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PUBLICACION CONMEMORATIVA DEL V CENTENARIO ANDALUCIA Y AMERICA EN EL SIGLO XVIII ESCUELA DE ESTUDIOS HISPANO-AMERICANOS. C. S. I. C. UNIVERSIDAD HISPANOAMERICANA SANTA MARIA DE LA RABIDA EXCMA. DIPUTACION DE HUELVA CAJA PROVINCIAL DE AHORROS DE HUELVA CATALOGACION EN PUBLICACION DEL INSTITUTO BIBLIOGRAFICO HISPANICO | JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA (das. 1984) | Universidad de Santa Maria de la Rabida. | Andalucla y América en el siglo XVIII: Actas de las IV Jomadas de | Andalucia y América (Universidad de Santa Maria de la Rébida, marzo, 1984) / [edicién preparada por Bibiano Torres Ramirez y José Hernindez Palomo].—Sevilla: [Escuela de Estudios Hispano-Americanos]. 1985. 2 v. (VIM, 378; VIL, 355 p., [40] p. de lam. 25 em. — (Publica- ciones de la Escuela'de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla; 314). Precede al tit.: Publicacién conmemorativa del V Centenario. —Indice ISBN 84 - 00 - 06089 - X 1, Espafia - Civilizacién - Influencia - América Espafiola - 8. XVIII- Congresos, asambleas, etc. 2. América Espafiola - Civilizacién - Influencia - Espafia - $. XVII - Congresos, asambleas, etc. I. Torres Ramirez, Bibiano, d lit, If. Hernandez Palomo, José, ed. lit. III. Escuela de Estudios Hispano- Americanos de Sevilla. IV. Titulo | 008 (45.8.03) <17>:061.3 (100) <1984> (008 (8.03:46) <17»:061.0 (100) «1984» ©CSLC ISBN 84 - 00 - 06090 -3 (Vol. 1) 84 - 00 -06089-X (Obra completa) Depésito Legal SE - 177 - 1984 Impresa en Espaiia Printed in Spain Troprenta EEH.A, —~ Alfonso XII, 16 — Sevilla LAS INSTITUCIONES SOCIALES, ECONOMICAS, MILITARES Y ECLESIASTICAS EN LA LEGISLACION GENERAL DE FERNANDO Vi PARA LAS INDIAS 1746-1759 por Antonto Muro Oney6n Vengo dedicado desde hace mas de treinta afios a ja investiga- cién y estudio de la legislacién para América y Filipinas, general y especial, dada por los Reyes de la Casa de Borbén. Fruto de estos trabajos son un extenso fichero de documentos legislativos y tres volimenes de mi Cedulario Americano del si- glo XVIII, publicacién que pretende enlazar las leyes de la Re- copilacién de Indias de 1680 promulgada pot Carlos II, dltimo monarca de la Casa de Austria, con las disposiciones dadas por las reyes borbénicos. El primer tomo del Cedalario contiene las disposiciones de Carlos II, desde 1679 a 1770, y es, como ya he dicho, el volumen de entronque con el cuerpo de leyes recopilado. Fue impreso en Sevilla en 1956. Ya el segundo tomo contiene Jas normas expedidas por Fe- lipe V desde 1700 a 1717 y fue editado en Sevilla en 1969. El tercero retine las mandadas observar entre 1717 y 1740 que, igualmente, vio la luz en Sevilla en 1977. Es de advertir que esta excesiva tardanza no me es imputable sino que corresponde a dificultades econémicas y de edicién. o 2 ANTONIO MURO OREJON Tengo completamente terminado y dispuesto para la impresién el volumen cuarto, en donde se encontrardn las disposiciones india- nas de Fernando VI enrte 1746 y 1759, e igualmente estén pre- parados los tres tomos correspondientes a Carlos III y otros dos a Carlos IV, donde quedaria ultimada la etapa legislativa corres- pondiente a estos monarcas borbones. No pierdo las esperanzas de encontrar un editor para estos volimenes. El Cedulario Americano del siglo XVIII ha sido acogido por los americanistas con extraordinario interés, en cuanto la obra total llena en su conjunto la gran laguna legal de la décimo octava centuria, y su desconocimiento en los estudios institucionales histdricos representa un grave problema de dificil solucién. He aprovechado alguna ocasién propicia para dar someras sobre la documentacién legislativa inédita relacionada con Fernando IV, Carlos III y Carlos IV, pero mi mayor ilusién seria publicar integramente, como se hizo en los tres primeros volimencs del Cedulario, las disposiciones para mejor conocimiento de los estudiosos. Un ejemplo es mi trabajo sobre Legislacién general de Fernando VI para las Indias, que forma parte del tomo 50 del «Anuario de Historia del Derecho Espaiiol» (Madrid, 1980, pé- ginas 21 a 54), donde recojo las normas generales dadas por el Rey sobre las instituciones de gobierno, administracién de justicia y Real Hacienda en el perfodo 1746 a 1759, Ahora en esta monografia trataré de la legislacién general reguladora de las instituciones sociales, econdmicas y eclesidsticas en los mismos ajios. notis Las fuentes legales utilizadas son como siempre las obtenidas de los ligros registros-cedularios existentes en el Archivo General de Indias, de Sevilla. En sus folios se recogen de un modo: oficial, completo, integro, auténtico, fidedigno y fehaciente las disposiciones —cédulas, provisiones, decretos, érdenes, ordenanzas, instrucciones, reglamentos— y también las valiosas consultas, que conforman la vida legal del periodo. La veracidad y autenticidad de estos docu- mentos son valiosos e indispensables testimonios para cualquier trabajo cientifico y de ahi su reconocida importancia. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 3 INSTITUCIONES SOCIALES NosLeza El Real Decreto de 28 de febrero de 1747 —que tiene su otigen en Ia consulta al Monarca del Real y Supremo Consejo de Indias de 2 de enero de 1744— concede seis titulos de Castilla, libres del impuesto de lanzas y de media anata, para que con su beneficio se atiende a la reduccién a poblaciones de indios chilenos. De la citada consulta nacié la Real Cédula, expedida por Felipe V en 5 de abril de 1744, dirigida al Gobernador y capitan general de Chile don José Manso. El precio del beneficio se fij6 en 20.000 pesos fuertes para cada uno de los citados titulos nobiliatios. Fue- ron adjudicados en principio tres: uno a don Pedro Ortiz Foronda, conde de Valle Hermoso, corregidor de la provincia de Yagua; otro a don Diego Quint Riafio, marqués de San Felipe el Real, contador futurario del Tribunal de cuentas de Lima; y el tercero, adon José de Llanos, brigadier, cabo principal de armas de tierra y general del Callao, marqués de Menahermosa. Todos ellos que- daron obligados a obtener la real aprobacién, bajo la pena de desuso. La obtuvieron del Monarca, previa consulta del Consejo indiano, el 14 de octubre de 1746. Los tres titulos restantes fueron adjudicados a don Gaspar de Torte, limefio, conde de Torrevelarde; a don Juan Antonio de Tagle Bracho, conde de Casa Tagle de Trassiera, de la orden de Calatrava y el Ultimo a don Isidro Gutiérrez Cossio, conde de San Isidro, caballero de Alcdntara. La respectiva concesién real se hizo de 30 de mayo de 1750. Otra cédula ditigida al Virrey del Peri en 24 de agosto de 1755 (Matraya,’ mimero 694) le manda que no permita el uso de nungin titulo de Castilla concedido por Su Majestad sin haber sido presentado el despacho original. Y otra (Matraya, Ob. cit., numero 622) faculta al virrey para conocer del ramo de medias 1 Matraya de Ricci, fray Juan José: Catdlogo cronolégico de Reales Prag- mdticas, Cédulas, Deeretos, Ordenes y Rosoluciones Reales (1819). Buenos Aires, 1978. Pertenece a la obra del mismo autor: El moralista filaléthico americano 0 el conjesor imparcial instruido en las obligaciones de su ministerio. Lima, 1619. 4 ANTONIO MURO OREJON anatas y lanzas, impuesto tocante a la nobleza no obstante la inhi- bicién concedida en este sentido al juez comisario de esta exaccidn. Vizcainos La consideracidn de hijosdalgos con todos sus privilegios que gozan los vizcainos en Espaiia se extiende a los residentes en el Nuevo Mundo. La real cédula manda que se observe en las Indias la resolucin del Consejo de Castilla que ordena que a los vizcainos sélo pueden aplicarse las penas autorizadas por su tradicional con- dicién de hidalgos. MENorESs DE FDAD La cédula de 29 de abril de 1752 (Matraya, Ob. cit., ni- mero 670) autoriza al virrey del Pera a habilitar a los menores que hayan cumplido veinte afios para administrar bienes y servir oficios, con la condicién de tener la real confirmacién. Juegos de envite y azar La pasién por estas clases de juegos originaba gravisimos pro- blemas, nunca resueltos a pesar de las reiteradas prohibiciones de las disposiciones legales. Felipe V, por el real decreto de 3 de agosto de 1745, volvis a prohibir toda clase de juegos —baratos, naipes, dados, ete — con el deseo de mejorar las costumbres, evitar la ociosidad y delincuen- cia, las pérdidas de honras y haciendas y los alborotos piblicos. Sendos castigos se imponian a los jugadores. La prohibicion se extiende a los juegos dentro de les casas de los ministros, aunque ellos sean con el pretexto de la caridad, ¢ incluye a sus mujeres, parientes y criados, con la pena de privacién del oficio. Igualmente comprende a los eclesiisticos. ‘ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 5 La real cédula de Fernando VJ de 17 de diciembre de 1746 renueva el precepto del Rey padre que se mantiene en toda su vigencia. Aguardiente El abuso de esta bebida fue muy comin en el Nuevo Mundo. La real cédula de 6 de agosto de 1747, expone en su prefac- cién los dafios que produce en las provincias novo-hispanas el uso y abuso del aguardiente de cafia que tanto perjudica a sus habi- tantes al mismo tiempo que arruina al gremio de cosecheros de vifias de Andalucia. También la Heal Hacienda sufre un serio quebranto al verse mermados sus ingresos. Aunque se expidieton las reales cédulas de 30 de septiembre de 1714 y 15 de junio de 1720 y otra més el 13 de diciembre de 1744, el resultado habia sido nulo por el descuido o malicia de los ministros infetiores nada atentos a las érdenes y bandos de los vitreyes —Casafuerte, arzobispo de México, Duque de Ja Conquista y Conde de Fuenclara— y a las censuras de los prelados eclesidsticos. Més, se encomendé particularmente a don José Veldzquez Lorea, experimentedo en asuntos semejantes, la persecucién de este delito. ¥ asimismo fall6 una propuesta del Consulado y comercio de Cédiz, sobre pagar a los ministros perseguidores con un pequeiio recargo sobre el barril de aguardiente espafiol. Fernando VI, a consulta del Consejo de Indias de 14 de abril de 1747, confirma las antes citadas reales cédulas y manda a las autoridades que celen su observancia, de lo que se les hard cargo en sus residencias, imponiendo crecidas multas y penas corporales 2 Una real provisién de 22 de junio de 1756 confirma nuevamente la prohibi- cién de los juegos prohibidos (bancas de Faraén, lance, azar, bezeta, naipes, embite, dados, tablas, cubiletes, nueces corrihuela, descarga la burra, etc.) sometiendo el castigo a las justicias ordinarias incluso si se trata de militares y nobles. Alude a disposiciones de Felipe V de 1720 y de Luis I, de 1724. Ejemplar de este despacho en cl Archivo Municipal de Puerto Real (Cédiz). Referencia en el Catilogo de Reales Cédulas del Archivo Histérico Nacional, por Natividad Moreno Garbayo. Madrid, 1977. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 8 ANTONIO MURO OREJON cada uno de los virreyes y con asistencia de cuatro ministtos prac- ticos y el fiscal de Ja Real Audiencia, para que se enteren de los géneros que se necesitan en los corregimientos ) alcaldfas mayores, su precio y cantidad que de ellos se consume; y que con estos datos se forme un arancel con Ia cantidad, ntimero y precio en que se han de vender y a ellos se ajustardn rigurosamente corregidores y alcaldes mayores. Copia de este arancel se fijar4 en la puerta del ayuntamiento donde resida la autoridad para que asf Hegue a noticia de todos los indios. La junta ademd4s conocerd el motivo de estos «repartimientos» y procurard aliviar a los indios con «el paternal amor» que el Monarca desea. Y encarga a las reales audiencias que velen por la observancia de Jo regulado. La real cédula concluye con una exposicién de los bienes que se conseguirén con el cumplimiento de lo prescrito. Yanaconas La cédula de 24 de marzo de 1754 (Matraya, Ob. cit., mi- mero 683) insta al virrey peruano para que no consienta que los curas les leven derechos pues no hay distincién entre ellos y los demas indios. Indios esclavos Nunca los indios podian ser esclavos, salvo los catibes, asi lo declara la real cédula de 7 de febrero de 1756, que aprueba la liber- tad concedida por la real Audiencia de Santo Domingo a tres indios aprehendidos en un bergantin francés en su viaje desde el Missisipt a las colonias francesas. La cédula proclama Ja usurpacién de Nueva Orleans y de los otros lugares ocupados por Francia. Asimismo establece que «es impropio Hamarlos salvajes pues todos estén protegidos por la Corona desde que la Providencia los puso bajo su dominio». La cédula de 23 de agosto de 1737 (Matraya, Ob. cit., ni- mero 716) ordena al virrey peruano que fomente la reduccién de los indios tobas asignéndoles los medios necesatios. Ya me he ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 2 referido a los titulos de Castilla beneficiados para las reducciones de indios. NEGROS, La resolucién de Fernando VI de 24 de septiembre de 1750, expedida de acuerdo con la consulta del Consejo de Indias del 6 de abril, manda de modo general que los negtos esclavos de ambos sexos huidos de las colonias inglesas y holandeses en América, sean libres y no se restituyan a sus duefios extranjeros. La disposiciéa nace de una representacién del gobernador de Santiago de Cuba referida a tres esclavos negros huidos de Jamaica. La norma alude a otras cédulas de 1680, 1693, 1733 y 1740 expedidas en casos semejantes. EXTRANJEROS Repetidos preceptos incluidos en el libro noveno de Ja Re- copilacién de Indias, declaraban la absoluta prohibicién de pasar los extranjeros al Nuevo Mundo. No obstante era cierto que éstos residian en todos Jos puertos de América con tiendas abiertas y banderas propias ¢ igualmente en las poblaciones interiores —Mé- xico— con el grave problema que surgirfa en caso de guerra con Jas naciones de su procedencia. La teal cédula de 1.