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vit Federalismo y liberalismo 1824-1829 Los eventos: 1824-1829 EL Congreso que se reunis en noviembre de 1824 para desmantelar la Cons- titucién de Egaia pronto entregé al pais un cuadro deprimente de resultados totalmente neg ica de Egafa fue enterrada formal- mente, pero lo tuosas discusiones sobre procedimientos que tenfan muy poca relevancia para Ja situaci6n nacional. El nuevo eénsul britinico, C.R, Nugent, informs a su go- bierno, en febrero de 1825, que el Congreso habfa dilapidado su tiempo “en Director Supremo dela naci6n, deseribié su cardcter como “eurbio y borrascoso”.” El crecente desorden y bancarrota moral del Congreso pronto tuvo un efecto desastroso sobre el conjunto de la nacién. El asus diputados y estable- Santiago en una asamblea paiblica y accedié a gobernar con la ayuda de una nueva junta, Al mismo tiempo, hizo un gran esfuerzo por superat las disensiones entre "Nugent 4 Canning, 23 de febero de 1825, FO. 1622p 177 = A Benavente, 16 de abi de 125, EY, vol BPI, p. 105 Par algunos cemplos dl Bajo nivel els leben el Congr, vse Vicuta Mackenna, Hers ener 0 1p. 394400. | INDENCIA CHILENA, 1808-1833 288 «IDEAS POL ELA las provincia. En julio, convocd a.un nuk fue la tinica provincia que cligié diputados y cuando el Congreso se reunié en septiembre no pudo proyectase a nivel nacional. Est que los dipu- puta con Feete sobre los planes para una segunda E17 de octubre el Congreso suspendié al Direct fuacrza el Congreso ‘A comienzos de noviembre de 1825, Frere instlé un Consejo Di para gobernar a Chile durante su peoyectada ausencia en el Sur. El Consejo taba encabezado por José Miguel Infante, quien para esta época habia adoptado ideas federalismo chileno pueden influen- fandticamente pro federalists. Si bien las races sin duda encontarse en las diferencias entre la capital y las provincias, cia de idedlogos como Infante dio al movimiento un gran impulso, En enero de 1826, dl Directorio dividié a Chile en ocho provincias, con vistas a establecer un régimen completamente federal. Freire, mientras tant CChilog, donde las ecopas comandadas por el o 6 en julio, en un punto de auge del sentimiento federalisa, Freire jefe de Estado, Fue reemplazado por Manuel 4 Freizeen el poder, pero no se quedé muchi iendo cada ver més hostil al fede iempo, La atmésfera py ys el 5 de mayo de 1827, el dumbre politica, Con una confusién y desorden en aumento, muchas personas Me estremezco al pensar en lo futuro”.* Rodriguez Aldea dijo més o 0 mismo a su antiguo jefe: “Es imposible dar una verdadera idea de este muda de aspecco y siempre marcha a su envi inidad de comerciances briténicos empead ‘ibuyeron a agravar estas preocupacione por ejemplo, se encontraba en un estado casi conti ste periodo, La tasa de e también, El Presidente bierno (183: semanal durante el gobierno La zona de Aconcagua, de efervescencia durante nes comunes parece haber ral.’ Chile mostraba ahora una apariencia bastan- te patética a quienes lo observaban mis alld de sus costas. “Chile ha tocado ya el imo grado de hu cscribié O'Higgins a San Martin en enero vergiienza de que alguno me vea y me conozca por la cal Es indudable que, en varias ocasiones, ol g pacidad de imponerse. “Aqui se mi Gobiemo",escribié Pedro Tj probablemente no estaba “despro politica’, como pensaba el coronel Tupper.” tendia a dejar que los asuntos se resolvieran solos, sin inten- ica gubernamental especifca © proporcionar alguna guia de todos sus pecados de omisién, era precisamente el tipo de Di querian. Como lo expresé , nobedades 122 1 Egafa, 16 de noviembre de 1825, Cara de Marian Ea. 119. vero de 1825, BV. vl 823,648 290 _IDEASY POLITICA DE LA INDEPENDENCIAC ‘opresién en la libertad de hablar y de exponer sus pensami jimen de Freite~y en verdad todo el periodo desde 1824 a 1829- fue, como ‘una lumminosa interrupcién, un oasis era Dicta- dde humanidad y candor, entre la prescripciones tenebrosas de la primera D dura y ls proscripciones y condenaciones por mayor de la época siguiente”. EL fracaso de los gobiernos de la década de 1820 puede, al menos en. jempos de efervescencia i de part los’? Fue Jos iacién. “Mandar spirit orgulloso ¢ incapaz de ere eabrnce de ediadon de Ic dada de 1820 exis con crea una frustracién considerable. Habia una corriente fuerte y notoria de desilusi6n y do, Es claro 1 que a su vez precipitadamente a su ruina’, anuncid habia eambién algunos factores compensat $n politica fue llevada a cabo por una vatiada de personas, y a mediados de la década ce 1820 se podia, jento de una prensa periSdica vigorosamente politica. Varios de ieos eran de corta vida: “Apenas nacen cuando ya mueren’, declar6 racién empezé inmediatamente después de la abdica- poblaciones".” La prensa de provis que aquella dela capical. Ef Minero de Coquimbo se quejabs un posible piblico lecror de noventa mil personas en su provincia, tunas cincuenta o sesenta subscripcioncs.” Si bien algunos periédicos del desplegaron el talent tuliarmente chileno has cxisten pocas dudas de que, en general, la libertad de prensa produjo buenos re- Muchas de ella (las publicaciones mires de la moderacién hhan hecho un dafio real a la causa que pretendian defender, Band Tce, N 2,9 desepirbre NO 13,1 de ji de 1828, p47. PEDERALISMO ¥ LIBERALISMO 1126-1829, a1 pero en gener al cual ha nadie les negari el méri lo el tribunal piblico, que someterse frecuentemente el poder supremo.