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Phare Pie Hanrahan inc teline ey PAISAJE E NFRAESTRUCTURAS, UNA RELACION DE INTERES MUTUO LANDSCAPE AND INFRASTRUCTURE, A MUTUAL INTEREST RELATIONSHIP. FLORENCIO ZOIDO NARANJO fee) fs Director del Centro de Estudios Paisaje y Territorio Trueman. © Siac stains et oleae eat. PERO E ea ek RESUMEN SE ee Re a RT ae Re ea sociedades occidentales. Por eso el Consejo de Europa ha auspiciado la elaboracién del CEP, Convencién Europea del Paisaje, que entré en vigor en el primer trimestre de 2004. Este articulo se articula en la relacién entre paisaje e infraestructuras. Las infraestructuras, que se han convertido en el tercer gran modificador del paisaje natural, después de la agricultura y de la urbanize- cién, han contribuido a la conversién de paisajes en territorios. En el texto se analizan las sinergias y las contradicciones existentes entre el paisaje y las infraestructuras. No hay que olvidar que Ia carretera hace paisaje, las carreteras y los ferrocarriles son los dmbitos desde los cuales la mayoria de las personas ven y aprecian el paisaje, tanto e! cotidiano como el excepcional.Y en el caso urbano, en el que existe un enorme nimero de desplazamientos cotidianos “obligades”, esto resulta de gran claridad. En la parte final del trabajo se tratan las carreteras paisajisticas, el tema de los miradores, ye! tratamien- re emer RGN Paisaje, Territorio, Infraestructura, Carretera paisajistica, Mirador, Rotonda, Glorieta ABSTRACT The landscape is an eminently cultural feature whose consideration is currently generalised throughout Western societies. Therefore, the European Council called for the elaboration of the ELC, European ee ee ee ee eae ee This article is based on the relationship between the landscape and infrastructures. Currently the third major modifiers of the natural landscape, behind agriculture and buildings, infrastructures have contribu- ted to the transformation of landscapes into territories. The text analyses the existing synergies and con- tradictions between the landscape and infrastructures. We should not forget that the road opens a window to the landscape; roads and railways are platforms from which the majority of people see and appreciate landscapes, both everyday and new ones. This beco- DO ee ee ee Re ge ae take place. KEYWoRDS Landscape, Territory, Infrastructure, Scenic road, Observatory point, Roundabout 192 / 193 Integracién ambiental PLANTEAMIENTOS CONCEPTUALES El paisgje es un hecho eminentemente cultural refleja las valoraciones que las distintas socieda- des hacen de sus territorios; ademés, todo pai- saje tiene unos fundamentos naturales y un proceso histérico de formacién que deben ser bien conocidos y considerados en las actuacio- nes que, en mayor o menor grado, inciden en al Como ha sido demostrado en numerosos & importantes estudios, el aprecio par el paisaje es un hecho histérico que se produce en unas poblaciones y grupos sociales antes que en otros. En las sociedades occidentales la estimacién del paisaje esta practicamente generalizada hoy en dia, principalmente a través del inflyjo de deter- minadas actividades intelectuales y artisticas como la pintura, la literatura, la fotografia o el cine, y también por el sentimiento predorninante sobre una naturaleza alterada y disminuida. ° Esta creciente valoracién social del paifaje lo convierte en un recurso econémicg yen un face tor de bienestar © calidad dg wifla e incluso de identidad cultural Todas #tas razones que hacen ‘convergér°eh el concepto de paisaje intereses colectivos sobre la naturaleza y la cultura expli- can que el Consejo de Europa lo haya tomado como objeto de atencién y haya auspiciado la elaboracién de la Convencién Europea del Paisaje (en adelante CEP) que ha entrado en vigor el |° de marzo de 2004. La CEP es un valioso punto de partida, un acue do internacional innovader cuyo desarrollo y aplicacién va a tener repercusiones en diferentes campos de actividad. De la CEP se toman en consideracidn aqui tres de sus contenidos que se valoran como fundameniales: + la definicién de paisaje: + la extensidn de este concepto a la totalidad del territorio: y + la triple actitud de actuacién propuesta de pro- teccidn, gestin y ordenacién del paisaje En rélacién con ellos deben destacarse en primer lugar la claridad y amplitud de la definicién adop- tada; ples incluye una referencia al hecho objeti- vo que és todo paisaje, otra a su aspecto subje- tivo 0 sofjal y una tercera y final a su base causal Por otra parte la extensidn de la condicién de paisaje a fa totalidad