° de febrero de 1750, ordena la obser- vancia de lo recopilado con toda energia. Nuevamente se reitera la prohibicién por otra cédula del 6 de marzo del afio citado. Para obviar estas disposiciones los extranjeros procuraban obtener las oportunas cartas de naturaleza. La resolucién de 8 de abril de 1758, aprueba lo actuado pot el presidente y oidores de la Real Audiencia de la Casa de la Contratacién, en Cédiz, en la concesién de estas cartas y a que en los autos se cumplan los re- quisitos de la ley 31, titulo XXVII, del libro nono del cuerpo legal de 1680. Y ante la queja de don Francisco Superviela y Arriaga, vecino de Cadiz, de que el Consulado gaditano no le devuelve, con fatiles 10 ANTONIO MURO OREJON motivos, su carta de naturaleza, lo que le irroga graves perjuicios, Fernando VI, por cédula de 6 de diciembre de 1757, ordena al Consulado que se la entregue. Sobre el comercio de Jos extranjeros véase su apartado especial. Una real orden expedida en Buen Retiro el 9 de abril de 1755 para don frey Julian de Arriaga, secretario del despacho de Indias, ordena a los virreyes, presidentes, gobernadores, corregidores y otras justicias de los dominios de América que faciliten a Nicolds Jacquin, médico aleman, que pasa a ellos por orden imperial (via Francia a la Martinica) con tres criados, el auxilio que necesitare a fin de recoger plantas, animales y péjaros pata adornar los jar- dines y palacios de Schombrun. INSTITUCIONES ECONOMICAS PROPIEDAD DE LA TIERRA La propiedad territorial en los Indias hispanas adolecia de una situacién muy confusa. Habfa tierras realengas, de espafioles, comunitarias de los indios, de ayuntamientos y de eclesidsticos, tanto del clero secular como de drdenes religiosas. La propiedad de las mismas nacia de titulos muy distintos: legales, de compasi- cién, meramente de posesién en muchos casos inmemorial, dona- ciones reales por muy diversas causas, capitulaciones de pobla- cidn ete. A solucionar tan variado cuadro, ofreciendo miltiples caminos se dio la Instruccién de 1 de julio de 1746, que babtan de observar los jueces comitarios nombrados por los seftores ministros de las reales audiencias de los reinos de las Indias, subdelegados para la venta y composicin de baldios y realengos, y los deraés sub- delegados particulares en los partidos de su cargo, en el uso de la comisién que se les diere, para reconocer, medir, remedir, deslindar, amojonar y avaluar, sitios, estancias, corrales y demds tierras bal- dias o realengas, usurpadas, pertenecientes ala Real Corona y que ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 1 deban reintegrarse a ella para su venta y enajenacién. De esta Ins- fruccién conozco un ejemplar impreso existente en el Archivo General de Indias, de Sevilla, Seccién de Indiferente general, legajo 653. Circulares, apartado de 1746. Firma la Instruccién el Marqués de la Regalfa (don Antonio Josef Alvarez de Abreu), del Consejo y Camara de Indias, minis- tro de las juntas generales de comercio, moneda y renta del tabaco, asiento de negros y negocios extranjeros y de Ja superintendencia general de azogues y juez superintendente para la venta y composi- cidn de tierras realengas en Indias y cobranza de multas y con- denaciones. EI punto de partida se encuentra en que todas las tierras de las Indias son de la Corona espajiola y que el tinico titulo legitimo para poseerlas legalmente procede de Ja concesién de Su Majestad en cualquiera de sus formas. Por ello cualquier otro titulo de posesién serfa ilegitimo e ilegal y sélo esta usurpacién, aunque fuera de buena fe, se convalidarffa mediante la correspondiente composicién al Soberano. Revalidar los titulos de propiedad mediante la composicién representaba por parte de los poscedores legitimar su titulo, obte- ner la legitima y legal propiedad y por parte de la Corona conse- guir una fuente de ingresos extraordinarios que aliviarfan la perma- nente crisis econdmica. La Instruccién consta de veintitin extensos ¢ importantes articulos. EI texto legal designa para su aplicacién a unos Jueces comi- sarios para cada una de las provincias o distritos y unos Subdele- gados jueces privativos que serian oidores de las audiencias a cuyo cargo corteria el nombramiento de los citados comisarios. La dis- posicién prevé el buen entendimiento de estos jueces de tierras con las autoridades provinciales y municipales indianas en cuya juris- diccién han de actuar. Otro articulo de la Instruccién declara que por mandado real y del Consejo de Indias son nulos y de ningun valor todos los titulos de propiedad de las tierras librados con posterioridad a 26 de abril 12 ANTONIO MURO OREJON de 1618 y también que todas estas tierras son propiedad del real patrimonio como las que carecieren de justos y legitimos titulos. Para que los actuales poseedores pudieran acreditar su legiti- midad deberian presentar en el plazo de cuatro dias contados desde la fecha del anuncio-convocatoria y ante el juez comisario perti- nente toda clase de titulos y documentos en los que se fundamenta la posesién o propiedad. Tanto en el caso de no presentacién como en el de insuficiencia testimonial las tierras se considerardn baldfas y tealengas. En cuanto a la titulacién anterior a 26 de marzo de 1618 se harfa un registro de aquellas que contasen con titulo legal, las que no quedarfan sujetas a nueva composicién, pero se tendria especial cuidado al realizar su medida por si en ellas hubiese demasias. Describe la Instruccién las clases de tierras en Jas Indias: Tierras de Su Majestad Para medirlas se citardn a los vecinos y circunvecinos espafioles ¢ indios y una vez efectuada la medicién se amojonarén. Tierras de particulares Estos presentarén ante el oidor subdclegado sus titulos, me- didas y composicién. Tierras posetdas por eclesidsticos, cofradtas, comunidades, con- ventos, monasterios, ministros exentos y del Santo Oficio de la Inquisicién, Jos titulos de las mismas los remitird el comisario al oidor subdelegado. Serfan declarados rebeldes si alguno de ellos no Jos presentare con la consiguiente declaracién de tierras realen- ges. Y nadie podria alegar fuero o privilegio de exencién pues sdlo valdrian los titulos expedidos por la Corona, el Consejo de Indias 0 el juez competente. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 15 La Recopilacin de Indias de 1680 —leyes 29 y 32, titulo XXVI del libro noveno y las cédulas de 10 de diciembre de 1554, 5 de octubre de 1561, 14 de julio de 1563 y 16 de julio de 1750— trataban sobre esta cuestién. Sélo tres afios improrrogables podian estar en el Nuevo Mun- do estos mercaderes y el mismo plazo los factores. Y esto constaba en las licencias que expedfa el presidente y jueces de Ia Casa de Ja Contratacién de las Indias, aunque era notorio que eran numero- sas las inobservancias puesto que los enunciados factores esteban hasta diez affos. El Consejo de Indias, con el dictamen del fiscal, consulté al Monarca y Fernando VI por la real cédula de 18 de octubre de 1750, determina de modo general el puntual cumplimiento de las mencionadas leyes y disposiciones. ComERcIo Sobre el comercio en general la orden de 23 de agosto de 1746 (Matraya, Ob. cit., ntimero 618) dirigida al virrey del Perd, que anula la real orden de 28 de octubre de 1742, que autorizaba el envio de frutos y personas del Nuevo Mundo no siendo oro y plata a Espafia. La cédula de 7 de febrero de 1747 eximiendo a los comerciantes chilenos de la entrega de una fanega de trigo por cada ciento de las que se embarcan en Valparaiso (Matraya, Ob. cit., nmimero 620). Y otra de 3 de septiembre de 1751, incluida en la citada obra en el némero 666, manda que reunidos los comerciantes se les haga saber que los navios que parten de Cédiz no pueden artibar a Canarias bajo ningin concepto, ni pretexto incluso con licencia del gobernador y juez de Indias, salvo acreditada urgencia, bajo la pena de confiscacién de la embarcacién y de la carga. Muy importante es el avaltio de las mercancias en cuanto sobre él girardn los impuestos. El Consulado y comercio de la ciudad de Lima, representdé al Rey, junto con los autos incoados ante la Real Audiencia de Santiago de Chile, la necesidad de nuevas avaluacio- nes de los frutos géneros sobre los que habian de pagarse luego los almojatifazgos. El Consejo de Indias teniendo conocimiento de esta represen- 16 ANTONIO MURO OREJON tacién y de una causa formada por don Juan José Rovina, visitador de las reales cajas de Tierra Firme contra los oficiales reales de Portobelo sobre excesos y malversaciones, consulta a Fernando VI y éste por la real cédula dada en Aranjuez el 28 de mayo de 1747, manda que todos los oficiales reales en unién de un oidor de la tespectiva Audiencia, apliquen en los aforos y avaluacién generales y particulares de géneros y mercancias las leyes recopiladas 2, 8, 9, 13, 14, 18 y 19, titulo XVI, del libro octavo, sin interpretarlas. Los citados oficiales de Portobelo acostumbraban a aumentar el precio dando asi lugar a mediaciones, empeiios, etc. Una representacién del Consulado y comercio de la Nueva Espaia dirigida al Monarca hace presente que conforme al derecho de gentes comin y municipal de las Indias y de la Nueva Espatia, desde su origen, tienen por costumbre remitir caudales a Espafia y emplearlos en géneros que consignaban a su propio nombre o al de sus apoderados. Tal costumbre se anulé en Nueva Espafia en 1720, sin ser ofdo cl citado Consulado en virtud del capitulo XIII de Ja Real Orde- nanza del Consulado de Cadiz, conseguida en forma obrepticia y subrepticia y mediante un servicio pecuniario que se recaudé de todo el comercio. Lo que indujo al Consulado no fue el aumento del real erario sino el particular de sus comerciantes. Dicho capitulo XIE prescribia que ningtin cargador pudiese nombrar consignatario a un americano, sino sdlo a espafioles penin- sulares, tanto en el viaje de ida como en el de retorno; y que en el caso de que acabadas las ferias quedasen géneros, los consigna- tarios serian los que designasen los depositarios. Medida muy con- traria a la tradicional costumbre novo-hispana y hecha en perjuicio de los mercaderes mexicanos. Tal situacién habfa traido consigo el aumento del comercio extranjero y la merma del nacional como asevera el propio Con- sulado gaditano. Una real cédula de 20 de noviembre de 1738, ordena que el comercio con América lo harfan los mercaderes matriculados en la Universidad de cargadores a Indias y que los géneros irfan en Jos barcos de las armadas y flotas consignados a espaioles penin- sulares privando asi a los americanos de escoger personas de su ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 17 satisfaccién. Igualmente que las quiebras se sustanciarian ante la Casa de Ja Contratacién de Indias. La representacién del Consulado novo-hispano suplica al Rey el restablecimiento de la situacién observada hasta 1729. Y el virrey Conde de Fuenclara apoya la antedicha representacién