LA NARRACION DE LA HISTORIA‘
A Cela Durruty
Bl viernes 10 de abril de 1959 Ernesto Savid se sintio
perturbado por la lectura de la rovista Radiolandia y por le
Noticia dei easamiento de un actor. No habia dormiddo la noche
interior ya por lamtflana ata dacidido i al cine Colonial en
Avellaneda; queria ver una pelicula de fiecién llamad Rodin
Ere un dia mublado y habia vieote. 8 la tarde comenzo a
Noviznar. Emesto Tleg6 al cine y enteé ea Ia mited de la primera
Pelicula; se sent6 al lado de wn jovencito y por accidente se
tocaron brascarnente las piernas. En el intervalo, Ernesto buscé
bastante, casi desesperado. Fue l bao, En e) hall del cine vio
‘un muchactite delgado, con una cara extrana, oriemal; como
10 asiio.0 babildaico 0 un eselavo al servicio del rey.
Joega, no lo pndo encontrar. Cambi6 de sitio en el eine y
fucascntarse al lado de uno queparectajoven, con accra picada
de Viraelas y un zuma con ropa que apoyaba solve os misios
Ernesto lerozéun poco las piemnas,perselotrone atendia;|uego
habiaren, comentando Ja pelicula. En el iniervalo, el ots x=
Tevants y se fue.
Luego Emesto vie Roddn: una especie de pero prehistéci-
0 que voela a velocidad supersénica y desteara cindades
enlcras)finalmente muere en ja erapciéa de un voleén.
Cuando terminé la pelicula Emesio vaeilé un pore y sali
delcine. Bran les 19 y30.¢Quéhacer? Tenta stesio pero también
‘una tension vigilante. Pensd iraLanis, Caring hasta a esqina
de las avenidas Mite y Pavtn; habva mucha gente esa hora en
Avellaneda,
En a esquina, Emesio vio a un grupo de estudiantes
sccundarios que habian salido de un eolegio cereanoy espera:
ben para tomar algin vehieulo, Se aceres con disimulo p:
verlos de cerca y escuchar la conversacion, Al rato legs un
amigo de ellos al que llacnaron Alberto; éste haba falta 13
clase del diay ahora venfa a reunirse con sus compatieras. Era
moroeho, flaco y tenia ua taco sport grusso de un tostado
suave, remera rojay blue Jeans, Lego legs una muchschs
rubia que tenia que encontrarse con él y se fueron los dos
Juntos. £1 ere vivag y afable: habla cornprada wn paguete de
igarrillos en un kiosco cereano, Emesto guiso grtacie: “/Ah
berto!", cuando se iba, con un pasta saltarn, Ya tena novia,
ya itfa a algdn club a bailar; viviria por cuanto tiempo on ese
Pueblo. Hoy, desde luego, viernes, ne habia ido al colegio.
Travesumns de adolescents de 18 afios, Emesto, el o¢i0so, el
Inti, lo miraba, Hasts el Lunes ATberto no volveria al colegio,
Braun joven estudiante con pales; endré algéahermano, con
of que se verdn on rapa interior. Ys habré descubjerto su sexo)
dentro de sf; ya sabré que lleva el Mal ahf. Ya recur a los
preservativos que talletes secretos fabriesm para él, para sus
eoesidades, para que se cuide de st. Era sensible c inquieto,
Emesto podria apoyar sobre esa espaida javenil cus manos
himedas, hinensdss, venosas y arcancatlo de esas calles y
hacer estallar ese futuro,
Ernesto volvi6aobservera los estudiantes que segafan ena
fesquines conversehan sonciendo y con aikermanes desenvclios ¥
Homenaje a Carlos Correas
Por Carlos Correas
enérgicos, Se quedé inm6vil, mirinclolos. Dios mio! Ya tenien
se aspecta de reproductores, Cuando se pongen nengendrar
ije6mo impedielo?
Bn vezde viajar asia Lands, Ernesto desi ira Constita-
ci6n, caminando for ia calle Montes de Oca. Cruzs el pusnte
sobre cl Riachucloy pas6 junio losdepdsiogy ins fSbricas; a
1 paraje slitario. Pensaba en Ja novia de ese estudiane. Era
una muchacha hermosa y, quizds, segre, Seguramente se rb
‘izaria.con fcilidad y dems seiarfs con los mementos on que
se encontrase lena de él. También Ernesto levarfa a tener uaa
mujer. algin fa y después de varlos anos acepearin para él una
‘muchacha flaca y casi sin pechos que se dejaia poscer ean
indiferencia,
‘Toms por Ia calle Montes ée Ova y comniné con lent tad
‘Sentia deseos sexuales muy fuertes, Eso lesuceds por haberse
‘Quedado tantos das en su c1s3; cuando volviae sali, toc se le
aia de nuevo encima de la cabeza, Ahora estaba indefenso y
seustado por esos pensamientes. La falta de sueto tambien lo
debilitabs.
