El Juego Del Reves - Antonio Tabucchi

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AUrovie TABuccHi EL JUEGO DEL REVES 1. Cuando Maria do Carmo Meneses de Sequel ra murié, yo estaba contemplando Las Meninas de Velézquer en el museo del Prado, Era un mediodta de julio y yo no sabia que ella se estaba muriendo, ‘Me quedé mirando el cuadro hasta las doce y cuar to, luego self lentamente procurando imprimir en la ‘memoria la expresién de la figura del fondo, recuer do que pensé en las palabras de Maria do Carmo: la clave del cuadro esté en la figura del fondo, es tun jucgo del revés; atravesé el parque y cog! un autobits hasta la Puerta del Sol, comf en el hotel, tun gazpacho muy frio y fruta, y fui a refugiarme del calor meridiano en la penumbra de mi habitacién Me desperté el teléfono a eso de las cinco, o tal vez no me despert6, me hallaba en un extrafio duerme- vela, afuera zumbaba el trifico de la ciudad y en el interior de Ia habitacién zumbaba el aire acondi cionado que sin embargo en mi conciencia era el motor de un pequefio remoleador azul que cruzaba el estuario del Tajo bajo el crepisculo, mientras Maria do Carmo y yo lo segulamos con la mirada, Le llaman de Lisboa, me dijo Ia vor de Ia telefonis- 9 {, Iuego of Ta pequefia descarga eléetrica del con- matador y una vor masculina, neutra y grave, me pregunts ini nombre y luego dijo soy Nino Meneses dle Sequeita, Mavia do Carmo murié este mediodta, cl funeral seré mafiana a las cinco de la tarde, le llamo por su expresa voluntad. Bl teléfono hizo clic y yo dije oiga oiga, han colgado sefior, dijo la tele: fonista, la comunicacién se ha cortado. Cosi el Lit sitania-Exprés de medianoche. Hice tna maleta con lo estrictamente necesario y le rogué al conserje que me tuviera reservada la habitacion durante dos dias. La estacidn estaba casi desierta a aquellas ho- ras, No habia reservado Ia litera y el inspector del fren me asigné un compartimiento en el ltimo vagon donde habia otro pasajero, un sefior corp Jento que roncaba. Me preparé para una noche de insomnio, con resignacién, pero en contra de lo pre- Visto dorint profundamente hasta paco antes de Ta: Tavera de la Reina. Lego permanect inmévil, des- pierto, mirando Ja ventanilla oscura sobre el ‘oscu Fo desierto de Extremadura. Tenia muchas horas para pensar en Maria do Carmo. 2. La Saudade, decia Maria do Carmo, no es una palabra, es una categoria del espiritu, s6lo Ios portuguese pueden sentirla, porque poseen esta par labra para decir que la tienen, lo ha dicho un gran poeta. Y entonces empezaba a hablar de Fernando Pessoa. Iba a recogerla a su casa de Rua des Cha sas hacia las seis de la tarde, ella me esperaba de. tis de la ventana, cuando me vela asoinar por el Largo Camées abria el pesado portalén y descen diamos en direccién al puerto deambulando por Rua 10 dos Franquelros y Rua dos Douradores, hactamos un itinerario fermandino, decfa ella, éstos eran Ios lugares favoritos de Bernardo Soares, auxiliar con table en la ciudad de Lisboa, semiseudénime por de finicién, aquf era donde concebia su metafisiea, en estas barberias. A aquella hora la Baixa estaba ates- tada de gente presurosa y chillona, las oficinas de las compaiiias de navegaciin y de las empresas co ‘merciales cerraban sus ventanillas, en las paradas de Jos tranvias se habjan formado largas colas, se ofa el grito monétono de Jos limpiabotas y de’ los vendedores de periddicos, Nos stmergiamos en la confusién de Rua da Prata, cruzdbamos Rua da Conceigéo y bajébamos hasta el Terreiro do Paco, blanco’ y melaneélico, donde