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El hombre y la naturaleza en el Renacimiento por ALLEN G. DEBUS Traduccién de SeRGi0 Luco REDON COHPANIA DE JESUS JUNIORADO — BIBLIOTECA CONACYT FONDO DE CULTURA ECONOMICA ‘Msxico Peimeracicin em inglés, 1978 Primera edict en espatcl, 1985 Thimera reimpredsn, 1986 ste libco se publica con patzocinio det ‘Consejo Nacional de Ciencia y Teenologis ‘iolo rignal Man ond Nature iq the Renaisance et ote, Cambuidge Univesity Press, Cambridge ISBN '0-521-29526-6 1. R.© 1985, FONDO DE GULTURAECONOMICA, S.A. de CV, Ri Nicka Universidad 9755 05100 Mexico, DF ISBN 9681618235 Tmpreso en México ‘A.C MADRE Y 8 MI PADRE unos, con tuvo tema los que VI. NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA Ex xvi fue um sigio de paradojas, Fue un periodo de profunda veneracién por Ia autoridad de los antiguos, veneracién que estimulé a algunos de Jos més renombrados eruditos de la época. El humanismo ‘cientifico tiene tal vez sus mejores re- presentantes en Peuerbach y el Regiomontano en Ja astronomfa, y Linacre y Guinter de Andemach en la medicina. La obra de Copérnico y Vesalio sencillamente no podria entenderse fuera de un contexto tolemaico o galénico, Y, todavia un si slo después, William Harvey se consideraba aris. totélico y proclamaba su deuda con Galeno. No obstante, para esac grandés figuras de le Revo. lucién cientifica el respeto y la admiracién por os antiguos no exclufa su rectificacién, Esta ca- racteristica del humanismo dio origen a un cau- dal cada vez més abundante de adiciones y en- miendas que, andando el tiempo, habrian de hundir y derrocar a aquellas autoridades que la nueva obra pretendia sostener. Pero ese nuevo cimulo de informacién proce: dia también de una’ fuente menos idénea. Bl humanismo renacentista no sélo habia fesucitado Ja autoridad de Ptolomeo y Galeno, sino asimis- mo Ja de Hermes Trismegisto, Con el Corpus hermeticum habia surgido una nueva veneracién por Ja alguimia, la magia natural y la astrologia, ¥ si una de Jas tendencias del humanismo habia fomentado un retomno al estudio de las princi 81 18 NUEVOS musTODOS Y UNA NUEVA CIENCIA iad Sortientes cientificas y médicas del hele. Priva tia Preconlzaba la recuperacién de la logia que presumiblemente habia. co- i ¥ sus seguidores no inspiraba rrgsontlanza a Jos hermétices, La reread se or nit, Sostenfan, solamente podia encontrar. tas mp 0s esetites de aquellos magos y alquimis. ctemetttiores que hablan percibido las verdades de Pa impltcitas en sus esfuerzos, En el caso Sotia gab”, Pata arribar a una verdadera filo autordeg eaturtleza era menester destruir Ja coneutt de tos antiguos y remplazarla con el fe mauniento divino que podia obtenerse median. parte eit? investizacién —inspirada en gran Bios, 8 Quimica del universo creado por homes S72, si bien Ia obra de muchos astré- i taoig maa y fis det Renacimionto = Jos autores helenisticos del periodo ARCNE de Aristtsles a Ptolomeo y Galen pare nue Posibllidad de alcanzar la verdad se halla: ve Tmo’ una derrota total de Jn clencia de latent (6 G8€ algunos seconocien el valor era cade yt 288 aitiguos, al finalizar el siglo xv2 faran et 40% Inds comin que los eruditos ‘pen. Sie peyton de uma nueva filosofie, Ya en tear? RAMUS Tabla sostenido ia tesis de -i° que declara Aristételes... es fal atlos posteriores habria de dedicar sus [piucr2s al desarrollo de un nuevo sis- fica que iba a tener una gran influen- obra que iba dirigida contra los eimien. mos del escolasticismo. Y¥ ya hemos tema de cia un, tos mis 7 NUEVOS MiPODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 183 visto oémo, a fines de ese siglo, Bernardino Te- Iesio impugnaba el aristotelismo medieval en su academia de Cosenza. Insistia en que, en lugar de repetir meramente a Aristételes, debfan em- prenderse nuevos estudios de la naturaleza como una base para fundar el conocimiento, Hemos visto también que el estudio del imén era para William Gilbert Ia base de una explicacién del sistema del mundo. Gilbert estaba plenamente consciente de a novedad de su obra, la cual era “algo nuevo, casi desconocido hasta [ene tonces]... Por tanto, nosotros no citames para nada ni a los antiguos ni a los griegos en nues- tro apoyo”. Y hasta William Harvey, pese al profundo respeto que sentia por Aristételes y Galen, reconocia: “Aprendo y ensefio enatomia, no de los libros, sino de las disecciones, no de las yusicioues de lus filésutvs, sluw de In fabsies de Ia naturaleza.” ‘Mas, ze6mo se debla proceder? gDebia limiter. se el sabio a recoger, sin discriminar, una mul- titud de nuevos datos, 0 se debia concebir un nuevo plan y un nuevo método de andlisis para fundar una nueva Glosofie de la naturaleza? Har- vey no vefa ningtin inconveniente en resumir Jos Segundos analiticos de Aristételes para orientar 2 bus lectores, pero muchos habrian desaprobe- do su actitud, La gama de ias ideas expuestas en esa época puede ilustrarse con la obra de tres hombres: Bacon y Descartes, quienes expre- samente buscaban una “nueva flosofia”, y Gali leo, cuya metodologia habremos de