Chile: Lecciones aprendidas en la
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CAPITULO 26
implementacién de un modelo comunitario
de atencién en salud mental
Alberto Minoletti*
Patricia Narudex*
Rafi! Sepiiueda"™
Angélica Caprile™*
Introduccién
hile es un pais con una larga historia de desarrollo de la salud
pblica y de programas comunitarios de salud mental. A fines de
la década de los afios sesenta comenz6 a conformarse un modelo,
de atencién en salud mental més equitativo, Este buscé termi-
‘ar con la discriminacién, exclusion y estigmatizacin de las personas con
‘enfermedad mental, consecuencis del patron institucional entonces predo-
En la década de los afios noventa, con la recuperacién de la democracia, se
incorporaron alos programas de atencién un conjunto de acciones destinadas
a garantizar Jos derechos humanos de las personas afectadas por trastornos
‘mentales. Fue en esa época cuando el pais dio los primeros pasos para adoptar
en el émbito de Ia salud mental un nuevo modelo de atencién acorde con las
recomendaciones de los organismos internacionales de salud y con los progre-
4808 obtenidos en otros paises en esta materia. La Declaracién de Caracas de
1990 y el apoyo téenico de la OPS/OMS contribuyeron signifcativamente a
Jos avances realizados en este proceso.
En 1993 se promulgé el primer Plan Nacional de Salud Mental (2) en el que
se propusieron nuevas estrategia, dirgidas a failitar un mayor acceso de la
poblacidn a los servicios de salud mental provistos por el Sistema Piblico de
~ Runsonata de
Deparamento
Ge Sad Metal
‘Ministerio de Sai.
Santiago, Chile
Coro Asistencia
Batos Luc. Santiago,‘340 7 Salud mental an la comunidad
Salud. No fue sino hasta el ao 2000 (2), con la reformulacién del Plan Nacional de Salud Mental
_y Priquiatria, elaborado con amplia participacién de profesionales y de la sociedad civil, cuando se
‘explicit la necesidad de implementar un sistema de atencién ambulatorio basado en la comunidad.
Este Plan se constituyé en el documento orientador para ditectivos, equipos de salud y agrupaciones
de usuarios y familiaces, en el desarrollo del nuevo modelo.
En términos generales, este plan reconoce que la atencién integral comprende intervenciones de
caricter intersectorial para promover la salud mental, En esas intervenciones, la comunidad parti-
cipa en Ia creacién de entornos que favorezcan el bienestar y la calidad de vida de sus eiudadanos,
¥ disminuyan Ios fatores de riesgo psicosocial. Igualmente, apoya.y participa en la programacién
y-ejecucién de intervenciones de caricter preventivo (primer, secundario y teciario) dirigidas sl
diagnéstico oportuno, tatamiento temprano y rehabiltacion de la persona con enfermedad mental
La hospitalizacién psiquidtrica se coneibe en el Plan como una altemativa excepcional de atencién
cde un episodio agudo que se presente en cualquier estadio de la evolucién de la enfermedad de al-
‘gunas personas. La intevvencién deberi ser lo més breve posible, buscando el pronto rerorno de la
persona a su familia y comunidad una vez superada la causa de hospitalizacin,
Del hospital psiquidtrico a la red de servicios ambulatorios y comunitarios
La cobertura de atencin de las personas con trastomos mentales severos estaba coneentrada en Chi-
{e, hasta 1990, en cuatro hospitales psiquidtricos ubicados en Ia capital y zona centea! del pais, con
una capacidad total de 3.160 camas. Adem, se prestaba atencién en nueve serviios de psiquiatria,
‘en hospitales generales, dstribuidos a lo largo del terrtorio, con um total de 239 camas. Ambos ti-
pos de camas presentaban habitualmente altos indices de ocupaciOn por hospitalizaciones de larga
estadia (82%),
Laatencién ambulatora estaba centrada en 18 policinicos con especialidad en psiquiatria (en hos-
pitales generales), cuya insufciente capacidad limitabs el acceso oportuno ala atencién, con listas de
‘espera de seis o mis meses, seguimiento ineficaz-einsuficiente continuidad dela atencién. Todo esto
generaba una demanda excesiva de hospitalizacin (3),
Surgio ast la urgente necesidad de emprender cambios profundos ante ese problema. La esteategia
adoptada fue el despliegue de una red de servicios basada en la satisfaccién de las necesidades de los
usuarios, que facilta su paso por ella de manera fuida, expedita y ficiente
El desafio era ampliar la cobertura ambulatoria y mejorar el acceso, oportunidad y calidad de las
prestaciones en los niveles primario, secundasio y tercasio de los servicios asstenciales.
La declaraci6n de principios establecidos en el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatria hizo
necesario que este gran desafio estwiese acompafiado de un financiamiento sustentable, Este se ase-
guraba, por un lado, con i redistribucién de los recursos ya existentes,y por otto, con la asignacién