zarpan los. primeros barcos Ilenos hasta los topes de trabajadores resi- dentes en la otra orilla del Tajo. Esta ya es una zona de Alvaro do Campos, decia Maria do Carmo, fen pocas calles hemos pasado de un seudénimo a ote. A aquella hora la luz de Lisboa era blanca hacia el estuario y rosada sobre las colinas, los edificios demiconénicos parecfan una oleografia con el Tajo surcado por una pléyade de embarcaciones, Avanza- bamos hacia los primeros muelles, los muelles en los que Alvaro do Campos iba a esperar a nadic, como decia Maria do Carmo, y recitaba algunos ver. sos de la Oda Mavitima, aquiel pasaje en que el bar quito de vapor dibuja su silueta en el horizonte y Campos siente un volante que empieza a rodar den- tro de su pecho. El crepuisculo estaba cayendo s0- bre la ciudad, se encendian las primeras luces, ef ‘Tajo resplandecia con reflejos cambiantes, en los ojos de Maria do Carmo se traslucia una gran melan- n fuego del revés, i Lo 3. EI tren se habla detenido, por la ventanila se tela Is Tacs dele pee cada ener, tml compafero de viaje mostraba el rostre sot dlido y molesto de quien se despictia breseerenes por tux el polcinhojes aiehtamente mt mes Porte, viene a menudo a maestro pales do qe encuentra de interesante’, la poesia’ basros eee Pondt, cosmo dice?, murmur, una seforn, die ea, ina sor con un extra notre Vila do Ca, 22s guspa?, pregunts el con malic, ores oc aie Yo, muri hace tees sigos y siempre vtns tun convento, era monja, El mened la cabo oe yee 56 el bigote con are socartén, me puso dl se yey devolvis el pasaparte. Los iialienos siempre corn de brome, ajo, le gusta Tots, muchistny de 23 a usted?, he visto todas sus pelfeulan dade ee BUsta mis Gu Abert Sor El nuestro era el siltimo compartimiento por con: twolar. La puerta‘ certé con extrepitg 8 We nee Sequndos alguien en el andén hizo oscllar wn feet s el tren s0 puso en movimiento, Las luces vakeeeey, 4 apagarse, quedé tan sélo le bowbilita wan ee de noche, estaba entrando en Portugal come wana tras veces en mi vida, Maria do Catano habla as t0, notaba una sensacin extraia, como ot desde R alto me estuviese contemplando a mi mismo que en tuna noche de julio, en un compartimiento de ua tren casi a oscuras, estaba entrando en un pafs extran: jero para it} ver a una mujer que conocia bien y ‘que habia muerto, Era una sensacién inédita y se me ocurrié pensar que tenfa algo que ver con el revés. 4, BL juego conssta en esto, deca Maria do Carmo, nos colocabames en cireulo, cuatro 0 cinco rlfos, se contaba y a gulen le tocaba se ponfa en el centro, spuntabs a uno del carcoy le lanzaba una Palabra, tna cualguiers, por ejemplo maripas,y e tro debiapronuncaria‘en segulda al reves, pero casi sin pensar, porqe el del centro conta no dos tres cuntro cinco, y al cinco ya habia ganado, ro si conseguay dest a tiempo asopiram,enton fee el rey del juego cine ti, pesnbas al centro del corro y lanzabas ta palabra ‘a otf, Micntras sublamos hacia la cad, Masio do Car. mo me contaba su infancia bonaerense de hija de txlliados, me imaginaba un patio de barvo Meno de nifos, fiestas melancélias y pabres, estaba leno de ltaliaios, decia, mi padre fenla un viejo gramd. fono de bocing, se habla trad de Portagal slgin disco de fados, era al teinta y nueve, la radio decia awe los franguisas hubian ovupado Madr, lo faba y_ponia’ sus discos, los limos meses lo re tucrdo aa, en pijams sobre un sillonHorando en st Tencio y excuchando los fados de Hilario y de To reds Aleade, yo me tba coriendo al patio a jogar al juego del eves HHabia