en todo encuentro inspiracin en busca siempre de la meta, inmvil en la contemplacin. No se puede esperar de la espera ningn tipo de compensacin, tan slo contemplar la ceguera para su absoluta comprensin, apaciguar el fuego que nos quema por su actual incomprensin, obtener de l la fuerza para que no decaiga la pasin, pues en los instintos ms bajos no existe interpretacin. Por eso se hace necesaria la senda de la iluminacin, no se trata de un plegaria ni nada de ciencia ficcin, acceder con conocimiento a la absoluta comprensin, el pleno entendimiento de toda situacin, presente el momento no existe ocasin, nada en el aliento de toda respiracin. El alma expuesta al viento muestra su corazn y ste sin remordimiento permite pasar a la accin.