Zeruda no Densetsu Daichi no Kiteki ?) es la decimoquinta
entrega de la saga de Zelda, lanzado para la Nintendo DS el 7 de diciembre de 2009. Los detalles sobre el juego fueron revelados por Satoru Iwata en la Game Developers Conference 2009. Spirit Tracks fue puesto en exhibicin en la Electronic Entertainment Expo.
Secuela directa de The Legend of Zelda: Phantom Hourglass,
se establece un centenar de aos despus de los acontecimientos de su predecesor en la nueva tierra descubierta por Link y Tetra, Nuevo Hyrule. Spirit Tracks utiliza el mismo estilo grfico y muchas caractersticas del juego Phantom Hourglass. Una diferencia importante de Phantom Hourglass, as como de The Legend of Zelda: The Wind Waker, es el viaje en tren a travs de Hyrule, en vez de en barco. Tambin es el primer juego cannico que permite al jugador controlar a la Princesa Zelda.
Spirit Tracks es la secuela directa de Phantom Hourglass.
Despus de derrotar a Bellum en el mundo del Rey del Mar, Link, Tetra y su banda de piratas finalizan su bsqueda descubriendo una nueva tierra donde construirn un nuevo Hyrule restablecimiento la monarqua de la Familia Real de Hyrule. Prologo STA partir de entonces transcurri una poca de paz, en la que los espritus del bien vigilaban al pueblo de Hyrule. Sin embargo, esta paz lleg a su fin cuando el Rey Demonio, Mallard, apareci tratando de destruir toda la tierra. Los espritus del bien descendieron de los cielos para luchar contra este enemigo, teniendo xito al someter al enemigo, pero no pudieron acabar con l. En su lugar, sellaron a Mallard en las profundidades de la tierra, forjando numerosas vas de tren que serviran como su celda, y una enorme Torre de los Dioses fue erigida para mantener el sello. Sin embargo, el poder de los espritus se agot durante la batalla con Mallard, y ascendieron a los cielos, dejando a Hyrule desprovisto de espritus y demonios, en las manos del pueblo elegido de Hyrule. A medida que pasaba el tiempo, el nuevo Hyrule se convirti en un reino prspero, y las vas utilizadas para encarcelar a Mallard pasaron a ser pistas para una nueva maravilla tecnolgica, el tren.