snochecido, El Terreiro do Pago estaba 3 cos deste, el eaballero de bronce Stat rc aft nee fama, decia Maria do Carmo, amor de ecbidelae Por lemplo, es un plato sefarit, Toe jadios fe Felocia el culo als gallos fs corn ce faa de'un info y con Is sang hacen ext ae conozto una tabernn donde fo hacen mejor que e4 nisi, et sla cco mints Puc tos fags. Se To quo ets pensande desea Der ae he casado cot aid: pra ies Gp aaa casona absurd, por gut aego sn oe sa cuando és a Bacos ist cen shel clegante y cortés, yo era una chiquilla melaneolica ore, 06 me baa hoch insuportate se nat patio desde mi ventana, y el me sac de toda neue Hs pena to tna cad con bombs de poe uujias y la radio encendida durante Ja cena, a Alo dejale, a pesar dle todo, no puedo olvidar, nice Mf cOmpatero de ioe me pregunt sl per mina invitarme a tomar un café: Bran epatol ce onioso y jovial que hacia frecuentemerte acl recorrido, En el vagén restaurante convers: a gablemente, intercambiando impresiones clrounspen tas y formales, llenas de lugares comunes. Tos por. fugieses tienen un ben cae io, per ole ine de mucho al parecer son tan melanie, les fate sale, che? Lede ae tal ver To hatian on la saudade, 41 estivo: de acuerd pero preferfa el salero. Vida no hay mas a Cio, hy qe saber viva amigo mio No Is pepe como Io hacia en st e880, y hubiamos de Stra “4 cosa, de deportes creo, él adoraba el esau la snon- {Shay desde cnt panto de vista Portugal era abso ‘Rants imprctiable Objeté que Tambigo ali habia Jnonfafty ola Sera da Este, exclamd, un si TRetode moma, pra leg a fos dos mil metros than tenido que poner ina ntens. Es un pais ma atmos difetyorun pais de gente que se arr al Sedan, han dat al mind Tocos vespetalesy edt ion eslevnasy pont cerca de Taine A peopésto, pregunts, come se llamaba esa poetisa ue menciond esta noche? Soror Violante do Cés, ‘je tambien en espafol tendra un nombre esplen Git, Madre Violante del cl, es tn gran poeta sargcea aud su vida sublimando el deseo por atmo af que habia nenunciago. No seré mejor ave SGongoray ingrid con una efrta preecupacion. Dis thn je yo Con menos salero'y mas Saudade, ma furaliente 6. Bl arroz de cabidela tenfa un sabor exquisi to y un aspecto tepugnante, se servia en wna enor. me fuente de barro con una cuchara de madera, 1a Sangre y el vino hervidos formaban una salsa es: pest y castafia, las mesas eran de marmol, entre una fiilera de toneles y un gran mostrador de einc do- minado por la corpulencia del seiior Tavares, hacia la medianoche Ilegaba un cantante de fados de as- pecto macilento acompaiiado de un viejecito eon la {rola y de un distinguido sefior con la guitarra, can- taba viejos fados desmayados y Iénguidos, el seftor ‘Tavares apagaba las luces y encendia las velas sobre las repisas, los clientes de paso ya se hablan mar- chado, quedaban sélo los aficionados, el local se Ile fnaba de humo, a cada final correspondia un aplau- quién se ionde be OF qué esinmos, eseach onde 1 plensas que eres yoy oor ine estrechas entre tus braza: eo 8 ¥ que me estrecho entre mis’ beens ANE SOY 7. De todas formas no ‘mucho Géngore, die eatlendo, necesta trig 16 El camarero nos sirvid el café en una bandeja resplandeciente, tenia un rostro sofioliento, hago una excepcién con ustedes porque éstas no son horas, para el vagén restaurant, son veinte escudos. A pesar de todo los portugueses Son amables, dijo mi compa fiero de viaje, porque a pesar de todo dije yo, son amables, seamos justos, Estibamos atvavesando una zona de astilleros y de fabricas, todavia no habia amanecido, Quieren estar con Ia