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N° 277 SERIE C: ISLAM MAYO 1995 Y CRISTIANISMO SOBRE EL ORIGEN ISLAMICO DEL ADOPCIONISMO Influencias musulmanas encubiertas en el cristianismo latino or Mikel de Epaza El presente estusio sabre el Adopcionismo —herojia ristoligica de los cristianas bispanas de! siglo Vil sin duda fa disputa mas considerable en Ia historia de la teologia accidental en ese siglo, es un tema que pone de manitiesto 10 originalidad y particulaiied de la convivencia islamo,judeo-cristiana en (a sociedad medieval espanle. Por eso lo traemas aqui. El tema de! Adopcionismo es ademas de primera magaitud por tratarse de Jestis que, como tado el mundo sabe, es un personaje clave del didlogo y de la polémica entre los tres religiones monotelstes: centro vital del Cristianismo, objeto de rechazo por el Judaismo y de veneraciéin reductora para el Islam. Finalmente el tema del Adopcionismo tuva consecuencias ‘nportentes, entre otras porque, como dice aqui mismo Jacques Fontaine, “hizo nacet una suspicién mutua yy duradera no solo entre la mozarabia y el Imperio, sino también entre la teologia romana y las tradiciones intelectuales y litirgicas del mundo hispanico conservadas escrupulosamente por las mazérabes, culturalmente aseiados —cada ver més estrechamente—, en sus ciudades en proceso de islamizacién”. De ahi su interés y utilded para nuestros lectores y que hace asequible y ameno el Dr. ‘Mikel de Epalza, vio amigo y asiduo colaborador de ENCUENTRO (ver n° 69-60, 111, 140, 164, 267). El autor, a quien agradecemos esta nueva colaboracién, presenté este estudio en el Cologuio Internacional “Dialogo flosdfico-eligiso entre Cristianismo, Judafsmo e Islamismo durante la Edad Media en la Peninsula Ibérica" (E/ Escorial, 23-26 de Junio de 1991). Edita BREPOL. Bélgica 1994. fe Se BAIO EL PATROCINIO DE LA COWISION EPISCOPAL DE RELACIONES INTERCONFESIONALES : Emilio Galindo Aguilar Redaocién y Administracién: Alcalé, 41, 3.° - 28014 Madrid Depésito Legal: M-14723-1975, IWTRODUCCION AL ADOPCIONISMO £1 adopirismo es una herjacitians medival, que nace y se desrrolapinciplmante en tas ditimas décades del sgl Ven la Peninsula Ibsice, aunque conacerd un tebrote original en Europa, en les sigs XIly XV (1), Su nombre exaica el punto central de esta dctina, cenrada en Jesis, cuya humanidad habia so divine slo por adopcién. Oe ahi el nombre de ‘Mopcicnismo. No se va a entrar aqui en detalles muy conacidas de esa hereja cistlégica (2) Lo que si va 2 presentarse es 1 conjunto de elementos que han permitia atribuir su origen a antecedents cristians, jut tmicos. Mastraremos que fueron sobre todo unas elementos isldmicos ~con coincidencias en el Judaismo— los que propciaron su nacimiento. Pero también mastrremos ‘que el hecho de que se encubran las novedades islanizantes de esta doctina cistiana con otras doctinas cistianas o judaicas ‘anteriores es un pracediniente que tendré mucho éxito a lo largo de toda la Edad Media, para integrarinfuencis istimicas en el Cstanismo latino, sin confesarlo expresamente y encubriéndolo con antecedentes cristianas somejantes. | ELEMENTOS ISLAMICOS nel desarolo dl adopcionismo de finales del siglo Vil hay algunos elementos socioreligasos del orgen islémico ‘que han sido invocades coma causas més o menos directas del orgen de esa doctrina. Hay que valorarlos, uno por uno, ponderando su elacin con el nicleo crstolgica del adopcianismo, Todos ellos apuntan hacia una sencilla polémica, entre musuimanes y cristianos, acerca de la naturaleze humana de Jesis. De esa polémica sencilla, repetida numerasas veces en la Hispania a Al-Andalus del siglo Vil naceria la doctina cristiana del adopcionismo. 1.~ El trato de los musulmanes con los cristianos de Cérdoba ‘Alcuino, desde el leano conciia de Frankfurt, avibuye de esa hereja a crstanos de Cérdoba (maxime origo ‘ius pertdie de Cordvba cvitateprocessi (3), Se hainterpretado que designa a Cérdoba como capital de los musuimanes peninslares. 