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conflictos y estrategias socioespaciales frente a las transformaciones de los centros urbanos No \\ UNIVERSIDAD AUTONOMA Vi=atitel Sel RN aU Ta UNIDAD AZCAPOTZALCO Division de Ciencias Sociales y Humanida '. Oscar Gonzilez ‘Cuevas Secretario General Ing. Alfredo Rosas Arceo Rector de Ja Unidad Azcay potzalco Muro. Carlos Pallén Figueroa Secretario de la Unidad Arq. Manuel Sénchez de Carmona Directora de la Division de Dra. Sylvia Ortega Salazar Jefe del Departamento de Sociologia Lic. Adrian de Garay Coordinacién de Difusién Editorial Mura. Silvia Pappe Asesores Arturo Cérdova Just y Federico Y4fiez Roldén Instituto Frances de América Latina Director Louis Panabiére Servicio de Intercambio Universitario y Deccan Nicole Giron ; Isidore Gérard Portada: Granda (raat ages Le pont des plane Ciencias Sociales y Humanidades Coloquio Nacional de Investigadores La cindad y sus actores Conflictos y estrategias socioespaciales frente a as transformaciones de los centros urbanos Coordinadores: René Coulomb ~ Emilio Duhau Ponentes: ‘Angel Mercado, Manuel Peri6, Martha Schteingart, Alicia Ziccardi Participantes: Carlos Aguirre, Antonio Azuela, Alicia Casalis, Héctor Castillo, Armando Cisneros, Priscilla Connolly, Adridn de Garay, Salvador Dfaz Berrio, Ana Maria Durén, Alejandra. Guadalupe Millén, Florita Moreno, Sylvia Ortega, Oscar’ Juan Manuel Ramirez, Francois Tomas, Judith Villavicencio LOS PR YEL Francois TOMAS odriamos recordar lo que se Roma después del: cuando se dieron las organizado para resistir. Otros afirman que las inmobiliarias no se han interesado en la colonia Guerrero. Creo que las dos cosas son posibles. Me acuerdo, por ejemplo, haber asistido en el mes de Septiembre de 1985 a una lucha de inquilinos, en la parte sur de ta ‘clonia, cerca de la Alameda, en contra de desalojos. Pero al mismo tiempo muchos propictarios de predios localizados en la parte norte de esta colonia pedfan, en octubre de 1985, ser incorporados en el Decreto de expropiaci6n. Pero, al contrario, 2qué sucedi6 ahf con la apertura de lo es viles seis fos antes? Pues, muchos propietarios creyeron que llegaba la fortuna, que con los ejes viales se repetia lo de Nonoaleo Tlatelolco, que iban a venir los bancos y las inmobiliarias ‘comprar sus predics. Tenfan la misma ilusién que los propietarios de la Roma en Octubre de 1985, pero, como ellos, se equivocaron, Los promotores inmobiliarios no vinieron porque no se interesaban cemesta parte de la ciudad. ‘Tenemos entonces que incorporar a nuestros andlisis la nocién de estrategia socio espacial, pero con una sensibilidad muy grande hacia la historia, es decir a las distintas coyunturas. En este sentido, se puede pensar que después de Io que ha hecho Renovacién Habitacional Popular en la zona de las calles de Aldaco, Echeveste, Venezuela, Colombia, etc., las inmobiliarias podrian empezar a interesarse en ésta zona, lo que era imposible un afio antes. Las contradiociones entre investigadores no quiere decir que ‘unos u otros se han equivocado, sino que analizan la realidad en istintos momentos. Lo que podria pedirse es que indiquen para ‘qué momento, y para que tipo de localizacién consideran que son ‘vlidas sus afirmaciones. René COULOMB ‘Tenemos que cuestionar un concepto que se encuentra en muchos trabajos de investigaci6n, pero también en el discurso gut yen el de las organizaciones populares, el de la ‘especulacion’, que permitiria dar la razn de Jo que est4 sucediendo. Me pregunto si lo que esté pasando no es que efectivamente todo st especulando, incluyendo los mismas investigadores. En efecto, si definimos ta especulacién como un anticipa sobre lo que va a suceder, constatamos que cada social ‘especula’ por ejemplo, sobre, lo Jos sismos. ¥ Jo hace, claro est4, en: pero también en funcién de lo que piensa especulando. Los mismos investigadores urbanos torno @ la valorizaciOn 0 desvalorizacion future ‘reas. Héctor CASTILLO EI caso de Ja Merced es bastante ilustrativo. Con el nueva central de abasto en Iztapalapa yla: se formé una agrupaci6n de casatenientes, asf se Es importante sefialar que antes del de los inmuebles no se derivaba de la su cercania con el Palacio Nacional. El tenfan estos inmuebles, medido en cuadrado, era de los més altos de la comercio de productos perecederos, el se viene abajo y los propietarios sus ingresos. Se abre entonces un inmobiliaria por parte de varios aprovecharon la coyuntura propiedad en esta zona de La Merced. Esta agrupacién de pro yecto que estuvo negociando con él deral y que esté en espera de de crear una zona de