mostrar me- jor con ayuda de un ejemplo, a 8 4 & a Hy a # 18 NUEVOS MsTODOS Y UNA NUEVA CLENCIA FRancrs: Bacon 1a obra de Francis Bacon ha atrafdo siempre la atencié de Jos historiadores. Canciller de Tee Slaterra, fue el principal arquitecte politics del Programa de Tacobo Ten el Paslamento haste que en 1623 se descubrié que recibia soborne Ha sido sumamente apreciddo por los erithns Literarios por sus Essays y sus obras histéricas, Pero sus mayores esfuerzos estuvieron encant, hados reformar nuestro conociiicato we Ip naturaleza, En efecto, su inconelusa "Gran vee tauracién” ejercié tanta influencia en la seoueds mitad del siglo x00 que, sin exagerar, posrioncs caracterizar a mucha de la labor deserolinds oe tonces por las incipientes sociedades y senteonon sientificas como “baconiana” en espiritn _Fero aunque Bacon fue sefalede por mucho tempo como el abanderado del método induction en la ciencia, recientes investigaciones haa wane to de manifiesto su profunda deada con tions Inesperadas. Versado en la literatura de la magia natural y Ia alguimia, Bacon deploraba ef aac, terio que tradicionalmente habla exvelto « cere temas y sostenia que el verdadero image dten hacer publicos sus descubrimientos. Mis, uae taba, 1a magia natural no es tna préchce octen sino “ciencis que aplica el conoctmiento de Inu formas ocultas a la produccién de opeasenes marwvilloses; y al unir (como dicen) Io ation con lo pasivo revela Tas obras ‘maravilloses ae Je naturaleza”, jCudn semejantes son sus pale ‘bras a las de John Dee 0 Paracelso! NUEVOS METODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 135 Por otra parte, Bacon concordaba con muchos de sus contemporéneos alguimistas y herméticos con respecto a Ia busqueda y posible recupera- cin del conocimiento pristino que habla poseido Adan, Por esta razén, estudiaba detenidamente los miitos de la Antigtiedad, en Ios que veia un vincw: Jo con las tradicioncs humanas més antiguas, Asf, interpretaba alegéricamente la leyenda de Saiumo desde el punto de vista del atomismo de Demécrito y describia la biisqueda funesta de Burfaice por Orfeo como wn simbolo de la pre: mura infructuosa de quienes abandonan Ja expe- rimentacién en su biisqueda del condcimiento. Y el mito de Cupido (Ja materia) se volvia en sus manos un andlisis de los sistemas de los preso- ‘eréticos, fundados en los elementos. La creenéia de Bacon en le sabiduria adénica estaba asociada cou vrs catuctertstica paracel sista, igualmente reconocible: el rechazo absolato de Aristételes. Convencido de que se inauguraba ‘una nueva era histérica, impugnaba el escolasti- scismo por su esterilidad y su empefio en man- fener, a toda costa, Ja autoridad de los textos establecidos en lugar de buscar el indispensable progreso que tan admirablemente se vefa en las artes mecénicas. El culpable era Aristételes, pues éste habia combatido y rechazado la obra de los primeros filésofos, rompiendo asi el iltimo vineu- o con ese conocimiento pristino tan necesario para Ja humanidad. Ademés, habla subordinado Ja ciencia a Ja légica y habla realizado experi mentos con el tinico fin de avalar conclusiones preconcebidas. Y, finalmente, su filosofia habia sido incorporada a la xeligién y utilizada para es SRST 185 | NUBVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA : NUEVOS METODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 187 apoyar a la Iglesia romana, Apenas podia creen S€ que se siguiera dando tanto crédito a la obra de ese hombre y que tan pocas cosas se hubieran descubierto desde su época, 2Qué debfa hacerse? El primer paso era dese. char el corpus griego acumulado junto con sus ms recientes comentarios o, por lo menos, Go. menzar a examinar esas obras sin la ciege reve, yencia que tan a menudo mostraban los escolis. tHeos. Luego, los eruditos debfan comensar 0 integrar un nuevo catélogo de hechos, observa: ciones y experimentos, Todo ello debia haverse con sumo cuidado, pues s6lo hasta que se hubie. se coneluido esa ‘area podrfan abstraerse con relativa facilidad las verdaderas teorias y leyes naturales. Pero en esa empresa debia seguirse un plan de- finido, Para Bacon los empiristas puros eran om. ejantes a Jas hormigas, hombres que no haclan sino acumular vastas colecciones de datos. ‘Los Alésofos no eran mejores y eran comparables a Jas arafias que con su légica, tejfan intrincadas telarafias extraftas de sus propios cuerpos. Los verdaderos cientificos, explicaba, se asemejaban a las abejas, que extraen el néctar de las flores Para transformarlo en miel, til para todos, La hueva filesofia que proponia Bacon seria exper 2ental, pero sus experimentos tendrian que es cogerse con todo cuidado y registrarse con todos sas detalles, Enumerando mis de ciento treinta temas y procesos importantes dignos de examen, Insistia en Je necesidad de contar con un gran agregado de datos clasificados tigurosamente, Para cada uno de ellos habria wna lista de casos |} positivos (donde se presentaba ef fenémeno), una lista de casos negativos (donde estaba ausente) y una lista de grados de comparacién (donde el fenémeno