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00 000000000000000000008 "330180 BOI (926 : WERNER SOMBART | | LUJO Y CAPITALISMO ASESSSY | | + Gunenwe Davaros 1388 Kk ( COLECCION CRISIS ¥ SOLUCIONES ‘Quads hecho a depte que pine ely nimno 11.723 oe e e e e e e e ° e e e e e e e e ° e e e e e e e e e 2-462 WERNER SOMBART Después de Ia primera guerra mundial, dos nombres dorninaban la sociologia slemana. Mex Weber y Wemer ‘Sombart tenian muchos elementos comunes. Ambos erah {Fevolucionarios e innovadores y su bra es, en este sentido, muy significative. Los dos procedian del estudio de le historia y de la economia polities. ¥ los dos, también, hi bian evolucionado notablemente. En la segunda década de ‘este siglo ya silo quedaban en sus trabajes muy pocos ras- fos que individualizasen sus orfgenes historicistas en 1a Eseuela de Schmoller, eon quien estuvieron vinevlados alla por 1900. ¥ un hecho que es necesario tener muy en cuenta: Embos se habian interesado profundamente por el fené- meno histérieo y espiritual del capltalismo. Los trabajos mas conoeidos de Weber, dentro y fuera de Alemania, esta- Gian las relaciones de capitalismo y_protestantismo. La obra fundamental de Sombart es E1 Capitalismo Moderne. {QUE separa a los dos mgestros? Los dos tomos de Som- bart, junto eon “el tereer Sombart” (como se llama en la jerga Universitaria europea a BI Apogeo del Copitalisme), . VSS" SCCTSCCUTTT SOSH HT SCO SCOOOC COTO OOOOO . WERNER sowpaRT son yn cuadro completo de la vida econdmica moderna desde Carlomagno hasta 1814, Bs decir, abre el ciclo et t’jecutor de la empresa politica més importante (y quiza de mayor significado posterior, también) de la Edad Media. Lo cierran nombres como Stinnes y Morgan que insuflaron ‘ueva vida al imperielismo econdmico de los altiznes tier pos. Werner Sombart afirma que el capitalisme surgio de Jos eatratos més fntimos del alma europea. Es un producto Gel espiritu que se formé en e stone & le Edad Media. Entonces se aunaron Ja tendencta faistica hacia el infinito y Ja mentalidad burguesa egazapoda en la ciudad medie Val. Max Weber es el primero en sofalar Ia importancia de ls burguesia en Ja genesis de capitaliemo. Como Somn- bart, le opone al espiritu seRorial del medievo pero la tise de protestantismn y reforms, Sombart la habia mutrido en el espiritu ronacentista ¢ jnsistide en sus rasges romén- fucos. ;Acaso 2l entusiasmo y Ja slegria por las invenciones ¥ los descubrimientos no es una de las formas més gent ‘has de romanticismo? Max Weber descuida esos elementos enfatiza Ta importancia de la influencia religiosa (pro- festantes y-puritanes, sobre todo). “Wemex Sombart no desconcce Ia irradiacién religioss en el capitalism. Pero resitinge se vigencia haciéndols Megar sélo & los herejes y emigratos, Recsles Ja impor- fancia del espiritu faistica y subraya el caracter terrenal de esa aspiracién al infinito, Los comereiantes, los aventu- rreros y Tos piratas tlenen pera él mas importencia que los puritenos, Lajo y Capitaliomo acentie esta posicién. En Los Judios y le Vide Econdmica, el gran traestra se preocups por de ‘mostrar ec8 influencla en el cepitalismo, Ahora subraya Ya presencia de otras deidades que completan el cuadro de EU Capitalisme Moderne: el lujo y el amor. 0, como dice el propio Sombart en el prélogo que puede ver el lector mas fSdelante, las hondas transformaciones que se verifican en Luz ¥ caPITALIEMo ® Ja sooieded europes, » partir de las Cruzedas, han treido ‘como consecuencia un cambio en las relaciones entre los sexos, cambio que ex causa determinant, & Su ver, de una ransformacién en ol égimen de vida de las clases dom. nadotes, transformacién, por ultimo, que viene a ejereer ung influencia esenclal en la génesis del sistema econdmico moderne. Bl lujo, hijo legitimo del amor slegitim, influye rmuchisimo en la’ génesis y evolucign del eapitalismo. ¥ si fen cada época y sistema domina una mentalidad determi- nada, el motor de Ia economia moderna e¢ el amor ilegi- mo y su conseewencia inmediata: el Inj. ‘Sombart no es un mero economista. Si lo fnese, el inte rés de su obra se reduciria al citeulo de especializados en a materia, Sus libros y su pensemiento constituyen siempre ung entrafiable aventura por Ja que entramos en la comprensin del pasado, Llega 4 integrar la econemia, 1a sociclogia y la flosofia de la historia en un cuerpo cohe” rente, Equipara la teatia econémice y Ia sociologia econé. rica y culmina en la antropologia con un traba\e Sobre et Hombre (1988), Yon Wiese pone de relieve eu capacidad pera trazar tipos humanos y sus motivaciones presentando en forma viva les facetas de la evoluclén cultural. Fran- cisco Romero gefialé el valor de le obra de Sombart en el tratamiento del problema del hombre. Destaca el pense dor argentine los limitaciones doetrinarias de Sombart y Ja abundancia de material empirieo ofreside ae el maestro ¥ recolectado “a Jo largo de sus vastas averiguaciones en, @l campo de Jo econémieo-social, unos come fruto de 1a propia reflexién y eomprobaci6n y otros ofrecidos en forma @e instructivas Fevapitulaciones; vista por este costado, la obra es inapreciable y en muy poras se encontrara ‘un archive stmejante de informacién sobre el hombre". Cn det 2)esfundamntalas: Filésofoe y Problema, Bue- pos Alen 108 Stoicactdn tel Hombre, Bachoe”atren, ibSh SCOOCOCEHOHOHOEHHOHOHOHOHOHOHEOOOO COO 0 wenwen sompant No puede extrafar esta preseupacién en Sombart, Su temperamento lo leva a la antropotogia. Y esa misma ac- titud suya fué objeto de severas eritioas: es un gran artista, rno un hombre de ciencia, se dijo de él. La expresién que, fen sus enemiges, tenia un sentido peyorativo, sirve tam- bién para definirlo. Tenia un genio poderoso, Ere original Posela un gran sentido de le dignidad personal, Todo ello Jo acerea mucho a Spengler, pensador aquilino a} gue uno evoca instintivamente leyende 2 Sombart. Spengler es por fantoromasis el hombre de los hechos, eseribié Keyserling, ‘También lo es Sombart y sus argumentos reposan, como Jos de Spengler, sobre la historia. Se sirve de ella'con el espltitu demostiativo de la escuela alemans. iDe dénde proviene esta tendencia? El pensamiento de Sombart se nutze del revisionisme marxista, Noa la ma- ‘eta neomanxista de Bernstein sino como un sociélogo dis dente en el que se reflejan poderosaments las eritieas de Lasalle al liberalismo. Con Carlos Marx aprende Sombart 1 papel primordial del capital en el mundo moderne. No s6le tlene uns influencia de orienteciéa en su vida sino que Je propone un método histérico: volver al fendmeno eco- rnémico en sf y seguirlo en sus transformaciones segiin el materialism, Es deoir, secsndo las conclusiones del medio “material”. Desputs, tamign Schmoller le mostraria otra do es facetas de indagecisn histérico-espiritual de Te eco nomia politica al desprender a esta disciplina ce sus anti- gus moldes y encaminarla hacia la soctologia por medio. dde ls investigecion peleslogica y étiea ‘Sombart se separ de Marx al reunit mayor dogumnen- tacién v encontrarse con nuevas situaciones, Mientras el autor de El Capital es un doetrinario y un propagandls Sonbart se limita a sus tareas estrietamente cientif analizando beches sin culdarse de las conclusiones. De este ‘modo, el maestro berlings tiene tantos vineulos con Marx como can Ia escuela histbrica y Max Weber, En este sentido, Lujo y Capitalismo es un tibro muy signifiestivo, No esca- ard al lector el esfuerzo de investigacién y coordinacion us este trabajo supone. Tamporo, Ta amplitud de lat hhallaran algan pariente "aistinguide” Los 1sz0s de unién entre nobles y ricos se hacen atin mis {uertes cuando los hijos 0 hija de ambas clases so- ciales contraen matrimonio y tienen descendencia, Unio- nes de esta indole son numerosisimas en Inglsterra, desde la época de los Estuardos, Si, en efecto, sir William Temple Ing hecho la observacién', de que segtin sus recuerdos ha- ce cincuenta afics que las familias nobles contraen mat ‘monio en la City “por el dinero”, entonoes la autoridad de este personaje nos permitiia datar de tiempos de Jacebo I el comienzo de estas mezclas de sangre. De todas suertes, cien afios después, en la época en que Defoe escribe, estos enlaces debian set ya muy’ frecventes, pues Defoe los con. sidera como cose ‘natural, Tratdbase principalmente de hhombres nobles, que casaban con rieas herederas. Defoe fije en 78 el numero de matrimonios de nobles de estirpe ‘con hijas de comerciantes, No eitaremos ejemplos, porque no tiene finalidad eaber con quien go casaee tal 9 cual lord. Estos matrimonios nos interesan e6lo como fendmenos co- Tectivos. Nos limitamos a sefalar el hecho, registrado en Inglaterra on el siglo XVI, Mis vigoroso todavia que en Inglaterra fué en Francia, fx: los primetos tiempos, el sentimiente de incompatib POCHCOHHHHHHOSOHHHOHOOOTOOOOOOOOOCES WERNER SOMBART Iidad entre el linaje y el ejercicio de tos negocios, “Nadie es mas acreedor al desprecio que el comerciante’” (S'l y @ mépris au monde, l est gur le marchant.) Estas eran Ing ideas que un buen conocedor atribuye a laa altas clases en la época de Enrique IV. La condicién de noble no impedia tener participacién en Jucrativas empreses, la mas rancia nobleza contraia matrimonio, con hijas de ricos mer- caderes y no se tenia # menos al renuncisr a ciertos car- gos de consejero para aceptar otros mas remuneradores fn Ia esfera financiera. Pero se profesaba desprecio a la clase no noble En el siglo xvi la alta finanza gané cierta consideracién. Ya en el xvm1 encontramos 2 rieachos como Cotteblanche 0 Du Plessis-Rambouillet, slternando en los circulos arstocriticos, La gran riqueza se reconcilia con Ia eanalla, cosa gue La Brayére expresa graciosamente con ‘estas palabras: "si le financier manque son coup les cour- eans dicent de lui, c'est un bourgeois, un homme de rien, fun malotru; sil réusst, tls demandent so fille”? Toda Ja época psimitiva del capitalismo da empero la impresion de ir regida por este principio: que pare la persona de distineién es digne gastar el dinero, pero no To es ganar. Ya este propésilo ha dicho Montesquieu estas lepidarias palabras: “todo se habré perdido si la lucrative profesién del financiero se encemina por el rumbo de la distinelén. ‘Las demas clases sociales sentirén cierta repugnancia; el ‘honor perderd su alta significactén; los medios naturales y lentos para destacar no proguciran ya su electo y suftirén hhondo quebranto los principles fundamentales del poder pablico”, £ Lattemay, Traité dy commerce do ta nie lat marchand, 260 ‘cuada por GFapnie, Leconomia siete deta France sous Henri Ivy eek 4YSL el tinanclero falls su megosi, los cortesanos dicen de @ ‘es un Burgues_ un hombce ge nada, un palin, Peto si gant, le Dlden sa hije en matrimonio, Luse ¥ cariTALisno s Pero estas ideas dominaben no sélo en los clasts aciso- etticas, en los sefcres feudsles, sino también en las de- nis clases, que van elevandose eobre la “onisere consti truensplebd” A estas ideas corzeeponde el afén ce los me- jores, ecto eg, mas rcon eomerciantes, poc destecarse del resto de los trabajadores afan del que’ ya trotaremos en ‘ito lugar. Les personas de extraction baja y vulgar, cue habian fograde rigquera, sintieron anhelos de Ingresse'en Ja nobleea. Bs posible gue estos antelos se sintiran en Francia con raver ierz gue en Gon pl: acon por ye aqui la nobieea possie una gran fuerza politica y per fencer a lin rodia benefises bogo e eoblesypecto En todo tempo le noblesa ha reesbido en su seno a Jos hombres de negoeios evriquecidos. A portir de ioe pre meros tiempos de In Edad Media eas) dirlamos que mas Sin en los tiempos antiguos que después registiese ate fenémeno en todos los paises, Sabemos que en ciudades de ‘Alem, 7 de Un modo constente, las cases noblas adm tian en su seno a gentes que vivian del trabajo manual ¥ del comercio'y hecho que tambien se registra en las familias nobles de las eitdades italianas af iniiese la Paad Media™. Desde siempre ha ocucrigo olto tanto en Je aulsirocracia inglesa, como To demuestran textos legistatt ‘vas anglosajones, sobre todo Una disposicign del rey de Inglaterra Athelstan, cade por Thorpe (Ancient lows ins titasions of England, T (1840), 198). Lo mismo he sucedido tambien en le nebleza frances 4 Néase Slender, Gevens, det mod Kani, 40. Rud, Haphe ie Buttehung cer gronten burgerliche Vermoven, eno iabuck se setmoten oes Pane dahrhaek 12 V, He Sievking, Die kepitatisiche Entvisketung in den ita- lonithen Stodten ter feces, ‘9 iden pagBirlag sumereot en Pgtonneny, His commerce dete 8 wennen SOMPART Pero, «nuestro julio, existe una diferencia egencal en tre-l fio comercant 6 financero que se ennoblese en el Efe aan e que ingiecn en la nodess en el siglo St. En ice antiques siemos eominabs en solute feade: Timo, la noblesa se componia cant exclusivamente de se- Fores tersitosnes; el wllano elevado 8 noble no tansfor= Trubs en To mas mivisna el eno dela in Seu el Er niaptate por completo, senas sbecrdo por el medi ¥ Stefocontcia por'ls desproporsion de fuerast entre Ia ase gue admitisy 1a persona nueva en ella sémiige, Sct eas compareda coo aguéla,inignficnte, Al cabo de'us siglo, eae nuevo elemento incorporade ole antigua {bles feudal aparece mezelado y confuneido cn ele Pins “antiguas {amllias” que hacia 1990 quedaban en G&- hove o Florencia, en Inglaterra o Franca, ex dct, laf Fills cuyo arbel genealdgico se remontaba a descents mis atog formaa en Conjunto ta rableye feuded, tendo impenibte isernit sol fundador fut hombre bre vale Gor propictari terstoria,funcionario ministerial © moeo Se" dria Totas ass falas perteneian ala noblesa feulal Bx cambio, a nobleza que mis tarde se form, des Geet sgio sr, faba compueste de fara naersy, ue eatan de comercioy sue por sv ran nimero Ruble: ope infinc sobre la cetrasiira de e clase noble reo, pues, que para quien estudie ls transformsciones sociteseatshasay pot ln mela Ge ln neblera eon el ‘Tper, vo Lene interdseeoumerar fou pocos casor Se en foblecinionto acaecdor darante la Edad Media y shadir~ yas gran coniente que, desde prieipion ela Bia Medernathace sflut a lus capse nobles la sangre de bur. user enrquecidos El buen histonador es jusamente el ‘Reetingue bien ls peuliridads de las dferentes po Sos hatsies Prone inci ox seaformecién hacia fines de siglo xt y eamicnzas del avi, suegiendo entonces nasvas ode Luso ¥ cAPrTaLismo a roses fuentes para Ia formacién de la nobleze: 1" Con Ba- rique IV empieza a ser frecuente la adjudieaclén de titu- los nobillarios a los industriales, como privilegio para 1a ereacién de nuevas industrias. 2" Por el edicto de La Pate lette, de 1604, fueron declarados transmisibles por heren- cis los cargos vendibles, lo cual implica un cambio de sis- tema, ya due desde entonces la Grande Robe, con la que ‘antes laz0s mantenia 1a mayor parte de la nobleza, vino a reclutarse prapiamente en elementos financieros y perso- ‘as rices. 3° En 1814 se zeconocié legalmonte la adquisietén de las propiedades feudales por burgueses, adquisicién que hacia ya tiempo se venia verificande. Esta forma de obte- ner la nobleza ha tenido en Francia importancie extraor- Vie lot deveripelones de Venesla en H. Simonsfelé: Der ondaco det Tedstent in Vere, 1087, pat. 26, Tease Pastor: Historia de lot popes, 13,1901, pags. 18 y sie COOSHOOHOOCOOO SCOTS OOESSC OPO OOOCTTT 0 WERNER somsant @eroso det orde, Madrid era le capital de} imperio mas grande del mundo. A Madrid affuyen los tetoros de Ame Tica. No es do oxtraiiar, por tanto, que Madria atrajese a todos Jos que en Espaia poseian poder y riguezas, El 1mds « vvivo anhelo era ser admitido en Ia corte, Los cargos pale tinos, concedides por el monatce, eran codicindos por los |ijos de los nobles. La nobleza afluyé a Madrid, singular- mente desde Felipe III; y esto dig por resultado que la cludad ganase répidamente en importancia. "Los lugares particulares”, dice un escritar de aquelle époce, “se ven Gespoblados de los vecinos ricas y poderosos™* Dijerase que Madrid, como Roms, era entonces Ta gran ciudad mo- derma, que reeibia numérosisimos visitantes, que acudian a divertirse. Medrid era denominado “la nable hospederia Ge los extranjeros" 8, Népoles. Durante el sigio x11, Madrid habie sido la tercers, acaso la sogunda gran ciudad de Europa. (400.000 hnabitontes contabs, al parecer, en el periodo de su mayor cesplendor). Ahora correspondié erecer « Népoles; y en tales proporciones, que durante el siglo siguiente pasé. a colocarse inmediatamente detras de Londres y Paris. Nix poles es un ejemplo que demuestra a tesis que estamos sosteniendo: que el crecimiento de las primeras grandes cludades se debe a le concentracién del consumo, Napoles yunca fué otra eosa que Tesidencia real, y por ello y por haber sido capital de un reino, desde muy antiguo formado, ‘con administracién centralizada y érganos de justicia, a} ccanzé la prosperidad urbana en una épooa en que ninguna otra ciudad italiana habie dlegado 2 ser gran ciudad, El 2 Conseevacién de montrqults y dicutsos,Diseurso XIV, citado por Rane on au Brinciper y Pueblo del Sur de Buropa, 13, 48, 2 Véaze la pracova descripeibn que de Madrid, en su poca mie oretiente, hice V. Gieichen-Runwarm en a0 libro Dat Galante Europe (S610), pag. 10 [ ‘marandecimiento y 1a riqueza de Népotes reconosen dos drigenes: Ia ealeagy Ie Iglesia. Ya Yo sabian bien los cone femporineos Rog seratium nostra merostura, es, lee Cernecils, cya obea Tellee ia estructura soci de Napo- Jes Bn efector era vordadoramente extraordinaro el ni mero de empleados on Napetes, como consecuencis del 78 flmen de centraicacion, y ela foisimamente organi fado\el.sstoina de derecho arancelatios, ge ls conter ordneos ya considersban corn una fuente may importante fe ingwests Al que se mova en el mundo culta de Napoles, parecisle que no habia més Sjurspertes, abopados, ese" anos" (Folie), Al consoligarse fa dominacion expels, sinorése primero la influencia de la corte endoneno 9a tlaramonte vid Caracal: elrey ¢ hllabs lejom, la edad deeayendo, os barones va ho tenian séquito, 1a vida Di Slice perdia poder brill, yx.na ae veise pombas ni ex londores coMtesanst Je chad so despobiabo, Ion alquile Fs diominuian. ¥ todo elo pore Napoles habla debaco Se ser la ciudad del monarea. “Ese era nuestro comere0, Secia Carscicli, el que proporcionsba riqueza a muestra bless Pero todo combie despues, Bajo In dominacion Se Espa se trancformé Napoles, sequinendo mayor fo- fecimient, porgue low grates Gemplogaron otra vez #0 emp ytrajeron su aéquito, con Io ctl le poblacién st fnent® rapidement 1. Peris. Cuando? fundador We Is guimice moderna com Jsgr6 sus constantes anbelos en “beneficio del pueblo” Ssforséndose en Ia Assmblea Naclonalpor reformer ln fecienda,lievs a. cabo un célealo may interesante para dsterminar la conidad y valor de las merean'as dntredi fas en Paris Sus obstrvacionts exactisimasllegen la fonclisin de gue 250 millones to gastan en ertculce ce fonsumo pata les personas, y 10 mliones en Io locante-a Ios eabalios (anuatmente). ;QUe recursos se apllcaben Pore Luyo x capiTaLisxo st " WERNER Sompant: liquidar estes 260 millones? Interésanos le respuesta de Lavoisier, porque en ella expone el quimico un juicio muy notable sobre la eomposicion especial de Ia poblacién pari- sina al principio de ia revolucién. He aqui los datos eon gue Lavoisier contesta a le anterior pregunta —purgados de algunos paquefios errores evidenies—' Carca de 20 mic Hones producen las industrias de exporteeién y comercio; 140 millones son pagados con ayuds de la Deilda pibliea ¥ sueldos, y 100 millones proceden de las rentas territoris les y los beneficios de hombres de negocics (de empresas exteriores) que en Paris han de hacer consumo. iMagnificamente expuestot jEs admirable la. profundi- ad de la observacién y de Ia explicaciént Paris, elective mente, es —selvo una cantidad despreciable— una eludad ppuramente eonsumidora, que vive