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Ano LXXXIX. - Nam. 2709 « Revista de Obras Ptiblicas + 1 de enero de 1941 ‘oe SRE APLICACIONES DE METODOS DE COMPROBACION DE ESTABILIDAD DE TALUDES DE TIERRAS COHER NTES' Por Jose ENTRECANALES, INaenieno oF caminos A cuntinuacién damos el segundo articulo de este interesante trabajo, cava esencin es ta aplicacidn de métodos de comprohacién de estabilidad detalles de tierras evhverentes, ye roxamiento. interno, b permite deducir 3 I Métodos que admiten a priori y por observacién de fa realidad una determinada superficie des- lizante. CURVA DESLIZANTE ESPIRAL, LOGARFTMICA, Las superficies deslizantes que permiten obtener los procedimientos de base analitica no son com probadas en la realidad de los taludes eaidos, pero tampoco: el cilindro cirewlar conenerda exacta- mente con el perfil transversal del desprendimien- to, sino que éste se encrespa mas en la parte alta y se aplasta més que el circulo en la inferior, y aunque dicha discanformidad puede achacarse a la no constancia de las caradteristicas fisicas, porque cerca de la superficie libre del terraplén la tensign superficial del agua intersticial, debida a la desecacién, permite traeciones apreciables, ademis de originar un aumento considerable de (1) Véase la Revista pe Osnas Pémitas de 1.2 de diciembre de 1940. cl anterior se hiu Mt exposiciGn general y_ se aplics) el método que ticamente lu superficie deslizante Eonocidos gue permiten determinar a friovi i, fo Alirectriz eireulie -o espiral, obtenigndose, ade fave pasa pur el pie del tah, y detallindase varios mi ch presente se deseriben Ins métodus ia cde be superficie de deslizamiento, de ‘analiticamente eb Hamado cfreula pésino vlys de tanten pars fallar ef destizante Ja cohesion, Rendulic (2), para tratar de concordar con esa observacién fisiea, propone la adopeién como superficie deslizante de un cilindro que tiene como directriz, la espiral logaritmica que en co- ordenadas polares r8 tiene por expresion (fig, 20): r rich lee En esta ecuacion, ¢ es el Angulo de ro7 interno, con Io que cumple con la cond que los radios vectores forman con las normales el Angulo constante ¢, 0 sea que en el equilibrio stricto sean las lineas de accién de las reacciones clementales del terreno quieto, y al ser concurren- tes en el polo, permitan, tomando momentos res- pecto a ese pinto, que en la cond brio se anule cl momento de aquel ssi la cohesion es despreciable, como en el caso de arenas may limpias, bastard intentar con diferen- tes espirales logaritmicas correspondientes a dife- rentes fngilos ¢ de rozamiento interno, el eumplir la condicién de equilibrio estricto que en cada (® Rendulic: Bin Beitrag cur Bestimung der Gleit- sicherett. Der Bauingenieur, 1935. caso corresponderi’ a que el peso de la masa de tierra destacada en el talud por Ia espiral tenga su linea de accién pasando por su polo, puesto que éntonces todas las fuerzas exteriores no dardn momiento respecto a este punto, Si existe cohesiim, el momento correspondiente Fespecto al polo tiene también una expresidn sen- cilla, que vale Seams Stredscoseme fPr.rag me SP dg mery Sie beeage Y, por lo tanto, por tanteos, hastari tener en cuenta, en el caso general, el momento de la cohe- sién con el del peso y el de las presiones hidros- titicas respecto al polo, es deci equilibrio estricio inicial con diferentes valores de ¢, correspondiendo a espirales logaritmicas dis- tintas para obtener, dibujindolas sobre papel ve- getal y aplicdndolas sobre el talud o la obra, en el sentido de que el deslizamiento se produzca ha- cia la zona de mayor radio vector, para realizar I ensayos del equilibrio estricto, obteniendo el posible que exija de las tierras el mayor angulo 9, que correspondera, por