Está en la página 1de 12
Feminismos Consejo asso inka Coz: Viet cde ania Mari Ra ale: vera Acne de Mai inte! Mone Belck Unters ioc "sy Nasi User Cena de Barston ‘ern Sle: Unive toma ce Baio Testo dee Mer ‘Dies y soni: ae! Mra Ds aes de alia 1 preset ort sd ead me am yds soda Mie ‘Thal in a ob The Hanon ie “Tac de Tees Pails Reeser Mico Léger Per ise cabins: Cros ler Berer Macnee Rae an er de Male end oruteyguenecepes en lomo a ce “roponenes emuen oo ‘epee plac, bee carter fe, tichoraisie: upc occ ‘Tons cpa a peeps sri Bacon Cn 5,4. 1997 ‘an igs deo 15-2800? Mad ‘epi esh M401 1097 ISBN #6 15860 (sa) ISBN: beste-s9e8 ance) Pred pai Inprenglon Crest Rona S.A. Nevlcameo (Mosh Prélogo a la edicién espafiola Las auroras pe «LA BLA DE LA MUIER En el silo x0< la transmision de la palabra divina y su mismo contenido se pusieron defintivamente en eves, Aunque el fe- ‘nGmeno habia comenzado en el siglo anterior, se radial y cam ‘id sus nfs. La ciencia se convirté en la enomiga de os textos sacros, Estos textos, por ejemplo, erraban al datarel tiempo geol6- ico; fa cronologis mosaica se quedaba muy cortarespocto de los setenta y cinco mil aii propuestos por Buffon (1778) y no diga- _mos respecto de los miles de millones de sios de Lamarck (1802). Pero no s6lo la geoiogia abrié el camino para la revision de la interpretacion biblica. Le antropologia, diseiplina emergent, centraba Ia polémica entre os monogenistas y poligenstas, po- niendo estos itimos en euestiGn la autenticidsd del Génesis ‘porque atrbufan las diferencias racales a actos de creacin se- parada. Por si fuera poco la teoria de la evolucin de Darwin in- troducia un punto de vista que sonaba aberrante alos eidos re- ligiosos. La revision de a interpretacion biblica pareeiaimpara- ble, o cuando menos ya no correspondia a clrigos y sacerdotes Ja interpretacin fidedigna de los textos. La Biblia fue sometida alas pruebas de verdad ofalsedad para concilirla con la raz6n, La religion teolégica pierde terreno frente un siglo que se pre- _Bunta por les consecuencias prictcas que los dictados divinos 7 ‘comportan a los sees humanos. El arquetipo & tener en cuenta 1o €s Jess hijo de Dios, sino Jets hombre. Sin embargo, en estos supuestos de pugna disciplinaria —donde el texo dvino es matizado por la geologa, que a su vez seri: matizada por Ia antropologia, que no tendrs I iltima pala ‘ra, porque seri enmendada por ua idea de ciencia que, asu vez, sdepende de una mis vasa vision filoséfica, a menudo escéptica— ‘surge una variable: «la emancipacion de la rmyjero, que tender poenies de unin entre 1o que, en spariencia, pudigramos Tamar 20s disciplinario. Los términos acuflados por estas diseipinas ‘como «individuo apto para is superviverciay, «voluntady, «con- ciency, «elas, esuperhorre» derrocan el universo emotive del romanticismo y la ilustrada idea de «ciudadanias. Fl «anovimignto dd emancipacin de la mujer» es observado por las «clases bien- ‘pensanles» como el estallido emocional de algunas mujeres y, por ‘tanto, descartado a prior. La peticién de iguadad supone un retro eso respecto del tiunfanteevolucionismo mecanizado. El econo- cimieno dle igualdad para las mujeres desbarata la idea Inica de evolucién, Esta teje sus mimbres a partir dela pugna entre debili- dod y fuera y el universo femenino es el universo de To débil de Jas emociones' La brutal afirmacién spencerana, en sus Primers Principios (1880), de que los gobiernos no deben hacer nada por “La mujer proce irr del home ens condi mens, rip mete en mayor emu y menor gos. Lamar sigundo ss ines ‘hates despa es cuidate ons hijo en ad inet; por eo ‘Sic, vers quo pueda overdo su samen El hombre oe sal de oes hombre: gus des competency se nein sa ame, a «qs con oan lida Se coats on pom, Ets lias clic: ‘Seen const a mis eeoia afl Fs gees adi gus on Tamu hs fades de sn, de pid perepiny ui nba Se Staci son mucho ms vias que ene nombve; a aguas de etn ul sal menos sn pris