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a dtdeica de Edaardo Pavlovsky, 1969 * Castes, Diego Monies » Eustlo be ctoyety na de La espe Alejandr Actores: Al comenzar ta obra y al levantarse et telén, deben estar en escena EL y ELLA. Estarén sentados en un sillon colocadn Gla derecha del escenario. Estdn en una reunion social, Dete burguesa actual. Los. dem fon invisibles. Los personajes invisibles deben ser 2? 19 hombres y 14 mujeres—. Estos personajes, naturalmente, no se ven, Sdlo deben verse BL y ELLA. ELLA. — Lo estrictamente cierto es que por pura casualidad nos hemos vuelto a encontrar después de tantos aflos. No tions idea de: la alegria que me da este encuentro. la a al una sonrisa y wn movimiento de ELLA.— La verdad es que usted no ha cambiado nada, EL (distraidamente). —St ELLA.— Si 0 no? EL, Si. No. Digo que sf, que no he cambiado nada o, mejor dicho, que he cambiado. {0 no? Perddn, (Nuevo saludo de EL muy cortésmente a oira persona. En este momento alguien le ofrece una fuente con masas que ét toma. Todo esto debe marcarse muy bien con mimica. EL hace como que le ofrece.) gPretiere comer o seguir hablando? ELLA (como si no te hubiera cido).— No me extraia su parecido gon mii primo José. José hace veinte afios se parecia extraor. dinariamente a Ud. (Pausa.) Ahora diria que Ud. se parece extraordinariamente a él. EL.— {No es lo mismo? (Indiferente, come otra masa.) Perd6n. (Saluda,) ELLA.— Podria ser, pero es completamente diferente. EL.— Claro, completamente diferente, ELLA:—En ese caso EL.—En eve caso... (Repite muy distraido.) ELLA.— {En qué caso? (Vivaz.) =L.—No, todavia estoy soltero, semejante paso todavia no me ” animo a dar. (Se rie.) Perdén. (Come otra masa y se lena ELLA.— Pero mi primo José se cas6 y tiene dos hijos. Se aman Buperto y Anibal. (Em este momento el se levanta a buscar algo para tomar. Da unos pasos y choca con alguna de las Yarejas invisibles que deben estar bailando. Se debe discut Hor exageradamente, con gestos y modales adecuados, Se sten a otra vez.) Anibal es muy atractivo, casi ditia sorprenden temente atractivo, muy inteligente, Hubiera sido el mejor in. genlero del barrio de no haberlo ‘aplazado In maestra’ de 1° Inferior. Fue abanderado del colegio, Recuerdo con qué amor Sul madre Je lustraba los botines en ios dias de festa Bh, Tos tengo desprendidos. (Se tos ata.) Perdén. ELLA (eztraftada).— ;Qué es io que ti 2 ELLA (ertrana Q que tiene desprendido? ELLA.— ;Nada tiene desprendido? EL, (confundido).—Deberia tener acaso? A (atrevida).— Es que ustedes los franceses,.. son tan dlis- LA (at a franceses, tan ai EL (ruborizéndose).— Oh, perdén! Bs que estoy solo y no sé ELLA. — Deberia haberme pedido a mf. Yo si sé coser. Oa mi tia Wustaquia, o a Josefina oa Ramira, kin EL — No las cotiozeo bien. No sé ELLA.— No se preocupe, yo tampoco. . Pero me han dicho que son buenas y que... (De repente se queda como sorprendida mirando fijamente a uno de tos personajes invisibles). (Oh, in- crefble! Estaba recién hablando de ‘Tia Eustaquia y esa sehord ue esta alli es completamente diferente de ella. 2. Aue easualidadl Yo tampoco lo habia notado. (Debe haber una Pausd y HL debe hacer un cierto ie exit Pogue pase ‘esto de dolor.) EL, — Nada, tengo colitis. ELLA.—En ese caso deberia tratarse EL.—2y en el otro caso? ELLA.— 2Qué otro caso? L (muy entusiasmado).—E1 caso del cuarto amarillo. No’ leyé en 1 diario? (Come otra masa, se llena ta boea yo puede hablar.) ELLA.