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Ponelano del Pino 2 Bal, Micke; Crewe, Jo Reval in the Pres Informe de le Com 3. APAGON EN EL INGENIO, ESCRACHE EN EL MUSEO. TENSIONES Y DISPUTAS ENTRE MEMORIAS LOCALES Y MEMORIAS OFICIALES EN TORNO A UN EPISODIO DE REPRESION DE 1976 Ludmila da Silva Catela* En julio de 2000, un grupo de jévenes de Buenos Aires en un ci- clo mis del ritual de los esaches? decide marcar con sus palabras, * Bl eabajo de campo y la elaboracién de este texto fueron posibles Beca Posdoctoral de Reinsercién del DES 2001) y del ila Karnik icho mis dffiles. Agradezco también a todos los fa- dos y ex presos, que generosamente me han permitide conocer mis sobre la represin en Jujuy: La colaboracién de Mariana sido fundamental, como asistente de investigacién e los compaferos del Niicleo Memoria del ives y del espacios de discusién y creatividad, donde este trabajo compiladores de este libro, Bizabeth Jelin y Poncia én los didlogos que mantuvimes, » Se denomina escrache al acto de viven represores y torturadores te en el barrio y frente a 10s se ejecutan: marcha, sy canciones, ete. Estos torturadores y represotes se en cn liberta por haber quedado exentos de juicio y condena, por las diversas leyes y decre- lel Pino, por la invita- poner en evidencia y marcar los lagares 4 Lume da Siva Caleta 6 3 de Bellas Artes de Buenos Aires. acciones y pinturas cl Museo de ; » Aires. Este escrache, como muchos ottos progremados y evades adelan- te por la organiza gular al mismo tiempo. La idea era is para no olvidar un dade mepresin en ol intetios,maear Wo espacio publico de «prestigio» para repudiar la trayectos ree Ur nombre 1a senor Nelly Aries de Bliguier en wn Amigos del Museo y fue esachada por ser propietaria de la empresa Ledesmae, empresa @ la que se le idad, 0 por lo menos el ap% para la desap: de 1976 en «Apagon de Ledesma, es ido a apagon genera de las laces de dicts localdades y el i cusiro de obreses, estudiantes y vecinos el Inga. Sein el rato e los | durante esos operatives fueron s Ser aged a epee Le de Ingenio 430¥6 Ja actuacién de la rie de conflicts el espacio medi que se realiza en. para recordar 2 las 0 na xy desde el zetorno de la democracia en 1983 crimas de ese hecho represivo. eva etapa de mis in- vestigacion te estaba preoeupada por ‘Sbservar qué visbilidad o silencios pesan sobre la ae s + qué si —segin lo de obreros desaparecidos. Me preguntaba por qué i Gatos del informe Nunca -Més*— el 30% de los desaparecidos espacio pil Final, Obediencia Debida ¢ b rticos de los presidentes Alfor 08. dice: «Si no bay justi ‘ver Da Silva Catela (20 misign Nacional sobre igaci6n de una comi= ‘Apagén an el Ingenio, escracte en el Museo ca fueron obrezos, la representacién pablica que prevalece sobre los desaparecidos es la de jvenes, principalmente estudiantes o pro- {sionales, Por otto lado, me interesaba investigar qué pasaba co: Jas memorias locales y sus relaciones con ls memorias oficiales y nacionales en torno a hechos de violencia politica de media dos de los aftos setenta.A medida que avanzé la investigacién, a estas pteocupaciones iniciales se sumé al objetivo de entender como y por qué circulan y se construyen diversas narrativas so- bre el «Apagén de Ledesma Lo que marca la escena y seré el foco del anilisis es cémo es- tas memorias colocan en juego identidades locales, de las cuales absorben la fuerza y el material paca legitimarse y poder hablar en nombre de intereses més generales. Cabe preguntar si el caso conocido como +Apagén de Ledesma» representa a dlos desapa- recidos de Jujuy» y 2 los strabajadores del pais», cargando en su construccién uchas que engloban dentro de un mis- mo nombie a tina serie de particularidades y situaciones dispa- res. Qué elementos entran en juego para que diferentes grupos ¢ individuos (sindicalistas, Iideres de organizaciones de derechos humanos, periodistas, politicos, participantes de protestas sociales y cortes de rutas, etc.) se apropien de él y lo usen para definir sién no parlamentaria (CONADEF), que recabé informacién a lo largo y ancho el pas sobre ls violaciones a los derechos humazos durante la lima dict dura militar (1976-1983) y se constitay6 en le principal fuente de informa ciém y datos para los juicios a ls Juntas Miltaes iniiados en 1985, El infor me cuenta con testimonios, descripeién de acontecimientos de violencia, ‘mapas de los principales centros clandestinos de detencién y con un anexo con el nombre de los desaparecidos ® Se puede elaborar un mapa bastante singular de usos y referencias al sApagon de Ledesmas, que incinye, por ejempl ue ordenaron las detenciones de que se hundieron en Ia noche de la torture referencias al hecho en di sindicales de la cra (Central de Trabajadores Argentinos) que reivindican la cy Lucile oa Siva Catela suis lugares frente a ot70s grupos 0 regiones geogrificas o frente El objetivo central de este trabajo es recorrer tres caminos desde donde mirur el wApagén de Ledesmav: las versiones y explica cones como teveladoras de conflictos y tensiones en la relacién entre memorias locales y nacionales; los personajes como nexos de esas memorias y los rituales de coumemoracién como puesta en es- cena periddica de una jerarquia de personas, representaciones y pricticas que aio a aio se repiten, y al mismo tiempo s man, En sume, este trabajo analiza el juego de eilumin: capagones del caso Ledesma en diferentes momentos, contextos ¥y eventos‘, De forma general, este trabajo se enmarea en las dis- cusiones sobre la fuerza y ls singularidades que las memorias lo- cles imprimen en Ja construccién de las memorias sociales de la represidn y la importancia en la constitucién y resignificaciones de las identidades regionales*. De forma més especifica, este traba- jo pretende contribuir a las discusiones sobre la desigual configu- Jos derechos humanos como probl al en el pais, memoria de enuestros obrerosy, familiares de deseparecides