yearacterstias de ls asin, ot, ‘omespnden unease clus asd. ‘Ea rica dic sfc intel dels doe sexo se tmanifers en gus el hombre og ented gue aor apts ms alo oe [tm a se tede css en que be reaucrpesaiet rena 028, ‘tga simplemente uo dele sets des mann, Ch, Davi, Blorigon del honbv, Maid, EDAF, 189, lg 73, 8 salvaral pobre, al debi al desvalido, es la consecuencia prictca de ‘un desenffenado sentimiento de supriordad, que afocia a la consi= Glalo ea Alois do eminem, corp. Arilin Manin Goer, ‘Alana, 195, pg 10, a cin, redactada por Jefferson, aseguraba que la funen del Go- bicmo consista en preservar estos derechos naturales, Jefferson se pronuncié contra el derecho de primogenitura contra la esc vitudy contra todo menoseabo de la libertad religiosa, Los prin Cipios de la democracia jeffersoniana son el Gobierno limitado, los derechos del hombre y la igualdad natural. La América de los aos previos a 1848 vive sumengida en las principios que guiron ‘Jefferson, aunque no los ponga en pectica. Estas mismas ideas de libertad y propiedad inspiraron la decaracign de Seneca Falls. En 1848 alrededor de 70 mujeres sigificativas y 30 varones, lideradas por Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mot, se reinen ‘para estudiar las condiciones y derechos sociales, civiles y reli giosos de la mujer. Al término dela Asamiblea redactan wn texto ‘cuyo modelo es la Declaracin de Independencia, En la deelara- cin de Seneca Falls, que elas llsmaron «Declaracin de senti- ‘mientos, encontramos dos grandes apartadas toérieos: de un Jado, las exigencias para alcanzar la ciudadania civil y, de otro, Js prinipios que deberian modificar las costurnbresy ia moral, Por su tradicién epublicana (derechos del hombre eigualad ne= tural) las mujeres alfreunidas exigen plena ciudadanias por su ‘radicion protestant (libertad individual) apotan al derecho de la ‘concienciay la opinidn. La reivindicacién de ciudadania civil su- ‘ponia la modificacin de las leyes para que las mujeres saieran dela caninoria legal. Supresion, pues, de las leyes que impedian ‘la verdadersy sustancial felicidad dela mujer. La ley situaba a Jas mujeres en una posicién inferior ala del hombre, o que era contrario al gran precepto de In naturaleza «la mujer es igual al hombre». La declaracién de Seneca Falls se enfrentaba a las rs- Irieciones politcas: no poder votar, ni presentarse a eleeciones, ‘ocupar cargos piblicos, ni afilirse a organizaciones politcas 0 asisir a reuniones politcss. Iba también conta ls resriceiones ‘econémicas I prohibicién de tener propiedades, puesto que los bbienes eran transferidos al marido; la prohibicion de dedicarse al ‘comerci tener negocios propios o abrir cuentas correntes. La Declaracin se expresaba en contra de la negacién de derechos ci- vilesojurdicos: al no ser personas legals, las mujeres no podian suscrbir un contrat; los poderes sobre las majeres pasaban del padre al mario; en los casos de moral sexual (nacimientoilegit- 2 ‘mo, prosttucién, adulterio) la ley que castigabe a la mujer, perm ‘da que el homie saliera libre. Las actividades de este primer nicleo de Seneca Falls, en los _primeros fos hasta los comienzos de los setenta,estuvievon cen- tradas en lograr mejonas econdmicasy legales primordiles para ‘que las mujeres pudieran conseguir su independencia. De mane- ‘ramuy precise se referian ala reforma urgente de las leyes mati- ‘moniales que condenaban a la mujer a una «anuerte civil. La _mujer casads no estaba autorizada & controlar sus ingresos, ni @ clegir su domieilio, nia administar los bienes que le pertenecian legalmente, nia firmar documentos, nia prestartestimonio. EL marido poseia tanto su persona como sus servicios’. Era el dueto absoluto de lamer y de los hijos. Como otra propiedad. el hom- bre podia retener ala mujer conta su voluntad. En Inglaterra la _mujr casada que se neuabe a regresar al domicilio conyugal era ‘astigada con el encarcelamiento. Asi pues, las