tanto, a Ia superficie deslizante pésima, de la que se deduciri, como siempre, el coeficiente de seguridad disponible, comparando ese Angulo de rozamiento con el real de las tierras de que se trate Este criterio es, 2 mi juicio, mis légico que el recomendado por Rendulic, de la comparacién de la sobrecarga con ta.posible para la intuicién del coeficiente de seguridad, dado que aquélla es una causa adicional generalmente pequefia ante el to- tal de las masas en movimiento. A continuacidn indico los valores de los vecto- 89 paravarios valores de 8 y ¢ 4,000 1,000 Yo98 1,276 1206, 1/631 1324 21083 154 21659 13597, 31394 17752 4/328 1/925, 5,557 213 71064 2319 9}025 res de las espirales logaritmicas y, ademés, el mo- mento flector de la cohesién respecto al polo, que se han caleulado para varios valores de %, y como la expresién del area del sector de espiral tie ne, forma analoga a la del momento de cohe- sidn, salvo la constante fisica, con dichos valores se facilitan los tanteos, pues basta restar de la del sector el iirea del tridngulo comprendido entre los radios vectores extremos y la superficie libre del talud, para tener el frea deslizante en cada caso y poder repetir el ensayo, sumando al equilibrio, ademits, el de presiones hidrostiticas, si existen. Mitropos nasapos EN TA APOPCION DE 1,4 SUPER PICT CILANDRICA CHRCULAR, OWtENCION ANatd= ‘ICA DET, CixeU10 PésiNO, Es el llamado método sueco, por haberse usa- do por primera ver en aquel pais, Se presta, por razones obvias dé sencillez, a la repeticitin de tanteos, precisos siempre, y produce resultados poco diferentes de los réales observad en corrimientos, Se recujo inicialmente a la sistematizacién y tabulacién de tanteos con variacién escalonada de rozamiento y cohesidn, que hoy siguen siendo titi- les y necesarios y mis adelante se detallan, pero el profesor de Budapest Jaky (1) ha ohtenido di- recta y analiticamente la forma circular pésima ute pasa por el pie de un talud uniforme, forzanda ser circulo la curva deslizante expresada por Ja ecuaciin diferencial de Kétter (2), después de mos- (2) Jaky: Proceedings of the Interuational Conference on Soil Mechanics and Foundation Enviveering, Universidad de Harvard, 1936, @) Kater: Dir Restinmuy des Brddewckes an gee Ariimynten Plachen. trar su validez en tierras coherentes, que liga el radio de curvatura de la curva deslizante y las constantes fisicas y geométricas, es decir, ha en- contrado asi, en lugar de las familias de curvas deducidas de tanteos por los suecos, la curva lim te directa de la altura critica que sustituye a la parabola de Culmann, cuando se acepta que la superficie deslizante no es plana, sino basindose cen [a hipétesis de que dicha superficie es precisa mente tn circulo, lo que, como se ha repetido, es sencillo y no difiere grandemente de lo real, o sea que sila parabola de Culmann en terreno cohe- rente es. (fig. 21), con deslizamiento plano: de se 7 Teta el hha hallado Ta curva limite que queda por de- bajo, admitiendo que la tierra desliza segiin un circulo, Parte para ello, admitiendo como condician de rotura de la de Coulomb s=ntg¢+c, y de la ecuacién de Kater, de la superiicie deslizante para ‘ : io 48 tierras sin cohesién, que liga el radio GE y la presion q (fig. 22), siendo f el angulo con la hori- zontal de la tangente a la curva deslizante a Gh-raee= Ge isene-9 la que, como dat at a= eng (FB 22) 8 seng a6 se convierte en Gh ates G5 rsenysen oh, m demostrando a continuacién su vigencia para te- rrenos coherentes, aplicando para ello las ecuacio- ee , Fug.-23 nes de Cauchy al elemento prismético infinitési- mo (figs, 23 y 24). . 