en su escrito del 19 de febrero de 1744. La real cédula dada en Aranjuez el 20 de junio de 1749 —la previa consulta del Consejo indiano es del 18 de diciembre de 1747— deroga en este punto Jas Ordenanzas del Consulado de Cfdiz y declara la vuelta a lo acostumbrado con anterioridad a 1729, pudiendo ser los consignatarios tanto vasallos como naturalizados. Comercio ilicito Proliferan las disposiciones sobre esta materia claro signo de que no obstante su abundancia el incumplimiento estaba muy generalizado. La real cédula de 5 de marzo de 1747, que comunica a Jas Indias el real decreto de 17 de diciembre de 1746, establece una nueva tegulacién de lo tratado por la ley 58, titulo XXXII, del libro nono de la Recopilacién de 1680, negando accién al duefio de géneros decomisados por no estar registrados para repetir contra el que los traia; y penando con el duplo del valor al duefio y lo mismo al conductor. El importe del comiso se dividia entre la Heal Hacienda, el juez y el delator. En 1752, el gobernador y oficiales reales de la Habana co- municaron al Rey, acompaiiando testimonio de los autos, sobre una aprehensién y comiso de géneros y mencancias de contrabando que habfan efectuado en una accesoria de la casa de don Melchor ‘Dfaz en la citada ciudad de la Habana. La venta de lo embargado habfa supuesto para la Real Hacienda un beneficio de 1.311 pesos y tres reales, correspondientes a los 2.091 pesos y tres reales del remate. A los introductores del contrabando, Antonio Pérez Jorge y Luis Izquierdo, se les habfa condenado « presidio por varios aiios, siendo absueltos José Luis 'y Angel Hernandez Tejar. @ 18 ANTONIO MURO OREJON En otra carta, de la misma fecha, remitia otro testimonio de autos por géneros ilicitos cogidos en Jas cercanias de la Habana —denuncia secreta hecha por el sargento mayor de Guanabacoa— con beneficio para Ja Hacienda de 1.561 reales del total de 5.535 en que fue rematado este decomiso. Como reos figuran Pedro Fuentes, Manuel de Febles y Manuel Herndndez, penado el primero con diez aiios de presidio en la Florida y los dos tltimos absueltos. El Consejo de Indias con el informe de la Contaduria, en la consulta de 21 de agosto de 1754, encuentra defectuosa la distribu- cién de ambos remates. Debié de cobrarse el 15 '% y no el 10 % por el concepto de almojarifazgo; para la armada de Barlovento, el 4 % y no el 2%; nada se percibié por alcabala antigua y mo- derna y ademds hubo unos gastos que no debieron hacerse. La real cédula de 11 de octubre de 1754 aprueba los referidos decomisos y las penas impuestas a los encartados, ordenando Ia entrega a la Caja Real de las cantidades no percibidas. Pata evitar futuros inconvenientes se envia a las autoridades una pauta aclaratoria a la cual ajustardn estos embargos. El problema continud. El 20 de octubre de 1755, una nueva carta del gobernador y oficiales reales de la Habana muestra cémo se practicaba en Cuba la distribucién: consideran elevado el 15 % de almojarifazgo y en cuanto a alcabalas alegan que no se han introducido en la isla como tampoco en ninguna de las de Barlo- vento, afiadiendo que hacer lo contrario acarrearia una grave altera- cién, Dicen en su favor que la real cédula de 30 de mayo de 1721, hacia la siguiente distribucién: una sexta parte para el juez y el denunciador y del resto se hacian cuatro partes de las que corres- pondian tres a Ja Hacienda y una a los aprehensores. Vuelve el Consejo indiano, con el informe de la Contaduria y el dictamen del fiscal, a elevar el 16 de enero de 1758, otra con- sulta al Monarca. En ella aduce la ley 1, titulo XV, del libro octavo de la Recopilacién de 1680, que manda que se cobre el 15 % por almojarifazgo, el 20 % de los caldos, 7°50 % de los frutos de Amé- rica de puerto a puerto, ademés el 4 % por las alcabalas, antigua y moderna, y el 2% para la armada de Barlovento. La resolucién de Fernando VI es conforme a la citada consulta. Y nuevamente se envia a la Habana la pauta o demostracién ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA ¥ AMERICA 19 prictica observada por los oficiales reales de Cartagena de Indias para que sirva de modelo. Contraste legal entre preceptos de carécter general y situacio- nes de hecho —Cuba, islas de Barlovento— con preferencia de los primeros. En el ilicito comercio también estaban mezclados los eclesids- ticos. La real cédula dada en San Lorenzo a 6 de noviembre de 1748, con referencia a la de 7 de mayo de 1730, manda al que gobierne el obispado de Cartagena de Indias y a los demés obispos del virreinato de Santa Fe, que autorice la visita o inspeccién de las casas de los eclesidsticos seculares y regulares sospechosas de conttabando evitando asi las excomuniones por allanamiento ce morada. Rigorismo en cuanto a la prohibicién de entrada de produc- tos extranjeros refleja la real cédula circular de 10 de octubre de 1758, que ordena a los gobernadores y oficiales reales de los puertos de las Indias el que no permitan, conforme a lo legislado, que vayan barcos a las colonias de otras naciones, ni viceversa, aun- que sea con el pretexto de enviar alimentos, salvo en los casos urgentes y para llevar socorros. La guerra con Inglaterra determiné la prohibicién de entrar buque ingleses en los puerios del Nuevo Mundo. A los demés Estados se les tolera pero sdlo a los que lleven los frutos de sus cosechas. La paz de Aquisgrén, comunicada por real cédula de 23 de abril de 1749, termina con estas tolerancias y nuevamente se aplican las prohibiciones. El tratado suscrito por Marruecos con la ciudad de Hamburgo y con Dinamarca, da origen a los reales decretos de 19 de octubre de 1751 y 26 de agosto de 1753,‘ respectivamente, que interrum- pen las relaciones entre Espafia y los citados Estados europeos y consecuentemente el comercio con dichos paises. La real cédula de 17 de junio de 1758, con su antecedente, el decreto real de 12 de noviembre de 1757, renuevan las relaciones comerciales con 4 Ambos citados en el Catélogo de Reales Cédulas del Archivo Histérico Nacional por Natividad Moreno Garbayo. Tomo I. Madrid, 1977. Consilltese también Muro Romero, Femando: Instituciones de gobierno y sociedad on Indias (1700-1760). in Hstructuras, gobierno y agentes de administracién en la América espafiola (siglos XVI, XVII y XVIII). Valladolid, 1984, pags. 163.231. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 22 ANTONIO MURO OREJON presas, haciéndola de obligacién general y ampliada a géncros abandonados. Sobre una representacién del gobernador y capitén general de La Espafiola y presidente de la real Audiencia de Santo Domingo acerca de Ja cantidad de derechos reales a cobrar por Ja presa de una balandra holandesa realizada por don José Zamora, corsario espafiol del navio «Tramposa», que dio lugar a una consulta del Consejo de Indias a Fernando VI, éste dicta la real cédula de 7 de febrero de 1756 con carécter general en donde manda exigir el cinco por ciento como derecho real y el octavo por almirantazgo pot las presas de ilfcito comercio en tiempos de paz. La doctrina general que da competencia a la Secretaria de Indias, con inhibicién del Consejo, en los asuntos de corso o de otro cualquiera telativo a la Real Hacienda indiana, se confirma en la real cédula de 7 de febrero de 1756, ratificadora de los reales dectetos de 20 de enero y 11 de septiembre de 1717 y de la real resolucién de 18 de mayo de 1747. INSTITUCIONES ECLESTASTICAS Rea Parronato Celosfsimos los monarcas espafioles de los privilegios y pre- rtogativas concedidas por los sumos pontifices estén siempre al cuidado de la conservacién del Real Patronato no permitiendo el mas minimo menoscabo y adoptando toda clase de medidas para su total resguardo. La real cédula de 18 de febrero de 1753, considera, con extra- fieza, el continuo quebranto de las leyes y cédulas que prescriben la necesidad de la previa licencia real para fundar conventos ¢ igle- sias y reitera la puntual observancia de todo lo ordenado en esta materia. Anuenie con lo expuesto ya en 19 de mayo de 1747, se dio una real cédula al virrey del Peri, cuyo extracto recoge Matraya (Ob. cit, mimero 623) para que proceda a la total demolicién de un hospicio fundado en la ciudad de la Asuncién del Paraguay ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 23 por los religiosos franciscanos recoletos para el cual no tenfan la obligatoria licencia. Un real decteta expedido el 7 de mayo de 1748, ordena a la Camara de Indias que se abstenga de proponer nuevas enajena- ciones perpetuas de pensiones eclesidsticas ¢ igualmente que no las curse la Secretaria de Indias, para que asf el Rey no se vea privado de la regalia de premiar con ellas los méritos de los eclesidsticos. Y otro de 11 de agosto de 1750, de acuerdo con la consulta del Consejo indiano, en el que Fernando VI manda que el nuncio de Su Santidad no intervenga en los asuntos eclesidsticos del Nuevo Mundo. Sacramentos ‘Una extensa exposicién de motivos encabeza la real cédula de 26 de septiembre de 1752, sobre las ordenaciones de mestizos y de ilegitimos. El Monarca estd enterado de la serie de recursos que hacen en Roma para obtener dispensas para ordenarse y conseguir bene- ficios los mestizos ¢ hijos ilegitimos, no obstante, las leyes 6 y 7, titulo VII, del libro primero de la Recopilacién de Indias, que encarga a los prelados que sélo ordenen a los mestizzos que reunie- sen las condiciones fijadas por el Santo Concilio de Trento, capitulo siete, sesién veintitrés «De reformatione», y siendo de legitimos matrimonios. Es cierto que para ordenar hijos ilegitimos la dispensa corres- ponde a Su Santidad, pero también que San Pio V, por su bula de 4 de agosto de 1571, y Gregorio XII en 1576, concedieron a los prelados —y entre ellos a los del Nuevo Mundo— estas autoriza- ciones, salvo en el caso de homicidio voluntario extra bellum comiso y a los simoniacos. Por ello teniendo los Ordinarios Ia alu- dida facaltad es innecesario acudir al Pontifice, lo que supone mayotes gastos, dilaciones, extraccién de caudales y otros efectos. La cédula que comentamos se propone suprimir los defectos sefialados y tuvo su origen en una peticién del mulato mexicano 24 ANTONIO MURO OREJON Miguel Isidro Lépez al Consejo de Indias para que éste diera el pase a una bula que le permitia ordenarse y ser religioso. Culto y fiestas Fl breve de Su Santidad Benedicto XIV, dado en Roma, en Santa Marfa la Mayor, el 26 de agosto de 1748, se comunica a las Indias el 23 de junio de 1749. En él el Papa accede a una peticién antigua de los reyes hispanos, la que los sacerdotes secu- ares y regulares puedan celebrar tres misas el dia de la conmemora- cién de los fieles difuntos. Otro breve del mismo Papa autoriza a trabajar los dfas festi- vos, oyendo misa. La licencia que ya se aplicaba a Espaiia se extiende a las Indias por la real cédula de 29 de abril de 1751. En cuanto a festividades, la cédula de 10 de agosto de 1749, tecoge dos letras apostélicas del citado Benedicto XIV —6 de agosto de 1748 y 1 de matzo de 1749— creando dos fiestas: la de Santa Isabel de Hungria y la de San Fernando, rey de Castilla, de tito doble de segunda clase, con octava. Y la norma de 5 de octubre de 1751, la de Nuestra Sefiora del Pilar, el 12 de octubre. Otra cédula de 22 de enero de 1755 (Matraya, Ob. cit., mi- meto 691) confirma Ia observancia de las leyes sobre la paz, incienso y beso del Evangelio en las fiestas de las catedrales. La de 7 de diciembre de 1756, recoge una representacién del abal y cabildo de la colegiata de Nuestra Sefiora de Guadalupe de México, con otra del ayuntamiento mexicano, que han pedido la declaracién de la Virgen como patrona universal y jurada de las Indias septentrionales, para que en los testamentos se establezca una manda forzosa para sostener el culto y la conservacién del san- tuario guadalupano. Pontifices El jubileo universal del Afio Santo de 1750 se extiende a las Indias y Filipinas por breve y carta enciclica «Benedictus Deus» de Su Santidad Benedicto XIV. La real cédula de 12 de septiembre aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 26 ANTONIO MURO OREJON Prebendados Varias son las disposiones sobre este tema. Un constante problema era la dilacién en las tomas de pose- sién de los provistos en prebendas. El real decreto de 20 de julio de 1747, ordena que a los que tarden en posesionarse, los prelados declararén vacante el oficio y los morosos quedardn