feminist orientaron sus vindicaciones hacia la legislacion secular que ordenata la fusion del hombre y Ia mujer ‘en «un solo sem» que, por supuesto era el del varin. Muy poco después, en 1860, una ley en el estado de Nueva York dab a las ‘mujeres el derecho a cobrar sus propias rents, heredar la propie- dades del marido entabla acciones judicial. Sin embargo, y a las altras de los sesenta, afin no se puede hablar de un feminismo ‘organizado en América. Este se consolidaria a partic de ora cons- ‘atacién dolorosa: la experiencia dela guerra y ls esperanzas que suscit. Las feministas apoyaron de modo activo la Unidn, Pero su recompensa fue que en 1866 el partido Republicano, con el cual se habian identificado, al presentar a Catorce Enmienda a la CConsttueién negaba expliitamente el voto alas mujeres einsis- tia en conceder el derecho al voto a los esclaves varones libera- dos. Ni los republicanos accedieron a las demandas de las sua sistas, ni el movimiento antiesclavista las quiso apoyar en sus Vindicaciones, ya que temia poner en peligro la enmiends. Stanton y Susan B. Anthony legaron al convencimiento de quel lucha porlos derechos de la mujer dependia de las mujeres sols y de su capacidad para asociase, El objetivo era conseguir el ‘mismo rango de importancia politica que ls asociaciones masctli- ‘nas tenian en Estados Unidos. Como Tocqueville habia puesto de ‘manifesto, «los partidarios de una misma opinién pueden reunir- se en colegis electorales y nombrar mandatarios que les Tepre- Senfen en una asamblea centraly’. Una asociacién que contara ‘con suficientes patidarios compromeridos y que consiguiers fo- 0s de aesién en puntos importantes del pais tenia el poder no de ‘hacer una ley, pero si el de atscar la exstente yformular de arte mano la que debia exist El objetivo de Stanton y Anthony era Jogra tal capacidad de intererencia, En 1868 ellasy sus seguidorasfundaron la Asociacén Nacio- ‘al pro Sufragio de la Mujer (National Woman Suffrage Associa- ‘ion, NWSA). Para conseguir sus reivindicaciones se centraron en la peticién de voto: so la participacin de las mujeres en la Vida politica pods asegurar una total igualdad con el varén, Esta- ban abiertas a todo problema socal y labora que pudiese afectar ‘la vida de las mujeres y en este sentido eran totalmente recept- ‘as alos problemas de las mujeres obreras, Susen Anthony tenia como objetivo priortari el cambio de mentalidad de las mujeres al los abuso en Ie explain econ des mee. segura de que por medio del voto se podrian controlar las ‘condiciones de las mujeres en todos los aspecos del vida: «Con. frecuencia se die que “es el capital, no el voto, lo que regula el ‘mabajo”. De acuerdo eon que el capital contola el trabajo de la ‘mujer, pero no hay nadie que admit, ni por ua momento, que el capital domina absolutamente el trabajo y ls salaros de los hom- ‘bres libres y emancipados de esta replica. ¥ esa fin de elevar amillones de obras a una posicién con igual pader sobre su si- tuacién laboral que ls que tienen los hombres, por lo que se las deberiaemancipary’ Los planteamientos de Stanton y Anthony, anticleicaes, in- ividualists¢ interclasistas resultaron excesivos para otras fen nists. Lucy Stone lideré una escisin en el ao 1869, Nacia la “Asoviacidn Americana pro Sulragio de la Mujer (Aumerican Wo- 2 Tooele, La domocraci en América, Alaa, 980, pig, 178. © Aman Mano Gamer, op. i 4 rman Suffrage Association, AWSA), el la bostoniana, la mas ‘conservadora del movimieata, Se dedicaron al voto a través de ‘campatas graduales, Estado por Estado, oponiéndose a la estate dia Federal de Stanton y Anthony Sus actividades no estaban di ‘igidas a las condiciones de las mujeres de clase trbajadora, [RELIGION Y DEMOCRATISMO! EL REINO DE LA COSTUMRE La experiencia de la guerra civil no slo parliz la peticibn de voto de las mujeres, sino que, una vez hecha la paz, se intensi- ficaron las argumentaciones en favor de Ia