* Para el momento en que Francisco Antonio Pinto asumié como Presidente subrogante en mayo de 1827, la ola de federalismo habia empezado a retroceder. en junio de 1827— y con los desérdenes en las se autodisolvié en junio, y se estableié una ia del pais del modelo federal. A la que bosque} de Mora, espaol importante como la de Juan Egafia en 1823. La Constitucién, firmada por el Presidente Pinto el 8 de agosto de 1828, era un buen documento y quizés hasta sobresaliente. Lograba un ej suabolicién expli rio entre el federalismo y el centralismo, aunque de los mayorangos estaba destinada a generar el descontento conservador. Las perspectivas para Chile eran ahora mas amables. El gobierno de into era (y asi se le entendia) conciliador y de buenas intenciones. Pinto mismo cra ampliamente admirado incluso por sus opositores pol 0s, de modo que el cénsul britinico podia escribir, con un grado razonable de realismo, que veia la “situacin de Chile mejorada en general desde su go 2 El liberaismo moderado que caracterizaba todas las acciones del gobierno de Pin iba més notablemente en un énfasis en la libertad de prensa, que estaba ahora resguardada por una ley ejemplar, y en una actitud vigorosa “Prospects” Ne, 1 de abl de 1828, p 1 abakcci de O'Higgins y Bae de 1829 apa- ron menor de 10 mer, Par un Et, © Tmpess en SCL, vo. XVI. 395 2 IDEAS Y POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833 specto de la educacién, Pinto mismo dispuso que un estudiante dis- yla de un edificio del ejército pa programa de 42 becas gubernamentales la educacién estaba recibiendo un “impul sda una exageracién, parece claro que las intenciones de Pinto 0 ambiciosas como progresistas. inmenso”,} por parte del gobierno, y de diciembre de 1828). Ambos eran hasta cierto punto h beral de la década de 1820. Ruiz Tagle era un pelucén conservador, mies Prieto era vagamente o'higginista. Pero su disposicién para colaborar con Pinto ayudé a generar un clima de unidad nacional. Hacia fines de 1828, José Ignacio Zenteno proporcioné a O'Higgins un andlsis detallado dela situaci6n politica en respectivamente ocupan”. Zenteno, quien era tam ‘embargo, una serie de reformas administratvasy fi fianza en que la paz y la estabilidad quedasfan aseguradas.” Pero, al mismo tiempo, nadie en Chile podia dejar de notar el aumento gradual 10 que mare la vida ps a fines de 1828 hhabia poco que temer. ;Pero lo haria? El entusiasmo ja en la medida que se agudizaba el encono cn la vida piiblica Baro Arana ol XV, p. 302 * El ana, No5, 14 de may de 1829, 18 FEDERALISMO ¥ LIBERALISMO 1824-1829 nismo de la Cor ‘Asambleas Provinciales, la Cémara de Diputados, y los electores responsables del voto para la Presidencia y la Vicepresidencia. Estas medio de escenas de ancial. El 14 dej nnente (que estaba en sesiones durante el receso del Congreso) que lo eximiera del gobierno por razones de salud. esse llevaron a cabo en sus puertas en Valparaso el 13 de septiembre de 1829. Su dente y Vicepresidente por parte rales, cumpli6 con este requisito y fue ica. Pero la Vicepresidencia probé ser un tema bas- abfa obtenido una mayoria eleccién, en la que wulaba una mayoria absoluta. El resultado del ‘voto del Congreso fue el siguiente: Joaquin Vicufa (liberal), 29; Francisco Ruiz, votos en blanco, 3. A Congreso dominado por los mente, habia bases légias para esta deci ico. Las fuerzas conservadoras del pais se apropiaron de la “ilegalidad” ién vicepresidencial y la usaron como excusa para rebelarse contra el ico deseo a esas auras ea renunciar com- propuso que el Congreso realizara nuevas elecciones ional. El Congreso rechazé tajantemente este plat nalmente transfirié su aucoridad al presidente del Senado, Francisco Ramén Vieuia. Para ese momento, sin embargo, los even {0s se habian escapado del conteol tanto del Presidente como del Congreso. El legado a suf, importantes en Chile ence diciem- ‘a comienzos de noviembre, 294 IDEAS POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833 ‘otro eran usualmente muy vagas. La emplo, Diego José Benavente la década de 1820. Se pueden smo y el conservadurismo. rendencias pi Ninguna de estas tendenc onganizado y di vetsos Congresos del perfodo, Sin embargo, tendencias libetales y conservadoras. campo conservador bles hacia fines de la déea- se manifest en la forma de ‘generalmente e} a grandes da, El mis impo cones se sentian cada vex dda que avanzaba la década de 1820, Aunque eran més 1829, eventualmente se acercaron a cualquier grupo 4 codeadlo de nobleza, de les ofteciera “honores y simplemente “el Estanc lizado, y en el fn del debate politico. Apatte de los pelucones y aparentemente unido de o'hig sano de las ideas republi cuyo tiico fin era la representante de nuescra gloria, y conductor de sora X99 socio como algo if los "ppl" noes legaron al poder entre 1824 y iduos conservadores colaboraron en ciertas ocasiones nde fuerzas conservadoras, azuzadas conservadora de 1829-1830. (Como en el caso tnos como pelucén o pipiolo, que se usaban org fueron adoptados por los mismos a quienes sa rama del