1 que podria refrise a toda al-Andalus (4), Paro ura frase de Eipando, arzobispo de Toledo y protagonista de las polémicas, es mucho ‘més explcita sobre esos cistianas cordobesos. Se excusa ante Félix de Ucgel porno envarle unos textes que defienden el adopcionisma Yy que ha remitida sus oponentes astures. Esos textos habian sido redactados por cristianas de Cérdoba, a los que califica de “hermanos que opinan cosas correctas sabre la naturaleza de Ois” (..ad Cordobam, (ratribus qui Deo recta sentiunt et miti muita scvaserant (), Especitica también: de Matve Miitane, qui recta de Deo sent Esta mencién confirma dos datos fundamentales. Primero, que Elipando se deja aconsejar,itelectualmente por esos cristianas cordobeses, en el momento central de la polémica con los astues; saguramente también le habianinfluencado en el Concilio de Sevilla y sus textos adopcionstas, contra Melecio (6). Segundo, que la causa principal de la autrided que presta alos cordobeses es que "tienen una nocién correcta de la naturalera de Dios" ecto de Deo sentint), que aprecin 2 Dios correctamente. Ese “comractamente” (recta, “cosas rectay corresponde léicamente con el tema adopcionista de la trascendencia diving, que no se mezcle con la humanidad de Jesis, sino que la “asume” o “adopta”fiialmente Esos eristianos cordobeses, a los que también se referiré Alcuina, son cristianos “dela corte” omeye, del centro politico de al-Andalus. Son los que més trataban con musulmanes cultos y con los mximos representantes de las ciencas raligiosas islamicas en la Peninsula, Aunque sean eclesiéstcos —na se menciona expresamente a ningin clérigo 0 prelado cordobés, alo largo de la controversia~, son Isis cultos, muy capaces de tialogar con musulmanes y de comprender lo esencial de las divergencias ‘eligiosas islam cristianas: la trascendencia diving y el cardcter humana de Jesis. ‘Se ha querdo interpretar que esos “hermanos” eran obspos, abades y hasta miembros de un conciio cordbés, une prueba convncente de esta hipétsis (7. pero no hay (e todas formas, hacia 783, el Papa de Roma Adriano Ise quejaba a su enviado carolingio a Hispania (al-Andalus) Egila de que “muchos que se laman catéicos convivan con judlos y con no bautizados paganos..” (multi se oicentes catholicos, communem vitam gerentes cum ludzis et non baptzats paganis..., De ese trata con judias y pagans, en Cérdoba y en otras repiones de la Peninsula, se soguian daiios para la fe cristina, como so veré en el caso del adopcionismo, izante de Migeclo y su condena en Sevilla Migeci enemigo y luego aiado del enviado Egil, condenaba el trato con los paganos y detendia la santidad del Cistianisme, Aunque sélo se conocen sus doctrinas por las rasgos deformantes de Elipande (8), puede verse en su doctrina una -3- inlluncia istamica, no directa sino encubiera,fruto preisamente de polémicas con musuimanes, a niveles seguramente muy superfciales Y desagradables. Sus enseiancas se explican por polénicas con musulmanes. Recorienda precisamanteevitar su tata basa su anolagtica en la santded sacerdotl y de la Ilsia de Roma no seria contra fa susencia de sacerdcio en a slam? aunque tanbidn por una nocin veterotestamentaria dela sania sacerdotl, quid judsizane, como se ha interpreta (9). Su Trinidad (David Jesis hijo de Davi, San Pbio ests frmada por personajes que pueden entrar perfectamente como tema en el idlgo con musulmanes, adaptindse 2 sus intrlocuares, aunque sea para refwtalos {10} Su docina cistoligica puede considrarse antecedente del adopcionsmo, ya que deiende la fiiacién humana de Jess, “hijo de David, seg la cane”. Maller ya defendia que sus analogies con las sions prtéticas del Corn, propuestas por Baudisin, eran si tuvieron lugar, muy inconscintes (11) igecia le acerca al Islam en el tema trinitario y en el monteismo absolut pero ire mostrar la santidad intrinsaca de ls cistianos, que no det ‘Migecio fue condenado por un Conclio en Sevilla, en 784, pero el texto de su condenacién, por Elipande y otros prelados, provecara las objeciones de los astures contra la solucén adopcionista a fa natualeza humana y divina de Cristo, apoyados tpidamente por Alevino y los carolingios, contra Elipando y los obispos hispanos. Aqui también, si Migecio habia asimilado planteamiantos islémicos en su doctina cristina al polemizar con los musulmanes, sus enemigos vohieran a aimiar elementos istimicos 2a polemizar con él. 3 La formaci jn en letras islimicas de Elipando de Toledo Enos largos as de formacién dl azobispn de Toledo, sus adversaros recalcan que se dedicé a estutio profanos: 2 los estutios supersicosos de fa literatura profana”.