incapacitados * para obtener nuevas gracias. La real cédula de 25 de enero de 1748, fija el plazo de dos afios para la toma de posesién de los provistos residentes en Espafta y quince dias para los indianos. A les prebendados no se les daria posesién si no presentaren el original de la real gracia. Igual medida afecta en los casos de ascensos. Se excepttian a los deanes ¥y las cuatro prebendas de of cio segtin las cédulas de 26 de octubre de 1750 y 8 de abril de 1753. La Cémara del Consejo de Indias no podrfa cumplir bien con su cometido al proponer sujetos para las provisiones eclesidsticas en las catedrales del Nuevo Mundo si no tuviera perfecta noticia de los eclesidsticos beneméritos, informacién que debfan facilitar los correspondientes Ordinarios. Sobre esta puntual noticia legislé la Recopilaci6n de 1680 y también las cédulas de 15 de febrero de 1722, de marzo de 1728; y 7 de junio de 1730, pero en muchos casos no se observaron. La real cédula de 6 de diciembre de 1753, confirma aquellas disposiciones y ordena que se envien a la citada Camara relacién de los eclesidsticos acreditados, expresando, Ia edad, virtud, litera- tura, méritos y otras prendas personales y asimismo su conducta en el ministerio sacerdotal y en la ensefianza y tratamiento de los indios. Estas relaciones se harfan anualmente con expresa indica- cién de los fallecidos desde la precedente y se temititian en flotas y navfos. La norma fue ratificada por cédula de 4 de marzo de 1758. Sobre las vacantes de dignidades y prebendas en las Indias, la real cédula de 31 de agosto de 1754, confirmatoria de las leyes 19, titulo VI y 8, titulo XI, del libro primero de la Recopilacion de 1680, encarga a los prelados que remitan Ia relacién de las mismas. Otra cédula de 16 de enero de 1753, ordena al arzobispo de Lima que entregue al vitrey los autos de Jas oposiciones a ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA ¥ AMERICA 27 canonjfas de oficio, agregando lo que con respecto a ellas se le ofreciere (Matraya, Ob. cit., mtimeto 689). La intervencién del atzobispo de Lima en la causa de leproso formada al magistral de aquel cabildo catedral don Juan Marin de Poveda, no es aprobada por la cédula de 31 de mayo de 1755 (Matraya, Ob. cit., nimero 693); y al propio tiempo dicta el pro- cedimiento a seguir en casos semejantes: declaracién del protome- dicato sobre la condicién de leproso del enfermo, o de padecer éste enfermedad contagiosa y patticipacién al juez eclesiéstico para todo lo relacionado con las rentas y beneficios del doliente. La gran distancia y los riesgos del mar obstaculizan la rapidez de las comunicaciones y ello retarda mucho el nombramiento de los eclesiasticos con detrimento de Ia religién. El real decreto de 30 de diciembre de 1751, dispone que por fallecimiento de los designados se cubra la vacante por los provistos en resultas. Y Ja cédula de 21 de marzo de 1752 manda cumplir el citado decreto en los casos de dignidades y prebendados. Clero secular La paulatina sustitucién de los regulares encargados de las doctrinas por otros sacerdotes seculares dio origen a miltiples in- cidencias de todo orden. Una cédula (Matraya, Ob. ci., ntimero 646) dirigida al virrey del Perd, en 4 de octubre de 1749, manda que de comin acuerdo con el arzobispo de Lima vayan entregando a clérigos seculares los curatos desempefiados por los religiosos, siendo aquéllos idéneos. Ya me he referido al tratar de los obispos de la prohibicién que tienen los curas encargados del ministerio de almas de tener oficios en la Curia diosesana. Un ejemplo, el incluido en la cédula de 10 de octubre de 1756. Otra norma de 24 de marzo de 1754 (Matraya, Ob. cit., mimero 683) prescribe la publicidad de los aranceles parroquiales para el mejor conocimiento de los indios. La cédula de 18 de enero de 1758 (Matraya. Ob. cit., ni- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCSA Y AMERICA 29 Especialmente sobre los religiosos doctrineros la norma de 16 de noviembre de 1758 (Matraya, Ob. cit., ntimero 731) ordena cl cumplimiento de la cédula de 30 de junio de 1720, sobre las condiciones para trasladar las doctrinas, colocacién de tenientes, idoneidad y conocimiento del idioma de los indios. La propuesta de los doctrineros corresponderia a los prelados de las teligiones y la designacién al comin acuerdo de los obispos con los vicepatros. Conventos Recuérdese la prohibicién general, bastantes veces inobser- vada, de hacer nuevos conventos y templos sin Ia licencia del Rey. El terremoto de Lima con sus catastréficas consecuencias da origen a la cédula de 4 de octubre de 1749 (Matraya, Ob. cit., mimero 647) que encarga al arzobispo y al virrey las medidas necesarias para la reedificacién de las casas religiosas arruinadas. ORDENES RELIGIOSAS Agonizantes La cédula de 20 de septiembre de 1755 (Matraya, Ob. cit., niimero 695) encomienda al virrey del Peri la fundacién de una cétedra de Teologia moral en la Universidad de Lima para que la desempefic gratuitamente un religioso de la orden citada. Bethlemitas Una orden de 16 de marzo de 1759, al secretario del Consejo de Indias de la negociacién del Pera, manda que se una al expe- diente que se tramita en la Secretaria de la Nueva Espaiia sobre los religiosos bethlemitas fray Francisco de la Resurreccidén y fray Nicolés de San Francisco de Paula, procuradores de la orden en la Nueva Espafia, el incoado a fray Carlos de Santo Toribio, de ‘a misma orden en el Peri. 30 ANTONIO MURO OREJON Jestitas La Compajifa reunfa una serie de privilegios espirituales con- cedidos por los sumos pontifices. Entre ellos se encuentta la dis- pensa a los neéfitos de los impedimentos matrimoniales procedentes de consanguinidad 0 afinidad. El ejercicio del mismo trafa como secuela divergencias y controversias con los obispos. Benedicto XIV por su breve de 27 de enero de 1757, aclara que el dicho privilegio se extiende a las Indias occidentales y orien- tales, como a los etiopes, angolefios y a cualquiera de uitramar. La real cédula de 23 de julio del mismo aio, que tiene presente una consulta del Consejo, resuelve que el citado breve se comu- nique al Nuevo Mundo. Ya trataremos de la transaccién sobre los diezmos que ponia fin al dilatado pleito entre la Corona, las iglesias de Nueva Espafia y Filipinas y la Compafiia de Jestis. San Juan de Dios La real cédula de 13 de febrero de 1756, comunica el pase de una bula de 19 de enero de 1749, a favor de fray Rafael Zapa- teto, definidor y procurador general de la orden de San Juan de Dios, que confirma las gracias y exenciones dadas por los papas a favor de los sanjuaninos y los decretos de las congregaciones de catdenales. El pase se concedié en cuanto a impedir las visitas a Jos hospitales de la orden de los Diocesanos en lo que toca a la administracién y limosnas pero se ha de observar la ley 5, titulo IV del libro primero de Ja Recopilacién de Indias en cuanto a la re- ferida administracién. Misiones y misioneros La real cédula de 21 de mayo de 1747, ordena, sin permitir omisiones, la anual remisién al Consejo de Indias, de relaciones de conversiones, reducciones y misiones existentes en la jutisdic- cién de cada una de las autoridades a quienes va dirigida con indica- ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 31 cién del néimero de misioneros vivos y muertos, lugar, pueblos que comprende, naturaleza de los habitantes, tiempo de cristianiza- cin, estado de Jas doctrinas y curatos y las necesidades que hay para propagar el Evangelio. En la resolucién declara Fernando VI «que es y ha sido siempre el primero y més principal objeto de mi catdlico celo y el de los Reyes mis gloriosos predecesores desde el descubrimiento de aquellos dominios...». El texto hace referencia ala ley 1, titulo XIX, libro primero de la Recopilacién de Indias. En diez afios se fija el tiempo en que cada misionero realizard su apostdlica labor si éstos viven en Espafia. Igualmente se declara que estén obligados a misionar prohibiéndoles cualquier otro en- cargo segdin la legislacién al respecto, ratificadas por la real cédula de 22 de abril de 1753. Una representacién del comisario general de la orden de San Francisco, y consulta del Consejo indiano, permite por Ia real cé- dula de 30 de abril de 1754, el que los misioneros franciscanos, pasados los diez afios, pueden optar por seguit misionando o rein- tegrarse a Espafia. Matraya (Ob. cit., niimero 655) publica el resumen de una cédula de 2 de marzo de 1751, para que el virrey del Pert resta- blezca la misién franciscana del Cuzco. Y que los misioneros fran- ciscanos en Peri no sean empleados en oficios de la orden (Ma- traya, Ob. cit., ntimero 668), cédula de 26 de octubre de 1751. Y referida a Filipinas la real cédula de 9 de junio de 1749, ordena que no se cobren derechos 2 los misioneros dominicos, agus- tinos y jesuitas que se pasan a las islas pues asf se practica en las Indias. DIEzMos ECLESIASTICOS EI 24 de febrero de 1750 se soluciona, mediante transaccién, un pleito que ya duraba ciente veinte y seis afios entre los jesuitas, por una parte, y el fisco y las iglesias de Nueva Espaiia y Filipinas, por la otra, sobre si la Compafifa de Jestis debfa, o no, pagar diez- mos. El pleito habfa comenzado en 1624. La transaccién consiste en que la Compaiiia tendré la obligacién de pagar diezmos, pero su cuantia cs la de uno por cada treinta, y no la de uno por cada aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 35 derecho a percibir estas vacantes. Indica que de los diezmos se separan cada afio la cuarta capitular que, a su vez, se distribuye conforme al Concilio Mexicano entre Jos capitulares: al deén, quin- ce; a las dignidades, trece; a los candénigos, diez; a los racioneros, siete; y a los medio racioneros, tres. Que con arreglo a este criterio se ajusten y liquiden las mencionadas vacantes menores cuando sucediere la muerte, renuncia, traslado y hasta la toma de posesién del nuevo provisto. Y que el importe se ingresaré en la real caja. Ordena el Rey que si ocurriere alguna contradiccién, el virrey de Nueva Espaiia embargard a los administradores de los diezmos la parte que de las vacantes correspondiere a la Real Hacienda. Tgualmente se envian «cédulas de comparendo» en blanco para citar a los contradictores. En vacantes de las canonjias magistral y doctoral sus pen- siones se asignen en la defensa de los pleitos del cabildo y retribu- cién a los encargados de los sermones segiin Ja cédula de 5 de junio de 1576 (Mattaya, Ob. cit., ntimero 703). Otra real cédula de 1° de septiembre de 1757, solicita a los oficiales de la Real Hacienda de Filipinas que informen sobre el producto obtenido de las vacantes mayores y menores. Subsidio eclesidstico Clemente XI y Clemente XII autorizaron un subsidio a distribuir sobre el estado eclesidstico de 2.000.000 de ducados, en donde también estaban incluidos los ministros de la Santa Cruzada y de la Inquisicién. Por parte del arzobispo de México y de los demés obispos de Ja Nueva Espajia hubo omisién y tibieza en el cumplimiento de la real cédula de 20 de marzo de 1722 y en la de 23 de octubre de 1741, que comunicaban la concesién de las gracias de Su Santi- dad. El subsidio iba a emplearse en la guerra contra los moros y sitio de Ceuta y en Ja guerra contra Inglaterra. La real resolucién de 5 de octubre de 1751, ruega y encarga a los prelados que manifiesten el estado de la recaudacion y de las medidas tomadas para su cobto. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 39 acompafiado por un andlisis de su composicién (entre articulos espa- fioles y extranjeros), y su distribucién entre los trece puertos fran- queados por el Decreto de Comercio Libre. El limite se situé en 1796, porque después de este afio la guerra con Gran Bretafia destruyé el sistema comercial «normal» establecido por las reformas de 1765-1789, Publiqué los resultados iniciales del proyecto en la revista «Journal of Latin Studies» en 1981.