de la corte, de los fur- ionriog, del erédito piblico y de Iss rentes territoriales. ‘Veros esta concepciin repetida en los ezeritos de todos Jos contemporénos, a cuyos testimonios hemos de atener- ros, no hablendo dates numérieos que aboren la exactitid de nuestra tesis. Mirabeau, el autor de L'emi des hommes, ealeula en 200.000 el numero. aproximads de individuos gue tendrén que salir de Paris si, con arreglo a su pro= puesta, fueron envisdes a provinclias: primero todos los plicieles reales espléndidemente pagados; segundo todos tos propletaties que, seguros de poder tratar fuera de Paris sus asuntos contenciosos y de tener en i tierra considera ‘ign y honta, quisieran marchar a sus pueblos; tereero to dos los litigantes forzados, ‘Segin ls opinién de Mirabeau y de todos los fsiéeratas, “habia entonees una mala distribueién de Joe kembees y de las riquezas, porque tedes los sefcres, todos les ricos, todos los que poseen rentas o pensiones’ suficientes par evar una vida cémoda, fijan au residencia en Paris 9 en cualquier otra ciudad, donde gastan Jas rentas de los fon- dos del reino. Estos gastos atraen a multitud de comer- tuto ¥ caritauisno a ciantes, artesanss, eriados y trabajadores manusles”. En torno de estos rentistr, a los evales ee afiadian los “hacen- distas, cuyas cajas se refieren directamente al tesoro real”, agrupébese una industria de luje refinadisima y muy des- arrolisda, pues “el propictario ristico tirnase en Paris ar- biter elepanticrum y da ideas al obrero que, elevandose asi por encima de su esfera mecinica, se hace ilustte en su arte” (Mirabeau, Liam des hommes, 2, 217) ‘Mercier deseribe también, con su estilo permanente, c6- ‘mo todos los oficios y comercios viven sélo de las rentas de los ricos que, por tento, son aqui los verdaderos fun- adores de le ciudad, en el sentido que yo sostengo: “,Como encontrar medios para subvenir a esta muche- dumbre de necesitades, que no viven sino del lujo de los grandes?... Se ven en ests capitel a hombres que pasan fu vida haciende juguetes para nifios, Los barnices, 10s do- +ados, las decoraciones otupan a un ejército de obreros. Cien, smi Brazos empleanse a diario en fundir dulees y en pre paar posires, Cincuenta mil manos, empuando peines, speran el despertar de todos los aciesus, que vegetan, cre yendo vivir, ¥ que, para desquitarse del tedio que les abruma, hacen des tolletes al dia”. Ea sus descripciones olvidan los fisiécratas que una parte no peguefia de la poblacién de Paris vive de los ingresos tclesiasticos ¥ sus sorvidores, También en este punto es Mercier la fuente més valiosa. Bseribe: "Paris esté Teno de abates,clérigos tonsurados, que no sirven ni a la Tglesia ni al Estado, que viven en continuada oelosidad y no hacen ‘mas que inutllidades y nonadas.., En muchas casas hay un abate, a guien se da nombre de amigo, pero que na e* sino un honrado lacayo que manda a los de librea ... Vie~ ren después los preceptores, que son también abates...” (Mercier, Tabl. de Parts, Cap. KC) ‘También debemos a Mercier él anico cuadro digno de crédito que existe sobre los diferentes grupas de Ia pobla- so WeRNeR sowoant cién parisiense, al final de ta époea primera del capitalis- ‘mo. Fe aqui la lista: “Slay en Paris ocho clases de habitantes, claramente dis tintas: 1s, Principes y grandes seforus; 2, Gentes de toga, que se dividen en: a) abogedes; b) eclesiésticos; ¢) médi- c2s; 2, Hacendistes, desde el arcendador general hasta el prestamista de portal. Los agentes de cambio, nuevos co- codrilos, ocupan el centro de este cuerpo devorador, des: precisble y presto despreciado; 4, Negocientes © merea: eres que viven de los grandes seficres; mas como los grat es no compran nada al contado, los mercaderes estan dbl. ‘gados a ir todos les dias a humillarse ante ellos © ante sus criedos; 8, Los artistas: pintores, arguitectos, escultores (aja clase), compositores de miisica (clase superior), hhombres de letras( clase suprema 0 nobleza de los artis: tas); &, Los artesanos; 7%, Los obreros manuales; 8, Los acayos: 8, El pueblo bajo” Adviértase quo hablendo dicho ocho clases, Mercier eou- mera nuevs. “Hay, sobre todo, una mullitud’ de smprodue- tives: las numereeas coloniae de frailes Jas nobles, tos pro- ccuradores, los eseribanos, los guardiss, los elérigos, millares ae vagor, rentistas, cockeros, mezos de cusdra, postillenes ¥ los extranjeros, que vienen en enjambres's (Mercier, ‘Tabl, de Paris, 1, 30). 8. Londres, Pujante corte real, en torno de Ja cual se congregan, desde fines del siglo xvs, numeresos propietarios territoriales que gastan aqui sus rentas. Bste es el nucleo fundamental de Londres atin en el siglo xviu. La gran atraccién que Is capitel ejereia eobre la nobility y le. gen try, en el siglo xun, se manitiesta en los numerosos edictos ados en tiempos de los des primeros Estuardos, ediclos que —icosa ratal— van ditigidos contra la inclinaciéa de as propieterias territoriales a establecerse en Luso ¥ cAPiranismo 8 Estas disposicfones, que pretenden hacer retroceder el fo. a au fuente, no fueron tenidas en cuenta. Durante el siglo sem precisamente se trasladaron a Londres numero- {6s propletarios jo cual Geterminé el répido erecimienta de Ja poblacién, A fines del referido siglo, Londres se nos pre sents como ia eita de Ta nobility, gentry, cortesanos, juris tas, médicos, comerciantes, navegantes, artislas, ete Desde fines del siglo 211 y durante el xvi, agrégase @ los grupos de poblacién ya establecidos, uno nuevo de gran- disime importancia: el acreedor del Bstado y el alto finan- ciero. En el siglo xvi dominaba ya en Londres el crédito, y sus aplicaciones. Podien en poco tiempo movilizazse gran- es sumas de dinero, como lo demuestra bien el hecho de que el capital de las acciones del Banco de Inglaterra (1200000 libras). pudo hacerse efectivo desde el 28 de junio hasta el Z de julio de 1694, D. Hume subraya corte Famente la fuerza urbanizadora de la Deuda publica: “nues. tra Deuda ni onal causa una gran eonfluencia de habitan- ‘A mediades del siglo xr el mundo elegante sigue ain cen la City. Esto se desprende de ciortas quejas formuladas por damas sobre las molestias que les produce el humo el carbon. (Entonces comenzaba a emplearse como. com- bbustible el carbén de piedra). ‘A partir de este momento, la nobleza empieza a trasladar sus pelacioe @ las afueras de Ja ciudad. El continuador de ‘Miege, Mr, Bolton, nos presenta un cuadro impresionante del proceso de transformacién de Londres a medisdes del Siglo sons, y al propio tiempo elta lor nomibres de las nue- ‘vas ecificaciones. Su descripeiém da a entender que el ea: racter del Londres distinguido, en syuella époce, estaba influenciado sin por el establecimients de Ia nobleza en Ja capital, “engrandecidos por las ricas casas y palacios de la nobleza y de la gentry”. SOCCOSOHHHOSHOHOHHOHSHHHOSHSCEEOHOLOOLOOS 6 WERNER SomBART EL mismo céleulo que Lavoisier hizo para Paris, he io- tentado yo hacerlo para ol Londres del siglo xvir, aunque con otro método distinto, determinando en cifras a parti elpacign de los grupos de poblocién en la estructura de la ciudad. He Legede al resultado siguiente —que natural zente no pretende ser exacto, pero que aumenta en credh bilidad— sin duda, si se compara con el de Lavoisier para Paris (as diferencias dependen Lan silo de ls superiorded del_comercio londinense) Chamberlayne, al hacer Ja descripelén de Londres, des- ‘taea, sobre todo, el comercio como elemento creadar de la ciudad. Esto es natural; el comercio saltaba a la vista. Pero las cifras demuestran, del modo més evidente, que “el co- rmereio" s6lo hubiera podide sustentar una peguosia parte de la poblacién londinense. Fl valor total de la importacién y exportacion inglesas en 1770, fué de 214 miliones de imarees, eifra a la cual dnicamente pudo Veger la ciuded de Brema hacia mediados del siglo xox. Los bareoe que en- traron_y salieron de todos los puertos ce Inglaterra en 1686, cifraban su tonelaje total en 25.000 tonelades, cifra aproximsdamente igual a Ia Hamburgo en 1800, esto es, 41/40 parte de su valor actual. Le importancia del comerelo ondinense en aquella época fué, sin duda, muy considers: ble; pero es prudente no forjarse representaciones exage- edas sobre Ia base de las expresiones que emplean los eseritores cantemporéneos, que semejan un bosque de mis- tiles, etc. Las consideraciones que vamos a exponer, de- muesiran el verdadero papel que el comercio ha desempe- ado en el desarrollo de Londres, Bn 1700, el valor de la Importacion y exporteelin de Inglaterra se eleva unos AL millones de libres. Podemes ealeuler un benelicio, por término medio, del 10 por ciento sobre ese valor. y hos resultaré un total de 1.100.000 libras. Caleulemos ahora en 2/nla parte que a Londres correspondie en # comereio ge- ‘eral de Inglaterra —lo que de seguro es bastente—, y ten- @remos una sume de 750.000 libras (niimeros redondes), como beneficio Uquido de los comerciantes londinenses ‘Ahora bien, King calcula pera 1688 el promedio de los in- {gresos de ua familia perteneciente a la clase artesana, en 40 libras; la de una familia de obreros, en 18 libras. Con Iz ingieata sama, pues, hubieran podide vivir 7.000 fami- Jlas de artesanos y 24.00 de abreros, o 12.000 familias de ‘cada una de estas clases. King caleuls el miimero de los, miembros que constituyen cada familia on 3 % 2.4. Resulta, ;pues, que no pasarian de 100.000 los individuos londinenses fue en aquella época podian vivir de los productos del eo: mercio, es decir, #/, 6g de la poblacion. Ahora bien hay que tener en cuenta que el comercio e Londres slo podla tener fuerza ereadora de poblacien urbana, en cuanto no representase el cambio de mercan- ‘las para ls propia poblacion londinense. Lo cual reduce #9 Gavia mas la propercién. Para poder establecer compart ‘clones, examinemes Ja lista civil de les monareas de glaterra en aquella época. En 1698 el Parlamento otorgé Guillermo III una lista civil de 700.000 libras. La reina ‘Ana cobraba igual suma. Le lista civil, en tiempos de Jorge Ty Jorge If, se eleva, ‘respectivamente, a 800.000 y 900 tl libras. El principe de Gales, tenfa, ademas, sus emolu- ‘mentos de 100,000 libres. Resulta, por tanto, que el rey, Ia relna madre y el principe heredero disponian de rentas ¥ recursos equivalentes a les de todos los eomerciantes. Estas Cifras estan tomades de In obra de Miege y Bolton (pég. 236). En tomo apéndice de dicha obra, Hay un cuacro bastante completo de los sueldoe que disfrutaban Jos mi Iiteres y funcionarios civiles ce Inglaterra; alli puede apee- ciarse ia importancia verdaderamente extraordinaria de los ‘sueldos de los mas altos funcionerios, sueldos que legen no poces veces 2 1.000 y 2000 libras. Ahora bien, un co- ‘mereiante, par gener 2000 libras, tendria que hacer ven- tas por valor de 200.000 libras; es decir, 140 de las ven- SOCHOSEHSSEHESHSOHOHHHHHSLOOHOHOOCOOOOS s° WERNER somBART tas totales de Londres. La participaciin que corresponde a cada factor en la formacion y estructura de Londres es, pues, segin mi cifeulo, Ia siguiente: dos sextas partes det pueblo londinense viven del rey y de la corte; una sexta Parte vive de Ta clase de funcionarlas; dos sextés partes Yiven de los propletarios territoriales y acredores del Es- tado (alts finanza), y una sexta parte vive del ejercicio de In industria y del comercio. a LAS TEORIAS DE LAG CIUDADES EN BL SIGLO XVII Si se examinaran las numerosas “teorias de las ciuda- des" en el sigio xvin, se ve con toda la claridad deseable que la estructura social de le gran ciuded durante le primi tiva €poca capitalista era tal como la hemos deserito. De dichas teorias bien podemos sacar conclusiones sobre la na turaleza de las urbes en aquella época, pues aunque ls ma- {yor parte de los tratadistas se figuran deseribir el angen y Yas condiciones de la ciudad o Ia gran eiudad en abstracto, ‘nO exponen, en realidad, otra cosa que generalvzaciones de Jas formas efectivas obscrvadas par ellos en la realidad de su tempo. Citaré algumos extractor de los mis estimados ‘autores que eseribieron entonees sobre problemas urbanos Cantilion es, a mi parecer, el autor que abre via en Ja teoria de les eludades, como también en muchos otros problemas de la clencia eeonémica del siglo xvi. He aqui ‘como imagina él origen de la ciudad: “Si un principe 6 un seer... fija su residencia en algin lugar grato y si otros efiores acuden ella y se establecen para verse y tratarse cen agradable sociedad, ete hugar se convertira en una eiu- dad, con cases grandes para los referidos sefiores. Cons- ‘ruirénse tambien otras muchas casas para los mercaderes, 1us0 ¥ cAPrTALisMo 9 artesanos y otros profesionsles, que la resdencia de aque- ios stores atreera B servile es tadas sears Te juerira panaderos, carniceros, eerveceros, vihateros, fabr antes, que construlran casas 0 alquilarn os locales eons truidos por otmos negaciantes... todas las casas pequetas Gouna euded, come la equi descila, dependen de las Bran~ Ses casas... La cudad crecers ain mas si el rey 0 el Go- barn establece en ella trlbunates de justia... Una ea pital se forma de Ia misma manera que Uns eiidad de pro- Vineia, Todas ta tierras Gel Estado contnibuyen més o me- hog aia subsistensia de los habitants de la capital”. (Can fillon, £ssai sur te nature die commerce) Esta teoria de Cantillon la vemos reproducida con li- gevisimas variantes en ls mayor parte de les tratados de quella epoca acerca de la formacién de las cludades. La {eoria fué elaborada especialmente por los fisidcrates, por” due servia de puntal a sus dectrinas. Pero fue eceplada lagualmente por muchos tratadistos, fisiberatas no ortodo- os Muchisino Se ha escrito en Ta economia politica, del Siglo xvi, acerca tle la eplicacion econdmica mas adecus- fa de as tentas tervitoriales, consagransose Infinidad de ‘apltules al estudio del Tujo, materia que, con la relaliva a Ja poblacion, es € preferente atencién en tad Ia bibliogra- fiaidel siglo wt. Nas Ia aplicacién, consumo de dichas renlas es un factor importante en el deservolvimiento eco: némico de las eiudades, especialmente en Tas grandes eit~ fades; por este motivo la euestién del lujo se mezcla eon fl problema de Ia'urbe y cast todos los tratadstas, que se fecupen del problema dei lujo, extienden el radio de sts Investigaciones al problema de Is eludad, ;Por qué los r= con gasian mus ventas en la ehudad? {Qué influencia tiene elmodo de gastar sdbre Ta marcha de la economia pibli- ‘La obra de Quesnay: Questions intéressontes sur lz po- ulation, Vegriculture et le commerce (edicién Oncken, POOCCOOHOOOOOH HOHE HOOOCOHCOODOOOOOOOD ry WERNER sompant pag. 250 y ss.), basta para demostrar de qué modo ta fimo estén ligédas en Je bibliogrotia de aquella época ceuostiones del injo y de la formacién de las ciudades. Las veinte “euestiones” del capitulo “Ciudné” estén dedicadas al problema de la relacion entre la formacién de las ciu- dades y la circulacién econdmaica. Véase, por ejemplo, la fcuestign KV: “si jas grandes fortunas que se forman en las grandes ciudades no son perjudiciales a la agricultura {ino prueban que las riquecas se acumnulan ea las cludades ¥-no vuelven a los campos?” Véase, también, la cuestién XVI: “si el restablecimiento de las rentas de Tos bienes Inmuebles exige que los propietarios y los que pueden ha- cer grandes gastos residan en los campos, gno es el consumo fgue se hace en las ciudades tan provecheso para los eam os como si se hiclese en el campo mismo?” Igualmente fice en el capitulo “Riqueza", articulo VI: “desde que los {grandes y los ricos se han retirado la capital, ;no se han hecho mayores us gastos y no hay por ello motive de juzgar que el lujo eumenta? ,No ha sido el luje siempre roporcionado a lae riquezas de la nacion?” etc... Ques- ‘nay se basa en Cantillon, euyo magnifico “ensayo trate en su primera parte el mismo problems. Véase, por ejemplo, el capitulo XIV, cuyo titulo contiene todo un programa, Como compsracin con Ja teoria de Cantillon, citaré ‘otros pessjes: ‘las riquezes de la ciudad atraen ios ple- ceres. Para gozer de ellos y compartitlos, tos ricos prople- tarios abandonan el campo, pasarén algunos meses en dicha ciudad, construiran en ella casas, La ciudad crecerh cada dig mis... Esta cludad Uevara, en fin, el nombre de capl- tal’, (Helvetius: Det hombre. Leet. VI, capitulo Vit). EL ‘isino espiritu alfenta en las manifestaciones del conde de Mlrabeau (De lx monerquia prusiana, bajo Federico el Grande), De entre los italianos hay que citar Becceria y @ Filan Bieri En Inglaterra Ta teoria de las cludades establecides por Stewart reproduce en el fondo los pensamientos de Cantilionte con la tniea modifieaciin de que sfiade « los landlords (aeAores territoriales) ottos elementos que te ren ya formado un fondo que les permite obtener una parte de los ingresos nacionales. Cavirure om LA SECULARIZACION DEL AMOR LA VICTORIA DEL PRINCIPIO DE iLEGITIMGDAD No sé de otro acantecimiento mis importante, para 18 configuracign de lo vida en Ia sociedad antigua y moder. fn, gue la trenstormacién aaecida en la Telacion de fos Joiom desde la Bod Neda hasta Ia paca del reeecé. So- ive thao i inteligenci de Ja genesis que ha tendo ol capi- talsmo rmedern9 ae halla nsimamenteligecs un cono- Simiente preico de esos cambios de as Telaciones inter- somssies Pars comptender primero el proceso interna de las obi- niones sabre el amor y las relaciones amorosss, tenemos fVouesire disposcion tow ving de conocimiente: las ma tifestaciones de hombres (yen este caso ‘ambien de mje: tes) representatives 9. lae scciones por sllos realisadae tna declaraciones pueden ser hechas ek proteso en tratados fobre el amen, en libros neguali 8 ragiona amore, como Sheen Git Anolon, Tambien lag tenemos en poesiag on obras del arte plastics, que zelljan "el espinty del ters: po" Se comprende por si mismo que ere “espiita del Hiempo® es en este cago el de tna copa social may de- 6 WERNER soMmant terminado: la Corte, la nobles y Tos que siguen las inspi- raciones de éstas, En Ta clase burguess el regimen del mor se desenvuelve en direceién diametralmente opuesta S'la de los caballeros {y acaba por producir el neyociante ‘apitalisa). Como las olas del mar suokdense unas a otras las for- mas de vida La ola, que ahora nos sustenta, no tiene nada ‘Que ver con la que queremos estudiar aqui en su asoen slén y-deeadencia; procede de les conventiculos y prediea- clones de Calving y Suan Knoxen, origen primero de los onceptos de deceneia burguesa. Bero ain dentro de uno Ye mist ciclo de eulturs, no eamina la evelucisn en Tinea r2eta, sino que a 0 veces deavioda por tendencior contrarias. Solo en grandes resges podemos hablar de uaa fevolucion uniforme en la concepeion y préctica del amor en muestra época ‘La Europa medieval habla puesto el fenémeno univer- sal gel amor, como toda sctivided humane, al servicio ae Dios, ya consagrando religiosamente los sentimientos morose al orfentales hacla un objeto supraterrestre (co mmo el eu de Maria), ya vineulando el amor a una ins. Uitusién y reeonoclendo el ‘mattimonio como, sacramento de origen divine. Todo amor no consagrado. a Dios 0.20 Vineutade 4 la Inatituetén matrimonial Hevaha “el extigma el peeado” ‘Dero estas ideas se moditic¢n fundsmentalmente en el siglo del minnesang, esto es, a pair proximamente del at flo sc siglo que inci la seculerizacign de Ja vida en todos fosGrdenes. Habia pasido el ato de fos terrres, el ao rll; habianse desaubierto nuevas minas de plata y ae relaciones con Oriente empesaban a intenaiticaze. En le Provenze que, como se ha dicho, constitufa. en los siglos xy xt Sina “tierra'de peomisién alegre y dulce en medio de Te tormenta’, regonaron las voces de_un libre amor texreval en lee canciones de los irovadores, que se iniian ‘hacia Lugo ¥ CAPITALISMO 6 1099 y logran su mayor florecimiento desde modiados del siglo ar hasta mediados del 211. Los minnesanger ger- Imanicos