“disciplinas seculares”, “dogmas de la fldsotos", de forma que él y los suyos “intentaron introduce en la Iglesia estudios seculares y de la secta de los filsofos” (de schota saxculari et philesopharum sectam in Eccesias conati soot iatroducere) (13). Segin Rivera, esos estucios profanos son los del pensamiento drabe dominante en fa sociedad de al-Andalus (14), cuya icin ente los jdvenes eristianas atacara Alvaro de Cérdeba, medio siglo mas tarde (15) Ejpando de Toledo es, pues, un eclesiéstico cristiano de buena cultura, cristina y musulmana, que puto perfectamente conecer la doetrina musulmana sobre Dias y buscar en su tradicién cristina ortodora unas {6rmulas que defenciaran la fe cistiana contra las objeciones musulmanas. Pero asumitia mas menas inconscienterente— algunas planteamientos islémicos. ‘Aqui también, las acusaciones romanas y carclingias contra la cohabitacgn de los cristianos de al-Andalus con musulmanes y judios prevenian contra formulaciones de fe evidentement istamizantes. 4. La catequesis de musulmanes y judios por Fél de Urgel El obispo de Urgel seria el primar hispana que polemizé con los musulmanes por escrito (16), asi como quizés también con judas (17), Su contacto con los musulmanes se habria inciado de joven, con las guariciones islémicas instladas en los wales pirenaicos donde él era monje; perece que ejercia con mucho celo su preticacin o catequesis, o que le pexmitia conocer, a riveles muy senclos, las principales creencias musulmanas diferentes w opvestas al cistanisma, sobre la naturaleza de Dios y la hhumanidad de Cristo (18) Riu opina que ef adopcionismo pudo nacer precisamente de las facilidades que Félix de Urgel tenia para catequizar 2 los musulmanes en terra prenaicas: "A nosottes nos parece poco probable que una doctrina como ta adopcionista pudierasurgir en (Cordoba 0 en Toledo, entre las comunidades mozérabes de las civdades de la Espafaislémica, con el propésito de hacer proselitismo teligioso entre los istanistas y que, en cambio, legé a las comunidades mazérabes y a la sede arzobispal de Toledo desde un émbito “extemo", no supeditado a las autoidades musulmanas y, en consecuencia, menos expuesto a las mecidas represivas a partir del ‘momento en que dichas auloridades advitiran los peligras que la nueva doctrna entrafaba para fa espirtulidad ist todas formas, asi se confirma que fue en un ambiente de dislogo con los musulmanes —si no de proseltismo— donde se fuerenforjando fas formulas cristianasistamizantes del adopcionismo. 5.— Otras creencias islamizantes de Félix y de Claudio de Torino ia del adopcionismo que defend Félix de Urgel no fue ol nico punto de sus creencias en que se ae En su lecho de muerte, “algunos monjes dignos de crédito reiiron haberte oide defender que de ningin mado debia tolererse que se dijera que el Hijo de Dios Padre habla sido crucificado, sino que el crucificado fue el hombre por El asumido, confirmanda eso con el ejemplo de Iseac, cuando conducido por su padre para ser imolado, no fue él Ia vitima, sino el cordero cenredado en la zarza® (20), La doctina dela susitucién de Jesis en su crucifcin y muerte es de origen cardnico (21), perfectamente ‘na linea del adopeionisma ilamizante hispénico. Pero los problemas de ls sutimientos y pasién de Jess y su atribucién a Dios son tradicional en la telogiacristiana y aparecen coma tales en la controvesia adopcionista, ene Beatus y Elipando (22). ‘Se comprende asi fa reaccin vital e intelectual del obispo Félix sufriendo y perdiendo el control ante tas piadoras referencias consoladaras ala pasién de Cristo de los manjes alrededor de su lcho de muerte: Dias no podia abajarse a padecer esos dolores. ‘También después de la muerte do Félix se manifiestan doctinas islanizantes en su brilante discipulo Claudio de Torino, sombrado obispo de la sede piamontesa, desde donde “alzé la bandera iconoclasta en Occidente,suprimiendo las imégenes en todas las iglesias de su didcess, atacand el culto a la Cruz y alas religuias,combatiendo las peregrinaciona..” (23) Hubo de reunirse para refutarle un conciio en Paris, en 825, y muchos teélogos, que utiizaron la argumentacién tradicional crstiana contra Ios iconocastas de las iglesias cristianas de Oriente. Pero en realidad la docrina icanoclasta de Claudio tenia su oigen en la aversién ‘musulmang a la representacin figurada —aversién también judaica—, que Claudio conaceria por su maestro Félix de Urge Estos dos aspectosislamizantes del maestro y del isipulaindican, una vez més, cudnto habia penetrado la osmosis isldmica de alAndalus en teélogos crstianos de Occidente. 