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Introducción histórica
El proceso de Extradición consiste en la entrega que se hace por un país a otro, de un individuo al que se
le acusa de un delito o que ha sido ya condenado por él, a fin de que este último Estado lo juzgue o
proceda al cumplimiento de la Sentencia en el caso respectivo. El fundamento de la Extradición se
encuentra en la Cooperación Internacional entre los Estados, para que los delitos no queden impunes
cuando los responsables de éstos huyan del país donde los cometieron.
Sobre lo anterior, y en relación al procedimiento a seguir para tramitar una Extradición cuando esta es
Activa, es decir, El Salvador es el Estado Requirente, es el siguiente:
En las extradiciones activas, es competencia de la Fiscalía General de la República (FGR) o del Juez ante
quien se ventila una causa solicitar la extradición de una persona que se encuentra ubicada en territorio de
otro Estado. En tal sentido, existen dos vías que pueden ser seguidas:
1. La Fiscalía General de la República debe presentar al Juzgado correspondiente una solicitud formal de
extradición de la persona requerida, el juzgador la valora y emite la resolución respectiva; en el caso que
sea favorable, el Juez elabora una solicitud formal dirigida a la autoridad competente del Estado requerido
y la envía a la Corte Suprema de Justicia;
2. El Juez a cargo de la causa de oficio solicita la extradición de la persona requerida e igualmente elabora
una solicitud formal dirigida a la autoridad competente del Estado requerido y la envía a la Corte
Suprema de Justicia.
La regla general es que el envío de las solicitudes de Extradición al Estado requerido sea por la vía
diplomática.
El procedimiento es el siguiente:
Se recibe la solicitud ya sea por medio de la vía diplomática o por autoridad central para ser entonces
remitida a la Corte Suprema de Justicia. De conformidad con la Constitución de la República (artículo
182, numeral tercero) le corresponde a la Corte Suprema de Justicia “…conceder la extradición”, en tal
sentido la competencia de la Corte Suprema de Justicia en lo que al trámite de la extradición respecta, es
la de evaluar la solicitud teniendo como marco de referencia el ordenamiento jurídico interno vigente en
el país, y el ordenamiento internacional al cual El Salvador, como miembro de la comunidad internacional
se ha sujetado. Si ésta procede se comisiona al Tribunal competente para diligenciarla.
Ante las providencias de Corte Plena, el sujeto que se solicita su extradición tiene la posibilidad de
invocar recursos de amparo, por la violación a sus garantías constitucionales y de habeas corpus.
En El Salvador se ha requerido la doble incriminación para las solicitudes de extradición. Las solicitudes
de Extradición deben de ser presentadas en el idioma español.
En relación a la legalización de todos los documentos en que se basa la solicitud de Extradición, éstos de
conformidad a la legislación salvadoreña deben de encontrarse debidamente legalizados, salvo que
mediante un Tratado
Internacional se estableciere la validez de los mismos por su ingreso por la vía diplomática o bien
cualquiera otra modalidad.
Hay que tomar en cuenta que la Extradición en El Salvador no podrá estipularse en ningún caso por
delitos políticos, aunque por consecuencia de éstos resultaren delitos comunes, y no está regulada la pena
de muerte, por lo que cuando se extradite a una persona a un Estado donde el delito sea punible con la
pena de muerte ésta debe ser autorizada bajo la condición que no se impondrá la pena de muerte.
En los casos previstos en los Tratados vigentes con el Estado en cuyo territorio se encuentre la persona
reclamada, si no existe Tratado, si la extradición es considerada procedente en aplicación de la legislación
del lugar en el que se encuentre la persona cuya extradición se solicita, la extradición dependerá de la
aplicación del principio de reciprocidad y colaboración que establezcan los países implicados.
ES OBLIGADO UN PAIS A EXTRADITAR A UNA PERSONA CUANDO NO EXISTE
TRATADO DE EXTRADITACION ENTRE ESTADO REQUIRENTE Y REQUERIDO E
VICEVERSA
Hay que tener en cuenta si bien existe una cooperación internacional muy activa para la represión de los
delitos, continúa existiendo la regla de que un Estado está obligado a conceder la extradición de un
delincuente extranjero, solamente si existe tratado internacional con el Estado que requiere la extradición.
