ORACIN DE SAN ANSELMO

Deja un momento tus preocupaciones habituales,

hombre insignificante.
Entra un instante en ti mismo,
aprtate del tumulto de tus pensamientos.
Arroja lejos de ti las preocupaciones agobiantes,
y aparta de ti las inquietudes que te oprimen.
Reposa en Dios un momento.
Descansa un momento siquiera en l.
Entra en lo profundo de tu alma.
Aparta de ti todo, excepto Dios,
y lo que puede ayudar a alcanzarlo.
Cierra la puerta de tu habitacin
y bscalo en el silencio.
Di con todas tus fuerzas, di al Seor:
<<Busco tu rostro. Busco tu rostro Seor>>.
Y ahora, Seor mo y Dios mo
ensame dnde y cmo te encontrar.
Si no ests en m, Seor,
si ests ausente, dnde te buscar?
Si ests en todas partes,
por qu no te veo aqu presente?
Es cierto que T habitas una luz inaccesible,
pero, dnde est esa luz que no se extingue?
Cmo me aproximar a ella? Quin me guiar y
me introducir en esa luz para que en ella te contemple?
Bajo qu signos, bajo qu aspectos te buscar?
Nunca te he visto, Seor, Dios mo.
No conozco tu rostro.
Dios altsimo, qu har este desterrado lejos de Ti?
Qu har este servidor tuyo, sediento de tu amor,
que se encuentra alejado de Ti?
Desea verte, y tu rostro est muy lejos de l.
Anhela acercarse a Ti, y no puede acceder a tu morada.
Anda en deseos de encontrarte e ignora donde vives.
No suspira ms que por Ti, y jams ha visto tu rostro.
Seor, T que eres mi Dios, T eres mi Seor
y nunca te he visto.
T me creaste y me redimiste.
T me has dado todos los bienes que poseo,
y an no te conozco.
He sido creado para verte,
y todava no he podido alcanzar
el fin para el cual fui creado.
Y t, Seor, escchanos.
Ilumnanos. Mustrate a nosotros.

Colma nuestros deseos y seremos felices.

Sin Ti, todo es hasto y tristeza.
Ten piedad de nuestros trabajos
y de los esfuerzos que hacemos por llegar hasta Ti,
ya que sin Ti nada podemos.
Mustrame tu rostro
porque si T no me lo enseas
no puedo buscarte.
Te buscar desendote.
Te desear buscndote.
Amndote, te encontrar.
Encontrndote, te amar.
(San Anselmo de Canterbury).