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Capitulo | proceso de salud-enfermedad en su _contexto histérico 6“ EF; hombre, merced a su poder de recordar, acumula Su propio pasado, lo posee y lo aprovecha. El hombre no es nunca su primer hombre: comienza desde luegoa existir desde cierta amplitud de pretérito acumulado. Este es el tesoro del hombre, su privilegio y su sefial.” José Ortega y Gasset ara Ortega y Gasset! el saber histérico es un ele- mento de primer orden para conservar y continuar una ciencia que gradualmente ha asimilado un am- plio acervo de conocimientos, no porque dé soluciones Positivas ante los nuevos problemas que pretende resol- Ver, sino porque evita cometer los errores ingenuos de tiem- Pos pretéritos. Sefiala que la continuidad con el pasado depende de la memoria reflexiva de las experiencias equi- vocadas; por eso considera que “el verdadero tesoro del hombre es el tesoro de sus errores”. Aunque parece ilusorio aplicar estos conceptos al pro- ceso caracterizado por la perenne alternancia de la salud con la enfermedad, en la memoria hist6rica del hombre es posible rescatar informaci6n acerca de algunas que han hecho peligrar su continuidad en Ia Tierra. Este capitulo pretende hacer una exposicién suscinta y ordenada de las que han trascendido en la historia, con el deseo de encon- trar en su relato alguna ensefianza aplicable al control de las enfermedades nuevas y las que han resurgido en la épo- ca presente, 106 e La salud en el contexto ck (Capitulo 8) LOS PRIMEROS HOMINIDOg ees HOMINIDOS de dinosaurios que murieron hace 250 millones de afios.? Es licito suponer que desde los primeros hominidos, la salud del hombre se ha visto amenazada por microorganismos presentes en el ecosistema en que vive. Por eso es conveniente analizar la manera en que ha acontecido esta convivencia. Como en todos los seres vivientes, la preservacién del hombre —como especie— ha estado subordinada a los cambios bioldgicos de su organismo para adaptarse a los ecosistemas en que habita; por millones de afios ha estado sujeto al desarrollo de mecanismos fisiol6gicos y bioquimicos para mantenerse en equi- librio. Desde los hominidos que habitaron hace 3.6 millones de afios en Kenia y Tanzania, el Gran Valle del Rift, hasta el actual Homo Sapiens, los seres huma- nos hemos estado sujetos a la seleccién natural y a los constantes Procesos de adaptaci6n biolégica para avenirnos a las condiciones que Prevalecen en un LOS NEANDERTALENCES EERRIREENCES De manera simulténea a las modificaciones soméaticas que acontecieron en el hombre para lograr su permanencia en la Tierra, fue menester que su instinto Primitivo fuese gobernado por la inteligencia. La complejidad del intelecto pre- cis6 un largo proceso evolutivo: de los primates a los antropoides y de éstos a los homfinidos (Australopithecus y Homo); de ellos surgié el Homo habilis, en el que posiblemente se manifestaron de manera tudimentaria el razonamiento y la conciencia para progresar después al Homo erectus. Fue mediante el desarrollo primigenio de estas funciones intelectuales como los hombres empezaron a interactuar unos con otros, se relacionaron para prote- erse, se unieron para procurar alimento y desplegaron cierto grado de habilida- des tecnolégicas rudimentarias, Sélo asi es posible explicar que el hombre de Neandertal (Homo sapiens neanderthalen3is) comprendiera los peligros de am- bientes inhdspitos, se enfrentara a ellos, se adaptara a las condiciones adversas que ofrecia su entorno y resistiera las inclemencias de las tltimas glaciaciones en territorios de Europa y Asia Menor, antes de desaparecer (0 evolucionar) hace 40 000 afios. LA REVOLUCION NEOLITICA ION NEOLITICA luego aconteci6, hace 10 000 afios, la Revolucion Neo! ‘periodo la aparicion de la agricultura, Ja domesticacién miento de las Poblaciones némadas en Pequefias comu: ‘que Tepresenté este cambio de vida en la evolucién d litica, Convergen en este de animales y el