contingan esta obra y vemos aparecer e Talla luna multitud de poetas lirieos, que eantan dnicamente el amor. En la colecoién que tengo a la vista, figuran 123 Doetas del sigio que prevede a la época de Dante ‘La obra del minnesang podré parecernos hoy flsa, for- zada, artificiosa. Mas hay que convenir en que, precisa- mente por ello, representa él comienzy natural del amor moderne. Bs un erotismo de pubertad, que deifica la ama- ds, languidece y suspica y se agota en devoci6n y fantasia. La sensualidad natural no aparece hasta el “trecento”, ¥ hho podemes determinar exactamente si los eftculos trova- ‘dorescos prosiguen en la soeieiad que vemos constitufda en tomo a la Corte de jos Papss de Avignon 0 de la Fiamime- ‘ta de Boccaccio. Si uamos erédita a le autorizada opinion de Ultich von Lichtenstein, habremos de decir que Ia époce el minnesang no fué mas que un episodio, que termind en fl siglo xux En sx Wrowwenbuch (128i) laméntase a2 {que las roujeres ya no son tan libres como antes en su trato on Tos hombres; ya no lucen hermosos vestides, se eubren, cl rostro con tupidos velos y se adoman el cuelle devots- ‘mente con rosaries. Va ha desaparecido para la mujer aquel alegee goze de la vida, que hacia tan agredsble el anterior periods. Los hombres encuentran su satisfaccién en la ca- 22; st marchan muy temprano con los perros y-por a latde regresan fatigados, y en lugar de consagrarse 9 sus ‘esposas 0 2 Ins dames, pasan el tiemro jugando a los dados y bebiendo con sus camaradas Quizé sea esto plicable solamente a Alemania que, salvo escasas excepeiones, no figura en la historia del amot 2 rppett det primo Seoote, 2 volk, 1616 2 A. Schultz, Das hofucke Leben 2ur Zeit der Minnesanper, gina 423 e WEANER sowpaRT hasta época muy posterior (Weimar). En los paises det ‘Sur existen motivos para ereer que el periodo de los trova- ores siguié desarrollindose, En todo ee#0, un sentimiento como el que se manifiesta en el Decamerén, aparécenos eg. mo continuacién inmediata de Is exaltacién que dominaba 8 Toe sigles sntoriores; es la reacclén de ia sane sengua: lided contra el idealismo llevado a sus wltimos limites, reaccién que se inicia, sin embargo, en formas pueriles, Des. cdbrense de nuevo los encentos y goces del amor; despojar insospechadas. El tono que domina en esta époce, revélase Ge sus velos y vestidos a Jas mujeres produce beatitudes ‘en estas palabras que Boccaccio pone en beca de una monja iadosa y alegre: “He oido decir a muchas damas que 1o- {as las dulzuras del mundo no son nade si se comparan con Jas que la mujer goza con el varén”. La mujer continGa ‘estando cublerta de vestidos en le imaginacién del hombre. No debe olvidarse a este propésito que el Deoamerdn neci® fen lee tiempos de Giotto, Como antecedentes de estas nuevas ideas sobre el mor, debemos considerar los cuadros artisticos donde aparecen hombres desnudos, singslermente en los mites religiosos, como el Adin y Eva! Los exedros y retratos de la priv ‘mera mitad del siglo 3v, nos demuedtran claramente que los ojos han comenzado a contemplar de mievd la carne y sengre. Jan y Hubert van Eyck, en su Adin y Boa del ‘altar de ls iglesia San Bavo, de Gante (actualmente en fl museo de Bruselss); Jacopo della Quereia, en los re- lieves de San Petronio, de Bolonia (hacia 1425); Masaccio, fen sus frescos de la capilla Braneacci, en Je iglesia San~ ta Maria del Carmine, de Florencia; y, singularmente, Ghibertt- (1378-458), en los relieves de’les puertas del 2 Vase el precio libro de Joset Kirchnes, Die Darstellung ‘des ersten Mensthenpaares tn der bildenden Kunst, 1903. Baptoterlo, de Florencia, son Ins auroras de una nueva pace fo hasta el quattrocento psterior no aparece des indo de a mougets camo mujer, nv ae deseubee Ta bellera Fotma de ss forma, ni se desrvolla el encanto del amor frauen Lichase por el amor y la mujer. Los atsas pine {en'con preferencia “la Tusha entre el amor y le casted (Blaise Berugine, Sundro Bote) ero el esltado 9 Pato. Btamor alo mujer vence al fio. Ejemplos Jos ffesoos de Francieco Cora en el palaclo Scifanola, La Pr- mavere y el ascmento de Venus, de Boticells Lo que Lorenzo Valla express de modo tebrieo en su ‘Tratado del placer (1831), aparécencs como sensacion de fn'vide real en is obras de foe pintores ¥poetas."{Que tay mas dulce, mas placentefo, més adorable que un bello Toliro? Bl goce de lus delay celesales no ovens, segu- Tamente, mapotes eneantow'. Vali ge rita de que las 0- fore leven ceutas ln partes mas bellas de su uerpo. Ca ccrpeton que hace de ay formas fervent recuerda Iss thas hermosos estotas del Contor de lor eontores, de Heine TiGlen afos mcs tarde hobria visto Valla relist Kose sus dessoe!) Piresnuola on el cinquecento,eanonk ta. pot desing st, deal de ls belle del nuevo Perodo Ht Enor signfia, empero, el goce de eata bello, “ATOr no es otra cosa que gave. Yo amo a las mujeres del mimo ted gue ato el vino, el juego, Ia iene. O, dicho ek slecstdrmnos el vino, el jucg a clenela'y las mujeres she proporcionan delete Y el dots eg of endo ttime Get vida. Noe gora para alg fin, sino ae el goce es fin titsno™ Ask pe, el amor se convierieen el conte Sido de ln vide Ltn poctas canta el amor y las mujeres: Boyorde,Polaiano, Anos: Le donne, i cavalier, Yarme, gli amori Le cortesie, Vaudaci imprese 10 conto, COCHOOHHOOCOOEHOOSOSOOOHOHOCOHOOOOLOES WERNER SompART podria escribirse en In puerta de esta épora, que —como el mismo Ariosto dice— esta sumergida’ sino agli oechi ben nuota nel golfo Delle delizie e delle cove belle Comienza cl siglo de Tisieno, en e eval el alma y tos sentidos lesan a uno atmonia nunca antes tonocida. ba vi se cifra en el amor, en elcultoa la eller femenina Et grado de insbepechado reoamiento que sicanra te vid amorosa se ve en los teatador teorieos amatorioe ce quella época, mejor abn que en las obras de potty pine {eres ¥ eseullores, Pietro Bembo nos alice “Fl amor es Ja causa de todas Tat conse.” el amor es In cova mas dulce de tedes Tas cores diloes .(rovevotasimo e amore spa tutte te giovevolissime sove..”) Tots fo sobs to {sh conformes gn que el mor noe tra coma que el anne Jo de lo belo... Yai belles docia) La belesa, empero, no es otra cota ue Ia gracia reuitante de la tuena fore fa, concerto y atmonia en las cose. fund grate gue & proportions 2. onuenensa nance ¢ 8 Rormonta ele ‘ese), Lo propio cabe dovir respec al cuerpo y al espe ‘ity Es cuerpo bello aque! cuyos miembros guasden entre Sila debiderclacién: send espssta belo aguel cuyes Vr des srmonicen... El amor ‘iende sus alas en peo de la helleze... tiene dos ventansy ableias para ese su tue Jo: el sido, por donde wuela hacia el aime, tos clos gue le llevan si cuetoo. (A quel vnlo elt due fnestre ha Tuna che @ quelle deli onimo 19 monde’e questa ¢ Tudire Teltra che a quella del corpo to porta « questa et vedere) En aguel tempo era Italie el inca tais en que se prov fesata a cute oel amor y la belles: Franesn, Gn este see Peto, se halla todavia &n estado de candice Montaigne 1 GU Asolani, pig. 194 Luso ¥ caviTaLisMo om se amentabs amargamente dela inhablidad de aus compa- {Biotas para dor fortna alas maslestaclones dela vida amo- feces Iya tousigury de Fumpetuositéfrancoiae. La joven Franca er todavia hats impetuosa para gustar los goces Gol amor. Montaigne ensalaa'a lot itallanoe y-espafoles sinsiderindolos matron estat lds: pour orreste sa fugte et estendre en préombules entre cits, touesert de faveur et de rlsompente ne oeloda, une inclination, we orole un signe Fifa diuacion tenia que cambiar fondementalmente. Los Veloisintroducen en Sancta ta cultura italiana y con elit tl secvicioa la mujer. Ya Bramtome encomia el ante ame foro trancés. ¥ no hay ave decir que, durante los sglos ny xv, Froncia st (ansforma‘en'le alta escuela Gel amor, que ha contnuado slendo hasta nuestres dis, Fr cin es también Ia primera que leva la vide amorosa al iti refinamient, cast hasta In perversdad; y Ta de Glesetin de la vida’ toda al amor fade sentido del si fo xn, que obtiene en Paris 81 méxiniaperfeccion, Con Fragonard Boucher’ y Greute eulmina la" epocalnicla- da por Boccaccio y Pitre Perugino; , hatlanco con mis propleded,agétasd dicha dpoes,cuya verdaders culmina: Slot fueron intorett, Rabelais Aristo y Rubens, Los {ebticos del amon, que en la pod de Tov minnesangn fae ron Capellanus, Lorenzo Valla y Bombo, son shore Bran- {ome Reatf de la Bretonne y al marguls de Sade ste. Gerenvolvinonto parece ser necosato,y 66 he realizado de modo uniforms en muchas otras cultures, EL perfodo que podramos lamar de “emancipasin de i cat hee itea oon stniinstenttivas; despots viene otfo pe Hdo de sensunlidad mis acentuads, en qu el libre sor cquiere completo desarrollo: y, por attimo, se producen iow grandes retnarsiontos, la yeljaciin moral, Los vicos Ja aberseciones in ese clr esessrio parece include la profunda tragedia del Humeno destinoy que toda cult, 2 WERNER Somat siendo desviacién de lo natural, signifiea por lo mismo tem- bien disolucién, destruecién y muerte, “Algo mejor hubiera vivide sino le hubieses dado el reflejo de tu luz divina. Ello tama razén y dinicamente lo aprovecha ‘para superar en bestilidad a los propias animales”. (Goethe) Este concepto hedonistico-estético de la mujer y del amor a la mujer, que paulatinamente va penetrando en los espiritus, a partir del trecento, se hallaba en abierts opo- siclén con el concepto del amor sentificado o vinculado al jento del matrimonia. Sin duda la concepeién rell- te compadece eon una nocién mas amplia del amor Asi la maravillosa poesia que se atribuye a San Francisco de Asi y que empieza asi “In foeo amor mi mise in foco Yomor mi mise A mio sp0s0 novello...” podria haber sido escrita por eualquier persona presa de amor humano. Los éxtasis de adoracién a Marla, en aque- a époce, no estaban muy lejos del libre amor, Pero con {To que no puede compaginarse este tipo nuevo de amor es conte forma institucional del matrimonio. Ni el instinto famoroso universel, ni el refinado deleite de amor, pueden contenerse en limites legales. Son, por naturaleza, jlegi- timos, 0, mejor dicho, aclegitimes, ¥ les cualidades feme ninas de belleza y amorosidad no ganan ni pierden en fuer- za por estar envueltas en Ja forma de una Institucién social Jhumana, como es el matrimonio, Esta consideracién: que en el matrimonio se unen dos cosas tan heterogéneas como el amor y el orden, hubo de Imponerse, desde Inego, a les que meditaron sobre el prov Luo ¥ caPrrauisme n blema del amor. Bstudidronle los teSricos muy a fondo. Lorenzo Valla fué uno de los primeros en sacar las con” secuencias logicas de su concepto naturalista del amor, de- Clarando que las relaciones entre dos sexos son a-legitimas. Con el mayar desenfado nov dice que a nadie le debe im- portar nade que dos seres se amen (ci mulir mihi et e909 ‘alien: placeo, quod tu tanquam medius nos dirimere cona~ beris?), Para Valle, pues, no hay diferencia entre que la rivjer tenga tyato con el marido o ton el amante (omnino nihil interest, utvam cum marilo coeat mulier aut cum aman fore). Bstas ideas se manifiestan con suma claridad en Ia Literature, especialmente en la del género liger, Si Boc~ caccio tenfa ain cierto respelo hacia el matrimonio, ahora rho solamente es Iieito hacer burla de este estado y poner fen ridiculo al marida engatiada, sino que toda ello +e con- sidera de buen toro, constituyendo el adulterio tema y fasunto alin de Tas novelas menos lascives, cuya serie inicia ‘al Euryalo de Piccolomini, y de las ‘comedias “mencs ‘obseenas ‘Un paso mis —el dltimo— dié Montaigne en esta di rescién: si el amor es goce y 1 matrimonio es na ins titueign social © canénics, para el cumplimiento de eleva. os fines (Montaigne habla siempre del matrimonio con {Bran respeto y justamente por la alta opiniéa que tiene del matrimonio es por Jo que llega a su.doctrina cadical sobre Ia relacién entre el amor y af matrimonio), entonces no sblo la reslizacign del anhelo amoroso es independiente del ‘matrimonio, sino que el amor y el matrimonio #2 excll- yen. Montaigne basa su concepto en las razones siguientes’ @l verdadero, el unico amor, odia todo motivo que no sea el amor mismo, no quiere tener hada de comin con rela- clones que surjan de otras fuentes. Bn el matrimonio, em- pero, inflayen no sélo el encanto y le belleza, sino Ta po- Siciéi social, le fortuna, ete. Si se va al matrimonio no. 95 por amor, sino para tener descendencia, crear una familia, ” WERNER SOMDART pues, por decile ai, una profanacén del 1az0 conye> tal, el introduels en é Los eaprishos de ln posi. Un buen {nstcmonie techora la comspedia gel amor y silo apetece Toe goves de la amistad. Amaree Uaioe en matrimonio son forse que se exsiuyen, He aqui los passes de Montala- ne ajteseabo ce parafrasear: Lamour het qwon ae tiene por illure que par uy etre meslelschement ance aecoin- {nots qui ton drtséesetentrteres sour autre tite, com sme est le mariage; Pellionce, tes mayens y pésent por raion tucant ow plus que lee graces eta beaute. On ne se marie pos povr soy, quoiquan die, on se marie nutent oW pls ‘pour sa posterité, pour sa famille. Aussi est-ce une espece Tineeste, aller employer, a ce parentage vendre et s8- re, te efforts et tes extravagances de la cence amourew- Se. Tn bor mariage... refuse la compaignie et cond fiona ae Uamour, st take ase présenter celles de Ua- smi {Lo que Tisiano y Giorsione pintaron, Io que Aciosto + Rabeisis deeribieron en ses pooras fu defindo en estas feorise Bl amor, que tene eh a minmo su sentvio apres te y tnie, ha de pormaneser neceeartamenteajeno 2 (- 4a ineitetin creado por oe hombres con fines sociales © morales, aun cuando fa Iglesia la Saya santitiead, ‘Mas, pata e) desetvelvimiento de la cultura, Io mis Immporiante {46 ol hecho de haber vivido la sociedad con arregloa esce prince durante varios eiglen,etablecion do, en ciertas cles sociale une separacicn evidente ence amor y el matrimonio, como dos cores independientes Igualmeste jusifieadas. Esto, en el fondo, no era sino re- asus las costumbres de Grecia y Rom En lo que sigve odremes sprecier mor est hecho, ingularmonte por Io ue ee refvere a Ln entrada de lo cortesana on Te ovioded de jos pueblos eurepeos Lure ¥ caprraLiemo os 0 La CORTESANA Cuando el amor libre comienza a intraducirse en una sociedad, cocxistiendo con el amor ligedo por vineulos ma trimonlaies, las mujeres que a agutl se dedicen son 0 5- venes de buenas familias que han sido seducides,o esposas ‘llterss, 0'meretries. C2 proporcion en que el emmor I bee, arientedo hacie ef puro erotismo, ha aumentedo su importancia en ls clases elevadas de la sociedad europea, apart de lz epoca de los "Minnessenger™ se mide por el rulmero ereciente de seducclones,aduiteros y prose. No pademos sefalar eon cifras el numero de las seduce res y de los adulterin, Pero cabe atirmar que estes hechos ‘esempefaron itsportantisimo papel durante el curgo de loe lumos sgios. Demuéstranto no slo los juicis de Ios com, temporénecs, sino tambien ottos indisios de muy diverse indole, Sogun Petrarea, “en su épeca empesd ls poste de Jos adultenos. Considerdbace de buen tore que un joven Sedijose a una mujer casada; ¥ el joven que no habla co melido esia seducciin, era Geapreciado por sus compase. ony se conslderaba desgraciado, Esto dis lugar a una vers dadera fiebre de aventutos y devaneos galentes, pot parle de Ia juventud, que cbedecion més al alan de saisacer te Yanidad que a necesidad y apelito sensual. Generalmente el éxito no compensaba el gran gasto de esfoerzo”. (Pee area, Bp. de rebs fam, Ba Fracassett, 11% opascule TV, 2 1861), 10). He citado las palabras de Pettarea que fe: ‘ejan maravilosamente el exptitu de la époen ye, por To que yo a6, no han sido todavia aprovechacas pos nadie En esta gpoca, los prineipes ya no se averelenzan de Un ilegitimidad de su nacimiento, antes al contrary eupie: POCOCOHSOSOCHESOCOHSOHHOCOOC OOOO OEEOOOSS 1% WERNER sonsanT an a vanoglorerse de ella, como Rarekéhar®y Cibeario han dlemostrago con numeresos ejemplos. Deade ecto instante hasta fines de nuestra 6poca, lap rolaeiones de amor libra antes ydorante el matrimoni, facron en aumente llegando a constitir en todo los cree los el complemento del mateimomio No hace falta citar testininics tomados de les narraciones y vides contempo- ‘Shean, pues cvelguies bee suministn coposos datos, Pero hhay um sintoma especial que merece mencign, y que nee presenta el adalteno, por teririo as, como und institocton Social: Ia legitimacién del epovo engafado, fal como se ‘erties en la Italia del qustivocento'y en Francia Ceste Francis I. Otro hecho también havto conocido ef el al nena de la prosivuién, a parir dela Edad Media. Veros- Ta instalada en las grandes cludades,y hablende comencedo cn Avignon llegs a's apogeo on Paris y Londres, Petrarea, tn au magniice prose Latina, wvelve a lamentarse de que ‘Rvignon se hale invadio por una multe de meretrices Durante co emo fog Homa cere port nme de puellae pubicae que slbergavan sus mutos. Segin una tstadisticn tigno de erésite, habia 6300 meretnices nok fo 1400 Le cudod entonces no contaba ain 100 00 hat antes. Londces y Paris fines del siglo 2a, tenion ree Destivarente, 50.900 y 30.000 mujeres publisas. De donde Fesulta que el nimero de éetaw era mayor, proporconst: Iente, en Roma, que en les dos cltades cudedes Was pare In forma externa ce Is sutra, Yeulta intox sesante el hecho de que, 4 medida que se v0 difundiendo fntte fas gente el mor segitino,e& deci, el amor como fin'en si mismo, consttayese entre le mvjes homrads y la Famera Una nueva capa ste que, en las lenguas Tomdosi fm Lene los mis variades nombres (en tem ¥ en ine és no existe expresiin adecuada para tales mujeres, a no fer el érmino vage de Bunlerin lama galante-~ sehal dle que el tipo mismo.» permancsié clreunserito a Tos pal- Luso ¥ cAPITALISNO 7 ses roménticos © pasé # los demés como una importacién) cortegiana, cortesana, concubina, querids, maitresse, amou- reuse, coeatte, mujer entretenida, ete Con estes palabras vernos el amor convertirse en ve arte libre, que supera el estadio del dilettantiemo y et en- tregodo al cultivo de verdaderas profesiongles, Tado arte requiere para su préctica talento y sjercicic, Por lo tanto, teste arte no pudo llegar a eu pleno desarrollo hasta que 2 hhubo veriticado un procesa de seleccién, que destaté les mujeres de mas talento y les dié ocasién de Iscerse mae tras en el arte del amor. Cortesana, cortegiana, no signifi 6 en un principio més que dama de le corte: Habia da- imag de Ta corte ligadas a hombres por vincalos de Tegiti- mo amor. En J carte tercera de su libro acerca del "cor. tesano” (que Castiglione dedieé a 1a cortesana), expone el ‘Magnifico le idea de que las relaciones de amor entre cor- fesanos y eortesanas deben ser nieamente Tes Iegitimas La mayoria de las personas contrasice “riendo” ta tests el Magnifico, Bllas sabrian por qué; sin duda tales exigen- cias eran harto distintas de la realidad, Pero desde muy pronto debi identificarce la relacin ilegitima de amor con 1 trato de la corte, Sospecho gue la viea cortesana eh las residencias de los pontifices contribuys grandemente & este hhecho. En Avignon (cuna tel vee de la moderna cortesa na), en la corte de les ropen y de lor altas principes de Ja Tglesia, existia uz eireula de dames inteligentes her mosts. A’ este propéaito se ha hablado incluso de clertay ‘academies de femmes gimables. Para encontrar justificada la expresién, basta recordar los nombres de Mabille de Vie Menueve, Briande d'Agoult, Huguette de Forcalquier, Bea- ‘trix de Sault, Laure de Noves, Blonche de Flassars, Isnarde e Roquefeuille, Doucetie de Moustiers, Antoinette de Ca= denert, Magdeleine de Salon, Blanchfleur de Pertais, Sté- phanette de Gantelme, la bella Adelise de Avignon, prima de Laura, ete COCHOOHOOOEOOOOH OOO OSHOEOEDOOOOOCOOE ” WERNER somDART Ahora bien, en la corte de un principe de Ia Tglesia, una mujer