hoteles, cafés, turismo, los propietaris, ios cuales estan imposiblitados de conducir,en forma individual, [os cambios en los usos del suelo. En este sentido, se puede ‘afirmar que la ‘especulacién’ de los propietarios es una consecuencia de ‘sia caracteristica propia del mercado inmobiliario, en donde el valor ide cada bien inmueble depende en buena medida del valor que tiene el conjunto en donde se encuentra localizado. Esto podrta explicar tanto el cardicter ‘masivo’, o de conjunto, del deterioro prevaleciente en el centro, como la necesidad de que su renovacién se haga también en forma ‘masiva’ ‘Angel MERCADO El punto de partida de los estudios que se han ocupado de estudiar €l proceso de deterioro cn los centros de las ciudades, es que el deterioro de una construcciGn no esta determinado solamente por sus caracteristicas propias, sino también por la del conjunto inmediato. Es asf como un propictario que esta en posibilidades de mantener en buen estado su inmueble no lo esta haciendo, porque el contiguo esta mas deteriorado y, aunque le de un nuevo valor al suyo a través de nuevas inversiones, en el mercado se van a ofrecer 1s dos inmuebles casi al mismo precio. De ahi nace la idea de la existencia de cierto “equilibrio”, que est4 generando y retroalimentando en forma permanente el deteriora, en tanto que esta impidiendo la inversiGn del propietario ‘ensu propio inmueble, por el efecto de proximidad del barrio o de Jacalle en donde esta inscrito ese inmueble. Para lograr la renovacién urbana es entonces necesario romper ‘con eso, con esta atomizacién del mercado y actuar, ya no a nivel de sitios puntuales sino de zonas, para resolver el problema de lo que ‘se llaman las ‘externalidades’, Es en este sentido que afirmo que la destruccién por deterioro que conocian las éreas centrales antes del Jos economistas; cosa que sf logr6ensu; Por esto digo que la destruccién tual. Uno puede comprar un: en el centro, ¢ imaginarse edificar ahf un barrio en donde esté inscrito no va a: versiGn. Quizé 50 explique en cierta sector inmobiliario a otras zonas de la ciudad. Para Angel Mercado esta, ‘explica porque los propietarios no pueden proceso de transformacién del centro de ‘Angel MERCADO. Es el Estado el agente principal: la ciudad. Ningén propietario de inmucble es ca sis6lo a 500 granaderos, como lo vimos recienteracats eet temente en la Colon Guerrero, Detrés de esta accién hay una visi6r mea una politica de I ced René COULOMB Sobre el ‘capital’ que conforma la propiedad inmobiliari tal ver retomar algunos planteamientos de: Chistn Teeny (TOPALOY, 1979) sobre los que 61 llama ‘propictarios capitarstae y ‘no capitalistas’. No sabemos muy precisamente cudl es la l6gica (valorizacién de un capital o conservaci6n de un patrimonio) de un propictario, o de diferentes tipos de propietarios. Por esose dice que son ‘irracionales’ o que ‘especulan’. Pero sabemos poco en torno a su ‘especulaci6n’, 0 qué hacer con su propiedad, si es el momento de vender 0 no, etc. Se podria preguntar entonces si el relativo ‘desorden’ que se puede cobservar en los precios del suelo en el centro de la ciudad no ‘esté relacionado con los fenémenos antes setalados. Angel MERCADO [A finales de Jos afios 70 no parecia haber un ‘orden’ en los valores del suelo en el centro de la ciudad. Habia, por ejemplo, zom8s 4 ‘podiamos considerar como ‘normals’, en donde el precio estaba muy por arriba del valor catastral. Pero segtin los: hicimos, mapeando los dos tipos de valores, en muchas 20 al mismo nivel y, en muchas otras, el valor catastral estab precio comercial. Era, ‘era un desorden completo. Oscar TERRAZAS En cuanto a la pregunta de Angel Ios ejes viales (1981-82) en el precio del suelo, de participar en un estudio especifica Se seleccionaron ocho zonas, y s¢ cllas los precios comerciales de las posteriores a los ejes viales, con los precios: 1978-79 (cxisten varios estudios para zona metropolitana). El estudio revel6 que el impacto: sido muy diferente entre colonias ‘Valle) y colonias populares (Guerrero, se pudo observar una inmedi signific6 la inversiGn pablica re: los propictarios. Los précios de arriba de lo que nosotros econémico de las inversiones Consideramos sin embargo que ¢l estudio representa un buen inicio, que se podria aplicar a las areas centrales, pero con las saivedades tedricas que acabo de sefialar. Creo adems que un estudio del mercado inmobiliario en las 4reas centrales {ncorporar un elemento poco valorizado en la teoria de la renta del socio, a cuestisn de la constructibilidad. Por lo general, los estudios sobre la renta del suelo urbano menosprecian esta cuestiGn