castumirey el orden, Ante una situacién de ineeridumbre politica puede parecer que la ‘eligi es Ia nica instaneia eapaz de introduc orden. Tooque- ville, por ejemplo, establece una intima conexién ere e! genio religioso y el de a bertad, Sep su iterpretaién, el mbitore- ligioso se caracteriza porque todo en él es orden, coordinacién, previsin; mientras que en el mundo politico todo es agtacion, ‘dada eincertidumbre, Estas dos visiones no ofecen ningtin con Aicto, sino que se apoyan y ayudan: la religin peribe el ejrci- sco on ue al orden divin, La mujeres son lsagndo deter dean mujra debs acl su deco Tans a tes bbls como el eno del cotunbre da lal ea de auc las mujeres doen estan a cmos Yao ‘Srresponde elma. En ee conteto de as ema os Sails y prostates ls sf erpyen eel eal uj parece sere dss astray aguas con ea eine fro sobre sus cabs, ann Go veto ess ans 6 con coronas ens cates send conus was os destnos de ins nacones. No en vo, far Habe Cay Sten, ns galeria del Viejo y Nuevo Mino epesan Sob eto 50, {reiirnol la ncotadere agen de ebeca on poco, Para Stain la vitud del sci Is sbneacin ene ronda lmaonc cau myo doe ames scents, el primer dsr de fe mujet ea sin bao, any dsb ds us ata poss pops Jara poder rena sevirmejora spn gece Par 2comeeriaefermade as costmbes Hace tear, ps, ‘visa nerpeasn nica dos tents eras leh ads ye esto d sinters del lia tein ropa ‘bait ul dia er i inkerpesacin cota de a Bila 29 tat sos texts sagads ens sos ern confi, Ua finca Reai0ss En 1893 se celebra en Chicago la Exposicién universal de Columbia. Es la primera vez que Améice se convierte en ani- ‘tidn de una exposiciin de estas caractristicas. Entre ottos m= "La Bb del mj comenti a apa XXIV del Gnesi. 8 chos objetivos, el pucblo americano queria mostrar al Viejo Mun- {do que América era quien mejor representaba el concepto de “universaidad. Como nacién se habia convertido en centro in- siscutible del desarollo industrial y evabs camino de sero tam- bign cultural, America representaba o debis representar el enaci- ‘miento de una nacién interesada en el futuro frente a una cultura europea decadente y moribunda. Lo que se pretende mostrar al ‘Viejo Mundo es que una actitud pragmatic ante ls hechos de la vida no sélo enriquece al hombre de negocis, sino que revela los principio divines y hace avanzar el suetio de los americanos. La ‘eligi tiene, por tanto, un papel destacado en esta exposicién: la luniversalizacion depeade también del grado de toleranéa entre las diversas rligiones. Con este objeto se celebra la «Conferencia ‘mundial de religiones». Fn ella partieipan todas ls religiones del ‘mundo, pero con presencia mayoritaria de las diferentes iglesias protestantes. Entre las congregnciones participantes cabe destacar l protagonismo dela Igesio unitaria y de la Iglesia universalist. ‘Tanto los unitarios como los universalistas presentan la novedad dle incluir alas mujeres como delegadas y confereaciantes. Yal- ‘gunas de estas mujeres serin las que dos allos después escriban a Biblia de la mujer En repeesentacién dela Iglesia unitara acu- dl, entre otras, Elizabeth Cady Stanton, Por parte de la Iglesia “universalista encontramos @ Olympia Brown y Augusta 1 Cha- pin. Como delegedas y conferenciantes las universalistas y uni- {arias presentan esis comunes en torno a cdmo se debe eniender lnreligidn, Frente a la metafisica yteolopia de la que hacen gala las varadas religiones hay que apostar por una wética religiosa» ‘comin que siente las bases de unidad y universalidad. Soio una tal ica relgiosa permitiri que el progreso material del mundo y la relgin caminen de la mano. La religién del futuro debe ser ‘una ética que establezca Ia paz en la tera, asegue la educacion ‘universal, dé cada ser humano de acuerdo a sus necesidades y reciba de cada ser humano segin sus posiilidades, ‘Kierkegaard habia afirmado en Temor» Temblor que lo ico {2s lo general y tambien lo divin, Sila religidn no expla ya el aa