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EL VUELO DE LOS CNDORES

Aquel da demor en la calle y saba que decir al llegar a casa. A las cuatro sal de la escuela, detenindome
en el muelle porque haba desembarcado un circo. Ese es elbarrista- decan unos sealando a un hombre de
mediana estatura, cara angulosa. Aquel es el domador de fieras, le acompaaba una mujer muy bella. Ese es
el payaso dijo alguien. Pasaron luego muchos artistas ms; y cogida de la mano de un hombre viejo, iba una
nia muy blanca, sonriente, de rubios cabellos y lindos ojos.
Ya estaba oscureciendo. Llegu a casa y todos estaban muy serios.
Mam me ri blandamente. Qu buena era, que sin castigarme me perdonaba! Esa noche so con el circo.
Lleg el sbado y durante el almuerzo mis hermanos hablaron de la funcin. Pap sonrea aparentando
seriedad y sac pausadamente un sobre.
Eran las entradas! All estaban los artistas y al final anunciaban el Vuelo de los cndores!, ejecutado por la
bellsima miss Orqudea.
El circo estaba rebosante. El pblico exclam al culminar el entreacto: El vuelo de los cndores! Son
la campana y apareci miss Orqudea.
Serenamente realiz su peligrosa hazaa, pero le ordenaron repetirla.
Silencio. Son una palmada y la nia se lanz...
Qu le pas? Nadie lo saba. Dio un grito horrible y cay como una avecilla herida...
La recogieron, escupi y vi mancharse de sangre su pauelo. Pap nos hizo salir.
Comprend entonces que haba gente muy mala.
Mi padre no quiso que furamos ms. El sbado el circo volvi a las calles, pero miss Orqudea no estaba.
Entre mi cuarto y por primera vez llor a escondidas su ausencia. Al noveno dallegu hasta el muelle.
El circo ya se iba. Ella me vio me sonri y me dijo al pasar junto a mi: Adis
Bajo, sac su pauelo y lo agit mirndome. A las cinco divise el vapor, que manchaba con su cabellera de
humo el cielo sangriento del crepsculo.

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