liberalismo. Varios liberates eran fede censo de Infante (1825-1827) y varios volves Habia cambién conocida como la de sory en Ingl [mente con un afin despectivo, 1828, por ejemplo, podia declarar que Chile estaba los estanqueros y los que se oponian alos est roporcioné una definicién igualmence general sobre el auge ta cl 23, tiunfé el partido de O'Higgins; luego el de D. En su niimero siguiente, el mismo periédico agregé a los federalistas en este mismo esquema, © fl OFiggnia No 3, 12 de ber de 1831 easel Ane 1 Sepaiuer, Ne 30 % dmarha den Pacbln N° 3,21 dene 2% IDEAS POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833, “Teniendo estos factores en cuenta es posible hacer un breve recuento de los sucesos de 1823-1829 en tézminos de la interaccién de los partidos politicos. EL ‘Congreso de 1823, como vimos en el capitulo 7, estaba dominado por elementos conservadores no diferenciados. El periodo inmediatamente posterior ala caida ralismo moderado fue suplantado por la fuerte corriente de federalism lidera- da por Infante. El federalismo barr en el Congreso de 1826, pero emperé a de- iguiente, Los liberalesretornaron al poder con Pinto, pero ya debilica- fo que para politic”. Empero, las posibilidades iuidas por la experiencia fede- igimen de Pinto que los conservadores, que habian estad fucra del poder desde la época de influencia de Egafia, lograron una impresio- hnante renovacién gracias a Portales. El surgimiento de los estanqueros como un ‘grupo politico poderoso fue ripidamente entendido por los liberaes como algo muy serio, Les parecia obvio que los estanqueros estaban dispuestos a exacerbar la controversia politica por el tiempo que les pareciera conveniente, “Bajo el pretexto especioso de la utlidad general, afirmé un periédico liberal en mayo de 1829, “minan los cimientos de nuestro pacto” aanco” declaré el fervientepolltico de acuerdo con sus austerasprestipciones. EL AMBITO DB LIBERALISMO inearints generls presents por Ato Edvard en Edwards y Fels p22. ol X. pp. 1821), pee compli inncesiiament eso eas. FEDERALISMO Y LIBERALISMO 1124-1829, federlistasy ‘populares”) acepraban la doctrina po Es por so que un “bases necesarias para que tan pueblo sea verdaderament te manera: ‘comin dela revolucién. Eleccién popul: dde representantes. -Su renovacién periédica. —Divisién rtad de pensat y publicar los pensamientos. ~Abolicién de ios, fuero y ttulos que pongan a unos ciudadanos sobre el nivel de cos... Justicia por jurados. —Igualdad absoluca ante la ley.” Algunos énfasis particulates pueden discernirse de tal definicin cencia en la igualdad ante la ley, por ejemplo, y en la abolicién de los obstance, nada de esto es muy distinto al conjunto de creencias comunes de volucién, Qué era por ende, lo que distinguta als liberals de otra tendencias? Porque resulta claro que habia diferencias entre la filosofia politica liberal de la revolucién y la perspectiva de “los liberals de la década de 1820. rales estaban conscientes de que el proceso de eman- que un mero trasado del poder cspafiolas a las propia. Habia, de hecho, dos revoluciones y no una. “Por la mera apatecimos hombres libres falta hacernos fel quella, aos bast la vireud para éta, necesicamos el esfuerzo de la vietud unido al de la luces. La segunda es m: |, pues que el triunfo debe obtenerse sobre nosotros mismos”. Esta revolucién atin no habia comenzado, En una conocida proclama liberal que precedié a las elecciones de 1828, to hicieron un emotivo llamado a la accién: “LIBERALES, COMPANEROS sea desde hoy nuestra divis- ORDEN Y TRABAJAR POR ESTABLECER LA REPUBLICA SOBRE LAS RUINAS DE LA COLONIA”. La frase era im- \é queria decir? Implicaba algo més que el fin de la “colonia” en un in embargo, en 1827, sularmence a los liberales, en espe iva de la aristocracia. “© Macelinea Plc Literaria, N° 1, 31 elo de 1827.7. encode 1828 . 153 Ente los que fi 1° Carlos Rogue, ye Sauro Presence enserador Jaquin Preto, come doco Pant, Eso demuestra Yer nso poco defini ue etaban sires los paris en déada de 1870 ‘sobre ras de gobierno", N°2, 23 de agosto de 1827. 298 IDEAS Y POL{TICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833 . La destrucci se autogobernara responsa- Yo obedeceremos sino a nosotros mismos mo otros pensadores pol tampoco se abandone a una democracia salvaje” nnavegar entre la E Juan Egata, por ejemplo dio curso a su exasperacién i de la actitud liberal: “Quede igual todo habitante, lidad de acc ejecutva’, Conscieueién fede Vicufa, ra proporcionar a Cl El pueblo debia hacerse consciente de que “su sélida blecerse i ue bajo el imperio de las leyes le defendiesen de de una u otra forma en los escritos liberales ito, 25 de junio de 1826, publicado en Pris Chien, p55. amigo, 29 de mara de 1823, SCL, vl. VU, p26 FEDERALISMO Y LIBERALISMO 1824-1829 299 contea todos los abusos de toda especie de autoridad, de todo exceso de poder aunque al mismo iempo advirti en con Ja “omaipotencia parlament ‘cbdigo hoy jural que opone 'No debe resultar sorprendente que una conviccién liberal tan arraigada se expresara con frecuencia mediante una actitud reacia por parte de los diversos 1a colaborar con el Poder Bjecutivo. Al presenta su enuncia en 1826, e claro que tal era precisament incluso el normalmente colerante Freire manifest su proces “Bs un error muy funesto creer que el que administra el Poder sea el primer enemigo de la Nacién, y este concepto absurdo podria abismar a nuestro pais en los horrores del desorden’.