— Mejor que trague, (Ze mete dos dedos en la te en nar ta masa) He abe L, (tragando con gran esfuereo),— Grak es : {tragan n elas gDe qué estaba ha ELLA.— ¢De qué estaba hablando? EL, —aN0 lo reouerda? LA.— ah, sf, ahora recuerdo. Le estaba contando del cumple: ‘los de mila Bustaquia, ayer festejo sus doce hos y fon 80 motivo de su casamiento el padre le regalé un hijo. Fue una ceremonia muy linda. Todos los nifios estaban vestidos de blanco. EL. — {Qué barbaridad! ELLA.—Con lo caro que esta actualmente el blanco. ¢Ley6 el diario? Aumenté quince pesos el Kilo. ¥#L.—A mino me preocupa porque estoy a régimen. (Come otras ‘dos masas répidamente.) ELLA (lo mira enternecida).—Es realmente’ usted _un hombre interesante, Jamds olvidaré esta inolvidable velada. #L.— Yo tampoco la olvidaré. ELLA.— De nada. EL.—Gracias. (Silencio, Deben comer répidamente sandwiches ‘pueden ser masas— ai mismo tiempo y al mismo ritmo. EL ritmo debiera ser desparejo: una vee rapidamente, dos veces lentamente, Luego deben comenzar a hablar al mismo tiempo ¥ 4 decir lo mismo.) ELLA y EL.— Seguin las condiciones meteorol6gicas mafiana serd ‘nublado en la mitad izquierda del pais, no as{ en la derecha, ELLA.— jOh!, perd6n. Dijimos lo mismo. (Coqueta.) EL, —No era lo niismo, Usted dijo que segiin las condiciones me- teoroldgicas mafiana seré nublado en la mitad izquierda del pafs, no as{ en 1a derecha, y yo dije que las condiciones me- teoroldgicas indican que seré nublado en la mitad derecha, y no en la izquierda. ELLA.— Ojalé tenga usted razon. EL.— (Por qué? ELLA.— Porque mafiana debo concurrir a un picnic en la mitad fzquierda y no tengo impermeable. EL.— jh! ELLA. — Gracias (Bn este momento debe aparecer en escena como saliendo de entre los invitados, un hombre de bigotes, con rasgos muy masculinos y anchos hombros. Preferentemente corpulento.) ®L.—iOh, qué emocidn! Mi maestra de primero inferior. jSe- flora Eustaguial {No me recuerda? Soy Jorge Ottis, el mejor alumno de su primer grado inferior B, el que le levaba una manzana con gusanos gordos los martes a las 7 y 10. EL DESCONOCIDO.— Oh! Perdén. Usted me confunde. Jamds fui maestra de ningun primer grado inferior B. EL,.— Oh! Disculpe. Es asombrosamente parecido, ELLA.—¢A guién? (A mi tia? : EL DESCONOCIDO;— Slo fui maestra de primero inferior A. (Se sienta entre los dos quedando los tres muy apretados. Hay espacio en el sillén como para que se sienten cdmoda. ‘mente, Estin apretadisimos, Se mueven oscilando como si es- tuviesen en un colectivo.) at ELLA. — Ese Ee ese Puede viajar ast Bh DESCONG asaltan, sofPoz £50 Siempre viajo en taxi, (BL DEScon¢ 3 zoe C2 de Siempre los ju here Dasa? yo pie a ELLA, icetines rojos, ELLA.— Mi madre ie tambi EL.— (Era vigilante? "i Bia Sey, AN, Feta in eatin Bria ay a EL DESCONOcIDO, —iAht (ELLA fedog) ? 8 deben mirar « 1, DESCONOCIDO cy EL.— ¢Hablé usted? ee ELLA, — cHabio usted? EL DESCONOcIDO. — ¢Hablo ELLA.-— Diga algo usted. ee 8 EL DESCONOCIDO. — Diga algo usted. EL. — Algo. ELLA. — Yo? EL DESCONOCIDO. — ¢Yo? EL. — (Yo? ELLA.— gai? EL DESCONOCIDO, — ;Mi? EL, — {Viva la Patri (Deven aptaudir posicion habitual ELLA.—No puedo habl EL DESCONOCIDO. — ¥ #L.— ¢¥ por qué no habla? ELLA.—¥ por qué no habla? EL DESCONOCIDO. — No puedo hablar. EL.— Yo si puedo hablar, ELLA.— Yo si puedo hab ar. EL DESCONOCIDO. — ¢¥ por qué no habla? £L.—No puedo hablar. ELLA, — Todos los hombres fon iguales. EL DESCONOCIDO.— ¢Todos los hombres? EL.— Son iguales? ELLA.— Estoy angustiado. Estoy sofocada. EL DESCONOCIDO. — Al revés. EL.