de las condiciones naturales del (sub) suelo, muy tomadas en cuenta en ef caso de la renta agricola (fertilidad). La localizacién del centro de la ciodad de México en una zona de riesgo sismico juega un papel importante en la din4mica del mercado inmobilibario, ‘L CAPITAL INMOBILIARIO Y ‘INTERES’ POR ACUMULAR CENTRO DE LA CIUDAD. Una pregunsa que alimenié una buena parte de los debates en torno al pope del capital inmobiliario en el centro de la ciudad es la de saber (que tanto interés tiene este capital por hegemonizar, en provecho de ecumulacién, los procesos de wansformacién del espacio central urbana Manel PERLO ‘Una idea gue tememos que cuestionar ¢s si realmente el centro ha do lan destreido como se dice, o si mas bien nos encontramos con be el centro se ha congelado, entre otras causas por la congelacin ée las rentas, quizis. Es el Estado el que ha impulsado el cambio en el ve ba abierio la invitaciin para que el capital vuelva, Pero cen negocio en el centro, pero no constituyen it pes Conoco ‘tadicionalmente como capital lo gues Sientendemos por capital inmobiario'a as empresas inmobitjcan a inverti y& feproducirse a partir de las actividades, a arias, Galas estén ausentes del centro de a eda Francois TOMAS 1 nocidn que ha estado ausente de nuestros deba- cone el nanos ge nen ee coy ditrevstar: la cuestiGn de la imagen urbana. Los promotores pane concn funeiOn dela percepeisn que tienen ls que van a sersus inven el espacio y del paisaje urbano en donde se localizan sus inerones. ¥en varias reas centals esta pereepei6n noes buen eet imagen es mala no hay posibilidad de valorizar el capital in- vertido. Pero difiero de la opinién de Manuel Perl6 en cuanto al ‘si analizamos las cosas en forma dindmica, podemos pensar que’ intervenci6n de Renovacién Habitacional Popular est imagen del centro, y puede entonces generar nuevos el centro. Be Angel MERCADO. . ‘Analizada desde el punto de vista econémico, la ‘imagen’ requicren los promotores para invertir es una sefialaba a propésito de la atomizacién del mercado so que los promotores llaman ‘imagen’ dé de a Martha SCHTEINGART Las reflexiones de Manuel Perld son interesantes, pero tenemos aque considerar que no existe Investigacion sobre cudl es el capital Finobiliario que en los altimos tiempos se ha estado invirtiendo en elcentro, i De las empresas que analizé en el transcurso de mis investigacio. nes sobre el tema de la promocién inmobiliaria se puede decir que, por lo general, no estén invirtiendo en el centro. Hay incluso mu chas empresas que buscan diversificar sus actividades, pues no les conviene dedicarse tnicamente a la vivienda, y que buscan interve- nir en el sector turistico 0 de los centros comerciales. Pero me da la impresi6n que estos tipos de inversiones no se est4n haciendo en el ‘centro, sino en otros lugares de la ciudad, ¢ incluso del pais. 4Cuilesentonces el capital que todavia estd interesado en invertir enel centro? ‘Manvel PERLO ‘De los trabajos que se presentaron al coloquio, se puede identificar ‘un primer grupo que, de una manera u otra, expresa la opinion de que ha sido el capital inmobiliario, omnipresente y omnipotent, el que ha determinado los procesos de cambio en el centro. ¥ se presentan otros trabajos en los que se cuestiona esta interpretacién. ‘Tal ¢s el caso de la ponencia de Angel Mercado (ver el capitulo 1) que va en esa direccién, sin negar que el capital inmobiliario ha ‘tenido una presencia en el centro, pero no como agente dominante. “Cuil ha sido el peso que ha tenido el sector inmobiliario en ‘os cambios que se producen en el centro de la ciudad de México? -»0, tal vez, en los procesos de ‘no cambio’, Porque, si una cosa ha ‘caracterizado al centro es que durante muchos afios no cambi6, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras ciudades. René COULOMB ‘No creo que estén sucediendo cambios muy en Puebla, ‘Guadalajara /Y que no sea el caso para el centro aa de 1a ciudad de México. Si juntamos las freas del nuevo Patacio Legislativo, de la cuchilla sur de la colonia Guerrero, de las 40 vaanzanas de bodegas de La Merced que se vaciaron de actividades Zeonémicas, del Templo Mayor, etc, tenemos una extensién espacial importante. El tamafo de esta ciudad es tan grande que no daleanzamos siempre a evaluar la dimensién de los cambios. DE LA NECESIDAD DE REVISAR LAS CONCEPCIONES DEMASIADO GENERALIZANTES SOBRE EL CAPITAL INMOBILIARIO Varios participantes del Coloquio plantearon la necesidad de revisar yy de definir lo que se entiende por ‘capital, ‘ran capital’ y ‘capital Jnmobiliario’, pues de otra forma los andlisis corren el riesgo de