* En lugar de aceptar esta leve extica de Freire, la Junta consulta que entonces le ayudaba a gobernar el pas respon ‘como dice VS... Es un dogma con la confianza tanto de | los federalists, el solo hecho de ser Director Supremo sugetta que podia potencial déspota. Como lo planted un diputado en el Congreso le 1824-1825, 4s libertad de ninggin individu ha suftido detrimento de é; pero, sin embar- {g0, debemos precavernos para lo suc ‘Como podria espe tal conviccién a props negativos del Poder Bjecutivo encontré su man dad pintoresca) con Infante y los federalists. ito de los potenciales efectos caci6n mas extrema (y en ver~ fodos los gobiernos tienden al despotismo”, declaré Infante en 1828,” quien encarnaba una sospecha pura ¢ .quebrantable respecto de todos los regimenes y jes de Estado. “No hay que 329, “la tinica salvaguardia de los derechos de los un subproducto acidencl, “Washington hizo tan grandes benes a la hhumanidad, porque las LEYES DE LA FEDERACION NORTEAMERICANA rporencia de hacee mal” le colocaron en la Vice president dea Replica le Nac 9 de agosto de 1828, AR, vol: p 139 tomo 2, N10, 27 de septiembre de snes 9a bred 1827, 4 ym) IDEAS Y PO! ICA DE LA !NDENCIA CHILENA, 1808-1835 Tal perspectiva lev a Infante a presentar, durante el Congreso de 1826, una sorprendente propuesta de reglamentar los procedimientos para las ocasiones en aque el Jefe de Estado viscara la CAmara, De acuerdo a Infante, Kabian demasiados ceremoniales ostentosos y sefiales de deferencia que se le otorgaban al Ejecutivo en tales momentos: Todos saben que ef Poder Lejislativo representa la majestad de la Nacién, y que el encargado del Fjecutivo no es sino un oficial de ado a darle cuenta de sus operaciones, y a obedecerle en cuanto delibere... Estas ciones tan impropias i desairantes alos pueblos deben hacerse desaparccer de El plan de Infante para “reducir al Ejecutivo a sus justos limites siguientes puntos: primero, ningiin dipurado debia sali dela Cmara para recibir debia levantarse cuando entrara el Presidente; ter to de éste debia ubicarse en la parte principal de la saa, en el mismo nivel de os asiontos de los dipurados: y cuae El Ejecutivo hard su esposicién, guardando el decoro i respeto debidos a la cada uno de sus representantes. Fatando a él, el Presidente (de la Sala) le lamaré al orden, y en su defecto u omisién, cualquiera de los diputados.* Infante, por supuesto, representaba un extreme, y su increble propuesta podia ser mirada despectivamente por Juan Egafa con algiin grado de justficacién.% Pero la tendencia que producfa tal tipo de me ddaenelliberalismo chileno de la década de 1820. Francisco Antonio Encina ha tratado de expl de la etna vasca, que considera fundamental para entendet de Chile. “La mentalidad vasea’,escribi6, “sélo concibe la libertad como negacién del gobier estaba profundamente arraiga- bajo O'Higgins. En ese se pat ala reaccidn generalizada contra O’ Higgins que ocue Epoca. Su gobierno fue condenado como poco més que una “tirania del estipido 398, 9 de aoa de 1826, Cara dean Ego p 188 © Paral vo p78, so ivo de por el apoyo ten 1826, cuando aparecieron otros ataques al héroe en los periddicos. Fue, pot ejemplo, descrito como sno O'Higgins, ese hombre de sangre: ese monstrue que no conoce 'Al mismo tiempo un culto menor se desarrollé a favor de los hermanos Ca- rreray del guetillero Manuel Rodeiguce Los -y Rodrigues eran conside- rados (aunque algo etradamente) como vagamente “libertarios” en contraste con cl “despético” O'Higgins -una tradicién que ha sobrevivido en ciertas areas de la ygafia chilena moderna.” fo del todo desconectado con este rechazo liberal de la leyenda y seputa- ion de O'Higgins estaba una corsiente subcerrinea de hostlidad contra Simén Bolivas. Sus intenciones respecto de Chile eran exteemadamente sospechosas —y quiads no enteramente injustifcadas- y esto, tanto como el rechazo liberal del Poder Ejecutivo fuerte, fue esponsable de la imagen disminuida del Libertador periddico El Cometa sugivié en 1827 que silos planes i pronto encontra~ retexto para redondear el imperio, inoculando a Chile contra su virus constitucional”.” Pueden encontrarse ot1os auc acaionaln a ee retiédicas liberales a lo largo del periodo,” ¢ incluso més alld, puesto que st raresconcilembre de 1830 fue iformada ene perédico del gobierno sin el firismo y los comentarios efusivos que podeian espera La esencia y caricter distintivo del pensamiento liberal de la década de 1820 cera su rechazo del gobierno omnipotence y su énfasis en la ibertad individual © igualdad ante la ley. Estos elementos consticuian un fuerte desarrollo, aunque de ble General. Jost Migu tm Core de auc, “Epp de song or hermanos" y “Al inmortal Coronel D. Manuel Red Et Coin, N° 10,5 de bro de 1829; "Corespanden 96,2 de junio de 129. Bl Arancan, N? 29,2 so I como lo expresé el primo de O'Hi os aspectos mis atactivos de late es bisicas de la vida al enemigo, educido a ién, pero no comé en cuenta algunas de sy al identificar al Poder Ejecutivo como el En 1829, incial que “con la ley et oso porveni a Los oniGENES DEL FEDERALISMO El federalismo que arrasé Chile por dos brevesafios puede ser considerado como tuna extensign del intento liberal de conquistr la libertad individual y el aucogo- dle un odio més po rmulo mis fuerte que ha habido para emperiarnos en ella, el tipo i el ejemplo ido el gobierno federal de los 1c uniformemente se hablé en to- aque se ha propuesto a tod snorteamericanos. Tal ha sido dos los puns de América.” El movimiento federalisea de mediados dela década de 1820, en efecto, surgia de la persstente demanda por los derechos locales y provinciales que se planted os OF Hig Bernardo C de 1823, ABA. vol 25-420), £234 1 de julio de 1827, Cartas de Mario gop. 264 |, Mena del Irene del Prove (1829), thai de 1825, SCL, Xi 213. ” SCL ol Xp FEDERALISMO Y LIBERALISM 03 ddurance toda la revolucién, Este es, por tanto, el primer rasgo al que debo refe- rirme. Las primeras instancias de un sentimiento federal o semi federal deben buscarse en La primera demanda seria de derechos locales en contra de lo que se considers excesiva influ FL de enero de ese Cabildo de Santiago exigid que el ntimero de diputados que representara 6ximo Congreso Nacional ascendiera de seis a doce. La Junta La retirada de jcada precisamente con este argumento. de Salas redact6 un largo memorial al respect Estados Unidos y Holanda, y en donde su cipio basico era que la igualdad de detechos debia ser otorgada a zonas equivalentes. Santiago, sostuv, jvaba a Concepcién de sus justos derechos bajo tados lo XVI”. Siguiendo el ejemplo norteamericano, Salas ponia que las provincias debian tener igualdad de representacién en el Sena~ do: Una propuesta més comiin, que Salas rechazaba en su memorial, era la que jecutivo. Este plan- 1 Nacional~ tuvo ale Manuel ‘en donde citaba los ejemplos de “contrato de asociacién’. reamiento, alguna rece La necesidad de remediar el quiebre ocurrido entee Sa tuvo viva la idea de una junta “fede (5a José Miguel Carrera al poder" y pasé ins y Vsquez de Novoa en nombre 2. de enero de 1812. El articulo 4 del smbro de cada provincia en la Junta Nacio daba ala Junta la tarea de decidir si ctear © no un Senado basado en el de dos miembros por cada una de las provincias. ¥ ear declaraci6n general al respecto de que ninguna provi gir sumision por parte de otra. Aunque el tratado no fue ratificado por Carrera inca fue implementado, representa una sobre los derechos provinciales. © Represent, 27 © ae del Cab © OF. wok Ip. TB1-186, 304 IDEAS Y POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833, En Concepci de 1812, cuando se enfientaron los ejércitos enemigos de Santiago y le gran ron; y aunque su breve Rozas en Concep. a el derecho de gozar d ororgaban a los gobierno”, mientras que Rozas, por su part y atribuciones que tendentes en el antiguo sistema de renia que cualquier sistema de gobierno nacional “es y debe ser epresentativo, para que se mantenga la igualdad de derechos de todos los pueblos y que los unos no queden en calidad de eotonias de los otros’. Dejando de ferencias personales y politicas que Hevaron a Rozas a enfrentarse con Carrera, es claro que un germen de se epcién, y que el abortado acuerdo de enero de federalist.” sados Unidos en Chile Joel Cédigo Constitucional de 1812 representaba el ‘A mediados de 1 de la recientemente creada provincia de Coquimbo. El aceptar la “Constieui con los demas pueblos en cuanto al nimero de . Los hispanoamericanos habian rechazado enviar dipurados a las Cortes espafiolas precisamente porque se les habia negado una igualiaria. Tanco Concepcién como Coquimbo debian tener el PEDERALISMO ¥ LIBER: 241829 305 mismo derecho de Santiago de elegit miembros de la Junta Nacional, pues “el sas gobernantes es el todo El asunto de los derechos provinciales en la “Pat cia si se le compara con los temas relaciones con Espafia. De cualquier manera, el ederalis- periodo. Una mirada més doctrinatia aparece reflejada en la obra propagandistica de Camilo Hensiquer, quien demostrs aptobacidn del gobierno federal en un at io Republicano’ ‘embargo, de importancia menor comparado con los precedentes ya precedentes provenian con certeza de una poderosa «s posible que el feder de los derechos provin dela doctrina federal” ‘Durante el gobierno de O'Higgins ideas como éstas tenian pocas 0 mo O'Higgins se encargé de suprimir movimientos vaga feos hermanos Prieto, Pero la hosilidad idetes de Concept hos de la vieja Espafia’.”* De cualquier manera, relaciones entre las provincias se bes después de enero de harian complejas y incial de Concepcion anuncis de acuerdo en restaurar los lazos con las otras dos provincias ema de igualdad” que impidiera que Santiago “in- representacién vilida levarse a preponderancia en domi dle capitalismo’.