del territorio implica una neta superacidn de los planteamientos excepcio- nalistas o Singularistas anteriores. La triple actitud propuestas (proteccidn, gestién y ordenacién) sustenta ana concepcién dinémica del paisaje, intelectuafmente incompatible con planteamien- tos meramente conservacionistas. Actuar con los principig& y criterios establecides por la CEP puede gonvertir en discurso util reflexiones que hasta ace poco permanecian en la ambiguedad y endl terreno de las buenas intenciones. ° * by La‘relacién entre paisaje ¢ infiaesvucturas puede ePesultar particularmente valiosa para expresar y cordenar ideas generales que son necesarias en el momento actual. En primer lugar entre paisaje ¢ infraestructuras existen relaciones insoslayables de cardcter histérico ya que entre ambos hechos se ha producido un largo proceso de interaccién; las infraestructuras han contribuido a la conver sién de los espacios en territorios, tomando muy fen cuenta algunas de sus caracteristicas constitu- tivas diferenciales y pueden ser consideradas, en conjunto y respecto a los espacios humanos 0 territorios, el tercer gran mocificador de los pai- sajes naturales, tras la agricultura y la urbaniza- cidn. Ademés, el aprecio social de las infraestruc turasy su frecuente notoriedad o carécter cons- picuo en el paisaje las convierten en hitos 0 ele- mentos signifcativos del rrismo (Foto 1). CONTRADICCIONES Y SINERGIAS ENTRE PAISAJE E INFRAESTRUCTURAS Los planteamientos sobre realizacién de infraes- tructuras emanados del siglo XVIll y dominantes durante el XIX y la mayor parte del XX, prori- zaron la funcionalidad de las mismas frente a cualquier otra consideracién, José Antonio Fernandez Ordéfez sefalé en 1990 que ‘la dimensi6n funcional de las obras piblicas se ha impuesto a las restantes dimensio- nes, incluso a veces, a la econémica’ Esta concepcidn técnica considera inevitable el impac- to natural, ambien. tal y paisaistico de las grandes obras publicas; plantea- miento que incluso ha trascendido a mentalidad genera. lizada, al inducir la admiracién social por los avances téc- nicos por encima de cualquier otra con- sideracién tera en Escoc Carece de sentido juzgar desde los valores pre- sentes las actuaciones del pasado, pero resulta imprescindible reconocer que el contexto actual es muy diferente al comentado y que no es pro- cedente seguir actuando como si aquel perma- neciera vigente. Es preciso tener en cuenta, ade- més, que el término funcionalidad permite una concepcién abierta de la misma, Varios son los servicios que la toma en conside- racién del paisaje puede prestar en el contexto actual. En primer lugar el paisaje representa un marco general de coherencia territorial en el que se debe insertar cualquier obra publica. La amplitud del concepto paisaje lo convierte en un referente causal de mecanismos y procesos naturales operativo en distintas escalas espacia- les y duraciones, También es un test permanen- temente escrito en el territorio, un palimpsesto de lectura posible que muestra trazas y restos de duenas y malas pricticas, Ademds, por su capacidad para expresar la valoracién. social sobre el territorio, abre las puertas a nuevos procesos de participacién ciudadana hasta ahora poco desarrollados, Foto J. Les inffaestructuras han contnbuido a la conversén de los espace en Incegrada en ef posje) la foto una care El paisaje aporta una dimensidn cultural a los grandes trabajos y obras, quizds ya presente intui- tivamente en algunas infraestructuras realizadas en el pasado, aquellas a las que ahora se les reco- noce un excepcional valor estético (ver Foto 2) El paisaje incorpora la complejidad presente en cada territorio como su principal valor, al singula- vizarlo fisica y emocionalmente. Convierte la intervencién publica en un polemds creativo, en un valioso punto de encuentro entre lo cientifico y lo técnico, entre la sociedad y los organismos a su servicio y entre la naturaleza y la cultura, per- mitiendo, ademés, superar el viejo y largo debate entre la eficacia operativa y la creacidn artistica Para las infraestructuras ya existentes la toma en consideracién del paisaje ahora, mucho después de su ejecucién, puede representar también una buena oportunidad de cualificacién o revaloriza- cin, Concebidas en el pasado como una actua- cidn necesariamente hostil a la naturaleza, han mantenido con frecuencia ese cardcter pese a que el transcurso del tiempo tiende a limar las asperezas de toda cicatriz sobre el terreno (ver Foto 2). 