hora de Greenwich, pero en realidad segin el sol es una hora mds temprano, y ademés aha visto alguna vez una corrida portuguesa?, no matan al toro, sabe, el torero revolotea en tarno a 41 durante media hora y luego al final hace un gesto simbélico estirando el brazo como una espada, entra tun rebafio de vacas haciendo tolén tolén, el toro se va derecho hacia el rebaiio y todos a casa, olé, si esto le parece torear. A lo mejor es mas elegante, dije yo, para matar a alguien no siempre es neces: rio darle muerte, a veces basta un gesto, ah no, dijo 41, el duelo entre el hombre y el toro tiene que ser ‘mortal, si no seria una pantomima ridicula, pero to das las ceremonias son una estilizacién, abjeté, ésta miantiene séto el envoltorio, el gesto, me parece mis noble, mds abstracta. Mi companiero de viaje pare cis reflexionar. Quizas sf, dijo sin conviccién, als mire, estamos ya en las’ afueras de Lisboa, serd mejor que volvamos al compartimiento a preparar Tas maletas, 8. Es un asunto bastante delicado, no nos atre viamos a pedirtelo, lo hemos diseutido, puede lle gar a presentar inconvenientes, quiero decir lo and 0 imo que ta puede curr es que no te den el vie Sto de entrada en is frotra ieee See uae nada, quien nos hacia de correo era ne ge, era el tinico que tenia un pasaporte de la FAO, sabes que ahora esta en Winnipeg, enseia ering tniversidad canadiense, ain no hetios encontrado l'maera de rempaare banco. Le miraba, parecia ‘tener una cxpresion de sorprest, no sabia qué pensar, me sents un pocs silo, moto, dona cao e faba a. Dronto un dia te revela algo que no te expersbay, ‘No queremos comprometete, pero es que ay te nemos més femedio, eréeme.scatimos tuchicino tener que pedirelo, aunque nos digas que no tice tra amistad no cambiar, ya To sabes, en fin, ign: satelo, no pretendemos tu contestaciin ahora mis. me, ue Sepas 4 “ Fuimos a tomar un helado a um bar de Ia plaza legimos una mesita, lejos de la gente. Francises tela ure exrstn ese gui ambien epee ado, sabfa que se trataba de algo que, de haters teaaio, no ibn poter chit cone Ss 8; fl vez lo. que Je daba miedo fuese justamente mi posibie remordimient, Tomamos dos grankes dos de café, Permanecimos en silencio largo rave, sorbiendo Jentamente los refrescos. Son cinco ear: a, dijo Francisco, y una eantided de dinero para Tas Famine do eustores ue fron detetdoy el mes pasado. Me dif los nombres 9 esperda que hnblase, Yo segu callado y bebI un poco de age, Creo que no hace fala detiste que es doer lias 18 pio, es Ja manifestacién de solidaridad de tres par- tidos democrdticas italianos de Jos que hemos soll- citado ayuda, si lo estimas oportuno puedo facili: tarte entrevistes con los representantes de los par tidos en cuestién, te lo confirmarin. Dije que no Jo estimaba oportuno, pagamos, echamos a andar a través de Ja plaza. De acuerdo, dije, yo me voy dentro de tres dias, Me dio un apretén de manos rapido y enérgico, me dijo gracias, y ahora recuer- da lo que tienes que hacer, es sencillisimo, me es- ceribié un numero en una hojita de papel, cuando Tegues a Lisboa telefonea a este nimero, si te com- testa una voz masculina cuelga, insiste basta que te conteste una voz de mujer, entonces deberis decit: ha salido una nueva traducclén de Fernando Pessoa, Ella te dité emo encontraros, es Ia que mantiene los enlaces entre los exiliados que viven en Roma y las familias que siguen en e} pais. 9. Habla sido facilisimo, como habia previsto Francisco, En la frontera ni siquiera me habfan he ccho abrir las maletas. En Lisboa me habia alojado