6.~ Opiniones sobre influencias istimicas en el adopeionismo Hay ya un antecedente del aopcionismo como herejia cristolégca en la sociedad de al-Andalus, en la primera mitad ol siglo Vi: "En tempos de Cixi, arzobispo de Toledo (745-754), aparece un hombre seducid por a herjia sabeliana. Lora el santo obispo sacare del error.” (241. No es dificil ver en esta acusacién de sabeliznismo la traduccién del monarquismo anttint Y Stabe: Mo hay mas Dios que Allah y Mahoma es su profeta 0 No tendrés més dioses fuere de mi” (28). judo Es Rivera Recio el historiadar que mas ha insistdo en el elemento islémica en ol origen del adopcionisma: “La convivencia de cristianos desoriontados, con judios y &rabes, favorecidos por la administracién musulmana, hubo de produci un fuerte impacto en el pucblo vencide. Para ver la manera de salvaguardar sus creencias cristianas surgen varia intentos de conciiar en una octrna sincetsta las varias tendencias religiosas, buscando un acercamiento al manotetsmo corénico 0 a tas précticas culturaes rmosaicas” (26) “La prolongads convivencia entre hispanos y drabes hubo de producir méltiles encuentro, pugnaces wnas veces y amistosos otras. El tema de la diversida religiosa debié de ser de muchas conversacines... Enel calor de la discusin ls cristianes logaron a conceder a fos mahometanos, en un momento de generosidad apologtica, més de lo que podian: Jess era verdaderamente como eles, los érabes, le representaban, hijo adoptive de Dios y siervo suyo, peo... sslo por la raxén de la naturleza humans, sindcando al misma tiempo para El la fliacién divina propia y natural.” (27), Aunque Rivera sitia ese elemento socioteligioso en et ‘acimiento del adopcianisma, ya es més reservada al proponer un arigen drectament istémico de esa doctina crstldgica: "No es. pues, 1 adopcionismo cristlégico... una derivacén islamica, aunque, repetimos, fa doctrina de los drabes ejerci su influjo en la erupcién de {a heterodoxia espafola” (28) Sin anaizar demasiado el camino que pudieron tomar esas doctrnas islamizantes, Rivera insiste en su conlexto soco-eliginso:*..as mutuas osmosis de influencia debieron ser notables; durante todo el primer siglo de convivencia los smotérabes se vieron atacados por una cascada de heterodoxias que sutgian del inpacta de las nuevas doctinas arabes yjudias, entre las que convvian_y que las renegades tenian interés en manifestar” (29). Lainfluencia istimica en Bipando ya habia sido presentada or Simonet, en el siglo pasado (30) Riu ha analizado, en la linea de Menéndez y Pelayo y Abada, el crigen islémico de la actitud adopcionista de Félix 4e Urgel, como se ha visto, atihuyéndolo al afén prosefiistajuvenl del monje pirenaico (31). Con acierto focliza el pensamiento ‘adopcionista hacia “aecesidades apologéticas” de cristianas en contacto con musulmanes, en la linea de Rivera Recio (32). Mas ‘ecientemente, Urvoy ha estutiada la coherencia interna del adopcionisma con la ctstologiaistamica y con doctrinas semejantes del sxistianism oriental (33). No queremas entrar en el tema del lugar concreto de su origen —Sevila, Cérdoba, Urge, Toledo, Oriente fa que creemas queen ef fondo del adopionismo hay une pligéness, pero de orgendirectamente islémico. Consideramos {que los elementos crstianos o jdsicos que se han invocado como arigen del adopcinismo son fendmenos exglicitas de un encubiniento inconsciente, Hay que buscar el origen directo de la docrina crstiana de adopcionismo en ta polémice sencilla entre musulmanes y cristianos, a niveles de esas conversaiones del trto ciavio que ha evocado Rivera Recio y cuyos principos fundamentaes son muy canocidos (24). ese 7.— El elemento fundamental: la polémica islamo-ristiana, a nivel popular, sobre la divinidad de Jesis y sus actividades hhumanas, indignas de Dios, Reatciones y soluciones crstianas, a las objeciones de los musulmanes. Ena tinea de una apologétca a la defensiva (Rivera) ode una evangelizacién adaptada (Ru), en ambiente musuimén, se puade centrar ef punto nuclear del origen del adopcionismo en la conversacin dialctica siguiente, con los tema Gialéctica eeligiosaistamo-cristiana: Musulmén: ol Islam es mejor que el Cristianismo (portal y tal raz6n}y la Revelacén de Mahoma (Mutémmad) es la mis pertecta y deiitva. Cristiana: Pero Jesis es Dios ‘Musulnén: Pero zcémo puede ser Dios, bebe, sulre, etc? Que Jesis sea Dios contrac la pro reconocen su