— tres durante tres segundos, volwiendo a la puedo hablar. derecho, icio, Deben beber los tres al mismo tiempo en Jorma ritmiea). LOS TRES.—Realice en forma sistematica las diversas tareas que se le presenten ineludiblemente todas las mafianas. No las deje amontonar descuide. ELLA.— jQué casualidad! EL DESCONOCIDO. — iQué casualidad! HL. — {Qué casualidad qué? ELLA.—Otra vez hablamos al mismo tiempo y dijimos lo mismo. EL.—Absurdo, yo no dije: “Realice en forma sistemdtica las iversas tareas que se le presenten inel mafians las deje amontonar ni Ins descuid os de meti deben ser {QUE Se OO? ELLA.—Lo que dije yo, 30 no? EL.— iQué ai ELLA (muy ¢ menos. tiomp EL DESCONOCIDO. ELLA y EL (asombradisimos).—¢¥ qué ° EL _DESCONOCIDO. — Nada. z Anse Tipeniet ELLA.— No se oyé nada? EL DESCONOCIDO,—No, se oy6 nada EL.— {Se oy6 algo? ELLA “Nose oyé nada. (Pausa.) Estoy angustiada EL DESCONOCIDO.— Deberiamos preguatar- HL.— 7A quien? (En estos momentos debe entrar una seiora de unos se afios con un gato de jugu gusto con un sombrero muy tama ELLA, — Preguntémosle a ese sefior EL DESCONOCIDO,— Seftor, Zoy6 algo? LA SENORA.— :@ué? ¥L.—Lo que habidbamos, LA’ SENORA.—Perfectamente. Justamente me llamé podeross: mente la atencién que habiasen de politica, Es tan peligroso. (Se sienta a la derecha de ELLA. Estén los cuatro. muy apretados.) EL DESCONOCIDO. — ,Qué se oy6? LA SENORA.—Lo de Fidel Castro. ELLA (asombradisima),— Fidel Castro? EL.— ¢Fidel Castro? EL DESCONOCIDO.— Fidel Castro? Ex SENORA (asombradisina).— Fidel Castro? Ah sf, 10.70 ierdo_ perfectamente. Ustedes dijeron al. mismo Fidel Castro es un barbudo. 7 am — ELLA. {Oh! ELL. jh! EL DESCONOCIDO.— jon! LA SENORA.— ©, pero sin hache EL.—Mentira, yo no dije eso. ELLA — Yo tampoco, EL DESCONOCIDO.— Yo también, EL.— Yo dije que Fi Castro era rojo. ELLA, — Yo dije que Fidel Castro era. amarillo, EL DESCONOCIDO.—Yo dije que. Fidel Castro era verde. LA SERORA.— Yo dije que Fidel Castro era rojo. ELLA.— Ah, pero entonces fue usted. LA SERORA.— Si, ful yo. EL DESCONOCIDO.— Claro que fui yo. EL. —Deberia darles vergiienza LA SENORA.— Les voy a contar un cuento. ¥ colorin colorado este cuenio se ha acabado. EL DESCONOCIDO.— Increible. ELLA, — Inoreible 84 EL,.— Cretble. LA SENORA.— {Otro cuento? EL DESCONOCIDO. — Si, si, por favor. (Entusiasmado.) ELLA (entusiasmada).— Si, si, por favor. EL,—No, no, por favor. LA SENORA.—Como quieran: clasifiquenlas, agripenlas por ‘categorias y decidan el dia que ms les conviene dedicarse a ellas. ELLA.— cA nosotros? EL DESCONOCIDO.—;A nosotros? EL.—A mi. LA SENORA.—No, a mamé, a mi hermana menor y a mi primo ‘Jorge que ayer'no se operé de apendicitis. EL DESCONOCIDO, — Qué casualidad! No lo conozco. (Pausa.) iCémo habré sufrido! HL.— Yo. tambi LA SENORA.— También se llama José, EL DESCONOCIDO.— ;Fuma usted? LA SENORA.—No, todavia no. Prefiero chupete. (Saca un enorme chupete que se pone en la boca y dice en voz alta, tomando el chupete con la mano izquierda.) Ser o no ser. Vamos Luerecia. (Se leva el gato. Al retirarse debe hacer que se roza con los bailando y hace algunos saludos.) EL DESCONOCIDO.— {Por qué se fue? ELLA.—No se fue. EL. {No se fue? EL DESCONOCIDO.— Si se fue. ELLA.— {Qué es fue? EL.— ¢Fuefuefue? En mis treint jabra fue. Es bonita, eh? Efewe. Efe-ue. ELLA.—Cémo, efeue? ;Bieue? ,Cémo? Qué angustia. Estoy sofoctda, Nunca imaginé que Se pudiera pensar tanto en las letras que forman las palabras. Si yo digo fideo, no pienso en efeideeo, pienso en la comida fideos, no en las letras. EL DESCONOCIDO /aislado). A mi también me gusta Ia sopa de letras. EL.