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El autor deambula por el Atrio de los abismos porque sus alas se han olvidado de volar. Sus pies descalzos se asoman tentativamente a abismos en los que antes pidió agua y recibió el mar, y en los que la muerte es sólo el comienzo. Le resulta difícil vivir el primer día de su vida en un mundo tecnológico y grotesco, aunque prefiere trascender a un lugar donde los humanos son amigos en lugar de comida.
El autor deambula por el Atrio de los abismos porque sus alas se han olvidado de volar. Sus pies descalzos se asoman tentativamente a abismos en los que antes pidió agua y recibió el mar, y en los que la muerte es sólo el comienzo. Le resulta difícil vivir el primer día de su vida en un mundo tecnológico y grotesco, aunque prefiere trascender a un lugar donde los humanos son amigos en lugar de comida.
El autor deambula por el Atrio de los abismos porque sus alas se han olvidado de volar. Sus pies descalzos se asoman tentativamente a abismos en los que antes pidió agua y recibió el mar, y en los que la muerte es sólo el comienzo. Le resulta difícil vivir el primer día de su vida en un mundo tecnológico y grotesco, aunque prefiere trascender a un lugar donde los humanos son amigos en lugar de comida.
Porque mis alas de guila que asciende se olvidan de volar, mis pies descalzos deambulan por el Atrio de los abismos. Titubeantes, se asoman por uno en el que antes de renacer una vez ped agua y me dieron el mar y por otro en el que la muerte slo es el comienzo. No s por qu, si tierra es mi cuerpo, agua mi sangre, aire mi aliento y fuego mi espritu, me resulta difcil vivir el primer da de mi vida, tan solo y llorando como lluvia en primavera, en un mundo tecnolgico y grotesco, en el que la mejor venganza es la supervivencia. Un mundo en el que puedes hacer planes para vivir cien aos y morir hoy. Por eso, prefiero trascender, all, donde los humanos que son amigos y no comida, ladran, con quienes la odisea de la conquista perdura para siempre.