humanidad te es trascendent nocién cristina de inmutable, mientras que Jesis es hombre, come, is, cuando las creencias y los textos cristianas Cristiano: Bueno, es que el que sea Hijo de Dias ha de interpretase.. De esta sencilla conversacién, que no es un invento sino una sintesis de la polémica islam crstiana (351, habia ‘nacido la solucin adopcionista al prablema de la fiiacién divina de Jesis. O'Callaghan ha opinado que el punto incial dela contcoversia estén el ataque musuimén a la creencia Winitria cxistiana:éstos serian llamades politeistas por los musulmanes, por aorar @ tres dioses (36). Este punto trnitario es muy importante, teoldgicemente, en ta polémicailamo-ristiana. Tiene también el carScter senila de rechazo social contra ls cristiano, propio de una contioversia popular, considerindolos “infieles” (tuff) 0 “asociacinistas” /mushrigd), objeto de desprecio y apresién social Y politica, en una actitud religiosa muy logica de Ios musuimanes frente a la poblacién hispdnicacristiana de! siglo VI. Pero en esa misma Gialéctica creo que es més fundamental la polémica rligiosa de cudl es la religin mejor, cual es la revelacién més auténica ¥en definitiva, si Jesis es 0 no mayor que Mahom, lo que introduce drectamente el tema teolégico de la naturaleza humana o divina de Jesis. De todas formas, ta polémica en términos teolégices no se inicia entre tetlogos, sino que se origina en una pugna social de los antigus hispanos frente a los recién llagados musulmanes, con el deseo de ambos colectivas de mostrar su superioridad de grupo, en las relaciones socio-paliticas y por tanto religosas entre musulmanes y crstanos. Eso explica la polgénesis de doctinas sobre el cardcter humana de Jesis y la trascendencia divina, en el cristiansmo dela primeros sglos istamicas, tanto en el Occidente musuimén como con el nestorianisma de Oriente Medio. La invocacin {ai términa“adopcién", de la traicin y liurgiavsigéicas, no es més que una dialécica de encubrimiento de novedades con elementos crisianos tradicionaes, que creemos fue un procedimiento habitual, en el Medioevo cristiano, para encubrir novedades provocadas por inflenciasislaizantes en diversos temas floséficoreligisos del Cristianismo occidental latino. Curiosamente, las descaltcaciones teoligicas de los enemigos de los adopcionistas se adaptarén ala descali {e fos musuimanes, medio sigta mas tarde, en la pluma de Alvaro y Eulogio de Cérdoba (37). AA partir de esa sitvacién poléica inicial con los musulmanes, hay que analzr, en las paginas siguientes, los ‘mecanismo dialécticos que encubren las influencas isldmicas bajo apatiencias de antecedentes cristianos o judalzantes. 11— ELEMENTOS JUDAICOS ‘A lo largo de la polémica adopcionista aparecen, coma ya se ha advertido, rwmerosos elementos judsicos: advertencia dl Papa de Roma contra trato con judas, doctinasjudaizantes aribuidas a Migecio en Sevilla, polémica antjudsica de Fix de Urgel, etc. Todos los textos de la época que mencionan las creencias judaicas son texts crstianos que rechavan doctrinas Y précticas ctistianas consideréndola judaitantes (38) Convendia ser supicaces, en genera, contra esas atibuciones judezantes, en el siglo Vl hspénico. Si bien es verdad que aba en fa Peninsula unas comunidades judsicas que se veronfavoreidas por el nuevo estatuto que les proprcioné la sociedad y la legislacin istmices, tas las prsecuciones viigSices, no es probable que su influncia recta en el cristianismo fuera importante. Los recelos antjuaico de rstianisma hispénico son profundes y se adverten en os escritres de meiados del IX y hasta Jos del X: un ecesidstico dela corte de Abderrahmdn Il informa a un embajador germénic, en Cérdba, sore pecades nos han roducido a sutrir of yugo de los -6- paganos,y as palabras del apdstol nos prohivenresstr alos poderes establecdes. el tnico consuelo que, en medio de tanta desgracia, ‘os ha quedado, es que nos pariten regirnos por nuestras propas eyes, y que respetan y apracian a aquellos que demuestran observar fiekmente el crstanisme, y se complacen en su trato, mantras que aborrecen a los juios” (38). Hay que buscar, pues, en otras causes que en influ religioso directo de Ins judios hispénicos ta aparcién de ‘muchas referencias a esa rlgin en los escrito cristianos, especialmente alrededor dela crisis adopcionsta. Las menciones al judaismo © a doctinas juaizantes son tan escasas y descontextualzadas, que una prudente sospecha critica esté ampliamente justficada en cl contexto sociolgica de os primeros silos de la presencia islémica en la Peninsula. .