8) dy ae y by tox y al tridngulo que tiene una cara sobre el plano & deslizante y las otras dos paralelas a los ejes (figu- ra 23): o de donde, despejando oy y ox y sustituyendo en las ecuaciones de Cauchy, se llega a: que se simplifican teniendo en cuenta que, tensién de corte + es sdlo funcién de x, la ex sin cos p+ 4 FE, es Ia deri vada de r respecto al elemento de curva ds, ¥, se- gin ello, las ecuaciones anteriores se transfor- man en: sen 8 ds. tn bt “Tet Tesh Zh cose {10} = yc0s 8. Como la tensién tangencial que produce la ro- tura es = ntg e+e, se produciré aquélla en los puntos del terreno donde sea miximo 1—ntge. y expresando esta funcidn en términos de x, 9, B, se realizar su méximo donde sean cero sus de rivadas parciales respecto a x, 9, B; es decir, se cumipliré en la superficie de rotura que: at tn Wx ty 8? at tn ty ap ee ay tro TF tee. De [9] y [11] se halla (@y ~ oy) c08 2 4 — 2s sen 26 = [lH (oy — 04) sen 29 — ; = 220082 Ate gi y de aqui: Fete 25-2), i) cos (25 — ret GE a3) expresién de la tensién de corte 7, en funcién de la # situada en el plano de rotura y vilida s6lo para los puntos de dicho plano. La condicién de maximo, que ha igualado a cero las derivadas parciales [11], permite susti- tuirlas en [10] y obtener: eng th 3x aaa 4) preorder gE sen ty" os de [9], se obtiene ae =—21,y de la condicién de Coulomb: dt _3n at GeaFE ee tego Sem —atie tis) La diferencial total de s, tensién de deslizamien- to en la superficie deslizante, se obtiene, mediante sus derivadas parciales, como funcién de varias variables : at ox, at Tt ney y BE Goa Eh cosh Ht sents + y sustituyendo los valores respectivos, yn hallados, y simplificando : ap as Aha attge GE a yseng sen b= os que, multiplicada por ab da ds Gentle ear GE sen geen 9, 116) que es de nuevo la ecuacién de Kétter, vilida ya para tierras coherentes, puesto que también la cohesién se ha tenido en cuenta en su desarrollo, ¥ que, aunque algo prolijo, es interesante seguir, pues ha permitido a Jaky deducir la aplicabilidad de la ecuacién de Kétter, porque el razonamiento parece vilido, Liga dicha ecuacién la tensién ¢ en la superficie destizante y la forma de ésta, Admite Jaky la forma circular, y, por tanto, que — i R, con signo negative, puesto que, al crecer s, decrece 8, lo que hace que la ecuacién diferencial basica [16] sea entonce at Fert e Rey sen gsen (2 — ¢), que, integrada por Jaky, da: Ru yosene To Teg [eos (6 — 9) +2 tee sen (6 — 9} + eaters 07) siendo k la constante y 6 el Angulo con la hori- zontal de la tangente al circulo, Las condiciones en los limites de encuentro del rculo con la superficie libre horizontal y con el pie del talud, son las siguientes (fig. 25): arriba, ‘en C, las tensiones = Oe, =O, y abajo, en B, las tensiones f1 = 0 sn = 0, correspondientes al pla- no de inclinacién i. Las tensiones en C pueden hallarse de combinar Ja condicién de Coulomb con [9] y [13], con lo gute se obtiene: ary Lhsenesen 28-9) _ ccoteg y seg C08 @ 1 esen ¢ sen 289 _ oe on LEE TP ecole U8) pees@ine y para t=O, la tiltima igualdad de [18]: cos (28—#)=0 28— ¢ y el valor particular de @ para C:Bo=4-+-5, y como 0 =0 en C, de la primera igualdad de [18]: cost e(l—sent y) THsengsen@a—a Ipseng 7 THaeagsnGe—a TF ig =c(1—sen9) hoe que, sustituida en [17], da para el limite C c(t —senq) = Le -+) unang ERR [= (0-4) + (20) sate gsenis—$] + eater Fe En Bi fi =0m=0, tensiones correspondien- tes a la direccién de plano i (fig, 24), puetien de~ ducitse sustitayendo en las ecuaciones [9] t, ny B por fs, m. i, y, combindndolas con las ecuaciones [18], se llega a: ap i= zee) re = sen osen(2i— 294-9) nae Loess Gitte $49) —ccotgg (21) yeomo h=0 M=i—Ae+Hh m=0 hae (1-+sene), valores de Ay yf, que, sustituidos en la integral general [17], dan: ca peng BEBE co (I-64 pal ee RUB Fed +2tgesen(i— 644 } y eliminando la constante entre [20] y (22): eae Litas 2 U5 — of) ete