que enuncian el tmibgjo de camp fallecos publicados en diveros medios de difusién, in. 974-1976 y 1983-2000. Se (a madzes de desaparecidos, ex presos del Apagén, un abogado ‘ex Sndicalisas dela ‘vigjaron para pactcip somujes que visjaron as las tapas del desde Buenos Ais ‘Apagén en et Ingenio, escrache an el Museo a Trabajo de campo y representaciones Antes de viajar a Ledesma, localidad ubicada en la provincia ar~ gentina de Jujuy, a 1,600 km de Buenos Aires, habia construido tuna representacion de los obsticulos y problemas que un trabajo en la regién podia conllevar. Ese mapa de situacién habia sido montado a partir de diversas fuentes. Incluta en la lista lecturas te6~ ricas sobre trabajos en regiones de ingenios azucareros, tanto en ‘Argentina como en otros paises (Karasik, 1987, 1990a; Leite Lopes, 1976; Heredia, 1983), discusiones sobre el proyecto de inves ie queria levat a cabo.y mi propia imaginacién sobre gat y las implicaciones de un trabajo de campo en una regién de pequefias comunidades, al que no estaba acostumbrada®, Por mo- rmeentos sentia qute éte era un werdaderos viaje antropolégico: una localidad pequefia, lejos de mi mundo cotidiano y sin relaciones sociales previas.Todo lo que sabia sobre el lugar lo habia sleidov. Si bien conocia Jujuy, no tenfa ni idea de que era Libertador Gene- sul San Martin y mucho menos de la existencia de Calilegua. Pero en comparacién con las experiencias de los antropél gos del petiodo clisico, mi viaje era «acd nomisr, No debia aprender otta lengua, no salia de las fronteras nacionales, no iba aun lugar totalmente desconocido, Dos ezeencias arraigadas me perturbaban: «la gente del norte habla poco» y slos trabajos en contextos de ingenios —considerados por muchos como insti- tuciones totales— son dificilese. Pensaba entonces que mi mayor dificultad y por lo tanto desafio seria encontrar gente que qui- siera hablar, contar Io que habia pasado en ese episodio de vio- lencia y represién en el que los pobladores de Pueblo Ledesma, Libertador General San Martin y Calilegua habian vivido el apagén, los secuestros, la desaparicién. Siva Catela (2001) y (2002) Lvemla da Siva Catala ‘Apagén en at Ingenio, escrache en et Museo « Viajes Nos desviamos de la carretera para enflar por un sper sendero bondeado de espe- 408 grupos de bambiies gigantes, algunas de cuyas cies eran tan gruesas coma el rmsto de ur hombre, y sedan un ibe su Hegada a Calilegua el naturalista inglés Ge- cuando en Ja década de los sesenta pasé por este pequefio poblado para llevarse hacia Inglaterra exdticos anima- les sudamericanos. En sus relatos cuenta que ripidamente toda la gente del pueblo sabia de la existencia de un «gringo loco» dispuesto a pagar buen dinero por animales, Durrell describe en su libro cada detalle de su viaje, asi como el lado mis pintoresco, el de una Calilegua con casas de madera y verjas de cafias hue cas, sumado a la exuberancia de plantas frutales que ocultaban con su densa sombra las casas y las personas (Demitrépulos, 2000: 116). Desde esos afios sesenta hasta ahora no cambié mucho el pai- saje descrito por este naturalista, En un viaje como el de Durrell, Ubicacién de Libertador exelent eee Departa- pero pata hacer mi trabajo de campo, vigfé en taxi a Callegua mento de Ledesma, pravincia de Jujuy, desde Libertador General San Martin’. Durante el recorrido, el - | ee taxista, un joven del lugar, me interrogé respecto a mi presencia Hostilidad del espacio y silencio de la gente, parecian se ia en la zona. Estaba yendo a Calilegua en plena siesta y Io nico 4 No voy a decir que na que se le ocurrié preguntarme es si iba a visitar a algtin parie silencio = eee a lo que respondi que no. «Voy a pasear», le dije. «A pasear!n, jeron escollos para este tral po y la investigacion que aqui presento. Hubo otros, sin duda, de orden muy diferente. Lz legada a Calilegua me impacté de trada, mis por su geogtafla tropical que por 7 La forma de traslado de la mayoria de la poblacién que circula bereador, Cailegua y Pueblo Ledesma eel taxi compartido, Entre 1 Le dor | General San Marcin y Calilegua hay 10 kilémetros y lo tinico que se ve 4 us re sus experiencias, Por es ‘ palabras, sino entender sus sentdos y comprender sus visiones | donde at el Ingo) en ues por ur cont de fbn tg particulars y actuaes sobre el mando que les toc6 vivir en julio | ages farman un irtngol,cuyo te cent, comer otecioal vide esté dado por Libertador. de 1976, afio marcado por el «Apagén». Lucie da Slve Catela 7 la dejo. Sin saber que responder le sme dej6 en la avenida principal, en- Tugar y € calor no invitaban b.Sin embargo, me dejé encantar por wn paisaje que r Ganease a wn liga leno de dzboles de mangos papayas, bambies y flores, Recoriendo Ia avenida principal pude ‘observar sus pintorescas casas, con sus galerias y patio te nos de sombre El pueblo se exten aT largo de et vena y teinndba conta tn inmenso paredén, que Toego supe, scons «La Sula, Exe paren separa actualmente 2 Calegu de una de is sls del Ingenio Ledesma, ca Sala es une gran mansion ro- deada de un exsberante pargue eopical gue provoca orgullo (por sa ells y por sr un gar en Calegua que merece ser vistade) y miedo entre Jon pobadores lcs (por sus leyendas de que all habia Familiar}. Slo puede ser observa des afucra si uno sepa al paredon, ya que esd cermade a pblico y sélo puede set vistada con permiso de la empresa Ledesma’ Si TT ojenda dl Faia ice que cada ato Bl Fair (ma we “ore cferentes formas humanss 0 animales) debe comene un ober ee re sea prospera. Hay diferentes cor en de ag, ei Al ae ingen acres Ye 7 po a or pare de os rete Vien poets nan le conté que le habia di- oedise senna ‘eo, Durance eb deearpo muchos Penal goes deb depart Ge oberon general aguele s nos dl avin, Tam of fltos apres La 1 Pri, Sobre! Fumi Noweve para que la cosect a se ros para enfientarlo como morder un nas versiones hablan de wn epactor re el dene como centro Ia prospetidad de