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CORRE REET cariruto 1 ‘TRODUCCION HISTORICA El sistema internacional de patentes, tal como lo conocemos en la actualidad, constituye una compleja estructura de leyes y costumbres nacionales, acuerdos y pricticas internacionales privados y acuerdos ¥ convenciones intergubernamentales, referentes a. las patentes sobre los inventos. Esta red de pricticas y leyes de patentes sdlo puede Namarse “sistema” en un sentido restringido. No hay uniformidad en el tema, ni en su alcance, ni siquiera en los propésitos de las di- versas leyes nacionales de patentes, aunque los acuerdos internacio- nales han eliminado algunas de las grandes divergencias de los tiem- pos pasados. En los diferentes paises, los problemas de interpretacin ¥ definicién de las limitaciones son tan grandes, que siempre hay una incertidumbre extrema, en cuanto a la aplicacién en los tribunales de Ta ley estatutaria Por tanto, la frase “sistema de patentes” se usa como un eémodo término comin, que abarca un complicado conjunto de acuerdos y costumbres legales. No obstante, a pesar de esta complejidad legal los rineipios econémicos del sistema de patentes son relativamente cla Tos. Todas las leyes de patentes tienen mucho en comiin: su propé. sito es alentar Jos inventos y su método es asegurar al propietario de la patente un cierto control sobre el uso del invento para el cual logré obtener una patente. Este control proviene de su derecho a im- pedir a los demés el uso de su invento, excepto bajo sus propios tér- ninos.* Es decir, una patente equivale a conceder un monopolio; esto permite que quienes poseen los derechos de patente, controlen la produccién y también, dentro de los limites establecidos por la demanda, el precio de los productos patentados 2 Esta afirmacién sélo se aplica con todo rigor a los Estados Unidos. Las leyes de patentes de los otros paises imponen algunas restric el propietario de la patente, respecto a hacer lo que desce interés péblico; aun en los’ Estados Unidos existen otras legislaciones que cstablecen Fimitaciones para los poseedores de patentes, sobre todo tas, loves 151 e CJ iJ Ld ® e i s td e s Ld a a td Cy td tJ 2 id os Ld HISTORIA INIGIAL DEL SISTEMA DE PATENTES En muchos renglones curiosos de los anales hist6ricos hay pruebas de que los reyes y gobernantes otorgaron a individuos particulares, de- rechos exclusives para ejercer un determinado comercio, vender un producto o usar un proceso.* Tales concesiones eran un modo franco de recompensar 0 de conceder favores y seria realmente sorpren. dente que no se hubieran utiizado en alguna forma en In mayeria de las comunidades. En el siglo xrv encontramos en Europa nume- ros0s ejemplos de privilegios otorgados a los innovadores; en el siglo xv sungié en Venecia el uso sistemitico del privlegio de monopolis. ta, otorgado a los inventores a fin de estimular la invencién En 1474, segin el historiador Romanin, la Repiblica de Venecia prom tia privilegios por diez afios a los inventores de nuevas artes y ma. ‘quinas Se le ha llamado “la primera ley de patentes” y se sabe ue fueron otorgados o solicitados cerca de cien privilegios para in- vontos industriales, entre los afios de 1475 y 1550;+ 0 sea que la Venccia del siglo xv poseyé un sistema bastante bien desarrellado de patentes para los inventores; parece que la utilidad y novedad del invento eran consideraciones importantes para otorgar un privilegio y se exigia al inventor que pusiera'en prictica su invento dentro de un tiempo determinado, En el siglo xvt las patentes eran ampliamente utilizadas por ale unos principes alemanes. Augusto de Sajonia, en particular, mostré gran interés en los inventos; recibia importantes rentas de las minas Y estuvo muy interesado en. los métodos para mejorar su avenamien. ‘0, para lo cual otorgé diversos privilegios de patentes. Augusto no aprobaba conceder privilegios a alguien que no fuera el verdadere inventor o por el solo mejoramiento de un proceso 0 producto, Por ejemplo, al contestar a la solicitud de un privilegio para un nuevo tipo de homo, que habia sido solicitado por los herederos y socios le wn inventor, eceribié 2. Fata cl estudio de algunas de las primeras patenies véase A. A. Gomme, Patents of invention (Londres, 1936) ; M. Frumkin, The origin of patentn oo Journal of the Patent Office Society, vol. 27 (1943); F. D. Prager A hata of intellectual property from 1545 to 1787, en Journal of the Pasent Cfce Society, vol. 26 (1944); y Harold G. Fox, Monopolies and patents (er ronto, 1947), fa ea omanin, Storia documentata di Venesia (Venecia, 1888), vol. 4, gina 405. Después de enumerar varios privilegios, Romain esenbes Mc Seneral se ofrecian privilegios por dicz afios «los inventores de sucvor aparatoe Jemaguinas™- Cia la fuente ex que se basa (Proveeditori de Comum, Iibte dette Meggiore, 1474, p. 89), pero no cita el texto, AA. Gomine, p. iwraopuceiSy starénics 7 “gracias a Dios no somos tan ignorantes ni descorteses como para no con siderar justo que los inventores de cosas nuevas, tiles y benéficas deban recibir y obtengan debida y reconocida recompensa y respeto; pero nosotros ‘mantenemos una razonable desconfianza respecto a dar un permiso de dies aii para los fines egolstas de quienes no lo inventaron (cl proceso) tino que solamente Jo compraron al inventor para st propio beneficio y_ para imponer un tibuto y un gravamen a casi todo el pais.” ® Han sido publicados los textos de varios de estos viejos privilegios y es evidente que las bases segiin las cuales se otorgaban, eran en tsencia tas mismas que las de las patentes modernas. La uiilidad, la novedad y el “trabajo"* por ejemplo, eran consideraciones impor: tantes.” Parece pues, que ciertos principes alemanes llegaron a una defic nida ‘politea de patentes” para los inventos, cuando apenas se ini. ciaban politicas similares en Francia e Inglaterra: Al examinar mas do cerca la proteccién alemana a los inventos en el siglo xv, a fines de la Edad Media y principios de los tiempos modemos, se puede satablecer que existia todo un grupo de privileyios para los inventores ale. ‘anes y el contenido de esos privilegiot demuestra que a comienzos del siglo 201 se aplicaban en Alemania principios muy modernos reapecto 8 la proteccién de los inventores, prineipios que antes se suponia habtan sido expresados por primera vez en Inglaterra, especialmente ‘con Ta ley inglest de patentes de 1624. En especial, encontramos que Alemania estaba muy desarrollada econdmicamente en el siglo xvt y era la tierra de las inven: ciones, por lo que probablemente esta vigorosa actividad de los inventores hizo surgir ta proteecién a Ia invencién.® DESARROLLO DEL SISTEMA INGLES DE PATENTES En Inglaterra, como en cualquier otra parte, la organiracién de la vida municipal y comercial se basaba principalmente en cédulas, pri- El privilegio solicitado fue finalmente otorgado en 1550. Testo de los documentos citados por Fritz Hoffman, Beitrége aur Geschichte des Erjindungr. ‘hutzes in Deutichiand in sechzehnten Jakrhundert, en Zeitschrift fr Indus tierecht, alto 10, nim. 8 (abril de 1915), p. 89, «La frave “trabajar una patente” es una infortunada piesa de la jerga toniea; pero es tan cominmente usada que seria. inconveniente desechasta shora. Por supuesto que significa producir con el uso del invento patented ¥ "De ahi [del examen del texto de lor privilegios] se deduce que en senera, el otorgamiento de privilegios alos inventores ae basaba en las iemas consideraciones de filosofia' legal que. justifican la moderna. proteccion acl invento:" Frite Hoffman, op. eit, p. 109. "Frits Hoffman, of. cit, p. 86. nermopucciiy atsrénicn vilegios, franquicias y licencias especiales y no era fécil distinguir a Ia patente de innovacién de los otros privilegios concedidos por la Corona. Los privilegios comerciales otorgados a las compafifas mer- cantiles y los industrales concedidos a los fabricantes, eran sdlo dif rentes especies del mismo género, en el que eran usuales las mezclas? Sin embargo, ya en 1623 se le dio reconocimiento estatutario a la patente de inventor, por ser un monopolio justificado que debia distinguirse de otros privilegios monopolisticos. El poder de los gremios para regular los “oficios” y controlar Jos términos de acuerdo con Jos cuales podian ser practicados, se usaba con frecuencia para retardar las innovaciones. En consecuencia, cuan- do el estimulo al progreso industrial se convirtié en una politica estatal consciente, la patente de invencién se utilizé algunas veces para permitir a los innovadores evar adelante su arte, contravi- niendo las disposiciones de los gremios. Por lo tanto, algunos escri- tores ven basicamente en la patente de invencién una manera de empezar a derribar las restricciones gremiales. Sin duda, esto era im- portante en muchos casos, pero intrinsecamente s6lo era una parte de Ia politica consciente de Ia Corona para fomentar la industria a escala nacional, lo que a su vez era parte del objetivo general de unificar a Ia nacién bajo una autoridad central, de destruir a los poderes locales y de hacer al pais econémicamente independiente. En los siglos xvi y xvi sélo en Inglaterra el Estado estaba suficien- temente integrado, el mercado sobre el cual podia asegurarse la pro- teccién era lo bastante amplio, la Corona era lo bastante fuerte y la ° En los primeras patentes otorgadas especificamente para inventos, no siempre se wsaba exe téemino en au sentido mademo; los primeros signficados la palabra “invento” incluian el de “fundar", "eatablecer" y “encontrar” Las patentes se otorgaban, por ejemplo, a quien kubiers “ioventade” una “nueva clase de mercancia” en las partes ‘del mundo recién descubiertas, 0 sea, 4 tes compaiias mercantiles, Véase D. Seaborne Davies, Further light on the cave of monopolies, en Law Quarterly Review, vol. 48 (1938), p. 388. 4! \Véase por ejemplo E. Lipson, The economic history of Bngland (Lone res, 1931), vol, 3, p, 353: “Isabel desarollé el sistema [de patente], sobre 4a base de privilegios exclusivos; y las numerosse concesiones emitidas en Ia brimera década de su reinado indican una deberada politica, por parte de sus ‘onscjeros, que tendia a hacer a Inglaterra econdmicamente autosuficiente fanto como sus recursos naturales lo permitieran?” E, Wyndham Hulme ates ‘Nera: “Es indudable que la politica isabelina, como To tesifea,ampliamente luna lectura detenida de las concesiones, tendia introducir aguelas industias Gives Productos habian figurado hasta entonces como principales en la. lista Ge.glmportaciones, por ejemplo, alumbre, vidrio, jabén, acsites, sal, nitrator, Jatin, ete" The history of the patent system under the prerogative and a} common lew, en Law Quarterly Review, vol. 12 (1896), p. 15. Se. presume ‘us las rextricciones de los gremios locales no eran estrieay con respecto a lag ‘rercancias cuya importaciin era cuantons, rytmopuccisy misréaica 8 ‘opinién piblica era la adecuada para que el moiopolio de la pa tente del inventor legara a tener una gran importancia nacional Hasta Ja década de 1570, los monopolios de patente eran otor- gados principalmente para alentar la innovacién y la invencién, bien el deseo de estimular la introduccién de nuevas artes siguid siendo una importante razin para otorgatlos, después de esa época otras razones adquirieron rapidamente mayor importancia. La con- cesién de un monopotio era una manera ficil de recompensar a los favoritos, de asegurar la lealtad de personajes prominentes a la Co rona, de obtener dinero y de establecer un control central sobre la industria: bajo Isabel y Jacobo I, se usé cada vez ms con estos ropésitos. El clamor piiblico en contra de los privilegiados monopotios res- trictivos era fuerte y persistente, ya que abarcaban a articulos de uso comiin, como la sal, los acsites, el vinagre, almidén, nitrato, ete De acuerdo con estas primeras concesiones, fos propietarios de las patentes tenfan un extenso poder de control; podian registrar los lo- cales y decomisar las mereancias de los supuestos infractores. Con frecuencia estos poderes eran ejercidos con considerable violencia, espotismo e irresponsabilidad, lo que intensificaba el resentimiento popular en contra de todo el sistema. En muchos casos, no se fingéa que la concesién buscara el bienestar piblico. Por ejemplo, en 1582 se otorgé una concesién a William Harebrowne para elaborar sal, en parte “para aliviar el estado de decadencia en que estaba Ia for. tuna de los Harebrownes debido a pérdidas en el mar™*t El otorgamiento de patentes para estimular la industria y con vistas al bienestar piblico fue reconocido como parte de las prerro- gativas reales; los monopolios contrarios al interés nacional y sin ninguna “consideracién a la opinién piblica” se ereaban violando el derecho consuetudinario; de aqui que muchas de las patentes da- das por Tsabel fucran ilegales, pero objetarias era un acto peligioso, susceptible de ser interpretado como una falta de respeto a las pre- rrogativas de la reina, y merecedor de las severas penas impuestas en la Corte “por desacato a nuestros reales mandates”. Sin embar- 0, en 1601 la rebeldia de la Cémara de los Comunes llegé a tal punto que la reina, para evitar una accién en su contra, emprendié la reforma del sistema, aboliendo los monopolios més odiosos y so- tetié a los demas al criterio del derecho consuetudinario, Casi inme- iatamente, con el famoso Case of Monopolies, Darcy vs, Allin (1602), se’ objet6 la patente para la importacién, venta y fabrica- 1 E, Wyndham Hulme, The early history of the English patent system, en Select Essays in Anglo American Legel History (Boston, 1909), vol. 3s. 133, iJ tg e e a a s id ° ® e i J 3 ca cs Bd a 4 e ® J avrnopucexSy misrénica iin de naipe, La sentencia en este caso finalmente table oe, segin el derecho consuetudinario, las concesiones exclusivas para ‘ice ‘un comerio con fines de lucto privado te opnian ala" bertad y beneficio de los sibditos” y eran contrarias a exe derecho ‘Asimismo, no habia duda acerca de la legalidad de las concesiones {que favorecian el “bien piblico”.