no’podia ser més que “maitresse”, si mantenia ‘con al alto sefor relaciones que no fuesen precisa y timica- mente de orden espiritual, cosa que acontecia no pocas veces. En esto pusde encantrarse, pues, el fundamento de Ja transformacién de Ja dama de corte en cortesana. Lo {que se inieid en Avignon continus en Roma. También en Ia corte romana la dama habia de tener el cardcter de ile- lima, En Ia corte de los prineipes eeglares no exista esta dlegitimidad foraosa. Pero los afanee internor eustitulanla Jo auficientemente, La innovacién el Renacimiento no consistié en que los principes tuviesen concubines. Siem: pre las habian tonido, Pero Iss jévenes de le burguesia, fon quienes Luis XI de Francia compartia el talamo, festaban lejos de ser “cortesanas”. No fueron cortesanas hhasta que tuvieron acceso a la sociedad de Ia corte y vie- ron reconocida oficialmente su posicién de “maitresses el rey. Los primeres tiranos que elevaron a sus concubi- nas al rango de princesas, fueron, el parecer, Bernabo y Giangaleazzo Visconti, Pero el reinado de Ta “cortegiana" se inaugura propiamente en la Spoca de los frescos de Cossa en el Palazz0 Schifanola, periodo en que la corte de estilo moderna se organiza con elementos del bello sexo. Los amorios y clevaneos fueron de entonces en adelante esencia y gala de la vida de corte. "No hay corte, por grande que sea, que pueda desplegar magnificencias 9 ale- ria, si en ella no hay mujeres; nt podra un cortesano & her merced ni agrado, ni adaeia, i no le impulea el amor hacia 1a mujer" Aa se expreta Castiglione on su libro det ‘Bien ee comprende que estos amores no aluden a vincu- log matrimoniales, sino todo To contrario. ¥ sei vemos & ls “cortegianas” en tiempos de los principes eonvertirse fen “maitresses” del “cortegiono”, dando luger mas tarde al tipo actual de la cortesana, con toda su significacién uso ¥ caprtariswo ” Comienza ahora el periodo en que gobiernan las “maitres- ses", consceuencie necesaria, segin Io ya dicho, de la d0- minacign de los principes, tl y como habian llegado a set Ins nuevas celaclones Chce Jos sexe, El sstema e hace rande en Ie medida en que las pequelas corles son absor fides por las mayores. Sabian eo: que en este orden de cosas, Francia asumio las luncicnes drectivas a past: de Is Reforma, Les amantes de Francisco 1 son las primesas frpaliesses” reales que vemos vivir shie muesteos ojos Ya dijimos que este mensrea considerabe la gslantesia como eVsontido de le vida covtesana; y ls forma més bmportante fe cota galanierin, sepin dice Heinrich Latio, fue elevar fous *maitresses, sim vacilaciés, al primer puesto de la Corte, Botea stads reales, que empessban 2 dominar él mundo, vinieron, por decirlo asi @ ennoblecer @ todas las Sncerdotises del amor libre. Las relsciones de amor ileg- tino quedaron (al inencs si eran amores cortesanos) lim pias ce toda mcula. Pero la infiuencia de la corte durente fa epoca era tal, que esta legitimacion de is ilegitim: dad se generaliz6 en la sociedad, aplicindose a todas las Telaciones de amor libre. En lav grandes eiudades que co- Inenzaban 2 desarvollase, algunas, Mujeres, aunque 70 feran de la corte, emperaron a vivir como las damas de la torte Asi surgié la Cortesana, gue no tenia nada que ver ton la corte, la ferme entretenue (euando s6lo favorece a Uh amonte), 0 le cocotte, cuando ispensa sus favores @ Vevlas personas a un mimo tempo. Bn el concepto. de “mor mercenasio’ no se pueden (azar limites dentro de Ja capa superior de lee moretries El Uipo de la ortesane, que no es cortesana, nace tam- bign en ests época; como su hermana, la de la corte. Y nace igvalmente en las gcandes cludades iallanas, sobre eso on Roma y Venetia. Las constelaciones eran agui f2- Yorebles para lo creacidn de tn nuevo tipo Ge raujer. La Tiquezs, él gusto de hecer revivir la abtigiedad clasiea, COCOCOOOOOCHOHOSOOOHESOOOOSCEHOOOOOOEE 80 weanen sowsant cuyas hetaitas imaginaban los itallanos haber resucttado Jn gran extensign de la ciudad, to30 esto, Juntamente con {iberatided ce Ta epoca. (bien entendido, siempre en a Clase superior de la secledag, pues en aquel tempo viv famblgn honrades industlalesy eomerciantes que, si @ de, siraban a la elogantescortesanas con el mismo horror fon que hoy las miran ef honorable profesor y el sesudo onsejero secrete) colabors a enaltecer Ta capa fuperior de Jas coriesanas con un nimbo de superioided. Son éstas las honorable “amigas”, Tas honeste cortgione, las corte sone famoce, nombres que se adjudicaban a los principales emeraa romana? en wna lista 0 eataloge.incompleta) del ao 1500, sproximademente, Bl nammezo de estes distixgul ‘ar se elevabo # 200; y eran conteapucstas a la covtesone de la mincr sorte’ Aqut, pues, queda dicho con perfecta Glapidad que el proceso de diferenciacién, de que hablo, sth ya Sealizado. Mucho se ha escrito en los ltimos tiempos sobre Ia "cortesana famosa del Renaclmiento, Se han descublerto fuentes nuevas de investgacl6n. Conooe- tos les nombres de las “cocottes" lebres que Vivien eh Roma, Florencia y_Venecia, en tieripes de Sinto IV, Ale- Jandro VI y Lobn X. Se ha llegado & aiseutirel-grado de ultura que esas "cocoltes” ostentsban como timbre ge glo- Fa, la bondad de ing poesias que, con mas 0 menos aya, tscribien. jComo todo etto fuera lo més importante! Claro esta que la cultura ora un barniz y que las poesiar eran malas (como hoy). Pero esto no es lo importante en El'nuevo tipo femenino, Lo reslmente signileativo eel hecho de que sna Zulia @'Aregona domine durante aot Y-afios a un Filippo Strozai, y que una Impevia ogre, du- ante mucho tempo, hacerse mantener por el hombre més Etaudalado de Italie, Agostine Chigt: Todo esto no Jo con Seguian seguramente con sus poesias, sino con otras que * Grgorosie, 9, 722 Lure ¥ capitariswo sr Tama Maupassant qualités raves, de que esas mujeres dis- ponian en grado'sumo, Esto es lo que les aié la fuerza fon que hen inflaido poderosamente sobre el desenvolvi- miento de ta cultura. La importancia superior que estas "grandes madoras” tuvieron.evidentemente en aquella poe on tielia, no se manifiesta en el hecho de que cierto fetamorado de la hermosa Imperia componge pera ella el epitafio siguiente: Impersa, cortesana romana, quae digna tanto nomine, rarae inter homines formae specimen de dit...,/ni ge revela en galanterias y otras formes externas, fino eh hechos hondes como que el jefe de la Iglesia ran. fase enterrar a ese Imperia en la capilla de Santa Grego- Ha, © que el Pontifice en persona, asistido de eatorce cet denales, bautizase al primer hijo que Agostino Chigi tava gon su nueva “maitrese”, Ja. veneciana Francesca An- ‘También en Francia fué donde la querida urbang —co- mo la querida coriesana y principesca— lleg6 @ su plend desarrollo. Y la figura que adopt6 en Francia propagése espues por todos los palses de Europa. Para la formacién del tipo ee la cortesana moderna fue importante la cit- cunstancia de que desde fines del siglo xvz y prineipios el xur las rmujeres apareciesen en lor teatros de Paris, fostumbre que se inicio en Inglaterra, bajo Carles [l. Las focottes deb Renacimiento, con su sentido grecorromano, fueron substituidas por estas otras figuras. La aureola de 'a gloria, sin ta cual no prosperan las relaciones del amor libre, fu6 creada por ol teatro, La artista de teatro, a fran “estrella”, 1a batlarina de épora, vinieron a substituie 41a cortesana del “einquecento”, poetisa y pintora, En los grandes centros de cultura, singularmente en Londces Paris, aumenta de un modo extraordinatio el nimero de maitresses” durante les siglos xvz y x01, generalizindo- se la costumbre de mantener uns mujer elegante en Ju gar de o junto a la propia esposa, Testimenios de fines COCOCOOHESCOOOCOEOOOOHO LOO COOOCOO COLES a WERNER SOMBART Gel siglo xvmt nos dicen que de veinte grandes soflores de Ja corte, quince, cuando menos, vivien con sus "rnaitresses” ¥ no con sus mujeres; y estos datos no se apartan segu Famente mucho de la verdad. Pero no eren Gnicamente los grandes eaballeros de lp corte los que sostenian este gé- nero de relaciones. Pronto imitaron su conducta los riea- ‘chones burgueses, siendo de buen tono sostener relaciones ‘con seforitas de virtud mediana. coma entonces se decia (demoivelles de moyenne vertu). Los dispendios a que esto ‘aba lugar (ya volveremos a ccuparnos del asunto) cons: ‘stuiam para la clase acaudslada el mayer renglén en el estado de sus cuentas, segin afirma Thirlon, autor gue onace mejor que nadie este tema, La historia de la gala terls, durante el siglo x1, une fntimamente la aventura lamorosa a los grandes srrendatarios Lo gue llevamos dicho puede aplicarse también a Lon- ares, Yn inglés soltero y con mas de 2.000 libres de ingre 08 Invierte para sus siecesidades 200 Iibras eseasamente, Gestinande el resta.a los placeres, entre lor cuales Jas ‘mujeres constitayen el primero y"Gltime artieulo (Ar chenbole} Con estes antecedentes a la vista habremos de conside- rrar coma exactes las cifras que algunos autorizades obser- vadores sefialan en Paris y Londres, por lo que se refiere ‘al niimero de “maitresses" alli establecidas. Mercier, por ‘ejemplo, estima que en su época habia en Paris 10.000 mujeres “mantenidas", En Londres, en una sola parroquis (Marybonne) habia 1700 eortesanas esteblecidas, con ca sa propia, El importante papel que estas mujeres mercenarias des. 4 Barbier: Journal, 4,486, cittdo por R. Gunther, Katur- (getchichte der Liebe 199, 2 Véate Ia lates lista de las queridas de lot arcendatarios 46 reatas, en P- Ginists, Modemouelie Duhé et son ‘emp, LUJ6 ¥ CAPITALIsMo cy empefaban en aquella sociedad, lo evele el hecho de pu- bilearse en las grandes cludades anuarieg o Ubros de seta e Tas principales “cocottes", litros en oe cuales apare- cian Jes nombres de cada una, describiendo su rostro, #0 tipo, sus maneres, sus especiales aptitudes, ete. En Lon ites ae publicé el eatilogo de Harry: Harry's List of Co ‘vent-Gardens Ladies. Hizose une tirada de 800 (?) ejem- plares, que se agoté inmediatamente, A su vez se pul en Paris el Almanach des adresses des demoicelles de Pa- ris de tout genre et de toutes les clases. Colendrier du plaisir. A. Paphos, ‘Ahora bien, considero muy importante un hecho que en esta €poca coimienta a producirse: el encumbramiento de Js cortesana elegante contribuye a la formacidn del gusto fen la mujer honeste; es decir, que la mujer de posieién ¢ influfda directamente por le “cocotie”. Al principio fa ja Sociedad de la Corte le que sefiald el cardcter y el buen tono de la vida. La Bruyére lo dice en dos palabras: Peris, signe de la cour. Pero ta sociedad coresana hillase st ver bajo Ia influencia dominante de la querida del prin. clpe, Esla abre, pues, ye un sureo profindo, Ademas, la “imaltresse” det’ monarea viene a ser el modelo que siguen 1as queridas de los ricos en Ta ciudad, “las grandes ebeot- tes” que, en sus principiog, aparecen coma rivslizando, compitiendo con la roismo Corte, Nifén de I’neles asime Ya inmediata sucesion de madame de Maintenon, ¥ eis o ésta se hace vieja y devots, veros a Ninon eultiv las tradiciones de 1a alegre vida.'La rue de Tournelles i cis Ie lucha eéntra Saint-Cyr. Pero, « su vez, la sehora hhonesta de la sociedad, sino quiere ser totalmente elimi ynada, ha de entrer en competencia eon la “cocatte”, Lo. ual implica ciertas condiciones minimas de cultura, que la dema de sociedad ha de cumplir, por muy decente que sea. V asi, la “femme honnete”, incitada por la eortesana, hhubo de lavarse Marie de Romieu, en sus Instructions oe WERNER SOWBART pour lee jeunes files (siglo x0), aconssja 8 jas mujeres Goe so conserve mpl’ no aflo por ella, sino tambien Por sus maridos El "waign, donde a dama mundane Ges. Evrolle todo a poder en ls sgios mt 7 XV, no e8 PrO- bablemente otra coma que la contindacin de its reuniones die gente alegre © angeniosa que hallsmos prineremente en ip alin del cinguecento, onl cieealo de las grandes Corlessnas: Pero el hecho qa para nosotros Here la mayor itaportancla, es que el rekimen de ie vida oe le “dem ‘mondaine” infiuye poderoramente en ln vida de la mujer Ge seciedag er aquellos Uempos Ast como hoy, en nee tra ahanguesade sociedad, nuestra dames (no me reiero 2 las gentes extravagenies, naurises, et), copisn es folleties gue Ins grances “eocotes” de Paris iusen en los Carreras de exbalor, que se vlebran en primavera, y todas Jas louras de Ia mode y de lnjo,de in sintooidad y del dlesplfero, son. primero obra ee au “maitresse para ‘exeindetse luego. suavizadas, 4 las damos del gran ‘ne 4o, ari tambion enna dpoet lites, como Ta. que Agu es: tblemcs, en que el burgués vive spartado totalmente oe Jn “toieda a cortstna habia de dare) Yona a la vida En ct eaptulo siguiente, demoattarenor esta tein, epican: ols Los detalles ce la vida en io aociedad moderna cariruno 1 EL DESARROLLLO DEL LUJO POCO OO CESEOOE SO OSE OOSEO OSES OOODOOE®S 1 CONCEPTO ¥ ESENCIA DEL LUO Lajo es todo dispendio que va més allé de lo nevesario, El concepto implies, pues, una relacién, y para obtener en 41 un contenido palpable, 1o primero que hece falta es se- ber qué se haya de entender por “lo necesario”. Hay dos maneras de determinarlo: por el medio subjetivo de un julcio de valor (6tico, estétieo o de otra clase), o tomando tun eriterio objetivo para establecer Ta compsracién. Ahora ben, como eriterio objetive puede tomarse el conjunto de las nevesidades fisiolgicas 0 el de las nevesidades que podriamos lamer culturales Las primeras varian con los climes; las iltimas con las épooas historieas. Los limites fe las necesidades culturales pueden fijarse s volunted “pero conviene no confundir feta fijacion azbitraris con la'veloracién subjetiva ya mencionada, Resulta, pues, que'el lujo ofrece dos distintos sentidos: cuantitativo y cuatitativo, Lujo cuantitativo vale tanto co- mo “derroche"; ejemplo: tener cien criados, bastando luno, o emplear tres f6sforos pare encender el eigarro. Lujo cualitative es, en cambio, el consumo de bienes de mejor COPCHHLOSSOSSOHHOHOOH HOES OOOO OOO OOOE 8 WEARER SOMDART clase. Pueden reunisse a un mismo tiempo et lujo en une ¥y otro sentido; y bajo esla forma se nos presenta en Ye ma Yyoria de los casos. lujo, considerado en su aspectn cua Iitativo, da lugar al “objeto de lujo" que es un bien (es Gecir, un objeto valioso) refinado, entendienda por xe namienta toda confeccién de los dbjetos que puede esti rmarse superflua para la realizacién de los fines necesarios El refinamiento puede manifosterse en dos direcciones: en la materia y en Is forma del objeto. Los des senticor que ‘ofrace el concepto del Iujo —absolute y relativo— splican- ge también a los substratos del lujo cualitativo, # los ob- jetot refinados. Si tomamor el concepts de relinamiento fen un sentido absolute, observaremos que la mayor parte Ge las cosas que empleames tiene este cardcter, ye que casi tedas ellas satistacen més de lo que requieren las ne- eesidades animales. Por consiguiente, pedemos decir que existe clerta necesided de refinamiento, en sentido relati- vo} el refinamiento que exceda de la media corriente, en tun estado de cultura dado, es el Gnieo que puede estricta- mente lamarse refinamiento. Rsta necestdad de retina- rmiento, estrictamente definida, es la que llamamos nece- sidad de lyjo, Los bienes que sirven a satisfacerla ce Tla- rman bienes de lujo u objetos de Tujo en sentido estricto, BI Iujo, pues, en el sentido que acabamos de definir, es to es, coma necesidad de refinamiento y su satistaccion, puede servir a muchos fines distintos y obedecer a muchos ‘motivos diferentes. Elevar Dice umn altar con oros y jas ‘pes y comprar una camise de seda, son actos de lujo to. falmente distintos. El primero sirve a un ideal; puede Tamarse lujo altruista. 81 segundo puede Iamarse lujo miterialista © ogoitta, Distinguense asi el motivo y el fin el acto de tuo. ~ ‘Vamos a tratar del desarrollo del Iujo y hacemos cons- tar de antomeno que nos referimos a la segunda especie de lujo, a la que obedece @ motivas egoistss y sirve para Luso y caPrratisma ° fadomer la vida con “vanes superfluidades”, Esta forma de Iujo os precisamente le que se desarrolla de modo consi erable en la gpoca del Renecimiento, desde Giotto & Tie- polo, Mi propésito es, pues, estudiar el desenvolvimienta, Ge este clase de lujo y Fastroar aus onigenes, "EL Tuje personal nace, en primer Uérmino, del puro re- creo y gece de los sentidos. Las gentes hacen aplicacion y ebjetivacién tada vez mis pecfecta de todo aquello que sirve para excitar Ta vista, el oido, el olfato, el gusto, ete Estas cosas son las que constituyen el gasto de lujo. Mas, todo deseo de refinamiento y aumento de medios adecu dos, para alegrar les sentidos, Uiene su dltima base en nies tra Vida sexual; el deleite de los sentidos y el erotismo son, en el fondo, una misma cass. El sentimiento det amor ‘es, por lo genefal, el que mas © mencs conscientersonte Impalsa y fomenta el luje, Por e20 hallamos que el 1ajo domina @n tots aquellos lugares donde la tiquesa se desarrolla y Ja vida amoroza recibe formas ibres {0 sin liceneiosas), Bn earmbio, alli donde lag relaciones del amor se empequetieven y disminuyen, Ia rigueza no es dispen- diosa, sino por el contraric, acumulativa y junta bienes en 1a forma mas abstracta: metales preciosos sin acu, ¥, fen épocas posteriores, dinero. (De esto hablaremos detent: damente al tratar del origen diel rspicitu capitallste) Pero una vez que en una época determinada existe el lujo, vienen méltiples causas a colaborar a su exaltaci6n: ambicién, anhelo de ostentacisn, orgullo, afd de poderio; fen una palabra, el deseo de figurar en primera lines, de anteponerse a los demés, Veblen, en su Ingeniozo libro £0- bre “vagos”, reduce 2 eve anhelo de superar a ior demas 1a causa del lujo y de la valoracién de Is propiedad, Peco, si bien es cierto que ese anhela pertenece a los institntos felementales de la naturalezs humans, como la necesided, de comer y de amar, requiere, sin embargo, la concurcen: cia de deterininadas’circunstanciae para manifestarse jug e, WERNER SOMBART e tenet a sentido de a Eats supoe eveeteante see ee emia de flo Yue pot 10 tan, Ue © SoS ciios mas cbvios de mostrarse superior a los de- 0 ar ecndta en wenceios dsplegando mavor Tajo qbe wait Ge chis ano xste vi de luo ln gupeiondad @ hoe Ba erifetarse de un mo ceanativo, vem @ cciendo a los dems en mayor numero de eselavos, 0 en Soe cor ce tere ode des. eet Je eat eer Togo, ee Rena, pues Seto el, dot © LP Eice Se toe eentldos y, sobre todo el erotimo,tenen erent se satadamente sour la forma de aw @ 2, pera que exista ‘el lujo personal, et lujo material. En a, para gue ita oN dade tama, Boos a ie, pode 1s Spec es ode os ergata a fv Fo nee ern grande, ta Tguea, la ibe el ables 8 dee de pretomino de city elementos © semen ean grin urbe, gue, como hemos vist sore Tat ilo xs ino un conto de paceres, eve tois eat deducions pueden parecer algo xa Fee eee eee pare much, de uerey demos ey career co Peo terra, on 1a. expsieion eee ee aso Paricnes del Wecho aguent: et Fee ae ena ta Eded Medi, dina tn gran Ye sis a Bue Sa sg a leg desnteono etatee a caus deel? Tnpenareos por afar el hecho del gan desarctlo aed rhe extandhoa Lan tesimorioneentemporanens Te el ae i terete aque de geo! yo resulta Ya Been ere aga el ree etd Toco; jo ego al sapere on ue ta iad de Par ext azeaada,y Frere Ger later de elalatr™ En exon er we gaan eT, an provincano, que ete 0 8 ee Geele Pack iodame do Obert eeribe, por 3 cr ee fine menian mie sierak de est Epo es ik CeCCoCoDeoO OO CCECE buso ¥ cariTALisHo Py de arruinarse en todo y sobre todo”. Del moas mis elo cuiente describe Mercier el triste estado de la sociedad de Su tiempo, afirmando que el Tujo esl verdogo de los te tos. Bxplicanos en vivos terminos emo el Tic, de puro fnageralto, ya no puede ni gosat de si riguess. "La sensi EMME ie de caitace, sino que esta embotada, y en ver de una grata