fen un hotelito del centyo, detris del teatro de la Tri- nidade, a dos pasos de la biblioteca nacional, que tenfa un recepeionista del Algarve cordial y parlan- chin, Al primer intento telefénico me habfa contes- tado una vou de mujer y yo habia dicho buenas tar- des, soy un italiano, deseaba informarle que ha sa- Tido una nueva traduccién de Fernando Pessoa, tsl vez pueda interesarle, Nos vemos dentro de media hhora en la librerfa Bertrand, habta contestado, en la sala de las revistas, yo ando por los cuarenta, tengo al pelo oscuro y llevo un vestido amarillo. 19 10, Nuno Meneses de Sequeira me recibié a las dos de ta tarde. Cuando felefoneé por a maftana me habia contestado un eriado, el sedor conde ahora esté descansando, esta maffana no pode recibirie pase a las dos de Ia tarde. Pero donde esté expucs. {0 el euerpo de la senora?, no sabria devise, a0 Mor, venga a ls dos de ia tarde por favor. Cog una habltacion en el hotelito de siempre detris de la Trinidade, me duché y me cambie de ropa. Cusnto tiempo sin verle por aqul, ie dijo el recepeonista Gel Alarbe con st habit coda cinco meses finales de febrero, dije.y el trabaje, pregunta siempre visitando biblicteas?, tse parece ser ai Sino, respond argo Camies aparecia inundado de sol, en ta blacitaestaban Tas palomas posadas sobre la‘cabers el poeta, alsin jubilado sentado en los vancos viejeltos dignos y tistes, un soldado y una crlada la melancola del domingo. Rua das Chagas estaba desierta, de ver en cuando pasaba un taxt vacio, Ia trisa marina no soplaba fo bastante para alivir calor denso y himedo. Me met! en un café busean- do un poco de fresco, se hallabasoltaio y suto, en el techo zumbaban indtimente las aletas de un ven tlador, el dueRo dornstaba dettés del mostrador pedt un swno heledo, él espants las moscas con un irapo y abrié cansinamente la nevera. No habia co. mido ¥ no tenia hambre, Me sentéen una mesa yen. endt un elgarrill,esperando la hora 11, Nuno Meneses de Sequeira me recibié en un salén barroco con muchos estucos en el techo y dos grandes tapices corroidos. por el tiempo en las 2» paredes. Iba vestido de negro, tenia la cara bilan teal erie alvo resplandecta, estaba sentado en tn sin de treiopeloearmest, cuando ent se puso de ple, zo na imperceptible IncinaciOn de cabe- fay me invita sentarme en un sof8 al po de Ta ealana, Los postigos estaban cervados y en In ex tet roan um ese ole viene {Como muri, pregunté. Tena una grave enferme: 5a io, eno io sabia? Sac Ta bern Ou ela Se de enfermedad? Nuno Meneses de Sequeira cn 2 las manos sobre el regao, Una grave enfermedad, dijo. Me tlefoneo a Madrid hace quince dias, no me Cijo na, ni Ia menor alusion, yn To sabia? tye tstaba may nial y se hallaba al coriente. 7Por Gud no me dijo nada? Gules no lo considerase oor tino, i Nuno Meneses de’ Sequeira, le agradece Ha que no vinite al funeral, ser estritamente Hr tarda. No tenia Intencin de hacerlo, Te trance Selo apradezco, murmaré dbilmente Ei lecio ta la sla se hizo tangible, neémo- do, cPuedo verla?, pregunté. Nuno Meneses de Se fuelra, me miré fnrgamente, con alte Irénico, me parcels, Es imposible, me dijo, esté ex In clinica Caf, alt es donde mauris, y ademas el médico or tend que In cerrasen, ne la podia dejar aber, uae las circumstance, ensé en despedirme, pnsé por qué razsn me ba bia tclefoneador por mis que hvblese sido una vo Tita de Masin do Carmo, con aué objeto hacerme ita Lishoa, habia algo que s© me escspaba, 9 fal Worn tin maa dextran te Simplementepenosa, era indullprolongarla nts Pero Nuno Meneses de Sequeira