Ia cose wa enn bro que un bree de Tia, sus sgaificados y las interpresaciones antropol6gieas de personss y la cal ode verse Ila (199 ‘Apagon en finger, eszraeno en el Museo n uno contintia su camino por las calles de tierra que rodean el pueblo, la exuberancia vegetal continda en cada rincén, aunque Ja variedad de casas va mostrando las diversas intervenciones del Estado, con sus planes de vivienda que en nada respetaron las 2 racteristicas de las casas originales, Entre Calilegua y Libertador General San Martin no slo hay una diferencia de tamafio "sino de singularidades en cuanto 2 la arquitectura y la vegetaci6n. En Libertador casi no hay ér- boles y lo que impacta es ver cémo la carbonilla vuela constan~ temente desde las chimeneas del ingenio y queda pegada en los bancos de la plaza o acumulada en los cordones de Ia vereda. Si uno mira desde lo alto de la Municipatidad de Libertador, lo imico que ve alrededor del pueblo es un inmenso mar verde de caiia de aziicar. Si uno huele el aire, un aroma espeso y relajante inunda la ciudad. Es el olor de las inmensas montaiias de bagazo gue, junto al calor y a las chimeneas del ingenio, marcan la me- moria de quien visita el lugar" A esta geografia peculiar se le suma la gente adel lugar Como en todo pueblo chico, cuando uno llega «de afuera» no pasa desapercibido, menos siendo mujer y sola. Ast que a cada n el pasado a mayorta de las viviendas de Calilegua y Pueblo omo algunos barrios de Libertador, eran propiedad de la Em- ‘press Ledesma, En la actualidad la mayoria son propiedad privada de obreros y ex obreros que las ban adquirido con diversos «planes» de la empresa. Para tna historia sobre la lucha por la vivienda y otros temas sindicales, pueden Jeers las entrevistas orales a erabajadores del aticar en Nelli (1988). legua son aproximadamente 3,600, En Libereador General San Martin viven aproximadamente 41,000 personas y ¢s, después de Lacapital y de San Pedro, una de las ciudades mis imporeantes de juju. "La relacién actual de la poblacién con sla Empresas (nombre dad al in- genio) no es la misma que hasta los afl cuarenta, cuando el in 26 un profando proceso de modernizacién tecnoldgica, nila q los aos seventa con la activa paticipacin de sindicatos que nucleaban a los obreros del aticar y sus derivados. Para un anilisisdetallada sobre los cambios teatvos a a tecnologia, el control de la mano de obra por parte del Ingenio Ledesma y sus consecuencias directas en el ndimero y Uacion de fa zona, ver Karask (1987, 1990, 19908). dlistribucton de la po- n Lamia os Siva Cetola lugar qué iba, a cada taxi que subia, en el hotel o en los bares, de alguna manera se las arreglaban para preguntarme qué estaba haciendo por alli. Ensayé diferentes respuestas que fueron desde cuestiones generales, xestoy interesada storia del lugar» a respuestas muy concretas, «quiero hacer una “B] Apagén de Ledesma”, Para mi sorpresa plicacién, cada uno (moz0s, taxistas, empleados de negocios, Kiosqueros, etc.) nuvo algo para decirme 0 contarme, o alguna persona para indicerme, Asi comenz6. mi trabajo de campo, Charlando con la gente. Terminé mi primera visita un dia jueves en la plaza de Libertador General San Martin, acompafiando a ‘Olga en se ronda solitaria ®. Durante la ronda, escuché por pri- mera vez su relato sobre el Apagén de Ledesma, ‘La diversidad de formas de representar, hablar, decir sobre el cApagén de Ledesmas detonan en mil pedazos la versi6n fosil- zada que 12 memoria oficial eguardé» y crist que como tods escritura sacraliz6 algunos hec! Entre la relacién de estos dos polos, lo local y lo nacional (ofi- cial), hay wna capilaridad de memorias, de agentes que circu formando wna arquitectura compleja, organizada por los diver sos planos en:los que pueden caracterizarse las formas mitiples de reptesentaci oad ‘uno de os tanzos dramas nacionales Por eso, ent as versiones locales (algunas das, silenciadas, 5 eambien pessonat gs APE do en 1977. Ela pe primer viaje ae de Plaza de Mayo. pafivelo y eaminam ‘dedor de l plaza mientras me conto su histo- Sian la ronda, se despidi6 y quedames en encontrarnos para la rar Apagén ene Ingenio, estate en et Musee ~ les (visibles y dominantes) hay tna cantidad de tonos, matices posiciones intermedias que scrin analizadas acontinuacién. |. VERSIONES Y EXPLICACIONES Un Apagén, muchos apagones Afio a afio en las paginas de algin rincén del diario Pa aparece tn recuadro donde se recuerda al eApagon oe mas, Antes de iniciar el trabajo de campo recorti algunos y me informé sobre este evento. Como todo io legible remitia alas paginas del Nunca Més, hacia ali fia leer: vincia. El primero de del Ingenio Lees San Salvador de Jujuy. KEL 1° de agosto de 1976 me presenté espontin tamento Central de Policia dé Jujuy, solicitando una entrevista con el co- nario geneal Haig, quien comend conmigo ya que yo habia estado i jenes. Me acus6 de ser el jefe del grupo guerrillero de Calile- ae Pole que me hizo detener Leg ete Comiaroy el Subeomicrio ‘ites me interrogeroo, y al negarles las imputaciones que me hacian me aldaon en un ate sin vend ata 2 a ocala de Guereo ‘uando Ilegamos a uno de los edificios del complejo fui introducido a tuna sala donde observé gran cantidad de detenides que levaben vendas Eos anancios sobre et Again, apccen def » paccen de fron smi fs recor sep gn nner Pn ie ers Be mde anoncat eleva el intron a tio dln tion de nayor cna en nico sobre snes eon que an fin dl Apagnen Buenos As (cr Maes fe Plaza de Mayo, #.1,.0., et) que permite enten lar de Mg que ps \der un modo de citcula- emia da Siva Catele ™ usmila da Si cas En ee momento 6 vendado y manitedo eon ol re. Al dla se 2 re oe Tes uncut con Osc don muchas Migusl Gani S bos desaparecidos al dia de la fecha. Esa misma esto fi cradadado al gente que no iba a salir noches nos haci que estdbamos hhervida en pes con tablas sob sobre espaldas y picrnas, hasta el desvanecimiento. Como weEins de cel o an spl credo