* : El fracaso de Jacobo T para ajustar sus concesiones de monopolios al derecho consuetudinario, hizo necesario el Estatuto de Monopolios de 1623, que reafirmé esencialmente la doctrina establecida en Darcy us, Allin. En virtud del Estatuto los monopolios fueros declarados nulos segtin el derecho consuetudinario y se disponia que se debfa indemnizar a las personas que hubieran sido perjudicadas por ellos. Se hizo una importante excepcién en Ia seccién 6: Ademés se dispone, y sea declarado y promulgado, que cualquiera de las disposiciones antes establecidas no se han de aplicar a las cartas de patentes y concesiones de privilegios por el término de catorce aos 0 menos, sobre Ja utilizacién 0 fabricaci6n de cualquiera de las manufacturas nuevas aqui abarcadas, que te otorguen de aqut en adelante al primer y verdadero inven- tor o inventores de esas manufacturas, si no son usadas por otros en el mo- ‘mento en que se otorguen esas eartas de patentes y conc siempee ‘que no sean contrarias a 1a ley ni perjudiciales para el Estado por elevar los ‘precios internos de-Tar-mereanctas, daiar-at-comereio 0 ser inconvenientes ‘en general; los catorce afios dichos han de contarse a partic de la fecha de las primeras cartas de patente 0 concesiéa de privilegion que se extiendan de aqut en adelante y tendrén la misma fuerza que tendrfan si este decreto no Inubiera sido promulgado y ninguna otra. Este Estatuto ha sido llamado la Carta Magna de los derechos det inventor, no porque iniciara la proteccién de la patente de inven- tor, sino porque fue la primera ley general de un estado moderno, ‘que establecia el principio de que sélo al “verdadero y primer” in- ventor de una mueva manufactura debia otorgarsele un _monopolio de, patente.** El Estatuto de Monopolios es la base de la actual ley de paten- tes britinica y el antecesor directo de Ia de los Estados Uniclos. Fue la Gnica ley estatutaria en la Gran Bretaiia 0 en cualquier otro pais *2. Para un interesante analisis de este caso véase aH. G. Fox, Monopolies and patents, apéndice cuatro, especialmente p. 325. #21 Jacobo 1, cap. 3 A.D. 1625-1624. 34 El “verdadero y primer inventor” incluia al prisiero en introdueir un ‘muevo arte traido del extranjero, Ver la. nota 9, p. 8. '7 . Sin embargo, las eolonias britinicas de’ América initaron a la metré- Poli.y adoptaron muy pronto las dsporiciones scbre patentes. vrmopucctéy misrénica n Gurante més de 150 afios, hasta que finalmente sus principios fueron copiados en Francia en 1971, MISTORIA DE LOS INIGIOS EN FRANCIA En Francia la historia de los primeros tiempos de Ia patente de in- vencién fue también una historia de favores reales, captichosos y arbitrarios, que con el tiempo se convirtieron en un sistema regulado ‘que subsists como una excepeién a la supresién general de los mo- nopotics patrocinados por el Estado. Como en el resto de la Europa medieval, Ia vida econdmica y politica estaba organizada sobre la base de grupos. Los individuos vivian y trabajaban bajo las reglas y como parte de las corporaciones municipales, gremios de artesanos y gremios de comerciantes, que eran regulades en distintos grados por la Corona. La importancia de las corporaciones variaba de ofi- cio a oficio; pero el control que ejerefan sobre las actividades indus- triales y comerciales era reforzado y ampliado por las acciones de la Corona, que no sélo trataba de regularlo, sino de usarlo como un medio para ampliar la autoridad real. En muchos casos la accién de la Corona eliminaba serios abusos y moderaba el irresponsable despotismo local; en este sentido se puede hablar de “Ia alianza entre Ja realeza y el desarrollo de los derechos individuales’.* Sin embargo, la dificultad con esta tkima interpretacién estriba fen que esas acciones “liberalizantes” de la Corona en parte fueron obligadas por sus propios actos anteriores. En la ltima mitad del siglo xvu bajo Luis XIV, por ejemplo, al tratar Colbert de recons- truir Jas finanzas ¢ inerementar el poder y la fuerza econémica del Estado francés, aument6 ampliamente la regimentacién burocritica de la vida econémica. Al mismo tiempo, se hicieron excepciones a las estrictas regulaciones y fueron en tales excepeiones en las que los inventores ¢ innovadores tuvieron que buscar apoyo. EL hecho de que los privilegios fucran utilizados para hacer a un lado las regulaciones existentes hizo que en Francia muchos escri- ‘ores subrayaran la importancia de las primeras patentes como me- ios para liberar a Ja industria de otras restrcciones legales; vimos que esta explicacién no era adecuada para las primeras patentes in- glesas; especialmente en Francia, es facil sobrestimar la magnitud 2* Augustin Charles Renouard, Traitd der brevets dinvention (Pari, 1065, 3° ed), p. 43. e e 6 tJ e ® Cg e tJ ® td e @ ty e e e ® e e td e e td w ernopucerSy sisrémics det contol de low ghemion sole In vida, econ. fala que en el preambulo de un edito de 1981 sl Heckscher se- La mayoria de los artesanos de nuestro reno, particularmente en fos puc- blos, aldeas u otros lugares en donde no hay ningin maestro de gremio ni vigilante que examine sus productos, se han vuelto tan independientes aque la mayoria de ellos (0 sea de sus productos) no son ni la mitad de lo ‘buenos y dignos de confianza que debieran see.* En el affo de 1673, Paris tenia solamente sesenta gremios legali- zados (métiers jurés, corporations, communautés jurées 0 jurands) y &tos s6lo podrfan haber cubierto un pequeio nimero de los nego- ios de la ciudad.” Fue la monarquia, al esforzarse continuamente por incrementar su control sobre la industria mediante edictos y re- glamentos, la que cre6 la rigida estructura dentro de la cual ope- taba Ja industria. Por consiguiente, el Estado tuvo que establecer un sistema doble, con el objeto de permitir la innovacién; esto, en si mismo, ereaba un conflicto, Los gremios se opusieron frecuente- mente a las patentes de inventores; y el sistema segiin el cual los parlamentot podian alterar los términos de las patentes del rey, per- mitia que los intereses creados manifestaran su oposicién en una forma efectiva. No hubo una politica general que hiciera distincién entre los privilegios de los inventores y los otros privilegios otorga- dos por la Corona sino hasta Exe aio un edicto del rey es- tablecié por primera vez alguna reglamentaciones referentes ala coneesién de los privilegios de inventor; el periodo por el que eran ‘otorgados se limité a quince afos, no se podian heredar, se requeria Ja prueba de su utilidad y era obligatorio que se les trabajara. EL propésito de este edicto no era tanto estimular a los inventores, como Eee SS Se eect ra ato estima a oe tevertenth. coma Un eacritor, por ejemplo, afirma: “En lor viejos tlempos todo estaba fen manos de las corporaciones privilegiadas; el que no pertenctiera a una de ‘ta aunciactones no podia trabajar; quienes craa iiembros de una corporacion fenlan que vender o manufacturar de acuerdo con las reslas reconocidas” F. Malapert, Notice historique sur la legislation en matizre de brevels inven fiom en Journal des Economistes, 4 serie, vl. 3 (1878), p. 100, 1b ELF. Heckscher, Mercanttim (Londres, 1935}, p. 143 » Ibid, fe “Pero nuestros reyes, quienes deseaban “tener las prerrogativas que hhabian pertenecido al emperador romane, no se abstuvieron de ercar nuevas comoraciones © de aumentar el ndmero ‘de maestros, esto es, el nimero de ‘miembros de las sciedades,.. Los reyes, y Enrique Ti lo expresé en aus edic« {0% afirmaban que el derecho al trabajo era un privilegio real (droit soya!) $8 consecuencia, erefan que la creacién de corporaciones o de maestros ert Serecho.” Malapert, of. cit, p. 100. Fagg totes De Uexistence des brevets invention en droit francais evant 1791, en Revue Historique de Droit Francais et Etvenger, vol 16 (1937), p- 119, \ ByrRoDuCcION mierénIca 3 liminar algunos de los abusos que rodeaban a la concesién de los privilegios de inventor? La agitacién en contra de las rigidas reglamentaciones monopolis- ticas y del control de la industria siguié aumentando a lo largo del siglo xvu. En 1776, se suprimieron las corporaciones con el fa- moto edicto de Turgot, que fue derogado casi inmediatamente y su autor destituido, Sin embargo, la revolucién de 1789 tuvo como resultado la abolicién de las viejas reglamentaciones de los. gremios y_se liberé al comercio y a la industria de las viejas restrieciones, ‘También los inventores fueron liberados de las reglamentaciones, pero s6lo hasta 1791 fueron establecidas las bases estatutarias de la patente de invencién, En ese afio los principios del decreto inglés de 1623 se convirticron en parte de la ley francesa; éta fue mucho mis lejos que Ia inglesa al declarar que existfa un absoluto derecho de propiedad sobre los descubrimientos industrials, BVOLUCION DE LA LEY DE PATENTES DE LOS ESTADOS UNI008 La nica otra ley de patentes creada en el siglo xvm, fue Ia de los Estados Unidos. La Constitucién dio al Congreso poder “para promover el progreso de ta ciencia y de las artes tiles asegurando, por tiempo limitado, a los autores ¢ inventores los derechos exclu. sivos de sus respectivos escritos y descubrimientos” [Art. I, Sec. 8 (8)] La primera ley federal de patentes se emitié en 1793. Muchos de los gobierios coloniales habjan otorgado_privilegios exclusivos a los inventores y algunos habjan elaborado disposiciones legales especiales para ellos. Se otorgaron privilegios de monopolio, similares a fos descritos, no s6lo para los inventos nuevos sino tam. 3 En el predmbulo de esta declaracién se Ieia lo siguiente: “Luis, etc Los privilegios comerciales destinados a recompensar el ingenio de los iaven- tores'o para estimular la industria que languidece en un ambiente en el que no hay ‘competencia, no siempre han tenido el éxito que se esperaba, sea porque esos prvilegios, dados por tiempo indefinido, parecian ser mas un pactic monio hereditario que una recompensa personal al inventor, sea porque tree cuentemente se dieron a personas que no tenfan la aptitud necesat, © finals mente porque los hijos, sucesores © herederos del poseedor del privilegio, all dares Ia ley el disirute del mismo, no podian adquirir el talento neceszio La imposibilidad de ejercer estos privilegion es de lo mis inconvenieate, porte interfere con la libertad sin dar lon resltados que el pilblico tiene ‘derecho 4 esperar; finalmente, el no darse publicidad al alcance (litres) del ‘prvilegio freeuentemente da a's poseedor la posibilidad de amplinrlo y de interfere feriamente en la actividad y trabajo de nuestros sibditos.” ‘Texto citado cn Renouard, op. eit, p. 72 ( c sew as EB ica laamamenoacs otro lado, algunas veces se previno arent eo de Sloreart ° Protos que sean provechosos para el pals y eso s6lo por ‘otras partes." Un historiador manifiesta que: Los monopolios mis numerosot eran los destinados a proteger el mercado focal pant un presunto fabricante, sin considerar si se trataba de inventos fo de méodos importades, pero como Ia proyectada industria generalmente fra nueva o en desiso, el concesionario cn la mayoria de los casos podia pedis el crédito por introducir au arte desde algin otro pais 0 provincia.