p= EWI ey Fees — Be (68 — 912) + Deg sem 45 — oP que puede simplificarse, haciendo tg 4 = 2 tg ¢ awe o court Bay (24) 6 sea constantes en cada caso, por setlo ¢. El radio es, entonces, pyat Lbsne 7 sen.g 0s). cos (i—«) — sense = tg use — ye EME nay en 8 oT (25) Las principales caracteristicas geométricas del arco obtenido se indican en la figura 26, segtin las deduce Jaky, y, conocido el radio, puede por ellas el circulo, De esta figura se deduce sea ase 4) se ( sen? 2R. EI radio Ry es el de un cilindro que corta al tax Ind en el punto 4o, donde no hay tensiones nor- males ni tangenciales, y que corta, adems, en dos partes ignales el talud limite, si se admite la dis- tribucién lineal de tensiones en el talud, Fig. 27, Asi, la longitud @ del talud limite es: sen (5— sen U4 a=2S=Ro sent (figura 27); y sustituyendo Ro 2 Seng cosh sen? (1 + sen g)sen(45— 3) sen ASE de 7 cP Ete U5 = gets =o €05 (( = «) — sen 2. gE ecuacién polar en i, s de la curva limite, que es transcendente, da s =O para i=0, y tiene una tangente en el origen, pricticamente independiente dei, ia = 14 Para i=90', = Eup (45° +-£), la misma altura vertical que da la parabola de Culmann, para deslizamiento plano, porque también las expresio- nes obtenidas convierten el circulo deslizante en plano para talud vertical, El eje de la curva limite (fig. 28) se fija por el Angulo i, y si el angulo de talud es menor que 4, el talud es estable para altura infinita, Si un terreno puede no presentar cohesién en absoluto, el ingulo de talud natural sera el de rozamiento interno, y para él podré erecer indefinidamente Ja altura del talud, pero si la cohesién existe, el angulo para el cual dicha altura podré ser infinita, seré ma- yor que ¢. Este valor i, mayor, por tanto, que , caleulado por Jaky para varios valores de 9, e& independiente dle la cohesién ¢, como era de espe- rar en Ia altura infinita, y sélo depende de ¢, y se podria denominar Angulo de talud natural de los terrenos coherentes, Caleulado para valores de ¢, es: 5° 10® 15° 2" a ape 35940 ast 8°30 15°40 21°50 28°20 33°55 39°05 49°90 48°45 53°25 Bjemplo: Uri talud ce arcilla con arena gruesa, con rozamiento interno ¢ = 25°, sera estable para - Fig 29 cualquier altura si #< 33° 55. Jaky, haciendo h=s sen i (ig. 29), y teniendo en cuenta el valor hallado antes, s = * FG”. ha determinado la curva h= “& F (i 9), repre sentindolos en el grifico que sé incluye y que ¢s de utilidad (fig. 30), Ejemplo de aplicaciéu, —Inclinacion que debe darse a un terraplén de 15 metros de altura, que se construye en tin terreno en el cual el angulo de rozamiento interno 5°, peso especitico, 7 = 1,6 toneladas/m.* cohesién c= 1,8 ton./m.* Angulo de rozamiento interno P BO" yo" 20" sss" AS ‘i foe | mn ‘001 [| L-7 wt p| Angulo del ralud. t- Peare ien! Coeficiente de seguridad en la cohesion 1 = =0,9 ton,/m-. 4.09 Ac 1 16 = 2,25. By n el dbaco para » = 15°, F (ip) = 6.6 se halla i= 038", Otro ejemplo: Sin perjuicio del estudio en lar horatorios de geomecinica, tienen atin mis valor los datos observados en la realidad de las obras, y de ellas pueden deducirse las constantes fisicas. Un terreno de areilla, algo arenoso, se mantiene bien con un Angulo de 60" hasta 5m.; y, si se hace = 40°, no se puede pasar de 15 m. de altura, Para = 5 m= AEF Ge) =*e F (60 9). pete team ten core Fos) as TF FH Se encuentra en el Abaco, por tanteo, una verti cal de ¢ (rozamiiento interno), que en las horizon- tales de i = 40°, i= 60°, cruce con dos puntos de Gg) de tal mado que F (40° #) = 3 F (60"»), lo aque se realiza para ¢ = 23° 20" y, ademés, F (60') 3662 ~2 ead 66 =~ F (40" 9) =F 10.1 Ademis, como h=i5m= 42 F GO) =10.1 4c 15 7 ~ 1.5 siy= 1.7 ton/m? —Ia densidad puede determinarse con més facili- dad —la cohesién al