Emestoentsd en el hall de ta estzcisn de Consttveién por la
puerta de la calle General Hornos; eran Ins 20 y 40. Canin’ un
‘Poco:entrslazran cantidad dehiombresqulienaban allugar
dos ottes rostra:que le parecisronatractivos; fue al baloy luego.
Nolvi6 alhall. Entonces descubriéauu muchachita moreno, que
hrablaba con erro. Vesta nna eampernce euero amarillo, couse
‘esprencida en el cuello, blac jeans, medias negras y macasines
‘castaies;sonrefazmpliamente, Ernesto dio navueltay reeress
Ahora el chico esteba solo, Emest lo obscrv6 y el otto siguie
la mirada, dando un pequelo giro. Emesto se sobresaltS y se
paris, yendohasta a pequena locamotora de juguste encertoda
en una caja de Vidrio. El chico se le acere6 y cehd una moneda
hizo funcionyrel aparato. En seguida, encendié un cigarilio
Y micS a Ernesto; éste sacé a su vez un cigariflo peri no se
atrevi6 a pedirle fuego. Elmarochito, entences,diomedia vaelia
Ye fue; se miraron una ver mas através del vidriode la pequetia
lecomotora
Emesto lo sigaié hasta que llegaron @ la salide de la cae
General Foros; alli el chico hablé por telefon, Ernesto 10
expord. Luego aquél volvid y fue hasta el bar, donde ‘emé un
Jugo de frutas. Salié, dio unos pasos y se detuvo junto a una
‘valanzaautomitiea Ernesta te queds aun costado;cl moroch to
‘mirg a su alrededor y se dio cuenta nuevamente de la presencia
de Emesto. Otra vezencendi 6am cigarillo, Entoncos Emesto se
acerce y le pidié fuego. En exe instante aparccid un viejo que
pu30 A mirarlos. Ernesto pasé al oto lado eel moroehito y
Iurmaré: “Ese viejo eet mirando", EI morochito, con todo
plomo, se votvié al visio y dijo en Yoz ale: “,Qué pasa?” El
vigjo ala las czas, asombrade, y se Sontojo; comenz6 2 mirar
distraidamente uns estenteria de axtfculos para el hogar y luego
desapareci6. El chico dijo: “Me molesta que me estudien. Seen
Polictas 0 n0, cue vengan a heblarme”.
Siguicion bablando y el chica le cont que habia estado en
‘Mar det Plata, venciendo café helads en la pleya, pero que la
vide leresultaba may eax el hotel y lacomida eran costosos.
lanoche, caminaba alrededor del casino y de las confterfas de
Ijo, pero ao tenia suerte y por shtime tuvo que volverse. Eis
el ojo mocho XXIXDossier
Santafesino, Habfa trabajaco en La Platay en Baleerce, Emesto
pens6 que era como un reserito moderno, un pequefia eventure-
fo. Ya que lo habfa conseguido, qnecia sacarlo de laestacion de
ferrocamil. Ademis,temia que alzsin conocido los viese
Salicron y caminason por lacalle Brasil hasta la entrada det
Balnearia Municipal, En e] tyecto, el morachito le cont que,
‘habia vivido un tiempo en Temperley, eneasa de un cal Recolfo
Ponce de Lesn, profesor de Ciencias Ecansimicas, que le com.