* Durante los tres iltimos afios he empezado el anilisis de las exportaciones hispano- americanas hacia Espafia —-su volumen, naturaleza, origenes regio- nales, y destinos. Tengo en forma cruda casi todos los datos que necesito, pero hasta ahora no he terminado el andlisis. Esta comu- nicacién enfatiza los resultados para la economia espafiola, y especi- ficamente para los puertos andaluces, del acceso més facil después de 1778 al mercado americano. Es necesario empezar con una dis- cusién general de las fuentes que se han usado, Ilamando la atencién particular a las lagunas y limitaciones. Después, en el contexto de una explicacién general del valor total y relativo de los productos espafioles y extranjero exportados a América, hablaré del comercio de Cadiz, que continué controlando alrededor del 75 % de las ex- portaciones a América en el petfodo estudiado, de Malaga, que gané un 5 %, con algunas palabras sobre Sanlticar de Barrameda y Sevilla Las FUENTES Como explica mi nota al pie del apéndice, cuadro A, la Direc- cién General de Rentas produjo restimenes generales para solamente tres de los dievinueve afios estudiados: 1778, 1783, 1788. Es imposible calcular exportaciones totales para 1779 a 1781, porque, aunque existen informes anuales para algunos puertos (Barcelona, La Corufia, Malaga, Santander,) no se han localizado cifras acepta- bles para Cédiz. Esto explica el porqué estos afios, 1779-1781, se omiten en el cuadro I, aunque los detalles disponibles para ciertos puertos van incorporados en el apéndice. Para 1784-1785 existen 4. Fisher, John: Imperial ’Free Trade’ and the Hispanic Economy, 1718-1796, «Journal of Latin American Studies», 13 1981, pags. 21-56. Los cuadros, figuras y apéndices que acompafiaron ese articulo tienen’ ahora algunas ligeras modificaciones, para facilitar la comprensin de mi comunicacién. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 43 est4 Cartagena, que envié solamente un barco a América en los diecinueve afios estudiados, y Almeria, que parece no haber dis- frutado absolutamente del comercio directo con América. Es de gran interés hacer algunas observaciones sobre los puer- tos andaluces: Malaga, a pesar de su porcentaje relativamente bajo del co- mercio total —aun en su afio mejor (1794) representaba solamente un 8 %— recibla ventajas considerable para su economia local, porque casi todas sus exportaciones, como demuestra el Apéndice, eran productos nacionales, Tuvo tanto éxito en la exportacién de sedas de Valencia que en 1786 su Consulado, recientemente estable- cido, decidié tratar de revivir la propia industria de seda de la ciudad, plantando moreras, comprando y distribuyendo seda cruda, y proveyendo crédito para la compra de telares, y garantizando el embarque para América de todas las medias de seda producidas. Para 1795 la exportacién de sedas Ilegé a 2’5 millones de reales, y otros textiles, principalmente linos, Ilegaron a una suma patecida. * Pero la gran mayoria de las exportaciones consistfa en productos agricolas: uvas, almendras, limones, pasas, habas, naranjas, cochi- nilla, higos, y, sobre todo, vino. El crecimiento del volumen de comercio junto con la baja de impuestos, redujo bastante el costo de embarque de (7’5 a 4 pesos el barril de 1 quintal). A Veracruz, y en 1795, este solo puerto exporté no menos de 18.000 barriles del vino de Mélaga. Un punto interesante es que la mayoria de los registros expedidos en Miélaga fueron para barcos catalanes que visitaron el puerto después de salir de Barcelona para tomar carga- mentos locales. * Sevilla mantenia un minimo comercio directo con América, como demuestra el Apéndice, cuadro K. Tenemos datos sobre 11 embarcaciones directas, de las cuales 7 fueron a las islas del 8 Bejarano Robles, F.: Historia del consulado y de la junta de comercio de Mdlaga, 1785-1859. Madrid, 1947, pags. 7, 13-15, 214-232. A. G. S., D. G. R. 2, leg. 579, «Estado general...» 1795, muestra exportaciones de sedas nacionales con valor de 2.481.980 reales, linos por valor de 2.503.232 y caldos con valor de 11.378.078. 9 Bejarano, F.: op. cit., pags. 130, 136-137; «Estados que manifiesta el nimero y_ clase de embarcaciones...», Veracruz, 12 de marzo de 1796. A. G. I., Indiferento General, leg. 2.195. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Afios 1788 1782 1783 1784 1785 1786 1787 1788 1789 1790 1791 1792 1793 1794 1795 1796 ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA Cuapro II DISTRIBUCION PORCENTUAL DE EXPORTACIONES DE PUERTOS ESPANOLES A HISPANOAMERICA Cédiz Promedio 76°4 gEBEBEGRERER°BEERE 1778-1796! 53 Vs 33 48 42 65 59 46 Vv sl s1 v6 36 8 ol o5 4B SN SERB RBE°BBEBESB 1 Fuentes como para los Apéndices AC, E-M. 73 22 48 24, 3 33 26 34 a2 28 2 1 05 33 47 Barcelona Malaga Santander La Corufia Otros puertos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. F—Efectos extranjeros N—Efectos nacionales 250 200 G 3 Millones de reales 100 501F N ot —— 778" 6" 62° & 6 88 90 o2 ° S% " 1896 FIGURA IT Aes Efectos extranjeros y nocionales exportades de Espaiio o Hispanoamérica 1778-96 APENDICE Cuapro A EXPORTACIONES DE ALICANTE A HISPANOAMERICA, 1778-1796 ! Afios N. de Efec.espafi. % total Efec.extr. % total Total efts. % todas barcos Export, 2 1778 3 211.970 697 92.340 303 304.310 O'4 1782 3 117.900 647 64,291 353 182.191 Ole 1785 1.496.247 73°5 540.336 265 2.036.583 O4 1786 3 1.735.076 811 402.678 189 2.137.754 06 1787 1 68.601 977 1.630 23 70.231 003 1788 «2 29.348 100 > = 29.348, ool 179 2 58.170 100 _ - 58.170 O02 1790 1 136.025 100 ae ~ 136.025, 0°05 1791 3 6.037.936 996 25.615 04 6,063,551 166 17924 246.262 100 = - 246.262 0°06 1 FUENTES: APENDICES TABLAS A-M Cifras para 1778 de «Relacién del namero de embarcaciones que han salido de los Puertos havilitados de Espafia para los del lbre Co- mercio de América desde 1.° de eno®. hasta fin de Dizre. de 1778», A.G.S, D. G. R. 2, leg. 568; para 1784 de «Estado general que mani- fiesta el valor de los frutos y efectos tanto Espaiioles como extrangeros que se embarearon en los puertos havilitados de Espaiia con destino a América», abril 18 1786, 259-260; en ibidem, se ha usado una tabla pa- ralela para puertos diferentes a Cadiz 0 Barcelona en 1735; las cifras de Cadiz para este aiio, las cuales son sustancialmente mis hajas que las pu- 1 En todas las tablas A-M la omisién de un afio indica que los registros u otros informes referentes a él no han sido hallados para 1783-86, pero cuando los datos sobre embarques fueron recogides sisteméticamente, tal omisién implica falta de salidas, pero un no regreso se sefiala solamente cuando los informes de los empleados de aduanas confirman esto. 2 Es decir % de todos los efectos exportados de Espafia a Hispanoamérica en términos de valor. @) 50 JOHN FISHER blicadas en la «Gazeta» se basan en los registros de A. G. I, Indiferente General, 2.175-2.177, mientras que las cifras para Barcelona en el perio- do 1778-87 provienen de «Estado que manifiesta los registros que se han despachado yajo las reglas del comercio libre...», Barcelona, febrero 20 1788. A. G. 1, Indiferente General, 2.183; las cifras de Sevilla para 1792 vienen de Balanza del comercio de Espaiia con los dominios de S. M. en América y en las indias en el aio de 1792. (Madrid, 1805); todas las otras cifras se han calculado primariamente totalizando los valores que aparecen en los registros de aduanas de barcos individuales, localizados en A. G. [., Indiferente General, 2.173-2196 y 2.398-2401, suplementados por retornos esporddicos anuales para puertos individua- les en A. G. S., D. G. R. 2, 569-579. La indisponibilidad en cualquiera de estas series de datos completos sobre las exportaciones de Cadiz en 1779-81 impide el célculo de cifras para las exportaciones totales de Espafia a América en estos afios (v. Tabla 1, arriba), pero los detalles disponibles para otros puertos en estos aiios estan incluidos en el Apén- dice Tablas B, F-H, y J. Los registros individuales de Cédiz para 1783 no han sido hallados, pero los detalles de sus exportaciones para ese aiio estén suministrades en «Plan que demuestra lo que ha producido al Real Herario en dho. afio el libre comercio de Indias...». Madrid, marzo 5, 1784. A. G.S., D. G. R. 2, 572. Cuapro B EXPORTACIONES DE BARCELONA A HISPANOAMERICA, 1778-1796 Affos Nw de Efec. espa. % total Efec.eatr. %totel Total efts. % todas barcos export. 1778 «23 6.531.685 75°7 2.100.526 243 8,632.161 116 1779-24 9.498.573 871 1.401.484 129 10.900.057 1780 0 — 0 1781 3 1.733.470 93°2 126.346 68 — 1.859.816 1782-22 7.721.097—-93°2. 560.931 68 8.282.028 73 1783 31«(10.740.582 94 691.550 6 11.432.132 84 1784 33: :12.618.407 856 = -2.126.607 144 14.745.014 3.3 1785 52 24.396.334 90°S 2.566.597 95 26.962.931 59 Afios 1786 1787 1788 1789 1790 1791 1792 1793 1794 1795 1796 ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCSA ¥ AMERICA St Cuspro B (continuacién) N.o de Efec. espa. % total bareos 51 44 49 54 57 63 86 52 61 46 45, 24,863,046 18.797.718 29,640,992 29,486.539 34,557,919 20,960.162 52.281.683 31.081.839 30.116.569 24,351.547 24.877.013 Efec. extr. 919 2.197.447 845 3.454.092 93'3 2.121.219 941 1.845.824. 92 2.986.142 913 2.838.012 93'7 3.519.882 966 1.096.854. 972 968 949 Cuapzo C % total a1 155 7 59 8 87 63 84 28 32 s1 Total efts. % todas export. 27.066.493 8 22.251.810 86 31,762.21. 10° 31,332,363 96 37.544.061 129 32.798.204 89 55.801.565 12°6 32.178.693 105 30.985.602 166 25.169.010 89 26.219,225 10°4 EXPORTACIONES DE CADIZ A HISPANOAMERICA, 1778-1796 Aflos 1778 1782 1783 1784 1785" 1786 1787 1788 1789 1790 Ne de Efec. espa. barcos 63, 48 60. BL 13.308.062 44.045.810 49.890.764 143.891.2603 143.320.401 111.434.320 74.628.463 92.781.929 127.156.046 88.206.668 % total 266 45°60 465 397 40 43°5 38 42 48'8 AVL Bfec. extr. 36.901.040 53.283.420, 57.405,525 218,253,107 214,849.443 144.664.377 121,515,485 127,932,238 133.447.579 126.449.661 % total 34 oe 535 603 60 505 62 58 5r'2 589 Total efts. % todas export. 50.209.102 674 97.929.230 869 107,302,289 7875 362,144.370 83°3 183 358,169,844 250.098.697 196,143,948, 220.714.167 260.603.625 79°8 214.656.329 73°5 1 La Gazela de Madrid» (v. nota sobre las fuentes) da las exportaciones de 1785 como 267.600.710 en efectos espafioles y 400.172.243 en efectos extranjeros, lun total de 667.772.953 reales. Las cifras sefialadas en la tabla, derivadas de 83 registros para el afio, en A. G. I., Indiferente General, 2.175-7, posiblemente subestiman las actuales exportaciones, pero las cifras publicadas parecen demasiado altas: hasta cierto grado la discrepancia puede derivarse de hecho que en Cadiz Jos empleados de aduanas empezaron a registrar los valores corrientes y ios valores oficiales de las exportaciones; el valor corriente para 1785 siendo 14'3 % mas alto que el valor oficial (v. Apéndice Tabla D). 52 JOHN FISHER Cuapro C (continuacién) Afios N.o de Kfec.espafi. % total Efec.extr. % total Total efts. % todas barcos export. 1791 100 120.167.230 414 169,878.121 586 290.045.351 78°3 1792 132 129.011.055 40° 186.737.255 59°9 315.748.310 71'S 1793 101 109.197.124 447 135,244,669 55'3 244.441.7993 79'S 1794 72 59.582.023 469 67.392.074 53'l 126.974.097 68 1795 112 111.232.623 50°71 110.789.646 499 222.022.2609 78°7 1796 105 93.463.662 483 100,071.267 517 193.534.929 768 Cvapro D EXPORTACIONES DE CADIZ A HISPANOAMERICA, 1778-1796 A LOS VALORES CORRIENTES! Afios Efe. espati. Efec extr. Total efts. % Aumento sobre valores oficiales 1785 169.358.275 239.927.888 409,286.163 143 1786 136.761.917 167.619.253 304.381.170 189 1787 90.108.286 133.255.231 223.363.517 13°9 1788 103.951.311 144.524.5305 248.475.616 12°6 1789 —:148,986.308 —-149.352.898 —-298.339.206 145 1790 102,304.107 —-141.300.655 ——-243.604.762 13°5 1791 146,140.894 191.223.378 337.364.272 166 1792 151.732.200 211.249.865 362.982.065 15 17938 126.756.641, 150.490.791 277.247.432 13°4 1794 68.718.863 73.679.648 142.398.511 121 1795 129.927.482 122.192.434, 255.119.916 149 1796 111.392.663 113.172.447 224.565.110 16 1 Desde el comienzo de 1785 los empleados de aduana en Cédiz empezaron a registrar los valores de las exportaciones en términos tanto de los valores oficiales establecidos por el Reglamento para el Comercio Libre de 1778, que proveia la base para derechos de aduana (eValors. por los Avalos del Reglamto. en reales de vn.s) como para los valores corrientes en CAdiz (¢Valors. a los precios corrtes. de la Plaza en rs. de vn.2). Los iiltimos, como puede verse, promediaban algo mas de 15 % sobre lcs primeros. Para comparaciones con oiros puertos los cuales, sin excepeion, registraban s6lo los valores de 1778; y para la compilacién de las cifras tolales de exportaciin, deben usarse los valores de 1778 de las exportaciones de CAdiz, pero es importante recenocer que el verdadero valor de las exportaciones esté asi subestimado, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 56 JOHN FISHER Cuanro J EXPORTACIONES DE SANTANDER A HISPANOAMERICA, 1778-1796 Afos Nw de Ejec.espafi. %total Efec.eatr. %totcl Total ejts. % todas varcos export. 