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SUMARIO. Prologo (CULTURA EN GENERAL, Vanguardia y kitsch (1939) las apuros de la cultura (1953) "ARTE EN PARIS EI Gltimo Monet (1956, 1959) Renoir (1950) Cézanne (1951) Picasso a Jos setenta y cinco afios (1957)... Collage (1959) Georges Rouault (1945). Braque (1949, 1956) Mare Chagall (1946) EI maestro Léger (1954) Jacques Lipchitz (1950)... Kandinsky (1948, 1957). Soutine (1951) 1a Escuela de Parts (1946) Ponencia en un simposium (1953). uw 15 35 49 6 3 101 105 109 5 125 131 135 Mi 145 ARTE EN GENERAL intra -primitivas (1942, 1958) [Abstracto y representacional (1954) Ta nueva escultura (1948, 1958) Cr6nica de artes en Partisan Review (1952) La crisis de la pintura de caballete (1948) El pasado pictbrico de la escultura moderna (1952) ‘Wyndham Lewis contra el arte abstracto (1957) Paralelismos bizantinos (1958) ‘Acerca del papel de la naturaleza en la pintura moderna a949) ‘Anrt EN Estapos UNIbos | ‘Thomas Eakins (1944) | John Marin (1948) | ‘Winslow Homer (194) | Hans Hofmana (1958) | Milton Avery (1958) David Smith (1956) Pintura tipo noneamericano: (1955, 1958) Los tltimos afios teinta en Nueva York (1957, 1960) Lirenarona T. S, Eliot: una resefta (1950-1956) Una novela victoriana (1944) La poesia dé Bertolt Brecht (1941) La condicion judia de Kafka (1956) 151 155 161 169 "7 181 187 191 195 201 205, 209 5 23, 29 235 257 265 23 281 297 PROLOGO: Los articulos reunidos en este libro se publicaron originaria- mente en Partisan Review, The Nation Commentary, Arts (antigua Art Digesb), Art News y The New Leader. Pocos han permanecido fen su forma primitiva, Cuando la revision no cambia la esencia de lo que se dice, me tomo la libertad de consignar solamente la fe- ccha de la primera publicacién. Cuando la revisién ha afectado a la esencia, en unos casos doy tanto la fecha de la primera publica- ién como la de la revisiGn; y en otros, silos cambios son muy ra dicales, solo la segunda Este libro no estd pensado como un registro absolutamente fiel de mi actividad de critico. No s6lo se han modificado muchas co- sas, sino que Jo dejado fuera supera con mucho lo recogide. No niego ser uno de esos criticos que se educan en pablico, pero no veo raz6n por la cual haya de conservar en un libro todo el ato- londramiento y los desechos de mi autoeducacion. (Clement Greenners " VANGUARDIA Y KITSCH La misma civilizacion produce simulkéneamente dos cosas tan diferentes como un poema de T. S. Biot y una canci6n de Tin Pan Alley, o una pintura de Braque y una cubierta del Saturday Eve- ‘ning Post Las cuatro se sitian en el campo de la cultura, forman ostensiblemente parte de la misma cultura y son productos de la ‘misma sociedad. Sin embargo, todos sus puntos comunes parecen termina ahi. Un poema de Eliot y un poema de Eddie Guest: qué perspectiva cultural es suficientemente amplia para permitimos es- tablecer entre ellos una relaci6n iluminadora? FI hecho de que tal dlisparidad exista en el marco de una sola tradicion cultural, que se ha dado y se da por supuesta, dindica que la disparidad forma par te del orden natural de las cosas? {O es algo enteramente nuevo, algo especifico de nuestra époci? a respuesta exige algo més que una investigacion estética. En imi opinién, ¢s necesario examinar mas atentamente y con més ori ginalidad que hasta ahora la relacion entre la experiencia estética tal como se enfrenta a ella el individuo conereto, y no el gene ralizado— y los contextos historicas y sociales en los que esa e: periencia tiene lugar. Lo que saquemos a la luz nos responders ademas de a la pregunta que acabamos de plantear, a otras cues- tiones, quiza més importantes. Una sociedad que en el transcurso de su desarrollo es cada ‘vez mis incapaz de justificar la inevitabilidad de sus formas parti cculares rompe las ideas aceptadas de las que necesariamente de- penden artista y escritores para comunicarse con sus piblicos. ¥ se hace dificil asumir algo. Se cuestionan todas las verdades de la religion, la autoridad, la tradiciOn, el estilo, y el eseritor 0 el ari ta ya no e3 capaz de calcular la respuesta de su piblico a jos sim- bolos y referencias con que trabaja. En el