ppraba ropa y le daba dinero. El profesor estaba eased pero la
imgjer tafe cieros vicios y realizaban reunlones en las que
patticipaba et chico. Este, en una oportunidad, habla invitado a
‘un amiga y entonceshicieton un grupo [os cua. Emesto, como
de costurnbr, le hablé desu padre maert, (Emesio pensaba que
sil no tenis jos se le terminaba la dinasta a ese inmigrante-)
Mi pace era muy severe —dijo-, De esos que obligan avano a
auandario todo o® o! interior; de tal modo, que cuando uno se
Libera se vuelve loc.” EI chico tambien le habla del padre, que
haba mverto aleoholizado; desde entonces él podia it por cual
quier sitio y hacer fo que quisiera. Tenfa 17 aftos. Vacilé un
instantey mirSaEmestode reojo; luego dijoqueen es elaciones
Sexuales él eca macho y no otra cosa. Ernesto responds que es0,
ceracvidente porqueel morschit tenfaesa mirada penetrante que
pposeon los hombres y de la que careeen los invertidos. El
morochito sourié, divertide, y le pidié el sombrero negro a
[Emesto; éste x (o dioy el mordchito seo puto y dijo que asi cca
como un gangster dé Chicago. Dijo que a veces a él le daban
sermones. Asi, un dia en que estaba comprande un pasaje de
ferrocarnl en la extacién de Quilmes, el impleada le haba dicho
teel cigartllo de Iz bora, nepmto, no estamosen Chicago”.
Entraron en el Balneario Municipal y siguieron hasta le
aveaidaCostanera, Alchicoe! lugar le recardaba Marcel Pata,
Pasaron junto ala fuente de Lola Mora y miraran las estatuas,
Después fueron aver elsfo, Pl morachite dijo quelle gustaba
mucho leer Llegaron a un reereo al sire libre donde esteben
pfteciondo un nmero de vatité, Fresco dijos “Ei reereo se
Jama Juan de Garay, Acordate”. Adentvo solo habie una mesa
‘ocapada, pero sfuera habia gente mirando la representacién,
Vievon ¢ un actor cdmico que contaba chistes poxnostaficos
{que luego imito aun invertido, Bl morochito se reie a cacajedas
y se divert(a muchas
‘Siguieron carinando. El chico cent6 unacancidn mejicana,
[Bn ose instante pasaron dos policas en motocicieta. Ernesto
‘canis tambisa y le ensei6 al chico “el brindis” de la épera “La
Traviata”. El morcchito cantabay bailaba en mitad dela aveni-
da. Slo habia algunos pescadores, Se sentaron en un baneo de
‘madera estaban casi solos. Nuevamente pasla motacicletacon,
Jas polictas, I chico levaba en Ia mano un envoltorio de papel
de cario; dentro habie una cainisa sucia, Emesto sc le averes y
‘quiso tocarlo un poco. pero el chico vomenr5 a hablar de otras
‘cosas; dijo gue le apasionaba tira? al blanco
cuando tenja dinero To gastaba to Le explied =
to e6mo debian apoyarse los revélvores en la cadera para
Iretroceso del arma perjuicase la punteria, Tambisn
hhabié de drogis y de la manera do aplicar las inyeeciones de
covaina y la adquisiciOn gradual de la tolerancia
Hubo un silencio y elehico pregunts adénde ibaa y dijo que
4 tas 2 de Ia manana tenfa que estar en San Martin, donde
dormiria on casa de un amigo,
Comenzston a salir de] Balneatio por Ta calle Cangallo
“Batonces, jn0 podeaios hacer nada ahora", dijo Emesto
“Aquf nono hay seguridad”, dijo el chico. Ernesto bajé la
sabeza, angustiado, *¥ si yo te acompafiara a San Mart
dijo. “Si, dijo el chico, nay calles oscuras y ademas esti 1a
avanida General Paz,
e! ojo mocho XxX
Emesto se emocioné con ese morochito de 17 afios. Quird
se dejuse besir. Irian hasta Siti Martin, a calles oscuras y
séesconocidas donde Emesto fo ubrazaria contra su pecho.
Volvian a Constituefén. Allftomarfan un émnibus. Pasaron
juno ai Ministerio de Hacienda y entraron ene] subtertérex,
‘eran las LI dela noche. Hablaran del idioma inglés, Ernesto le
‘ensefidal gunas palabras; elchicose refamacho y deeia:Kissine,
please, hts te.