* Este sistema para alentar la importacién de industrias nuevas desaparecié gradualmente y s6lo sobrevivié la propia patente de in- venci6n en ta Constitucién Federal. Es evidente que la ley y la préc- fica inglesas tuvieron una gran influencia en las colonias, pero la relacién entre el derecho inglés y el de las colonias no fue muy clara; ** la conveniencia de recompensar a los inventores ¢ innova- Gores mediante el método del monopolio era ampliamente aceptada en los Estados Unidos antes de que se estableciera el gobierno fede- Massachusetts Body of Liberties, secciéa 9. Texto reproducido en William MacDonald, Select charters ond other documents illustrative of Ame- riean history, 1606-1775 (Nueva York, 1906), p. 75. tu Ge storgaron patentee para impulaae 1a prodiceién de sal, Jonas, velas de experma y para el establecimiento de molines, diques wecos y fbricas de tabaco. V. 8. Clark, History of manufactures in the United States (Nueva York, 1929), vol. sp. 503 Outline of the history of the United States patent office, en Journal of the Patent Office Society, vol. 28 (1936), p. 373 W. B. Weeden, Economic and social history of New England (Boston, 1890), Pin 495 y 655. En 1715, Connecticut establecié especficamente ‘que "3 fealquier persona @ personas’ que se pongen a trabajar para descubeir una mereaneia que pueda ser dell al pais, 0 para implantar un surministo de mer- ‘cancias del extranjero que todavia no semos, e le otorgard el debido estimulo”. Gitado de Outline of the history of the United States patent office, p. 36 ‘® V. S. Cla, of. cit, p. 51. Para un estudio de fa relaciéa entre la ey inglesa y la de las colonias, ‘véase St. George Leakin Sioussat, The theory of the extention of English Hatuter to the plantations, en Select Essays in Anglo-American Legal History. ‘Tambiéo, Walton Hamilton, Patents and free enterprise, monogralia nGza. St, “Temporary National Economic Committee (Washington, 1935), pp. 17-8. wvrnoDuceiSy misrénics 15 ral, Hasta donde sabemos no hubo opesicién a que se adoptaran las cliusulas sobre patentes en la Constitucién,™” y fue insignificante la que hubo para aprobar la primera ley de patentes en 17903* 1A CONTROVERSIA SOBRE LAS PATENTES EN EL SIGLO XIX A principios del siglo xix tres de los paises més importantes del mundo habian establecido con firmeza sus sistemas de patente; aun- que las leyes de dos de ellos eran muy recientes, las prdcticas en que se fundaban eran antiguas; el anterior sistema de privilegios habia dado paso a otro basado en el derecho estatutario, Los otros paises empezaron a seguir ese ejemplo y a establecer sus Ieyes de patente, ‘Mientras les paises curopeos adoptaban leyes formales sobre las ppatentes en las primeras décadas del siglo xrx, el “sistema de pri vilegios” que precedié a la promulgacién regularizada de las leyes sobre patentes, se hacia popular en algunos patses no europeos poco industrializados. En Brasil el primer edieto formal que otorgaba pro- teccién a los inventores fue promulgado en 1809, aunque ya desde 1752 Brasil habia concedido un privilegio por diez afios para el s- tablecimiento de una planta descascaradora de arroz, que usaria la maquinaria inventada por el poseedor de Ia patente y prohibfa que fuera utilizeada por otros productores.*? En 1813 se promulgaron en Argentina dos leyes especiales, una para “‘proteger el invento de un norteamericano, relacionado con la manufactura de adobe”, y otra también a un ciudadano norteamerica- 3 Uno de los poderes que Madison propuso dar a a “Legislanara General” fue el de “alentar con premios y disposiciones el avance de los conocimientos y los descubrimientos tiles". Al'mismo tiempo, Charles Pinckney proputo que ebia tener poder “para. otorgar patentes a las invenciones tiles”, Estas proposiciones fueron remitidas al comité, en el que parece no hubo debate al respecto y la actual cldusula de la Conittucién fue’ aprobada unénimemente, The debater in the federal convention of 1787 which fremed the Constitution of the Unites States of America (informes de James Madison), Gaillard ‘Hunt and James Brown Scott, ed. (International Edition, Nuewa York, 1920), piginas 420 y 375. 3" Véase P. J. Federico, Record of the proceedings in Congress relating to the fist patent and copyright laws (Washington, 1940). En este folleto se feimprimieron todor los parajes de lot diarior de la C&mara y el Senado, relax tivor a ln Ley de Patentes de 1790. También del mismo autor Tie first patent ‘act, en Journal of the Patent Ojfice Society, vol. 14 (1982), p. 237. 2" El texto de ese privilegio decia en parte: “Lor concesionarios insta- farin en los distritos en que deseen aprovechar el privilegio, tantas miquinas como sean necesarias para asegurar si monopolio en un radio de diez leguas (lieus)." Reproducido en G. A. Bailly, Protection des inventions au Brésl, (Paris, 1913), p. aw. he rermopwecséy tsrénica a wrotegia por doce afies su método “de propulsién de embar- oo ek et ee a para que, con la aprobacién del Congreso, concediera privilegios a fos inventores de artes y “establecimientos” de utilidad péblica.®” Austria establecié formalmente una ley de patentes en 1810, aunque desde 1794 un Decreto de la Corte habia dispuesto el esta- blecimiento de un sistema de patentes. Siguieron Rusia en 1812, Prusia en 1815, Bélgica y Holanda en 1817, Espafia en 1620, Ba- viera en 1825, Cerdefia en 1826, el Vaticano en 1833, Suecia en 1834, Warttemberg en 1836, Portugal en 1837 y Sajonia en 1834 En To que Clapham lama la “larga paz del siglo x0x", os afios posteriores 1815, la actividad econémica del mundo occidental se intensificé enormemente. Los oficios, el comercio y Ia industria hicie- ron grandes progresos; las relaciones econémicas entre las naciones ge hiceron iis esechas y complejs, y se hizo sentir Ia neceidad de una cooperacién internacional en materias tan diversas como las finanzas y las patentes. En lo que respecta al sistema de paten- tes, habla dos fuereas que actuaban en sentidos opuestos. Por un lado, Ja vigorosa actividad industrial provocaba una mayor deman- da de parte de los ingenieros, inventores y fabricantes, por una més amplia y mejor proteccién de patentes; el interés de algunos de Jos grupos industriales de los paises grandes, los levé a hacer agita- cién en los paises més pequeiios para que establecieran leyes de patentes. Por otra parte, la ampliacién de los mercados, el mayor alcance y volumen del comercio internacional y las consiguientes po- fibilidades de progreso econémico mediante Ia divisién internacional el trabajo, que la economia politica del momento no dej6 de seiia- lar, dieron auge al movimiento del libre comercio y provocaron una mayor conciencia de los aspectos restrictives y monopolisticos del sistema de patentes. Habia un agudo conflicto sobre estas cuestiones en Alemania, en donde algunos de los problemas bisicos referentes a la proteccién internacional de los poseedores de patentes habian surgido temprana- mente en una forma extrema en las relaciones sobre las patentes, entre los estados del Zollverein alemn, Estos estados habian forma- do una Unién Aduanera en 1833, pero cada estado habia retenido el derecho a prohibir la introduccién en su territorio de los articulos que fueran objeto de patentes otorgadas por él. Era evidente que 80 Véase Pedro G. Brewer Moreno, Derecho intelectual comparado (Bue- not Aires, 1912), pp. 76-3. 3 Véase la expoticiin en C. Th. von Kleinschrod, Dis Internationale Patentgesetzgedung nach ihren Prinsipien nebit Vorsehlagen flr ein kinliger demeines deutiches Patentrecht (Belangen, 1855), pp. 1830. nermopucciis mrsréiica 7 si el mercado interno de los propietarios de las patentes iba a ser protegido por cada estado en contra de la competencia de los im- Portadores, las anteriores barreras aduanales se restablecerian con Fespecto a los artfculos patentades. Esta situacién cred grandes difi- cultades y finalmente se leg a un acuerdo en 1842, conforme al cual se daria a los propietarios de las patentes el derecho exclusivo de produccién en sus propios paises, pero no el derecho exclusivo de venta.®* Por consiguiente, no estaban protegidos de la competencia de los exportadores en Ios otros estados del Zollverein. Esto por su- puesto, redujo notablemente el valor de Ia patente, y se hicieron grandes esfuerzos y se presentaron ingeniotas propuestas para forta- lecer el sistema de patentes y lograr uno que fuera uniforme para toda Alemania. Algunas asociaciones comerciales, los industriales y en particular los ingenieros, lucharon por un sistema de patentes, Otros srupes, inclusive de economistas,** lucharon por la completa abolicién del sistema de patente y fueron vigorosamente apoyados por el canciller Bismarck La controversia en Alemania era parte de la batalla que se lic braba en toda Europa respecto al sistema de patentes. Se solicitaban reformas a las leyes inglesas y francesas, que fueran favorables a los inventores; igual que en Alemania, en ‘Suiza se hacia presién para que se promulgara una ley general de patentes. Estas presiones pro- Vocaron una viva oposicién de parte del sector partidario del libe- ralisme, que recibié importante apoyo politico de Ios intereses co- mereiales, pues consideraban que saldrian ganando si se eliminaban las restricciones de las patentes. En muches paises surgié un fuerte movimiento en pro de la completa abolicién del sistema; en In- slaterra tuvo tanta fyerza que algunos observadores pensaron que la ley seria abolida() Sin embargo, sélo en Holanda fue real- mente derogada. En ‘969, sobre todo como resultado de las ideas del libre comercio, Alemania abrogé Ia ley que habla adoptado en 1817. No fue puesta en vigor nuevamente sino hasta 1910. movimiento general en contra del sistema de patentes desapa- recié en el tltimo cuarto del siglo, casi tan repentinamente como 22 A, Pilenko, Das Recht des Erfinders (Beslin, 1907), pp, 169-171 33 Tbid, p. 96; Kleinschrod, op. ct 4 EL Kongresr deutscher Volkswirthe, durante su reunién anual en Dresden en 1863, aprobé una resolucién que condenaba al sistema de patentes, “por una mayoria abrumadora”, Bericht ber die Verhandungen des vechrten Kongresses deutscher Volwirthe zu Dresden am 14, 15, 16 und 17. September en Vierteljahrochrift far Volkzeistchaft und Kulturgerchiehte, Exster Jahrgeng (1863), vol. mp. 221 30,’ “Es bastante probable que dentro de poco las leyes de patentes sean abolidas....", The Economist (Londres), 5 de junio de 1869, p. 656. a je ie td ® e e id ty e a ° i Cy J . ® ° e i td . ® 18 . snernopucei6 ais76micA habia empezado; es probable que su debilitamiento estuviera asocia- do con la depresién de 1873 y con el reciente nacionalismo y pro- teccionismo que surgié en la mayoria de los paises a fines del siglo. Poco después de la unificacién de Alemania, en 1971, los partida- rios de las patentes ganaron su causa y en 1877 se adopté una ley de patentes unificada en el Reich alemén, En Suiza, un pais pequefio altamente industrializado, con una larga tradicién de liberalismo firmemente arraigada, Ia controversia favo una especial vehemencia, En vista de que la Constitucién suiza probibia que el gobierno federal creara un sistema general de pa- tentes era necesario un referéndum popular que respaldara la en- mienda a la Constitucién. Esto signifieaba que los que proponian Ja ley de patentes, tenfan que obtener el apoyo popular, Ea. 1866 ¥ nuevamente en 1862, el pueblo rechazs la propuesta que facultae via ala Tegislatura federal a emitir leyes protectoras de la propiedad industrial. En 1887 Ia propuesta fue aceptada ‘a que la controversia suiza estuvo muy relacionada con