% No es coincidencia que Camilo Henriquez haya clegido este momento para promover un sistema federal para Chile,” puesto que no era el 10 como la solucién I6gica para el espinudo problema de los de propuesta parece haber preocupado a la Junta ener de 1823, ABA. vo 25.82)-£ 207 Cl 1X pp. 459-462 06 IDEAS VFOLETICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833 cde Santiago, la que encargé la redaccién de un panfleto anti federal.” Bl “Acta de firmada el 30 de marzo de 1823 incorporé la idea de re- ‘ene Senado y recomendé la divisin de Chile «en ocho provincias, propuesta por el Senado alismo sufrié nuevamente un enftiamiento, hasta que la al en el Congreso de 1823 present6 un proyecto de Cons- ‘itucibn que inclu, una vee mis, ual el Senado estarfa compuesto de dos miembros de cada provincia." La opinién se enconttaba dividida a propé- sito del efeco que tendria la Constitucién de Egasa sobre el tema de los derechos provinciales. Un petiédico liberal de la época ataeé la Constitucién puesto que {erminaba con el “provincialismo”," a pesar de que, dos afios despues, se decta ‘que Egatia habia instalado “los cimientos dl federalismo cuando establecié con scjos departamentales en su difunta consticucin”.!* La vropia FEDERAL Y SUS ENEMIGOS ‘Se puede constatar a partir de esta situacién que, cuando las provincias de se desmembraron debido a la bancarrota del Congreso de 182: todos los precedentes que pudieran haber requerido. El fede vincia de Concepeién’, dijo el diputado por Quirihue, “detesta més al Congreso que al mis feroe tirano i tiene bastante motivos para esto. Infante sefial6, en ba Asamblea Provincial de Santiago mas tarde en 1825, que “las provineias siempre han quejado de que en... Santiago hai un espiriu de eapitalismo”.” La Asamblea siento con mayor vehemencia: “prefe- ala ignominiosa degradacién de octubre de 1825, pp 42-48 ".B. Céeret, Sin del 20-21 de bre de 1825, SC, vol Kp 427, Ses del 1 de septiembre de 1825, SC, vol XI, p. 369. i [FEDERALISMO Y LIBERALISMO 1824-1829 a7 vernosesclavos del insano capricho de ese odioso nombre de capital”. Cualquiera haya sido la causa, definitivamente habia ahora un deseo por parce de las provin- cias, i tal vez no mui claramente concebido” como lo dijo Joaquin Campino, “de tener una autoridad local o municipal”."” Convene sealar aqui que los objetivos de Concepeién y Coquimbo parecen diferentes ducante la fase federalista de la década de 1820. Al sugerir a ian de un Senado compuesto por nueve senadotes (tes por cada provin- ional, mientras que, por su parte, el Congreso debia adoprar “una const practicable y duradera que, sin chocar de frente ni con las opiniones del Pueble ni con la tendencia de las Provincias manifestada desde el principio de la revolu- cidn, forme un centro de unidad y establezca un Gobierno bastante vigoroso".” Coguimbo, por su parte representaba una corriente de opinién més inflexible. Su establecer¢ implementar sus propias leyes locales pendientes de cualquier control por parte del gobiemo general de Santiago”. “Ley Fundamental de Coquimbo” promulgeda por la Asambl raba que: “Se reserva la facultad de revisar la Constitucién las leyes que tengan el cardcter de fundamentales para ratifcarlas 0 no". tuna exageraci6n afirmar que la teoria de los federalists chilenos alcanzé algiin grado de sofisticacién o sistematizacién, incluso por parte de Infante, quien cra el corifeo més elocuente del movimiento. Los argumentos que se aducian pueden ‘mencionarse brevemente. En primer lugar, los federaistas sostenfan que cma” era el nico medio legitimo para asegurar los derechos provin« Como aio Infare en sepuembre de 1825, Cuando las provincias nos dicen: “Queremos federacibn", nos dicen: “Que- remos nombrar nuestros gobernadores. queremos tener nuestras Asambleas, pra que areglen lo interior de la provincia". Puede haber una pretensién 308 PEDERALISMO ¥ LIBERALISMO 1826-1829 309 separa centro, ranto més han menester de un gobiemo local”. ién de que los intereses locales podian ser més adecuadamente custodi gente de la localidad. Cienfuegos pl Valdiviano Federal *:A qué deben los 24 estados que forman la Unién 6 esta idea durante los grandes de- : Norte-Americana el haber marchado a igual paso a la prosperidad? A sus insticue =r naturales ciones federales”* Una vez.que se entendié esta simple idea, fue repetida una y ‘otra vez, Bastaba ahora que “el inmortal Washington, i el memorable Adams, creyeron que el gobierno m: pueblos era el federal’."* Varios chilenos también se hicieron eco de cemperio necesario para la pros El federalismo representaba algo més que la resolucién de las demandas de las provincia, Expresaba una antipatia liberal més profunda cintensa hacia un Poder Ejecutivo fuerte. Como lo planteé la Asamblea Provincial de Coquimbo: “No hai ue privar al Gobierno de esa amplitud de poder con que le tépidamente esta perspectiva en un dogma, “La slo a la opresién de los pus El federaismo era el mejor medio de suyos progresos ripidos y extraordinarios son de desengaio a j la federacién, eto”, aiadié de manera sugerente, prudente y moderads este punto de vista, se pensaba, una estructura federal ofect lager una oportunidad real de adq ventaja de esta forma de gobierno”, Hen- federalista que se derramaba por diferentes partes del continente™”: como lo hacia, que la instieuciones federales eran eficaces por si federacién aumentaria el prestigi nuevos regimientos.!” en dltimo término, los fed icularmente convincente, el ca. los que pensaban que la én exclusiva del éx jos Unidos se debia a su forma federal de ge “Aquel paises feliz”, proclamé la Asamblea Provincial de Coquimbo; et igadas por el Congre- al "Proyecto de Acta nto Provisorio para el Régimen de las Provincias’, redactado por Infante yen las piginas de El Valdiviano Federal y otros periddicossimpatizan- ige un plan de gobierno a duplicacin de las relaciones Estas municipalidades y alcaldes, en su esfera, son lo que las asambleas y go- bernadores en la suyas y estas en su turno se asemejan a los grandes poderes de la nacién.'