EEmesio dijo que sto tenfa dinero parael viaje, peroet chico
Contests que no importaba. Habjan estado en Tos lugares so
brfos, ocultos y alandonados del Batnearia Municipal y de le
Cosianera y ahora iban hacia las Iuoes, al encuentro cow los
emés hombres, Lanesto sc scntfa averyonzaclo y hubjera quent
do esconder sl motochito de las miradas de los tipos con los que
se eruzabaa. El chico tenia las uflas sucias, una boca de labios
‘gruesosy largas, dienter muy Blancosy unsuave bigote, Emesto
‘estia un trae sti, camisa blanca y corbata azul
Enelsubterréneohablarondelosstiosesy heroes mitolégices
El chico meneionéa Jupiter, Venus y Marte, Ernest le contd la
leyenda de Facton y de las hermanas convertidas en alam,
[Bajaron en aestacion Avenida de Mayo y eambiaron para tomar
el subterrineo a ConstituciGn: mientras espera, Ernesto fue
al baflo. Vio a dos o res invertidos maduros que conoeia, Selo,
cont6 al chico y éte dijo que no le gustaban Ios viejos aunque
tuvieran dinero, Eso le agrad6 a Ernesto, En el andén habia
varios marineros brasilesios sacindose fotos, Felizmente, ew el
subtecrénco no habla ningiinconacide, Conversaron de politica
El chico nombré 2 Lenin y a Troteky. Ernesto Te habl6 con
entusiasmo y eon fervor dla revotuciGn nasa
Liegaron a Constitucién, Emnesto tenia miedo de que cl
‘moroshito quisiera volver al all de Ja estaciGn del ferrgcarl a
vera os tipasque estaban ence momento, abuscar a tio, pio
el chico se queda su lado, Salicron aka calle y el chien grit
“Abt estd el dnnibus!” y comid. Ernesto lo siguié y subieton al
‘Smnibus pagé los boletos. Than hasta las aYen las General Paz
y Lope de Vega, :
El chico se sent y Ernesto Ie puso su sombrero negio sobre
las piemnas. Luego se pudo seniar el vinjeers longo y tema gue
¢l ehico se abumiera. Le dijo que durmiera y eve 6! lo despertaria
cuando llegaraa, Luego Ernesto sact de su bolsila un libro de
fistorin Romana que llevaba y ge le dio. El chico se entretuvo
miranda las Kimines y haciendo comentario. Ernesco le habl6 ce
‘Nenin y de la vida desontenanis de los eraperadoces. Le conta
historia de Salomé, que al chico le impresions mucho. Lacaheza
del profeta en Ja bardeja de plata el bes9 en ta boca aria de
Tekansda, ya muerte de Salomé bajo los escudos dels soldados.
[El morochito eseuchaba serio y eon kas ojos muy abiertos,
Abandonarat e] 6mnibus} entraren por lostertaplenes dela
ayenida Gencral Paz: caminaron en la oxcusidad sobre el barr.
Orinaron los dos en nos matorrales. El chico abrié el paquete-
4que levaba y se meiié la canisa sucia debajo de la campara,
Biesio se puso et impermeable, El ehico so lo accred y Ie dio
{que se ajustara el impermeable si tenfafrfo. Cruzaron lazvenida,
hecia San Matin. EI morochito le senal6 un arbol que habia en
Ja mitad ce la avenida General Paz y donde él haba dormido 4
veces; cant6 una cancidn espaniota, palmoted ins manos y bails
olpetindo los tacos contra el suelo. Ernesto tena micdo; pasa
ton por un terreno baldfo y cruzaron varias calles desieras,
[Emesto ahora Ie daba cigarilos y fumaban los dos: Bascaban,
un lugar donde quedarse. El chice dijo que San Martin se pareeta
‘cada vezinds 6 Chicago. Seaceroé aEmesto y le puso una mano
en la nues y lo acaricié delicadamente; dijo que Ernesto tent
‘una piel muy fina. Le pregunt6si semtinfrio,si ne estabacansado
Yi tba a saber volvarse ya que A tonéa que ir acasadel amigo.
u
a
yeLiegaton a uaa esyuiza y se dewvicron debajo de un foco de
lmbcado, Elchioo se acer, se puroumn dodo entree dientes
» dijo mirando a Erneso con fjeza: “Ses ardinte?”
Dizroa vuelta por una calle y caminstor hacia un terreno
completamente oscuro qusel meroxhito comocta; ne! uayecto
ont ima petea que haba tenige can vn tige en Santa Fe. El
thico le habia ciavado al otro un cortaplumas en el brazo
izguiesdo aunque en realidad le habia tirado at pect at corn.
26n. Blotso, con urabtllarolz lehabiaabierto un tribe tao
én el cucllo, El morochito mv que quedarse eneerrado ies
mnesesen sucarahasta que ge cur del todo. Le most lacicariz
nal cuelo, mey'anchs y més oscura que la pel. Eonsto sla
scsriei6 apoco, Fl chico dio quelecbs unasencacionextrasa
cuando sels tocaban,
EL morochito tenfa past cl sombreso negro, Brneso tem
‘ata de miede. Quizd Io levabs adonde vie el amigos éste
odie salir de cualquier parte y Je eobaren 5 lo desnadavian,
Quizisel chico lousicionaba, Entazoneneltzrrenoy sizvioron
vn camino junto auna fila de casas. Apenas habia Juz. Habsa
sarlog pervs gue latraban fueremente, Bresio eo que 20
reguia mis, El chico insisiiS para quo fueren més adelante
Emesto lo signié. “Es por mi propia seguridad y poe a wy",
Aijo el oie.