quedarse a un nivel tal de generalidad que resultan hasta inoperanies ‘para comprender los proceso concretos de transformacién del espacio urban y el papel que desempena en ellos el amado ‘capital inmobiliario’ ‘René COULOMB. Puede ser que, efectivamente, cuando se estaba trabajando hace unos 10 afios con la organizacién de cooperativistas ¢ inquilinos de Ja colonia Guerrero, y que se denunciaba la presencia de intereses capitalistas, lo que estébamos haciendo en realidad cra lenar un vacio explicativo con un actor hipotético, que lamabamos ‘capital inmobiliario’. Pero lo que era innegable ¢s que se estaba desalojando a inquilinos, y masivamente, en la parte norte de la clausura de vecindades. La pregunta era: para qué? En provecho SS ee ‘una ‘casilla vacia’ con algo, o alguien, que tls modianamene obvio “ot cicapial mobi”, sou as el dinero”, _andlisis el papel que jussbe, i aiscuro del Exado. NO bay 13 i uel entonces (Jos finales de los 70 tea ees = parte de los funcionarios pablicos Zu} Cerra Guerrero present6su Plan de Mejoramiento en defensa eon permanenciaen cl barrio, un funcionario les dijo: Sefiores, esta seem que vale mucho. Ustedes no la pueden pagar. Es mejor feria’. un actor comodamente lamado ‘capital inmobiliario’, pero tenemos que responder a la pregunta: cen provecho de quién? Juan Manuel RAMIREZ Creo que a cuestion de como llenar la ‘casillafaltante no se resuelve tanto en términos tedricos globales, sino més bien en relaci6n a tas, formas concretas a través de las cuales esté articulado el capital inmobiliario a ottos capitales. Parece que estamos buscando el ‘capital ‘con bombin y frac’ y que se presenta con la ctiqueta ‘capital inmobiliario’. Pero, en la realidad, los grandes capitales funcionan 4 través de capitales que operan en ramas diversificadas. Cuando Banamex promueve un conjunto hotelero, es capital financiero, turistico ¢ inmobiliario. Son distintas caras y facetas de un grupo que ya no solamente funciona como capital inmobiliario. No hay que ver Ja ‘casila’ exclusivamente con esa etiqueta. En este sentido, habria revisar el anslisis de la presencia del capital en el centro, y de sus Saccses traas 66 oper, pero no pensar que ha abandonado el ‘centro tan ficilmente. Priscilla CONNOLLY La ponencia prescntada por Martha Schteingart (ver el capitulo Il) permite desmitificar el ‘gran capital hegemOnico’, y plantea justamente el problema que resulta de inculpar de todo lo que sucede al ‘gran capital’ inmobiliario. Es importante reconocer que ‘el capital’ no ¢s necesariamente una persona, un sujeto que actua cf un momento dado, sino que es sobre todo un proceso y un sistema ‘de relaciones. F Por ejemplo, dos formas de actuar del ‘capital inmobi- ‘aia expetulacotcon el sacl wane yt evonstrucién dl | ' marco construido. Estos dos procesos se han tratado en este colo- quio como procesos inmobiliarios, pero creo que implican diferen- tes tipos de agentes, diferentes relaciones de propiedad y que, sobre todo, producen distintos efectos. : ‘Como se ha sefialado para cl caso de Puebla (cf. intervenciones de Guadalupe Millén), la especulacion con el suelo conlleva la existencia de terrenos baldios y de un proceso de expansion horizontal de la ciudad. La especulacion inmobiliaria, por su parte, 0 sea la que involucra la edificacion del marco construido, tiene una Iogica totalmente opuesta: quicte tirar edificios e invertir dinero a una escala lo mas grande posible. Pues la logica de este negocio depende fundamentalmente de la posibilidad de juntar diferentes capitales, sobre todo el capital financiero con el especulador, calculdndose la ganancia de acuerdo al monto total de la inversion. Este segundo tipo de I6gica, que tal ver sf estaba actuando en el centro a finales de Jos 70, ¢s una cosa totalmente diferente a lo que puede ser la especulaciGn inmobiliaria con el suelo urbano. En vez de invocar siempre al ‘gran capital’ es entonces preferible desarrollar nuestros andlisis en términos de procesos y de sistema de relaciones, explorando la I6gica de cada tipo de proceso, y los efectos espectficos que produce. Martha SCHTEINGART Cuando se sabe quienes son concretamente los agentes que estan interviniendo, se empiezan a derrumbar los esquemas explicativos ‘muy generales. Es un hecho, al que se refirieron Emilio Duhau y René Coulomb, que estos ‘sefiores malos’ de la pelicula no son estos malvados que siempre ganan y que tienen el poder de siempre imponerse a los demés. A ellos también les puede ir mal. En ‘ocasiones especulan y no les sale bien el negocio, pero con otras ‘acciones les va bien, bajo ciertas condiciones, 0 con