CAPITULO VIII
DE LA SALMODIA 6 CANTO DE LOS SALMOS
z canto de los salmos es quiz el mas dulce y conmo.
vedor entre los de la liturgia, porque en él se aunan
el entusiasmo de muchos con mayor
conceder que en nuestro uso ai
Je desdoran muchos defectos que deberian y podrtan evitar
se 4 muy poca costa. Enumeraremos algunos para tratar de
El error més capital es que se cantan al modo de los ex-
pendedores callejeros, con prolongaciones injustificadas y 4
toda fuerza de pulmén, lo cual hace que se rompa el enlace
patura de las sf abas en la palabra, y de las palabras en la
frase; que muchos de complexi6n més delicada no puedan
seguir la marcha del coro, 6 que, en virtud de tales esfuerzos,
falte la concordia debida, y resulte aspera y desapaci
vou en Ja salmodia, desproveyéndosela de aquellas singulares
dotes de placidez serena y mistico arrobamiento, que tan
bien caben en ella. Anda
capa de celo, la opinién d
es sinénima de gravedad, nol
s preocupaciones, considere seriam
naturaleza de Jas cosas, Una celeridad inmotivada es,
duda alguna, extremo més peligroso y mas grave, porque en.— 130 —
speto, una especie de protesta contra
isc aa ea nane eaten aaa atone alaae
Dios. ¥ eso hecho con el habitual mchagqusoreinante,
meja con propiedad una serie apresurada de gol Pee aad
till. Pero la lentitud excesiva tampoco es digna Bi
Dios més que en Ja buena voluntad si la hay, Pee
ha dicho que se le cante sabiamente, con inteligencia ae
labras y dandolas 4 entender & los que las escuchan, seas
es lo mismo, uniendo las sflabas, y scree) sina
manera las palabrasy las frases, todo en un conjunto
ie consgiente, el etna tanto deaputs do una pe
Jabra como después de una frase, el no Sen eae : ee
que deban serlo, el hacer de cada una de ellas re st at
nosilabicas 6 prolongarlas con interrupciones, a feet a6
Jas, todo eso, comin entre nosotros, esté fuera del es fad
es manera digna de alabar 4 Dios, El cantar & g cle
teas hy palmones para lo, ms de tft ees
cencia y el arte, defrauda y hace imposible a ue
‘voces pastoso 6 insinuante; no es cantar sabiamen ere
i conta as presesiptoes de Ik Tees qe di por
Isidoro que Ja voz debe ser dulce y oo (1). Cas
«into AU, a eae aR OEE Sn seria
extentreos, aunque, por ota pace no sean aqulas prvi
jiadas y escogidas, en un coro numeroso: desaparecen :
ae las asperezas; mas cuando cada cantor quiere brillar
sara gad yaa Reece ta oe Been
s y las malas; pero braman de verse jut A
Ly sad ee yk ceadatled A OFTE Ae aa
Seitor. Todo lo dicho puede aclararse y confrmatee eon un
ciempl. Una letra stopallade yr no Sie
tura; tampoco Jo seré si al leer se van contando las si
sean asia pal aaa emperor
yan ;
Tio Gago Gre ere In lai vie
fal ema de fe alc y Sele decades. Aaae ava
jeativo en castellano, bien que no nos
acertado empleir el mismo califat et
corresponda 4 nosotros la iniciativa
> 131 —
‘leteniéndose en ellas al modo de los nies que deletrean ef
“labario, La lectura pablica no seré conventonte se hace
Son voces desaforadas, con menascabo del decoro y la me-
dlline nace reduieren. Pues siendo el canto gregoriano en
Sltimo término la acentuacién variada de la lee que se ha
dle cantar, siendo en consecuencia su ritmo el de Id lectura,
como se pretende que pueda mantenerse, sin dao ae s
‘ignidad, con la ausencia de las buenas cualidades y con la
cedean tS toda la plaga de defectos que dejames indi.
cados?
Mas ya que hemos mencionado los defectos, justo es que
Shoes temos la manora de evitarlos, la cual se reduce ¢ le
observancia del principio ritmico tradicional ¥ de las reglas
qinetiales que do él se derivan, encaminadas & obtens, la
uuniformidad de un coro por numeroso que fuere. EI Prin
bilo titmieo, que ya queda explicado en lugar oportuno, no se
sits esencialmente, entiéndase bien, en el grade de Jentitud
6 aceleramiento; por sf solo exige que haya Proporcién entre
bro goutes ¥ otras, de tal suerte que, si se acelera un mien,
bro de frase, los demés deberén seguir al tenor el mismo, y
viceversa; pero hay Imites que aconseja la r2z6n natural, y
0s limites se contienen en el justo medio, que consisie en
i mo del apresuramiento,
en la medida conveniente 4 una pronunciacion clara, deta.
ada, con las divisiones razonables, pero sin interrupci6a que
recta ee Al caso. Baste decir, resumiendo, que la salmolita
Pertenece & lo que hemos llamado género de canto simple 6
Sentillo, ¥ que su éjecucién estriba en las condiciones asig-
nadas 4 éste.
En Jos versillos de los salmos debe atenderse § cuatro co.
sas, & saber: el comienzo, la flexibn, la mediante Y Ja termina.