- Tradieién de polémicas judeo-ristianas Muchas referencias a doctrinas judsizantes on ol cristianismo se deben a la tradicional polémice antjdsica, que ‘ace de los mismos textos neotestamentaros. Tada innovacién que aparece on el harizontereigioso cristiano provoca un fail refljo intelectual de buscar un antecedente en el mundo referencial conocido del judaismo bibico, vetertestamentario, evangélca o pauine. Es tefejo de historiadores modarnes, pero lo seria mas ain en eclesidsicos cistianos de tradiciin visigética, especialmente de la isidoriaa, Por eso, las condanas eclesiésicas contra inmovaciones —que son tas principales referencias que nos han llegado sobre doctrnas judsizantes son fruto de tradicional referencia a los catélogos de hersias o dactrnas judaizantes conacias. Al no figurar el Islam y sus creencias especticas en las condenas tradcionales, las creencias islimicas que csincden con el Judaismo —que son muchas y profundas— serén cualficadas por los tedlogos cristianas con arreplo a la heresiologia conacida y a sus traicionales referencias al Judaismo como inspiracién de las doctrinas fécimente cualificadas de “udsizantes". 2.~ Eneubrimionto de nuevas doetrinas istamizantes con las judaitas, més conocidas Portada ello no es de exrafiar qu infuencis islnicas se atibuyan fcilmente a doctinas jdszanes. en el cristanisma ispéniea del Vl. El Islam no ara sufcienterente conocido oi tjticado como creencia, entre Tos cistianos de Oriente y tmenas a entre los de Occdente, camo para ser objeto de condenas, por otra parte palticamentepeligrosas. Ademés, las creencias 1 muchas prcticas reigioasisémicas se asomojan més a las del Judaismo que alas cristanas De ahi una féciy casi automatica avibueién de doctrinasislamizantes al Judaism, ms conacid, ‘Algunas novedades doctrnalesy sobre todo précticas que aparecen entre los cristianos de aLAndalus, ya a mediados el siglo Vil, se atribuyen al Judaismo, como las que provocaron polémicas entre e! Y otro de Sevilla (40) No es nada claro su origenjudaico, aunque evincdan parcialmente con planteamientos veteotestamentarios: [os problemas de calendaro lunar pueden proveir también dela impasicin oficial de exe calendaria religioso por los musuimanes. De hecho, ‘vara de Cérdoba amard “pascua” ala fiesta de ruptura del ayuno de los musulmanes (41}. Es un ejemplo, entre otros, deinfluancias istianismo occidental, Lo mismo podria decirse del reprache de judaizar que hace, hacia 730, el archidiécano de Toledo Evancio a unos cistianas da Zaragora, reprochndoles ef que consideren impuro el comer sangre de animales, segin costumbre judaica (42) Es muy probable que el problema de comer elementos impuros de los animales so haya originado por los preceptos islamicas en este campo, aunque la poléica crstiana derivara hacia las preceptas judaicos. Unas notas en arabe lo confirmarian (43). UL ELEMENTOS CRISTIANOS El adopcionism es, avidentemente, una herojia cristana, “mejor que una hereia era una imprecsién verbal. la forma defectuosa de expresarse habia generado el defecto en el pensar.” (44), Es una dactrina que se expresa en latin, can términos siempre cristanos, donde expresiones foréneas no tienen lugar; ni hebraicas del Judafsmo, ni drabes del Islamismo. Su argumentacin se hace siompre a partir dels textos escripturarios dla Biblia y de ta doctina tradicional crstiana. Por eso el adopcionismo ha potido estudiarse sin referencia ial Judaismo 0 al Islam, como una evolucién interna de la teologa hispana preislémice (45), “El conterto isémica del Adopcionismo hispénico fue més politico que doctrinal” y en nada habriaincdido en la tradicional argumentacién cristana ela Iglesia hispénica (46) Pero una doctrna cristina puede encubririnluencas islémicas, cuyo origen iskimico es incansiente 0 no puede citarse como tal, por razones religiasas. Precisamente pocos afos antes de la aparicién deta controvesia adopcionista el Papa Adriano [ recomienda a su legado en la Bética Egila que luche contra una doctrina "que no nombra pero que consiste en atrbuir fa salvacén © la condenacién de los hombres a wn decreto abitrario de Dias. Los Mozérabes han conocido, pues, en esta época una fraccién que -7- ‘se acercaba al Islam en este punto, y otra que buscaba