determinado nivel de racionalizacién de la actividad. No olvidemos tampoco que cexisten muchas maneras de ganar dinero. Aquf conviene plantear la relacién entre la estructura, o el sistema, y los actores. La estructura no determina una sols forma de actuar, como podrian darlo a pensar los planteamientos muy estructuralistas de Christian Topalov, cuando habla del sistema de lugares de los promotores inmobiliarios (ver TOPALOV, 1979, pp us sistema determinara necesariamente una forma osi ese: 1 fica. Si la estructura determina ciertas précticas, tacoma distnts trabajos presentados en el cologuio, el nico oats que se menciona es ef de la Fundacion Jenkins, que norviniendo en cl centro de Puebla, y que -segin Florita ano fo iba a hacer también en Ia renovacidn del centro de errtpdad de México pero que, finalmente, no lo hizo por la crisis Praguntaia sie investig6 el porque le interesaba a esa Fundacién creer en el centro. Pues en el transcurso de mis investigaciones Bore la promocion inmobiliaria en las drcas periféricas, aparece la Fundacion Mary Jenkins, que estaba vinculada a Bancomer y con th empresa constructora Frapo para la edificacién de la sede de Bancomer. Esa empresa esté ahora controlada por Espinosa Iglesias, pero desligada de Bancomer. Se trata de una empresa constructors $ promotora muy importante. Se podria preguntar si su interés por jatervenir en la renovacién del centro de Puebla no estriba en la posiilidad de desarrollar ahf su actividad de construcci6n. Guadalupe MILLAN La Fundacién Jenkins pretende un control absoluto y no permite la intervencién de otras constructoras, ni de empresas de transporte materialista que no controle. Existi6 incluso un conflicto con ese sector, que llegé a un paro con bloqueo del acceso al centro, pues reclamaba poder trabajar en las obras del centro, lo cual fue rechazado por la Fundacién, Son elementos que permiten entender porque la Fundacién Jenkins trabaja en la renovacién del centro de IDENTIFICACION DE ‘LOS PRINCIPALES CAPITALES QUE OPERAN EN LOS CENTROS URBANOS A partir de las puntuaizaciones tebricas y metodolégicas anteriores varios paricipantes seMalaron evidencias concretas sobre los distntes tipos de capitales que manifiestan tener intereses especificos en el centr, Yen su transformacién. 16 ‘Alejandra MASSOLO Convendrfa retomar algunos anélisis efectuados por investigadores del Colegio de Jalisco sobre la intervencién de la llamada ‘oligarquia” (aunque cuestionan este concepto y prefieren hablar de fracciones capitalistas) en la remodelacién del centro de Guadalajara’. El/sec- tor privado realiz6 inversiones cuantiosas, bajo una figura muy in- teresante de analizar que ¢s la del ‘consejo de colaboracion munici- pal. A través de este instrumento, el sector privado realiz6 inversio- nes mucho més importantes que las propias inversiones del gobierno local, es decir del municipio. Aunque las investigaciones no logran identificar claramente a estos sectores privados, si ponen en eviden- cia la existencia de muy fuertes inversiones en la remodelaci6n del centro por parte de capitales privados y, a su vez, el papel subordi- nado del gobierno local en cuanto a la gestion de estos programas de remodelacién, como también de otros en materia de infraestructura y servicios. Guadalupe MILLAN La remodelacién del centro de Puebla estuvo frenada durante mucho tiempo por el movimiento de resistencia de los comerciantes ambulantes, que fue muy importante, Para llevarla a cabo, el gobierno tuvo que recurrir a un programa para la restructuracion del sistema de comercializacién que incluy6 la construccién de una central de abasto, de siete mercados periféricos y una central camionera. Todo ello para poder reubicar ¢l mercado La Victoria y desalojar a los comerciantes ambulantes de la zona. Pero es evidente que el beneficiario de la operacién si es el “gran capital’, el cual -con la Fundacion Jenkins— ha intervenido Girectamente e incluso ha financiado en forma més importante que ‘el mismo Estado. Pues no son los pequefios 0 medianos propietarios que estin detrés de esta operaciGn, sino el ‘gran capital’: nuevos hoteles, cines populares que se convierten en salas de convenciones. sea que el centro de Puebla se esté elitizando fuertemente, EI proyecto de remodelacin llamado “Plaza Tapatia”. 