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De repente me golpe, como una idiota

Como golpean violentamente las gotas de lluvia la ventana


Todo estaba predestinado
T y yo, nuestros dedos entrelazados
Y dos almas cosidas con un hilo rojo
Un ro que lleg a su cause
Y una perfecta tormenta que llegaba a su final
El rojo tinte del amanecer ensangrentaba el cielo

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