pre compat ee ees ue ba aoches seuchdtases specs y permanente e ite éramos amenazados de muerte, Durante Ja noche se hacia cargo Sek musa el Sco por ice Gene So ge encuenona doapucidos a te momento essben €n My a fo present aban cuadros de gan- ‘uinidad en que ‘que hacemos confess gue no tena nada que confer. smenz6 a golpearme, Campos, Iegajo tim. Los desaparec amipos fueron secuestrados die sus domiilios el 27 de julio de empresa Ledesme. En ‘uniformadas en Hlormente, parte de ese grupo fue maslada Tiendo de ella iente Hberados 0 puestos = aque habian quedado muy mal pot fs tortura Sueron abandonados en ls Cercanias del Hospital de Jujuy, lugar donde se recibieros Hamadis anéni- ‘Apagén on ol Inganio, escrache en el Museo % snus para que los fzesen a buscar. De la totlidad de detenidos, mds de 70 pere sonas permanecen desaparecidas hasta el dia de la fecha. EL testimonio de Humberto Campos esti avalado por docenas de denunciss en ef mismo sentido. (Nunca Mas, $986 (14? edicin): 218, La yen todas las siguientes ¢s mia) Estas palabras coincidfan con aquellas narrativas que circula~ ban entre los periodistas, los organismos de derechos humanos y los diversos relatos que una y otra vez uno escucha sobre el sApagén de Ledesma», A su vez, en las variantes elegidas afio a aio para convocar a la marcha por el Apagén, el relato se repite: gendarmes, de Ledesma comienzan 2 allanar y sa 4quearviviendas en los pueblos de Libertador San Martin y de Calitegua son liberados, otros son enviados a comisa otros aparecen en circeles de distintas provincias. Tres yan sido a ladas en Calilegua. 30 vecinos permanecen desaparecidos. Véanse pp. 218 y 219 del Nunca Més. (Follw de difsi6n 25 aos del Apagén de Ledesma). Entre la declaracién del Nunca Més y la memoria que se liza para convocar a la conmemoracién no hay difere tanciales. La cita del Nunca Més es usada como un elemento central para la construccién de efecto de verdad, apelando a la palabra escrita en un libro que ha ganado legitimidad con el paso de los aitos, que ocupa bibliotecas personales yp que es que es usado veces como apoyo y fuente de én sobre Ia dictadura en los medios de comunicacién. Sin duda, cada letra impresa en ese libro, cada testimonio, ha ganado una eficacia simbélica de mucho efecto con sélo nombrar la frente. Sin embargo, cuando riramos y escuchamos las experiencias personales, algunas casas comienzan a desdibujarse. Locmie de Siva Catala Sonia y su secuestro \ de desaparecidos co: 15 afios en la noche del apagén. Fue secuestrada Junto 2 otros babi alegua Do ‘cuché por primera vez que el «Apagén» habia si¢ 27 de julio. A partir de alli ottos secuestracos y fanuiliares del lugar donde trabaja, sntes de Calilegua. Du irmatian esta fecha, asi como otros detalles su relato entrecortado, en el patio conté sus recuerdos sobre ese dia ‘ecuerdos que uma y otra vez afirmé querer olvidar. Era la semana de San Lorenzo cada empezado 2 Boca no sé con au mane Y acd en Ia empress. un golpe fe Como en deado fa casa y han que dénde dice ag tengo que hab Lo gue n .gén, que lo vivid en carne propia. Nos podria contar so- ‘como nosotros estibamos escuchanse dros. A esa hora est aba, a seesa es poe primer apa- sndo esperamos que den Ja luz y ‘au casa. A eso de las diez, once de la noche han pasando el partido de a estaba oni pay semos terminado de ver el paride ha llegido mi primo diciendo que spezado 2 preguntar snes eran mis amigos, que esto, que lo otro. ME papi a boea, que yo [Apagén en el Ingenio, eserache en al Musso nm Uno de ellos ha ido y lo han despertado a mi hermano preguntindole onde tenta yo las bombas, dénde tenia las armas, dénde tena los panfle- tos. Cosa que en mi vida...la diniea arma que teniamos era una escopeta era del 28, no sé como era, que era de mi papa que la levaba para de donde no te- smpo a que me -Entonces agarraron, yo estaba de camis6n y me d cambie, en el apuro no 86 dénde estaban mis he agarrado y me he puesto ‘me han levado hasta la esquina de mi casa que abi hacia como un eriingulo y en el medio habia tuna planta granide —no me acuerdo que era— en ese tiempo, ahi me han. vendado los ojos y me han atado las manos, me han subido a an patrulle— ban por los nimeros, me han dado el nimero 12, de eso nunca. [..] Después desde aqui pareciera que nos llevarian hasta la policis sn el Ingenio por la rotonda como uno va en el camino y de ahi ya no sabemos adéade nos han llevado. 2 qué los llevaban? jorge yO mi ‘munca pero nos hacfan subir iba y cade vez que pasibamos por un poblado nos de- personas de Calilegu Sonia: mis o menos mos estado nos han tirado colchoneras en el njeres de los varones, pero mujeres ramos pocas, El Centro Clandestino de Detencién Guerrero Sonia, en su relato pasa del momento del secuestro de permaneci6 detenida ripidamente. Su experiencia en Gue~ rrero toma buena parte del relato. Un lugar que a pesar de haber marcado su vida nunca conoci6, ni vio con sus ojos. Sélo sabe que estuvo all Sonia: Estébamos en Guerrero, [..] Parece que a los hombres los habjan tado mucho, yo sé que han maltratado mucho a los hombres por- aque se escuchaban Tos quejidos, las trompadas que le daban, todo. Inclusive en es tiempo en que nosotros hemos estado éramos 5 mujeres nada mis, et Luci da Slva Catela Fle A. —uno la conoee como la gorda, después fee ao que a ella le han dado la Tibertad se ha mas y yo, éramos las 5 que estibamos alli, O centre esas estaba 1a fen Jujuy), abt me ° Wer tteade a un slén ~igual segulamos vendadas— hast que después thos han sentado » sodas en un sin grande nos dicen bueno ahora pu ven quae las voudcn. Nos qutamos i venda pero no se podla porgue ya sattba pega, Més que nada los hombres, porque mal que mal cuando ya nr solado las manos, ero 80 me Podka sacar Ia primera que hen langado ese ia porque no me acuerdo bien, El me deca ‘que me han to- yin yt mi la, ewdntos vo press? sae era del 20 al 28 czeo que he sido lo que me han-tenido La