sucesos idos le las relaciones internacionales politicas y econdmices de Suiza, su experiencia en ese perfodo es de particular interés para hnuestro estudio y serviré para iustrar angumentos en les capftulos siguientes. Dos de las mds importantes industrias de Suiza —Ia quie mica y Ta textil— se opusieron vigorosamente al establecimiento de una ley de patentes, en ambos casos porque implicaria. restricciones al uso de procesos desarrollados en el exterior, si los extranjeros pui- dieran patentatlo en Suiza, Cuando finalmente fue adeptada, a ley suiza de patentes excluyé los inventos que no pudieres ter rep, sentades con modelo, Ast se excluian efecivamente de las dips siciones de patente a todos los procesos, incluyendo 10s. quimicos, Parece que esto fue necesario con el fin de obtener el acuerdo suficiente para poder promulgar una ley de patentes. pero no sa. ‘isfizo a la industria quimica alemana, que habfa ejercido una fuerte Presién sobre lov auizos para obligarlos a adoptar dicha ley? En las negociaciones germanc-suizas sobre aranceles en 1904, el gobierno alemén presionado por su industria quimica, solicits abler- tamente un cambio en ta legislacién suira de patentes, Al principio 2 Para usa decripciin de fx contovenia, wave Fite Machu y al a ria, wine Pits Machlup y Bath Penroe, The tent controversy inthe nasteenth centuy, en The Yoo y Feoamie Bator, wi 16 (140), 9p, VD, sue Eu Guyer, Hinting in dat Scheviseriche Erfindangeree (Zvi, 1916), ps td " ay laa nee Match wher Braon der Kormision de Stindrather fr dia Page de, Efindunschatie, eezeten deck. den Komtsopiiioen, tie, Gavard. (absil de 1807), p. 22. "Wir leben in dex Schwela vo set {abl de 180), ben in der Schweiz von Kempromissr Soeeeren Se cas el gobierno suizo se resisié, pero finalmente cedié y emitié una declaracién en la que se autorizaba a Alemania a elevar los derechos 1 Ia importacién deste Suiza de un colorante derivado del alqui- trin, si la ley suiza de patentes no era cambiada para el SI de mbre de 1907. La ley fue modificada en junio de 1907 y eliminada la cliusula del modelo A peticién de la industria qui- mica de Basilea se excluyé de la ley de patentes la llamada “serien- patente” para lox procesos quimicos, y a solicitud de la industria textil, los procesos quimicos para el tratamiento de las fibras textiles también fueron excluides. SUMARIO Actualmente, en la mayoria de los pafses, un inventor puede obte- ner como algo legitimo, de hecho si no de derecho, un privilegio de monopolio 0 “patente” que lo proteja de la competencia de los demas en la explotacién de su invento, La impertaneia econémica de un invento tiene poca relacién con su pesbilidad de ser patenta- do. Las leyes de patentes se basan en el supuesto de que es con- veniente alentar la invencién, por si misma, y que un privilegio de monopolio es la mejor manera de hacerlo; no siempre se requicre ave el invento sea explode, Sin-emtange, may al_pincipio lx rivilegios de inventor no se oiorgaban indWeriminadamenteCor Gen de dare ce SIT SSeS GR SSOP cl dasaralls de productos o proccans expeclions que tran comsaea= dos de Importancia econémica para el Estado, 3 competencia cra ip escase teportands on ie torts mercantile y in Umovaciin tia i Tenltndo Seance tajo~las-Tequlaciones” mcTeaatIe excepts tratindose de casos especiales dentro de Ia estructura mercantil. En- ee ed casa eles a imipactance Eee" Ten egiog de inventor, aunque también se adoptaron otros métodos para. e- tiuular a i inventors, tal como al aabudio diresto il’ Evado, IS iyaosiaio seal eoscestcs (pesmi seas a lsntiacnoe a asljebichts Ud mde (Chat recacsila erabna or pe #0 W, Stuber, Die Patenticrbarkeit des chemischen Erfindungen (Berna, 1907), p. 26 y st’ “Actualmente, en Inglaterra todavia el privilegio de patente es de jure un acto de gracia de la Corona, de facio es obtenido como cota de derecho, “8 Muchot paises excluyen ‘del aleance de Ia ley de patentes cierta clase de cosas, Generalmente son excluidas, por ejemplo, las teorias cientifias, los inventos contrarios a Ia ley, la moral 0 la seguridad pabliea, os compucsion farmacéuticos, alimentos y productos quimicos. 20 netmopucaiSy msrémica vilegios, en el sentido de que ostensiblemente se daban para recom- pensar la invencién o innovacién, pero en realidad los motivaba el deseo de gratificar a los favoritos de la corte, obtener dinero 0 al- canzar objetivos politic obstante en la medida en que se tra- taba de un verdadero privilegio del inventor, era frecuentemente un recurso liberalizador; un recurso que hacia’ mis flexibles los exis- tentes regimenes monopolisticos o reguladores. La intensa oposicién popular que a la postre acabé con éstos, no iba dirigida en contra de aquél A fines de la Edad Media y principios de la Era Moderna pue- den encontrarse testimonios de privilegios que posefan muchas de las caracteristicas de la patente moderna. Lot privilegios de inventor se usaron en algunas partes de Alemania, en Venecia, Holanda, Gran Bretafia y Francia, en los siglos xv y xvi. En este capitulo hhemos delineado el desarrollo del sistema de patentes en los siglo si- guientes, ¢ indicamos la rapidez con que se difundid en el siglo xx Las legislaciones de los distintos paises han sido reformadas con fre- cuencia, pero los principios bésicos permanecen tal como surgieron en los privilegios del siglo xvt, cuando la economia del mundo era primitiva y tenia escasas ligas, en comparacién con la del siglo xx. exriruLo RAZONES QUE HAN SERVIDO DE BASE AL SISTEMA DE PATENTES Hl sinerna de patents tl como os en la sctaldad, on baci mes dida “simplemente surgié", sin mucha relacién con principios fun- danuciales, erapant r yteacisa todal dp lr bodice gor sender ineperaio,algunoe de lw cuales te han converddo en sae Gis 1 hes Giese Cealene Lar thors, wrthcarnce! legilatvas do las tastaciones facales,dandea a) quadazoe. reaaga- dan cos topun « a cintien igen Dats apradents x te medio cambiante, idas de las acciones no coordinadas de los se buat ibvaieldieas oo grepe Esta clase de adaptaciones de las instituciones humanas, obliga lines ee Segreets ve ba he es possi onete tes ane conscientemente la politica colectiva de ia sociedad, a revisar perié- ices sake aes 4 ak ce on Comicon seen Sa a trelonts cus te, bam olla Pot! Santo. come desea dl dn Goneeiocsl da. poeesel, commute oe eames A Jas tlscanea ote enna invenassccade is tags amen Ge As aalicis baccide ecearts et eters Semester Gris oumeaicn 7 ol groviens dobar ele Como Ia mayoria de las instituciones sociales, el sistema de pa- sie sien con 4 cdl Sc AP sober alec conned dolls acierdoy inberaaclomney Sel proscta sard pempecion ava pecieisis te tex baeee laters Or ls ees razones que han servido de base al sistema de patentes, Sin embargo, este estudio no trata la cuestién de si son econémicamente desea- oe ee ee ee oe ErSr el Gitoen teTaaCIoaT Ae Pate y, por lo dens, daca. erence iapengpengrmnngyind a aire tae te grid py pevadon Sts sk. yoleza in Wa tomrapsacio ashlee dares 4h Gocrencic. leoctoal pare. tw Droperen, nts Propiedad Industrial, trataron los delegados de establecer la justifi- cacién bsica de las patentes. Como veremos, fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre cudl de las diferentes teorias es la “verda- dera”. Por Io tanto, en las siguientes conferencias se abstuvieron de 121) Py aASES DEL SISTAMA DE PATESTES joner explicitamente Io que debia considerarse como Ia naturaleza fundamental dela ley de patentes Todor coincidian en que el acuerdo internacional sobre ciertas disposiciones era conveniente des- de el punto de vista de todos los paises; pero prudentemente, deja- ron en libertad a cada delegado para que se adhiriera segiin su criterio a Ia teoria del sistema de patentes que més le satisficiera Un breve anilisis de estas teorfas ayudar a comprender la divisién de opiniones que surgié en las discusiones sobre las patentes inter- nacionales. Los argumentos aducidos para justificar a las leyes de patentes pueden dividirse en cuatro grupos generales, dos de los cuales se refieren fundamentalmente a la justicia individual y los otros dos a la politica econémica.t Si los dos primeros grupos de justificaciones del sistema internacional de patentes fueran de una fuerza tan abrux madora que se impusieran por completo, aun cuando se demostrara que la Convencién era inaceptable, las conelusiones de un examen econdmico serfan mucho menos itiles que en el caso de que los argumentos econémicos fueran la justificacién principal. Por lo tan to, es necesario dar un pequeiio rodeo antes de legar al sendero principal, para observar brevemente los dos tipos de argumentos, que se basan en los “derechos” de los individuos. nbos grupos de argumentes se apoyan en un juicio ético, La diferencia rstriba en que uno recalca Ia justicia para el individuo y el otro para la sociedad como un todo. Por eso e+ posible hacer varias combinaciones de'los dos lipos de argumentos. Aquellos que fnsiten en la obligacién moral de la sociedad de ser “justa” con los individuos, los he llamado por conveniencia, argue rmentos del “derecho natural”. A los que insisten en que las patentes se juttic fican porque sirven a fines econémicos deseables, een, que aumentan el bbienestar material de la sociedad, los he llamado “econémicos". De todas formas, debe aclararse que identificar’la “justicia” para cada individuo (en ter ‘minos de los merecimientos individuales) con la “justicia social” en abstracio, fe um error similar al que te comote cuando te. identilican lov iatcreses econdmicos del individuo con el interés general. En cierto sentido, la economia Bene tanto que ver con la justicia como el derecho, cuando se trata de politica social, si bien la mayoria de las politieas econémicas tienden a recalear el interés general por sobre el individuo. Probablemente no esti dentro del poder ‘humano ser realmente justo con un individuo, ya que lo que éte hace no es Por entero producto de su voluntad. Puede scr “injusto” para un cleptémano Privarlo de au libertad, si sus tendencias al robo se deben a algin desorden Driquiea; pero evidentemente seria mis “injusto” para los demas dejasio libre. Por lo tant, en todo los casos el antiguo problema de equlbrar los interest individuales con los de grupo es el principal, ya sea que veamos una euestion desde el punto de vista econémico o del legal. Uno de los principales defectos de los des grupos de fos argumentos del derecho natural es que silo atenden al punto de vista individual; los posibles efectos cobre la sociedad ni siquiees son considerados. BASES DEL SISTEMA DE PATENTES 23 LOS DERECHOS NATURALES COMO RAZON DEI. SISTEMA DE PATENTES ‘Aunque hay muchas variaciones, se pueden distinguir dos temas centrales en los argumentos en pro de las patentcs, que se basan en Jos derechos naturales. El primero se relaciona con el concepto del derecho natural de propiedad; el segundo, con el derecho a recibir una retribueién por los servicios prestados. EI derecho natural de propiedad La l6gica que se aplica al primer argument puede generalizarse como sigue: un hombre tiene el derecho natural a a propiedad sobre sus ideas, Taya aproplacién por otro debe, por lo tanto, con- Siderarsecomo—un_robv.Lasociedad_est_moralmente obligada_a econoceF este derecho de propiedad. La propiedad es exclusiva en Gencia, y por To tanto, un privilegio exclusivo es la Gnica forma apropiada en que la sociedad puede reconocer este derecho par- ticular. En eK siglo xX) este principio, como justifieacién de las patentes era_ muy especialmente en Francia. Fue adoptado en el predmbulo de Ja ley de patentes aprobado por ta Asarublea Cons. titucional en 1791? y por la onferenciaTnternasional_de Baris, de 1878. La “propiedad” inteléctual er considerada como el mis SGyMTdO~e los derechos de propiedad y légicamente exa imposible distinguirla de la propiedad material. Si se acepta la proposicién de que los derechos naturales pre- existentes imponen a la sociedad la obligacién moral de otorgar un derecho exclusive de propiedad al individuo que present6 un ine toda ides oueva, cuya sealleaciin o deeerolla pura set Gx a la sociedad, pertenece en primer lugar a quien la concibié y Seria una violacién ‘la esencia misma do lor derechos del hombre si no te considerara al invento industrial como propiedad de su ereador.” Ley del 7 de enero de 1791. Texto citado en A.C. Renoward of. ety p. 95, “EL derecho de lot inventores y creadores industriales sobre su trabajo © de los fabricantes y comerciantes sobre sus mareat, es un derecho de. pro- Piedad; el derecho civil no lo crea, solo lo regula", Congrés internationnd de la proprieté industrielle efeetuado en Paris del'5al 17 de septiembre de 1870, Comptes rendus sténagraphiques, p. 230. Una variante de este principio identifica al derecho natural de fos inven tores con el derecho del hombre a su propia personalidad. Esta teorla foc Popular respecto a tos derechot de lor autores literarios y artstcon; pero fambién se aplicé a los inventores, ya que la invencidn es una extensin de la Personalidad, Asi Marcel Plaitant, notable jurista francés, esribis: "El deres cho de un isventor, como el de un autor es, robre todo, un devecho de Ia o BASES DEL SISTEMA DE PATENTES vente en forma patentable, entonees no pude Raber-dscsién ame del_reconocimiento internacional de este derecho, Como cada uno de Tos paises forma parte de la-sociedad del mundo, estin moral- mente obligades a reconocer est derecho, independientemente del pais en que se originé.