limite vale L.TX 15 = 0,6 ton./m; 7 es decir, se trata de una arcilla con arena gruesa, poco coherente, Puede repetirse la observacion en otras alturas, En resumen, los resultados de Jaky son muy litiles para taludes uniformes y se confirman mis ‘© menos por la prictiea, proporcionando alturas pastaute estrietas y no exageradamente cortas, co- mo los de Frontard-Resal; pero al procedimiento puede objetarse que la constante de integracién que fija fa curva limite de las alturas se, deduce Fig: 3t precisamente de la aplicacién de las condiciones en los limites de encuentro de ka superficie cirew- lar, impuesta, con la coronacidn y el pie del talud, donde, precisamente, se sabe por la experiencia y el anilisis que la curvatura de la superficie destizante se separa mits ostensiblemente de la uniforme obligada en el circulo supuesto, ‘No proporciona tampoco Jaky resultados anali- ticos para circulos que corten al pie en la horizon~ tal interior, fuera del talud, como es obligado en los taludes.revesticos o en los terraplenes sobre escollerados (fig. 31), pero constituyen sus trabajos un ausiliar dtil para Ia comprohacién de taludes y observacién de los terrenos. Para tna altura menor que la Heita de.ui tax lud de Angulo i, por las propiedades geométricas de los circulos deslizantes, se halla el contro del que pasa por el pie del talud y debe comprohar- se tanteando grilicamente, Igualmente es acepla- + Fig-32- ble, cuando el talud tiene dos pendientes, tantear el cireulo aplicable de la altura H, correspondien- te al talud de 4 C, que une A con el punto medio de BD (fg. 32), ademis de comprobar la estabi- lidad de BE. Méronos ne TANTEO DF, SUPERFICIES CIRCULARS, Son los mas empleados, por las causas siguien- tes: 12) Son los tinicos posibles en el caso de un ta- ud de constitucién no uniforme, 0 en el estudio de Ia estabilidad del conjunto de un muro y el terreno de cimentacién que lo sustenta, b) Se prestan mejor al ensayo de superficies deslizantes particulares, por ejemplo, las que no cortan al cimiento del muro o a una cierta masa de talud, constituida por tierras mejores o las que pasait por una determinada linea de la superficie del terraplén, en la que, por acusarse el corrimien- to, se puede suponer de modo verosimil que aflora la superficie deslizante o, finalmente, las constitui- das por planos y cilindros circulares, tinicas super~ ficies de curvatitra constante en cada troz0, y que, por tanto, permiten la iniciacién instantinea del corrimiento. E] método de deslizamiento circular permite, + como se ha dicho antes (fig. 9.*), obtenida la su- perficie pésima, al hallar el valor de ¢, puesto que en el instante critica, si es que llega a haber corri- miento, tiene que existir coaxialidad entre peso deslizante y reaceién total , con lo que ¢l coeficiente de seguridad seri #28 siendo ¢ el fngulo de ro- zamiento interno de las tierras (fig. 33) Presuipone esto, que no existe cohesién en el ci lindro deslizante, y su evalnacién daria un momen- to resistente complementario que aumentaria Ta seguridad; pero pueden realizarse también los tan- teas, evalizando indivectamente en el Angulo ¢ de rozamiento interno Ia presencia de la cohesién. Bate procedimiento se emplea, sobre todo, en te- sno uniforme, y en tal caso, también es sencillo hacer figurar indirectamente la cohesién, como se hha indicado en el valor de ¢, y si se conoce la cons~ tante fisicn de resistencia al corte, puede evaltiarse sxplicitamente en los tanteos. Se admite también asf, que aunque la reaccién ejercida por cada clemento diferencial de la super ficie deslizante sobre la masa que desliza, no se conoce exactamente, si resultante debe producir respecto al centro de giro un momento que, suma- do al de la cohesién en el céreuilo, sea igual en el limite del corrimiento al que produce el peso de Ja masa corrida, y a ese efecto final, los empujes imutuos que se ejercen dentro de la masa en movi- miento son fuerzas interiores. 