descripcién de Sonia sobre sti secuestro muestra como tas memorias son construidas, manipuladas, retocadas, Adet de las diversas versiones sobre la fecha, cuys confusion es co- min en Ja construccién de las memorias, hay un dato elemen- tal en el relato de] Nunca Més que debe mirarse y analizarse en detalle. El libro sfirma que Guerrero esté cerca del Ingenio Le- desma, cuando fidad esta 2 120 km. Esta «cercanias, trans- figarada y enunciada en la frase efueron levados a los galpones de rmantenimiento de la empresa donde permanecen dias y meses atados y encapuchados», es una construccién que parece querer acercar localidades geogréficamente distantes en términos de su eficacia politica o para sefialar a los verdaderos culpables (el Ingenio y sus duefios, los Blaqvier). Una forma de responsabilizar, usando las cercantss de cosas distantes, al ingenio, Esto no retira la res- ponsabilidad que el ingenio haya podido tener en este episodio. Simplemente, creo gue el ejemplo es bueno para pensar, en tér~ minos de Portelli (1996: 106), c6mo estamos lidiando con una multiplicidad de memorizs fragmentadas © internamente divi- Apagén Ingenio, ascrache en el Museo 8 didas —todas, de una forma 0 de otra, ideol mente mediadas—. ica y cultural- ‘Memoria por los trabajacores, memoria por Calilegua A medida que comenzaba a indagar, las tensiones entre memo- tas locales y memorias nacionales u oficiales comenzaron a apa recer. A pattir de los relatos sobre las experiencias avividas» de Jos hechos se fute opacando la versién del Nunca Mis, El relato de Sonia fie indicial de la multiplicidad de versiones. Fue la pri mera persona que ubicé el 20 como el dia del Apagén, que me relaté ¢ informé sobre Guerrero, que me dio detalles sobre los secuestros y los desaparecidos. No es casual que haya sido ella, ya que a pesar de esta experiencia que le tocé vivir nunca participa de la marcha ni de ningén tipo de manifestacién sobre la me~ moria del Apagén. Su memoria no esti encuadrada, ni vigilada (Halbwachs, 1990; Pollak, 1989, 1990) por las versiones que cit- culan, Sencillamente no las conoce o las ignora Estos indicios, sumados a las observaciones sobre Ios lugares ocupados en el ritual anual por los diversos agentes locales (Olga Arédez, la gente de Calilegua, los s visitantes de esta conmemoracién (j6 HALJ.0. de diversas regionales, Madres de Plaza de Mayo, figuras ‘Con Sonia, quien inicialmente no queria ser entrevistada, pass algo que cs necesaro rescatar para entender las posiciones de Jos agentes y la construc cin de la memoria. Yo habia llevado a nuestro primer encuentra el libro de Andrés Fidalgo sobre la represign en Jujuy (Fidalgo, 2001), porque me parecta que poia apoyarme en él para justiicar por qué estaba pidiéndole que me fuente su experiencia y como modo de conocer ¢ informarme sobre la gente que habia sido secuestrada durante el Apagén, Antes de la entrevista se lo smost’ a Sonia, ya que ella aparecia en ona lista, Ella miré sty nombre y le caus6 una gram emocién verse all. Me pidi6 el libro prestado. Al otro dia, en 1b entrevista, vino con una lista de nombres de gente de Calilegua que no lo secuestiados.¥ nos conté que al ui leer y puevamente sus hij Je cxaba llevar el ibro 2 su cas, toda la prguntaron sobre st historia ibro y que tambi 0 Lucile da Silva Catela del ambiente artistico, etc.) me levaron a preguntar cémo y por mn de Ledesmar o neno histérico. En este trabajo el énfasis no esti dado en la memoria como fuente histérica, ya que no bus- co ereconstruire la verdad de lo que pasd o contar la historia del «Apagéns, sino j entender, interpretar, desciftar la gé- nesis social del zecuerdo sobre el «Apagén», la diversidad de ver- siones y sus tazones pricticas. Para esto es necesario identificar Jos principios de seleccién que remiten a quién recuerda y a los actos de imposicién de sentido que diversos agentes sociales pue- den generar segiin el tipo de capital jovilizan. En Calilegua y Ledesma pude observar el grado en que las s de los agentes que cosen Ios hilos del recuerdo sobre el Apagén son maleables, plisticas, volatile entre las mem sy Jos silencios. La pregunta es en- conces, :quién quiere que se recuerde qué cosas y por qué? e agon de Ledesma o la Noche del Apago: 1, estampado se desprenden, que apare- y las memorias locales, rales, que conlleven o expresan un conilicto por no sentirse re- presentadas dentro de ese gran relato. Esto se amplifica en otra onal (y pil que circula por Internet, diarios y revistas, homenajes y entrevistas, remarca este evento como ejemplar entre les pocos recordados sobre la sanemoria obrera» , De hecho, hay una variedad de grupos que ' Sera interesnte co) cionan como metonimias para srepresentars en forma de casos a szodos los sndlogos. Por ejemplo: La noche de Jas corbatase para 1s abogados desapare- tiddos, La noche de los apices» para escudnnres desaparecidos, «La massere de ‘Apagén en e! Ingenio, scracho en ol Museo at en sus calendarios, paginas de revistas enuncian una y otra vez a este evento aquel que since y puede ser usado como «ejemplos y «simbolo» de la represi dlos trabajadores», Si bien el eje de esta construcciGn nace de lo expuesto en el Nunca Més y sus usos, afio a aiio se reafirma cn los escritos de invitacién y convocatoria a la marcha. La presencia anual del «Apagéne en el espacio paiblico invo- Iuera diversos recorridos ¢ itinerarios de apoyo a la marcha, reu- niones periddicas de diversos grupos en Buenos Aires para orga nizar el viaje, anilisis politicos de actualidad sobre la crisis donde el pasado de represién a los obreros sirve de ejemplo 0 cuestio~ nes mis concretas como los juicios internacionales, En rel a estos dltimos, en su presentacién al Juez Garzén la CTA cristali- 2 la siguiente versién del tema mensajes colectivos Ubicado en la provincia argentina de Jujuy, el Ingenio Ledesma también tiene en sis haber varios sucesos de este tipo, Numerosos tabaiadores, entre