* Ya que un acuerdo internacional es sim- plemente el medio de efectuar este reconocimiento, tiene su justi cacién en una ley més elevada que la del hombre, Pero para aceptar cata aseveracién, es necesario, primero, creer que la propiedad es un derecho natural y no una institucién social establecida con propési- tos sociales, y, segundo, que Ins ideas son un posible objeto de exe derecho exclusivo y un objeto adecuado, independientemente de las consecuencias sociales que tiene negar a otros el derecho a imitar.? ‘Mucho Wo-pudteron acepiar las implicaciones de ese argumento y en el siglo xix el debate en los circulos relacionados con las pa- tentes fue al mismo tiempo sutil y furioso, Se sefalé que, para que luna cosa se sujetara al derecho de propiedad, debfa ser capaz de ser posefda en exclusiva por su duefio y que una vez que un hombre comparte sus ideas, ya no puede controlarlas, se vuelven propiedad comtin y es imposible restituirlas al “duefio original”’;* que era muy personalidad... A muestros ojos, Ia principal justificacién teérica del derecho dol inventor 6 en general, del creador en la esfera industrial, se spoya en el prineipio de que la misién de la ley e¢ procurar la prolongacién lo mis amplia posible de ta personalidad humans..." De la protection internationale de la proprieté industrielle (Paris, 1933), p- 10. ‘Si los inventor se ‘reconocen como la propiedad indiutible de sis autores, entonces esta propiedad. debe ser protegida y respetada de acuerdo fon las condiciones dela. justicia natural entre los Estados; lo mismo qu: fo es cualquier otra cosa més 0 menos valiora que sea objeto de propiedad, ea_que pertenesea a nacionales oa extranjeron” A, Krauss, Celit der Giterreichivchen Gevetsgebung sur -Aufmunterung der Erfindungen (Viens, 1890), p. 36. Pira algunos escritores. la ibee difusién de las ideas, 0 sea, ol derecho imitar, lene algo mie de “derecho natural” que el derecho de’ propiedad ue las ideas deben divulgarse libremente de una persona a otra, por todo ‘el mundo, para la instruceién moral y mutua del hombre y para el mejors- ‘miento de sus condiciones, parece haber sido un designio peculiar y benevolente de Ja naturaleza, cuando las hizo, como al fuego, expandibles por todo et ceapacio, sin pérdida de mt densidad en ningin pusto, y como el sire gue respiramos, en el que nos movemos y tenemos muesteo ser fico, ineapaces de ser encerradas apropiadas en exclusiva, Entonces los inventos no pueden Por naturaleca, someterze a propiedad.” ‘Thomas Jelferon, carta a Imac ‘McPherson, del 13 de agosio de 1613. The complete Jefferson, Saul K. Pado- ver, ed. (Nuova York, 1943), p. 1016. Thomas Jelferoon fue el primer comisionado de patentes de lot Estadot Unidos. “La propiedad sobre las ideas ya publicadas es una contradiccién ioso- luble BI que se queja del “robo” de su idea “se queja de que se le ha ASHES DEL SISTEMA DE PATENTES % comin que Ja misma idea fuera engendrada independientemente en diferentes mentes y no podia sostenerse que fuera propiedad de una de ellas y no de las demas; y puesto que un individuo se inspira Jibremente en las ideas de otros, del pasado y del presente, no puede reclamar derechos exclusives para “su” idea, a menos que devolviera primero todo lo que debia a los demés, lo que es evidentemente imposible.* Estos argumentos eran de peso, aun para los que creian que exis tia una “propiedad natural” para otras cosas. Pero hubo una obje- cién adicional: si la concesién de patentes se justifiea sobre la base de la propiedad natural, no hay més justificacién gica 0 moral para limitarla en el tiempo que en el espacio” Esto represent una dificultad insuperable para la amplia adopcién de la teoria de la propiedad natural. Légicamente era necesatio defender la causa de las patentes perpetuas: derechos otorgados a perpetuidad a un in- dividud, sus Terederos y concesionarios; posicién con resultados tan evidentemente inaceptables desde el punto de vista social, que obli- robado algo que todavia posce, y quiere que se le devuelva algo que, aun indosele mil veces, ‘nada affadirh a au. propiedad”, Hermann Rentasch, Geistiges Eigenthum, en Hendwirterbuch der Volkewirtschaft (Leipzig, 1866), pleina 333, + Por ejemplo, en fecha tan temprana como 1863 Max Wirth, economista alemén, escribi6: “Los iaventos no pertenecen a la categoria de la propiedad intelectual, porque los inventos emanan del estado de civilizcién presente y por tanto son propiedad comin... La creacién del artita 0 del poeta cs Siempre algo individual y no puede ser ereada simultineamente por ningin tr, de manera idéntica. Sin embargo, en el caso de los inventos esto es muy pouible y la experiencia nos ha ensefado que el mismo iavento puede ter hecho al mismo tempo por dos personas diferentes; los inventes son. simplemente los frutas del drbol de la civilisacién,” Max Wirth, en Viertejahrechrift fur Volkswirtschaft und Kulturgerchichte, op. eits p. 222 SFI Beonomist de Londrer dirigiS wna walonte’ campaiia en contra del sistema de patentes, 2 mediades del siglo xix, y presté mucha atencién a este Aargumento: “Antes de que puedan (los iaventores] establecer el derecho de propiedad sobre sus inventos, deben abandonar todo el conocimiento y ayuda ‘que han obtenido del conocimiento e inventos de otros. Esto es imposible y sa imposibilidad demuestra que sus mentee inventor son de hecho, partet de ta gran mentalidad total de la rociedad y no tienen derecho de propiedad sobre sus inventos, excepto que pueden comtervarlos para si ai lo desean, y sapropiarse si eso les satisface, de’ todos los objetos materiales en que pueda realizar aus concepeiones mentalex” The Economist, 28 de diciewbre de 1850, pégina 1434. 2 “Pero si el_descubrimiento industrial es realmente propiedad de su ‘autor, propiedad absoluta sin duda alguna... je6mo entonces y con qué Aerecho, se puede limitar el uso de esta propiedad a diez, quince o aun veinte ‘ios, para finalmente confisarla para st uso piblica?” Charles Coquelin, Dictionnaire de Peconomie politique (Paris, 1873), p. 213. ls wy Dy poten ha \aeed \ | % BASES DEL SISTEMA DE PATIOTES 6 a considerar al elemento social en la concesién de las patentes, Gon pocas excepciones, los que insistian en una justificacién razo- nada de las patentes, abandonaron la ley natural y sc volvicron hacia otros argumentos. ‘A pesar del abandono mas 0 menos formal del concepto de la propiedad natural del derecho de patentes, no ha desaparecido por completo: George E. Folk, consejero especial de patentes de la Aso- Giacién Nacional de Productores, en un libro publicado en 1942 de- claré que una patente ¢s el medio por el cual se confirma 0 asegura fl derecho del inventor sobre algo nuevo que ha descubierto. Sin la patente tiene derecho a su propia creacién; pero esta indefenso para proteger su invento en contra de la apropiacién por otros, a menos que la oculte” Es evidente que el sefior Folk usa la palabra “derecho” en un sentido moral y no legal, y sélo puede tener en mente la idea de un “derecho natural”. En forma similar, el indefinido uso de la palabra “robar” persiste en la mayoria de las discusiones sobre pa- tentes, para recordarnos el concepto del derecho natural de_propie- \ dad de tas patentes. Por supuesto, puede dirsele un sentido res- tringido a “robar": la apropiacién de algo que por ley ha sido otor- gado en exclusiva a otro; pero al aplicarlo al que utiliza las ideas, |se usa en un sentido més amplio y vago, que incluye el empleo que hace otro de las ideas de un hombre, aunque no estén de hecho, |patentadas, ni sean patentables segin Ia ley. Sobre este concepto se [basin todas las acusaciones de “pirateria” que se dirigen en contra | ide Tas nacfones que permiten que sus nacionales usen libremente los Iinventos patentados en algiin otro sitio, pero que no son patentables rene La nociéa de robo aplicada a las ideas necesita una investiga- cin _més amplia, pues es evidente que seria absurdo pedir que un hhombre debe encontrar al “duciio” de cada idea quo utiles, obte- ner su permiso para usarla y quiz pagar por ello. En general, las ideas son bienes gratuitos. Puede ser deshonroso tomar las ideas de otro y hacerlas pasar conscientemente ante el mundo como propias, con fines de Iuero 0 de crédito; pero esto es plagio, simulacién y falsificacién. Si no hay esta clase de engafio, zen qué condiciones puede un hombre usar las ideas de otro, sin ser acusdo de un obo moral, si no es que legal? Supongamos por ejemplo, que un inventor produce la proverbial ratonera mejor ¢ invierte tiempo y dinero en perfeccionarla, Sus 2" George E, Fol, Patents and industrial progress (Nuova York, 1942), Pagina 10, wees BASES DEL SISTEMA DE PATENTS 2 competidores répidamente copian su producto y retienen para si parte del mereado de ratoneras, que de otra manera hubieran per- dido; asi obligan al inventor a vender a un precio mis bajo del que hubiera podido obtener si lograra evitar su competencia. ‘Tales competidores son lamados piratas y ladrones y estin clasificados en- tre los de mas baja reputacién en el mundo de los negocios; * que el inventor original obienga dinero suficiente para cubrir sus. gastos, antes de que sus competidores hagan bajar los precios, carece de importancia para la acusacién de robo; se puede aducit que quien trabaja duramente para lograr una ratonera mejor merece una re- compensa, pero éte es un aspecto diferente del asunto, eBn qué sentido esté moralmente “mal” que los competidores de un inventor lo copien? Es verdad que si alguien, en una forma subrepticia, se apropia deliberadamente de las ideas de otro para su propio provecho, en perjuicio de quien lo desarrollé, puede ser algo reprensible, deshonroso e indebido, segin las circunstancias es- pecificas del caso y los convencionalismos de la sociedad, Es esta idea general de conducta deshonrosa la que parece es explotada con frecuencia por los intereses creados, para forzar Ia aceptacién de la dea de que un hombre no tiene derecho a imitar abiertamente la mejor manera de hacer algo, que observa a su alrededor y que él no desarrollé originalmente. En general, quiz este concepto esté re- Jacionado mas fntimamente con la idea de que es injusto privar a un hombre de la debida retribucién por sus servicios; éte es un argumento muy adecuado para el sistema de patentes y del eual nos cuparemos ahora. Retribucién por los servicios prestados La segunda clase de angumentos también se basa en principio en un derecho natural, aungue se apoya en una hipétesis econémica. El razonamiento es como sigue: un hombre tiene derecho a recibir retribucién por sus servicios y por tanto la sociedad esta obligada mo- ralmente a darle una, proporcional a la utilidad que esos. servicios tengan para la sociedad, Los inventores prestan servicios titiles; un privilegio exclusivo, en la forma de un monopolio de patente, es la retribucién més adecuada para los inventores. + Véase por ejemplo, el violento lenguaje usado por Sylvan Gotshal en The pirates will get you (Nueva York, 1945), en contra de los competidores de Ia industria de vestidos femeninos, que abaratan el