mayo sje que esriben y revisn prtencan a ipe> sia wits nivel 19 ‘orden de! mundo dela naturales, todavia es la fuente vélida dela ‘moral. Autores como Renan 0 Tolsti se aejan de los principios \dogiiticos de la religion: «esis no tuvo ningin dog ni sist ma, sino una revolucin personal ija que, sobrepujando en inten sidad a otra voluntad ereada, ditige todavia en estos momentos los destnos dela humanidad>'® Los evangelio, asi pues, no son libros eseritos por la divinidsd. La influencia de Renan 'se deja sentiren Phebe A. Hanafocd cuando étaafirma que no hay que acepiar mis autoridad que la que procede de Ia verdad y no tomar la atoridad por verdad, Elespirita de ecto de a Biblia ha de ser ‘rtico, que toma lo bueno y rechaza lo mal. En este sentido, las atoras de La Biblia de la mujer comparten wn setimiento pare ido al de Tolst6i cuando se propuso explicaren Los Evangelios ‘el humano vivir y no un problema teolégico”. El «humana vives de Tosti y ambi fs ideds de Renan tenian su refeente en la figura de Fess. Ambos ensalzan la vida del profeta frente alas falsificaciones que la Iglesia erstana hizo mas tarde de ese tini- co erstano, Condenan que su doctrina moral y social se difui- nara on las nobulosas de la fe y la creencia, Las atoras de La Biblia de la mujer dan por buena la figura -mocal de Jest come hombre, en la misma clave de interprelacién 7 Ren, Pd de Jee, uo Ae, 1958, 6. one su nearer tens cats i vel ig clean depron soba No tay yore goa ea tae ete oe yo i Die ms eo en Yo a so Yn ooo Er corse ee De abla po be", portabra nosh ios no ort, y Dis mca canta eo {ee proc Puen rascan se cnsion igi dat vite (Vela Berets Ukr Lexy Cas) op 2 ° Seqim Tolsté lo que llamames cristanismo son las revelaciones del es- kin iq ena gu ve con bs pos eee Come Ind pric oa as gions un ee api Sato yg aos Seca tn ne nen en ron es fal ocala dco Gru ul coo sean aces eps fs thse de pends parc Pronto et Ohio ea rat ‘Sst icc dele Paes dla. con en oan Pati tern gan sg dete i signs el ga oo ge ca ‘nda asegurande que ls reveta Jess» (Tolstoi, op. cit, pig. 23.) = » ta expesa por Renan Tl eis scone en spi= ‘Ein Serunany slacign la senda que tbe abies Bis ae seep oto Sin bag] don mora 0 ee ttn soil ya ods nye ee Bin cos mec afimar que tos toe fens aoe apareen, ob todo en el Viejo Testamento, no son ningin ejemplo de heroici- xe ayn de Ine mujeres bea sm meres anninas semen Oo eijs de Las esposs de lo paras e- ico ur entity un, dems, lpm, lo que demvesza wea cuts ramet se encucaran ena ls ld Ela Bilao habla de as mujeres ca calla sees nono de bens. Detada sive mevoocea eral SeTosssin leach aw mujeres; ments sense ol some ecto slo atlaemos eats et mado de oa Tn ex See sno al Vigo Testament, afi a as, sone cs gun estnn pre x6 feeniso, De Bho 2 Naeem i seb de inficd das murs sutexyuea ms ramet pros pitts gue pros fe see esarea Se debe pos en cus, por ni, D- cee abedfencin a une mands Felis eteamens Beton que clon a sexo emenio en evens en tas fas snaciones de vida, Terao de Bla des ern conseun cg paisa maria de W Jae, bog pore race dc que conguara aia sein El objeto dea ren {2 Soar ha de sel de tsar la volunad yl esponsb- abet yo oa negscin Elpragmatin, oa ide a ee eves sempre se manifest en algun cond Sie mnos exits, ex urn de as lave para intra Bi THe Cea y scam aptcadss poses o parol def Biba cabin Ta intrprtacin ional yexereotpada por rugs musa y umpc aa so seein J cas dee vgene en Mateo 25, Caines A Pe yam eta parol uo Fina, donde as = IE ets so es pons ys wens sabi fos ss fiction ogin Eli cy, res astat or lisbon en eid bac referencias con dben vis mo- ‘ora ena Las vigncs sabia son ages mujeres 2 ‘no desprecan sus talentos,capacidades yfacultades, sino que los ealtivan con éxito piséndote los talones a vatbn en todos los t- srenos del pensamiento. Las vitgenes necias son las mujeres sin ‘via propia, que descuidan sus talents y capacidades para poner- seal servicio de otro, quedndose, pues en