Se quedaron de pie uno frente alot. enesto, extend et
Inpermeabie en el suelo votvie a murat a chico. ste sonriéy
v6 una mano ala cedeta, Erasto se esicemeci6 v perss aue
én,las manes del morochito ya apareets in reusiver on
coftaplumas, pero el morochito, en cambio, se abris cl ciere
reldmnpago del blue jeaas, Ernest sonriay se acereS al ehico y
Je paso los brazos por el euello y luego por Je cabeza y 10
despeing. El ehico dij: “Ast hacen todos", Ernesto lana una
pequefa eareajada y Io abrazo, El morcchito se sepend y se
fendis sobre el impermeable y desde allo mins, Ernest se
cost utd a4 Enseguica se abvazaro ruevamente. Ernesto
pets con fuera la espalde y el euello, Sent el corazén
Gilaedo y golpedndole ena gargentay una fave incense en as
mnancsyen ls cata. Las cas quedsronsobrolas orejae; Emnesto
besé las meiillas y laego deslizaron los labios svavemente
asta que se exconttaron se hesaron, Ernesto oprimi9 nos
Inbios Blandcsy muy frescos. AbricroTesbocas ysetacaron hs
lenguas. Bl chico abrid grandemente [a boca y abres toda la
fronte de Bmesto, Lobesé en amandbula yer los ojos, Cusnto
faclaqueEmestora besita, Ahors unckicnde 17 sos lobaba
esac en la boca
Se acarciaron durante un rato y €1 morochito insioud ta
posiilided de poreerlo a Emesto, paro ésto se n2g5 diciéndale
queleresultabs muy deloroso, El chico, amablemont, desist
Legs hobo una peesiptacin para lerminat, Ernest le pido
que lomasturbarayel chico yecedis. Se iangiaon os dos en la
camisa cia Gel merochita, Este, entonces, dijo que Ernesto ya
fetaba frio y que habia perdido inexés cn fa situacién. Pero
Emeso negsy el chico comenzdamasturbatse su vez, resto
le besaba el pecho, loc pequesos pezonss, el vintre ¥ loo
costaos.
Eltiempo pasabay e] chico segu‘a mastuéndese, A Ernes
to & Ie entumecian los Ibios comenzabn a dolerie mucho la
lengua de tanto pastrsela por Is piel. Entances se sents en ol
suelo y Je mirs. E] morochito tenia ua sexo pequef y pido,
aug toravfa no tenia marcas ni manchas."Mitiine ijn, a
me usta que me vean gozae”
Luego Emesto vio cl pure del moroehitounas gotas muy
bianess en ia oscuidad y espeses que resbaleron lentamente
hacia la muzca. El chico se Timpié naevamente con a camisa
suclay Ios dos se pusieron de pie EY morectito tens que estar
Homenaje a Carlos Correas
cen casa de sv amigo antes de Tas dos de ta manana. Sonreia'y
‘comoraé adar caltoty guise levantara Ernesto porlos hombres.
Se afirmé en el suelo, lo toms a Ernesto por los sobocas y
Consiguis alzario, Ernesto lo al26 a su vez, Logo al chieo lo
Jevantd en los brazos, camnind unos pasos y ess jugaton a qe
estaban casados y entraban en su futuro hogar, Emesto,nervic
0, ]o levant6 a sa vez, con mis facilidad de la que habfa credo,
Dio una répida vuelta, J2 daj6 caer In cabean como en une
acrobscia y lo solt6 del todo, Cuando e| morochito so enderez6
Te pegs una palmada en tas nalgas
fe abruzaron y se besaron muevamente y salieron dal
{ecreno, El chico mirsba a todas partes porque desta que habs
que estar muy atanto, Llegaron aia calle iluminaca, Elchico se
puso el impermeable y el sombrero negro » jugé a que era un
‘angsier de Chicago. Para poder tocarlo asf vestido, como se
los ve en Ia calle, en todas partes, Emesto se puso dotrés del
:morochito, e bes6 la nuca y desliz5las manos por lacadeta
‘vient y Ide ingles, por sobre el pantal6n, In tela anu del bins
Jeans.