Cuando no hay tratado, el Estado requerido está facultado para acordar la extradición, pero no está
obligado a concederla.
Carlos Augusto Perla está acusado en El Salvador de asociaciones ilícitas, negociaciones ilícitas y
peculado (malversación de fondos públicos) por haber sustraído supuestamente 37 millones de dólares
con la entrega ilegal de proyectos.
El fiscal del caso lic. Aquiles Parada reconoció que no existe un tratado de extradición con Francia, y lo
que es peor, advirtió que el país europeo se puede negar a entregarlo.
Sin embargo, antes de cruzar el Océano Atlántico, la petición enfrento la voluntad de los magistrados de
la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Éstos decidieron, por mayoría simple, que procedía solicitar al gobierno francés la entrega de Carlos
Augusto Perla.
De tal forma fue necesario que ocho de los 15 magistrados que conforma la CSJ levantaran su mano para
que la solicitud para traer a Perla a El Salvador continúe su camino al Ministerio de Gobernación, de ahí a
Cancillería y luego a la embajada local o directamente a Francia por medio de una valija diplomática.
“El tribunal (extranjero) tiene que formalizar la solicitud a la Corte Suprema de Justicia que concederá o
no la extradición( Carlos Perla) No existe un tratado de extradición con Francia no obstante el proceso
debe ceñirse dentro de los plazos normales de los tratados en materia de extradición que va de 60 y 90
días. De incumplirse los plazos los mismos tratados establecen la liberación preventiva de las personas”,
dijo el fiscal Aquiles Parada.
De acuerdo con los procedimientos internacionales, el proceso de extradición puede durar entre 60 y 90
días, el último pedido de extradición hecho por la Fiscalía a un tribunal de justicia ha durado años sin
concretizarse. Tal es el caso de Luis Posada Carriles. El cubano es reclamado por el Juzgado 3o. de
Instrucción por varios delitos cometidos en El Salvador.
Carriles se hizo aquí de partidas de nacimiento, cédulas y pasaporte con identidad falsa La misma le
sirvió para viajar a Panamá donde fue capturado.
El caso todavía se encuentra en ese tribunal luego que la Corte Suprema de Justicia se negara a tramitar la
extradición porque el tribunal no había invocado o señalado la ley bajo la cual estaba solicitando la
presencia de Posada Carriles.
El Juzgado 9o. de Instrucción envío a la Corte Suprema de Justicia la solicitud para la extradición de
Carlos Perla, acusado de actos de corrupción en la Administración de Acueductos y Alcantarillados
(ANDA).
La petición se hizo llegar al máximo tribunal luego de que la Policía Internacional, Interpol, hiciera
llegar los datos que, a juicio del juzgado, faltaban para tramitar el pedido al Gobierno de Francia.
Entre éstos se encuentran el nombre exacto, la prisión donde se encuentra, qué autoridad lo tiene, qué
información ha sido requerida, el plazo que se ha concedido para la extradición.
Estos datos fueron pedidos por la jueza Nora Montoya a la Fiscalía General de la República, institución
que no lo envió tras considerar que no eran indispensables para la solicitud de Perla.
El fiscal del caso el lic. Aquiles Parada dijo que no eran necesarios y que la jueza Montoya no debía
demorar, porque el tiempo corría. La respuesta de la Fiscalía llevó al tribunal a tomar otra decisión.
“En vista de que la Fiscalía General no ha cumplido con la prevención que se le hizo (de enviar la
información) y dada la urgencia, seriedad y trascendencia del caso que nos ocupa, hágase la misma
prevención a la Interpol El Salvador por medio de su jefe, Romeo Américo Pereira”, reza una resolución
de la jueza Montoya.
La funcionaria dio hasta 30 horas a la policía para hacer llegar los datos, caso contrario, la petición de
extradición se tramitaría hacia la Corte Suprema de Justicia con vacíos y corriendo el riesgo de ser
denegada.
