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sabroso, pero no se lo dije para no ofenderla. Tan pronto termin sent algo
raro en el estmago, como una punzada que suba y transformaba en ardor en
el corazn.
-Es un experimento- dijo Caperucita-. Lo llevaba para probarlo con mi
abuelita pero t apareciste primero. Avsame si te mueres.
Y me dej tirado en el camino, quejndome.
As era ella, Caperucita Roja, tan bella y tan perversa. Casi no le perdono
su travesura. Demor mucho para perdonarla: tres das. Volv al camino del
bosque y juro que se alegr de verme.
-La receta funciona- dijo-. Voy a venderla.
Dijo tambin que la acompaara en casa de su abuelita porque
necesitaba de m un favor muy especial. Bat la cola todo el camino. El corazn
me sonaba como una locomotora. Ante la extraeza de Caperucita, expliqu
que estaba en tratamiento para que me instalaran un silenciador.
Corrimos. Tan pronto llegamos a la casa y puls el timbre, me dijo:
-Cmete a la abuela.
Abr tamaos ojos
-Vamos, hazlo ahora que tienes la oportunidad.
No poda creerlo. Le pregunt por qu.
-Es una abuela rica explic-.
Yendo afn de heredar.
No tuve otra salida. Todo el mundo sabe eso. Pero quiero que se sepa
que lo hice por amor.
Caperucita dijo que fue por hambre. La polica se lo crey y anda detrs
de m para abrirme la barriga, sacarme a la abuela, llenarme de piedras y
arrojarme al ro, y que nunca se vuelva a saber de m.
Quiero aclarar otros asuntos ahora que tengo su atencin, seores.
Caperucita dijo que me pusiera las ropas de su abuela y lo hice sin
pensar. No vea muy bien con esos anteojos. La nia me llevo de la mano al
bosque para jugar y all se me escap y empez a pedir auxilio. Por eso me
vieron vestido de abuela. No quera comerme a Caperucita, como ella gritaba.
Tampoco me gusta vestirme de mujer, mis debilidades no llegan hasta all.
Siempre estoy vestido de lobo.
Es su palabra contra la ma. Y quin no le cree a Caperucita? Slo soy el
lobo de la historia.
Aparte de la polica, seores, nadie quiere saber de m.
Ni siquiera Caperucita Roja. Ahora ms que nunca soy el lobo del
bosque, solitario y perdido.
Ahora es una nia muy rica, siempre va en moto o en auto, y es difcil
alcanzarla en mi destartalada bicicleta. Es difcil, intil y peligroso. El otro da
dijo que si la segua molestando hara conmigo un abrigo de piel de lobo y me
ense el resplandor de la navaja. Me da miedo. La creo muy capaz, de cumplir
su promesa