distinguirse de la aveva religién hasta el punto de caer en la hereja contrtia™ (47) Es un caso més de doctinas islamizantes, nacidas por la polica con los musuimanes y que se presentan coma comtiuidad de doctrnas cristianas precedentes. Por eso conviene mencionar, aunque sea brevemente, Ios elementos cistianos tradcionales y espetifcos del ‘adopcinisme, para comprender el mecanismo o la Galética con la que asiila las influencias nuevas de origen islaizante, \— Uiilizacién de “adopeién” en lturgia y doctrina visigéticas Tanto Eliando como Félix, mdximos representantes del adopcinisma, mencionan testo Witrgicos y otras en ls, que ateman las palabras adopt, assumpioy semejantes, en la traci hispancisigotica (48). En su justficaidn, muestas la forma de integra la nueva doctina encubriéndola (inconscintemente, sin dude) con referencia a dactinastraicionales sobre las relacones files de Jesis en la Trinidad dvina, Los adopcionistas eran seguramente conscientes de la novedad de su docrina, pero le justificaban con argumentaciones bilicas, litigicas y teoléicas traicionales. Por eso puede estudarse el adopcionsmo en la linea de una evolucion teolégica autéctona hispana (49). ¥ hasta encontrale vigencia en épocas ulterares y hasta en la teologia moderna (50) 2 Influencias hispanas arrianas y sabelianas ‘Se han podido encontrar, aunque con algunas dificultades, antecedentes hispnicos de la herjia adopciovista, tanto en al potentearranisma de épeca visigética, como en las al parecer minaritarios mavimientos prisciano y sabeiana. Algunas textos cantemporéneos ya habian dado pie 2 esa atibucion (S11. Sin negar categéicamente una posible fliacién directa con esas doctrinas cistlégicas, parece més probable que sea fruto de la referida dieléctica teolégica de buscar antecedentes ya condenados, para ‘ovedades condenabes, Se ha notado el interés de los mazérabes por tener libros que catalogaben a las herejias crstanas, al igual ‘que Juan Damasceno en Oriente, por la misma épeca 152) 3.~ Influencias oriontales nestorianas La acusacién de nestorianisma al Adopcionisme ispénico © andalus! ya salié en el Concilo de Ratisbona de 792, ten plena ofensiva carclingia y catia latina contra los adopcionstas hispanos (53). Ya Gams habia presentado las coincidencas del ‘dopcionismo con ta vieja hereia oriental de Nestoria, condenada en el siglo V (64). Menénder y Pelayo lo matizaba: “No es un nestoranismo puro. sna un términa medi, algo criginale ingenioso” (55). Hello atribuye a la tradicién antioquena de la Iglesia de Hispania, frente al Corciio Constantinopoltano Hl. Amann se plantea el problema, pero acaba negando esa inflencia: “Sui, acaso Espaita la influencia, como algunos suponen, de la teolagia nastoriana, que en la misma épaca, en el otra extreme del Impeio arabe resuriia de forma apotessica? No la creemas asi" (56). Otros muchos estudiasos del adopcionisma han analizado estas pasbles influencias (57. Esta posbdad fue estuiada también por Rivera, que se basa en la instalacin en al-Andalus, a medias dl siglo Vil, de numerosos sires, posblemente relacionados con el nestoranismo imperante en Oriente: “Convene insistr en este comercio posible doctrinal entre el Ocidene, que ata sazén desconoce Nestor, y el Oriente, donde la doctrina de Nestoria de sus maestros ¥ scipulos esté en plena vigor y en uso cotidiano..” (5). Esta positiidad ha sido estudiada muy detenidamente por Urvay. que atribuye a nestorancs de Bagdad, capital intelectual del mundo drabe, ta propagacién de dactrias crstldgicas nuevas en al-Andalus, pero concluye: “Si hay nestorianismo en el adopcionisma, es un nestoranismo espontineo, tanto menos conscente cuanto que las ‘movdrabes, fees 2 una concepcién esencialmente traicional de la religién, se sian en el tereno de las intenciones y no se quieren deja arastar en el dl andlsis de los conceptes” (5). ‘A mediadas del siglo IX esté documentada la presencia en Cérdoba de Jorge, monje de Jerusalén, que viajaba para ‘ecoger imosnas para su monasterio y se unié al grupo de mértires voluntarios (60). Franke ha estutiada la posbiidad de que las, poléicas orientales de los ristianos contra el Islam putieran ser conacidas por los cristianos de al-Andalus, aunque no haya por ahora ninguna prusba de esa inflencia (G1). La transmisién de escritos cristianos orientales Europa en general, por la Peninsula, esté ‘ébilmante documentada (62). Sin negar esa posible inluenca, hay que insstir en la comén situacién polémica islamo-cristiana de todos los cristana, en ef siglo Vil, tanto de los nestoranos coma de los mozdrabes, Tanto las Inlesias monoisitas orientale, especialmente las jacobits del Imperia abbasi, como la Iglesia hispdnica, padian reaccionar con semejantes doctinascrstlégcas, en lgica polgéness, ante la atgurentaién musuimana, -8- ‘4.