precio al producir en ‘masa las copiat de los modelos diselados para cl mercado de precios altos, por lo que armuinan su atractivo para las damas que visten ala moda, a BASES DEL SISTEMA DE FATENTES icado a las patentes, el argumento implica que: 1) un inven io ea ataie ga erie easels 2) ating ttl méximo que puede obtener tn monopolisia en el mercado es 1a me- dida correcta de la utilidad de un invento para la sociedad; 3) el mérito moral del inventor est en proporcién con la utilidad del ine vento asi medida. Cada una de estas aseveraciones ha sido impug- nada vigorosamente en algiin momento y una disquisicién completa sobre ellas nos levaria lejos; en consecuencia, no haré mas que et bbezar la naturaleza de los ‘problemas que se han presentado. Sin embargo, la simple exposicién de las implicaciones del argumento ayudaré a revelar sus limitaciones y también a indicar cudn extenso y exhaustivo tendifa que ser el andlisis, El autor de un invento es el primero que le da una forma paten- table y registra su solictud en la oficina de patentes. Los opositores del sistema de patentes han sefialado con insistencia el hecho de que fs frecuente que el mismo invento sea realizado por personas dife- rentes més 0 menos al mismo tiempo, y han preguntado zpor qué retribuir a quien fue lo bastante afortunado para ser el primero? La Gificultad para definir un invento, para distinguirlo de otros, para decidir a cul de los individuos que han participado en la serie de experimentos y descubrimientos que precedieron a su perfecciona- miento debe darsele el crédito exclusive, ha hecho sentir a muchos jue el sistema de patentes es més injusto para la mayorfa, de To que S fist para_und toto Bopectstmente erly concenes ae ta faboratorios modernos, Ta naturaleza cooperativa de Ia investigacién hace que esa distincién sea cada vez mds artificial. Con esto no se nega que a. veces el trabajo de un hombre sea de una importancia tan sobresaliente que deba ser recompensado; pero al presente, tal como es administrado el sistema de patentes en casi todos los paises, no es lo bastante sclectivo para asegurar que la recompensa vaya a ‘quien més Ia merece." Si un inventor obtiene su recompensa como resultado de la po- sicién de monopolista en el mercado reservado para él por medio 3 EI hecho de que Ia ley de patentes puede set injusta para lot ottor fnventores ha sido invocado eon frecuencia. El Economist de Londres, 4 de febrero de 1851, p. 114, acusaba: “...para todos lot inventores et expecial- ‘mente una prohibicién de ejercer su talento; y en proporeién, camo son més ‘uno, e3 un impedimento ‘para el progreso’ general...” 3 Alfred E. Kahn expresa hdbilmente eta objeciin: “. Los nucvos elementos fen el Progreso técnice] som lo que lsmamos inventos, For supuesto, ton ereados por individuos; pero tos solamente hacen explicito lo que ya estaba implicit en el organiamo téenico, que condiciona. su pensamieno. gsfueros, y dentro del cual debea trabajar Hablando esretament, ningin fndividuo hace un invento, en ef sentido usual del termina, ya que el objeto BASES DEL SISTEMA DE PATENTES 2 de la patente, se deduce claramente que el monto de Ia recompensa depende del total det ingreso neto que pueda obtener con la explo: ‘acionde"si-mondpolio. EI precio que en esa forma la sociedad esti dispuesta ‘pagar se toma como una medida de la utilidad del vento para la sociedad. Si la utilidad ha de medirse por el precio que puede obtenerse de la venta de los articulos manufacturados bajo patente, entonces la utilidad es una funcién de las condiciones en Tas cuales son producidos y vendides. Estas incluyen el estado de Ja técnica, los gustos de los consumidores, Ia distribucién del ingreso y_ la disponibilidad de los factores complementarios de la produc- cin, asi como de la organizacién de la publicidad y de otras formas del arte de vender, los tipos de aranceles y de especial importancia desde nuestro punto de vista, de la duracién y amplitud de la pa- tente concedida. Ademds, usar el precio como medida de la utilidad es suponer que no hay otra medida més que Ia existente demanda efectiva de los consumidores, en términes de la cual podemos de- finir la utilidad para la sociedad en conjunto, una suposicién sujeta 1 objeciones considerables. ‘Sin embargo, a pesar de sus limitaciones en un tiempo y lugar dados, el precio de mercado se utiliza con frecuencia en el andlisis econémico, como una tosca medida de la utilidad que tienen para la sociedad las mereancias 0 factores de produccién dedicados a los iversos usos. Se utiliza asi, porque en nuestra sociedad los precios son el mecanismo mediante el cual los recursos relativamente escasos de que dispone el hombre, se distribuyen entre sus diferentes usos, Con un ingreso determinado, el precio que la gente est dispuesta a agar por una mercancia 0 factor de produccién, determina en gran parte Ja cantidad que se destinard a un uso y al mismo tiempo, el precio mide el “valor” que tiene en ese uso. Es claro que el sistema de patentes es un intento de incluir la produccifin da inventos en Ia mitma estructura de precios de Ia pro- Guccién de los otros articulos y trata de hacerlo creando escasez, al limitar el uso del invento. Puesto que el valor esti definido en tér- ‘que, por conveniencia linglistica, Usmamot automévil, telefono, como si luna entidad, en realidad es 1a suma de un nimero casi infiaito de unidades individuales de invencin, siendo cada una de ellas Ia contribucién de una persona diferente, Es poco menos que absurdo llamar a cualquiera de lat vunidades interrelacionadas ef invento ya au creador ef inventor. El hombre ue llews a cierto estado de realizacién los exfuereot de miles de predecesores ¥ que dej6 las bases para los esfuerzos de miles de sucesores y a quien por 10 llamamos el inventor, puede haber hecho una gran contebucién; ‘sin ‘embargo, vista en sumarco y_perspectiva apropiados, ln contribucién ‘es bastante’ menos que catacliemica.” Fundamental deficiencies of the Americes patent law, en American Economic Review, vol. 30 (1940), p. 478, ane | wos ey es ee abs ‘baSES Det SISTEMA DE PATENTES ‘Sno deo bn oon a en a, Menta lacién de Ia famosa paradoja del valor; pero, en lo que a inventos_ Gerlos_eseasos"para” quienes quieran_usarlos. — “fista yatriccién en Ta uillidad da-un invento una vex que et pa- ‘cuales fue considerada indeseable, Una patente disminuye delibera- inventor reciba una elas por su trabajo. “i que, Le seen son de esta clase, a pesar de que sean usados en el proceso de inven- de Ya patente a mismo perfodo pam todos los invents, inependien- fonry, Reseda craven tyler pueden dar por resultado que los de utilidad que los inventos de ficil desarrollo y comercializacién, bable que sélo se obtenga una pequefia parte de la ganancia total por el propietario de la patente. 34 Sin embargo, se ha argumentado que a F 4 les deberian otorgar derechos de patente modificados. Véase C. J. Hlamson, Patent rights for scientific discoverier (Indianspolis, 1930), AASES DEL SISTEMA De PaTENTES st De ninguna manera estas consideraciones constituyen un argue ruento definitive en contra del método de la patente, como un medio de retribuir a los inventores. Como se ver& después, es bastante plat sible sostener que habré menos inventos o que los empresarice no aceptarin correr los riesgos asociados con la introducciin ‘de algo rlucvo, @ menos que les sean conservadas las posiblidades de retr. bucién que ofrece el monopotio; pero estos aryumentos son total. mente diferentes de aquellos que insisten en la obligacién ‘moral de Ja sociedad de pagar una recompensa, euyo monto esti medido por el beneficio obtenido gracias al monopolio. La apreciacién de los merecimientos morales es excesivamente till, si mo es que imposible. El esfuerzo, as buenas intenciones, tun gran ingenio e inteligencia, de poco sirven aun hombre ai Io mplea en producir algo que nadie quiere. Por tanto, ceémo te pus, den juzgar los merecimientos morales? Un hombre puede pasar Ie vida desarrollando una gran idea para la cual la sociedad no eth preparada todavia; otto puede perfeccionar en una noche Is. br Hants idea de un artefacto ingenioso que Ia sociedad exté dispuesta 41 comprar en grandes cantidades y a pagar millones de délares por . Parece innecesario insstir en que entre las ganancias del mone Polio y los merecimientos morales hay menos relacidn, incluso, que Ja que hay entre esas ganancias y Ia utiidad social de los inventor Tal vea debieran tomarse medidas especiales pars ra retribuir a ciertos inventores, ya que sus servicios son vitiles y en una industria en la Que exista wna competencia razonable, no sempre seria recomper sado su trabajo, pues las gananctas totales de su invento podian sor dlesiadss a las manos de otros. Bste es simplemente ‘un arguments en favor de la retribucién a los inventores y de ninguna mavere ao argumento en favor del método de las patentes como medio par hacerlo. a ARGUMENTOS ECONOMICOS DEL SISTEMA DE PATENTES Por consiguiente, sin importar qué tanto de verdad parcial haya en los dos argumentos de derecho natural que acabamcs de examinar, no tienen una fuerza abrumadora. La verdad de esta observacién ke demuestra el hecho de que aun los més entusiastas partidarios de les privilegios de patente ilimitados, casi siempre tratan de apoyar su Posicion en argumentos relacionados con Ia conveniencia econémica de las patentes, Al igual que los angumentot de derecho natural, la mayoria de tos diversos argumentos econémicos pueden separarse en dos gru, 2 BASES DEL SISTEMA DE PATEOTES pos distintos; el que insiste en que las patentes son necesarias para que sean divulgados los secretos, y el que sostiene que las patentes se requieren para que los inventores tengan aliciente para inventar y los empresarios para explotar los inventos. Ademés hay un argue mento relativo al sistema nacional de patentes, que se basa en lis ventajas econdmicas que reportard a una economia nacional proteger los inventos de sus nacionales, en contra de la apropiacién no auto- rizada de parte de los extranjeros. Divulgacién de secretos Muchos escritores han basado su apoyo al sistema de patentes, en el razonamiento siguiente: el progreso industrial es descable; los in- ventos y su explotacién son necesarios para asegurar el progreso in- dustrial, Al faltar la proteccién en contra de la imitacién por otros, tun inventor guardar& en secreto su invento; ese secreto morind con cl inventor y la sociedad habré perdido un nuevo arte. Por consi- guiente, debe buscarse la manera de inducir al inventor a revelar su secreto para uso de las generaciones futuras. La mejor manera de hacerlo es garantizindole una patente exclusiva que lo proteja de la imitacién, Estas ideas sobre el propésito de la concesién de patentes se han expuesto frecuentemente bajo la forma de una teoria del “con trato social”: Ia sociedad hace un contrato con el inventor, por el cual acuerda otorgarle el uso exclusive de su invento por un tiempo determinado y a cambio el inventor consiente en revelar su secieto, ara que més tarde quede a disposicién de la sociedad.” 