pasado, una situacion de este tipo solfa resolverse en un alejandrinismo inmSvil, en un aca- demicismo en el que nunca se abordaban las cuesiones realmen- te importantes porque implicaban controversia, y en el que la ac- tividad creativa mermaba hasta reducirse a un virtosismo en los pequerios detalles de la forma, decidiéndose todos los problemas importantes por el precedente de los Viejos Maestros. Los mismos temas se varian mecénicamente en cien obras distinas, sin por ello producir nada nuevo: Estacio, versos en mandarin, escultura ro- ‘mana, pintura Beaux-Arts, arquitectura neorrepublicana. En medio de la decadencia de nuestra socieded, algunos nos hemos negado a aceptar esta tltima fase de nuestra propia cultu- ra y hemos sabido ver signos de esperanza. Al esforzarse por su- perar el alejandrinismo, una parte de la sociedad burguesa occi- dental ha producido algo desconocido anteriormence: la cultura de vanguardia, Una superior conciencia de la historia —o mas exac- tamente, la aparicién de una nueva clase de critica de la sociedad, de una critica histérica— la ha hecho posible, Esta critica no ha abordado la sociedad presente con utopias atemporales, sino que ha examinado serenamente, y desde el punto de vista de la histo- ria, de la causa y el efecto, los antecedentes, las justficaciones y Jas funciones de las formas que radican en el corazén de toda so- cicdad. Y asi, el actual orden social burgués ya no se presenta co- mo una condicién «natura y eterna de la vida, sino sencillamente como el titimo término de una sucesion de drdenes sociales. Ar- tistas y poetas pronto asumieron, aunque inconscientemente en la mayoria de los casos, nuevas perspectivas de este “ipo, que pasa- 16 ron a formar parte de la conciencia intelectual avanzada de las dé- ‘cadas quinta y sexta del siglo x1x, No fue casual, por tanto, que el nacimiento de la vanguardia coincidera cronologica y geogrifica mente con el primer y audaz. desarrollo del pensamiento cientifi- co revolucionario en Europa. Cierto que los primeros pobladores de la bohemia —entonces idéntica a la vanguardia— adoptaron pronto una actitud manifies- tamente desinteresada hacia la politica. Con todo, sin esa circula- ‘cin de ideas revolucionarias en el aire que ellos también respira- ‘ban, nunca habrian podido aistar su concepto de -burgués+ para proclamar que ellos no lo eran, Y sin el apoyo moral de las acti- tudes polticas revolucionarias tampoco habrian tenido el coraje de afirmarse tan agresivamente como lo hicieron contra los valores prevalecientes en la sociedad. Y realmente hacia falta coraje para ello, pues la emigracion de la vanguardia desde la sociedad bur- jguesa a la bohemia significaba también una emigracién desde los mercados del capitaismo, de los que artistas y escritores habian si- do arrojados por el hundimiento del mecenazgo aristocritico, (Os- tensiblemente al menos, esto implicaba pasar hambre en una Duhardilla, aunque mas tarde se demostraria que la vanguardia per- smanecia atada a la sociedad burguesa precisamente porque nece- sitaba su dinero.) Pero es cierto que la vanguardia, en cuanto consigui6 - dentro de si que le empuje hacia Picasso a pesar de todas las cif cultades, Al final, el campesino volvera al kitsch, pues puede dis- fruxar del kitsch sin esfuerzo, El Estado esté indefenso en esta cues- ti6n y asi sigue mientras los problemas de la produccién no se hayan resuelto en un sentido socialista. Por supuesto, esto también ~ es aplicable a los paises capitalistas y hace que toda lo que se di- ce sobre el arte de las masas no sea sino pura demagogia 5 Puede objetase que el arte para las masas, come ate popular se desl en condiciones de produceiéa rudimcntran, ques lane ju ete ya 2 41m nvel levad, Esto es cena, pro el ae popular no ex Alene, y next reo {Arena a elt formal cons ila de aspects, hp, us anche hort, ‘dems, ahora se os dice que fa mayor pane de fo que eonsideamas bueno ac "popular es Iz superivenca esta de cuuasarstocrtion formals ya mera, Por Alli donde un régimen politico establece hoy una politica cuk tural oficial, lo hace en bien de la demagogia. Siel kitsch es la ten-

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