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LA IDENTIDAD

La identidad cultural es una realidad compartida. Los individuos que viven en una
misma sociedad son formados en su cultura. Adems, la cultura ejerce cierta
presin para que los individuos miembros acepten los valores establecidos y las
normas que rigen su entorno.
Por otro lado, la identidad personal est formada por esos rasgos que lo hacen a
uno, precisamente, identificable. Decimos que la identidad de una persona est
hecha de esas propiedades que perduran en el tiempo y que la hacen, a esa
persona, distinta a las dems y reconocida como un individuo particular.
La identidad es la conciencia que una persona tiene respecto de s misma y que la
convierte en alguien distinto a los dems. Aunque muchos de los rasgos que
forman la identidad son hereditarios o innatos, el entorno ejerce una gran
influencia en la formacin de la identidad de cada sujeto.
La adquisicin de la identidad es un proceso que comienza con la familia, muchas
veces tenemos creencias negativas de nosotros mismos que nos llevan a tomar
falsas identidades basadas en conductas, pensamientos, caractersticas del
cuerpo, etc.
Cuando venimos al mundo, nuestra esencia es lo nico que poseemos, pero
conforme vamos creciendo aprendemos que la sociedad en que vivimos le
encantan las mscaras y as es como empezamos a adoptar falsas identidades
para poder ser iguales a los dems, perdiendo cada vez ms la esencia real de lo
que realmente es nuestra identidad.
Pasamos por alto decir lo que verdaderamente somos o pensamos, y vamos
renunciado a lo que realmente somos con el fin de agradar a los dems.
Empezamos a vivir con una identidad falsa, fuera de nosotros y olvidamos que lo
principal est dentro de nosotros mismos. Vamos copiando a los dems y nos
olvidamos de nuestros propios sentimientos, pensamientos y lo que realmente
queremos y somos.es as que dejamos de pensar por nuestra propia cuenta.
Por eso mantener la identidad es algo importante para todo ser humano. Parte de
la felicidad de las personas est determinada por cmo uno es visto y valorado. Ni
el mundo, ni tampoco el Per por supuesto, han llegado an a ese punto
normativo ideal donde las distintas identidades colectivas reciban la misma estima
social.

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