3 a patente constituye un genuino contrato entre Ia sociedad y el inventor ia focedad le otorga una gta tenor et ivenon decine el'tecreto que pudo haber guardada; quid fro quo, éste es el verdadero. prne Gini de Woqudad’” tots Welty dnncles de ta Socd @ Seatac Pottgue, vol. vax (1859-0), p. 126 En cuanto ala opinién contraia: “Se dice erineamente que las leyes de patente son un contrato entre el pablico y los iaventores de mejoray les; Pero como lot inventor no toman’ parte en el contrat, sino que simplemente faumplen con clerts condiciones, se deduce que las leyes de patente son instrumenton piblicon para la concaiéa de priviegos exclusivos, 0 mis "Oliver Evans, Patent right oppression exposed (Piladelfia, 1813), p. 132. acuerdo con un escritor norteamericano, la teoria del contrato. social también sirvi6 para otro propésito: “varias décadas después de la aprobacion el Estatuto de Monopolios... la actitud del péblico hacia los propietarios de Patentes era hostl... y los tribunales compartian esa hostlidad, de modo que los derechos de'jos' duesion de lat patentes se limitaban estrictamente a significado literal de la redaccién de las mismat... Esta. actitud general, BASES DEL SISTEMA DE parerrs 33 Una vez que se ha otorgado una patente en un pais, tiene lugar la divulgaci6n del secreto. Excepto en circunstancias especiales, no ceurre una divulgacién adicional debido a la ampliacién del priv. legio a otro pats, Por tanto, la tinica importancia que la teoxia de la ivulgaci6n tiene para Ja ampliacién internacional del sistema de pa- tentes, surge de Ia posibilidad de que el aumento del valor de la patente por abarcar una mayor area geogréfica, aumente el incen- tivo del inventor para obtener una patente y por tanto divulgar su secreto. Ademés, un inventor que espera que el mejor mercado para sus Productos sera un pais distinto del suyo, podria dudar en revelar su invento sélo por una patente nacional, que a él le seria menos Util de Jo que seria para sus competidores extranjeros la divulgacién de su secreto, La validez de la justficacién de las patentes como forma de indu- cir Ia divulgacién de los secretos, ha sido impugnada desde tres puns tos de vista: 1) que es imposible conservar en secreto por mucho tiempo los inventos importantes; 2) que aunque el inventor pueda conservar su secreto, Ia verdad es que los inventos son demandades por las necesidades de Ia sociedad y son posibles por el estado de la técnica; por consiguiente, con raras excepciones, pronto otros tienen las mis- ‘mas ideas y hacen los mismos inventos;"* y 3) que los sistemas de ppatentes ponen tantas trabas a los inventores a causa de los excesives de prouicos en cians Ia Jntrpremcin de tas patente, slo pudo ser ‘tperada hana que eden el recurs del sige te toa Folio; ete proewn ir fowentado for la docene fetta ea ArT. Michel Tnroducin tothe Prnapl aint oof he wotd Too ork, 806), prt ws Bn onecuecia se acopia Ia tcorla del conto, on las plains de J 2. Rope ecto tame alah ys oes Set 1 Shtene nada qte20 acaba por obec en tole eo Oe Sa tnd working ofthe Patent Las, on Tourna of he ated Say oa on woken (1869) 6128 2a soviet 0 se pericara de singin modo, aunque todos ee secrets mureran cons posers neon dee a ie ue um individ punde dmb ais de tana woponante or aes ‘ pefulcara a foloalena a dat'a onoee so Seeder Ge a ley de patents vette decyl pues ae a Invaton Gils dependcn snes de un indus foe tel fees te dn" The Econom (Londres), 28 de flo de 18509 Waldemar Reompfae tanta blstemente eaten Intention ac soil menieaon, eo 4 Conary of ropes, Chates Bach oh tenes York, 1932.) % . +h Ecove mis CI e e e e Cd Cd e e e s e e e Ld i td td i J 4 td e tJ ty Cy . 7 Cf e tf 4 @ Iitigios que necesariamente Jos acompafian, que realmente los inventos se patentan s6lo cuando es imposible guardar el secreto.™* (No hay manera de determinar hasta qué punto las patentes im- piden de hecho que se pierdan para la sociedad inventos e ideas Fuevos, debido a que de otro modo sus inventores se levarian sus secretos a la tumba, Es dificil comprender que un inventor afrontara fas complicaciones de tramitar una patente, si fuera insignificante cl peligro de ser imitado © de que hubiera el descubrimiento inde- pendiente del mismo invento. Suele ocurrir que las empresas guardan Eelosamente sus téenicas, amadas con frecuencia know how, y sin el not» how muchas patentes son de escaso valor. Algunos descubrimien- tos se han perdido por afos, debido a que el inventor no los ha hecho accesibles. Sin embargo, se argumenta que éste no revelaria su se- éreto a cambio de la proteccién gubernamental, si no considerara que esa proteccién es mis efeetiva que guardar el secreto. Por otro lado, también es posible que los investigadores de los laboratorios jodernes no se tomarian la molestia de anotar sus descubrimientos, Sino pudieran obtener una patente de elles. La teoria del secreto, todavia es popular entre los argumentos que se usan para justificar al sistema de patentes; comparte Ia popularidad con el argumento que en seguida expondremes. Estimulo a ta invencién La esencia del cuarto grupo de los argumentos relatives a las pa- tentes, es como sigue: el progreso industrial es deseable. Los inventos y su explotacién son necesarios para asegurar el progreso industrial Ni Ia inveneién, ni su explotacién se desarrollarin adecuadamente, 18 EI problema de tos litgios excesivos ha plazada al sistema de patentes fen Ia mayorin de los paises por més de Gen afos, y muchas autoridades han Tegado a la conclusion de que et un producto inevitable del sistema. De x0 se quejaban amargamente en Taglaterra en los afos de 1850. En 1851 et ‘Conde de Granville, vicepresidente del Ministerio de Comercio, decia: “Excep- ftuando tal vee, los casor de garantias de caballos, n0 hay materia que frezea tantas portunidades al Itigante para realizar una prictica intens, ‘como la ley de patentes", Cémara de los Lores, Parliementary debates, 1 de Julio de 1051, eo. 18, Bismarck en Alemania, en 1968, hizo la misma objecién Godefroi en Holanda en 1869; Chevalier en Francia en 1878 y Vaughan en I Epoca actual en los Estados Unidos: “Los obsticulos con los que se encuent fa cada momento el inventor lo impulsan a mantener en cecreto su invents. La probablidad de procedimientor engorrotoe y especialmente Tot aubsiguiences Tigios, hacen que el inventor, inteligente pero pobre, se desiliente cuando ae trata de obtener una patente." F. L. Vaughan, Economics of our patent Syutem: (Nueva York, 1925), p. 220. nAses DEL SISTEMA DE PATENTES 3 ‘a menos que los inventores y los capitalistas tengan esperanzas de que el éxito de la empresa en que se arriesgan rendird suficientes eneficios como para que valgan la pena sus esfuerzos y el arriesgar su dinero. No habri posibilidad de estos beneficios a menos que se tomen medidas especiales. La medida mas simple, efectiva y barata fs un derecho exclusivo de patente sobre los inventos. Se ve claramente que aqui hay dos argumentos: uno relacionado con la actitud de los inventores y el otro con Ia de los empresarios. Un anélisis completo y sistemitico trataria a cada uno por sepa~ rado; pero en esta breve revisiin no es necesario, si bien la mayorfa de los argumentos esbozados mis adelante, se aplican a los empresa- ros. Debido a que actualmente son tantos los inventos realizados por empleados asalariados, muchos escritores han abandonado el argu: mento de que el sistema de patentes es necesario para hacer que los, inventores inventen. Al presente, el argumento més popular es el de que los capitalistas no introducen innovaciones ni alientan la inves- figacién sin el aliciente de un monopotio de patente."* Es sumamente dificil valorar esta afirmacién. En primer lugar no hay unidades para medir la cantidad de inventos, ni forma de saber cual es “Ia tasa Gptima de invencién”. Por tanto, se podria aducir que hay demasiados inventes, que la abundancia de innovaciones perturba el sistema econémico y que las patentes crean una forma in- deseable de competencia en la produccién de inventos* Por otro lado, se puede insistir en que la innovacién es la causa principal del progreso y que es necesario prevenir en gran escala, el desempleo prolongado en un sistema capitalista?* 2 Entee paréntess, el hecho de que son los empleados los que hacen los invents, mientras los empleadores ton los que obtienen In recompensa de Ta patente, ha sido sugerido como una de lat razones por Tas que los francese, después de crear In doctrina de Ia propiedad intelectual en el siglo xvm, Ia Sbendonaton en el xe Evidentezneate; waa doctrina no favorecia los interest ie los empleadores, Ver FD. Prager, A history of intellectual property, p. 736. ‘po es deseablo Ia multiptcidad de inventos... Al excluir la eo petencia mediante el monopolio, ee establece Ia competeneia de lov inventos, fue et la peor de todas, La industeia necesita una cierta estabilidad, y at bie hha de eludis el expirita de ratina, necesita guardarse de las continuas modi fieaciones, que alteran los cdlcules ¢ impiden el disfrute final del invento del dis, debidoval temor de ver lor exfver2os y_ gastos convertidos nicamente en péridas ante el descubrimento de mafiana.” Edmond Picard and X. Fraité des brevets @invention et de la conirefacon industrielle (Bruselas, 196), plgina 23. St Algunas teotias del ciclo econémico enfatizan el papel de la innovacién como capa de impulsar a la economia y haceria talir de una depresién, y Slgunas versiones de “Ia tesis del estancamiento” de la modema economia Capitalists, dan un papel prominente a lax innovaciones téenicas que ofrecen oportunidades de inversin, 36 DASES DEL SISTEMA be PATETES En segundo lugar, se puede argiiir que en todo caso habré la inno- vacién adecuada ** que las imperfecciones de la competencia son ta- Jes, que antes de que los competidores imitadores hayan reducido considerablemente los beneficios que fluyen hacia el que primero in- trodujo una nueva y mejor manera de hacer las cosas, éte ya habré ganado lo suficiente como para retribuirle el riesgo que tomé y su originalidad.”* Por otro lado, se puede aducir que la competencia reduciré tan ripidamente las ganancias de Jos innovadores, que nada va a quedar para evitar el “naufragio” de los costos del tiempo, es- fuerzo y dinero dedicados al invento y su desarrollo, costos que. los competidores no tienen, ya que sélo imitan el resultado final* Si tratamos de averiguar lo que los inventores y 10s empresarios opinan del asunto, lo que después de todo debe tener considerable importancia, ya que son los que de hecho realizan las innovaciones, podemos formar dos listas casi del mismo tamaio: las opiniones acerca de la influencia favorable de las patentes abundan casi tanto como las que las consideran indiferentes o francamente perjudicia. £2 Porsenna, FW. Tau af qu os haves poten en dvron grvon ean de ingniar™ ocal mta poe ete, “Fas Sa E'Sdstion qa ee tino do igi" gue sesame na tac ei teon date ams deal pe de as ares deyede en ganas ofa de penpciss 8s ena Bice quv tl avance doses nda pene A one ie as fx own dai qu a pea, ia men y aan plsfecs om sabi ies de hacer dines” Tnientrs and oney-malart (Sees Vo 15), Meme 2 EA. Robimon ha mye gue do echo lt ines sores sen conliradhs convene pouch redirect Gein vce de on monapln de patents cn, Geeteels ots Sie ton cvadon Yn coor lps user agua an ductor qe cape ee eters bmi ond tude pee Yeeran cheat uceie roamprss de Is inverse en cat Inu meou ct se Upon lat vena que talent epee Pind i cunripena apa, ass ames romeo Sp eae le” donopoty (Camlge (840) 9136 iF 'Schpeter earn in tegen Bel grogrs captain Sanaa or necors fear I comets eel per ge Pet sf meen i tnovacén ‘en el poids lrg Sonne qe Sorte tisha bre en un cam pond heer s sees ion entrar ac pease puede cot I niedacn de seers perch y mtd de podusin enune Gustin de Sashes ist y abt tne, tes epi Hee ful a tas dee Tmanon progr scons ompatbi ee ai De ici, cuando te inoue agg maro, In sompeens pres ent seme 1 Gado satpendda torsion’ en feta aes 0 tafe spr font oi ange fori din ct cindy fs ompetnia ec, Jneh A Sehunpet, Caedon ein ad democracy (Nueva York, 1947), p. 105, me eae BASES DEL SISTEMA DE parENTES 37 les. Los siguientes ejemplos de opiniones contrarias han sido tomadas e Investigaciones muy diferentes ESTADOS UNIDOS, 1939. Audiencias ante ol Temporary National Eco- nomic Committee. Parte 2. P. —Suponga que el sistema de patentes fuera abolide mafiana....? R. Sr. Knudsen (presidente de la General Motors Corporation): —...Pienso que serfa malo para la industria en general [p. 330]. P, —zOpinaria usted que si una compafia no pudiera adquirc la patente para una invencién, realizarfa el mismo trabajo de todas manecras? R. Edsel Ford (presidente de Ford Motor Co.): —Creo definitivamente ‘que sf lo realizarfa [p, 262) SUIZA, 1986, Investigacién de la Camara de Comercio de Zurich sobre 1a proteccién de los inventos. Bureau der Kaufminnischen Gesellschaft, Zurich, Ueber die Einfithrung des Schutzes der Erfindungen, Muster und Modelle Productor de la industria de maquinarias: “La proteccién de los inventos impulsaria al trabajador, mientras que hoy no tiene el menor interés en los inventos o mejoras” [p. 43]. Productor de la industria cervecera: se fortaleceria si tuviera ante si una retribucién pecuniaria” (p. 46) Productor de la industria de le seda: “En nuestra opinién es pura fantasia creer que la proteccién a los inventes daria por resultado una mayor actividad o que alentaria a los trabajadores” [p. 441 