En le esquina se despicieron. El chico Je devolvig el imper-
_meable x el sombrez0 negro 7 Ie indie6 como dcbia volver para
no percerse. Ernesto tomé el sombrero negro y se lo puso al
chico en Ia cabeza. “Es tuys”, dijo. El hizo un gesto para
rechazarlo, pero raesio dja gue era un sombrero viejo y qua
apenas Serva para un regalo, Quedaron eitados para el préximo,
domingo alas 20, junto a la pequetta locomerora de juguete de
ln estacisn de Constitucién. El morocbite le pici6 elaune ropa,
uuseda: pantalones, camisas. ropa interior y medias. Ernesto
prometi levrsela. Se despidieron. Alzarom las anos y babl2-
ron en voz alta del lugar de Ia cts. El chico se fue saltando y
ccoriendo, con el sombrero puesto
Emesto ya haba decidido no ira la cite. No podfa evarl=
ropa tampoco;su madre xe darfacuenta. El;norochito se arabe
Juan Carlos Crespo. Ernesto le dijo que él se llarnaba Osvalda
¥¥ que estudinba derecho, El chico le calculé 22 aftos y Emesto.
Te dijo que tenia 24, Ames, el chico habia dicho que se notaba
que Ernesto era un estudiante por les gestes y por Ja manera d
ablar
Emasto co volvié por la mited de la calle, por temor a va
asalto. Se cruzi con dos 0 tes tipos, pero no pasé nacla. AL
contrario, hubo uno que se aparto de él, Lleg a Ja avenida
General Paz. Mubiera quetido eaminar ms para poder peasar,
4quvizas hasta Linierspero no conocialacianciny decidis tomer
€1 émnibus en el que habjen liegado. Tomé el que salié alas 2
de la manana, luego de expersr en un bat
‘Emestose sentia desconcertada porla libertad dechico, Esa
libertad joven, graciosa y arbiwaria, Ader, el chico parecfa
tener esa vehemencia ciega y egoista de los adclescentes. Pero,
ppor sobre todo, era ticino, carifloso y necesitado de carifo
hhombrecito maduro y ateciopelado. como uns frute. Ernesto, a
sv lado, en cambio, ere un vigjo y vido pederasta con una,
homosexualidadque yasehabjaltecho automata. morachito,
desde luego, era bastante homosexual, Emncsta habfa descubici~
to y podria seguir descubrienso muchas de sus debilidades
hasta, quizés un dia, possaric. Cuando se despedian el chico
habiadicho:"_Cmotenemos quchacer paraque yoses para vos
Y vos seas pars mi7", Eeneste huts de fidelidad y de que 6)
econ6micamenie, no podfa hacer nada por el chico, pero éste
sly queria que lo ayudaran y Ia amistad y la presencia de
Ernesto,
EI gusto de su boca, su olor era el mismo olor de otros
-muchachitos de su edad que Emesto habia loorado conseguir
tun olor nado, fresco, drabe. Fl olor que ilebta de tener Ernesto a
Ja edad de ellos. Hatra otros quo recibirén toda la coledad del
el ojo mocho XXXDossier
chico y su fragilidad, su figura, su mansra de eaminar, sus
sadecas sdtidas y sus piemnas duras.
Porsupuesio, Emestone podeis qusjarsenunca, Ln ehico d=
17 aos se habia colccedo on sus manos. Tede se la habia dado
sin gue Emesta lo mereciera. Un adolescente argentina se Fe
habia oftecico y enuezaco. Tod habia sido inmereciéo.
Alfa siguiente. mientras estudiaba, Trnesto senifa a veces
Yy tepentinamente, como un recuerdo, el olor del moracite
‘rudo, earnal, lovee insistente. Olor de adolescents griego, Un
lor griego. “Vixoen medio de una mitologia", se dijo Ernest.
Una semana mis tarde, una noche, Ernesto s@ encontrs
nuevamente con Juan Carles Crespo en Constivucién. El chico
se disponts a dorms en uno de los bancos de tos andenes de la
éstacién. Salieron les des y carninaron por la calle General
Homos hasta Batracas,
Emesto le cont6 que era amigo de vn visjo menéocino,
‘dueiode unsestaurante, que lo mantenfa. Se acostateacon él cos,
Uses veces porsemanayel visjole dabadoseientose trescientos
pesos, pero ya se estaba cansando de Emnesio e iba en busca d
losing javenes, Emesto ya estaba liste, El morochito queria qo
‘entre log dos Jo asaltaran al viejo y en easo de que se resistiera
poilfan terminar maténdolo, Ernesto se negaba, dicienda que le
‘emia listima y repugnancia al viejo.
