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LAS PERSONAS SON REGALOS

Las personas son regalos que la vida me ha dado. Ya vienen envueltas, algunas en forma muy
bella y otras de una manera menos atractiva. Algunos has sido maltratados por el correo; otros
llegan como entrega especial. Algunos llegan envueltos, otros cerrados con gran rigidez.
Pero la envoltura no es el regalo y es importante darse cuenta de esto.
Es muy fcil equivocarse en este sentido, juzgando el contenido por el estuche.
A veces el regalo se abre con facilidad; otras, necesita la ayuda de otras personas.
Tal vez es porque tiene miedo, quiz han sido heridas antes y no quieren ser lastimadas de nuevo.
Pudo ser que alguna vez se abrieron y luego las tiraron a la basura. Quiz ahora se sienten ms
bien como cosas que como seres humanos.
Yo soy una persona. Como todas las dems personas tambin soy un regalo. Poseo una bondad
que es slo ma. Y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura.
Tal vez temo decepcionarme, quiz no confo en el que llevo dentro. Pudiera ser que en realidad
nunca he aceptado el regalo que soy.
Cada encuentro y comunicacin entre personas es un intercambio de regalos.
Mi regalo soy yo, t eres mi regalo.
Somos obsequios de Dios de unos para otros.
Es difcil pensar en ocasiones que aquel que me ha lastimado es tambin un regalo de Dios, pero
si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con ellas, seguramente
encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos tiene una enseanza para crecer
en su amor, en nuestra fe
Nosotros mismos podemos tener una envoltura tan maltratada por el tiempo y las circunstancias,
pero lo que llevamos dentro siempre ser hermoso, pues quien lo puso ah es nuestro Creador,
solo tendramos que ver hacia dentro y estar listos para darnos Descubre en tu interior todos
los dones con los que el Seor te conform y s digno regalo para los que te necesitamos.
Unos cuantos das antes de Navidad, la hija de 3 aos de un pastor protestante estaba
muy entusiasmada con todos los regalos. Una maana empez a recoger, a examinar, a
sacudir y a tratar de adivinar lo que haba dentro de cada paquete. Luego, como
inspiracin, agarr un lazo rojo grande que se haba cado de uno de los regalos y se lo
puso sobre la cabeza. Mir con ojos centelleantes a su pap y con una amplia sonrisa le
dijo: Mira papi. Soy un regalo!

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