—Yo estoy a régimen, por eso pienso en las letras y no ‘en Ia comida. Asi, cuando tengo ganas de comer una torta Ge frutillas no piénso en una torta de frutillas sino en las Jetras. Ast como las letras y no engordo. Es por prescrip: cién médica. ELLA.— Qué horror! i EL DESCONOCIDO,— |Qué horror! Comerse una prescripeién ‘médica. wwitados que estd) afios nunca pensé en la pa- 85 EL.— Debe usted ir a visiterlo, Hs el mejor dietista de todo el pais. ELLA.— ,Quién, su médico? ,Qué direccién tiene? EL.— Ya es tarde, ELLA, — :Tarde? EL DESCONOCIDO.— Tarde? Me voy. (Intenta pararse y 1. lo detiene tomandole de un braz0.) HL.—No, no se vaya usted, mi buen sombrero, digo que es tarde para ver a mi médico. (Conmovido,) Mund pasado mafana en un accidente. Un tren atropellé su auto. Menos mal que él pudo saltar a tiempo y salvarse ELLA, — Pobre, EL DESCONOCIDO, — Rico. (Los tres deben comer al mismo tiempo mente. De pronto tos tres deben al que sigue:) LOS TRES.— Hay mucha gente, gn? (EI tono deve ser muy logrado, deben tratar de no superponerse hablando.) LOS TRES,— Qué casualidad, qué casualidad! (Pausa.) LOS TRES.— ;Quién habla, usted 0 yo? (EL DESCONOCIDO, que debe estar en el medio, no debe mirarlos, debe mirar hacia adelante. BL y ELLA se deben mirar eatrafiados, Es- tén_conjusos. LOS TRES.—C: ar ritmica- tiempo 10 jense. (Pause) Quiero decnes una cose. For nine, ‘No. puedo mis. Quien habla, CE DESCONOCIDO debe estormudar tres oben seguidae) 108 free seta 108 TRES— Gres 10S TRIES — Bets chaleco es una de Jas prondas,indispenesbies 108 TEs ae San ee eee, Oran RE Lat LG ‘ty hablar a ustedes dos, {Pausa "Deven comes ioe oe Ae ‘micamente.) Log THES Olan, i 10s Tas’ — casi Tos tous. — St a mr 108 TRIES. — Bicno" habs LOSoey CRE aa Sear neeeeee aes 108 TREG" Gracias por Io 108 THES — Deva 63 bostead ios debe trtertutp Pear aan ert rats suse EL.—Qué mal chi: ita. Esos chistes no se deben ha- zada, deven bostezar y en pleno ina explosion, Temblarén como 86 EL DESCONOCIDO.— ;Fue un chiste 0 una bomba?* EL.— {¥ no es lo mismo? No le da vergiienza hacerse la des. entendida. (Jndignado.) {Quién iba a suponer que usted era anarquista! ELLA, —Yo no puse ninguna bomba. EL DESCONOCIDO.— De crema? EL,—Es lo mismo. De todos modos esas cosas no se deben ‘hacer. Por lo menos nos debia haber prevenido. EL DESCONOCIDO.—La politica debe dejarse a un lado, total- ‘mente a un lado, EL, — (De qué lado? EL DESCONOCIDO.—A Ia derecha, a unos treinta metros de Ja. estacion. ELLA,—-Ustedes no me hubieran entendido jamds. (Con tono meiancolico.) Por eso nu les avisé. Jamés hubieran acep- tado ser amigos mios si yo les hubiera dicho la verdad. KL y EL DESCONOCIDO /senienciosos).—La verdad es siem- pre la verdad. ELLA. —Lamentablemente la vida es asi, cuesta mucho hablar 'y Ser escuchada, Algo pasa con Ia gente. ¢Por qué no nos entendemos? {Por qué yo no le entiendo a usted y usted no me entiende a mi? (Con tono amargo.) EL.— Porque usted habla en franeés y yo en inglés. EL DESCONOCIDO.—Hubieran avisido, yo s6l0 hablo el es- pafiol, Con razon no entiendo nada. ELLA,—De todos modos no nos entenderiamos aunque habla- semos el mismo idioma. Algo pasa con la gente. ,Creen ustedes que se entienden, por ejemplo, todos los que estén en esta reunién? En esta amable reunion. Miren esa pare: ja. (Los tres deben mirar hacia una de jas parejas invi bles.) ¢Hardn algtin esfuerzo por entenderse? ¢Por co prenderse? L.