no habla termina do de hablar, tenia poyadas las manos en tos bra 2 zos de la butaca como quien va a levantarse den momento a att, tenfa lot ojor achosos y una ox preston contrat, malign 0 tal ver fuese la ten Sion nerviora que debia experimentar, Usted anca Is comprendi dif, era derasiad joven para Maria do Carmo. Y usted demasiado viejo, tive ganas de dire, pero me call. Se dedicam la Tloloyta sh sh dejexeapar una rita, st vide son fas Wb. tera, tsted no podin comprender a tna majer como ella. Expigiee mejor, dje. Nuno Meneses de’ Se Gucira se levant6, Tite hasta a ventana, entorn los postigos.Ouferoquitarle una isin, dio, lm de he Ber conocido a Maria do Carmo, usted so ha cone ido una fieidn de Mavia do Carmo, Expliquse me. Jor, vole a decir. Bueno, sonié Nuno Meneses de Sequeira, me imapino To stele habrécontado Ma. vin do Carmo, una historia Tacrimgens de una in fanciadesdichada en Nueva York un padre repu blicano que muri6 heroicamente en la guetra cil espatiola escicheme. bien ser mio, yo no he os dio en Nueva York en mi vids, Mavis do Carmo es hija de grandes terratenentes, tivo ona infancia de Fad, hace quince aos, cand la cons, tena vin Usiete alos y era la mujer més cortejada de Lisboa, yo regresaba de'una mision diplomstien on Espana Yrlos dos tenfamos en comin el amor f nuestra tera. Hizo una pausa como para dar mayor peso asus palabras. Bl amor'a nuestra tierra, rpiti, no Sé'si puede comprenderme. Depende en qu sentida uulice la palabra, dije yo. Nuno Meneses de. Se gueira se ajusté el nuido de la corbats,saco un pa Auelo del bosllo, adopts un aire iitado y a la vex Daciente, Esicheme bien, a asia do Carmo Te gus faba mucho wn juego. La ha jugado durante toda su 2 vida, lo hemos jugado siempre de comin acuerdo ice un smd on a mane, como para pe fe siguiera hablando, pero 4 prosigu6: usted de Bie aparecer en alin reves, Un reloj de pared, en figura, habiacion lejana, sond. A menos que no apareciese en ol reves de su reves, dij. Nuno Me eves de Sequetra vols a soaets, qué bonito, dij, podifa ser una frase de Moria do Carmo, es legit Tho que considere esta hipotesis, por més que sea pura presunctén, se lo aseguro, Habla un clerto dele {Ue desprecio en su vor apagada. Petmanect en sll clo, con la mirada baja clavada en In alfombra, era fina alfombra de Arraiolos de un azul eseuro con pa ‘os reales grises. Hublera preferido que no me Obl ese a ser nig explicit, prosigulé Nuno Meneses ae Seauoira, suponyo que le gusta Peston. Mc gus ta mucho, sdinltl, Emionces segutamente tard al ortente de los traducciones que salen en el extran- Jeo. gOué quiere decir?, pregunté. Nada en espe- fiat dijo 6 solo esto, que Maria do Carmo tecibia fnuchas teaducciones del extranjero, usted me en tendo, cho es asf? No le entlendo, dije yo. Digamos ue no qulere entenderme, me corrgl6 Nuno Mene Ee Ge Sequeira, que. prefiere no entenderme, la Talidad es desagradable'y usted preflere los suet. fe rucgo que no me obligue a entrar en detalles, los detalles son sempre may vulgare, liitémonos al concepto. De la ventana Ilegé el sonido de una sirena, tal vez un barco que entraba en el puerto, ¢ inmedi- famente senti un inmenso deseo de ser uno de los pasajeros de aquel barco, de entrar en el puerto de fina ciudad desconoclda que se Mamaba Lisboa ¥ de tenor que Isinar pot telefono a una mujer deb 23 conocida para decirle que habia salido tna nueva traduccién de Fernando Pessoa, y aquella mujer se Mamaba Maria do Carmo, iris a la Libreria Ber. trand levando un vestido amarillo, le gustaban los fados y los platos