Llcgaroa a una plaza en Barracas y se sentaron en un banca
lo bes6 de pronto yal chico se i6, complaci-
“Tengo que conseguir un trabajo ~ljo-, pero yo no puedo
urar mucho en ninguna parte. Trabajé en una compalia de
tabaces, Me ten ian confianea y me eneargsban que cadaca el
einer de le Cae -sonnis- Pero me pagabas poco y yo me
desquitaba taicionandolos
Ernesto S123 el paquete oe cigarillos, Le dio uno y come
zeron afoinar-E] mocockito lo mird deseo), dudé un moment
yy sonn.6 miseriosaments, como si estuviera solo, Lucgo dij
Vos aparoe$s y desaparceés. Me explicés muchas cosas y
Ine contés historias. Pero yo no sé nada da vos; parece que vos
tenés derecho a interesarte en mf, pero yo en vos ao. De todos
neds, yos acosinmbrisa venira Constitueicn, y a pasearte por
Ja estasion y por Js plaza,
Emesto aptet6 las mandbulas y sinti6 que enrojects
=Yo no tengo costumibres -dijo-. Me Korrorize tener coo-
tumbres. ¥ no tengo historia, tam poco, Ni tengo evolucin,
Etmorochito Lanz6 tn breve silbido y empez6 a echarse et
humo del cigar en las manos.
Yo sé quién ses —ijo. Ue de esas tipos feeesados que
s¢ vuelven viej0s ercastrindose pos las calles y hablande en los
cafés y camblando de amigos indo los das.
Emesto lanzs ina carcajada
Muy bien dicio ~dijo~ Alguien re lo habrs ensenade pero
noes asf Yo no say de esa clase de hombres -bajé la cabeza y
funci6 les ecjas, como si recondara algo desagradable; una
amigua preseupacisn. Algo de Jo eval habia querido huir
durante toda su vida y que habia terminado por lievatlo a esa
roche, aesa plaza y aese muchachita que loescuchate. YO no
soy Erdosain dijo, como paca sf mismo.
=aQuign es ése? -dijo et morochito,
~Un'pereonaje de unanovela -sontasté Emnaste-. Un pobre
‘ipo equivoeado, Un maniatico pensativo. Algo Innundo
Elchicocomenz6 acantar suavemente, Emestofamaba,con
aire abstrafdo y miraba el sucto, Se sentfa absoluainente sob,
el ojo mocho XXX
~Yo he guerto ova co%a ja, con la cabeza acta, He
uerido serum tombre dur y Hore. Alzo as! como un hombre
Solitanioque cunina pola ndche disponible ydspucsto to
Que va, desde luogo, a Su casa, pero que puede denviatse en
suaigeier momento hai cir pat tl vez para sempre. Sin
comptemiss, si costumbres, sin pasts, d= ninguna manera
tpieo. Que pete voverseo seguir adelante. Solamenteocose-
Ao pore habe el sueio Insc y por sf mieda de que
fa pesar de todo posta tener wn wida, Algo que Ws deinis
Dulieran mereionereome “Lave.” in dgtgarneda mi
Pero no st por qué estoy dicidadote ene
“Es demasiaco complicada para i “do el ehico-. Yo n>
pienso tent. Noms hace felis ponsarsemprsto misimespeze 32
tengo algunas teas que te yoy a decir despots,
De pronto, mest als a boa.