asenta- inidades. Con Ja Tuptura lel hombre, se dieron las ndémicas, las Producidas PRIMERAG EVIDENCIAS HISTORICAS EE ISTORICAS florecer las primeras civilizaciones occidentales, lego en el Valle del Indo y en las orillas del Rio Nilo, las enfermedades que du- te miles de afios Permanecieron confinadas a los asentamientos urbanos de Tegiones, adoptaron un comporfamiento epidémico de mayor amplitud te- itorial. Las guerras y el comercio entre estos pueblos favorecieron Ja aparicién orddica de epidemias y Ia presencia endémica de enfermedades Por contacto Primero en Mesopotamia, REESE n eo (Capitulo 8) Los documentos histéricos con los que se ha reconstruido la vida cotidiana en los pueblos que florecieron alrededor del mar Mediterrdneo, permiten identi- fueron castigados con la “plaga” de las tilceras Por mandato divino, que algunos historiadores de la medicina piensan que fue viruela.4 Textualmente sefiala que: siguiendo el mandato de Yahavéh, Moisés y Aaron... “Tomaron hollin del horno Y presentdndose ante el Faraén, Moisés lo lanzé al cielo, y hubo erupciones Pustulosas en hombres y ganado” que vivian en el tertiterio de Egipto. Otro relato, en el Libro Primero de Samuel, refiere que Yahavéh Castig6 a los filisteos por haber tomado como despojo de guerra el arca de Dios; dice: “L...] la mano LA ERA DE LAS PESTES ee ESTES Las guerras emprendidas por Roma durante siglos para ampliar su Imperio, movi- lizaron ejércitos y bestias Por territorios desconocidos, llevaron a Roma nume- historia de la humanidad: la pandemia de peste bubénica que en el siglo XIV d.C, se conocié como la “Muerte Negra”. Si bien la primera pandemia de esta en- fermedad se habfa registrado en el siglo Iv d. C., y habia causado numerosas muertes, a tal grado que la poblacion de Roma y Constantinopla se habia reduci- do a la mitad, el dafio que ocasioné la segunda pandemia fue mayor, debido a que las circunstancias demograficas y sociales eran Propicias.° El crecimiento de la poblacién en Europa y Asia era notoriamente mayor que diez siglos antes, y desde el afio 1300 se habia hecho evidente la limitada disponibilidad de alimentos PP Clr ere ey 109 como consecuencia de cambios climaticos adversos, Estas perturbaciones _ climaticas se prolongaron por 500 afios y se identifican actualmente como la “Pequefia Edad del Hielo”.? en el segundo decenio de ese siglo se diera la peor hambruna que ha padecido Europa. Esta epidemia con- tinu6 hasta el afio 1325, en que se agregaron a ella conflictos bélicos y la erup- cién del Etna, de tal manera que para la década de los 40 la poblacién de Europa } -habia disminuido como consecuencia de estas catdstrofes, y la que habia sobre- | vivido se encontraba seriamente afectada en su salud. También Asia padecié estos cambios climaticos. En China, el afio de 1333 “fue de sequfa y hambre; luego se presentaron lluvias torrenciales e inundaciones, -ocurrieron terremotos, plagas de langosta y epidemias; a todo esto se sumé una | tevuelta armada en contra de los mongoles que ocupaban el pais. Las condicio- | nes climaticas y la revuelta motivaron que en China y Mongolia grandes nticleos | de poblacién migraran a nuevas tierras en busca de agua y alimentos; con el | desplazamiento de la poblacién migraron también al Asia Central roedores con | Yersinia pestis que las pulgas transmitieron a personas y otros roedores suscepti- ‘bles. De esta manera, mongoles y roedores extendieron la enfermedad al Asia Central, a Manchuria y a Ucrania.