Productor de la industria de cerdmica: “El espltitu inventive... sigue sus ideas no con fines de lucro, sino movido por un impulsé innato que no To deja descansar” [p. 45]. s obvio que el espritu inventive GRAN BRETASA, 1871, Audiencias del Comité Selector de Cartas de Patente, House of Commons Sessional Papers, vol. 10. Henry Beztemer (iaventor del proceso Bessemer para el accro): “Creo cen verdad que los industriales de este pals se benefician infinitamente con las leyes de patentes; y creo que sin ellas, Ia habilidad industrial de este pals dectinarla inmensamente desde el mismo dia en que las sbandon- ramos” [p. 147] J. Nasmyth (inventor del martilo de vapor): "..hasta donde conozco 8 los inventores, el resultado de retirar la proteccién de 1a ley de patentes serfa introducir un sistema de secreto, y por consiguiente el silencio sobre las ideas ingeniosas... ideas valiosas se mantendrfan en secreto..." [p. 179). Eugene Shneider (socio administrador de Creurot, productores de arma mentos): ‘*...no deberian otorgarse patentes mis que en casos absoluta- mente excepcionales. .. No ereo que en materia industrial haya ocasién para muchas patentes... Anhelo el mis répido progreso posible y sostengo la % BASES DEL SISTEMA DE parENTES opinién de qle en ese respecto habria muy poca diferencia si ae abolieran las patentes; con tn sistema sin restricciones el progreso podria empezar un poco mds tarde... pera serfa mas rdpido” (pp. 128 y 133), ‘Sir William Armstrong (inventor y productor) : P. —Si no hubiera leyes de patente, zeree usted que el mundo perderia muchos inventos? R. —Dudo que el mundo perdiera alguno, PL —:0 que se retrasaran mucho? R —Las leyes de patente actuardn como estimulo en cierios casos; pero pienso que la fertiidad de Ia inventiva es tal, que si se la deja a si misma, siempre produciri lo que se necesita [p. 177], En todas estas investigaciones, el tinico grupo que fue virtual- mente unénime acerca de lo conveniente que son esas leyes fue el grupo que constituye la barra de patentes, jlos abogados especials- tas en patentes! ‘Muchos escritores han tratado de demostrar la utilidad del sistema de patentes, por medio de pruebas histéricas referentes al desarrollo comparativo de paises diferentes, con sistemas distintos; se ayudaria a valorar el sistema de patentes, si tuvieran razones logicas los argu- ‘mentos que se basan en la comparacién del desarrollo industrial de Jos diversos paites; desgraciadamente hay que rechazatlos, porque no hay modo de saber qué hubiera ocurrido si la historia del siste- ma de patentes hubiera sido diferente Ademis, cuando se traslada a la prictica, Ia teoria de las patentes, se incorpora a una serie de disposiciones de un estatuto, relativas a la capacidad de ser paten- tado, eximenes, duracién de la coneesién, tarifas, procedimientos; todas © cualquiera de las cuales pueden tener un efecto adverso 0 favorable, Por tanto, la conclusion de que éta 0 aquella ley de pa- tentes es © no eficaz, no tiene importancia necesariamente, respecto 1 la operacién de una ley con disposiciones diferentes. En consecuencia, parece que el argumento de que las patentes ‘Los siguientes son ejemplos tfpicos de esta clate de argumentos: “La China no otorga patentes a extranjeros, lo que probablemente et una do Jas causas del limitado desarrollo industrial de esta nacién.” W. B Bennett, The american potent system (Louisiana, 1943), p. 227. G. A, Bailly trata de emostrar lo que una débil ley de pateates ha’ signficada para Bratil, con el siguiente razonamiento: “Basta comparar a nuestro pals con los Estados Uxi= dos... gcuntos inventores han tenido éxito en Brasil con ss invento1? Si hay algunos, son rauy pocos. ¢Y culinios hay en los Estados Unifos? Un gran niimero." Op. ally P. 3 Y Robert L. "Lund, presidente del Comité de Patentes Atociacién Nacional de Productores (BUA) declara: mayor prueba G41 valor del Sistema Americano de Patentes es nuestra economia industrial, ue en ran parte se ha construido sobre Ia base de inventor patentados" Iatroduccién a George E. Folk, Patents and industrial progress, p. xa, © Tnvestigacién, BASES DEL SISTEMA DE PATENTES 3 son necesarias para fomentar la invencién y la explotacién de los in- ventos, es dificil de valorar ¢ imposible de probar adecuadamente. ‘Sin embargo, no es necesario para los propésitos de este estudio llegar a una conclusién definitiva sobre ese punto; es suficiente con haber expuesto Ia naturaleza y las limitaciones del argumento; qué tan de- seables son las leyes nacionales de patentes, no es el tema que esta- mos investigando. En la actualidad, casi todos los paises han acep- tado oficialmente este argumento y en gran parte justifican con él sus leyes de patente. Los sistemas nacionales de patente también pueden impedir que las empresas extranjeras, sin aprobacién o compensacién, se apode- ren de los frutos de la inventiva nacional. Aun los paises menos des- arrollados, que producen muy pocos inventos, pueden desear evitar que las empresas extranjeras u otras entidades, se leven los pocos que producen. Por supuesto que esto puede lograrse con certificados a los inventores, lo mismo que con patentes, y la Convencién Inter- nacional de Patentes ha reconocido dichos certificados. El nico ataque serio contra el sistema de patentes tuvo lugar a mediados del siglo xx y fue derrotado, Si las leyes nacionales de patente no existieran, seria dificil presentar argumentos concluyen- fes que hicieran implantarlas; pero el hecho de que existen, desplaza la responsabilidad de la prueba y es igualmente dificil presentar ra zones realmente decisivas para abolirlas.* Sin embargo, muchos sos- tienen que las leyes de patente existentes con frecuencia son insatis- factorias, especialmente en lo referente a la proteccién que dan al interés ptiblico. Como veremos, siempre hay presiones para que se amplie el aleance y la duracién del monopolio de patente, y los intentos de reducir su alcance con frecuencia son atacados violenta- mente y en general son tergiversados por los intereses cxeados.* Ya 2" Particularmente decisivas para quienes estin emocionaliente ligados Jas Icyou: En alguna oeasién se dijo sabiamente con rexpecto al sistema de Datentes: “Es la vida y no la légica la que engendra la ley y un sistema legal ‘que se ha desarrellado’a través de, y por accidentes ¢ incidentes de la historia de una nacién, atrae de tal manera’ su simpatia, que ninguna demortracién ‘que sea, de Io absurda 0 incluso de los malot efector del sistema, ot iazos” A. Wood Renton, L'unification internationale dis ‘de brevets invention, en' Revue de Droit. International, vol. 23 (1891), p. 491 3 Sobre todo aquellos que desean restringir © regular extrictamente cl ‘wonopolio de patente, estén en peligro de ser considerados como “enemigos de la propiedad privada, especialmente de las. patentes, que detean una revolucion econémicay someterian el sistema de patente a tun contol bburoerStico”, George E. Folk, of. eit, p. 77, refiriéndose a los “prorectiles” tundos por Walton Hamilton en contra del sistersa de patentes en Patents and ree enterprise (TNEC, monogratia nim, 81), La acusacién de “comunsme”™ re BASES DRL. ssTEMA DE PATENTES debe ser evidente ahora, que aunque se recomiende una reduecién det monopotio de patente, esa recomendacién dificilmente puede ser considerada como un ataque a los “derechos del hombre en su misma. esencia”. Los argumentos mis sélidos acerea de la retribucién a los inven tores se basan en la utilidad del invento y en el interés que tiene In sociedad, no s5lo en promover los inventes sino también en otor. gar retribucién a quien la sirve, Sin embargo, no todos los inventos son bastante Gtiles como para jusificar la carga de catorce a veinte afios de monopolio, y no todos los inventores necesitan una consi- deracién especial. Una patente amplia, indiscriminatoria, adminis. twada generosamente, incondicionalmente otorgada, es un instrumen. to caro y dificil de manejar; la mayoria de los paises han luchado para adaptar a sus necesidades el principio del sistema de patentes y limitar el aleance del monopolio de Ia patente, para asi aumentar la flexibilidad y reducir los costes de este medio de alentar la in- vencidn, Hay altemativas del método de patente, pero su anisis nos Nevaria demasiado lejos. Nuestra tarea inmediata es investigar el desarrollo de los sistemas nacionales de patente dentro del sisterna ine femacional, a la luz de las consideraciones generales presentadas en estos dos primeros capftulos, para apreciar desde un punto de vista econsmico, las ventajas y desventajas de los acuerdos internacionales inds importantes, tal como existen en la actualidad también a ado laaade conta el oro bando, ya que e usa acscién con venient para cualquier props. El Ezonamt tae (de bse TST, "ns 118 dijo que para la legiatrs, sergane el poder de datsbon a frie de es dscubriznts, mediante la concnoa de patente ule aaa at Doped por el omuninmo, yw lo hace ene ea, foot amo tt 2s ikbdenes dejar tm duettr punto de tee fro haley ates de patente de ninguna clave, Haba unm content inadecuads de inotreey ~erbeto + realmente baste sitio : 1 presente ley tena necaiamente ea Cnsecencn ae’ sams on seers, Hl stema de puener em a forma acl "une ee toes rts, surgida etn proc de loglacten, co au al el de lot grupos de presidny de lar ideas trian for denen halo dees Promineate; ain no we ha cxpueno ningen argumeto, comings aie oe ‘use ave sera injuoara lov iaventores a qc damioee a eae Seven) al aolise el stem actual para mstusto per ve hee oe Gia del reco enol. que dnp de on paiodg mu cots, Caaleien ta ‘ar una patente mediate ef ago al ivenior de una cos: Se Nene he screamer eden toda red de picts mecpanin te = bese Gal tend tal" Lionel Robben Phe economies ar of St (Londres, 1939), p. 73. Sees capirvto ut EL DESARROLLO DE LA CONVENCION INTERNACIONAL PARA LA PROTECCION DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL, A medida que el sistema de patentes se extendia de un pals a otro cen el siglo x1x, aumentaban las demandas de los diferentes sectores, para que se adoptaran reglamentaciones internacionales. Los intere- ses comerciales no respetan las fronteras nacionales; mientras las leyes de cada pais imperan sélo dentro de su jurisdiccién, el interés de los poseedores de patentes en cuanto al uso de sus inventos, con fre- cuencia se extiende més alli de Ia jurisdiceién de una sola nacién, Como era de esperarse, las leyes de patentes adoptadas por los dife- rentes paftes, aunque en general tenfan los mismos propésitos, varia. ban considerablemente en el detalle de sus disposiciones. A pesar de que pocas establecian discriminaciones especificas en contra de los extranjeros, Ia dificultad de cumplir con varias reglamentaciones di- ferentes, hacia casi imposible que el poteedor de una patente obtu- viera proteccién en muchos paises. La definicién de Io que era considerado como un invento paten- table, diferfa en las leyes de los diversos paises, en consecuencia, po- dia obtenerse una patente sobre un invento en algunos paises, mien- twas que en otros se le excluia de la proteccién de la patente. Esto cra y sigue siendo particularmente cierto en lo que respecta a medi- cinas, alimentos, drogas y productos quimicos. La novedad del invento fra un requisito en la mayoria de los paises y frecuentemente un in- vento no se consideraha nuwo si ya habla tenido publicidad o habia sido usado en el extranjero. Cuando un inventor solicitaba una paten- te en su propio pais, tenia que informar de la naturaleza de su in- vento y la revelacién de las especificaciones, inherente a la solicitud de una patente, para algunos paises anulaba la novedad del invento. Al solicitar una patente en varios paises, un inventor tenfa que cum: plir reglas muy diferentes y extremadamente detalladas, debia ajus- arse estrictamente a procedimientos complicados y todo ello debia hacerlo en un tiempo més bien corto. Entre tanto, otros podian co- nocer el invento a través de la solicitud de la patente y patentar el invento ellos mismos, si se les permitia, o simplemente podian usarlo y destruir asi su novedad 0 adquirir el derecho legal para usarlo, el que no podia ser impugnado ni aun por el inventor original, aun. uy

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