variaba de acuerdo a otros factores). Bacon pensaba que con ayuda de esas listas ini- ciales se podria arribar al conocimiento, exclu- yendo Jas hipétesis improbables y verificando el resto. El concepto de método cientifico de Bacon era esencialmente experimental y cuslitativo y ente- ramente inductivo. Al igual que los paracelsistas, desconfiaba de las matemiticas. Y aunque sos- tenia que In matematica debia aplicarse a la fisica para obtener mejores resultados en Ja investiga- Gién de la naturale, también se quejaba de que solia conducir a excesos y, efective- Seats, sata que los mntemiicos coacnsaben 1 daominar —indebidamente— ese compa Anuncié su obra proyectada en The Advance- ment of Learning (3605). Esta obra serviria de introduccién general a su “Gran restauracién del couoeimiento”, la cual iba a comprender ademas un andlisis exhaustive del método cientifico (el Novum Organum, 1620) y una vasta enciclopedia de conocimientos empiricos y datos experimen: tales cuyo volumen, segiin estimaba, seria seis veces mayor que el de la Historia natural de Plinio. Las secciones finales incluirfan un exe- men de las teorfas cientificas anteriores y contem- poréneas, ademés de la nueva filosofia naturel que habria de surgir de los materiales acumu- U*Gobra deco, el proyecto exe demasiado ambi cioso para que él —o algiin otro— pudiera ni et pears naa 188 NUBVOS M#TODOS Y UNA NUBVA CIENCIA remotamente realizarlo, Y si The Advancement of Learning y el Novum Organum se terminaron, muchas otras secciones ni siquiera se intentaron — existen cuando mucho en forma de materia. les introductorios o secciones breves. Con todo, el suefio de una ciencia surgiendo de una plétora de datos iba a inspirar a muchos autores del sk glo avi que consideraban a Bacon como sa guia, Para muchos de esos "baconianos”, una obra ps, tuma, Sylva silvarum (1627), era su legado mas preciado, AIX podia encontrarse un cimulo de datos ordenados por "siglos”, una mezela de ob. servaciones personales y notas extrafdas de las ands diversas fuentes. E] resultado recuerda extra. Samente a un “libro de los secretos” renacentis. ta, dentro de Ja tradicién de la magia natural, Nin- guna otra obra suya muestra con tanta daridad el cardcter esencialmente impracticahle del imé todo de Bacon. Y, no obstante, ese libro slcareé ho menos de quince ediciones en inglés en el si glo xuit ¢ indujo nada menos que a Robert Boyle a tratar de continuarlo, Puede decirse que la idea que tenfa Bacon de luna nueva ciencia daba muy poca importancie a las mateméticas y demasiada a Ia experimen. tacién. E1 mismo parecia incapaz de valorar co. srectamente la ciencia de su tiempo, Cuestioneba el valor del microscopic y el telescopio, si bien @ menudo mencionaba los descubrimieatos de Galileo expuestos en el Sidereus nuncins, Criti caba a William Gilbert por haber inténtado eri. gir toda une filosofia sobre la base de un tinico endmeno, y rehusaba aceptar el sistema coper. nicano porque en su opinién no habia prucbas NUEVOS MTODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 189 suficientes de Ia revolucién diurna de Ja Tierra. Y¥ aunque impugnaba frecuentemente las obras de Paracelso, cuando intenté construir su propia cosmologia se basé en gran medida en las teorias guimicas en boge, Asi, interpretaba os cielos seqrin la teorfa azufremercurio y relacionaba el movimiento estelar con las propiedades del fue- go celestial. Sin embargo, cuando consideramos al método cientifico de Bacon dentro de todo el contexto intelectual de su época, vemos que estu: vo influido no sélo por el gran descontento que hhabfa a Ja sazén por el uso del método escolts- tico en las ciencias, sino también, y especifica- mente, por Ia magia natural, Ja alquimia y la filosofia quimica paracelsista, Runt Descartms La influencia de Descartes dificilmente fue me- nor que Ia de Bacon. Nuevamente-encontramos cl intento de establecer una filosofia nueva y uni- versal que remplazara a la de Jos antiguos. Edu- cado en un colegio jesuita de reciente fundacién, Descartes relataba después que se bnbia “sentido tan confindido con tantas dudas y errores, qu me parecfa que mis esfuetzos por instruirme no tenfan més efecto que aumentar mi propia igno- rancia”, Quizés no era necesario xeformar todo l conjunto de las ciencias, agregaba, “mas, en cuanto a todas las opiniones que hasta entonces habla abrazado, pensé que 10 mejor que podia hhacer era tratar Ge arrasar con ellas de una vez por todas, de modo que fueran remplazadas mas tarde. ene ies ee a ica 190 NUEVOS MitTODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA En 1618 Descartes abandoné Francia para alis. tarse como oficial ea Ja academia militar del prin. Sipe Mauricio de Nassau. Al afio siguiente, en Alemania, el 10 de noviembre de 1619, mientras se hallaba absorto en profunda meditacién, sofd con una ciencia universal de Ja naturaleza cuyo fundamento serian las mateméticas y el método matemdtico. Su relato del incidente recuerda los suefios tan caracteristicos de Ja literatura alu? mica de la época. Y, de hecho, sabemos que