“Hay una msica de jazz que ne au
gusta vos dijo Se lltma Chicago
El morvchiton reapondid y siguid con su cam, Eres se
puso de pie
Yolvamos a Consissi6n dio,
Voivieronyentaronen tin Barjonio a Ines. Eresto
pidiSestvezsyelmorochi‘ocatécon Teche ypany mermelade
Por un pedido de Ernesco no se robs cl eichilo que habia
Uevado e] mozo, Este rondaba cerca, lustrando las mesas eon
unaseviles, pro enrealdad los vigiaba yErnestocompren
Aid que tema que se fueran sin pagar. Ernesto ce sonic muy
bien ydisfataba con Ia siteaien, Por dino lanl moo
pags
Scioto yerucaron lacalle hata a plaza Deron una vuelta
ysesentronen un banco, Pero, enseguia el chico s puso de
Die, Do unos pass, eetindo las pismasy se detuve frente a
Ernestoyalrlostnazos. como expocezindoxe. Erno la mit
Y Sno una especie de veg parecia ver algo que estaba
‘ocho mis all del chica. “Un cuespo masculino, pense: un
cuerpo estrist,respandeciente y gu
“Tengo garas de baila-dioel morochito~ Me gusta tanto
st maiana me Far me lav a cabeza concn abn espacial
mest lo ezofa mirando¥ no respond: "No campendo
c6nehacenparaveneerelemapo-s dijo edema ese amor
por el movimiento que tienen”
“Vos parecés un rnonagilo sero dijo Festa. Un
cordobesito oun eoyla
Elchico dio na pda vueasobe un pe yse plant fete
a Errest, can as pietnasabirtas
Estoy peasando dijo Estoy persando que vos y yo.
mest rid alegremente y sce el paquote do eiguriios
Nuevamontase sene muy bien. Se dijo quc dle venta oa el
chico,
Vor ests pesado que vos yo. ;qu8?
Elmorachito x puso rerio ysequedd un momento silencio-
s0, Luege dip
“Yo he tral ajado en muchas partes y he endo amigos. He
conocido 2 musta gente, sobre todo ctanéo trabajaba en los
puerto, En Rosario en Buenos Aires, Conoota muchacos
xtranjer:alemanes ros, nomuegosyauscoe canadionte. Ea
eniteerio tener avemuresconcllospaqueesdfel entender
se. No cenen ropa y esta siempre borrachos de wsky. Yo
siempre uise...vireon uno deaties ytabsjarlosdos eit alos
bates en fs puertes luego viajar. tra Asiay al Attica y aun
puerto ques lama Hamburgo, Pere nunca tuve le oportunidad
Y otras veces ellos no veri
~Eses gente pra ~Aio Eenste-. Loe marneros norwegos
ysueeos los lofedores canaicnscs,losnadedores aus alae
$i nosotros fueramos cont ells tibig setamos puree
ny que wmblénYa no sé—dijoel chico. Paro yo tengo que hacer slgos y
x0 es lo que verdadleramente busca, Lo que yo quiero ¢3 0
seiuinine mediocre,
¥ entonces? ~dijo Ernesto,
Fitonces lo podsfamashacer vosy yo. Yo soy libre, Sivos
{ueras libre podiiamos ucbsjar juntos y..n0 sé. Compartirla
vida
[Emesto mir6 al chico con gratitud y luego irguid la cabeza,
snimade,
~Yo sé tocar el piano -dijo-. Podtiamos trabajar en un bar
de Iacalle 25 de Mayo 0 de lacalle Viamonee, Hay uno que se
lam Chicago. Vos podrfas eamar o west la guitarra. Yo te
fendtfamos div? -dijo el chico,
Seguro. Nos los trageriamosa todos. Y adernés cambiar
mos de vida, Hasta alio sole ems sido dos tipos en busca de
aceién, Trabajariams juntos ya la madrugada iriamos a dormir
4 nuestro departamento que estaria muy cerca, Yondkian a
‘yermas todos los dis y a la laega terminarian pensanco que el
munde ce compone solamante de vos y yo, Vos les pustarias
mucho a los tips y mujeres que van ab porque aunqoe sos
inocerts tenés un aspecto sospechoro,
~¥ tendsfamos nero “ijn el morochito~ Pedrfamasiep
cualquier calle y envrar en cualquier sitio. ¥ tomar siempre
‘whisky, Con macho dinero podeiamos vivir en todas partes,
“Ya loconseguiremos—iijo Eraesio~ Alysia dia tendremos
bastante dinero como para comprar esta ciudad y tirarla al ri,
BI chico dej6 de bailar y volvid a sentarse. Se aceres 4
Emesto y dijo
~A lo nejor es una suert= que noshayamos encontralo, Los
‘ems se acuestan commigo y se van. Vos pedrias quedarte.
Ademis, yo cfeo que te quieso.
Ernesto Te puso una mano en el homdeo, Le introdyjo los
éedos en lasorejas,lusgoenTe navi2y por Usimo le pas undedo
por Tos dientes y por las encfas
‘Tu saliva 2: dulce -dijo.
“Latuya, ea cambio, es salada—dijo el morechito
Ernesto leapretéelcnelloy el chieo comenza ponerse rojo
yashorarse.
=Somas dos hombres que se dicen el gasto de sus