variedad, haeense gastos sbsurdos que s6lo sco provocan, {sta es la causa Ge que todo sranstor Ine, Las modaa, Ios taje, la costumbres el séioma. A este ov, pronto liegerS el ia en que Toe vieds no sientan na A2"BPhbalinno Ge evo viviendes er une decoracion eam biante El veelide ee un pesado trabajo. Las comides son como un deste, Batat clases rieas se ven stormentades for el lujo, To mista. qve las pebres por Is. necesidsd Bien se hace pager el lujo los secifcis que por él se Fealizn’ Lo que realmente sormenta los toe en Paris 5 alae, el no poder sacudie el yugo de eiapendios qe contra su deseo, cada dia son mayores El lujo ha legado reveal formas tan costoas, que no hay fortana. que pueda resistin Jamés siglo ha sido tan prédigo como et nuestra, Se sonsumen por enterp los caplales Bl Iujo se {raga los fortunes No se pretende més que eclipsar al brbjimo con exageraciones estandeloses™ El cuadro que scabamos de deseribir se aplica casi con lag mismas palsbres.a Tos demas paises. "No ha existige dpoea de mayor suntwosdad y exoberancia. que Te: nues- Ha, dice 6] Complete Pugin Tradesman’. “Lega alo Inverosimil el papel que el Tajo desempeta en uestro tempo vandal ego aj tos dominan. Las txeeirs, la relajaeiin, nee abruman, ft Tuje se Te tage toa como el mat, dice Kornanownc de Varsovia, don: de ei lujo adqulere enorme desarrollo. i Dios nos envia- se una thuvia de ducados que anegase el territerio de Po- 1 56 ole, 1145, cap. 1. COCOCOOOOCOCO OOOOH HOHOHOOHO EOC OEEOOOES 2 WERNER SOBART Ionia, bien pronto tods esa inmensa riqueza correrfa como tun torrente e itia a parar 9 Breslau, Leipzig, Francfort, Berlin, Dantaig, Riga y Koenigsberg, para transformarse fn vojila de plata, carrozas, rauebles, ete..."2 Pero no queremos limitarnos a transeribir testimonios y juleles ajenos. Vamos a exponer hechos ciertos y positi vos, tomados de la realidad, y que constituyen manifesta- iones, formas varadas de’Tujo. Podrla suponer en mis Teetores conocimienta de estos hechos; y, en efecto, hasta cierto punto lo supongo. Pero no considero superfiuo in- tdicar en lo posible eilras, que den idea del desarrollo det lujo; porque las eifras referentes a un fendmeno o 2 una ‘mesa de fenémenoa devén a conocer Ia \vmportancia que el Tajo ha tonido en la fermacién del mercado —cosa que nos Interesa sobremanera. El segundo punto consistiré en examinar Ia relacién que’ este despliegue de lujo guarda con los fsctores sociales, que he deserito en los eapitulos anteriores, y, sobre todo, hasta qué punto (y esta es Ia ides fundamental del pre- sente'libro) a mujer, singularmente la mujer objeto de amor ilfeto, ha tomado parte en la formacién de la vida fen nuestra época 1» LAS CORTES De 105 PRINCIPES En esta époes $0 observa que Ia vida de placer —eomo toda vide— parte de las cortes de lox prineipes, que pueden ser consideradas como fuente de toda energia, ¥ si remon~ 2 labeae del senador Stephan Gareyensi en su obra Anaie= ‘mia de te Repubitew pela (1731), Lvso ¥ carITaLismo va tamos el curso de Ie historia, ebservamos que también en ‘esto fue Avignon el germon de la suntuosidad mundana, LAvare Bavilonia i vizi, empi e rei Tanto che scoppia; ed ha faitt suoi dei Non Giove, e Palle, ma Venere e Bacco Gia Roma, ar Babilonia falea e ria Per eut tanto si piagne e si sospira Fondata in easta ed ui! povertate Contre suck fondatori alzi Ye corma Putta sfacciata; e dov’hai posto spene? Negli adulteri tuoi, nelle mal nate Ricchezze tante...? (Son XV1, VID Petrarca he legado a la posteridad esta y muchas otras deseripsiones de la Corte de Avignon. No se le puede con: siderar, claro esté, como Imparcial y exento de prejulcios Pero si hemos de der crédito a otros testimonios, digns de ‘omarse en cuenta, tendremos que reconocer que los juicios de Petrarea enclerran un fondo de exactitud, Perversos mo- res im nestram Galliem mveric. Al papado se refiere Nicol. de Clomenges, de statu eccl. corrupt, eap 21. Pero todavia hay mis. La descripcién que un contemporéneo hace de las estas organizadas en honor del papa Clemente V, ter- mina con estas palabras: li ccchi di nostro Signore si spandeano sopra queste cose (se alude a las bacenales que se desarrollaban tras los espléndidos banguetes; todo el mundo batlaba en los jardines), delettandosi nelle deversité er nobili solezsi, con quello modo temperato ¢ maturo, ‘the si conviene a tana santité. El juieio de Petratca lo ve- mos también cortoborade, por Jos inventarios de los pala- COSHHOSEHSHOSEHHHOSOSHHOHOHOCOSOOOOE * WERNER SOmmART ios pontificios, que E. Mintz nos ha dado a conocer". Sin. Guda, no podemos formaros idea exacta de la vida en Avignon, sin estudiar también las numerosss cortes saté- ites de dos principes de la Iglesia, que residian cerea del Pontiflee, ya que todas estas cortes juntas fueron las que esarrollaron esa ragnifiea pompa de que nos hablan los ‘contempordneos. Segtin el resultado de recientes investiga- tones, los gastos de la cata del Papa no eran tan excesivos; desde 1 24 de junio de 1305 hasta el 24 de abril de 1307 no se gastaron més de 175317 florines de oro para las atencio- nes de emplecdos y personal de servicio. (Hay que advertir ‘que entonces ge Iie el perfodo y que los presupuestos de gastor de los ejercicioe posteriores todavie mo ce han pu- Blicado; que sepamnos, al mencs), El gasto de una semana, en lo tocante a evcina, reposteria, vinos licores y eaballe- rizas, importaba poco mis de 626 florines. En las cabelle- rizas habia 195 caballos. El episodio luminoso de Avignen evoea inmediatamente ‘en nuestra imaginacién el esplender dal papado en Roma, ‘eajo Ja domainacién de los grandes papas del Renscimiento, desde Peulo II hasta Leén X, que rivalizan en ansias de suntuosided y magnificencis. “Un espiritu pagano invadié Ja ciudad con teatreles pomgas, como en la antigua época ‘imperial. El gobierno de los pontifices sentia la necesidad de las pompas mundenas. 5] populacho, scostumbrado a ‘setisfacer sus caprichos, pedi a gritos que se celebrasen fiestas, y éstes le eran Ofrecidas en abundancia”. (Gre gorovio). ‘Con Paulo I comienza la becanal (1464-1471). “Su corte era exhuberante; el propio Papa se consagraba por entero 4] deleite de los sentiaos". Como simbolo, por deciria asi de 5a vids, consideraba el earnaval, dandole un sello mun= 1B Mints: Liargené ef le luxe a le cour pontifiegte #Avig ‘non on la Revue det questions hatoriques, CUT (1898) Luso ¥ CaPrTALiaMo % dano, Bste Papa fué el que introdujo en Roma el, nuevo cerdcter pagano del cernave ‘Sixto IV emulé a su antecesor, Durante su Pontificado son, prinetpalmente, Jos “‘nepoies", los que viven en Roma Ja vida del placer. 1 hijo de Sixto 1¥, Pietro Risrio, que dispone de ingresos por mas de 60.000 florines, dilapida. en dos afios su caudal. Cuando la hija natural dei rey de Na- poles vino a Roma, en 1473, “los locos despilfarros de las fiestas legaron a limites jamas eonoeides" *. Madame Leo- nara, al abandonar Roma, pudo llevarse el convencimiento de que no existia licencia mayor que la de la corte de un “nepote” romano. En fiestas, sobre todo, en representacio- nes piblicas, en recepeiones, en entradas solemnes, sem nifiesta el lujo de aguel tiempo: 100.000 almas se congre- garon el dla de San Marcos de 1476, en la Navona, con motive de un torneo que dié Girolamo Riario. Bn 1738 se solemnizaron Jes nupeias de la princes de Urbino y Gic- Venini Raverez, persico apparatu. Bureardo nos hace una prolija descripelén de 1s brillante entrada del principe Federico de Napoles Sin embargo, la pomps externa del ppontificado aleanzs su méxima culminacion en el memo~ Fable cortejo lateranense de Leén X (11 de abril de 1513) 100.000 dueades se gestaron en wh solo dia. Un centenar de eminentes artistae colaboraron + Esta era la época en que Rafael Sanzio s¢ paseabe a caballo por 1ss calles de ‘Rome, cual principe corenado, acompafiado de un séquito de admiradores, amigos y diseipules, cuye mimero ‘no bajabs de 30. ‘Las cortes segiares de Italia, singularmente las de Milén y Napoles, rivalizeban en brillo con la de Roma. Sobre el lujo de dichas cortes nes habla André de la Vigne, secre tario de Ana de Bretagne, en el libro de memorias que et 2 Gregorovie, 8. née. 238. 2 Gregorovi, 84, pag 173 SPHHHSSOHOHSSHSSESSHSSHSSHSSOHOHSOHOOOES » WERNER sownant cribié en ceasién de su viaje por Talla, acompafiando 2 Carlos VIS. Mas, para la historia del lujo cortesano de las ‘lamas ¢ortes, tavo importaacia el hecho de ser los reyes |fameoses los primeros en reeoger la herencia de los princi- 3 Htallanos, en todo lo que se refiore a régimen de vida, atalina de Madicis fud ta mediadora, después que la casa de Valois, con Carlos VIII y Lule XII, hubo demostrado fu gran Inclinacién hacia la cultura italiana, en tode 2 politica. En efecto —y esto es Io decisive, las posibilida- es externas de un gran desenvolvimiento del lujo au- ‘mentaron entonces, en le proporcién en gue Francia supe- ‘aba por et tamafo a los prineipados ialianes, V abi vernoe que los iltimos Valois gaston en el sostenimiente de su asa sumas mucho mayores que las que representan el va~ lor de los ingresos publicos en los Estados més ricos de Talia, He agui eifra de presupuestos de ingresos a fines Gel siglo x ‘Venecla, a lo sumo, 1.000.000 de florines oro; Napotes, 600.000; Milan, 600.000; Florencia, 300.000; Tglesia, de 200 260.000. Francisco I (0 Enrique 11) invertian en el sostentiiénto Ge su casa 1% millones de escudes. Los datos anteriores proceden del embajador venesiano Marino Cavali, que, ontinuacién de las cifras, consigna les observaciones ‘i- gulentes: "Si viessis Ie corte de Francia, no oF asombrarias Ge una eifra ton erecida, Bn sus eaballerizas hay ordinaria~ mente 6, 8, 10 y haste 12.000 caballos. Su prodigalidad no cconoce limites. Los viajes aumentan ios gastos tres veces ‘como minimum, a causa del sinnurmero de mulos, c3- rretones, ltoras, caballes, eriades, euyo sostenimiento im- plica doble gasto que ol corriente". Otro embajador estima fn 8.000 el niimero de jinetes que componen el séquito del ‘monarea. La distribuelén del rmillén y medio de escudos (que corresponderian a unos 10.000.000 de frances actusles) = hacia, segdn el mencionade embajedor, del mode siguien- bus ¥ caPinaiisno " ‘te: 100.000, para atenciones de Ia vivienda; 160.000 para ca- 173; 100.000, fiestas; 100,000, para vestidos y regalos, 200.000, peta pompa del monarea; 300,000 para el eostenimiento de la corte de la reina, Por ser instructivas sefialaremos ciertas pertidas de gastos, que aparecen en los informes de otto embajador, haste la fecha no utilizados por los historladores, y.que nos parecen del mayor interés ©. En 1542 los gastos del ey de Francie hacen un total de 5.788.000 libras. (de 1541 4 1560 la bra tornesa representaba el valor de 3,04 freneos actuales, antes de la guerra). De estos gastos son de Tuyo los siguientes: ‘Manutencign dol monarea (maneiare) 88.00 Eaters : seo estldos de oro y’ Seda’ para reuse a Pompa de la covte (ennarier 180000 Dinete de que disponta in einn pata iu cata Gviveie) 190000 Balcones. pare la ease 30.00 Falacio de’ Chambord (hasta enisnccs 3e habinn in: ‘ectidgen eats etenssie 40.00 bras 30.000 Palacio. de Fontsinebieu sano Gastor dat monarea (al in contanti quaito ll pare piace) 500.000 Regalos 500000 Compras" caprichas’ dei vey" (invelidades adorns, etter’) 260.000 ‘pte eetaoedinaad ds’ scicrvada (pene ex ‘sordinairs che mons soni) 400.00 ene planes 180.0 ‘Total 2980.0 Segin el embajador, Is partida menus plaisirs contenia ciertos gastos que no queria el monarca que fuesen cono- feidos (gastos de mujeres, ete) Con Enrique 1V los gastos suntusrios mas bien disminu- yen. A continuacién da el embajador las eifras del ultimo, fifo det reinado. (La libre tornesa representaba, aproxima: "Informe de Mateo Dandolo, en Albettl, Tomo IV, SPOOCHOHHSOSOSE HHO OSOOOOH AO ODOOOESOCD 8 WERNER somaant Gamente, el doble valor metilieo del franco actual, antes Ge la guerra) Seo me cm o Se fe Aproximadamente 5-6 milones de frances aetvales, antes Ge la guerra ‘A partir de este momento los gastos aumentan progresi ‘vamente de aho en aio, aleanzando su mayor desarrollo @ fines te Ia época de Luis XIV. Los presupzestos de 1600 y 1T15 ofrecen et mismo cuadro. Tomemos al azar el presi ppussto de 1686, (La libra representa 1,48 francos actuales, ‘antes de Ia guerra) EGE Siac ins. a ee ga He eat is ae Lure ¥ capratian » Esto es, en nimeros redondos: 29.990.000 de frances aplicados al lujo de la Corte, en un presupuesto total de 110.840.287 En tales circunstancias, Ios oficios, artes e industrias sun= tuarfas obtienen sumas enormes, eomo puede apreciarse con gran elaridad si se examinan las corrospondientes parti- as. En primer luger figura, naturaimente, el lujo en 1a construccién. Poseemos datos y cuentas completes sobre los edificios de los monereas dé Francia desde 1664 « 1179, que not dan a conocer hasta el eéntimo las summas inverti= das en los edificios reales. Estos datos constituyen una Suentede inspreciable valor para la historia de Ie economia 30 ban sido utilizedos —y menos atin agotados— per nadie hhasta Ia fecha, que separios. Existe una edicién magnifica de dichas cuentas referentes al periodo de 1664 a 1775" Levasseur y otros historiadores franceses de Ia economia conocen y hasta citen esta publicacién; pero no parecer darse cuenta de las ensefianzas que de ella se desprenden En este lugar no puedo utilizar sino algunos datos de tos, ‘muchos que bay y que merecerian un detenide estudio. Me limitaré a manifastar que los datos en euestién contienen todos Jos elementos primaries para la histevia de impor- tantes ramas del trabajo manual y de! eapitelismo indus. trial durante los sigios evar y xan, Para dar una idea de le magnitud del consumo, sefialeré las cifras sotales de los gastos invertidos en construcciones destinadas al monarca y'al pago de Jas principales partidas. Por el primer concepto, y durante el reinado de Luis XIV, fueron gastados 198.957'979 Ll, If |, 11d) La libra tomness coscilaba entonces entre 1,22 y' 1,63'Son, pues, en nimeros rredondos 800,000,000 de {rancas én la époea inmediatamente. anterior a la Gran Guerra, Mucho mas de la mited de esta 2 4. Guittrey. Comptes des hatiments du roi tous le eégne de Louis HIV. 8 val, 10011096, * | SCOCCCOEEEOCEEOOOOOEOOOOH OOOO SOO OOOE 0 WERNER SOMBART suma fu6 gastada en los primero veintisiete aioe de rel: nado; a saber: 1966-1860, 72977280 L], 6 a), 9 soi-ieen, Stesrare Cl, @ 3) 2 al La principal parte de estas sumas sé gasté, coino es de suponer, en Versalles, que con sus jardines y fuentes artis- ‘cas eost6, aproximadamente, 100.000.000 de francos, (Las cifras de 600-700.000.000, que antes se admitian, son, pues, muy exagersdas). La distribucién de gastos por pertidas aisladas, puede obtenerse por las sumas que el editor ha hhecho con buen acierto. De Ia suma total se aplicaron, por ejemplo: ‘A adquisicién de aetfeuloe wamtactye ado y ae comersio 1720206 E19 sl, 2 6) [A fquiscion ce menuacturas de go> bellnoe(mucbles) 4000068 2 AA Mauisin de objets de pina 2265280 4 10 A Bguelon e temo, plomor y ee Por lo que respecta a la primera ép0ea (1664-1680), tene- mos al detalle los gastos de conatruccién, distrbuides por ames 0 secciones, (Estén incluidos los palacios de Ver- salles, Louvre, Tulleries, Salnt-Germain, Fontainebleau, Vincennes, Trianda, Clagny ¥ Marly), eaga ee Luso ¥ CAPITALISM sot ardinesia 2908008 4, 28, ty ‘Trabajos de cimestacida gic (oulles) AtpLoge Ie 8") Trabaior de diversa indale se gs0.08 32 2 ‘Trabalop extrasrdlnarias (parle ‘raordinares) 4458738, 6 Oy ‘urna iota (406d 1680) asostaar oe) a La plate de [a vajilla, propiedad de la corte de Francia, fad, en su mayor parte, fundida en Tos afios 1689 y 1709, y Ja transformacin hecha en 1689 produjo 82.322 marcos 5 on 225 &, lo que representa un valor monetario de 2505 837 L|, sly Sal La riqueza y magnificencia del mobiliario en los palacios reales se conoce por los inventarios publicades y las lami- nas que les acompaiian, Baste decir que en los pelacios de ‘Luis XIV habia una riguisima y completa coleccion de 334 tapicerfas (tentures complétes), compuesta de 2600 tapices ¥ 140 piezas.. Habia, ademés, £22 modelos de Gobelinos 101 colgaduras artisticas. Algunos encargos de 1669 permite jusgar del extraordi- nario lujo que reinaba en materia de mobiliario, A Ia casa de comercio Duc ot Massolliet: gor atieos servidot 8 8. Muel rey: 84 varas de brocatel oro y Dlatay a 14 Lh 10 Ia vara 44 faras do beccatel oro y" pista verte bronciade, 2 Tia Elo lavare, 18235 U1, 8, ‘A la misma: rotatal de Lon, 22156 Uf Ala nisma: 1.070, e saber” 4090 L| par 62 varss de brocatet oro y plata, fondo violeta, manotectura-de Lyon, © 60 2] vara Y Zend L1G spor 250 varee-damatca catmed, fabsiceclon eapel Sal ta'vara a fi Lh 10 ‘Ra casa del teficr Reynon: por géneros servidos: broeatel oro y Dials T0716 Lh We shah a ‘Al scéor Marcelin Charlie: terciopelo y brocate, 8872 Ls ‘A las instaluciones de los palacios eorrespondian los ri- ‘quisimes vestidos, que eon ellos ge exhibian En el Mercure Galant pueten leerse las reseiias de Ins fiestas que se cele- braban, eon deseripeiones minuciosas de las tollettes de la CO CCOCOOOHEOOHOOHOHSOOHOHOHH OOO HOOOE 02 WERNER SomsanT sociedad cortesane. EL monsrea lucie una easaca con bri- antes, cuyo valor era de 14.000.000 de francos. Cierto dia fen que Luis XIV visité ls manufsctura de encajes, instalada fen Paris, adquirié encajes por valor de 22.000 libras. El lujo en el vestir siguié aumentande considerable mente durante el siglo xvim,y lleg6 a su apogeo unos afios antes de la Revolucién, Poseemos informes muy exactos acerca del_gasto de Marla Antonieta en este aspecto suntuarlo, En 17%, el vestuario de Ta entonces delfing im- pportaba 120.000 libras. Tan elevade suma fué lo ordinario fen Jos aos sucesives, aumentandese con extraordinarios. ‘Los gastos de toilette eran los siguientes: en 1780, 194.11; en 1781, 151,200; en 1782, 199509, en 1767, 217.187 ‘A pattir de esta época, los gastos disminuyen. Pero cy la mujer, la mujercita emada con amor ilicito? {Que paticipacion tiene en este rapide aumento del lujo? ‘Bien se adivina la respuesta, por lo que se refiere al periodo de los principes italienos y'de la ease francesa de. Valoi Los hombres, en estae épocas, no vivian eine para el amor ala mujer. Pero Luis XIV, el monarea a quien puede con: Siderarse como ereador del gran Injo y su introductor en las costumbres, {debemos creer que el entronizamiento de ese Iujo no fué en él sino conseeuencia de su atin de po- erie, de su anhelo de ostentacisn? No. Justamente con Luis XIV podemos, por decirlo asi, leer ea documentos la ppoderosa influencia de sus amantes, influencia que se r= fej en la formacién de sa vida externa, BI amor a la ‘La Vailiere impulsé a Luis XIV a construir Versalles. En el peque'io refugio de eaza que habia en Versalles, tuvo Luis XIV sus primeras eitas con su amante. “Y alif, en aquelias colinas, habla de ver Ia amade cémo se encum- bbraba el palacio encentado de su sefor". Como el amor a La Valliére inaugiranse las grandes fiestas en 1a Corte, 1as rropresentaciones de la sencantamientos, eontados por Arios. to, les plaisize de Wile enchentée, en que el monaree tomaba Lugo ¥ capiraLiswo 109, parte, representando el papel de Roger. Desde 1874 » 1880 se lleva a cabo la construecién del palacio de Clegny, invi~ tHéndose en ella dos millones de francos, (Todo por el ca pricho de una favorita. Cada nuevo amor de Luis XIV Getermina nuevos derroches de lujo, Las amantes del mio- Tarca rivalizan en despilfarros, y mademaizelle de Fon tanges llega a zrrojar por las ventanas las monedas de oro, y gasta mensuelmente 160.000 escudas, asombrandose de que las gentes la consideren como una derrochadora. Bs bien sabido que, durante el siglo xvum, 1a corte francesa es- tuvo dominada’ completamente por las “maitresses", que influyeron de modo