Des. cartes ya estaba enttrado entonces de las refor. mas educacionales y cientificas que proponian es05 escritozes neoparacelsistas que escribian con el nombre de “rosacruces”. Més atin, cuando regres a Paris en 1623, cus amigos expresaron a Descartes su temor de que se hubiese vuelto rosacruz cuando habla estado en el extranjero ctemor que creyd uecesario cesvanecer. A este episodio no se le concede tal vez sino una nota al pie de la pagina en la mayorla de las exposiciones de la obra de Descartes, pero lus. tra una vez més la dificultad a que se enfren. tan Jos historiadores que intentan deslindar de tun modo absoluto Io "racional” de lo “irracio- nal” al referirse a los inicios del siglo xvi. En 1628 Descartes se establecié en Holanda, donde se dedicé a la investigacion, Desde alli manteaia constante correspondencia con sabios de todas partes de Europa, en especial con el padre Marin Mersenne, cuya celda monacal de Paris servia como una especie de centro de infor. macién para los cientificos europeos de ese pe- rodo. En 1633 Descartes se disponfa a publicar su Le monde, pero, al enterarse de que Galileo NUEVOS MBTODOS Y UNA NUEVA CIENCIA 19. habfa sido condenado, suspendié Ia publicacién |; de esa obra debido a su cardcter copernicano, Las principales obras de Descartes no habrian de aparecer sino después. En 1637 publicé su Dis- curso del método, que servia de introducciéa a sus tratados més extensos sobre Didpirica (don- de trataba de Ins lentes, Ia visién y la ley de la refraccién), los Meteoros (que incliia su estudio del arco itis) y Geomeiria (donde exponia su des- arrollo de 12 geometrfa analftica). Tras éstos aparecieron las Meditaciones de prima philoso- phia (1641) y los Principia philosophiae (1644). En 1647 Descartes regres6 a Francia, s6lo para trasladarse a Suecia dos afios més tarde invitado por la reina Cristina, Murié en ese pais en 1650, Descartes comupartia con Bacon el deseo de fundar una nueva filosofia desembarazada de las opiniones antiguas. No obstante, él fue mucho mids lejos que Bacon en su desdén por la tradi- cién, Descartes consideraba imperative desechar por completo todo ef saber anterior y comenzar de nuevo, aceptando como axiométicos tinicamen- te a Dios y la realidad de Ia propia existencia (Cogito, ergo sum). En su concepto, la divinidad era conocida por la mente —en efecto, Ja verdad de Dios, aprehendida de esa manera, era mucho més evidente que cualquier cosa que se pudiera percibir por medio de los ojos. Una vez estar blecido este fundamento, Descartes estaba prepa- rado para deducir de él todo el universo y las leyes que lo regian. Crefa que cada uno de los pasos de ese método, inspirado en la mateméth a, serfa tan cierto como las prucbas de la ge0- ‘metria euclidiana, Por ello, no es de extraflar i 4392 NUEVOS MBTODOS Y UNA NUEVA CIENCIA que taviera tanto éxito en su estudio de la dpti a, el arco iris y la geometria analftica. Estos temas eran esencialmente matematicos y ésa era Ja forma més adecuada de tratarlos. En su cosmologia, Descartes iba de Dios a la materia y el movimiento. Sentfa tal confianza en los resultados a que habia Wegado, que estaba convencido de que, por mumerosos que fueran los distintos universos que hubiesen sido crea. dos, éstos tendrfan que haberse desarrollado a semejanza del nuestro. Estaba satisfecho de que su sistema, esencialmente deductivo, lo hubiese conducido directamente a una confirmacién de los elementos.de la materia, mas, cuando la de- Guccién conducia a una variedad de posibilida: des, consideraba necesario idear experimentos para tomar la decisién definitiva. EI auiversu de Descartes era “mecénico”, y él rechazaba Jas explicaciones vitalistas que priva- ban entre sus contemporéneos. Postulé una can tidad constante de movimiento en el univers éste era inherente a tres clases de particulas de diferente magnitud que correspondfan a los antic guos elementos: la tierra, el aire y el fuego. Las primeras, las mds grandes, explicaban las pro- piedades quimicas y fisicas de la materia. Las segundas, més pequefias y més veloces, podian encontrarse entre los atomos de Ja tierra,’ Final- mente, las particulas del fuego, dotadas de un movimiento muy violento, se hallaban en los ori- ficios que atin pudiesen existir, De esa manera, todo el espacio estaba ocupado, Por consiguien. te, Descartes (siguiendo a Ariswoveles) rechazaba el espacio vacio y la posibilidad de Ia accion a NUEVOS MBTODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 198 distancia, Era el suyo un intento de explicar todas las cosas por medio de vértices o torbelle os de la materia, Las agregaciones locales for- tmaban los planetas y el Sol, ¥ procesos anslogos fenian lugar alrededor de Tas estrellas distantes, EI resultado final era un vasto sistema de vérti- ces con ayuda del cual se explicaba toda la ma- teria del universo (figura VI.1). “La filosofia mecanicista de Descartes, cuando se aplcab al bse y a Bologi, pescind de as fuerzas “vitales” que hablan predominado ante- iormente. Su obra iba a jugar wn papel signifi: “P cativo en el desarrollo