194/195 Integracién ambiental condiciones ambientales y estéticas resullan actualmente imprescindibles para el desarro- llo de nuevas actividades eco- némicas, con frecuencia vincula- das al amplio conjunto de préc- ticas sociales que quedan insufi- centemente recogidas por el ‘término turismo, Para obtener todas las posibles sinergias existentes entre las infraestructuras y el paisaje esta relacién deberia ser analizada tomando como punto de parti- da una clasificacién de aquellas que tome en cuenta su inciden- cia en éste, con independencia de que cada intervencién singu- lar y cada clase de infraestruc- tura (puerto, aeropuertto, canal, carretera, presa, etc.) exige un desarrollo conceptual y meto- dolégico propio sobre su inci- dencia en el territorio, Habria que desarrollar una tipologla de infraestructuras segtin su incidencia en cada uno de los tres cornponentes princi pales contenidos en la defini. cién de la Convencién de Florencia (ecosistémico, histéri- co, perceptivo), pero no existen todavia ni las aportaciones ni el consenso —cientffico-técnico imprescindibles. Una tipologia basica que distinguiera entre las infraestructuras que se empla- zan en un lugar determinado del territorio y aquellas que lo recorren o discurren por él. Foto 2.€l polsee eporta una dimensién culture les grandes obras del pascda como el Arco romano de Bard en Taregona En ellas son hoy necesarias intervenciones recua- lifcadoras, pues con su aspecto € impacto con- tradicen nuevos objetivos de diversificacién fun- cional vigente en multitud de lugares; las buenas En efecto las consecuencias territoriales y paisajsticas de las infraestructuras de uno y otro tipo son conceptualmente muy diferentes; por lo general las in‘raestructuras lineales fragmentan los ecosistemas y establecen marcas visualmente muy niftidas en el paisaje: atraviesan diferentes unidades de paisaje en las que sus repercusiones serdn desiguales, En el mismo sentido convendria cistinguir y desarrollar los métodos de andliss y tratamiento paisaistico propios para infraestruc- turas que se emplazan buscando lugares de baja cota y horizontes © ejes visuales cerrados, con incidencia paisajstica completamente distinta de las que se ubican en puntos culminantes, 0 de las que admiten més flexiblemente distintos plantea- mientos topograficos. Con criterios paisajisticos propios deben tratarse aquellas infraestructuras que ciscurren o podrian discurrir enterradas. También tienen funciones paisaisticas especialmente destacadas las infraes- tructuras disefiadas con el propésito de fjar un limite en la utilzacién del suelo, en ellas un pro- yecto con suficiente dimensién escénica puede reforzar funciones de ordenacién afiadidas a las relacionales. Con estos ejemplos no se ha pretendido articu- lar un enfoque paisajistico para todas las infraes- tructuras, sino Gnicamente mostrar la posibilidad de llevarlo a cabo y de poner en evidencia el valor de una aportacién complementaria de otros enfoques ya existentes, No se trata de convertir el punto de vista paisaiisico en priori- tario, sino de poner de manifiesto sus necesida- des y posibilidades para las cistintas infraestruc- turas, desde su concepcidn hasta su gestign. Para cada intervencién de obra publica en cada una de sus distintas fases, se hace imprescindible una atencién especttca al paisaje, un estudio propio ©, al menos, un capitulo diferenciado. La amplitud del concepto paisaje aconseja que en los estudios basicos o preparatorios se tengan en cuenta los aspectos mas generales del mismo (unidades de paisaje, valoracién espectica de ecosistemas, fraglidad visual) en los planteamien- 40s intermedios como el andlisis de las alternati- vas preseleccionadas pueden tenerse en cuenta, ademés, otros aspectos (imagen de conjunto, valores culturales presentes en el territorio); en los anteproyectos y proyectos intervienen més directamente otros rasgos paisajsticos mas con- cretos (colores, texturas, sluetas, hitos o hechos localizados, propios de las condiciones escénicas de lugares concretos); fnalmente en las medidas correctoras y de funcionamiento © gestién de cada infraestructura el punto de vista paisastico aporta elementos de cualifcacién muy precisos (localzacién de pantallas vegetales, siembra de taludes, tratamiento de desmontes, localizacién de carteleria y dotaciones de seguridad; etc). CARRETERAS Y PAISAJES, UNA GRAN OPORTUNIDAD DE PRESTACIONES MUTUAS Entre carreteras y paisaje hay, en la mayoria de los territorios, un largo proceso de interaccién especialmente significativo. Junto a las roturacio- nes de tierras y los asentamientos, los caminos fran hecho, literalmente, el territorio; en su reco- vrido