considerable en la vida cortesana. Ma- dame de Pompadour impuso su gusto a toda aquella socie- dad, imprimiéndole nuevos formas, “Vivimos a la orden de madame Pompadour: carrozss a la Pompadour, vestidos de color Pompacour, platos & la Pompadour; chimeneas, espe- 40s, mesas, sais, sillas, a 1a Pompadour; abaniees, estuches, mondadientes, ala Pompadour”, eseribe un contemparaneo, Madame de Pompadour representa toda la cultura del ancien regime, Pero representa, sobre todo, el gusto y Tas formas externas de Ia vida, en aquel tiempo, Se introduce personalmente en el régimen de la vida econémica, dén- dole un sello propio y earacteristice. Envia a Roma a su hermano menor, para que haga alli estudios, y después o nombre director general de edifilos, jardines, artes y manufactures, eoncediéndole el titule de marques de Ma Tigny. Medame de Pompadour construye palacies_ a vo- luntad: Petit Chateau, Bellevue, al cual agrega le Taudis (Brimborion), Ademds hermosea Choisy, hace elle misma los plancs de la galeria del palacio de Bellevue, decorade por el pincel de Vanloo, Boucher y Brunetti, y adornade ‘con una estatua de Luis XV, obra de Cousten. En este palacio did madame de Pompadour magnificas estas, Sisponiendo los vestidos que habian de lucir sus invita: | CO OOSOHHH HLH HSHHSEHSHOOHHHOS OHO OOO® 104 WERNER soMBART os, a quienes se los regel6. Ura de estos vestidos Tlegé 2 costar 14.000 libras. En una fiesta dada en el palacin {de Choisy, gasté 600.452 libras en ropa blanca para los in- vitados. Fala mujer disponia de sumas tan considerables como jamis rena elguna tavo a su dispesicion. Baste decir que, en los dlocinueve afios que duré su dominacién, st§ para ous ateneiones personales 36307.288 libras, se. fin datos febacientes, ‘La marquesa de Pompadour fue substituide por tu con esa Du Barry. Esta dama, segiin la cuenta concienzuda de Le Roy, gasté 12481803 libras deste el momento de su encumbramiento. De esta suma, fueron enttegados 8427 803 Tibras al banguero Beujon, para hacer pago de las camtidades dades por éste durante los ahos de domi navién de la condesa (1068-5714). El abate Terray, como fs sabida, consigulé que los cheques de Ta favorita Toesen considerados como bows dw Toi por el banquezo de la corte. Maria Antonista fyé 1a Gltima “grande cocotte” que Gominé an la corte de Francia y se ocupé en desplegar alto luje, hasta coraienzos del ao 178). Las cifras que fantes eté indican, claramente, que una reina legitima puede muy bien caminar pot la senda de las grandes “ma ‘resses". No hay gue echar en olvido que Maria Antonists, durante sus més felices afios, en Ta époee en que era del- fina, tuve que sostener fa competencia con la Guquess Dut Barry y su camanila Fuente de inapreciable valor para el conocimiento del Aesarrdllo del Wuia en 2 mujer, durante los tiempos del primitive eapitalismo, son las ‘cuentas de madame Du Barry, que han llegade completas a nucstras manos. De estos documentos se pusden sacar pars la economia pali= tea mis conocimientos que de una dovena de esiatutos agremiales 0 deeretos reales. nuso ¥ cAPITALISMO 105 He agui algunos datos. Las sumas sbonadas por Bau- jon en virtud de cheques de la favorita, se aplicaban de ‘ete mode: 1. ont, 918528 bean; jveres, 204A ahses, 158.000, ‘oa 280 168 x TL — Articulos de seda, 399810. horse; encajes de Brus 218488, modee, 16618, quinealla, 95445. Total. 788.61, THI. Mucbles, 24388 Iibras, cusdros, jarrones, 91.519. Tota: ssi 1, — Osfebrotia, 81322 libs; bordados, 11.178 Total: 821.500, V.—Carruaiee, S147D libres; caballo” S747) plensoe, 680, ‘otal 291 2 Vi.—Doradores, 72028 tibras; escultores, 95494; dovadones (segunda pavitday 48075, fandiercs, 8.00; marmeliiag, 1740, cStmistar J cervajero:, 28240. Total 3T0.0e Vul_— Primeres trdhajor en Luciennes, 111479 bras, Jardi« ses, 8139; nuevos trabajos, 205638; plenisciin y arbolado 2e Jor= ‘ines, 200. Total! 328654 {Lie silantes partidar de gastos tienen cardcter personal y no not intenesans region ebseauaen ete) Hee agul algunos precios pagados por artieulor ae gran Yuie: Por ona telete de tereiopole bianca, 12.009 libran. Adornos de cic ag. Pon hae eaten se nagaron 9000, 260,200,706, Iie “Um estrada doz sllones, T3H0""Una otomana, 2400, Lx cama de Latlennes, 3.948, Un rele), £400. Una tebaquers, S16 ult erie ds adc matting 88 un marco en oo, pore Siietrate de ia tetra condeva, 2250" (er el conocise rotate 8 ‘Guerin condese spetecn de musi), ‘También alcanean precios ele Sesisinice las porcelanas. Por ejeimpe. servicio completo de por elana de, Seve 21 8 lloras Ouro servicio que 18 condesy se Golbs i verre ple, 488e Noe cia. simisna, qe deh ‘peline pags 2 489 bet Is vara cusdraa esto ty cheryl, ‘S824 por el Neptuno y-Ammionaa de Vanioo, e igo sma pot la Venus y Voleano, 4e Boucher: Cas cucntaeofiginles se encuet tfan anure los manisensos ae la Bieiowse Necional de fesacia 1197, S188 y en mu parte aenclal ies cleron concert log Goncourt fen si ibed acaren de lg Du Barry” El brillo de la cocte espafiola Reg’, guid, durante un breve espacio de tiempo, 2 eclipsar el esplendor de la corte e e e e e e ° e e e e e ° e e e e e e e e e e e e e e e e 108 WERNER SOMBART tragen. Dene queso shen 21s explain a5 ie tyne: Deis 305% Quannjut, haa len een de la om oF Sadia cana deo Pee Feaipan So eda tones eral srrenteni fe acicate bes ngeee oa Sah Ss comes ere yur pura ges 525 Aso Gee ie varecon hea pe or oe eles Tonks Cantar econo 18 le ene crs ad legs te pie) Monet es avesigai eue Bagel Tene seat 08 tog or sngrcos ds evra rete eid de oguelstran. De eve See on a tear aves nee Ingportaban 15656000 ducados (neto), a los que hebia smpeaneee Sajom, que guslaan to mana Be SEE SS Stents ae, edu” Doe ate we eeiese usin se seb © let 22> eet ee a Besda del Bde (ities abe, oe eer ero a gat deo a Samo eames Otis dl cet de. Lot ae See, See fdeponotn del monuren nh ce sere ca gapa des ote! “ ee mua desde Se Frag y Bap, vno Tn Fee ees el) Bt eter do sate ach prod dees Eauodcn ob toe EE Paes Free En or Stas TPES Spier ey, Ripuan, emeunes reat ee rer eing oo tees de de, a ss mages Seycen owls nos pean = cn eS ease de ese orgie 68 Eos rs esas tow seb vein 1 celtection de documents indi, tomo BY, cade nor ade eee Se See mT le de Maar, te, pee. NOW & Lugo ¥ caprtacisuo it de brocatel y ras0. Las deseripciones de los contemporé neos, como lat eontenidas en el diario de Pepy, correspon- ‘den muy bien # osa imagen de alegre hariura que aparece fen os cuadros de los citados artistas. Viene a la memoria el recuerdo del gran Luis XIV cuando se lee que Carlos T oteia veinUleaatso pelacies, con tal rigueza instalados, que podia ir de uno'a otro sin llevar equipaje. Jacobo T {g2et6 £ 03278 con motive de las nupeias de su hija, Bn ‘cambio, més adelante, 1a diferencia con respecto a Francia {& aceniia mucho hasta el Punto de que Carlos TI, triste ¥ bumillado, luvo que prometer en la Cémara de Tos Co- Tunes solemoemente na gastar tanto como hasta enton- ces habla gastado y limitarse a la asignavién, de la lista civil La burguesia respetsble podia en este caso respirar, ‘sin duda, ua aire freseo de mafiana, snunciader de una ueva vida, de un nuevo mundo en gle habla de zeinar cel espltitu dle decente subsistencia. Pero la dinastia de los Oranges ainatn también el brillo en su corte, y lot dos primeros tepresentantes de la casa de Hermover ao le fueron a V8 aga, [Las surnas de que disponian los monarcas ingleses no ‘eran las que Luis XIV sacaba de sus sulbdites, Sin embar~ 4, eran bastante considerables para aquel tiempo y Te presentan touch geato de lujo, Eo 1849 ascerdlan los gastos de la Casa Real a £ 100.000, cinco veces més que ‘en thempos de Enrique VII. En las dos generaciones inme- ‘estos gastos se quintuplicaron. Después de la res- \6n reciben lot monarcas una lista eivil, y a partir de este momento conocomes exactamente les ciftas de sus gastos’. Es verdad que las £ 1.200.000 fijadas a Carlos TT no se hicieron nunca efectivas por completo, ¥ de esta suerte, el pobre monarea, que tanto dinero’ necesitabe, favo que suftir epuros de dinero durante su vida, Sit 13, Sines Hist of de pudlle sevenne of the British empire, ia WEANER SompART presupuesto de gastos para el ejercicio de 1615 a 1678 se higo sobre la base de £ 462.116. Guillermo INT durante su reinsdo, desde el § de no- viembre de 1688 al 25 de marzo de 1702, gast6 un total Ge £ 8.880.506 para sus necesidades y lag de su corte. La reina Ana gasté, durante los doce aos siguientes, 7 mb lanes 604.848 libras esterlinas, esto es, un promedio anual e 985.900. (La lista eivil ascend a 700,00, en un pre- ssupuesto total ~en tiempo de paz— que importaba Imi Hen 965.605). La lista eivil en la época de los primeros Jorges escila entre § y £ 900000. Auments eon Jorge II, Vegande a 923.196, La historia intima de Ta corte de In’ Slaterra nos demuestra que también el lujo To imponian ali Ing "maitrorses”, ducfios y verdaderas soberanas. Des- de que vemos establecida en Inglaterra una corte, vernos también amantes reales, de cuya propensién al lujo tane- ‘mos abundantes testimonios Recordemes a este propésito 4 Bérbara Palmer y la Kéroualle. Esta ditima tue eorte- jada por el propio Luis XIV, cuando la dame inglesa vino a Patis; y se ha dicho —no sin fundamento— que et lazo Ge su talle sirvid para mantener unidas, durante quince afios, a Inglaterra y Francia. Igualmente debemos citar a Cataline Staley, a la baronesa de Darlington, a Ia conde- s2 de Dorchester y tantas otras amantes de los Rstuardos. Es sabido también que el principe elector Jorge Luis de Hannover, elegiéo rey de Inglaterra, se llev6 a su amante, hnaciéndola después condesa de Arlington y duguesa de Kendel. El mismo Jorge Il, llevado de sa adhesion y sfecto a la antigua casa solariega, reclutaba en Hannover Sus “maitresses”, A uma mujer de Wallmoden la hizo mas tarde condesa de Yarmouth, ‘Andlogas eran lee eircunstanciss en las cortes de los principes alemanes, entre las cuales las de Sajonsa, Hanno- ver y Wurtemberg desplegaban mayor lujo. VY, asimismo, fen los Bstados de lp parte oriental. Pero estas cortes no Lure ¥ caveratisue 0 ‘feecen gran importenci bajo el punto de vista del dene Nelvimiento econdmic, Guero destacar tan ablo os dspendios heghos en por- celina, ariculo gue enpead 8 fabriatse en Burope sbade Cemniences Gel sglo St, 7 qe cis ongen 4 are eas tis importantes indostiasdehigo poncpainente ite nimero de peidos que hiioron les prinipen, que, en ea Susan orcla, eg» Verdes ala tela sigulente lista de pedidos de hi eorte de So- sonia (25 te febrero de 788) 20 eunkiones de chimenes 2 Sane Bee ce 15, pat detour Ses, pauetany grandes, tee Romo ee 18 spt coke Ceres, te Bt ou: 0 Ble EL monaree de Prosia iso tamibidn importante padido de artieulos manutacturados del ‘ramo e porcelsea LOS CABALLEROS ¥ LOS GRANDES RICOS BI lujo se propagé paulatinamente por todas las clases sociales, que veian ent la corte su ideal de vida, 0 man. tenian alguns relacién con lot elementos cortesanss, Ahora bien, puede decirse que todas las personas de posicion, to das Tas gentes ricas se hallaban en ese eato y fueron acome. tidas por el misma afan de pompe mundahe que domina- ba en las cortes. Podemos conocer exactamente la verda era obligacién de lujo que los reyes, sabre toro Luis XIV, Iimpusieron a ls sociedad de su tiempo. Le influencia del rey francés 1u6 deeisiva, y de ella nos habla un testigo oct SCOOCOOCOHOHOSHOHOHSOHSOOCHL OOH HOOT OOOOE 10 WeaNeR sompane lar irrecusable, He aqui eémo se express: “gustaba en todo de la magnificencia, de la profusion, y la hizo su méxim por politica, inspirandola a toda su carte, Era egradarle el Ianzarse a lo magnifico en la mesa, el vestido, Ios carrua~ 46s, los edificios, el juego... Es una plaga que, una vez Introducida, se ha convertido en eéneer interior que roe 3 todos, pues la corte se ha propagado a Parls, alas pro- vineias a los e)éreitos, donde los funclonarios euentan en roporeién de su mesa y magnificencia. Es tal la loeura de Tas gentes, que va siempre en crecimiento, Las consecuen: igs oon infinitas y conducen nada menos que a la ruina _general”, Saint-Simon, Memoires, volumen VIII de la edi- ion Hachette, pag, 125-26), El monarca era considerado, sobre todo on Francia, como una divinided. Luis XIV se convirtié en arbitro del gusto de Paris. “Paris... generalmente imita 2 la corte”, escribe La Bruyére. Podriamos afirmar que Luis XIV se convitti6 en drbitro del gusto en la Europa entera, Las gentes que {enian medios para ello, cbedecian ciegamente los gustos Gel monarea y querfan que sus edificios fuesen como Ios cconsiruidos por Mansart; sus jardines como Tos arreglados por Le Nétre; sus muebles como los disefiades por Lebrun; Sus cuadros como los pintados por Rigaud ‘Sin embargo, el proceso de mundanizacién no se habria reglizada con tanta rapide, el 1ujo no habria aleanzado fn tan carto tempo proporciones tan desmnesuradss,. sel Tado de la corte no hublese existide otto rico manantial, del que brotaban en abundancia afanes de goce, anhelos de alegre pompa y brillo, de ostentacién y celeite de la Vida, y_si fos nuevos rieos”, euyo arigen conocemos ya, no hubjesen sentido verdadera sed de Iujo, en términos que pueden considerarse como uns enfermedad. Ahora vamos 8 ver cémo influyeron estos elementos en la transformacién e la vida y principalmente cémo contribuyeron al desarro- Uo de laje. Lure & CaprraLisMe at Un fenémeno que se repite invariablemente en nuestro ciclo cultural es que gentes nacides en el pueblo enrique. fdas de un modo rapido, apliean preferentemente su tr ‘iueea a fines de lujo, Las causes y fandamentos de eve fe hbimeno pueden sofisarse ain aificutad: de um lado, l condicioa del hombre natural y tesco no le permite distur tar de otvos goces que lor materiales producto de. una Sbundante provision de bienes delettoso de otto lode et farciente debeo de conguister wo posto unto'e lay sae distinguida, Todo esto deearolisen el comercinte 9 en at friado enriquesido un extraordinario afin de Tuo (a n0 Ser que Jo impulse por otras vias y lo convierta en ruin avaro). Afgn de honores, anhelo de goces materiales, he aqui los dos elementes que colaboraa's engendrar « lujo 4° los nuevos ricos Bn la historia, el camino que sigue 1a "ues ese por ata tants eiupus de dvenclltents fel lujo, a parlir de ls aparicién de los burgueses encum- brados. Noes certera Ia observaciin de Diderot, euano dice gee cog eniquecios vvinn anes modesamen- , sin ruido nl ostentaeion de riguera y que en su tempo {U6 cuando dleran en la mania to exhib cas riquezae yerra al ereer que piede citar 8 Bonnier como el prsnerd a'uno de los primeros en ostentar lujo y caudales. Porque ya en la época del Dante, encontrames tipos de esta ele Gomo aquel Giacomo de Sant Andree, que assosen al Ho abjetos de oro y pleta y prende fuego gun eaicio para aumentar el regocjo. de una, fiesta, Va entonces habia bastantes de estos tipos para formar una sociedad de de- rrochadores denominada: brigata godericcia 0 spenderic: La gente nuova e subiti guadagni Ongoglio e dirmisura han generato Fiorenzo in te, o che tw gid ten piangi. iat. 16, 13-75) COOOCOOOTSOSOOSOHOOSOETSEOOOHOOOOOOOS rey WERNER sompantT Esta cita so encuentra en todos los “historiadores™ de Florencia Ni siquiere para Francia es exacto lo que dice Dide rot, zo vivié en Francia, en al siglo xv, Jacques Coeur, prestamista enciquecido que posefa palacios en Paris, Lom, Tours y en siete localidades mas? ;No hemos de colocar entre los ricachos a Semblancay, # Thomas Bohier, que cconstruyé Chenoneeaux en el siglo xvi? ;Podemes’olvi- dar, sobre ‘odo, a la canalla enriquecida del siglo xvi ue, como el mismo Luls XIV decia, Hevaba “un lujo des- vergonzade"? De las pslabras del monarca se desprenden ‘grandes exsefianzas. Hidblanos el rey de “gentes de nego- los que, por usa parte, encubren sus malversaciones con toda suerte de artificis, y las descubren, por ot parte, fen su lujo insolente y audaa, como si temiesen dejérmelas gnorar” En Giltimo término, tambien Fouguet, el Bran pe- tardista, pertencco 2 este grupo. Baste decir que aplice @ finer suntuarios unos 30 millones de francoa, de los cuales 18 fueron destinados a la construceién de si palacio de Vaux—segin nos refiere Colbert (que tampoco desdefiabe €l geste), con indignacién, en su memoria sobre Fouquet. ‘La relacién intima existente entre los encubramientos ge plebeyos y el desenvolvimiento del Iujo, puede seguirse fexectamente exeminando les periodos en’ que surgen en Brandes masas esas gentes, quos virtus aut fortuna a fuer (ce hominum eztuli’. Bstos periodos constiluyen otras tantas eapas en la estructura del lujo mioderno, donde, al gual que en la historia de la rigueza, cabe disiinguir Ta poca italiana de los sigles 2a y xv, le alemans de tos si- los xv y xv1, la espafole-holandesa del siglo xv y 1a Francesa-inglesa del siglo xvi. Para nosotros tiene grandisima smportancia el enorme avance que los paises de Europa hacen, desde principio 2 Bota expretin ton ingeniosa eg de Condon, Britannia (1880). Luso ¥ caPrraLismo ns el siglo xunn, en la direceién del bienestar y, sobre todo, Js prosperidad material, En este perfodo, las ricachas desempetion ya un importantisimo papel. La trensforma- tin declsiva consiste en el hecho de que en este tiempo, singularmente @ partir de 1720, el lujo gana terreno en todes las clases Sociales, Esto ‘se compruetia con libros de cuentas de equella épora, que han legado hasta nos- folios. A mediades, préximamente, del siglo xvi, se ob- servo en las clases elevadas de los paises ricos una dife- Fenela con relacién al siglo xvi, que viene a ser igual a Ta que existe entre la Alemanis setual y la de la. época anterior a 1670. "Cuesta trabajo mentenerse ty con 10 que tesla”, Quejas como ésta abundan, Y no deben sdzai- tirnos, si consideramos que une parte considerable de lat grandes fortunas de squel tiempo se evaporaba en gastos fe lujo. (Sobre tos ingresos durante el siglo xwrr, hemos tratado en le parte segunda del capitulo primero) D'Bp- nay gasts, de'1751_ a 1756, 1.500.000 libras; Roussel dilo- pidé 12 millones; Dupin de Chenoncesux, de 7 a 8; Se- Yalette, 10; Bouret, 40. Bl conde de Artois, vecino del rico Faventonée, ce expresaba en estos términos: “Bien quisie- ‘ta meter en mi casa un brezo del torrente de oro que mana, fen su roca". Bl lujo se exterioriza singulermente en mue- bles, consteueeiOn de edificios, vestides. Los almacenes de Jp calle Saint Hozoré, que tenfan enorme surtice de riqii- simas telas de Francia y el extranjero, vendieron, en pocos dias, todas sus existencias, enando en 1720 la Tluvia de 070 e8y6 sobre Paris. Duhautchamp nos describe el aspecto do Jas calles, invadidas por mujeres que luten hermosas to'- Tettes, de Jos més distintos matices, con rieos bordades aplicaciones de oro y plata, Para el desarrollo de lz moderna sociedad tien®, a mi Juicio, extraordinaria importancia ef hecho de que los ricos ‘encumbrados, que no poseen més que su diners ¥ que no eonocen otto medio de distinguirse que el de splicar sa uu WERWER SOMBART fortuna a ostentaciSn de Lujo y goce, contagian su modo de pensor materialist & las antiguas 9 nobles felling, que Se lanzan en el torvelino de la vida placestere. En un ea pitulo de mi obra Bl moderno cepitaisme, donde trato de Ia formacion de Ise fortunas, stim que el empobrecimiens to de lo nobless fue una d2 las causes detertinantes del fenriqueeimiento de los prestamistas burgueses. Alli he de- fcstrado tembién que este proceso de fransformecion de Ia requeza feudal on riqueea burguesa, ae verifice en los paises de Europa a partir de las Crusadas, Debo egreger hore, pur via de complementa, que una de las eatses prin~ tipales que empebreci.a la neblesa, y que hizo que eh su Jugar se. colorazen hominee quos fortuna a fazce extulit, fub'su alin de eclipsar el defoche y lujo de los nuevos ri cos. Los sefiores feudales renegeron de sus antiguas ire diciones