone nuevamente sobre e tape la solicitud de con {esidn, Ahora bajo una atitud mucho is enconada y desafiante, Est claro que Tos sicer- fa ms, 241 ‘dotes,conoeiendo su locuray ss accion, train por tos fs metlos de gue nose pro ‘duzca una burl del sacramento, un saerilegio, Es necesrio volver a argument, pero ates es necesaro que el peregrino se seene para que peda comprender el alcance Ue las razones. En este sentido, los dos actos de habla con que inicia don Fidel st intervencion estindestnados a crear unas condiciones favorable pra que su dscurso sea mis efiaz ego -No nos ae fa vor. ‘cons -Serénese A renglon seguido st produce una nuova denegacién del sacramento, De 10s tes ‘componentes de étomo argumentaivo sélo alora uno, Ia premisa menor. St se presetara én la forma expliita de un silogismo el razonamiento de don Fiel adoptaria lt sguiente configura La realizacn de un sacramento exige lugar ¥ momento adecuados. Este no es el momento ni el lugar para administra un sacramento -Luego no podemos administra, Las argumentaciones lingUisties se ealizan genealmente a partir de la enunciacién de la premise menor. La mayor, al taarse de una hipsess de conocimiento generalizado, se busca dentro de niesiro bas de conocimientesy se aplic la premisa menor pars ote. ‘ner laconclusién, Noes infecuente que la conclusion se presente también cult. Eel caso (que acu analizamos! ‘Ese no ex el momento mi lugar para]__, No adminiaremos aqui administra un sacramento i Y ahora el sacramento La adininistacién de un sacramento exige] momento y ugar adecuadas. 58.2. peregrin realiza una maniobra dialéticaineigent:retuta a premisa mayor (reco maiorem) apoyado en un principio de mayor rang y generalidad: -Cualquier momento es bueno cuando el pecador se muestra arrepentido -Cuiquier momento es bueno para congraciarse con Dios, Si la premisa mayor refute principio en que se asentaba el razonamiento de don Fidel, la conclusin ser asinismo la contava. También permanece implicit: |-Este no es momento ni lugar para confesarse. | + {-No le confesaremos Trefaa ~ Tefuta Cualquier sto Vale para congracarse con Dios] -» [Me conf '83. Ese principio pose ambin un valor como argumento ad hominem. Revoge paa- bras literals que constntemente estén en boca de los sacerdotesen sus préicas Con ello at 242 a priticamente toa capaci de revcin dinéctie. De esta posi vetajosa se apove ‘ha el peregrino para pasar al atayue: Usedes no som dignos de é. Caters. Farsantes El primer enunciado es una acusacidn, Toda acusacié consist en la stibucién de tun defecto 6 una mula accién a una segunda 0 tercera persons, Curiostments, evando 1 hablante drige contra sf mismo la avbucién del defeco se convierte en un acto de humil- ‘dad, Es la diferencia que se puede observar ene los mensajes: [acusacidn],-No ois dignos de Dios. acto de humildad | -No soy digno de Dio. Los sacendotes, que repiten diaiamenteen miss las palabas del centurién (Seon no soy digno de que entresen mi morada.. Seguro que resiben como un reproche fuerte la sen tenia de peregrina. La inignidad de un sacerdote deriva del incumplimiento dest nis teri. Fn este caso el vijero se apoyaen a reteada negatva a impatie u sacrament. ‘Va aun més lejos. De repoche descalificador salt insu: nso] -Cieweros (porque no danni lo que les es abligato), asatio -Farsantes (porque predican uno y hacen otro} 8.4 I insulto sete ser el punto de quichra de un dislogo, el momento en el que se ‘rompen las relaciones personales y con ells toda cooperacin discusiva Tas el insult ya inl efargumento. O bien se responde co la misma ati, bien se produce una up ‘ura, un silencio, o bien, como en el texto que comentamos, una exclamacin de increduli- dad, Lo caracteristco de este tipo de exclamaciones es que en su expres linguistics slop formas hipotticas que manifiesten la inredulida de que los hechosreerenciados puedan dase en el futuro (cuando acaban de oeurir ante sus ojos en el presente) Serf posible? ~{Serd cieno lo que estoy viendo? ‘Tendeévalor para hacerme esto? También va ainsltarnos? sca manifestacidn de incedulidad se convierte en un duro eeproche. El adverbio ‘también presupone aemés una ofensa anterior: recordenos que don Bento acusaba al pere- ‘Fino de haberles altado al respto 9, LA AMENAZA DE SUICIDIO, Una vez comprobado que, a pssar de sus potenesargumentos, los curas no acceden 1 la eonfesin y que, tras el insult, es imposible et ddlogo el pergrino adopta una macva "ia Warendomer 1982198) “To gear om seller erst dee comuaccones eels ‘pie ey al ey de dius que eps amino pre cco ap gro, ee ors tesco por ulin rine gue emerald” 4, 243 cearategia la amenasu de sui, Abela puerta del coche en marcha yprofere estas pal bas: fe tr, Com hay Dios qe me tro. El narrador atsibuye a estas palabras el valor pragmitico de amenaza ("amena26, con os ojos lens de Lgrimas”, comenta). Por qué amenaza? A estas alturas del dislogo mis bien les deberfa parecer una fiberacin, Cualquier otto interlocutor le hubiera respond: {Tirate de una vex! Pero aqut cambian las etcunstancies. El astuto vajeo ha hecho un pee- fecto adlsis discursvo de sus interlocuoeesy conoce muy bien sus Ribas sensibles, Si se ruere ea pecado mortal y sin confesin sera de una gravisima responsabilidad para los sacerdotes por haberle denegado cl sacramento. Por eso afade e1 malévolo comentario: y ojald me desmugue as come estoy en pecada mortal Saben que esté loco que es eapaz de cualquier insensatez, include el suicio. A pes de todo lo que les ha hecho, a pesar de que no ercen en su sinceridad, a pesat de que eda derivar en una burla al saramento la responsabilidad de que mucra sn confesion les ‘terra, Don Fidel Ie dice al chfer: Para; Manolin, para. Es la resign

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