de la escuela yatrotisica, Ge fines del siglo xm, Ya hemos visto. su enfo- {que en las “enmiendas” mecénicas que hizo a la teorfa de la cirenlacién de la sangre de Harvey. En su opiniéa, el hombre era la unin de un alma con un cuerpo animal semejante 2 una maquina, yuo tenia ningén reparo en comparar el funcio- Jamiento del cuerpo humano con las obras de ingenievia hidraulica que tan frecuentemente os tentaban los jardines de los ricos al principiar fl siglo xvii Jos nervies de la méquina animal que he des- crito pueden compararse con razén con los th bos de las méquinas de esas fuentes; sus miisculos y tendones con los distintos artefac- tos y resortes que sirven para moverlas; y sus espiritus animales, de Jos cuales el corazén es la fuente y Jos ventriculos del cerebro los de- pésitos, con el agua que mueve a esos artefac tos, Mas atin, la respiracién y otras funciones similares, que son usuales y naturales en. la maquina animal y dependen del flujo de Tos 184 NUEVOS METODOS ¥ UNA NUEVA CIENCTA NUEVOS METODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 195 espiritus, son semejantes a los movimientos de un reloj © un molino, a los cuales el fhajo ordi- nario del agua puede hacer continuos* Por lo tanto, los objetos externos provocaban reaceiones en el cerebro de un modo andlogo al del visitante que penetra en una grata y, al pisar las placas del piso, activa las figuras en exhibi- ion. Asi, el cuerpo humano era concebido como una pieza de maquinaria cuyos reflejos eran con- trolados por un vasto sistema tubular dotado Ge valvulas que se abrian y se cerraban, permi- tiendo que los fiuidos se movieran en distintas direcciones y con diversos propésitos. Descartes iba a ejercer una influencia en la ciencia continental que no habria de declinar hhasta mediados del siglo xvm. Pero si el defecto de la nueva ciencia de Bacon era su exagerado enfasis en la experimentacién, la de Descartes fracasaba a causa de la excesiva importancia que daba a la deduccién. Verdaderamente eficaz s6lo cuando se aplicaba a temas que se prestaban efectivamente al tratamiento matemitico, pocas de las especulaciones cosmolégicas y_biolégi cas de Descartes tuvieron valor perdurable para el futuro desarrollo de Ia ciencia, Gaurtso Gare Pese a su influencia, Bacon y Descartes estaban ligados a metodologias que adolecian de graves 3 La cita de Descartes esté tomada de A. Rupert Hall, Brome Galileo to Newton 163.1720 (Nueva York, Harper & Row, 198), p. 193. 495 NUEVOS MéTODOS ¥ UNA NUEVA crENcrA, deficencias desde el punto de vist dee evista del conti Imoderno, Lo que se eoesitabe més Bien sere verdaders conjuncidn de los procetee maven ¥ deductive, Donde mejor apreciamas case sone rr —"L Una dlscusién del método cient, sino ee demostraciones matendtion ences nientes a dos ciencias nuevas (1638). No necesi- del siglo xv en todos sus deal os sus detalles, No obstance, fl tntamiento que da Galileo al protien ae bre caida de los cuerpo ofrece un ejemio oan lente de su procedinionte metodndocn ajbittend en observant eo oleae ioe Joe fandmone uaturaes Sacre inquirir por sus cau: il aaa Inguhs por sus casas, Galileo rechaen ee ne La presente no pare x I a eden ma a Eee ae ia eth ge arigmurl, a can circundante que se forma tras el ce ca impulsindolo de uaa a otra poste, Ae ‘a bien, todas estas fantasies, y otras semejan. ~ S88 deberion examinarse; pero on Tealiagd oo la pena. Al presente ef propésito de mecsiey autor consiste meramente en investigar snc NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA 157 mostrar algunas de Jas propiedades del movi- miento acelerado (cusiguiera que sea la causa de esa aceleracién) ‘La pregunta fundamental ha cambiado de “:por aué?" a "“ze6mo?" y, obrando ea conformidad, Galileo recurre a uha descripeién matematica de los fendmenos naturales En el curso de su investigacién, Galileo escri- bi6 el equivalente de una monograffa cientiica moderna, Primeramente declaraba su intencién “presentar tna nueva ciencia que versaba sobre tua antiguo tema: el cambio del movimients. Examinando la libre caida de los cuerpos pro- piamente dicha, Galileo observaba que era bien conoeide el hecho de que las cuerpos Se acelers- tan al cacr. Lo que habia que determinar era justamente cémo ocurria esa accleracién, En este punto definga los términos que pensaba utilizar (tales como “movimiento tniforme", “velocidad” y “movimiento uniformemente acelerado"). Se Informaba en seguida al lector que Galileo lim taria oa exposicién a Ia cafda de los cuerpost “"Hlemos decidido considerar el fenémeno de los ccuerpos gue caen con aceleracién tal como oct: re realmente en le naturaleza.” Nétese com distinto es su método al de Bacon, quien habria ounido todos los ejemplos de movimiento antes de determinar las leyes cientificas respectives. ‘Antes de continvar, Galileo introdujo una regia de simplicidad: "gPor qué no he de cxeer que ta Tes inerementos {e velocidad] tienen lugar de un modo extremadamente simple y més bien obvio pata toda el mundo?” Es decir, si los cuerpos se 398 NUEVOS Mm: TODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA aceleran al caer Hibremente, podemos suponer que se aceleran en la forma més simple: uniforme. mente. Ahora parecia imponerse una demostra. cin, y Sagredo, que en el dlidlogo es el amigo de Galileo, admitfa: "No puedo oponer ninguna objecién racional a ésta o, a decir verdad, a nin. guna otra definicién... sin embargo, y sin dnimo de ofender, me permito dudar de que una defi. nicién como la antes enunciada corresponda a y describa esa clase de movimiento acelerado que hallamos en la naturaleza en el caso de los cuer. os que caen libremente." En respuesta, Galileo deducia una serie de teo- xemas necésarios siempre que la libre cafda de los cuerpos fuese realmente un caso de acelera. clén uniforme. Se inclufan las ecuaciones fami. Hares = 1/2 vty s @ t8, donde s era distancia, » velocidad y f tiempo. Se ofreeia una prucba ox perimental con aynda del plano inclinado, el cual permitfa retardar el movimiento descendente de tal suerte que se podian medir tanto la distancia como el tiempo. Empleando una clepsidra para medir el tiempo, Galileo obtavo resultados que sustentaban su formula derivada, sat. Entom ces, ése era un caso de movimiento uniformemen. te acelerado, aun cuando él admitia de buen gra. do que no se trataba de una libre caida, Prosiguiendo, Galileo supuso luego que un cuer- Po que cafa desde lo alto de un plano inclinado aleanzaba Ja misma velocidad que uno que se deslizaba a su largo. Después de presentar argue § Galileo Galilei, Dialogues Concerning Two New Scien get, tad. de Henry Crew y Alfonse de Savio’ (Nuevs York, Dover, 1854), pp. 166, 160 y 162, NUEVOS METODOS Y¥ UNA NUEVA CIENCIA 199 ne eae ere. crete ok ear ie ca 3 onde pate oe ae ee ee ce pe a naa eee ae Se AL O Re ere et attradont mento, Giu’adus huove selonce atone lz mecnica ose riers focal! (Leyéen, 138), Cortesia de The Jos movinctension Library, The Univer of Cease 3 aio NUEVOS MeTODOS Y UNA NUEVA CIENCIA tnvertidos en el escenso a Jo lay fave 0 a Je largo de Ios plana inclinads, esizban en simple proporcidn nes Alturas y que les aedleraciones era inversoreees Droporcionales aloe tempos invertaey na censo. Es decir, 7 fos en hes oh hy pero » @ (aceleracién) ¢ 0 bien, @ r a ats en consecuencia, = = Todo ello conducfa a la conclusién de que Ja Mbre cafda era uniformemonts acelesadd, EI re. sultado, por supuesto, es bisico para la fisica del movimiento, pero agu{ tiene especial interés para nosotros como un ejemplo del método procesal, Galileo primeramente planted el problema y Iuego definis cuidadosamente los términos que pensaba utilizar, Postulé después una: hipdtesis: funda. mental respecto a la libre caida y la aceleracion uniforme, misma que era preciso demostrar, Para ello se verificaron los teoremas que debian ser validos sila Hbre caida era verdaderamente un c#s0 de aceleracién uniforme, Luego se. lev 4S gabe el experimento y se postulé y contirmé ‘Todo lo anterior esté expuiesto en Forma de ~diélogo, con largas digresiones por parte de Jos Participantes. Uno de sus defectos, desde nues. tro punto de vista, es que las demostraciones se NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA 201 ofrecen en forma de experimentos mentales; es decir, se sugieren experimentos sin ninguna prue- Ja importancia de todo ello es que vemos cémo un clentffico investiga én la préctica un proble- ma especifico mediante la constante interaccién | de Ja hipétesis y el experimento, El procedimien- | to sugerido podria aplicarse actualmente. En efecto muchos estudiantes universitarios habran de recordar que el plano inclinado y el péndulo de Galileo se siguen utilizando en Jos laboratories como una introduccién a Ja fisica del movimiento, ‘Bacon y Descartes habfan propuesto la destruc cién de las filosofias antiguas. Nadie podria negar Ja repercusién que ellos tuvieron en el mum do cientifico a fines del siglo xvz, pero es muy probable gue a la larga Js Influencia de Galileu haya sido mayor en el desarrollo del método cien- tifico moderno, Los miembros de la Real Socie- dad de Londres no vacilaron en proclamarse "ba: conianos”, pero su herencia galileana no es menos evidente, ba de que efectivamente se han realizado. Pero \ L i ‘Los EXPERIMENTOS MENTALES, LAS OBSERVACTONES ‘Y LA TEORIA ATOMISTA El estudio que habia hecho Galileo de la libre caida de Jos cuerpos implicaba dos experimentos fundamentales: el del pland inclinado y el del péndulo. Sin embargo, tal como se presentabe al lector, la obra de Galileo ponfa mas énfasis en Ja Jégica de las conclusiones que en su base ex perimental. For consiguiente, los versados en Ja ee obra galileana han discutido ampliamente si Ga- Jileo efectué realmente esos experimentos, Si bien no podemos demorarnos en esta cuestién, cabe decir que el propio Galileo se expuso ciara” mente a la ctitica, critica que es evidente en su examen del movimiento de la Tierra. Una pre- gunta que frecventemente se hacfa al respecto cera la siguiente: ¢dénde eaeria una piedra dejada caer desde el mistil de un barco que navegara velozmente? Si el barco estaba anclado, era