—Yo no puedo hacer esfuerzos porque tengo una hernia ‘inguinal. Me lo prohibis el médico. EL _DESCONOCIDO,— {Cudl? {EI que murié mahana a la ma: fiana? EL. —No, el hermano, ELLA. —Algo pasa con Ja gente. Algo pasa con las palabras. ‘Decimos palabras y las palabras no nos unen, nos sepa: Tan. Las palabras forman puentes que nos separan. EL DESCONOCIDO.— BI puente de Waterloo. Yo vi esa pelicula ‘con mi novio. EL.—Yo también EL DESCONOCIDO. /celoso).— {Con mi novio? BL (con miedo a la reaccién de EL DESCONOCIDO).—No, sin mi hermano. ELLA (intrigada. Debe hablar como indiferente al didlogo de 87 ela) = ‘ Shee ae qué decimos tantas Dalabras? zPara qué Beg ite? Mejor “09 hablar solo oe pe ce, esccoamniptes abs, S'la, Mle _PESCONOCIDO /eormoelio ¥ mirindola),—No ag ak cn poe comienza un curso acelerade de ft yiaes le inalizar vamos a poder entendernos, rata oe inas®ftmien studies anede Oot tema) ke may ELLA.—Gractas, mucha y muchas gracias, amigos mios tena So tradezco. "Da alegria "ver quo voce he use. buena como uste oem o odes, Pero ‘me temo que ya sea dentee EL DESCONOCIDO. — ciert a He SR ian El 'SCO! LA queda Fegan mientras BL y EL DESCONOCIDO oem Daa m de que empiezan a entenderse EL. — gNo tiene enon? EL DESCONGCISO. Nunca tave, EL,— ¢¥ donde va a dormir? } EL DESCONOCIDO.—-No derma EL (absorio).— vai se cat EL DESCONOCIDO, “ae ferent, BL NO 20 pucde ser. .— Po: rque YO me liamo Jorge Ottis, TELON RAPIDO PROPUESTAS DE TRABAJO fades y Ia singularidad de jo —ademds de la repre: jon al teatro~ de los concepios de la Intro ia, que permitira valiosos co: in, que © luna propuesta centrada duecién respecto al. teatro y_conelusiones. Resulta paraddjico res de las _vanguardii 1838, escrito por més que_un espacio ir en un libro destinado a reunit los auto- jatrales més renoyadoras, un texto que data fensayista argentino que no concedia al teatro lgmico en donde Jas ideas se encarnaban. Se a te El Gigante Amapolas y sus formidables enemigos 0 sea fastos Mammdficos de una guerra memorable, de Juan Bautista Alberdi. Pero Como todo dramaturgo es un buscador de futuro, en la mente Iicida ‘yista surgieron, a contrapelo de sus contemporéneos, modos Je que asombran hoy dis por su modernidad y por su efiew cia teatral, Recordemos que Alberdi es contemporéneo de Juan Cruz Varela, te el drama en verso, de tema clésico y soporifero como Dido de la que se refan Jos roménticos como Marmol en Amalia; el Teatro de vanguardia de su época era el drama en verso roméntico, que fembiéa se nos antoja irtemediablemente envejecido y convencional (EI Pocta ¥ el Cruzado, del propio Mérmol), donde lo que se busca es una faccidn bien armadas y con un héroe acosado por un destino melo- dramatico, ‘En cambio Alberdi, enfrentado a un exilio politico, lanza sus dar dos no solo contra Rosas sino también contra sus adversarios y en su Gin por crear una literatura til a la sociedad, alertante frente a les fractones politico-sociales no s6lo de su presente, sino también de su ‘chin, eacribe una farsa limitada en cuanto & los elementos teatra- joca, pero que parece preanunciar a Jarry y los suyos. EI visionario del Crimen de la guerra y Bases, crea en el Gigante ‘Amapotas recurses draméticos de avanzada, tan fuera de época que fas Iteraturas practicamente lo ignoran. Es que en esta farsa surgen elementos del actual teatro de vanguardia, como por ejemplo, el uso de la deshumanizacién del protagonista, los nombres de los generales a”

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