sefarditas, y yo todo esto ya lo sabia, pero aquel pasajero que era yo y que cottem: plaba Lisboa desde la barandilla del barco todavia no lo sabia y para él todo iba a ser nuevo e idéntico Y esto era Saudade, Maria do Carmo tenia razon, nno era una palabra, era una categoria del espiritu A su manera, también, era un revés. Nuno Meneses de Sequeira me observaba en si Iencio, parecia tranquilo y satisfecho, Hoy es el pri mer dia de la nueva vida de Maria do Carmo, dije, podria al menos concederle ana tregua. Hizo un im. perceptible gesto con Ia cabeza como si asintiese, como si dijese es justamente lo que queria propo: nerle, y'entonces yo dije creo que no tenemos nada ims que decimnos, él hizo sonar un timbre y asomd tun, criado con chaquetilla a rayas, Domingos el se for se va, el criado se hizo a un Indo junto a la puerta para dejarme pasar, ah un momento, dijo Nuno Meneses de Sequeira, Maria do Carmo dejé esto para usted. Me dio una carta que estaba en luna pequeila bandeja de plata sobre una mesita junto a su butaca, la cogi y me la meti en el bol sillo, cuando estaba en Ia puerta Nuno Meneses de Sequeira me volvié a hablar, me da usted pena, dijo, cs un sentimiento reciproco, dije yo, aunque con matices probablemente distintos. Bajé las escaleras de piedra, salfa la Iuz posmeridiana de Lisboa, pa. saba un taxi libre y le hice sefias m 12, Ea el hotel abri ta carta, Sobre una hoja en blanco estaba excita, en Tetras maytculas yin fcebtos, la palabra seven. La Invert! miecdneatnen ter en el pemamlento, y hiego debafo, tambien yo Coin mayen acento, escribt con el api eves, Medte un instante sobre aquella palabra an bigua, qe podia ser expos o francesa y ten dos significados completamente distintos.Peasé que no tenfa ningunas ganas de volver a Modhid, nviorn tin cheque desde Dalia y excrbiria al hotel madi Isto para que me mandaran el equipaje lame a re cepcion y le pedi al recepelonisia que me buscara nn agecia, queria un bilete Ge avon, para el dla Seulente, con cualguler compafia, el primero que ihubiera ¢Gémo, ya'se marca2, dijo el recepcloni ts, munca se ha quedado tan poco tiempo. Que Hora es?, pregunté, En mi rela] son las cualio y ctatto, sefor. Esti blen, despicrieme para cena aie Bacay st, Me demet con cn, ene Toe postiga, lt sdbanas estaban frescas, me leg nuevamente’ehslblejano de wa sitena amort frundo por In imchada sobre la que apoynba la me il i ‘Tal vez Maria do Carmo habia Ilegado finalmen- te a su revds. Le susplclé que fuese como lo habla dlesealo'y pensé que la palabra espaila y Ia fran esa tl ver cincdian et un panto, Me parees que ea el punto de fuga de una perspective, camo can do se lraran las leas de la perspective de nc dro, yen aquel momento la srena volvis a allbar, el tharvo atracd, yo descend Tentamente por Ia pase tela y empecé'a recorrer los muells, el puerlo e taba compleamente desert, los muclles eran Tas Tinea de fa perspective que convergian heise pun. 25 to de fuga de un cuadto, el cuadro era Las Meninas, de Velazquez, Ia figura del fondo en la que conver, ‘fan las lineas de los muelles tenia aquells expresion maliciosa y melancélica que habfa grabado en ni memoria: 'y qué curioso, quella Figura era Maria do Carmo con su vestido amazillo, yo le estaba di, ciendo ya sé por que tienes esta expresién, porque 16 ves el revés del cuadro, qué se ve desde donde ft estds?, dimelo, espérame que yo también voy yo, fambién quiero mitar. Y me encaminé hacia aquel Punto, Yen aquel momento me encontré en otro 6

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