$ | En el otofio de 1347, la peste llegé al puerto de Mesina, en Sicilia, en un arco procedente de Crimea. Ratas portadoras de Y. pestis e infestadas por pulgas ‘enopsylla cheopis) propagaron la bacteria a humanos y roedores de la ciudad. La | epidemia se extendié por Europa y por el norte de Africa. Las ciudades densa- f mente pobladas con viviendas en pésimas condiciones sanitarias y la suciedad @ en que vivian sus moradores, contribuyeron a que se propagara la enfermedad. t 4a S meses morian en las ciudades afectadas los humanos y roedores suscep- libles a la enfermedad; las personas que sobrevivian se enfrentaban al hambre, y #j las comunidades entraban en un colapso econémico por la disminucién en la t fuerza de trabajo disponible. Al menos un tercio de la poblacién total de Europa 20a 30 millones) murié entre 1346 y 1350, y en China la poblacién se redujo de (/ 123 millones en el afio 1200 a 65 millones en 1393.8 P Los siguientes 200 afios, la peste se presenté de manera esporddica en algu- Hi] 10s lugares de Europa. En Inglaterra, el tiltimo registro de la “Gran Plaga” fue en. 1665; en ese afio murieron en Londres 68 596 personas.? En Francia, el ultimo rote ocurri6é en Marsella en 1720.7 EL MUNDO EN EXPANSION ee UN \descubrimiento de mundos desconocidos rompi6 las fronteras que constre- laconciencia del hombre acerca del planeta que habitaba. Estaba a punto de cluir el siglo XV cuando Colén descubre un Nuevo Mundo, en 1492. Ei encuen- UEC Len ee (Capitulo 8) tro de este navegante con seres extrafios que habitaban tierras desconocidas, fue para algunos un hito de esperanza en su pobreza; para otros, la oportunidad de predicar sus creencias Teligiosas en tierra de “barbaros”; y en unos més desaté ansia de poder y de tiqueza. El encuentro de estos dos mundos, el Viejo y el Nuevo, Tepercutié no sé6lo entre los que pretendian riqueza empobreciendo a los pueblos conquistados, la ciudad con bergantines y la atacé Por las cuatro calzadas que la comunicaban con tierra firme; después de esta lucha sangrienta, poco quedaba de la esplendi- dez de esta ciudad, Para los aztecas conclufa de esta manera lo que habia sido un afio funesto. Diez meses antes del cerco a la ciudad se habia propagado una epidemia de ceguera. Relatos de los informantes indios de Tlaltelolco, recabados por Fray Bernardino de Sahagiin, dan cuenta de estos hechos:!° “Era muy destructora enfermedad, Muchas gentes murieron de ella. Ya nadie podia an- dar, no més estaban acostados, tendidos en su cama. No podia nadie moverse, no podfa volver cuello, no podia hacer movimientos de cuerpo. Muchos murieron de ella, Pero muchos solamente de hambre murieron. Unos quedaron ciegos, peraieron la vista, EI tiempo que estuvo en fuerza esta este durd sesenta dias, sesenta funestos dias.” Puede decirse que los guerreros aztecas no sélo fueron doblegados con armas mis poderosas, con la fuerza de los caballos y con la estrategia de un combate maritimo, sino en gran parte fue con el curso devastador de la viruela. Al caer la ciudad, su poblacién, estimada en 300 000 habitantes antes de ser atacada, habia quedado reducida a la mitad.6 Como es légico suponer, las epidemias diezmaron a los-pueblos mesoamerica- nos, a la poblacién inca, a los nativos de las islas del Mar Caribe, y alos amerindios Tere Ee mene nn vos que habfa en la isla antes de llegar Colén, en 1548 sdlo quedaban 500. En el mismo sentido, se calcula que de los 25 a 30 millones de habitantes que habiaen México antes de la Conquista, en 1568 habia 3 millones; se cree que la viruela caus6 18 millones de muertes. Por esto €s razonable suponer que si Pizarro no hubiese contado con el auxilio del Cuarto jinete descrito por San Juan en el Apo- calipsis, y con el auxilio de las discordias que se suscitaron entre los jefes incas, este capitén no hubiese conquistado, con 185 soldados, un Imperio de un millén | de habitantes.