los que se contaban el propio médico del esades en camionetas de la empres forma masiva en lo que dio en llamarse «La noche del apagéne. Sucedié en horas de la madrugada del de 24 de junio de 1976, cuando se cord adrede la energia eléctrica de todo el barrio y personal uniformado del Ejército argentino, de Gendarmeria Nacional, junto a la policia privada de empresa iculos con identificaci6n del Ingenio— procedieron a secuesrar ante la vista de sus fumilas a centenares de tabajadone.Teinta de ellos tds con reconocida actividad gremial en ef esablecimienta, nunce més volieron (Otros tantos pasaron largos afios de carcel sin acusacién ni juicio alguna. representacién gremial alguna, ni dis- Esta presentacién ante la justicia, que reproduce muchas de las versiones que se desprenden del Nunca Mas, es ejemplar en Margarita Belén» en relaci6n a los fisilades © «El caso de los padres Paloti~ pata los religiosos oe Lugmile ca Siva Catela cuanto 2 se constivayen los relatos y cémo, al llevar al ex- remo una 4a centrada ent la represi6n 2 obreros, se in- cluyen dentro del evento Apagén de Ledesma fechas, aconteci- mientos y pe wieron directamente relacionados Comencemos por la fecha, En esta versié aparece el 24 de junio como el dia del Apagén. Puede ser s6lo una equivocacié: aporta una nueva fecha a las ya en con- Aicto. Los personajes: Luis Arédez desaparecié en 1977 y no en 1976, afio del apagén. El documento afirma que fueron treinta desaparecidos, de reconocida actividad gremial, concentrando en el Apagén 2 todos los desaparecidos de Calilegua y Libertador. De éstos s6lo 2 cinco se les reconoce actividad gremial (y s6lo uno desaparecié el dia del Apagén). Al finalizar el documento es contundente cuando afirma que da empresa guedé sin repre- sentacién gremial algunas, cuando en realidad la primera ola de prisiones a dirigentes gremiales fie en 1974 y una segunda olea- da, con Ia destruccién de los sindicatos y nuevas detenciones Gitigentes, fie en 1975, aio de gobierno «democraticor ®. En 1976, una vez ocurrido el golpe, los pocos obreros que habian © tenfan algiin tipo de actividad gremial fueron despedi- dos de la empresa Ledesma”. Jci6n a estas versiones que usan el caso Ledes- hablar de la represién 2 los obreros ios testimonios recogidos en la comu- as subternineas» ponen el acen- .os del pasado en el presente, que a Jas identida- ma como emblemitico Gel pasado y del present nidad muestran que las mem to no tanto en los efectos apelando a las identidades comunitarias Vizquee, Donato Garnica y ottossindicalisas del ies parsventender c6mo la deseruccion de los sindicaos Fe lazos entte e] pasido represivo y la represion pres iuidad de la hucha, aunque las formas hay misma, y con tna generaci6n deseparecida ‘se continie restiendo 2 este modelo im ‘Apagén on ot Ingenio, escrache en ei Museo 8 des de los trabajadores y los obreros sometidos por la empresa Ledesma. Los familiares, amigos y conocidos de los desapareci. dos de Calilegua, asi como las personas que vivieron los secues- sos rescatan mis ls fgurs de sas despareidos como jens, = os de ellos estudiantes, que como una memoria de a re- Hablo con Juana estaba pasando en relacic cl pais: le pregunto si ella tenia idea de lo que a los secuestros, la represion, en todo Juana: Nada, porque pr rcamente ya le digo ui pueblo tranquil, em esos impos no se hablaba de oe : de nade nade, up cic ya y jventud aranguila, para nosotros eso era algo usr nage ae eslemos imag que poa aber um apa inde y que se podia hacer tanto daiio y pexjuicio como se kes hizo Familias, la gence de acé™, Ppsaeice como esto as En las entrevistas realizadas, en las imi en las imagenes colgadas en la Plaza de Calilegua el dia dela marcha, en los cuadernillosy pu icaciones caseras realizadas por la gente de Cali nfasi 2 legua, el énfasis i puesto en los shijos de Calileguay los jvenes, que ya no es- Sa. La eeuicon jovencs,represion y Enpres coma la base el recuerdo sobre lo que pas6. En otra parte de la entrevista, en un tono de clara denuncia, Juana dice: ° Juana 5 hermans de un joven desaparecide el 27 dé nn desaparecido el 27 de julio de 1976, cuando se presenté voluntariamente en Ia comisatfa de Calilegua, Nunca mis sep de Ed soto bean, eed y depres cucu al dia 10 de julio de 1976, a Dy noe 27 oes tied de one [uaa que prc de as rcs dl Apa con eeu rao sch oc urge ano eid col can ett emer aea yor som ehs s anes de ue usmle de Siva Catela a toda vor y en alto, que acé Yo digo sinceram re mich tiene mucho que ver la que ver en todas ets ds inenas de los hijos de Calilegua, que han sido empres. En los diversos relatos, el esquema de narracién es similar: ral centrando él relato en artido de fitbol, el mo- mento del corte de fuz, los Jadridos de los perros (esta figura es fuerte en todos los relatos), el desconci tiros, el retorno de la luz y la invasién a sus casas—. En la bisqueda de explica- clones sobre lo que pas6, la juventud y las malas compaiifas apa~ antemente. Mas que el hecho politico que les tocé y toca vi \emorias se constrayen con imégenes de lo coti- diano, del quiebto de la tranquilidad de una noche de «fitbole por TY. Por eso ls fecha precisa es tan importante para ellos: fue tun 20 de julio, porque recuerdan el contexto, lo que bacfan, lo sy después que la luz se fuera. Se expresan asi sen- gue unen a los habitantes de Calilegua, un lugar etranguiloy, invadido por ls violencia. La comunidad agredida por las fuerzas de seguridad y por la empresa. Alli radica la fuerza de la experiencia, los consensos que las memorias otorgan, el peso ide la especificidad y la dimensién emotiva que se contrapone a Jos relatos més generalizados, donde no importa suicho la veraci- dad de fechas y niimeros sino el hecho politico y su denuncia, Pero hay todavia otro elemento resaltado en las entrevistas, que otorge nuevos sentidos a los relatos, y se refiere al estigma gue pexa sobre Calilegua como un pueblo subversivo, En las