7 a a ‘se encuentra practicamente igual en uentra todos Ja particularidad social del barrio? Me lap enn oma nal sea muchas veces en barrios muy Jo 1 ets Por que las personas con quienes hablaba Finalmente, c6mo se relaciona BASE SOCIAL, LIDERAZGO, PERDURACION Y TRANSFORMACION DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS| La exposicién de Angel Mercado (véase cap. I) en la cual establecié un cierto paralelismo entre movimientos sociales urbanos y movimiento obrero, dio lugar a algunas intervenciones a través dé las cuales se intent establecer algunas precisiones respecto del cardcter de dichos miovimientos y de la relacién existente entre lideres y bases. Alicia CASALIS Al final de la exposici6n creo haber entendido que los movimientos de resistencia eran movimientos débiles en cuantoa duracién. Pienso sistencia que tienen su origen en un problema territorial localizado, que son peaeradsts ‘movimientos limitados temporalmente, y los ‘movimientos de resistencia que tienen su origen en la contradiccin capital-trabajo. Angel esto podria aclarar Jo sefilado por ie se ood de qo no podtamos expla los movinienos de resistencia son débiles; no son débiles, son limitados. Generalmente Jos movimientos que tienen su origen en un conflicto territorial localizado, son movimientos que legan a su fin cuando se encuentra una soluci6n al conilicto y que pueden dar lugar a alianzas de clases y de grupos porque se trata de movimientos localizados y no de ‘onflictos de clase inscriptos en la contradiccién capital-trabajo. Emilio DUHAU Retomando algo que ya se mencion6 en dos ocasiones pero que me interesa remarcar, porque cref entender en la presentacién que se scfialaba como una diferenciaciGn significativa de los movimientos sociales en el érea central respecto de los movimientos en la perife- ria, el hecho de que el paralelismo movimiento obrero-movimiento urbano popular se hacia problematico. Yo creo francamente, a me- nos que aceptaramos que el cardcter de un movimiento esté dado por su base social y no por la cuesti6n en torno a la cual se organiza, que cen el caso de ia periferia, al igual que en las 4reas centrales, el tipo de supuestos del conflicto y de la organizacién implican la definicion. de adversarios que no son el capital En el caso de la periferia, aparece claramente el Estado como 1 otro actor al cual 10s movimientos sociales enfrentan, aquel con el cual negocian y frente al cual esgrimen demandas. En este sentido creo que existe la necesidad de plantear el cardcter de los movimientos urbanos considerindolos en s{ mismos, partiendo del ‘supuesto precisamente de que no estamos, ni en la periferia ni en el centro, frente a movimientos de cardcter obrero, por més que subase social esté constituida predominantemente por obreros. Creo que ‘esto es importante en relacién con la capacidad de los movimientos urbanos para pasar de movimientos de resistencia a movimientos En este sentido hay algunos andlisis que aparecen en los trabajos -valdrfa la pena retomar. Por ejemplo, el andlisis que tace Rene Coulomb (198) de eect deh oguanaein se Jos vecinos de ta colonia Guerrero. En ese trabajo, planteando un one xa ef i ke movimientos urbanos pasan de ser movimientos reivind; se confrontan con el Estado en términos de problemas eaves la reproduccién, a ser movimientos que se politizan y commit # tener propuestas que involucran ya la articulacin de lea" civil en cuanto tal, independientemente de que lo hagan fucn ea! esfera del enfrentamiento entre capital y trabajo. Es en este res de Ia articulacién de la sociedad civil a partir de reivindicacne urbanas y con ejes politicos que implican el planteo de cartes en la relacién gobernantes-gobernados, en Ia relacién sociedad civiltEstado, donde considero que los movimientos dejan de se movimientos de resistencia para convertirse en movimientos con capacidad propositiva, Creo que se trata de un tema central para entender y plantear la problematica de los movimientos sociales urbanos. Al responder alas intervenciones que en parte cuestionaban algunos aspectos de su exposicién, Angel Mercado retomé un conjunio de ‘aspecios relacionados con los supuestos y la metodologia que suelen ‘estar presentes en el andlisis de los movimientos sociales urbanos ‘cuya necesaria profundizacién, sin duda, puede ser rescatada como un aspecto significativo de los resultados arrojados por la discusién. En efecto, os problemas de las condiciones para el surgimiento, persistencia y transformacion de los movimientos sociales urbanos, de ‘su presunto contenido de clase y de los efectos resultantes de la presencia en ellos de lideres e idedlogos con un perfil social espectfico y por lo general diferenciado del correspondiente al colono o vecino que integra ‘su base social, operaron, junto con et significado de las relaciones ‘sociales de propiedad, como los ejes de la reflexion general sobre el ema Angel MERCADO Retomando la cuestién