$ Consumada la conquista del continente americano, el nexo de dependencia | con el Viejo Mundo y el comercio de esclavos africanos contribuyeron perma- nentemente al intercambio de microbios, pardsitos y vectores; los depésitos de agua de los barcos propiciaron la introduccién de vectores de algunas de las | enfermedades prevalentes en Africa, y los esclavos actuaron como portadores de | “pardsitos y bacterias de algunas de las enfermedades Ilevadas al Nuevo Mundo. a fiebre amarilla, el dengue y el paludismo, se sumaron a las que ya existfan en el continente. Experiencias epidemioldgicas semejantes acontecieron cuando hubo el pri- ler contacto con los nativos de Siberia, de la Polit sia, de Australia, de Nueva landa y de numerosas islas del Pacifico. Sarampién, tuberculosis, viruela, tos rina, influenza y muchas otras enfermedades, encontraron enestos lugares apar- dos, poblaciones susceptibles a los agentes responsables de estos padecimien- ‘tos. Como contraste, las enfermedades que tuvieron mayor trascendencia epidemiol6gica al ser transmitidas al mundo occidental, después del descubri- iento de las tierras inéditas, fueron: la sffilis y, tres siglos después, el c6lera. La primera de ellas, conocida como nanahuatl por los nahuas, fue descritaen Euro- | paen 1493, por un cirujano portugués de nombre Ruiz Diaz de Isla, que vivia en Barcelona; esto acontecfa poco tiempo después de que Colén habfa regresado de “su primera expedicién a las Antillas.* Meses mas tarde, al concluir el sitio que | Carlos Vir impuso a Napoles, en febrero de 1495, se dieron las condiciones para | que germinara el primer brote epidémico de esta enfermedad; al caer la ciudad, | ‘lpillaje y la francachela de soldados y prostitutas, favorecieron la diseminacién | padecimiento que después fue denominado “mal napolitano” y que luego se | xtendio por toda Europa. El origen americano de esta enfermedad atin despierta arduas polémicas. ~ Aunque se cree que el tifo era conocido cuando la cultura griega y los ejérci- {0s romanos dominaban el mundo, se considera que el primer brote de esta enfer- nedad ocurrié en 1492, durante el sitio de Granada por los ejétcitos de Isabel de (Castilla y Fernando. de Aragén, en su lucha contra los moros. Después de al- |gunos meses de asedio, 20 000 soldados espafioles habfan muerto, y de ellos, Ue En ot cd oY) 17 000 habian muerto Por tifo.© En 1542, en Hungria, corrieron igual suerte 30.000 soldados cristianos que combatieron alos turcos. Fue en esta época cuan- do la enfermedad fue Ievada al Nuevo Mundo. das desde 1817, seis tuvieron lugar en el siglo xIx, y la Ultima, que empez6 en 1961, atin no concluye.* Cabe una Pregunta: {qué factores contribuyeron a que se diesen las seis pandemias durante el siglo pasado? Es oportuno sefialar que cuando el célera legé a Europa por primera vez, coincidié con la Revolucién Industrial. Los cambios vertiginosos en aspectos demograficos, tecnolégicos y cientificos que se dieron en esa época, contribuye- ron a estimular el intercambio comercial entre pafses y consecuentemente se gracién de poblacién campesina hacia los centros urbanos donde prosperaba la industria; en estas ciudades los obreros habitaban hacinados en viviendas cuyas condiciones sanitarias Propiciaban el desarrollo de enfermedades transmisibles. Por otro lado, tanto los ferrocarriles como las Iineas maritimas prosperaron en relaci6n directa con el incremento en la velocidad con que estos medios de trans- Porte movfan pasajeros y mercancfas. La facilidad con la que el V. cholerae pudo viajar con rapidez en el intestino de personas enfermas, facilité la Propagacién de la enfermedad en los grupos de poblacién que vivian en condiciones favora- bles para el contagio; probablemente estas circunstancias contribuyeron a las pandemias registradas en la historia de este padecimiento en el siglo pasado, Este mismo argumento puede explicar por qué el biotipo Tor del Vibrio cholerae 01 5 identificado como causante de la séptima pandemia, atin afecta de manera endé- mica poblaciones. de pafses que tienen graves deficiencias sanitarias.