en- trevistas 2 Juana, Sonia y don José aparecen estas imégenes nega- tivas sobre los recuerdos de esa noche de terror y sus conse- cuencias, que es necesario desterrar recel Juana: Fue una noche ms ‘porque hasta el aio pasado, recién creo gue lo sacaron shora, esta de la misma municipa- lidad Calilegua como puet ‘Apagén en el Ingenio, escrache en ol Musee cy Luin: Bueno, no wed qulee deci algo en especial obre ‘experiencia que le tocd vivir, “ (Steno Soni Algo expec. que puede sr. que nunca mis vues 4 scat 630 ¢6 lo principal porque agui Calilegua era un pueblo lindo, tranquilo, a Pear de foco ceo ie ne sento tangulo exe paca ques {He no verge ce Cale on cas ue ma en er ne, a vcs sles, mayer hemos uc os que familia, nada = y Lai 2¥ wed pene so ena a cain pro polo ena pace del Apu? Don Jt: ono co te ado vida Porat» hon pe mp oes extent Base del etonina, los exe saul habia ign gees, r que no era ee is. Como digo en el 72 ya me retié de~ frsthamente del geno, vou al abajo, exaba con licencia demi acivi- sremiaist, volvia trabajar y estaba trabajando cuando, en el 76, se produce el golpe de Estado y la derrocan a la Maria Estela.¥ bueno de ahi el 26, 27, 28, ya la empresi Ledesma dispuso la cesantia de todos nos- tos, que éramos gremialistas, gente a los gue nos considerabi vltosos y mo nos podian manejar. Agarraron y nos despidier sonveniente y me re 2 todos, En suma, estamos frente a un mismo episodio de violenci gue puede ser wsado como emblema de la memoria de las Ii- chas sindicales y obreras argentinas, 0 como estigma para una © Don José fie ss snientas estaban en ss casa 8 Ludmila da Siva Catela comunidad que recuerda como fie tachada de subversiva y co- munista, Memorias ¢ identidades estigmatizantes o emblemiticas aparecen asi como monedas que entran en disputas y negocia- ciones. Las tensiones y relaciones entre las memorias personales dad e inter- identidad son grupales, particularmente en conflictos que oponen grupos con intereses sociales y politicos diversos (Pollak, 1992). I. PERSONAJES Thtulos y experiencias Arédez tal vez es el nombre que mis resuena cuando se habla del «Apagéns, Olga es sin duda el referente mis fuerte-y la fix gura mis visible de este evento. Sin embargo, para entender la Posicién que clla ocupa se hace necesario trazar su trayectoria y comprender lo que su Cm significé y significa en Libertador General San M y en Calilegua, ‘Olga es la esposa de Luis Ramén Arédez, tucumano, que lle- g6 al Ingenio Ledesma en 1958, contratado por Ia empresa como médico pediatra. Entre 1958 y 1959 se suceden una serie de hechos que derivan finalmente en su despido. Durante un afio vivid et ilcara y en 1960 retorné a Libertador General San Martin como médico de la Obra Social del Sindicato de Obretos y Empleados del Ingenio. En 1973 asumié como In- tendente de Libertador San Martin. Su gestién duré 8 meses, s \ ze memosis del epe- ay om problema consante ea ot bas sab oe he podido resolver, idendades del og ‘Agui he vsado nomb: para todos Como figura y cara publica del event ‘Apagén en el Ingenio, escrache an el Museo cy cuando debid renunciar®, El 24 de marzo de 1976 es secuestra- do en su casa de Libertador General San Martin y el 23 de mar- 20 de 1977 es dejado en libertad. El 13 de mayo de 1977 al me diodia sale con su auto del Hospital de Fraile Pintado, ciudad cercana a Libertador y es secuestrado en la ruta. Desde ese mo- ‘mento se encuentra desaparecido. Olga Arédez es dentista, Durante muchos afos ejercié su profesion y también fue profesora en la Escuela Normal de Li- bertador General San Martin. Cada jueves, con un pafiuelo blanco en su cabeza, Olga da vueltas, sola, en la plaza del pue- blo. Ella es el principal personaje de la conmemoracién anual: es quien habla con los medios de comunicacién; quien viaja a Buenos Aires a invitar a «personalidades». Es el nexo entre Ios ‘organismos de derechos humanos de Buenos Aires y los familia 18s locales; quien imprime los folletos, hace los carteles con las ‘os y guarda la bandera con las imégenes de los desaparecidos; guien transforma su casa en un albergue para recibir a los mani festantes que vienen de «afiteras y quien comanda la marcha, ® La historia es mucho més compleja que esta simple descripcién, Otras Jkceuras de su vida pueden consultare en www.desaparecidos.orgar y en el Aocurental «Sol de Noches ‘scuela cuenta con varios desaparecidos. Durante las conmemoracio- tes del sApagéins, siempre se raliza un acto en esta institucién. En el aio 2002 se colocs -1 en el patio con los nombres de las detenidos-esaparecidos ‘que fueron alumnos del establecimiento. ® Ta soledad de Olga en la plaza requiere mayor atencidn. Em una de las fentevstas con una madre de desaparecidos, ella se detavo a «ass patticipacién en las rondas de a plaza. En un momento ean tl relato para decirme que se cansd de escuchar que Olga estaba sola. y deci- 86 no ir més ala Plaza Esto, que puede parecer un detalle, es revelador de la tums de rensiones que se generan en torno a aquellos que como eemprende- dores de 1a memoriar (clin, 2002) consteuyen sus posiciones para pottir la palabra en nombre de todos. Fn este caso la soledad pasa a scr un valot positi- ‘a de sactifico, Esto no quiere decir que las acciones de los agentes se mane ‘ea etatégicamente en bisqueda de esta soledad. El proceso social que im 8 mucho mis complejo y aqui es sélo enunciado como un hilo a ser anulzado en el futuro, 8 Luamie ca Siva Catela cha, Sin ella seria difiell que esta conmemoracion osible e injusto no reconocer esto, Pero en Jos mérgenes, también hay otras mujeres, Olga no est s de desaparecidos de Calilegua, predominan- femente mujeres, hermanas y madres, cada una desde su lager, defienden memorias que cizculan dentro de la comunidad, im- ponen ottos sentides 2 Ia conmemoracién, dominando el espa~ Eto de Calilegua con las fotos de sus desaparecidos y Jos pafue- los de las madres que ya no estén, colgados en Ia