obvio que Ja piedra caeria en linea paralela al mistil; mas, si se hallaba en movimiento, habia razén para suponer que Ja piedra caerfa tras y Iejos Gel méstil, puesto que el barco habria avanzado Gurante el tiempo transcurrido en la caida, Este problema interesaba hondamente tanto a los aris- totélicos como a int copernieance, ya que amiboa bandos vefan en ese ejemplo una posible analogia con Ja Tierra en movimiento, Valiéndose del tér- mino medieval impetus, Galileo declaré categéri camente que, aun cuando e) barco se hallara en movimiento, Ia piedra caeria paralelamente al ‘méstil, explieando que la piedra participaria del fmpetu que impulsaba al barco hacia adelante. En el didlogo, Simplicio, el porravoz del aristote lismo, replicaba: "No sélo no has hecho cien pruebas de ello, ni siqulera has hecho una”, De acuerdo, contestaba el representante de Galileo, “estoy seguro, sin necesidad de ningin experimen to, de que el hecho seria tal como te he dicho; ues asi debe ser", La conclusién puede haber Sido correcta, pero en 1638 ese argumento no era del todo convincente, El estudio del movimiento local no sélo estaba relacionado con el destino de} sistema copern cano, sino asimismo con el resurgimiento de la ‘teoria atomista, Al examinar el movimiento, Aris- tdteles habia supuesto que la velocidad era inver- samente proporcional a la resistencia del medio. Por lo mismo, en el caso del vacto (donde no habria resistencia), un mévil podria alcanzar una velocidad infinita. Ello era inconcebible y, en con- secuencia, “la naturaleza aborrecfa el vacio". Y puesto que el vacio era imposible, también era necesario rechazar las explicaciones atomistas propuestas por los filésofos presocraticos. Aristételes también habia sugerido que Jos cuer- pos de diferente peso se rmovian en el mismo me velocidades que estaban en la misma n que sus respectivos pesos. Para quien bubiese observado a los objetos caer dentro de Jos liquidos y los aceites —o una piedra y una pluma dejados caer simulténeamente en el aire— ésa parecia ser ciertamente Ja respuesta mds ape gada al sentido comin, Mas, ¢qué ocurrirfa en fe} vacio, suponiendo que éste se pudiera produ- cir? Galileo sefialaba que mientras menos denso fuera el medio, més aproximadas serian Jas velo- cidades de los cuerpos al caer, sin importar su peso. Por lo tanto, argumentaba, en el yacio to- dos los cuerpos caerfan con la misma velocidad. Consecuentemente, 1a discusion de las velocida- des relativas de los objetos de distinto peso al caer, estaba asociada a la cuestién de la existen- cia del vacio y, lo que era atin més importante, a la posibilidad de que la composicién de la ma- teria fuese atémica, a En Ja busqueda de una filosoffa mecanicista, 201 NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA aivoreiaa de concepeonesvtalstasy teoigiea Se comprende que resitars etraca ton cane caciéa naturalist de los fendminos que steno Sxclstoamente al tamano, forma y Spowniens de las particles, Homos mesdonsde oat tema anterior de Descartes besdo co at paring les; pero, por ciferees rasones owbtlee too habia rehazado ln posbided del vases oe extrao que pares, al pincplar fig Per fasta losalguimisas recuran’s aoe ee a stomismo y also en su explensiones Pee sera le creenia de Galileo ep una extucia te, mica ee Rea ¥ la existencia del vacio la due ms hia de afr sobre el pareve tien, Evangelista Toca (ISOS), wae ¥ diselplo de Glico, desrbie el burden Ie Znereurio poco despudede In muerte dere nace tbo. Postelorment; al extudo del gee ce formaba en el extremo superior de ese tubo dedi- carlan muchas horas Jos miembros dele Acco mln del Cimeota Borentina, en las dScades ee mes del siglo a0 En Alemania, Orta nen Guericke (1602-1686) construyé su maquina nea rtica y eb 1657 demostrd gus efectos en log Temlsfrios de Magdeburgo, Y en cos ison Se cada Robert Boyle encargss Robert Hooke (168s, 1703) ei aieto Go una Bombe neunstion cos a fn de realizar experbmento i uaa los ue ore cetis s explicar con areglo' un oaae oe pesca, Obviamente, la discasién dl vaco de Gali tubie conducio lnvestigsiones expenieenee Jes que contimaban sue conclustones ber fale remot la mlsmna comprensign dole nested oo [NUEVOS M#'TODOS ¥ UNA NUEVA CIENCIA 208 contar con pruebas experimentales si regresamos al experimento del barco. El del barco habia sido uno, de Jos argumentos més poderosos esgrimi- dos por los opositores de Copérnico, y, aunque Galileo habfa refutado el argumento aristotélico de éstos, ciertamente no habia efecteado ningin experimento para demostrar su tesis. La exposi= cidn de Galileo habfa aparecido en 1632 en su Diélogo sobre tos dos sistemas principales det mundo, Antes de que se publicara esta obra habia hecho circular su manuscrito, y es evidente, por Ja correspondencia resultante, que entre Jos mds interesados se encontraban Mersenne y Gassendi. Inmediatamente, en 1633, Mersenne traté de de- terminar la velocidad de las piedras dejadas caer desde Ja torre de una catedral, Mas, seriamente interesada también en el experimento del Barco, escribié a un amigo que a,menudo