1 Como veremos después, ese reparto de las reace ciones itnitarias del terreno pucde intuirse em- pleando el método de estabilidad llamado “de la ‘curva de presiones”, o suponerse sencillamente, sin gran inexactitud, que en cada elemento diferencial de proyeccién horizontal de Ia superficie circular deslizante actiia un peso, que es el de la ordenada que el cuerpo deslizante presenta sobre dicho ele mento de circulo; es decir, que In superficie libre del talud, reducida ya toda la masa a densidad de las tierras resistentes inferiores que se oponen al giro, es una linea de carga del cireulo de corri- ‘miento, en la acepeidn en que dicha expresion se cemplea en las directrices de bévedas. Bl método geométrico, especialmente en el caso de taludes de constitucién no uniforme, ha de ordenarse sistemdticamente para los ensayos, lo que puede conseguirse como se indica a conti- nuacién, Si se estudia la estabilidad (fg. 34) de una faja elemental vertical dentro del cuerpo deslizante de ancho da, habri de establecerse ef cquilibrio entre los empurjes laterales, su peso y la reaccién del te reno quieto. Si los empujes pueden suponerse iguales o sin componente vertical, y en la prictica no se llega a valores muy distintos del rozamiento interno, va~ riando la inelinacidn det empnje, el peso sera equi- librado por la reaccién del fondo, con la condicién, adem: que las reacciones verticales 9 darim wna resultante igual, aunque ya no coaxial, por la inx Muencia ce las otras componentes elementales al peso total de la masa corrida, La linea representativa de las reacciones verti- cales seri una, que encerraré igual volumen que la superficie del terreno, pero tendra forma distinta, aunque la diferencia relativa entre las ordenadas Ivy las 7 influye poco en Ia obtencién de la cifra del rozamiento (fig. 35). El equilibrio de la faja elemental serd (fig. 34): nda =yhdscosB=ndscosB + +r ds sen B, y en el instante er ico del corrimiento, A - nareyy 2 re = od ce yee pero, tambien el valor rdsmr fo ae . cos f cosB(cigy + ig 1Eda, siendo a Coc eee ~ Fig, 35- El momento respecto al centro del cireulo, del peso total corrido, sera Mj=R frds= SRriédaj y si hay momento de presién hidrostitica des- equilibrada Mp, M,+M,=7R Seda. La ordenacidn sistemitica puede hacerse divi- diendo el radio en fajas (fig, 36), situando el centro Q en una semifaja, pues para cada faja se tiene que & = ~sen A, y, ademis, TRC neque — 8 derechay= ty = a Ra Sim Rae rere La sustitucidn (fig. 34) de las 7 por las ft no es muy influyente, porque donde la diferencia es ma- ae 10 yor es en In zona proxima a la vertical del intradés del muro o el centro del talud, y entonces en el multiplicador: a ee ee capo yt anp cos eolee Tr wa cos 8 ~ 1. Oy tg B es muy pequeiio ante cotg ¢, lo ue hace que Ia diferencia se reduzea al multipli- carkt por un maltiplicador pequeto. Si hay un momento respecto al centro de giro de presién hidrostitien de empuje o de subpresi¢n My, la ecuacion de equilibrio estricto es: ™ hy inquierda— 2 hy de Mp Bh inquierda— 2 hh derecha + “cos Folge + yl valor de cotg 9, que lo produce, es el exigide por el centro y radio elegido al terreno y talud es- tudiado, EL cocticiente de seguridad, para el centro y cireulo pésimo, después de hallarle por tanteos. serd si ¢ es el dngulo de rozamiento interno que el terreno presente realmente, fh yt . 