~ El trastondo politico: independencia de astures y carolingios de los cristianos de al-Andalus y de su sede toledana Este trasfondo politico ha sido muy bien estudiado y ha de tenerse en cuenta en toda referencia a la polémica adoptionista (63). Pero no basta, en si, para explicar la génesis teoligica de la dactina. Da razén eso si, de la exacerbacién do la polémica y de las subsiguentes condenas, Eso aislé a los crstanos de al-Andalus de sus hermanos del norte de la Peninsula 0 de los. ultrapirenacos, ya desde este momenta enteramente integrados en la esfera de inflencia del crstanismo latino occidental, dependiente de Roma y del Imperio de Gccidant. E| Adopcionismo fue ol inicio de una fagoizacién dela Iglesia Hispénica, independiente de yy hasta de Roma en época visigética, por parte de la Cristiandad Latin, imperial y romana, con nuevos intercambios de correntos telgiosas entre ambas partes del Pirineo y distanciamiento del mundo islamico, a pesar de pastrires influencias islanizantes. El ‘adopcinismo tuvo cansecuencias importantes: Esta gran disputa —1a més considerable, sin duda, en la historia dela teologia occidental ‘en el siglo Vil ..hizo nacer una suspicién motua y duradera na silo entre la mazarabiay el Imperio, sino también entre la teologia romana y la tradicones intelectuales y litirgicas del mundo hispénico,conservadas escrupulosamante por los mazérabes, cuturalmente asediados— cada ver més estrechamento—, en sus civdades en proceso de ilamizacion” (64). 5. Paralolismo con el adopcionismo bajomedi el Islam y of Judaismo eva Intento de solucionar los problemas cristolégieos planteados pro La diléetica de encubrimiento cristiano medieval como sistema de integraciin de nuevas covientes reigosas y flasficasislaizantas se entrena con el adopcionismo del silo Vil, pero tendré muchas otras manifestaiones a fo largo dela Edad Media occidental. Ya he estutiado este proceso en la ginesis del Cur Deus homo de Anselmo de Canterbury y su docrina cristlégica (65). No seria de extraiar que esa misma daléctica estuviera en ef orgen de los brotes de adopcionismo que aparecen en Europa en los siglos XII y XIV, cuya relacién con el adopcionismo del Vill no se ha podido establecerclaramente. Es muy posible que fuera de ruavo una respuesta teoldgica cristiana a un planteamientaislémico. Ambas épocas son periodos de fuerte influencia islémica en la cultura europea occidental, CONCLUSION: INFLUENCIAS RELIGIOSAS ENCUBIERTAS, COMO CONSECUENCIA DE LAS POLEMICAS Y DE ACEPTAR LOS PLANTEAMIENTOS DE LOS ADVERSARIOS Este pequoto trabajo tiene, e relacionadas enue si fentemente, dos temas diferentes, que exigen das conclusiones dierenciadas, aunque primero es el peso del Islam en el oxigen del adopcionismo hispano del siglo VI. Se ha poddo precisar més ol vig poémica islamic en ta elaboracin de esa doctin cistligica, inca por fs ataues reigiosos de ls musulmanes d ‘Andalus a la doctina cristina deta fiiacién divna de esis. El segundo, mucho més importante metododgicamente, es ol tema de cdo se asimian en el istianso occidental fuovas conientes de pensanianto islanizante, de forma encubierta, bajo la refecencia explicte a textos y doctinas cristina tradcionales. Este procesininto tendia mucho més iol larg dea Edad Mea. Hay que tenetaen cuenta con una matodalgi articular, par of estudio de las inluencias islamic en el ristisnismo occidental, junto a ls métodos de estudio tradconales que ‘etecta ls infuoncias gracias a las ctacones expresas. Estas citaciones ms o menos expresas son relativamentefScles en cincias protanasy en la misma fosoia, Pro es relgasamante imposible ue las nuevas elaborationesteolgicascristiana se citen como de atigen istimico, De ah el procedimienta cristiano de encubriniento d las doctinas ilaizantes bajo expresions tradicionales, que inauguar el adopcnnso hspénico del siglo VI ses exprsionestadconalesserdncistona, cuando st aceptn,yjdsices, cuando se rechazan. 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