1778 13. 765.156 1671 3.992.295 839 4.757.451 64 178L LL 1.705.368 21.9 6.079.906 78L 7.785.274 1782-3 489,005 394 752.387 606 1.241.392 VL 1783 10). 24833.177 398 3.681.984 602 6.115.161 45 1784 3.671.501 289 9.017.374 71’ :12.688.875 29 1785 4.290.797 277 -11,189.433 723 -15.480.230 3% 1786 25) 3.151.317 214 11.560.191 78% «114.711.5083 1787 263.944.0949 33 8.012.219 67 11.957.168 46 1788 «33 4.145.757 -27°1«:11.132.915 72°9 -15.278.672 5. 1789-20) 3.451.295 34 6.695.072 66 = :10.146.367 31 121 6.689.084 879 7.606.505 26 1791 31 3.258.532 343 6.255.300 657 (9.513.832 26 1792 73 :13.535.878 46°3—15.708.703 53°7 -29.244.581 66 1793 23 4.058.342 534 3.546.787 466 7.605.129 25 1794 19 3.148.461 664 1.594.532 33°6 4,724,993 2°5 1795-10 .088.232 56°8 828,798 43°2-1.917.030 07 1796 25 3,968.333 577 2.886.570 4273 6.854.903 27 Cuapro K EXPORTACIONES DE SEVILLA A HISPANOAMERICA, 1778-1796 ! Afios N.* de Efec.espaf. % total Efec.eztr. % total Total efts. % todas export. barcos ws 0 = = = — - 0 1782 0 = _ - — aad 0 i Las cifras para 1784-85, 1792 y 1705 se tomaron de les sumarios generales Jos cuales probablemente no lograron distinguir entre cargamentos despachados directamente de Sevilla a América y los que fueron embarcados a CAdiz para empaque y registro. Por ejemplo: La cifra para 1786 proviene de dos registros hallados en A. G. L, Indiferente General, 2178-9, pero en ese afio los efectos espaficles alcanzan un total de 1,002.41 reales y' fueron eaviados de Sevilla a Amériea, siendo ¢l volumen de ellos registrado en Cadiz: certificado de Francisco Barreda y Benavides, Sevilla, enero 24, 1787. A. G. S., D. G. R. 2, 580, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 68 ANTONIA HEREDIA HERRERA mérito el arte de bien decir, haciéndose en ella no pocas veces una vana ostentacién de las figuras retéricas. Deben entenderse (y la materia de que tratan no permite mds) en un estilo sencillo, natural, claro en tales términos que haga perceptible aun a los que no han saludado los rudimentos de la gramética y para explicarse de este modo todos los hombres de mediana instruccién que tienen algun manejo en el uso de la frase han informado el estilo a muy leve diferencia». Sigue el ritmo ldnguido de preparacién sin que cesen de acumularse los gastos que en septiembre del 95 ascendfan por una parte a 25.617 pesos, 6 reales hasta fines de agosto del 94 més Jos gastos que se hicieron hasta dicha fecha que supusicron otros 31.843 reales. * La extincién de la Casa de Contratacién el 18 de julio de 1790 y el paso de algunas competencias al Consulado provoca esta vez la suspensién de las sesiones de la Junta de Ordenanzas al ser nom- brados el prior, cénsules y asesor para formar parte de Junta de Extincién de la Audiencia de la Contratacién. Nuevamente vuelvo a hacer un inciso al hablar de la supresién de la Casa. Existié un paralelismo en la preocupacién sentida a lo largo del XVIII por la reglamentacién de ambas instituciones, el Consulado y la Casa de Contratacién, y lo que es mas notable el fracaso en ambos casos. La real cédula que determina el traslado de la segunda «habia anulado normas antiguas sin sustituirlas por otras nuevas», como nos dice el profesor Navarro Garcia. A mediados de siglo, en 1754, eta urgente la formulacién de unos estatutos u ordenanzas que recogieran la nueva configuracién de la Casa, pero no llegaron a realizarse. El impulso de elaboracién corresponde a Patifio que al alcanzar el ministerio encatga su redaccién a Alvarez de Abreu, marqués de la Regalia, que Mega a pasar a Sevilla para localizar antecedentes. El ttaslado de Regalia a Madrid detiene el proceso que vuelve a retomarse definitivamente cn 1776. El presidente de la Casa, Francisco Manjén, recoge y sintetiza todo lo legislado acerca de las atribuciones de la Presidencia, del comercio y de la navega- 31 Representacién de Manuel Ruiz, Cidiz, 24 septiembre de 1795. A. G. 1, Consulados, 59. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 72 ANTONIA HEREDIA HERRERA rando, dando cuenta mensual de los resultados al Tribunal del Consulado. La desaparici6n de muchos de los miembros de la Junta de Ordenanzas y el evidente interés, al menos tedrico, del Consulado por la preparacién de un cédigo determina en 23 de noviembre de 1798 la fusién de aquella junta con Ja del gobierno de Ia institu- cién mercantil* y el seguimiento del plan de Quintanilla. Durante cuatro afios y cuatro meses se trabaja en la prepara- cién de una extensa y amplia obra que comprende todos los aspec- tos del giro, explicando sus principios, estableciendo las reglas para el discernimiento de justicia descendiendo hasta los casos particu- lates. El ejemplar concluido se entrega al Consulado el 31 de di- ciembre de 1800. El esquema comprende cuatro tratados subdivi- dido en 8, 14, 10 y 9 titulos respectivamente. Aparte de los dos tratados iniciales que ya vimos, los ottos dos se titulaban: del comercio marftimo y terrestre de Europa y de las materias comunes a todas clases de comercio maritimo y terrestre. El esquema com- pleto contemplaba estos dos tratados y sus titulos: ” Tratado 3: del comercio maritimo y terrestre en Europa, sus contratos y materias que le son propias tit. 1. de los cargadores, consignatarios y comisionistas del comercio maritimo de Europa. tit. 2. de los navieros y fletamentos del giro maritimo de Europa, seguros del mismo y del comercio terrestre. tft. 3. de las compafifas sobre los contratos a comandita, o bajel que navega a la parte en comin con los cargadores. tit. 4. de las letras de cambio, su naturaleza, personas que en ellas intervienen y sus obligaciones. tit. 5. de los deberes 'y comportacién que ha de tener el te- nedot 0 portador de una letra, su pago y medios con %6 A. G. 1, Consulades, 59. 37 A. G. L) Consulados, 59 y 60. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 16 ANTONIA HEREDIA HERRERA tales, como la facultad que se concede en 1767 * de que no puedan correr ni establecerse compafifas de comercio, ni casas de negocios sin que primero se hagan conocer al prior los requisitos que estén establecidos en las Ordenanzas de los consulados de Bilbao y Bur- gos, o bien como la real cédula de 1769 * sobre la forma de Ilevar a cabo las causas entre los comerciantes ante los problemas que se plantesban por reclamaciones judiciales de las partes, después de las composiciones de dichas partes y de los acuerdos del Tribunal del Consulado. ¥ junto a estas preceptivas puntuales y concretas no faltaron los reglamentos de la institucién a lo largo del XVIIT. Como tales han de considerarse los aprobados por real cédula de 13 de noviem- bre de 1741 que, a partir del aiio siguiente, habian de observarse en materia de sueldos y en cuanto a la normativa de la contabilidad del 1% de avisos.* Igual carécter tendrd el Reglamento elaborado por el Consulado de Cadiz sobre salarios y gastos ordinarios y extra- ordinarios de las diputacioines de flotas de un viaje regular, con todas sus incidencias, aprobado por real cédula de 6 de marzo de 1773. Sélo dos afios més tarde el rey vuelve a aprobar otro Reglamento de salarios para ministros del Consulado en Cadiz y en Sevilla. * Y por tltimo con ocasién de Ja divisién de la Secretaria y Contadurfa del Consulado que habfan permanecido unidas desde 1747, se elabora una instruccién y reglamento para ambas que es aptobado por real orden de 9 de noviembre de 1790.” De estos cuatro reglamentos mencionados conviene hacer cier- ta observacién: a excepcidn de los tres tiltimos que son elaborados por el Consulada y aprobados por la Corona, el primero es impuesto 43 Real eédula. Aranjuez, 4 junio 1769. A. G. I., Indiferente, 1.974, por ella se ordenaba el cumplimiento de otra anterior de 2 de noviembre de 1768, sobre el seguimiento de las causas judiciales entre comerciantes siguiendo ol criterio de la verdad sabida y la buena fue guardada. Para ello las partes en el mismo acto del convenio habian de obligarse a depositar la cantidd que el Consulado, segin circuns- tancias del negocio, estimase oportuna y una vez oidas las partes la suma depositada «se ha de aplicar a la parte contraria del que reclamé, si quedase vencido en su nuevo recurso sin perjuicio de la condenacién de costas, multa 0 apercibimiento 0 penas que se reservan al arbitrio de juez o tribunal que conozea de la causa reguléndolo por las circunstancias, méritos y graduacién del dolo o mala fe con que se haya suscitados. 44 A. G. L, Indiferente, 1.971 y 1.974. 45 A.G. L, Indiferente, 1.974, 37 fols. impresos. 47 A. G. L, real cédula, 1 julio 1775. A. G. L., Consulados, 1.974. 47 A. G. I, Indiferente, 1.973. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUC{A Y AMERICA 81 aunque de poca magnitud, Ilevaba consigo una dura realidad. Si no se reconstrufa la defensa colonial, lo que implicaba la inversin de gruesas sumas, esa pérdida seria slo la primera en una setic que menguatia poco a poco el imperio espafiol. Con los franceses ya eliminados del Nuevo Mundo, salvo en las Antillas, Espafia era, de hecho, el blanco inevitable para los intereses expansionistas de Inglaterra, y Carlos IIL en esta coyuntura no habia de esperar a que su enemigo iniciara un nuevo ataque. Humillado una vez por Jos ingleses cuando rey de las Dos Sicilias, la toma de La Habana constitufa una afrenta atin mayor. Con profundas ansias de ven- ganza, Espafia y Francia, su aliada bajo el Tercer Pacto de Familia, planeaban optimistamente una reapertura de hostilidades con In- glaterra en fecha tan cercana como 1768.” Prepatar el imperio para la guerra implicaba gastos enormes, gastos que sdlo se podrian sufragar reevaluando la estructura fundamental del imperio y dentro de esa estructura, las regulaciones comerciales que servian de base al sistema. La fuerza impulsora de la reorganizacién colonial resultante la proveyé el marqués de Esquilache quien al llegar a Italia con Carlos habia tomado las riendas del Ministerio de Hacienda asi como las del Ministerio de Guerta desde Ja renuncia, en agosto de 1763, del desafortunado Ricardo Wall. La segunda cartera de ‘Wall, Estado, fue asignada a otro italiano, el marqués de Grimaldi, embajador en Versalles y autor del Tercer Pacto de Familia, quien debfa su ascenso a Esquilache y a Isabel de Farnesio, la reina made. Junto a estos dos politicos italianos se hallaba el espaiol bailio frey Julién de Arriaga, ministro de Indias y de Marina. Arriaga habia compartido con Wall la responsabilidad de la derrota de La Habana, pero habiendo sobrevivido polfticamente, propor- cionaba por su nacionalidad un contrapeso respetable al tiempo que una administracién honesta y razonablemente eficiente. Abrien- do el camino para una amplia reorganizacién colonial, Carlos TIT establecid, al regreso de Grimaldi de Francia en octubre de 1763, una Junta de Ministros. Compuesta por Esquilache, Grimaldi y 7 Choiseul a d’Ossun, Versalles, 13 de noviembre de 1763. Archives des Affaires Etrangéres: Correspondance Politique Espagne (A. A. E., C. P, E.), vol. 539, fol. 318. ® aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 85 pudo penetrar los procesos secretos de la Junta teniendo que con- tentarse con rumores e informacién de segunda mano. El 9 de marzo Larrarte comunicé que las deliberaciones de la Junta en cuanto a comercio frranco eran confusas, afiadiendo poco después que habfan sido suspendidas.