de distinein, y esto trajo como consecuencia su Tuina, 0.505 matrimorlios vergonzesos. con Tos reyes del Ginero, de que ya hemos hablado. El concepts medianero fen esta evoluoign, e) panto que gut més nos interesa, es If transformacign de Tas estirpes obies en sentido mate: Tiellsta, Mas esta transformecion es obra de lor “subit- ruadagn’, de los TUrcarets, aunque es robusteeida tam- Eien por la insiuencia de la corte, como hemos visto. Este procero me parece de especial saportanca, sta inclinacion fatal de los nobles a rivalizar en Iujo con mercadres y tenderos, aparece en todos los paises tn todos les teenpos, cevde el inetaste en gus, de. modo Sshbito, la riquesa burguesa adquisre gren cessrrollo. De ‘Alemania en's! siglo x e reliee: "Log schores se catacte. Hasban por sus desolantes y su brutalidad?” La ostentacién fen el vestir fu motivo principal para que contrajesen dew: das. Un moraista de equel tiempo se expresa en estos te ‘minos: “El excesivo costo de les vestles esth eatsando la ecadencia de los nobles alemanes, que quieren lievar la misma vida de estentecion que los comerciantes ricas de Lugo ¥ caPiTanismo us 4a ciudad, pero no tienen el dinero que tienen éstos. Por ‘eo Is nobleza contrae cusntiosas deudas y cae irremisible- rmunte en las garras de usureros, teniendo que vender sus Propiedades en todo, o en parte...” Ast se explica que una vviuda de Hendorf enajenase por cantidad insignitieante la alden de Goppingen, para comprar un vestido de tereiopelo azul y lucirlo en un torneo. (Este sumisién de los nobles 2 Jas concepciones materialistas de los burgueses Tega ya & ‘sus tiltimos dias en nuestra sociedad actual. Presenciamos los iitimos estuerzos de las tiltimas familias de abolenga por substraerse al rasgo materialisia de la 6poca, Y easi nos parece quijotismo el afan con que bien intencionados heral dos de la nobleza empobrecida denuncian a sus eongéne= res los peligros del Tujo). Bl perfodo de descomposicion de la nobleza se inicia fen Francia un poco mas tarde. Sully, noble de rancis estir~ [pe, que ve siempre con ojos algo pesimistas, ce lamenta de Ja destructora influencia que durante la altima generacion, comienzan a ejercer las repidas fortunes de financieros [prestemistas sobre las clases sociales dominantes, Merecen, citarse sus memorables palabras, porque exponen en for- ma clisica uno de los giros més importantes de la historia moderna. “Wada ha contribuido tanto a pervertir entre nosotros la ides de la probidad, de la sencillez y del ces- interés, 0 a ridiculizar estas virtudes; nada ha fortificado, tanto ls desgraciada propension de los hombres al hujo y @ la molicie...; nada degrada tanto la nobleza francesa co- ‘mo esas fortunas rapids y brillantes de los tratantes y de- mas hombres de negocios, por la opiniéa herto fundada, que han propagado, de que no hay en Francia cash otro ‘modo que ése de llegar a tos honores y a los primeros pues. tos, y Ge que todo entonces queda alvidedo y todo’ per mitide". En Tos siglos vir y xvun, los antiguos motos de sen tir y pensar se vienen abajo ripidamente en todos los pai COCOOOHEOHOOCO TOO OOOOOOHO OHO OOOO CCES 16 WERNER SOMBART como hemos demostrado en la seeciin tess capitulo primera, Pero el hecho importante que que Scalar aqui 2 que eve combio en las opiniones habia afadir efluentes nueves al gran torrente del lijo,cuyse fuentes hemos intentado alumbrar El noble ae vi6, pues, ineitado al Tajo acaso por el parvens 0 por la corte. Pero fl fae qulen impeimi6 cart fer al lujo en exe época, y por quien, pese a ios touineros Y prestamistas enriqueeids’ exe lujo te aibtingue del de Ia here por au selloarstocritiso ‘Durante todo ee tiempo el jo presenta en todas partes un caricter fundamental Uniferme,siendo, por sv net Teva, cortesano y aistcratico. A peso de Te allanzas con ln'sangre plebeyo, la eristocacia figue slendo aristocritica Y, con la carte, es Ta que da el tong a la vide, Unes veces més bien ia cotte, como oeurre con. Francia. en et Siglo sev teas veces eo mis bien ta “aoredae”, como en los siglo wr y xvi (lalla e Inglatersa). Pero siempre ios dos elementos son les inkes subetator del alo Estos eireules, en los cules se desaiegn tos0 el Inj, des- Ucanse —en si propia represertacion y en la de 1os de- Inds sobre el mundo burgués y comercial, tn cuando en i vase haben formato caudales wonsaersbles Pere hesta fines del siglo xan queda marcade. perfectemente, Ineluso en Inglaterra, la diferencia entre el hombre del Wesiend y ei-hombe de la City, entre el caballero y et ‘cabeca redonda’, sino en el viejo sent politica, al menos en el sentido de 1a sociedad y el tato. Asi nos Jo dicen 1os buenos observadores: "a ociosidad, Ta sensual dad la vida desorceneda y In propension a las cortumbres feancesas, son las cosas que los habltontes de fe City fe Drechan & los londinenses Gel Oeste ios cusles devuelven {a burla desenbiendo fos de la Clty come descorveres, brutos,cuyo merit nico consiste en tener dinero”. (Ar™ chenbotz, 1, 168) Luso ¥ caPiratisno a Spies, Chateaubriand nos describe su époce diciendo: “ta corte y la cludad, los lteratos, los economistas 9 los encielopedistas, los grandes seforer y Ios hidelgon, los {inancieros y los burgueses, se parecen todo, como demues- tran las memoriae que nos han deiado™ etay palobvea te flan que referirse a la erema de In soiedad. Bi "suero™ ome llamaba Goethe a la clase media, no contaba todavié pora nade. El "hurguée”, grande 0 pequcho, quedaba fue ‘a de le sociedad. Ea vida, durante esta peca, tenia ante todo aspecto y ello serial. Todo cuanto representa dir nero, ¥ tiene Valor de dinoo, ex Gespesiego, La buena al- ministracion, el equlibrio. de les ingress y Tos gostos se ‘estima come funcign propta de la burguesisy es ereomen dado a mayordomos ¥ suministredores. ¢A Que tenor ser Vidores, 81 uno mismo ha de preocuparse de le economia oméstica? La vida no es grata shay que lriutatse pene sando en prepararla. Se pide lo que se necesita y se page como se puede. Es cosa de tendetos exo de prevcuparve de Jas cuentas y creer que Saya que pagarias Y tomblen es cea de tenderos el pensac, ante fal Goel Aste en i te ‘Sf 0 no en disposieion de hacerlo, Este despre Sora de foda economia ordenada es actcalos y in produccion de’ cee fe, cacao y exicar en tos colonins europea, as como la elaboracish del cacao el selinado del azdear, en ies pa fs de Buropa, constituyen hecho importantes nel deser- Yalvimienta del captalismo. Los datos que posearnns sobre In historia de esoy arfculos y su aclimntacon en Eusopa, cenfirman en absoluto la exactitud de mucstras eoncla: Sones. a abra de Edmundo ©. de Lippman’ hos da. & onocer la historia del sndeat. De ela tomamtc, en ce fia, os datos que varaot 4 indlearseguitamente. Por pr Inera verse lia el auieat en al siglo oat” Consist ch 1 Goichistto dee users, seine Darstellung und Verwend seit de atest Zelten bs sm Beginme der RuboTivekse bribes on ao 10 WERNER SOWDART Italia en el siglo xv, Segiin Paneitolios, “no se evlebra banquete en que no se sirva aziicar en variadss formas figuras de grupes, péjaros, animales, cadrapedos, feutas vse radisimaas, con su colorido natural, y rellenas de exquisitas ‘esenclag, para encanto ele humsnidad, Ya no se consume asi naga sin aaieat, El apiear ge utilize en el vino, en el ‘agus, en las carnes, en los pescados, en los huevos. En una palabra, no se usa mencs el azlcar’ que la sal” ‘Nuevamente es Catalina de Médicis Ik medianera que Introduce el consumo del aziicar en Ie sociedad distinguida de Francia, El séquito de esta princess dig @ conceer en Paris el empleo de los licores, que mas tarde los franceses Aesarrollaren de modo considerable, Une de las marcas mis conocidas en aquella época era Ia denominada Accite de Venus, compuesta de alcohol, azicar y azafran. Bstienne, fen 8 Tratado de economia rural, aos asemura que el con” ‘sumo del azicar se hallaba muy extendido. En 1560, La Breyére Champier, médico de cimara de Francisco 1, ea- Lifiea el azticar de artieulo imprescindible; naturalmente ‘que sélo para ta sociedad distinguida, pues esta sociedad ‘no consume nada que no esté espolvoreado con azar” Otro tanto puede decirse respesto a Inglaterra en el si- {lo xvi; en todo convite distinguido figuran como indispen- Sables los dulees, las Jaleas, las mermeladas, los limones, naranjas y jengibre en dulce, elaboréndese sail capriches 'y articulos de fantasfa cone azsar, figuritas, barcos, pa: lacies, ee. Desde comienzos del siglo xvi, €1 cacao, el cafe ¥ 1 té, toman carta de naturaleza en Europa, merced a le ‘yuda del azuear, siendo los clases clevadas,singulermente Ia corte, las que primeramente hacen consumo de estos ar~ ticules. El café se sirvi6 por ver primera en Francia, con motivo de Is reeepeion por Lule XIV de Je Embajada del Sultén Mohamed IV, en 1570, y a partir de esla momento 4¢ intreduje su consume en Ios eirculos eortesancs. ) café se sitvig mas tarde en establecimientos piblices, dando luc Luso ¥ CAPrTALIaMO wt de lujo, de que iuego hablaremos. vac or ESSA a om eat tatesiocmente, La gran eludad fomeata sh injo-en mobs 42el6n del Tujo personal, que habia de sobroven al tease tensitieacién del lujo, que como ya heres visto, se aplicé Her acne aa an dhs, pero donde se acurlaron toda cass de prciocldades sca nae ects ate na WERNER sommaRT extrastdinaria, Recordad los suntuosos mobiliariog barro- cos ¥ rovocb que quedan de aquel tiempo en las tiendas de antigledades. Hecordad los euadros que reproducen inte riores del sigio xv, y pensad que todo eso junto constituia Ja instalacién de un marqués © un. gran financiero del Nentiguo regimen", No olviderdos tarpoco lea sumas ex- traordinerios que, como hemos visto, aplicaban los urea ets a fines de este siglo, ‘Ahora bien, ,quién impulsaba a los hombres a adgult zit fantas magnificencias? No hace falta pensarlo mucho, La habitacién, en donde vivia la sociedad distinguide del “entiguo regimen", es el nido que con mucho euidado y precauclén se construye la hembra, para tener sujeto al Inacho, Denriéstralo elaramente la historia del mobiliatio. ‘Mucho se habla 46) erotismo en la época de los “Min- nesangers”, Pero, dénde se desarrollaba Ta vida del amor entonees? Debio’ de ser en Ios bosques, pues los castillos no eran lugar muy adecusdo para los idilios pastoriles, O hhay que admitir gle entonees el amor era muy dieunto de Jo que es en les actuales tiempos. Lo gético y lo erdtico riman, si; pero no easan bien, Podemes afirmer, sin temor, que el Renacimiento fa8 ol creador de las nuevas condicio- nes de ls vida, Mali, en los sighos xv y xv, fué la que cred ‘1 confort y la elegencia en Ios muebles. ¥ los ered en el Renacimiento que, por toda su esencia, se acomodaba a Ja vide diaria wejar que el gotico cuya decoracién resultaba hharto parcial y sujeta. ¥ asi vemos sparecer los suaves ¥ blondos lechos, las rieas alforbras, los articules de toile ite, hasta entonces desconocidos; de todo lo cual nos ha- blan los novelistas de aguel periodo, Pondérsse con fre euencia las abandancia y delicedeza de la ropa Wanea, jObra de la mujer, © mas bien, de la cortesana! Quizés Ie primera casa, en sentido maderno, con arte y contort a la ‘ver alhajada, haya sido ‘Ia Farnesina”, Ia quinta que el ‘eo finsmeista Agostino Chigi hizo ediliesr para su aman- Lugo ¥ cAPiTActsio 1 te, la bella veneeiana Morosin. '¥ qué enone diferencia ttre el injo de evs guintay el del pelacio de Paulo 1 en fl cual ce inici la nueva arquitectura de Homa! Segin Gregorovio, para la nueva generacién eran una nesesidad Ja gracia y el jocando delete de los sontides", porgue vivia alo el dominio de Ia mujer. En la Roma, pues, del s- flo xi tlene su cona la casa moderna, También tenemos fotitas del palacio de otra cortesana, ia Impetia, que ya Conocemes.Zeparelanse en is sposents con tal protasion Y Ingo low tapiees, los cuados,lae vara, Je chucheraa, los Tipros selector, los sieos muebies, que en clerta oeasion vm noble embajador espasal escupié al roszo de un eriado por ho encontrar otro espacio libye donde hacer esta necesidad. (Gregorovio, #4200) Tos mebillarios de las grandes cortesanas de squel tiem- po sitvieron de modelo en todes partes, ejereiends du- Tante les sglos sucesives decisiva influencia, como vere- nos, En Venecia se consideraba como curlosided digna de verse le porada de Angela Zaffetta: “Angela vivia en el Palazro Loredan, insalado con pompa rela: tapes fla ‘ences, brocatele, cers doradescubrian las paredes; en tlguncsselones podlen adrsarse pias al tesco ce Ios aitistas mas famoeos, Taplces turcas alfombraban los se" los; en las mesaelucian, tapetes de terclopeto bordadoe en ‘oto; Ios namerosos salonesextabon show de amuebles con ‘eas fellas e inerustaciones artstest. En la slacenes oe Veian vasijas de plata, mayélicas de Faensa, Catfagilo, ‘ibn, a como ln eistals de Veneta mas costs Lt ropiciaria, clyo exquisito gusto era bien conocido, tenia Ena morads variedlsima y ties colecelon de caadtos, a= ‘mas, libros en precioses encuedermaciones, mstolines 9 Valiosas menudenciag atistias"™ El estilo barroce intents, tal vez, desligarse de Ta in- fiyentin femenina. Sin embargo, 1a mujer ebligs a aceptar #0 yugo incluss a este estilo dominador: Te Incorpora el e tu WERNER sowsant Pejo, euya primers aparicién como adomo de gabinete ins pita al poeta Regnier-Desinarets la estroa siguiente: Dans tews cabinets enchantés Pétoffe ne trouve plus plac tous les murs, des quatre cétés fen sont de gloces inerustés chagwe cote nest quine giace. Pour votr partout leur bonne gréce pertout eles vewlent voir le perspective dun miroir La jer inventa otroe medios para hacer confortable 1a casa y retenos al hombre dentre de ella, perfume les he: bteciones, ls adorna con flores Suele representarse el pe> lacio de madame de Remboullet, eo noterie injustice, eos ‘0 wha merece fra y desnuda! La cetera de Seuesy, ie freeveniabe Ie cas, nos hace ln deseripedn sputente “TNedo es magnifico en su caso yan vingulat, oa lame paras son diferentes de las de otras parte ls gabnetes es tin llenos de mil curiosidades... Bt ampiente sta semore perfumedo. Cestos magniicos ilenos Ce flores, hacen’en Su cuario une primavera perpetua™ EL leho sem ol mucble de més valor en Is ine talacin do la ease A rhadame de Montepon Te regea Mf de Maine un leno que cesta 4.000 hv y Wotton ares también muy magniices™. Lp perfecién a que lewd el aye se la casa esto poe, demure el bons en los instal éloaes de las “mattresses” regis. En Versalles culminate Aesenvelvimiento durante el barroco, bien equ Taye: fon otras causas, ademas del amor e is mujer; pare crest 4p ids hermoso que ha solido de Jas manos del hombre. Pero los caprichos del amor se masuliestan en Ios ptacios Partiulares de la queridas del rey, en ls clales Garonte El barroeo, forece el lujo de mobillrio Como modelo ee Lus0 ¥ CAPITALISMO 138 demos citar el palacio de la duquess de Portsmouth, una 4de las iltimas amantes de Carlos Ul, resideneia de la que un testigo presencial nos dice: “Lo que provoca mi admiracién, es la hermosura y riqueza de esta morada, muchas veces Geshecha y reformada por los caprichos y espilfarras de festa dams, mientras Su Majestad la Reina invierte para sa feasa cantidases que no exceden de as de muchas damas e le nobler... En ese residencia pude apreciar tapices de Francia, cuycs dibujos, delieadeza en el trabajo y fuer~ on ia reproduceién, superan & cuanto hasta ahora se ¢0- rnoce en el género...” Admiré, asimismo, un gabinete con Jacas japonesas, incontables biombos, relgjes, jarrones de lata, mesitas, etagéres, adornos y accesorios de chimenea, raseros... todo de pleta maciza, Habla, finalmente, alga: nos magnifieos rotratoe de Su Majestad. . Bien sabido 3 que el 200006, estilo absolutamente esd- tice, se agota especialmente en le ereacién del lujo de muebles y decoradas, La ultime palabra de este estilo fu Luciennes, nido que Luis XV preparé a la Du Barry, y que hizo exclamar a fos Goneourt: “Luciennes! Dijerase el pa- lacio de una de esas gcberanias eémicas, come las que ve ‘mos en los libros del siglo xvnt, en esas “turguerias” don- de sometido a las caprichos de una odalises favorita reing Ja antojadize voluntad de un sultén fantoche”. ‘Toda persona de posicién, a quien sus medios lo permi- ‘fan, proporcionsba & si: amante un Luciennes en pequefo. ‘Tal era el palacete de “Bagatelle”, en el Bois de Boulog- ne, que a principios del sigio xvi recfbié la zatiscala de Esirges como regalo de su mariscal y grande de Espafa, y ‘que pasé a manos de madame de Monconsell para alber- ar sus amores con el rey de Polonia Estanislao. Las nu ‘mercsas morades de las “maitresses" de este periodo eran Hamadas Tas “petites maison”, donde el mismo arte habia * Evelyn, Memorials, 1862 COCEOOEOOOCEEESOOCOOCO OHO LOOSOOOOCCOED 16 WERNER SOMBART evado la instalacién al mayor grado de refinamiento, La enorme exaltacién que este lujo aleanz5 en el siglo xv, fué sentida por los conterporaneos como algo extreord nario. Mereisr nos diee que “el mobiliario de las cases ex de une snagnificencia exegerada y fuera de razén”. ¥ tere rina su deseripeién del 1ujo en le edificaciones: “la mag- nificencia de la nacién se halla por entero en el interior de Jas casas”. Otro contemporaneo eolneide eon Mercier: “Los muebles constituyen el principal objeto de lujo y el que ‘easiona mayores gastos. Cada seis alios se hace una nue- vva inslalacién, en la que s¢ implentan Ins Ultimas noveda- des de la elegancia". En Inglaterra esta manifestacién sun- tuaria se desarrollé con mayor fuerza an que en Franels, aunque acaso sin el sella femenino de lat “petites ra sons” parisienses. He aqui el cuadro que traza de las mo- radas rieas en Inglaterza un buen observador: “La megni ficencia, con que los ingleses distinguides instalan sus vi viendas, deja muy atris todo lo que en este aspecto se ve fen Europa; escaleras con topices de variades’ tones; ba laustradas de cavba con molduras de las mas caprichosas formas; sobre les balaustradas grandes lémparas de cristal ‘con fallaje metilico en los rellanos de la escalera bus- tos, cuadros y medallones; aposentos estucados y dorado, ‘con adornos de cuadros valiosisimos y eatatuillas; chime: reas de marmoles raros y con aplicaciones de figurita, ja rrones, ete. En las puertas hay cerradurss de acero y oto, ‘muy artisticamente trabajedas; alfombrae tan ricas que lle- gan a veler cientos de libras esterlinas, colgaduras fabri- ccadas con las mis costosas telas orientales; magnificos r= Jojes de todas clases, con todos los refinamientos de la mecinica". (J, W. de Archenholtz, Inglaterra e Italia, 1 3787, 170), Este escritor formule juicios andlogor sobre el lujo Ge las quintas y casas de campo que poselan los ricos Lugo ¥ capitacismo 187 la exactitud de sus juicios esta demestrada por numerosos datos. Leyendo la literatura del siglo xvu1, en lo que se retiere 4 Je vida de lujo que Ilevaban las ricos: pasando la vista por cuadros y léminas de palacios e interiores de quella, pecs, contemplando los monumentales edificies anteriores 1600, en la antigua Viena, en el antiguo Londres, en el aanliguo Paris, tenemos una intutcion de la grandeza del lujo. Pero nos gustarie poder obtener cifras exactas de ese desenvolvimiento, y ello es harto dificil Tenemos « J vista una coleccién de laminas que reprasentan femosas, quintas de la nobility y dela gentry en Inglaterra: esta coleccién fu hecha en 1779, y he sido reunida en dos grue- Sos voltimenes. Contienc liminas y descripciones de 64 elacios. Esta magnificencia produce una gran iinpresién, ¥ las eifras permiten formar cierto juicio de la suntuosidad ¥ ljo en esas 84 mansiones seforiales. Citaremos como modelo el palacio del conde de Oxford (Houghton, en Norfolk), La construceién fué Inielada en 1722 por’ Sit Roberto Walpole, y terminada en 1735. Con los anexos mide el palacio 500 pies. El cuerpo central tiene 163 pies de ongitud. Los aposentos principales som: el salon) de. 40 pies de largo, 40-de altura, 30 de anchura, con tapiceria de terciopelo motesdo de rosas; el techo eta pintado por Kent; la chimenea y las mesas son de mirmol negro y amarillo; el vestibulo es una pieza de 40 pies en cubs, frisos son de Altari; Ia drowing rcom mide de 30 2 32 pies con una galerfa en pledra a tree lados; los ornamentes ¥ con colgaduras de Caffoy amarillo y molduras de Gibbon, ete, etc: Hay que agregar una galetia de 71 pies de largo, 21 de ancho y 21 de alto, con tapices de damasco noruego, ‘Mercier suroinistra datos sobre el desarrollo de la cons: fruccion en Paris durante el siglo xvin. Segin sos Te flere, se habien edificado 600 palacios en e) aitimo dece- rio. “Bl interior de estos palacios parace obra de les hadas, ne WERNER SOMBART pues ia imaginacién no puede superet tanto Iujo”, Las Clases soclales que en aquel tiempo realizaron en Paris los rds pingbes negocios, fueron —dice— los banqueros, los snotatiog ‘y los contratistay de obras. Los barnos nuevos componianse exclusivamente de palacios magniticos. Estas indieaciones nos sitven de base suficiente, «i a ellas afadimgs la opulencia con que, como hemes visto, eran construidas y adornadas las ease particulares. 