* Lo que era adecuado para la toralidad de lanaci6n, argifa Infante, era obvia- te adecuado para cada parte dela naci6n: Si la autoridad general de la Repil autoridades muti fa debe ser nombrada por todos. presidene ineresan a una fraccin, deben ser nombradas por como asambleas provinci gido popular ion de sacerdotes en las partoquias que estaba, “Tales chiusulas epresentaban un intento genuino de dar curso a la expresi6n, ‘mis verdadera y esponténea de la voluntad popular. Fue la doctrina de a soberania, FEDERALISMO Y LIBERALISMO 1826-1829 au. popular la que se aun extremo. Que algunos federalistas propusieran gobiernos separados para “cada delegacin, cada pueblo, yaun cada fami debe resultar sorprendente; esto, porque el federalismo era ampliamente conside- ado como “ese maximum de perfeccin en el sistema representative”! Infante fencido de que Chile estaba preparado para las instinucio- cderales y que étas eran imprescindibles, Creia que el ‘estaba plenamente co grupillo de centralstas iz Futuro y, con el declive Sn de Infante sobre este punto transmut6 en dogmatismo. “Los unitarios son, fueron los esparioles en otro tiempo respecto a la América” 1829." El bidgrafo de Infante esté probablemente equivocado al describir este tipo de acttud como un “indisculpable capricho, puesto que el capricho no era parte del carécter grave de Infante; pero no se puede negar que en sus afiostardios 2 consider caluiet movimento nominalmente Federals” como permitir que la direccién de los astntos chil de cofradia més bien que un got cl gobierno representativo fan no republicano”."* Por su intento de extender 1s como fuera humanamente posible, el fede- icas puesto que en muchos sentidos su act leecho sagrado a la propiedad tanto como cualquier otro ance atacé un reglamento promulgado en el podia sr despedido sin " Monier Inpacl, N® 2,25 de agora de 1827. No cabe dua de qu lf sure que dant lpcado gn Oa Spm use: Fedral N28 30 lo 89.9.4 312. IDEAS POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1833 buenas razones; las que debian ser anotadas y archivadas por un magistrado local. ce con indignacién, era una afrenta a ores del federalsmo, a pesar del ntimero red fueron capaces de expresar a zonables que aquellos de los federalsta, Se cone de la postura federal. La nocién de que el progreso podia sera la mera implantacién de un conjunto particular de insti atacada, El general Luis de la Cru nes fue duramente .consideraba al federalismo como cn los debates de julio de 1826, “la re... en la democracia; esta puede ser argument, el fede ofe a unidad, i establece una divisién que ances de, ‘miembros, que disfruraban antes de havin mis fortuna separados?" ores de Infante. No bastaba con atacat, como lo hizo Casimiro Albano en 1828, a aquellos “escritores entre no- otros que suponen no see necesario més que reimprimir el cSdigo de los No americanos”.” Era demasia imple argumentar que el éxito del federal mo en Estados Unidos no garantizaba necesariamente el mismo éxito en Chile Los oposicores del federalismo podian proporcionar las razones de por qué dichas actitudes eran erradas. Las «rece colonias habian sido, en todo sentido, unidades politica separadas antes de la independencia. Una estructura federal, porlo tanto, habia sido completamente justficable como mecanismo para unir estados previa~ mente separados: En Norte-Amética, en donde se trataba de ct a Estados separados e iadacién, la federacién debié producir FEDERALISMO Y LIBERALISMO 3B forma establecida” y “el salto que nosot sistema federal”. Como dijo Dauxion Lavaysse en 1823, en “Estados Unidos se 3s clindros presentan la menor desigualdad, movimiento de cada pieza, en lugar de una impr disformes’."* Chil tenia més que un cl pago de los sueldos del ecto estaba todavia atrasado, pregunt ‘embarcarse ental empresa en absoluto?"™ Como sefiaé la Asamblea Provin- cial de Concepcién hacia fines de 1826, varias provincias podsfan rechazar la fede~ cién de Chile debido a la ausencia generalizada de recursos.” Esta ausencia era muy notoria en algunos lugazes. Chiloé carecia de personas suficientemente Laasamblea de Vali- via arguyé en 1829 que no podia pagar los servicios de “También era ficl culpar al federalismo de los desordenes que padecia la Repi- blica. La eleceién popular directa de gobernadores y sacerdotes generé un escin- dalo considerable’ y en algunas asambleas provinc taron violentamente, sin ninguna di ls facciones se enfren- 10s grupos més exaltados total del “Se pen considera al spot lon dicatos de la sande 15 de mayo de 1827, SCL ol. XI, 9.386, ! 314 IDEAS Y POLITICA DE LA INDEPENDENCIA CHILENA, 1808-1893, Estado. No habia una necesidad real de “esas republiquetas soberanas sin hom- byes ni recursos, como las denominé Juan Egafia.!® No resulta sorprendente, centonces, que los federalistas fueran despiadadamente ridiculizados por no com- prender las necesidades reales del pals. “Aunque esté en peligro nuestra patria madi’, decta un verso satirico, "y estésublevada toda la nac si hay federacién”.