En la exhortación se puede leer: “para que la justicia no quede burlada, es que la suscrita ha insistido en el
acopio de la mayor información posible que nos lleve a resultados concretos y efectivos”.
La advertencia fue tomada tan en serio por la Interpol que, cuando faltaban unos minutos para el cierre de
la jornada laboral en el tribunal, fueron presentados los documentos requeridos.
La jueza Montoya manifestó que se dará prisa para enviar a la brevedad la petición a la Corte Suprema de
Justicia.
Ésta, a su vez, lo tramitará por la Cancillería para que llegue a su destino, el Tribunal de Apelaciones de
Francia, a la orden del cual se encuentra Perla Parada.
Al dar luz verde a la extradición de Carlos Perla a El Salvador, el Tribunal Supremo francés rechazó
todos los argumentos de los recursos presentados, tanto por el ex presidente de la Administración
Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) como por la Fiscalía de la Corte de Apelación.
La decisión del Supremo, que confirmó el visto bueno a la extradición de Perla pronunciado el pasado
marzo por la Sala de Instrucción del Tribunal de Apelación de París, fue anunciada el 23 de junio. pero el
texto de la sentencia fue divulgada un poco después.
Perla, detenido en Francia en enero de 2004, está acusado en El Salvador de asociaciones ilícitas,
negociaciones ilícitas y peculado (malversación de fondos públicos) por haber sustraído supuestamente
37 millones de dólares con la entrega ilegal de proyectos.
Sobre la objeción de la defensa de Perla de que la vista en la Sala de Instrucción de la Corte de Apelación
(francesa) fuera pública y no a puerta cerrada como había pedido, el Supremo desechó ese argumento
porque esa petición no fue reiterada en el momento de la apertura de los debates en febrero pasado.
El Supremo rechazó los argumentos de la defensa en relación con el Convenio europeo de extradición y
los acuerdos de Schengen, y afirmó que las leyes francesas en las que se basó la Sala de Instrucción para
examinar la extradición no son contrarias a esos textos.
La Corte Suprema de Justicia desestimó asimismo las críticas de la defensa a la supuesta negativa de
Apelación a examinar si el acusado tendría o no en El Salvador un juicio equitativo, conforme al
Convenio Europeo de Derechos Humanos, o si había o no motivaciones políticas en la demanda de
extradición.
La Fiscalía General de la Republica había recurrido ante el Supremo la decisión de la Corte de Apelación
de que Perla no podrá ser juzgado en El Salvador por los delitos anteriores al 10 de noviembre de 2000, al
considerarlos prescritos (no perseguibles ahora). Ese punto también fue desestimado.
La Cámara Primera de lo Penal de esta ciudad solicitó, cumpliendo con los trámites señalados, la
extradición desde Estados Unidos de un ex diputado salvadoreño que la Fiscalía General acusa de haber
cometido los delitos de cohecho y lavado de dinero. INTERPOL le informó a dicho tribunal que la
extradición no había sido recibida por el Departamento de Estado de aquel país.
La solicitud se hizo por el tribunal a través de la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio de Seguridad y
Justicia y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Nuestra Constitución expresa en el artículo 182, numeral tercero, que le corresponde a la Corte Suprema
de Justicia conceder la extradición, por lo que ella tiene que autorizar la solicitud tomando en cuenta las
leyes nacionales e internacionales aplicables en El Salvador.
El numeral 21 del artículo 32 del Reglamento Interno del Órgano Ejecutivo establece que al Ministerio de
Relaciones Exteriores compete auxiliar al Órgano Judicial para hacer efectivas sus providencias, trámites
y diligencias de cualquier clase de juicios o procedimientos judiciales en el extranjero, y prestar la
colaboración necesaria para que las mismas providencias, trámites y diligencias puedan ser realizadas en
el país, cuando provenga del exterior.
Por su parte el numeral 5 del artículo 35 del Reglamento Interno del Órgano Ejecutivo establece como
competencia del Ministerio de Seguridad Pública y Justicia servir como medio de comunicación y
coordinación entre el Órgano Ejecutivo con la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la
Comisión Coordinadora del Sector Justicia y el Consejo Nacional de la Judicatura.