de los movimientos populares en relacin con las intervenciones de Juan Manuel Ramirez. y Alicia Casi debo aclarar que mi intencién no era analizar el ae turbano popular en el centro (que incluso no deberia ret ‘esa denominacién) sino analizar su relaciGn con la estr socioeconémica. éPor qué le doy la denominacin de resistencia civil? Por varias de las razones que ya se mencionaron, porque los motivos de su surgimiento no estén vinculados a la contradicci6n capital-trabajo -es0 ya lo aclaré Emilio Duhau-, sino que se relacionan con otras cuestiones que estn vinculadas, claro est, a esa relaciGn.en tanto es la relacién predominante, pero no en primer término, Por ello un movimiento de resistencia civil en el centro es capaz de aglutinar facilmente a grupos y clases sociales que resultarian enfrentadas desde la perspectiva de la contradiccién capital-trabajo. Por otro lado yo dije que estos movimientos eran débiles y seguramente me cquivoqué, porque en realidad son explosivos; débiles en el tiempo, en su duracién, pero no débiles en cuanto a su presencia pablica y en cuanto a las medidas que pueden inducir por parte del Estado, Este est4 muy atento a esas explosiones que hasta ahora han tenido muy poca duracién pero que cuentan con condiciones para resurgir constantemente. Cuando me referi a los movimientos sociales en el centro de la ciudad, si bien mencioné la situaciGn especifica del sismo, no estaba analizando las especificidades de la Coordinadora Unica de Damnificados (CUD) ni el conjunto de procesos relacionados con ella, para ello existen varios trabajos que se presentaron aqui. Pero sf creo que vale la pena ser més cautos en Ja evaluaciGn del ‘movimiento surgido a rafz del sismo, De hecho, la Coordinadora Unica de Damnificados est4 francamente perdiendo presencia paiblica y capacidad de convocatoria. Quien la esté ganando es la ‘Asamblea de Barrios. Lo que ocurrié en el centro ha hecho ver que tanto el Estado como el movimiento urbano popular, tenfan mucha experiencia para enfrentarse en la periferia, pero ninguno tenia realmente experiencia para enfrentarse a una situacién de Ja magnitud de lo que ocurrié en el centro. Por 10 tanto las primeras medidas de actuacién de uno y otro, incluyendo a la propia Coordinadora Nacional del Movimiento ‘Urbano Popular, fueron fallidas, en tanto que, ateniéndonos a los resultados, las Propuestas de la CUD fueron atinadas. Pero actualmente la CUD est4 perdiendo poder de convocatoria. Por su parte, la Asamblea de Barrios est ganando ese poder, ¥ ¢ precisamente la que est realizando un llamamiento para articular demandas en tomno al conjunto de la ciudad, cuya problemética se 137 Er manifiesta bajo formas especificas e: Jos conjuntos Eabttakicnatee y esta be Amare n Banizando algo en opinién de algunos, le provocaré dificultades en la media: que no pueda satisfacer las expectativas que esta prom & en Ia medida en que no pueda articular rapidameme eet Y Politico que aglutine a esta convergencia de actores tan deer se estd produciendo. Spent Td Sica 80 que decia yo que deberfamos en relacién con la presencia de la CUD como permanente. Todavia no terminan ls seeulas del seme nee? quiz no sea el momento de decir que la CUD es una prueba de que un movimiento del centro generé una organizaciGn permanente. Me Parece que todavia no estamos en condiciones de afirmar tal cosa y mds bien pareciera que dadas las tendencias manifestadas, lo que ‘vamos a observar en el futuro es la desapariciGn nuevamente de esa forma de organizacién y, tal vez, la emergencia de otras modalidades, Respecto a la distincién que plantea Francois Tomas, francamente yo no tendria elementos para aportar. Yo me referia al movimiento social en general, no a los movimientos especificos. No se si es la distincin que Francois Tomas querfa destacar. Existen caracteristicas socioeconémicas en un barrio determinado que no pueden hacerse extensivas al conjunto, como también hay ‘movimientossociales muy diversos atin dentro de una misma colonia, como ¢s el caso de la Morelos. Estas especificidades obligan sin duda ‘a afinar los andlisis y destacan la importancia de los estudios de caso. En cuanto a los lideres, eso también es un problema. Los Iideres se relacionan poco, 0 por lo menos no todos se relacionan directamente, con las caracteristicas socioeconémicas del espacio turbano donde se encuentra su clientela, valga la expresién. Ya ‘en una ocasién comentébamos con Juan Manuel Ramirez que tuna caracteristica del movimiento urbano popular ¢s, todavia, Ja importaci6n de lideres provenientes de otros lugares. ANd. algunos de ellos viven en el