® Dos afos ti el mismo periddi profecia muy graciosa de lo que seria Chile en 1830, en caso} recupecaran st influencia, quelos federaliscas Larepiiblica goza de la mas perfecta tranquilidad. ~La Provincia de Coquim- bo estd en revolucién, y la de Aconcagua se ha levantado en masa. -...E ‘Colchagua se han ahorcado las autoridades federales. -En el Maule se ha de- ia se ha resuelto marchar sobre Ja Capital (camino tendrn que hacer igniicativo que esta sitira se publicara en un periédico libe- mnocieron las consecuencias précticas del aedad de de Santiago, que habia celebrado {que hacfa de Chile un Estado federal en julio de 1826, burlonamente cuando el grito de “Viva Infante!” se escuché en la Plaza de Armas dos afios después. EL cosierwo bx Pinto No es mucho lo que se necesita decir aqui sobre el gobierno de Franc Chile su mis sélida y digna expresion conseguirlo, El nuevo clima de confianza que surgié gradualmente representaba Comet, N®8, 18 de abl de 1827, p37. mde un Cidadano un Diputad al Congeto Nacional de Chile en 1826", BV vol. 1208, Glave de Chile amo 2, N° 3, 24 de alo de 1828, p.9. FEDERALISMO Y LIBERALISMO 1824-1829 ais tun fuerte contrast n la desilusién generalizada que habia prevalecido duran- icbre del experimento federal, Pinto mismo era inte y generosa y sus propésitos eran elevados. “Pinto, esr francés Claudio Gay, “dese6 adapta te el periodo de vol lea las méximas de Rivadavia”." Su pro- pésito principal era mantener la politica chilena en un marco de legal ¢ impe- as se transformaran en violentos. “El Sr. Pinto, pues, icional”, sefal6 un editorial y lo consigue; se coloca a la Enesto fue ayudado por Esta actitud fue i piritu de confianza. Por el 1827, la obra del gobierno como “el término de tuna nueva regeneracién’, en canto que Gandarillas y Benavente, quienes des- pués apoyarfan a Portales, expresaron un optimismo similar: Chi marcha naturalmente a su pos que ha suftido... El comer. io ha hecho grandes progresos. Los y la libertad ejerce un imperio indefinido."” Un periédico liberal exelamé con admiracion facultad de obrar de adi 7 Aunque mu ‘Al fin, este gobierno tiene la permanecia mis acente que de ato, El Mercurio de Valparatso, en una editorial muy efusiva, alabé Uricamente a Pinto y vaticiné progresos mayores, 16 Si bien los nubarrones de la crisis oscurecieton el afio 1829, habia todavia acuerdo generalizado de que Pinto, y sl que neces pais en 1829 que Los ingentes y afanosos esfuerzos del Vicepresidence por la honra y prospe- ridad del Estado se han manifestado plenamente durante todo su gobierno, y aunque el Partido llamado de los “Estanqueros” ha puesto en su camino, de la manera més host toda suerte de obstéculos para provocar su enuncia, yo reo firmemente que, sireasumier, su energy frmeza le. asegurarin al jor de sus recursos y una adminisera- ‘ign més justay sistemstica de sus asuntos generals." En resumen, cra justficable creer, como lo manifesté E! Mercurio de Valpanaio con ocasin del ha regenerado apoyar a los conservadores en su desafio a los liberales gobierno liberal. No obstante, la Constitucién de 1828, quizés el logro més pre- ciado del régimen, pudo muy bien haber sido parte de la causa de la caida, aun silos eventos no hubieran acclerado el desenlace. El Congreso Constituyente de 1828 habia impuesto estindares de debate bastante altos que contrastaban con los congresos filles y contenciosos del pasado reciente, habia sido redactada con la ayuda de José Joag in pensaban los liberals, “ene cera todas las precauciones que los mis ardientes amigos de la libertad apetecen para calmat los emores que les pudierainspirar el ejercicio del poder”. Empero, las cldusulas de la Consticuci6n, por impecablemente liberales que fuesen, estaban ‘muy influidas por las circunstancias inmediatas. Los principios federales todavia Jonalmente han 1828", Cuader- FEDERALISMO ¥ LIBERALISMO 18241829 317 tenian suficiente poder en Chile para asegurar que la Constitucin reruviera si bien estas no Hlegaron a satisfacer a los federalists, asambleas provincial. ‘quienes consideraban las atribuciones de las asambleas como «ras que los conservadores, por su parte, considera- lo sentido". El Coronel Tupper, quien ial dio su vida, pensaba que las elecciones po- pulares eran demasiado frecuentes: y en verdad dos afios parecen haber sido un cervalo muy corto desde la perspectiva del buen gobierno y del mantenimiento del orden piiblico, dactada Const Pinto habia como pensaba Ramén Vieuia, “una admi lhuminoso en medio de las inquietudes que 3 repiblicas de América’. Pero las influencias involucradas eran més profundas. Labase de apoyo del gobitno no habia sido nunca tan amplia como pretendian Jos lberales. Portales y sus amigos, cansados del recurrente desorden pi taban ansiosos por imponer un orden politico nuevo y mu Pinto renumncié a las tareas de gobierno. La disputa por ls. dence en septiembre de 1829 dio alas fuereas conservadoras la largamente espera- dda oportunidad de cerrar el telén de la revolucién chilena, “HI vo. XXX. ep 268, Navona, 13 de septembre 1829, SCL ol-XVI p61

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