* Larrarte no capté la importancia de la visita a Cuba que O'Reilly realizaba en esos momentos y cuyo sesultado seria esencial a la reestructuracién del comercio franco. En efecto, cuando el informe de O'Reilly, destacando Ia necesidad de un mercado més amplio para estimular el crecimiento comercial y combatir el contrabando, legs a Madrid, la Junta nombré un comité de cinco para preparar recomendaciones con vis- tas a una reorganizacién general del sistema comercial colonial, acci6n que Manuel de Larrarte comunicéd en agosto. * Aparte de que su caso era débil, el problema bésico del Con- sulado era la carencia de acceso al proceso de la formulacién de decisiones gubernamentales. Larrarte habia mantenido y mantenfa atin, relaciones cordiales con Arriaga, el acomodaticio y conser- vador ministro de Indias, pero el poder real de Arriaga, a pesar de su cartera oficial, era en efecto nulo. Esquilache contaba con el apoyo de Grimaldi y por ende controlaba la forma definitiva de la politica colonial. En 10 de agosto de 1764 Manuel de Larrarte comunicé la deconcertante noticia de que por decreto real, Car- los III habia proclamado un nuevo sistema de correos mensuales financiades por la Corona, asegurando que Arriaga no habia tenido intervencién alguna en esta decisién.” Este asunto, en efecto, habfa sido puesto en manos de Grimaldi quien desde un principio habfa favorecido a La Corufia como el «terminus» espaiiol. Las dificultades del Consulado se complicaban debido a la naturaleza de su representacién en Madrid. Manuel de Larrarte, sucesot de su padre como apoderado en 1762, no habia resultado una eleccién acertada y si se le calificara de imbécil no serfa insulto 15 José de Larrarto al Consulado. Madrid, 9 y 30 de marzo do 1764. A. G. I C. C., legajo 218. '16 Expediente, visita general de la isla de Cuba, 174. A. G. 1, S. D, Jegajo 1.509: Manuel de Larrarle al Consulado, Madrid. 7 de agosto de 1764. A. G.I, C. C, legajo 218. Véase también Torres Ramirez, Bibiano: Alejandro O'Reilly en las Indias. Sevilla, 1969, cap. 2. V7 A. G.I. C. C., legajo 218. Una copia del reglamento para el sistema de correos mensuales se halla en Ricardo Levene (ed.): Documentos para la historia argentina, 8, Buenos Aires, 1915, pags. 172-87. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 89 barcos en la btisqueda de mercados para sus productos agricolas. Dentro de la atmésfera de crisis que reinaba en la corte desde el fracaso bélico, las demandas cubanas, intimamente relacionadas con el sistema de rentas y la teforma militar, proporcionaron a Esquilache el peso necesario para superar la resistencia del Con- sulado y de Arriaga al presentar su caso al rey. Arriaga levanté una Ultima protesta pero sin resultado alguno.” El real decteto de 16 de octubre segufa el dictamen de Esquilache casi palabra por palabra. ® Incluidos bajo el nuevo sistema estaban Santo Domingo, Puerto Rico, Trinidad y Margarita a los que se les permitia inter- cambio comercial entre si, excepto cuando se trataba de productos provenientes de Espafia. Es de notar que un segundo decreto de la mesa de Esquilache elevaba la alcabala cubana al seis por ciento. * La relacién de Ja reforma comercial con Ja reforma de las rentas reales y hasta con la de Ia organizacién militar no podia ser més evidente. El Consulado recibié la noticia con resignacién.* No se le habia invitado a presentar testimonio y en efecto habia sido ignora- do durante todo el proceso. Teniendo en cuenta la atmésfera politica se abstuvo de hacer gestiones desesperadas para conseguir Ja anulacién de Ia legislacién como lo habfa intentado con el asunto de correos. El decteto real, por supuesto, no consistfa sdlo en malas noticias para Cédiz. Aunque se habia perdido el monopolio, la racionalizaci6n de las estructuras de impuestos sobre la exportacién prometfa una posicién espafiola més competitiva en el comercio de Barlovento y la posibilidad de un volumen més alto de negocios. De cualquier modo, el comercio cubano no era tan importante en el sentido mds amplio. El verdadero temor era que el decreto de octubre fuera el primer paso de un programa més amplio para reor- ganizar las regulaciones comerciales, lo que eta en realidad Ja inten- cién de Esquilache. 31 Dictamen de Esquilache. San Ikefonso, 25 de septiembre de 1765. A. G. T., S. D., legajo 2168. ‘32 Arriaga ‘@ Grimaldi, San Idefonso, 27 de septiembre de 1765. A. G. I., S. D., legajo 2.188. ‘33 Real cédula e instruccién. San Lorenzo, 16 de octubre de 1764. A. G. I, S. D., legajo 2.18%. ‘34 Real orden. San Lorenzo, 16 de otcubre de 1785. A. G. S., Hacienda, legajo 2.342. 35. Consulado a Manuel de Larrarte. Cadiz, 29 de octubre de 1765. A. G. L., C. C., libro 8. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA ¥ AMERICA 93 habiendo por cada navio gtande, dos, tres 0 més batcos pequefios que se sumaban al trdfico mercante. Los datos de 1775 para el puerto de La Habana dan una clara visién del nuevo orden al arrojar un total de 65 barcos provenientes de Espafia: 26 de Cadiz, 13 de La Coruiia, 8 de Mélaga y Barcelona respectivamente, 6 de Santander, 2 de Santa Cruz de Tenerife, 1 de Alicante y 1 de Gijén. Once de los barcos de La Corufia y uno de los de Cadiz eran de correos de acuerdo con el reglamento de agosto de 1764, mientras que uno de los barcos procedentes de Milaga y uno de Jos de Barcelona habfan hecho escala en Cadiz antes de cruzar el Atléntico. Resumiendo, se ve que de los 53 barcos comerciales con destino a La Habana, 26 o algo menos de la mitad de ellos pasaron por el puerto de Cadiz. * Este puerto espafiol alcanza atin mayor importancia en Ja tra- yectoria transatlantica al considerar que en ese mismo afio de 1775, ochenta barcos salieron de La Habana con destino a Espafia: 48 para Cadiz, 17 para La Corufia, 8 para Barcelona, 4 para Santander, 2 para Santa Cruz de Tenerife y 1 para Gijén. Doce de los barcos con destino a La Corufia eran de correos, cinco de los que iban a Cédiz eran buques de guerra y cinco de los que iban a Barcelona habian hecho escala en Cadiz. En total, 48 de las 63 salidas trans- atlanticas de La Habana, o algo mas del 76 %, habian tocado en el puerto gaditano. Mas de dos tercios de los barcos involucrados en el comercio transatl4ntico directo eran saetas, bergantines, urcas, goletas, etc. operadas por capitanes que en la mayorfa de los casos eran los duefios de las embarcaciones. Conscientes de que sus barcos no devengaban ganancias mientras estaban anclados en puerto, estos empresarios no vacilaban en aceptar consignas casi sin importarles el volumen de la carga ni la distancia a recorrer. Dejando al contra- maestre en La Habana para contratar la carga transatléntica prin- cipal, la nave traficaba en dos o tres puertos americanos adicionales antes de emprender el viaje de regreso a Espaiia. Este tréfico suple- mentario era importante para la economia del barco pero atin més para el establecimiento de una red més racional de mercado y dis- tribucién. Como grupo, el més ambicioso en términos del menor 45 Relaciones de entradas y salitias, La Habana, 31 de enero hasta 31 de diciembre de 1775. A. G. L, S. D., legajo 1.820, y A. G. L, S. D., legajos 1.220.221. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 102 VICENTE RODRIGUEZ GARCTA y el 21 de marzo de 1782 tiene que Ilamarle gravemente la atencién. A partir de entonces las relaciones se hicieron cada vez mds tensas. Y en estos meses Gilvez vuelve la vista hacia Posada. De tal manera que ante las acusaciones de Cossfo contra Ia actuacién de los directores de las rentas —en conereto contra don Juan Navarro y don Miguel Péez—, decide encarger al fiscal de Real Hacienda, don Ramén de Posada, que informe sobre estos directores; el infor- me del fiscal fue favorable para Navarro y Pfez.® Galvez ha pet- dido la confianza en Cossio. En nuestras investigaciones documentales hemos encontrado que don José de Gélvez sustituye a Cossfo por la fiscalia de Real Hacienda antes de implantar las intendencias en México. Fue, a nuestro juicio, otra manera de experimentar las teformas. Gréfica- mente quedarfa representado lo que venimos exponiendo por tres nombres: primero don Pedro Antonio de Cossio de la manera que hemos visto, luego don Ram6n de Posada como fiscal de Real Hacienda y por viltimo don Fernando José de Mangino como super- intendente. Poco después —muerto Gélvez— la superintendencia vuelve al virrey. Ademés desde la muerte de Bucareli habia comen- zado «un periodo de inseguridad en Nueva Espafia. Los virreyes se suceden con rapidez, los interregnos se alargan, los interinatos se repiten. Diez afios ttanscurrieron asf hasta la Hegada del segundo conde de Revillagigedo. Y en este terreno movedizo quedaron sin artaigar las Intendencias» que casi inmediatamente antes de morir, Galvez habia establecido en Nueva Espajia.” El primer experimento de separar del virrey el gobierno de Ja Real Hacienda habja fracasado. La fiscalia de Real Hacienda seria el segundo, que daria paso a Ia intendencia, ¥ si no se quiere con- siderar a Posada como el segundo experimento, si habrfa que con- siderarlo como el que irfa allanando el camino de lo que serian las intendencias, a la par que era el nuevo personaje de confianza de don José de Galvez. * 15 Don Ramén de Posada a don José de Galvez, México, 2 marzo 1782, nim. 117 (A. G. E., México, 1.869 y 2.508) 16 Real Diaz y Heredia Herrera: Martin de Mayorga... pig. 66. AT Navarro: Intendencias..., pags. 5-60. 18 Don Ramén de Posatla a don José de Gilvez, México, 1 enero 1783. nnfim. 101. (A. G. I., 1.869) (reservada). Real orden a Posada, Madrid, 5 julio 1783 (A. G. T, México, 1.869). Don Raméa de Posada a don José de Galvez, México, 27 oc.ubre 1784, nim. 180 (A. G. L, México, 1.872). ¥ los documentos adjuntos: 1.°) Papel del secre- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 106 VICENTE RODRIGUEZ GARCIA que también el Estado recibiera beneficios inmediatos de este con- junto de operaciones o negocios, ya que su misién era fomentar las «utilidades de sus vasallos» de Espafia y de América y velar siempre por su «felicidad». Si se accedfa totamente a Ia solicitud del Consulado de Cidiz y a las reiteradas instancias de los comerciantes de Espafia, de Jalapa y de Veracruz para que se suprimieran las alcabalas en tes, sierras, escoplos, barrenas de escora y alfajias, pieos, cinceles, cuchillos, gubias. escodas, formones. limas, azuelas, yunques, martillos de fragua y pefia, escalfadores, navajas, palmatorias, candelabros, cafeteras, tijeres, azafates de az6far, botones, peines y barajas. Entre los alimentos: jamones, chorizos de roja y chacina. quesos parmesanos y abadeio, aceite de oliva y de linaza, vinagre, aguardientes, aceitunas, avellanas, nueces, almendras, especias, sardinas, arenques y_bacalao; medias pipas, pipas enteras y cuarterolas de vines tintos y jereces, aloques y mélagas. Otros géneros eran: azulejos de Talavera de la Reina y de Sevilla, aguas de olor y de colonia, jabones y aceites aromaticos de tocador, bre- {afias, ruanes, bramantes crudos, velillos de crespin y crespones, lienzos de Flandes, lino, panas acolchadas y medio acolchadas, mahones, cambayas, jergas y jergue- tillas, sargas de lana, patios y medics patios, marsellas de color, coquilla blanco, carranclanes de la India, alemaniscos de algodén, mantilletas y encajes de Flandes, Dionda francesa, zarazas anchas y angostas, pana, batista de Madras y de Balazor. merlines, gran cantidad de paiiuelos y cambray, enrejillados, bordados, de muselina con floreados, medias y calzas de punto de algodén y de seda, brin, estopillas ¥ cafiamazo... ‘A cambio de lo anterior, las flotas se Wevaban productos agricolas y metahir- gicos propios de la Nueva Espafia, entre otros: afiil, grana, cochinilla, café, tabaco en rama y torcido, cacao en semilla y molido, azicar, vainilla, palo campeche, henequén, ixtle, algodén en rama, bayetas y bayetones de Puebla, Tlaxcala y Querétaro, sarapes, bayetas y jergas de Saltulli y San Luis Potosi, plata y oro amonedado y en barras, vajillas de plata y articulos traides por Ia nao de China, como especias, cerdmica, textiles, baratijas y muebles asiéticcs, ya sea que hubieran sido encargados por los comerciantes de La Habana y de la Peninsula. © bien que hubieran sobrado de los pedidos hechos en Méxicos. Carrera Stampa, Manuel: Las ferias novohispanas. «Historia Mexicana», vol. I. México, enero-marzo, 1953, nam. 3, pags. 322-323. 28 Cfr. los siguientes documentos sobre el tema del transporte de mercancias de Veracruz a Jalapa con fines comerciales: Carta de los diputados del Comercio de Espafia residentes en Veracruz a los diputados del Comercio de Espaha residentes en Jalapa, Veracrur, 2 diciembre 1780. Fols. 1 a 3 vto. det Cuaderno 8. adjunto a la carta 172 de Matias de Galvez a Galvez. (A. G. L., México, 1.404). Carta de los diputados del Comercio de Espafia residentes en Jalapa al virrey Martin de Mayorga, Jalapa, 4 enero 1781. Fols. 3 vto-4 de idem. Carta del apoderado del Real Tribunal del Consulado de CAdiz en Veracruz don Ignacio Mufioz, al virrey Mar‘in de Mayorga, Veracruz, 23 enero 1782. Fols. 7- 9 vio. de idem. Idem, Veracruz, # mayo 1782. Fols. 10-16 de idem. Carta de los diputados del Comercio de Espaia residentes en Jalapa al virrey, Jalapa, 29 axosio 17682. Fols. 47-49 de idem. Informe del Real Tribunal del Consulado de México, 30 diciembre 1782. Fols. 65 vto.