* EL PARADIGMA DE PASTEUR TS EUR Aunque la sospecha de contagio estuvo siempre en el subconsciente del hombre, durante siglos prevalecié el concepto de que los miasmas eran el mecanismo y la explicacién de las enfermedades epidémicas. En abril de 1878 Surge la ruptura de este modelo conceptual: Pastzur expone ante la Academia de Medicina de Francia el significado que para la salud Tepresentaban sus experiencias de casi 30 afios de trabajo, sintetizéndolasen “La teoria de los gérmenes y sus aplicacio- nes a la medicina y a la cirugfa”."" Culminaba de esta manera una larga jornada de estudios que inicialmente parecfan no tener relacién con la teorfa que plantea- ba; su interés inicial por conocer la relacién entre la forma de los cristales de Acido tartarico y su accién sobre el plano de polarizacién de la luz, lo habfan llevado al estudio de las fermentaciones y de éste.a los microorganismos impli- cados en ellas, Taare ee ore EK cin de los tejidos vegetales y animales, - faccién, habia escrito:" “Todo indica , por efecto de la fermentacién y la putre- que las enfermedades contagiosas deben su existencia a causas semejantes”, Un aifo después, se aventuré a hacer la prediccién de sus estudios para refutar la falsa idea de la generacién espontanea, ‘prepararian el camino Para investigaciones sobre el origen de varias enfer- , medades”, mentos y pasteurizarlos, combatir los vectores y la fauna potencialmente nociva para la salud, y tomar otras medidas que las autoridades sanitarias y de gobierno rutinariamente ejercen, regulan o promueven en la vida cotidiana. Slo un afio después de exponer su teorfa de los gérmenes, al estudiar el - célera de las gallinas, descubrié incidentalmente la Posibilidad de proteger a "estos animales inoculdndolos con cultivos de bacilos del célera, previamente atenuados en su patogenicidad. Esta grata experiencia lo condujo, por un razo- “ namiento analdgico, a desarrollar estudios semejantes para la Prevencién del carbunco, de Ia erisipela del cerdo y de la rabia. De esta manera nacié para la ciencia la idea de la prevencién especifica mediante el empleo de vacunas, pues- to que la vacunacién para prevenir la viruela desde 1796 habfa sido introducida por Jenner de manera empirica. SUMARIO iberneticus, ha estado sujeto al vaivén de este proceso. Alo largo de la historia, el hombre colectivo ha dejado constancia de enfer- edades que por su violencia epidémica le dejaron marcado con una huella ‘ofunda. Como contraste, sdlo es posible inferir que su salud ha estado por iempre sujeta a las circunstancias favorables del comercio, de las guerras o-de ini el grupo dominante, mientras adas que carecen de memoria. Tal vez por esta razon las pandemias devastadoras y las catastrofes naturales, que con.su violencia borran las desigualdades sociales, son los hechos que pue- n ser rescatados en la historia documentada. Para los historiadores, la etapa moderna de la humanidad empieza con la ida del Imperio Romano de Oriente, En ese mismo siglo, el descubrimiento de otros mundos hace que el hombre tome conciencia de la extensién de su planeta : : 114 ¢ La salud en el contexto a. (Capitulo 8) y surjan en él deseos por dominar los nuevos territorios, Por tres siglos surca los mares acompafiado de microorganismos para los que las poblaciones conquista- das 0 con las que comerciaba carecfan de cicatrices inmunol6gicas. A cambio, los conquistados experimentaron las Consecuencias de enfermedades para ellos desconocidas, aunque el balance numérico de este intercambio fue siempre menor. Al despuntar el siglo XIX, los avances cientificos y técnicos logrados por las ciencias médicas eran atin incipientes y dispersos; al terminar el siglo se habfan sentado las bases de la medicina contemporénea. Entre 1850 y 1950 el éxito alcanzado en la lucha contra las enfermedades infecciosas y el interés creciente por preservar y fomentar la salud de la poblacién, contribuyeron a modificar el panorama epidemiolégico de los paises econémicamente desarrollados, mien- tras que los que se encuentran actualmente en desarrollo atraviesan Por un proce- so de transicién.m@ 1. Ortega y Gasset J. La rebelién de las masas, 20a. ed. Madrid:Espaia-Calpe, 1972. 2. Leakey R. La formacién de la humanidad, Barcelona: RBA Editores, 1993. 3. Agnew N, Demas M. Preserving the Laetoli footprints. Sci. Am. 1998; 279:44-45, 4. Sendrail M. 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