la soleda dela jgno- ‘anc. Sin embargo, el gran cortjo hacia el templo del conoci- ‘iento iniciado por ias Virgenes sabias debia de enffentase con |. maldicién biblica a Eva por haber protendidoéeta, precisamen- te,e1 conocimiento. GGIACIA TU MARIDO IRA TU DESEO, YS Te Doma El Génesis se ha convertido para la interpretacién masculina| ¥y misogina en la sustancia dela Biblia enters, En este libro que- ddan desrita para la tradicin y Ja costumbre de toda Ia historia el eristianismo la naturaleza del varén y la mujer. Los varones| han sobado con delectacion y expuesio con voz torante certos ‘ersicutos del libro para mosirar la posicion de subordinacién de ‘odo et univers femenino, desde las hembras de las especies ani ‘males hasta las hembras de la especie humana. En vez de basarse elas verdades biblcas, los varones han hojeado las péginas de Jos textos sacros para buscar ejemplos en lo que apoyar el exor {los abusos existentes en la sociedad. El Géness, si bien mito de ‘reac, fue tomado literalmente como expresin dela ley nati ral que rige e! universo. El valor permanente de Dios y su crea ida se halla muy por encima de los derechos naturales de lo in- Toque ls historiadores confirmaban come la exstncia de un matiarcado originaro RELIGION ¥ MATRIARCADO La relacién entre mujeryreligién, con el telén de fondo deol pues de oer por Bacon en 8 mara de (1861), Et exaba comvencid den edo matin yg assert como forma amg de pretsco, A tvs de a= lpn las mujeres bran dea inna sexu doe aon il gracias a su relgioidad fue capaz de sorter al mis fuer: «Sélo hay ura poderosapalunca de toda civlzacién, la reli- ™ Comeatrio de Elen Batlle Dist ep dl Gene. a sa. Toda mejor, todo reroeeso da exisencia mana proce ‘Foun movimento que se origina en esta epién superior (=). Que Ia futur sinecocitia debe portar prferentemente esta fisonomia Juevtica To garantiza la estructura interna de le naturaleza ferme fina, aque! profundo conocimiento de Dios, que, fundido con el ‘entimiento del amor, toma presiada dela mujer, y sobre todo de iehudre, una consagrecion religiosa que actia mis poderost- 1a ion las épocas mis slvajes. La clevaion de la mujer sobre AT nombre provoca asi nuestro asomibro, al oponerse al elaciGn Se fuerza fsca entre ls sexos>. Las mujeres son sees sobrena qurlee, ya que el poder transmitido por la naturaleza amis fuer per bstado por manos ms debies. Sin embargo, el periods Ue religosidad femenino se funda en un principio inferior, et oesdd de la Naturaleza. Los varones intentan restaurar el equ Ja clevindose un principio rligoso muevo y mis excels, que introduce la época del espri. ‘ios comentarios de Cady Stanton sobre el mariarcado apare- ‘een en piblico en una confeencia dada enel ao 1891. Poco an- Seren Et aio 1890, describe con entusiasmo en su diario el con- ‘apie de matrareado como un petiodo de I historia en el alas agers guian a a eivilizacion y sirwen como sus lideres,disfne Tato de una libertad iimitada durant silos, Cady Stanton se re- Hive al conoopto de maternidad como el germen de Ia eiviliza- pada maternidad fe la fuente y centro de ls primeros pasos Sete cvilizacin » Stanton no toma el argumento del matriarea- fo pura enslzar una esencial imagen diferencia dels muje~ se rjpo como ua dato historic que parece probar Ia igual capa+ 3 jah, Et Mariarad, Madi Akal 1987, ns eres a heed pote aundo dl epi os fens ea Natalia, vio. fe elvacc de 8 ena a or ead Ia eye va nti princi de ten a ats cafes de ncaa i, Ya Bo da popes gue cence a pots ngs le ae my oda cata des clevada tare Spe nex cP desea 3 ys cen con fs els ms proundoe de ee ss laa eit 7 gua) La pteridine se oon di i as a eid a Tc, Basho, fie ps 283 5 cidad de varones y mujeres. Antes quo postulr Ia vuelta a Ia po- sible sitacin originanta de poderio de las mujeres, ecurre a le idea de una mejor educacién y compromiso social de las mujeres para acabar con el reinado del patriarcado y dar lugar an tem- po histrico