cruzaba el canal de la Mancha. En 1634, durante una de sus travesias, el corresponsal de Mersenne consignié que un marinero trepara al méstil y dejara caer piedras, Los resultados confirmaren Ja tesis de Galileo, pues las piedras cayeron al pie del més- ‘il, Pero la obra donde se consignaba el hecho no fue publicada, y fue Gassendi quien intenté después el experimento del barco. Convencido de su importancia, decidié realizarlo pitblicamente para que no cupieran dudas acerca de los resul tados, Encontré un patrocinador en el nuevo'go- bernador de la Provenza, quien se interesaba en las ciencias. Gassendi planeé una serie de pruebas comple. jas sugeridas por Galileo, las que Hevé a cabo en octubre de 1640, Hombres a caballo y en ca \ 206 NUEVOS MitTODOS Y UNA NUEVA CIENCIA Tots arajron pide lie y oe nn Piedras unos a ottes, y se observa cue toe ovine tnsrsaac fe geal Gescubrié que los objetos dejadas caer desde iss Gatto» gap cass St Se St pun de wat ttc, Bay la Sede Sal anton Ip etic ests 3088 Fe leo, pero las demostraciones mas espectaculares Sion lege dude eet Smite velosnd, oe ameetaes eamn que Ja piedra se dejara caer desde el’ méstil, © gue fuse lazads hacia ants, cameos Popa Al amie fo rotate et ain Ta Slotad et tar aca Sesame or tec eens es HSgue lor poate een, tae lime como slat une fee a ae extn peut slr pra cee ot como Jo habia hecho €] a bordo del trirreme, | NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA 201 tun ambiente muy distinto del que habia en sus afios iniciales. Con Bacon, Descartes y Galileo, Id critica de Aristételes y 1a tradicién escoldstica se habfa vuelto mucho mds refinada, Y, aungue podriamos sefialar deficiencias en sus resultados y en-sus métodos, es evidente que sus conside- Faciones acerca de la necesidad de fundar una nueva ciencia, la funcién del experimento, el uso apropiado de las matemsticas y la conjuncién de los métodes inductivo y deductive para arribar a nuevos descubrimientos, afectaron directa y dra- méticamente el desarrollo de Ja ciencia, Su estudio del movimiento local convierte in- discutiblemente a Galileo en una figura capital para el surgimiento de la ciencia moderna, no sélo por su metodologia, sino por Jas repercusio~ nes de su obra, Habfa impugaado un aspecto fundamental de la Slesofia natural aristotéliea y desarrollado en su lugar una nueva ciencia del movimiento, fundada rigurosamente en la expe- rimentacién y las consecuencias que podian de- rivarse de su evidencia. Por otro lado, su recha- 2 del movimiento local aristotélico haba abierto una vez més la posibilidad de una concepeién atomista de Ja materia. Era éste un resultado sumamente favorable para los que rechazaban tanto las explicaciones vitalistas como las mist cas. En efecto, las explicaciones corpusculares y atomistas iban'a ser parte integral de la filosofia mecanicista, Se comprende que fuera un sacer- dote, Pierre Gassendi, quien se diera a la tarea de borrar el estigma del atefsmo que pervivia ‘como un vestigio de los antiguos textos atomistas. El historiador podria contentarse facilmente 2M NUEVOS METODOS Y UNA NUEVA CIENCIA com naar Ie. gradual deminucl i : ouelén que eu aulordad de Atsitels en el case Sg No otstani, esa resefa no caserginn eo Sm Gl ambiente intelectual de ee parte ere Auattetes scrva de chivo amphi’ Sagi autores, el examen de muchor ene fs ae revels frectentemente tn iter noe net fences gjnss a eccastias Se aoe lo perder del cps tesanigees quimicos eran ms pelgrosos que ne a decadentes de los antigues, y'a cate oration. habremos de eferimnors soadncase, ‘VIL. LA NUEVA FILOSOFIA, UN DEBATE QUIMICO EL ESTILo, el brillo y la influencia de Bacon, Des- cartes y Galileo pueden indueir al historiador mo- derno a la creencia de que las extravagancias de. Jos misticos y Jos magos eran cosa del pasedo al iniciarse ei siglo xvr, Y es verdad que en las primeras décadas. del nuevo siglo muchos reco- nocfan la necesidad de fundar una nueva ciencia que remplazara a la de Ins escuelas, Pero, supo- ner que los suefios de una “nueva filosofia” eran exclusives de los mecanicistas, seria apartarse de- masiado de la verdad, Basta,con que regresemos 2 Jos filésofos quimicos 0 leames las uluplis vie tificas del siglo xv para que encontremos des- cripciones de una “nueva ciencia” muy alejada de In de los filésofos mecanicistas, La nueva Atlén- tida de Bacon es el ejemplo mas célebre de esas utopias, pero otras, como las de Tommaso Cam- panella (1568-1639) y Johann Valentin Andreae (1586-1654), reflejan ‘temas herméticos en sus re- piiblicas ideales. No menos interesante es el ma- nifiesto rosacruz, donde explicitamente se pro- ponian reformas paracelsistas en ia ciencia, Ia educacién y la medicina. Y, estrechamente rela- cionadas con Jas anteriores, las obras de Robert Fludd y Jean Baptiste van Helmont (1579-1644) son sumamente interesantes por su evaluacién del ambiente intelectual de la época, desde el pun- to de vista del quimico y del médico. La reac- eién que provecaron sus obras en los mecanicis- 209

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