Cecio
Elba Bertoni
Mabel Quintela
fered te ie V4
Ie
-Concepto de investiga
El término investigacion ha cobrado -en
raz6n de su vinculacién con el término “Cien-
cia” miiltiples sentidos, no todos igualmente
apropiados.
Suele afirmarse que no hay ciencia sin
Investigacion
sQué quiere decir esto? Significa que la
ciencia, como cuerpo organizado de conoci-
mientos, es el resultado de un proceso, al que
Namamos precisamente “investigacién’.
Aventurando una definicion minima de IN-
VESTIGACION, diremos que se trata de UNA
INDAGACION SISTEMATICA Y AUTOCRI-
TICA.
Como toda indagacién, la investigacion esté
promovida por dos componentes psicolégicos
basicos:
1) la curiosidad’y 2) ef deseo de comprender.
La curiosidad que sustenta Ia investigacién no
es una curiosidad pasajera sino estable y
sistematica. Responde a una estrategia que
utiliza la duda y los principios criticos, nos6lo
con respecto a respuestas obtenidas con co:
modidad, sino también respecto a hipétesis
propias del investigador.
En este mismo sentido debemos entender e!
deseo de comprender que promueve la
nvestigacion: no es un deseo “facil de
conformar”, sino exigente y que no se satisface
en forma directa, sino que busca medios,
‘caminos organizados’ para alcanzar el
objetivo de la comprensién. En otras palabras,
es un deseo que para llegar a su fin recwre a
métodos (entendiende por “método” no tanto
Ql er soucarvo Wflas maneres de proceder en la prictica de la
investigaci6n -lo que constituyen las
“Scnices™ sino una forma de pensar que
permite tanto el descubrimiento como la
demostraci6n de verdades).
Esta “indagacién sistemética y autoctitica”
que es la investigacién puede aplicarse hoy a
los campos mas diversos y variados.
No siempre fue asi. La gente con preguntas
y problemas recurria -como muchos ain lo
hacen- a las respuestas provenientes de la
revelacién divina, a la autoridad de una casta
instruida, al saber tradicional o a la opinion
admitida.
Para quienes anhelan el respaldo de la fe,
de la autoridad o de la tradici6n, la investiga-
ci6n se presenta como una amenaza. Justa
mente por su carcter critico, abierto y
autocorrectivo.
2En qué consiste la investigacién
educativa?
La investigacién educativa merece el cali
ficativo de investigacién, en la medida en que
comparte los requerimientos de todo proceso
de investigacién cientifica,
Pero, sin embargo, tiene que haber diferen-
cias reales entre investigar lo que es educati-
vo y lo que no lo es.
No se pueden extraer las “normas” de la
investigaci6n educativa s6lo del ejercicio de
su practica.
2Cuales son las caracteristicas
stintivas de la investigacién
educativa?
La investigacién en el campo de la Educa-
cién (como actividad humana) solo se puede
comprender en funcién de sus fines.
Como toda actividad humana, la investiga-
cién educativa tiene un objetivo tedrico o
practico, dependiendo de que pretenda des-
cubrir algo 0 modificarlo.
Cualquier actividad de investigacién se
ocupa de plantear y resolver problemas.
En el campo educativo -actividad practica
por excelencia- la finalidad especifica es la
modificacién de los sujetos de aprendizaje.
Por tanto, la investigacién educativa difiere
de la investigacién tedrica en general, porque
24 W ovpnscer evucarivo
los poblemas que resuelve son siempre “pro-
blemas précticos”. Como éstos son problemas
sobre qué hacer, su solucién se encuentra
haciendo.
Cualquier descripcién de la naturaleza de
la investigacién educativa, que sélo se limite
al abordaje te6rico, desnaturaliza lo propio de
la investigacién educativa y la equipaia con
otras formas de investigacién en ciencias so-
iales.
Los problemas educativos surgen cuando
se constaia una discrepancia entre la préctica
educativa concreta y las expectativas sobre
los fines con que se emprende esta prictica.
Por ejemplo, el problema de “dificultades en
el aprendizaje”, en el enfoque de la investiga-
cién educativa no se resuelve con una expli-
caci6n teérica sobre la teoria de Piaget,
Ausubel, etc., sino con propuestas y estrate-
gias que ayuden a facilitar el aprendizaje.
No obstante, como el docente ha incorpo-
rado un "marco te6rico” que orienta sus obje-
tivos en la practica, el fracaso de una practica
educativa significa un cuestionamiento al
“marco tebrico” que aplica. En el ejemplo
anterior, aunque la dificultad de aprendizaje
no se resuelve con una modificacién teérica
de Piaget, el fracaso practico significa de
hecho un cuestionamiento a la teoria.
Un problema educativo muestra el fracas
de la conciliacion entre la préctica y el marco
tebrico en que se experimenta y entiende esa
practica,
Estos marcos tedricos que orientan al do-
cente en su tarea (consciente- 0 inconsciente-
mente) responden a los paradigmas educati-
vos tales como el empfrico-analitico,
interpretativo y critico; que, a su vez, son los
que orientan a la propia “investiga
cativa”.
De todas formas, es posible afirmar que
cualquier investigacién que tienda a resolver
problemas educativos no puede limitarse nia
describir “objetivamente” las dificultades que
aparecen en la practica (en términos de varia-
bles y su posible control) ni a explicar las
interpretaciones de los profesionales, sino que
debe abordar criticamente estos dos aspectos
y estar preparada para dar explicaciones al-
temativas que sean mejores.
Opina W. Carrque para quela investigacion
educativa mantenga su estatuto cientificogiesen orea ee eee ais
equiparable al de las ciencias sociales en
general, es necesario introducir modifica-
Ciones en los procedimientos de investigacién
vigentes.