plaza. Si bien ‘no se someten 21 gran relato sobre el Apagén cristalizado en el 'Nunea Més y difundido fsera de las fronteras de Calilegua, no Togean imponer publicamente sus versiones y legitimarlas, part quebrar o torner més complejas a las memorias piblicas del ‘Apagén. Pero tampoco dejan de contar ‘Olga y algunos de los familiares de wparecidos de Calile~ gua mantienen una relaciéa que fluccia entre la alianza y ¢l yn con las dis- conflicto. El conflicto se hace evidente en rela putas sobre la feche elegida par piega que ambas fechas tienen significado: una por estar ligada a tun libro de reconocida legitimid: por ser defendida, desde Ia experiencia, por aquellos que recuerda el origen y la eleccién de estz fecha, lo tun relato que pone en evidencia la necesidad de consenso y co- hhesién que prevaleci6 en la historia sobre los desapatecidos de la zona. Pero tambi en esa eleccién gané la fuerza de una narrative mente en un Hbro, por encima de las experiencias personales. iden hacer la marcha? (dss ela plaza bajo el drbol, como siempre: «chicas, fe buscar una fecha para recordat a todos muestros des ino —decia una, que sea el primero de mayo, a mi hijo wimero de a: decia: «No, el 24 de julio. 1s, el dia del apagén que sc han Uevado a tan “Gesaparecido en el Apagn deben ser 20, se te de este puedlo, Entonces decidimos hacerla pata el Apagén. Como ya habia salido en el 85 el libro Nunca Mas, yo lo habia dije, wal 27 de ji pagéne, Aunque en Calile- ‘Apagén en et Ingenio, escrache en ef Museo es ‘gva hubo otto, el dia 20, fu J tesimof/'Y , fe este cl que qued6 registrado en 1of/ Sek prego sccatn Scenn B i a sé es que cuando legé la comisién de la vAL ae ca que el 27 hubo un apagén. nd ee eee ’ ioc egy epee eed Jo que esti publicado en el libro, que esti pl gue ol 3, que esti publicado en base a los testimo— La misma pregunta sobre la fecha la repito ant jes que partcnan sctvarente de la conmomonci6n, ica fuente spiten gue la fecha esd elacionads con el Nant Ma in embargo, a medida que esbozan sus explicaciones dan «ios de como las memorias se legitiman en la experiencia, en lo suftido, en el sentimiento de comunidad, que puede avalar un testimonio con la misma legitimidad que las letras de un libro. Gas 8-1 i 20 Gj 7 gens ero, face 20 deja poem dacs citar pareon oes chen Pree esas diferencias? ae = pasado, podés ir vos y cambiarle de fecha > ee mathe ta anna pero no crees en todos los que hentos estado ahi que decimos lo mismo, que Lusmila da Sive Catela ey «i primer apagn fue el 20 de julioe, no hemos extaéo borrachos, yo por Jo és nen el re~ as hermanas de dos desaparecidos también marcan en 7 ‘ertenencie y el reconocimiento de aquellos que vivieron ieee frente 4 las palabras del libro. Ellas montan sus pro- ‘estrategias y como principales organizadoras del acto en mnponer sus sentidos, te digo por qué es el 20 de entre 18 y 22 aftos, Exa noche los j6 yor ais fe ‘l dia del amigo, cuando los detienen a todos, la mayoria son So deem, Nese nos de asado ese dis, un asado familar, y luces, por supuesto que en el caso os personas detenidas. tuces, no se apagan las luces de una sola calle, se apagaron en todo el Jo porque 2 iferenca de Libertador, Callegos ers un pueblo privado de fa empresa, aqui todos los que viviamos, los verrenos no en feran de le empresa Ledesma. redes creen que se hal centro de todo fe Ca- efi el 27. Qued6 escrito re que es el 27 y si us en a Que dia te se de julios, todos coincidimos. Yo me acuerdo bien que 0, Porque Olga me dice: «Ge cl apagén fue ef 20. En punta Gade Jom Ot me i ie soa slo stn de = mo" Sooo deed am Acre denn 1s memorias registradas 0 preservadas abl 3 n torno del -amente sobre el Apagon? EI relato del Apagén gira en fibro Nice Mi, gue sin duda le dio iniciamence la vsibiidad ‘Apagén on a Ingenio, esccache en e Museo 1 ogra afto a afio poner en escena el ritual de la conmemoracién y eafirmar el niicleo de esa memoria es Olga. No podemos dejar de percibir que esta emprendedora de la memoria, con sus titu- los, posicién social y poder de articulacién de diversos agentes sociales, usando la soledad como una arma de poderosa seduc- ci6n y solidaridad, se rorna el eje de la aceualizacién de esta me~ moria, con Io que logra ponerlo todos los afies en el calendario de Jos derechos humanos de la Argentina como un evento que no debe ser olvidado, Sin su presencia, el Apagén de Ledesma se arriesga a ser un evento més entre otros de la represién. Sin em- argo, esto no seria posible sin la presencia en la conmemoracién, sea desde la alianza o el conflicto, de aquellos que vivieron la ex. periencia del Apagén. Su presencia pasa a ser fundamental como forma de legitimar y dar sentido a ese lugar de memoria, ‘Mis alli del caso del Apagén, la interdependencia entre los voceros locales y sus versiones y visiones que concurren a la lucha de memorias reflejan conflictos sociales mis profiundos y anterio- tes a aquello que es motivo de la construcci6n social de lam tia, Peleas por prestigio, envidias personales, posiciones politicas antagénicas, diversas emociones y construccién de vietimizacion siempre estarin presentes. A diferencia de otros eventos de repre~ sién de la dictadura, ef caso Ledesma permite una recuperacion de los diferentes puntos de vista que circulan sobre lo acontecido, Lo local, con sus memorias, no se cierra sobre si mismo, sino que muestra diversos caminos y luchas de agentes que pretenden mo- nopolizar la versién legitima de lo ocurtido. Asi los relatos locales//1>) Juegan con o juzgan a los relatos nacionales, en este caso, centrados, en la legitimidad de la palabra escrita en el libro Nimnca Mis. CONMEMORACIONES La marcha y sus variaciones de las memorias Desde 1983, Ios 10 km que separan Calilegua de Libertador General San Martin son transitados por el lento caminar de mu- eres y hombres, encabezados por tna bandera en la que puede aceasta

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