3, BUiujo en la ciudad, — La gran cludad, por Ias razones gue ye hemos expuesto, fomentd a inelinacion al Iujo, gue confirman Montesquieu en Francia y Mandeville en Inglaterra insuperables obsetvadores de su épeca La ciu= ‘dag contribuye a aumentar las necesidades del lujo. Asi, Pierre de Cadet, noble campesing francés, en el Diario de ‘su casa, nos demuestra la decisiva influencia que la gran ciudad, con sus crecientes pretensiones de Tujo, comenzé a ‘ejercer en las costumbres de log provineianos, habituéndo= les a hacer gastos suntuarios y elevando e standard de su "Mi abuelo —dico-~ quiso ira Pavis, y en un afo gas- 16 14.000 libras, lo que fae cauea de que su padre dijera que vn par de lentes que le trajo le habian costado 14.000" 1i- Zras. Ya habia un eoche en Ja cosa y cuatro oaballos blan- cos. Mi abuelo volvié.de Paris con una gran aficién por los taballos de sili... Habia trafdo de Paris un ayuda dv ef ‘mara, de quien su padre decia, en broma, que no se atrevia a pedirle de beber, vigndole mejor vestido que Mas para el desenvolvimiento del lujo, e6 importante J cludad, sobre todo porque eres nuevas posibllidades de vida alegre y exuberante, y por tanto, nuevas formas de Inyo. Las festas no quedan clrcunseritas @ los palacios de 1a prineipes, sino que se extienden a otras clasts soclales, ‘que busean tccales de placer. A fines del siglo. xvi, ef principe de Ménaco, en cuya ease fallecié el duque de Yor, se traslad6 a Inglaterra, invitedo por el monarca; y ‘como llegar por ls noche, vié tal profusién de luces en bus ¥ caPiTacisHo ae calles eseaparates (las tiendes no se corraban hasta las diez), que siting que aquellailumisncton nea Ur fos, tele orgunieado en su honor Het andedots ells uy go Closamente la Wansformacton esencal que por equells ps ea se inil: ef jo privado viene & quedet rusttaide for uj eoletivo, Comienta al process de amunisaion'ee Ia vid, tan cacactristica dal perio siguiente ens eos nomia politica, Aqui noe limitamos a tomar de ello noti- Gisy a comprobar que esta importante influence de pras cluded —por eso se ita gu se mucve por di greats en Jn eefera del Ino y que la innovacion afte selenenae’s ses dacs ms devas elo scidad Ara bien lama jer toma parte principal en el orgen del ujo de le gran Biudad. Loe elementes més importante sen’ "© 1, Los teatrs, sobre todo de Gpers, que comendaron a corstrirse en italia con gran magnifisence, y decree Siguieron construyéndose en las grandes cludades ae Bie opm. con igual suntucniéad. En lov anales del teatsg hose ocala construcelin el Paste Ge San Casies te Nese les en 1791, Desde 167) existen en Peis: ls Opera Yoejo el hombre de Académie Royate de Musique), gueva ports de Ia muerte de Mole, ea sus represenlaciones em el Palais Hayat, la Comédie Francaise, que inaugure va rae {3 naa en ln rue Saint Gertain des Pras el Li de sb oe 1638°y Ia Comsiie Halon, que sé 2 Fepresntacenes en el hotel de Bourgogne, con alguna interrugelbo, deooe 1697 & 1716. we * tba de Los veatros empiezan siendo teatros de Corte, no per- sitindose la entrada sno a os cortesnos ya los invader Pero poco a poco pierden nu caricier coctesana 9 ae fa precio “de ‘enireda para el publlco ‘en. genet pore tos teatros de primera categeniasguen sondos durante at. cho Herapo, centro de Fein de in coeiefad dlsnguaa, ue aprovecha eata nueva ocastin para dedicarse al frtes Y¥ hecer estentacion de liso. Capon dice, de Faris que ia PC CCOHCOOHSCECREOHSOCOCOO ESO HOO LOOCEOOS 0 WERWER SomBART Real Academia de msn y bale no esol cosa que “una Cees publica pee los eaballets 2s munerals ysaonto de baile (Como diiames hoy), que togin parece te extablecen or primers ver eb Lokdies in emt gsiopereten a sdaracion dele tn Sinenses 7 de los extrenjerss 9 causa de au legsncla, Detoe nor hsce une dessripegn del mas grande y principal Ge etn ein oh Fontes Ne debe ava Pan fen, que en gusto, magnsticencia y novedad de diseio'y devecado debe sex proclmado superior todo elie é& especie en Europe. Su estacla principal es realmente ‘ogalfica, Se ball iuminads por ina eipula central de considerable magnitud. Lat estanels laterals se allan tambien bellamente exornadas con cuantainvencion puede sugeir el Iujo modem” En el Pantetn se Gabe epula inhi cade dovuavanes om cont, he tena con {leocrseponsiente ail, al que poaia etic “anode Defoo, to cuya Gpora ‘era de seguro nueva esta insilactOn— foee Er gue se’ propsrcionara Ip nevesara tarjeta de entrada, ‘amas o'loe teste y conciorto, tenemos. 2, Los resonrantsdistingvdos, que durante ol siglo xan constityer una expecialigad en Londres envidisda por Ios fansienses De los restsurantes de Londres trata Arche Fle el siguonte delietoo cuadro: “All eenan los que lo deacon, en eunrtoe parliculara, en compat de muchos © de pcos, cn sin mujeres, que leva quien quiere; pero to be proporcionan, por lo genera, hespedajes noctutnos, pes &stor son tiniarmentegbitsales on os “aahoe" Fstor Eygnos” eran una delat curiosidades en Londtes, Sa ve dadero destino erat "proporlonar placer a individuoy de fmibor sexos, Estas can eee magnificamente amuebli- es ao principe. Todo Lo que pueda halagar 8 os tem: {ides esta dispuesto ose proporlone en seguda’al gue fo pile” los placer conservan ios ingleses su grevedee Luse ¥ caritacisuo Mi ¥ todo acontece en estos casos con la s Imaginarse". En los restaurantes y en los aaloncitos particulares, se hhacia un gasto tan exiraordinario “que justifica el dicho. el eélebre Beaumarchais quien, 2 pesar de concer a fone do la vida de Paris, se adombraba de les placeres Toni. nenses y afirmaba que en una sola noche de invierno en los “bafios” y restaurantes de Londres se gastaba mas de Jo necesario para mantener a las siete provincias en seis meses”. (Archenholt2) No faltaban, empero, en Paris durante el siglo xm los restaurantes elegantes, Los de mis tono eran los del Palais, Royal, como Beauvilliers, Huré 0 le Toverne anglaise. Su instaacion en el Palais Roya, centro dela “socedad Vive iota”, revela su caricter. 4. Los hoteles son hasta fines del siglo xvixr hoteles de Iujo. Por eso su nimero es limitada, En Londres tenia fama el Hotel Savoy, situado en el sitio que actualmente ‘cups el hotel del mismo nombre. Lo que era entonces un hotel semejante en of mundo aristocratico, revélalo hoy el Hotel des Reservoirs, de Versalles. BI primer hotel de lujo que bubo en Europa, fue el ‘Meson del Oso", en Roma, (Locande dell orso) de la 6poea de Sixto IV. Pero habia otros lugares en loz que la gran ciudad ere- siente desarrollaba un luje piblico ya todos accesible: los ugares en donde el mundo elegante (ease: las damas 7 sobre todo las “emimondaines"), compraba los objetos de Jujo. Debemes, pues, mencionar tambien 3. Las tiendas, que desde mediados del siglo uvux co mienzan a ser instaladas y adomadas con gran culdato y Exguisito esmero, hecho que preoevpa al hontado Daniel Defoe, quien en su libro £1 perfecto comercignte, consagea Un capitulo a esas “tiendas elegantes” que la posteridad Tazonable no creer posibles, por cuya taxén y para de- mostrar hasta dénde Tlegan las locuras de aguel tiempo, edad que puede COCOCEHOOSHOOEHSESHOHOSCOODOCOCCOEOS 12 WERNER soMBART deseribe una pasteleria_y su instalacién, que ha costado: 300 Libros, “en el afio del Sefior, 1710 — recordémoslo”. ‘La instalscién consta, pues, de las pertes siguientes: En les ventanas, lunas de 12 a 16 pulgadas. Todos los ppasllos estén adornados con szulejos; en la habitacién del fondo, un penneau con poisajes y figuras pintadas, dos {grandes espejos con pilastras y un espejo de chimenes. En Is habitecion tresera, un gran espejo de pilastras de 7 pies de altura, dos grandes candelabres, uno en ls tienda y el otro en la habltacién tasera. Tres grandes reverberos de eristel y ocho més pequefios en Ia tlenda, Veintieinco can~ Gelabros de pared, con des grandes candelabros de plata, fen la habitacion trasera, su valor es de 25 libras. Sels grandes centros de mese, tres de ellos de plats, para poner Dasielillos, ete, en los dias de fiesta La pintura de las paredes, el dorado de los reverberos y las moldures y ta- Hiss de las ‘ventanas, valen 25 libras. Todas estas cosas, con otros detalles décoratives, componen el total de 300 libras, de que ys he hablado. En este sums no figura el valor de los platos pequefios ni el de las tazes y porcela ras de China, Si tenemos en eventa 12 composieién de 1a sociedad londinense, en aquel periodo, comprenderemos fécilmente uiénes constituian 1a clientela de estos establecimientos. Eran Tas misinas personas que lenaben los teatros. "Si se pudiese instituir en Londres una comision de eastidad come Ja que hubo antafo en Viena, Londres quedaria despoble do, Infinidad de industries de Is slimentacién, que susten- tan a muchisimas familias, quedarian arruinadas y Lon- res estaria convertida en un desierto, El que quiera mas pruebas, pregunte 2 loa comerciantes de la City quiénos son sus mejores clientes. La genancia de una noche ll vanla estas gentes, a la mafiana siguiente, a casa del tende- ro, Estas infelices estan en la miseria por derrocharlo todo 1.us0 ¥ CAPITALIEO Ms fen adores, Sin elles los teatros estarian vacios, (Archen- hatte). ‘A alguna parte habian de ir a parar los cincuenta mi- ones de francos que, segiin Mercier, pasen anualmente por Jas manos de lag sacerdotisas de Venus. En conjunto, paréceme que aciertan esencialmente tas palabras de Godard d’Arcourt, el famoso arzendador gene ral, en la dedicatoria de sus ‘Memorias tureas a madame Duthé, la gran cortesana-aetriz, Cerraremos con ellas este capitulo: “Si, sefioras miss, vosotras sols el verdadero Tujo, el Iujo esencial en un gran Estado, el envidiable cebo que Je atrae los extranjeros y sus guineas. Veinte modestas ciudadanss valen menos pare el tesoro real que una sola ‘de entee vocotras” carirote v EL LUJO, ELEMENTO GENERADOR DEL CAPITALISMO PSCOHHSSSSEHESHSOOHSHCSSESEHHHHOSSEEOS PLANTEAMIENTO ACERTADO Y PLANTEAMIENTO ERRONEO DEL PROBLEMA Ahora bien: :qué importancia ha ejercido el Iujo en et Aesenvolvimiento del eapitalisimo {Ha fomenlado —y c& ‘mo— el lujo el capitalismo? Este problema ha ocupedo vivamente a los economistas de los sigios xvit y xvmm, tanto fesricos como practices. Era, en cierto sentido, el proble- ma copital en toro al cual se agrupaban todas ias' demas cuestiones de economia politica; era algo asi como en la actualidad el problema de si el Estado et agrario 0 indus. lulal. En aquella época no se hablaba alin del capitalism; esigndbase lo que se querria decir, con los nombres de Industria, o manufaeturas, © riqueza, o con otros términos anélogos. Pero sobre el tema mismo no habla discrepan- cis} reconociase undnimemente que el lujo desarrellaba Jas formas econbmicas, que empezaban a surgir entonces ¥ que eran precisamente las formas capitalisias; por eso todos los partidarios del “progreso” eeonémico eran at- lentes defensores del lujo, A lo sumo temian que un gren consumo de [ujo menoscabase le formacién de capitales SPOCOHOSHSSEHSOHHSHOSHOHHSHOIVUSOHHOHLES ae WERNER SOMBART Pero ae cosslaban, como Adam Smith cn 1 conven Es que hubnie spuramente sempre bates personas thetutves por tapuro ie escoua reprodusede 9 neu Inalecon dl capil Jos Goserot ericnaron su politica en un sentido fie wortbe'a tule unl vanor due durante al ele a0 Ecspereten ls precepton proses del je en's pa Sede rapido decals capitis. En et afo edits SF glans dapotton sobre “indumcotone fh aga prohblclonesse"conenioniamblin:preseptd encovslenfas a orosgoios Ge luo yeteeion oni co ‘Silay een Franela, Sable 1630.0 at ah to sabre nj do la fats, En 180 y 162 —por razones A pollen mnstatiaes prohibive Ja. eamedda plcar lit de motels precoabe pare fines suntution En 158 eeontraman una lopeoéh que prohibe les sombretos de taslon ayo vals exceda de 80 ioas, yn 1108 se dela fm Franca itt dapesicin sob iodumeniana A forlt de exte ments, ean convencdoy ly cape @ Fecloras gibenamonttgs de que cs sneceatrio™ el dope So santaino (enters de Mr ndtrn captain) as figuras salts ue fe terete detenden et) hasta fhe mis tayde ving In renealon de on paride de 3 Roustenu Lo qe’ toy eter pesatnesenimesen eh Iijo es sobre td nu capocded te ais on mercodes Mantecgieu he's ue prope “Ee acento ge he. yu lupo (ulre Sea enue manargula) Son ese no Testn mth, ton pobtes mearen de hamore’ yor sre En elvogureo eons dal tigensne ‘hosts Cofer spore Ia deivdad comraal de le Noble, eoconroned muy finan sheervsioney sees de In sigaticacon Gl aio © ePpuimiiv demnvolvinient del caplaig! "BL ajo fullipa ge ta eaturalen Se tacgo que eaieta y pucde Frome $consume enans ules! en eamle Ybtene Meus fanctocurs Gr abeoebe dl patrinone de un de Luso ¥ CAPITALISM ue sipador, en cambio aliments # nuestros obreros. Si dismi- nuye las facultades del menor nimero, en cambio mul Uplice les subsistencias publicas. Proseribanse nuestras telas de Lyén, nuestros dorados, tapices, espejos, joyas, coches, muebles, las delicias de la mesa, y al punto, mi Tlones de vooes se alzarén ppidiendo pan". ‘De los numerosos Libros franceses sobre “e) lujo”, des- tace, entre los partidarics del 2ujo, el que lleva por titulo, Theorie du Lute, ou Traité dens lequel on entreprend dé tadlir que Te Tuxe est wa ressort non seulement wile, mais meme indispensablement nécessatre « la prospérité des Etats (2 tomos, (771). La dbra lleva como lema las pe bras de Voltavte en su Mondoin® Le superflu, ehate trés necessaive. Su autor e5 el inteligente judio Pinto. “También estaba difundida en Inglaterra esta idea de que ct lujo, aunque es un “mal”, un vielo, reports beneficiog a Ta colectividad, fomentando lee industries: “La prodigal ad es un vieio que perjudica al hombre, pero no al comer- ‘cio”. El propio D. Hume, no obstante el marcado.matiz, ‘ice de su criterio, lega al resultado de que “el 1ujo ‘bueno" esté bien, y el lujo "malo” es un vielo, pero siempre preferible al de la pereza, que vendria probablemente a substituir el lujo si éste desspareciera, Bernard Mandeville, fen su fabula de Las abejus, dié mis tarde a esta eoncepcién Ta forma de un sistema de filosofia social May instructivos son los eapitulos que Defoe dedica al estuttio de este problema en su libro Complete English Tra- desman. El bueno y honredo no-conformista, hace unos ‘equilitrios verdaderamente graciosos. Propiamente abomic xa del lujo y edmire a aquellos cudqueres que comercian, con vanidades suntuarias, alejéndolas, sin emberge, de ‘llss. Mas, por otra patte, ¢s un panegirista del comerelo y, como ts], no puede decidirse a condenar las manifestacio- res del Iujo, las cuales —esto lo comprende muy bien y es To esencial-~ producen une riqueza cada dia mayor. Defoe OC CCOCHHHOSSIESSCHHOHOHOOSEOODOODECOEOE®S 130 WERNER SOMBART hnos expone una serie de consideracionee ecerca de la zele- ign que existe entre el Iujo y el eapitalismo, Sobre ellas volveremos en otto luger. “Tambien ha merecido gran atencién la cuestiéa de lujo 4 os tratadistes alemanes, que han Feconocido la impor ‘toncia del Tujo para el devenvelviriente del eapitalismo. Asi, dice Schroeder: “Yo preferinla que el luja fuese toda- ‘via mayor en el pais, pues la suntuosidad del reo hace vivir ‘a muchos obreros y pobres" Seria natural pensar que cuando en Ios tiempos actules se comenz6 a estudiar el origen del capitahsmo mederno, se aprovecharan Ios investigadoves de todas estas observa” clones de esctitores prudentes ¥ sabios. Sin embargo, no ha sido asi, Mucho se ha hablado del Iujo, muchas teorias se hhan expuesta acerea de la importancia del mercado en la industria capitalista; pero nada se ha dicho sobre las rela~ clones entze el lujo y el mercado, Indudablemente porque tento en el problema del lujo como en el del mercado, se hha seguido una via muerta, E] problema del lujo ha sido cestudiado con el patetismo ético del buen burgués sobrie, y hha sido expuesto y reguello por medio de razonamientos morsles. Las mismos trabajos de Roscher, quiza lo mejor ue se ha escrito en nuestro tiempo acerca del lujo, van a parar, en dltimo teeming, al sentimiento moral, a detertni nar 16 que sea el bien lujo y el mal Iujo, Y obras come la Historia del lujo, ée Bavadrillat, sin simples colecciones de datos, Respecto al protlema del mercado y su influencia sobre Ja génesis del eapital, se ha afirmado, deste Marx, le dee {raciada idea de que’el capitalismo ha sido favorecido por In ampliacién geogrifica de los mereadas, y, sobre todo, por la spertura de las colonias en el siglo xv1. Beta ideo fue ‘xpresada en la concepeién teolégiea de la escuela historica, ala que pertenecieron casi todos os historiadores de la eco. noma, del modo siguiente: ladilatacién geogrifiea del mer- Luso ¥ caPrratismo iit ado, el “mercado remoto”, la exportacién, ha hecho “se- cesaria” la organizacién capitalista. Esta opinion ha sido relorzada considerablemente en la iltima generacién por Ia teoria de Bucher, investigador notable y pensador real- mente productivo. Segin éste, el taller produce para clien- tes que encargan la obra, mientras que el eapitalismo pro- duce para un eireulo desconocido de consumidores; el taller practica la venta en la localidad, mientras que el capltalismo tHene un mereado interlocal Esta direceién, que han tomado hoy los pensamientos de easi todoa leg historiadores de Ia cconom{a, me parece fatal. Pues como ya he dicho, en ella la investigacién carnina por tna via muerta, No se ha puesto el dedo en ‘as verdaderas eausas que provocan el transite al perfodo del eapitalismo econémico. La produccién para una clien- tela fija v el mercado Interlocal no son, ni mucho menos, las earacteristicas de la contraposicign entre el artesanado ¥ el capitalism, st examinamos las condiciones da sus s2- Indes comerciales. Hay capltalismo en producciones estric= tamente sujetas a clientela de encargo, como, por ejemplo, Ia sasireria; y ha habido durante siglos innumerables ofieios ‘lorecientes, sin Ia menor nota de capitalise y cuyo mer- cdo era teda la tierra habitada, Las consideraciones que siguen se proponen encarrilar e nuevo el tema, Toman el hilo en donde lo dejeron les pensadores del siglo xvrm, Consideran que es el ajo el que ha contribuido principalmente al desarrolio del ‘apitalis- mo, hasta fines del periodo capiteliste primitivo. En esta tarea van dirigidas por los pensamientos siguientes: Bl lujo ha cooperado de muy distintas maneras a la génesis del capltalismo modemno, Ha desempeniado un papel esencial fn el transito de Ta riqueze feudsl a la riqueza burgues (Geudas). Pero aqui hemos de referimos, sobre todo, a su fuerza ereadore de mercados. Esta fuerza puede conside- rarse del modo siguente: Es sabide gue toda empress co-

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