J.La idea de que la teorfa pueda compro-
barse, cientificamente, independientemente
de la practica, debe sustituirse por la idea de
que la teoria de la Educacién s6lo adquiere un
cardcter cientifico si puede corregirse y eva-
luarse a la luz de sus consecuencis practi-
Cas.
2.El hecho de que las interpretaciones de
los educadores constituyan la materia de la
investigacion en Educacion hace que sea
inadecuada Is consideracién de tos profeso-
res como objetos de investigacin, 0 consu:
dores que aplican soluciones hechas por ex-
pertos, y debe ser sustituida por una activa
participacién de los docentes en la produc-
cién del conocimiento te6rico-practico.
Como dice, textualmente, W. Car “Sélo
podré garantizarse lz posibilidad de que la
investigaci6n sea, a la vez, educativa y cien-
tifica, si se consigue abandonar todas las divi-
siones y distinciones que, en la acualidad,
separan a la comunidad investigadora de la
comunidad educativa”. (Una teorfa para la
educacion, p. 116)
ae
Qué investigaciones se estén
desarrollando, hoy, en Educacién?
Las investigaciones en el campo educativo
han ido variando de acuerdo a la relevancia
sucesiva que toman sus protagonistas: desde
el enfoque centrado enel sujeto deaprendiza-
je hacia la indagaci6n del rol del docente, su
formaci6n, sus estilos y modes de pensar.
De este giro da cuenta la compilacién que
hace M. Carretero de las tltimas investigacio-
nes en torno a las tlacltmes entre aprendiza-
je y ensefianza,
Carretero da cuenta del conjunto de inves-
tigaciones que sobre “el pensamiento del pro-
fesor” en relacién con |a actividad docente se
vienen realizando en la. actualidad. Investi-
gaciones como las de Pope, Jirvinen y Ropo
se centian en la construccion del conocimien-
to en el propio profesor. Y plantean que los
mos problemas que se presentan en rela-
{6n a los alumnos, se presentan en relacién al
docente. Ast como las investigaciones han
mostrado que los alunos poseen verdaderas
“neorias previas” sobre lo que les serd ensefia-
do, también los profesores presenian “creen-
cias ingenuas” que se aplican, sin critica, en
el aula y fuera de ella
De igual forma, se ha insistido en que el
aprendizajeconsisteen un “cambio conceptual”
guenacer spucanvo B25del alumno; ahora las investigaciones
muestran que también en el profesorse cumple
un proceso semejante en el que hay
resistencias, por un lado, y en el que no sélo el
intelecto esté implicado, sino también la
emocién.
La investigacion de estos asuntos, proyec-
tados en la practica, nos explica las dificulta-
des que tiene el profesorado para cambiar sus
teorfas y practicas cotidianas.
A su vez, esto tiene proyecciones en la
formacién docente, en la que resulta mas fécil
implementar cambios de “afuera hacia aden-
tro”, que a través de un proceso de reflexion
propia.
Como dice M. Carretero, “son numerosas
las investigaciones que muestran que el do-
cente tiende a ensefiar como efectivamente
aprendié, y no sélo basindose en las teorias y
conocimientos que recibié en su formacién",
Otra linea de investigacién es la concer
niente a fa “teatralizacion” en el aula.
La idea de considerar el aula como un
teatro desplaza la idea de que el conocimien-
to que transmite el docente es un registro fiel
de la realidad que debe exponerse con un
maximo de “cientificidad’, en favor de una
circulaci6én del conocimiento como narra-
cién, relato. Asi, M. Pope rescata la tradicién
de contar “historias interesantes” en la escue-
la.
La teatralizacién tiene que ver con la forma
en que el docente organiza las actividades de
aula y el tratamiento que hace de los conteni-
dos (configuraciones didécticas: formas en
que el docente organiza y transpone el cono.
cimiento; Edith Litwin, 1996).
Podemos sefialar, por diltimo, el gran desa-
rrollo de las investigaciones educativas basa-
das en la distincién entre “expertos” y “nova-
tos”.
En esta contraposicién, “expertos” no tiene
un sentido tecnacratico sino que hace ref
rencia a esa ganancia en estrategias para
resolver problemas que tiene el profesional
Este dispone de procedimientos “heuristicos”
(soluciones creativas) en luger de aplicar
“algoritmos” (reglas rutinarias).
Las investigaciones de Ropo y Jarvinen, que
han comparado docentes “expertos” y “nova-
tos”, han Hlegado a la conclusién de que los
procesos responsables de la formacién de la
26 W ovenacer epucarivo
Foto: Kaspar Th, Linder
pericia no se logran con una mera acumula-
cién de experiencia, sino con una practica
reflexiva (metacognici6n), que incluye forma-
cién continua, discusin entre colegas y crite-
rios de inter- y transdisciplinariedad.
Bibliografia
-Litwin, Edith: Las configuraciones didacticas,
Paidés, Buenos Aires, 1997
-Carr, Wilfred: Una teorfa para la educacién
(Hacia una investigacién educativa critica’),
Morata, Madrid, 1996
-Chevallard, Ives: La transposicién didactica ("Del
saber sabio al saber ensefiado), Aique, Buenos
Aires, 1997
-Carretero, Mario, compilador: Procesos de ense-
Ranza y aprendizaje, Aique, Buenos Aires, 1998
-Porlén, Rafael y Martin, José: El diario del profesor
("Un recurso para la investigecién en el aula”), Ed.
Diada, Sevilla, 1993
-Olson, Mary, compiladora: La investigaci6n ac-
cién entra al aula, Aique, Buenos Airos, 1991
-de Camilloni, Alicia - Davini, Maria Cristina y
otros: Corrientes did.écticas contemporéneas,Paidés,
Buenos Aires, 1996