-86 vto. de idem. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 110 VICENTE RODRIGUEZ GARCIA En definitiva los derechos ascendian para el comerciante desde Cadiz hasta Jalapa en un 43’18 % (120 + 129°44 + 96 = 345744) sobre el principal (800 reales de plata). Es decir el precio del conjunto de mercancfas del que veni- mos hablando aumenta en 345°44 reales de plata Iegando a 1.145°44 reales de plata (800 + 345°44), al introducitlo en Jalapa para el consumo. # Ademas de los derechos expresados, todos los génetos de «atpi- llerfa» y cajones tenfan los gastos siguientes: 1.—Fletes de «averfas» 4% 2.—Flete principal que se pagaba en Veracruz 13 % 3.—«Premio de riesgos de mar», oscilaba entre el 50 y el 60 % 35% 4.—Por la «comisién de venta» 5% 5.—Por la «comisién de remesa del liquido» que quedaba a favor del duefio de la mercancia 4% Total 81 % Este 81 % hay que sumarlo al 43°18 % antes mencionado. Resultaba, en conclusién, que los derechos y costos ascendian a un 12418 % sobre los 800 reales de plata que constituyen el principal en el ejemplo que estamos poniendo. Pensamos que, de alguna manera, las protestas de los comerciantes quedan justificadas. Visto este ejemplo, sigamos con Posada. Afirmaba que de todas formas habia que considerar con detenimiento que el co- mercio perderia mucho si no se accedia de alguna forma a sus solicitudes ya que los comerciantes de Espafia se quedarian en Veracruz y alli pretenderian negociar con sus mercancias pot no 33. Si estas mismas mercancias salian para México, Puebla, etc, habia que afiadirle 96 reales de plata correspondientes al 8 % sobre el avaldo de Veracruz (1.200 reales de plata). Asi pues, en estos casos el precio del conjunto de mercancias del que venimos hablando cumenta en 441° reales de plata (34544 + 96) legando a 124141 reales de plata (800 + 441'44) al introducirlo en osos lugares para su consumo. Lo que suponia pagar unos derechos que ascendian al 55'18 % de los ‘a0 reales de plata. Fols. 64-65 vto. del Cuaderno 8 adjunto a la carta de Matias de Galvez a José de Galvez, México, 27 julio 1783, nim. 172, reservada. (A. G. I. México, 1.404). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 114 VICENTE RODRIGUEZ GARCIA nerales y, por Ultimo, otra razén era que no abundaban demasiado los navios para comerciar en todos los puertos posibles. Publicado el Reglamento, Nueva Espafia quedaba fuera de la libertad comercial. “ Nos detenemos en el asunto de las flotas y ef libre comercio ya que existe, a nuestro juicio, un paralelismo entre este tema y el de la fiscalfa de Real Hacienda. Ambos son resultados de la politica de Galvez. Politica que consistié en experi- mentar las teformas antes de Ilevarlas a la practica en Nueva Espafia. Asf experimenta el comercio libre otorgdndolo antes a los demés reinos y experimenta la separacién de la Real Hacienda del poder virreinal primero con la formula de Cossio y Inego con la de Posada, como hemos expuesto al principio de nuestro trabajo. Diversos hechos histéricos impidieron los deseos de la Corona espafiola en este aspecto. La guerra contra Inglaterra imposibilité la salida de las flotas. La guerra duré hasta 1783; mientras, fueron navios de registros los que Ilevaron a cabo el tréfico comercial de Cédiz con Veracruz. Como es muy conocido, hasta 1789 no empezé Nueva Espafia a disfrutar de todas las ventajas del Reglamento de 1778. La parte esencial del informe de don Juan Navarro ya la conocemos. Es la aceptada por el fiscal Posada. Se trataba de la reduccién de tres puntos en las alcabalas a las mercancfas extran. jeras que entraran en Jalapa y de cinco o seis a las espafiolas, una vez que se hubieran pagado los correspondientes impuestos en Veracruz segtin indicaba Ia real orden de 8 de agosto de 1782. EI superintendente de la aduana don Miguel Paez no opinaba asi. Se oponia a que se considerase el pueblo de Jalapa como fac- torfa general donde se pudiesen trasladar las mercancias europeas; cosa que ocurriria si se reducfa la alcabala en aquel lugar. Opinaba que los comerciantes deberian poder trasladar sus mercancias donde quisieran pagando siempre el estipulado 8 % en Ja alcabala, exceptuando a las mercancias que se transportasen a la ciudad de México para venderlas alli, a éstas se les podia hacer una reduccién del 8 % al 5 %. 44 Reglamento y aranceles reales para el comercio libre... Articulo 6. 45 Ortiz de la Tabla Ducasse, Javier: Comercio exterior de Veracruz. 1778 1821. Crisis de dependencia. Sevilla, 1978, pag. 8. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. COMERCIANTES, HACENDADOS Y POLITICA MERCANTIL EN CUBA. LA RIVALIDAD CADIZ-ESTADOS UNIDOS (1763-1800) por Pazsio ToRNERO TINAJERO INTRODUCCION Todos los historiadores somos conscientes de las dificultades en establecer una cronologia exacta a la hora de estudiar algin fenémeno histérico. Sin embargo, ese marcar la accién a analizar entre fechas concretas se hace imprescindible a efectos practicos. ' En nuestro caso entendemos que entre 1763 y 1815 tienen lugar una serie de acontecimientos, internos y externos, que dan lugar a la mayor transformacién socio-econémica que registra Cuba en su historia.” Entre esas fechas tépicas se origina el desarrollo azucarero y la consolidacién del modo de produccidén esclavista. * La estructura de la isla queda fijada en estos afios por la produccién azucarera 1 Vilar, P.: Crecimiento y Andlisis histérico. en Crecimiento y Desarrollo, Barcelona, 1 2 Sobre este proceso histérico contamos con excelentes obras; entre cllas: ‘Moreno Fraginals, Manuel: El Ingenio, 3 vols. La Habana, 1978; Le Riverend, Julio: Desarrollo econémico y social, en Historia de la Nacién Cubana, tomo II. La Habana, 1952; Guerra Sanchez, R.: Azticar y poblacién en las Antillas. Madrid, 1935: Knight, Franklin W.: Origins of wealth and the sugar revolution in Cuba, 1750-1850, en Hispanic American Historical Reviews, Duke, vol. 57, nim. 2, 1977; Nunes Dias, Manuel: 0 comercio livre entre Havana e os portos de Espauha. Sao Paulo, 1935. 3. Vid. Cardoso, C.: L’esclavage dans les Caraibes au XVIII siecle, en «Cahiers des Ameriques Latines», Paris, 1976, nims. 1314 y Hall, G. M.: Social control in slave plantation societies. A comparison of St. Domingue and Cuba. Baltimore, 1971. Doerr, Noel: The History of Sugar. Londres, 1949, 2 vols. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ACTAS IV JORNADAS DE ANDALUCIA Y AMERICA 123 Este dominio gaditano en el cometcio islefio, aparte de por razones que hay que buscar en el sistema econémico de Cadiz,” tiene su base en la propia estructura econémico-politica de la isla y en el modo en que éste lIleg6 a configurarse. A) La isla en el camino de su transjormacién econdmica Durante el perfodo que estudiamos en este primer apartado, Cuba va a poner los cimientos sobre los que levantar el nuevo arma- z6n de su historia, al conocer un fuerte cambio en los imbitas de- mogrificos, sociales, politicos y econémicos. A ello nos vamos a referir de modo breve y esquemitico. Hacia 1750, la colonia estaba obligada, por Ja politica de la Corona y por sus propios condicionamientos histéricos a un lento crecimiento. La metrdpoli pensaba en la isla como un puerto de paso, fundamental en los intercambios atlAnticos hispano-ameri- canos y como baluarte defensivo del seno mexicano. * En parte, por esta razén, su estructura socio-econdmica era la propia, con las naturales diferencias de cualquiera de las Antillas espafiolas y absolutamente distinta a las colonias de plantacién inglesas o fran- cesas del Caribe * sacrificindose asf las inmensas posibilidades de Ja isla. Sin embargo una serie de hechos van a hacer cambiar este sistema. El primero, la propia evolucién econdémica de Cuba hacia un determinado crecimiento, derivado, de Ia acumulacién de ca- pital procedente de la produccién tabaquera y de su propia condi- cién de puerto privilegiado en el tréfico atléntico. Con capitales procedentes de rentas publicas (parte de los primeros propictarios de ingenios eran importantes cargos burocréticos en la isla), rentas 13 Garcia-Baquero, A.: op. cit., nota 5. 1 Guerra Sanchez, R.: op. cit. y Middlo Hall, G.: op. cit. 15 Para una definioién de In plantacién vid. Wolf, E. R. y Mintz, W.: Hacien- das and plantations in Middle America and the Antilles, en Social and Economic Studies», 6, num. 1957, 16 A este respecto decia el fiscal del Consejo de Indias: era otro navio de Uztariz. a lo que debe atribuirse el error. 20 Nota marginal a la carta del gobemador de 10 de mayo 1781 ya citada. El texto de la real orden al gobernador de Filipinas, de Aranjuez, 1 junio 1781, es el siguiente: «El permiso para que el comercio de Filipinas suria a nuestras dos Américas septentrional y meridional con los géneros y efectos propios y los que pueda colectar del Asia durante la guerra, como avisé a V. S.. en orden de 18 de mayo de 1779, no abraza en manera alguna la libertad con que V. S. entendié la real gracia, cuyo equivocade concepto ha producido adaptar las reglas del comercio libre que soa precisamente reservadas para el directo desde Espafia a ellas. El concedide durante ja guerra para las dos Américas, como V. 8. vera en la real orden que Je comuniqué en 2 de abril préximo pasado, se debe hacer con entera sujecién al Reglamento dado para el de las mismas Islas con la Nueva Espafia en el Galeén que anual- mente envian a Acapulco. De aqui es que cuantos permisos ha dado V. 8. desde Ia publicacién de la original gracia han sido contrarios al espiritu de las reales intenciones y que, desde luego, debe V. S. enmendarlos con arreglo a lo que le est prevenide y nuevamente Se le advierte. De este equivocado principio nacié igualmente el que V. 8. faltase a todas las reglas en permitir que el navio nombrado el Hercules, propio de Ja Casa de Urtariz, San Ginés y Compania, pudiese venir de Cantén a Acapulco sin el indispensable requisito del regisiro formal... y que con esta fecha se manda al virrey de Nueva Espaiia haga exigir de la carga del Hercules los mismos reales derechos que a los Galeones del permiso anuals. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 168 JULIAN B. RUIZ RIVERA EI buque se reparé poniendo quilla nueva, se hizo registro de toda Ia carga del navio y pudo continuar con destino a Paita y El Callao. No obstante, este incidente dio pie a las autoridades ocales para salir en defensa de los intereses que representaban. ‘Par ui lado; ef comindunte-de San Blas, Josd Camacho, puso de relieve la importancia y utilidad de ese puerto y del departamento maritimo, que setvia no sélo para apoyo de los presidios del norte, sino también para el comercio ) navegacién con Lima y Filipinas, y més concretamente en su capacidad de astillero.* Por su parte al comisario de San Blas abogaba porque se permitiera vender parte de Ja mercancia del «Hércules», que de otra forma les resul- taba muy costosa: «Y aunque el cargamento no venga con regitsro y guia para este puerto, no se trasciende dafio alguno en que se les permita vender hasta cuatrocientos mil pesos porque como ya habra cesado en el Perit la escasez de ropas que obligé a esta navegacién, puede sin perjuicio de nadie facilitarseles a los miserables habitantes de estas inmediaciones por mucho menos costo al que con la distancia de Veracruz tienen los que necesitan para su uso y éstos atin se hallan escasos por aquiy.” Solicitaba también que se vendieran 3.000 quintales de hierro del buque que, aunque costaran 60.000 pesos, resultaban muy econé- micos al salir a 20 pesos el quintal. La peticién del comisario no fue aceptada, aunque se permitis vender géneros por la cantidad que importaran las reparaciones del navio. Estas se clevaron a 69.000 pesos. Los géneros vendidos en San Blas con o sin averfa sumaron 79.079 pesos, a los que hay que agregar cerca de 66,000 pesos en géneros que quedaron sits vender. * Al comandante se le satisfizo con la compra de 2.500 quin- tales de hierro que Ilevaba el «Hércules» y que hacia buena falta en aquel puerto. 38 Informe del comandante de San Blas, José Camacho, en el expediente sobre el eHércules», 1 mayo 1785. A. G. I., Indiferente General, 2486. 39 Informe de Francisco Trillo, de 39 diciembre 1784, cit. 40 Resumen del expediente cel

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