2 ape pe any tp M iequierda Mp m 2b derecha . Fr ht derecha + 5 Para tanteos riipidos puede aceptarse que nm h ha dasenposge Et Bay en bo Eim Er cog pp any y como sen f es positivo y negative, y cds B varia poco de la unidad, aceptar Sh sen cole ¢ =n Ehsenp Como antes, si es que existe cohesién conocida, puede figurar en la forma de un sumando siempre resistente y, por tanto, en el numerador que da el cocticiente de seguridad, - Fig 38 Este procedimiento operatorio, detallado des- pués en la aplicacion del muelle de Maliaio, se debe a Hultin, pero produce resultados analogos a los del método geométrico directo de Ia figu- ra 33. Como antes se dice, la reparticién de las reac- ciones inferiores consideradas, refiejo exacto de las ordenadas geométricas, no es real, y por ello Krey (1) admite que en un talud continuo y uni- forme (lig. 37) pueda aceptarse una reparticion parabéli jones en los extremos aflorantes del circulo y mayores en su parte central Se tiene asi trazado un cireulo de radio R = 1,0, que la reaccién unitaria vale puesto que son cero las reat 4am Us (=U) = y el momento de stt resultante respecto al centro de giro. Qene S dy dl. 10. seng = 44m 0, ~0e)-seng.d0 2 z Fam Oo seng (1) Krey: Erddruch, Brdwidersiand, y la distancia de la reaccién total del terreno quie- to al centro de! cireulo deslizante de radio R = 1,0 1 FoF Mm U8 Descomponiendo In reaecidn total Q, paralela y perpendicularmente aq. 9, Teaccion elemental en el extremo: . Om ft aot yg dm a ft Ae tliat one [2 sen ¥ — 0(1 + cos 6)] © igualmente Ga fay sent d= fi dfe tetas Iq Wg ) sen a z = Q — 18 (2(1 cosy) — 6. sen} y la reaccidn total : 16 dn? PHO + Gy =F 2p + cos ) + +4(1— 8. sen 6 — cos W)), y como no= 12 VRC + cosd Fp costy +4 —0 send — cost) Lseng =f (0) seng. of 7 t 4 gee 3 S at Sd 3 a io 5 9 16 ie gue ene Sent + Fig. 39 - y para un radio de cireulo deslizante, distinto del adoptado R= 1,0» rio € f (8) sen y, sien- dor la distancia de la reaccién total al centro del nuevo circulo ensayado. Esta expresién facilita los tanteos, pues en un. talud uniforme, clegido un angulo 4 (fig. 38), se conoce f (8) se halla el brazo del centro al peso deslizante y conocido, por tanto, y f @, se ob- tiene sen En la figura 39 se valora f (0), préecticamente igual a 1.0 para angulos @ de menores de 60°, Hallado ¢ por sen ¢, el coefi- ciente de seguridad es, como antes, jee ter La medicién directa cle un grafico no da di- ferencias importantes, pues el método no evita ¢ tanteo que se suprime por la obtencién analitica directa del cireulo deslizante, y tiene sélo en cuen- ta una pequeiia diferencia en el punto de apli- cacién de la reaccién total, al fijar mejor su inter- mn con el radio normal a la superficie desli- zante qué determina el angulo de rozamiento in- terno, Parece, por tanto, mis sencilla y aceptable la comprobacién geométrica directa (Fig. 33), siste~ matizindola 0 no, como se indica en la figura 34, para obtener la superficie pésima, como mas ade~ lante se detalla, al aplicar tal procedimiento a la comprobacién del estribo del puente de Guadalva~ car, al que tambign se. afiade la correceién de} su= puesto de la reparticion parabdlica de las rea nes, para juzgar de su importancia, Ta obtencién analitica del circulo pésimo, por el método indicado antes, no es posible para taludes de constitucién no uniforme, y tampoco por el mo- mento ofrece tal procedimiento el camino a seguir para circulos que corten la superficie libre hori- zontal inferior; por otra parte, la constante se determina en él sobre la base de que la super- fivie libre mis arriba del talud sea precisamente horizontal, y aunque la generalizacién del aé- todo no es complicada, muchas veces resulta mis recomendable el partir de las familias de curvas, sistematizacion de tanteos de cireulos posibles y de los Abacos, resultado de los trabajos suecos, que se detallaran en lo que sigue. cio- 12

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