se aprende a conocerlo y valorarlo, se eli- gen los itinerarios y los lugares de parada tenien- do en cuenta diferentes razones, distancia, pen- diente, faciidad de trénsito en todas las estacio- nes del afio..; pero también disponibilidad de refugio, de sombra o de agua: actitudes que estén en la base de la valoracién social de los espacios yen definitva, del paisa. Durante la marcha el viajero es usuario del cami- no y observador de la escena que desde él se le oftece. Carretera y ferrocarrl (con percepciones diferentes y con frecuencias totales de recorrido muy desiguales actualmente) son los émbitos desde los que la mayoria de las personas ven y pueden apreciar los paisajes cotidianos o excep- cionales. La carretera hace paisaje y el paisaje cua- ica el itinerario de quien se desplaza. En la relacidn entre carretera y paisaje los princ- pales retos actuales consisten en la recuperacién de la dimensidn paisajistica de la movilidad coti- diana y en el correct tratamiento de la movili- dad recreativa con alas intensidades. El incremento ce la movilidad motorzada va a continuar En la estrategia federal dedicada en Suiza al paisaje (Paysaje 2020) se dedica un apar- tado especttico a los transportes y en él se sefia- 196 / 197 Integracién ambiental la que hasta 2015 la movilidad de las personas en dicho pafs aumentard entre un 20 y un 40% y el ‘transporte de mercancias se duplicard, Crecerén con ello la contaminacién, el tempo dedicado a los viajes y la superficie ocupada por las infraes- tructuras; afiadiéndose que la telemética no reduciré la movilidad antes de 2020. En conse- cuencia aumentaré la incidencia territorial de las infraestructuras y su influencia sobre la calidad de vida de las personas. Si esta tendencia se va a hacer realidad en un pais como la Confederacin Helvética, aktamente desarrollado, con gran disponibilidad de infraes- ‘tructuras y extrernadamente cuidadoso con sus paisajes, podemos colegir fécilmente que sus repercusiones serén atin mayores en Espafia, un pais con carencias infraestructurales todavia muy patentes, que necesita mayor ritmo de creci- miento econémico y que apenas ha empezado a esbozar politicas de paisaje en los diferentes niveles de organizacién territorial cel Estado. El paisaje, por su amplitud seméntica o su condi- Gién de concepto abarcador, por la relacién que establece entre naturaleza y cultura, porque para lugares de diferente escala permite establecer un marco general de coherencia y por las oportuni- dades de cualiicacién 0 recualificacién que ofrece en dmbitos concretos, puede ayudar a defnir un nuevo modelo que mejore la interaccién entre los seres humanos y sus espacios de vida Tal es el escenario en el que deben plantearse las relacio- nes entre infraestructuras y paisaje, particularmen- te las carreteras, dotaciones a las que correspon de un peso mayoritario en los flujos sobre el terri- torio, una parte proporcional muy significativa en el conjunto de las inversiones publicas y una alta incidencia en la ordenacién del territorio. En el contexto europeo actual, en los espacios donde habita una parte mayoritaria de la pobla- cién, un altsimo numero de desplazamientos cotidianos (también mayoritarios) se producen sobre in‘raestructuras del transporte y concreta- mente sobre vias urbanas, metropolitanas ¢ inte- rurbanas, En algunos estudios y publicaciones se ha empleado la expresién movilidad obligada para referirse a los desplazamientos laborales darios, es pregiso recordar ante este epiteto que en las ikimas décadas han desaparecido 0 siguen cisri- nuyegdo aspectos penosos del trabajo (esfuerzo fisicor insalubridad, inseguridad..) aunque en genefal esté aumentanco el tiempo dedicado diarigmente al desplazamiento laboral . Divesas causas explican este hecho que formal mente se vincula sobre todo a la formacién de aglomigraciones metropolitanas. Multitud de aspectas de gran interés intervienen en la calidad de vida Ye las personas que realizan diariamente estos viajes; el que acuf y ahora importa se refie- re a la refacidn del viajero con el espacio que recorre cotidianarnente, hecho que adquiere mayor significago en sociedades mas desarrolla- das que han restiglto previamente otras cuestio- nes (alto coste del desplazamiento, confort de los vehiculos, etc.) “* Los efectos ris negativos en'tste sentido se estén producendo en los itinerarios metrapolitanos, de mds reciente aparicién y, obviarnente,iriaog for- malizados en todos los sentidos. La regenera paisajstica de los Ambitos metropolitanos aparece

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