lugar, todavia son importados. Ni © si esto debiera cambiar, no lo encuentro necesariamente nega pero quizds explique que quienes son propiamente militant 1 movimiento urbano popular y se identiican con un progr | com tuna organizacin, no ton los habitantes COO sg corrientes de los barrios. Existe una gran separaci la periferia, en ovedoso que, Ser muy cautos ‘Tepito donde existe un movimiento con gran arraigo, entre la idiosincracia de los Ifderes y la de los pobladores. Estoy de acuerdo con el planteo de Emilio Duhau. Quizs cl paralelismo que a veces se aplica entre movimiento obrero y movimiento urbano popular no es vélido, tanto en el centro como en la periferia. Solamente quisiera sefialar que el desarrollo més acabado del andlisis del movimiento urbano popular se inscribe en esa vertiente. Es decir, se nutren en la contradiccién bisica capital-trabajo. La estupenda tesis de Pedro Moctezuma y Bernardo ‘Navarro sobre San Miguel Teotongo (Moctezuma y Navarro, 1980), que fue asesorada por Manuel Peri, corresponde a esa vertiente, y el andlisis que alli se desarrolla es muy sugerente y muy rico. ‘Sin embargo, parece que las cosas no ocurren con ese paralelismo, clcual a veces suena forzado. Tal vez.lo que hace falta hoy es abrirse ‘mucho mAs a la realidad de los movimientos que estén manifestando ‘mayor creatividad, mayor explosividad, mayor respuesta del Estado, mayor capacidad de convocatoria y quiz4s pautas nuevas para constituir el movimiento urbano popular de fines de esta década y de la década préxima Emilio DUHAU Hay una cuestion que ya se ha mencionado y que a mf me Mamé particularmente la atencién en el trabajo de René Coulomb sobre la Cooperativa Guerrero (Coulomb, R,. 1986a). Se trata del modo en que se desprende de dicho trabajo, al menos respecto de ese movimiento y yo tengo la impresién y en parte el conocimiento directo de que en muchos otros casos ocurre algo semejante, el hecho ‘de que hay una participaci6n muy significativa de elementos externos la propia base social. Externos en el sentido de que no provienen de esa base social y que por lo tanto son portadores de toda una serie de concepciones acerca de lo urbano y de lo que deberia ser el movimiento, concepciones que introducen en éste junto con otra serie de elementos que son evidentemente muy significativos "espero del modo en que los moinientos urban se deseo este punto se presenta un problema que metodoligicamente 8 taf me paroce central Creo que em ln anisis nose ha venido 4iferenciando con claridad el discurso de los movimientos, el que 139 aparece en los programas y documentos y que tiene mucho que ver ‘con estos actores externos, de las reivindicaciones y motivaciones que efectivamente llevan a la organizacién y movilizacién de la gente. Esto constituye un obstculo para entender cual es la igica y la dindmica de los movimientos sociales. Yo me atreveria a decir, por ejemplo, que cuando en un programa de una organizacion ‘como la CONAMUP, aparece junto con otras muchas demandas y reivindicaciones la ‘solidaridad con El Salvador’, esto obviamente no es lo que moviliza a la gente. Al menos yo me permito ponerio seriamente en duda. De modo que lo que est4 faltando es un andlisis de los movimientos sociales urbanos en términos de una l6gica de la accién colectiva, que ademés reconozca este papel central de ciertos actores que no forman parte de la base social de los movimientos. Hay aqui un problema en el andlisis de los movimientos, que tiene que ver con esta cuestién y que no ha estado puesto sobre la mesa con claridad. Sefialo esto en forma neutra, no se trata de que sea ni bueno ni malo en sf mismo, se trata de una realidad de la cual hay que par- tir. Precisamente, el trabajo que mencionaba de René Coulomb pro- porciona un ejemplo muy concreto. El caso de la colonia Guerrero ‘muestra como incluso los ejes de una misma organizaci6n barrial, cambian en correspondencia con el cambio en los promotores ex- ternos presentes en la organizacién. Asi, en una primera etapa, un grupo cristiano introduce el problema de la uni6n, de la solidaridad, lc.,y en una segunda etapa, otros promotores, con otra concepcién del problema, impulsan la cooperativa y, objetivamente, la organi- zaci6n se transforma. Considero que debemos tomar en serio estas ‘cuestiones ¢ incorporarlas efectivamente a nuestros andlisis. Alejandra MASSOLO_ De acuerdo con Alicia Ziccardi, es necesaria una reflexién sobre ‘como estudiar en México los movimientos sociales. Al respecto S° ‘han hecho esfuerzos de reflexién y andlisis, pero se est Hegando

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