en que ambos sexos reinen por igual La idea de un matrateado incil fue ampliamente seguida a finales del sigio xrx, pero fueron muchos los autores que, aun aceptando que la filiacién matrilineal reforzaba el papel de la mu Jer dentro de la familia, rechazaban la idea de una gineeocracia politico-militar originaia. Tylor (1889), C. Letourneau (1888), Emst Grosse (1896), Darquin (1883), Starcke (1889)y E, Wester. ‘marck (1891) fueron mis allée insistieron en que el daminio de | familia por los varones, y lo mismo el dela vida politica, era compatible con l filiacién matrilineal. La antropalogia enreeje ‘ana de las tesis mas utlizadas en contra de la igualdad entre los sexos: la distineién entre el poder y el parentesco, Es esa falta de ‘poder, que viene dado a través de las leyes de la herencia lo que puede hacer de las mujeres Ja «madre de la especien y a la vez ‘das hijas de Ios hombres», frente a la representacin de los varo- nes como los hijos de Dios». Ast para Bachofen, as hijas no he- regan, s6lo poseen su cuerpo para conseguirlos bienes que le se _gurar un hombre: a ta cosa en realidad reduce toda la ginecocra- ia. Muchas de las explicaciones antropol6gicas identifica el desarrollo del estado con la decadencia de la importancia del parentesco. No es extra, ai pues, que las comentaristas de la Biblia se detuvieran con insistencia en la necesidad de reformat las leyes de la herencia. La reforma de ls leyes herediarias 8a- caria alas mujeres del circu estrecho de a Fail, del paren- tesco, para convertras en ciudadanas, en miembros indipensa- bis del Estado, Las REACCIONES 4 «La BIRLA DELA MUEIOY La hipocresia sucle ser vociferante. Antes de que viera la hu. ‘en el 1898 In segunda parte de La Biblia de la mujer se babian ‘deja ofr mumerosas voeeseriticas y de profunda rechazo alta bajo de un «grupo de chifladas» y del diablo en persona. Los a 26 estos eins ule sr dl io de os exper en sta inal mijresno pueden sobre en empleot Y= sro gen qc cei se mann pedo pee ot nen iment, cdo aaa, sso ngigents sa ezacin de cates ropanen- per tina nresponsbldad esa azn para ls stele wae sel le distin, dons sonst. LP aieun feta cxigess sagt se ese dass pm hors sees neces de trade see ch cblgnonss pois de Bombe: tnt anne emetic que seams apepads as iid: = rae a licen del maton pare gee sa caves ca uv ag muyjees nh FE Coin Se abandon avd do Sra, Sm ember 32 aa seea i exper No aia eon del Astin TEER Snecone pr Sago dee Mer cba La iba dela mje * a eta able anal del asocain otc ro gee some de doin sa fo pet: «Qe oe een noes sen, sin use computa Pr PEDO sr a as ade opin eligi, y que oe r= Teds Oct con at lamads Bla de amr conning sae escon eolsgicam El dro glpe qu eta dears t= Faas patra ln ascacie, Susan BL ANDOnY y ie Fa Cao muss lado co qu primes hublet cana alpina eolin: bf doleria mis logue co gi us as llega san tin estes de oe etl como par apobr ea eosin, Mor + ‘nia eo tena doe on de un cin dual Sin encore.) Mejor svt eat + oa a ena prac de pips lacs qs orizt ers bun de mone aati, Os i eer ier gs st ees ngs.» FROME eis quee to adv wo esaba mado, ¥ wnt ‘ue epnms gl sence ene a 2 fe SFiS muss quel het gas nel esa a aan ett nian aber sobre todos era delas mujeres 2 Fs de agradecer por ollo que la editorial Catedra en su colec- cién Feminismos edite este libro, porque todo él es revelador de una lucha que a0 podemos dar totalmente por cerrads Si bien la religin eristiana, en comparacién con otras religiones actuae no parece poner constantoments en una pita de sacificio mujeres, también es cierto que esti muy lejos del grado de tle- rancia necesario para admit que existe el «sagrado derecho» de las mujeres a decidir sobre su propia persona AUCiA Mivanas PARTET ‘Comentarios sobre el Génesis, el Exodo, el Levitico, los Nimeros y el Deuteronomio En todas las lmas tay alguns verdad y agin err unos, y cada tn ofoce al mundo del pecan To que ninguna ota poses Covsne

También podría gustarte