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} KS Su ese Estatuto funcionario judicial STAGE PT tar at | PEACE EPR T EE creat TE ELE Ue ODER ESS et eu) PD CTech Q _ Hacinamiento penitenciario en América Latina Maria Noel RODRIGUEZ eee 15 la carcel: una herramienta imaginaria para abordar problemas reales Mauro TOMASINI y Mariana MOSTEIRO ee eae 21. §l monopolio estatal sobre el castigo: Privatizacion carcelaria y teoria retribucionista Isabel ARRIAGADA GAJEWSKI aaa 29 Punta de Rieles: hacia una resignificacion de la dignidad humana : Rolando ARBESUN RODRIGUEZ eee 34 Roldel operador/a penitenciario Diana NOY LOPEZ EE 4Q 12 resocializacién en los proyectos de Cédigo Penal y Cédigo Proceso Penal Carlos URIARTE eee J El rol del defensor penal para evitar la privacién de libertad Juan Carlos DIAZ fp 52 VWulnerables y culpables El perfil de los adolescentes que ingresan al sistema penal juvenil Daniel DIAZ ——— Las politicas publicas y el control social punitivo hacia los adolescentes Alvaro COLISTRO = El gobierno de la calle: malas comportamientos y espacios piiblicos Jorge CHAVEZ y Pablo PIQUINELA AVERBUG SUMaRIO 79 En espera de rectificacién para volver a la fila? Breves notas sobre el tratamiento social de los segmentos empobrecidos de la clase trabajadora Laura VECINDAY 86 Programa Ciudad Segura Marcelo BARZELLI 89 Vigilancia electronica y mecanismos de control de libertad: elementos para la reflexion Cristina ZACKSESKI y Welliton CAIXETA MACIEL Q5 El rol del Defensor en el nuevo Codigo del Proceso Penal Alejandro BONANNI 101 El rol del Ministerio Publico en el nuevo Cédigo del Proceso Penal Ménica B. CASTRO ROMANO. SSiER, (DOs 107 £l estatuto como herramienta para mejorar las condiciones de trabajo Esteban ROMASANTA 109 =n laconstruccién de un nuevo estatuto : Sergio Oscide NUNEZ finis terree 115 Balance de la aplicacion del Convenio de la Naciones Unidas para la proteccién de todas las personas contra las desapariciones forzadas Juan José LOPEZ ORTEGA Neat - Depési Espact nades cer el puede Disefic Pabiot Fotogr Ricard DIREC CONSE Victor Piquin cuIDa CONS! u “eves :ntos (DAY ELL lde cIEL anal NNI del ANO as TA ie: 3s. va €SPacio aBICRTO Revista del C1EJ- AFJU Centro de Investigacién y Estudios Judiciales - AFJU - ISSN 1688-5953 W. Ferreira Aldunate 1280 - 2901-1862 // 2901-3598 - Montevideo - Uruguay www.ciej.org-uy - ciejforos@gmail.com N°21 - Noviembre de 2014 - Revista semestral Depésito Lagal 334695 Espacio Abierto tiene como objetivo principal la difusién de investigaciones relacio- nadas con la justicia y el Poder Judicial con una visién amplia que procura enrique- cer el debate. Los trabajos presentados son considerados por su Consejo Editor quien puede solicitar evaluacién externa por expertos. Disefio de tapa: Pablo Baneira Fotografia de tapa Ricardo Antinez DIRECTOR Daniel Fessler CONSEJO EDITOR Victor Abal - Serrana Delgado - Carina Gémez Heguy - Mariana Doval - Sergio Nufiez - Pablo Piquine(a - Alicia Tommasino CUIDADO DE EDICION Pablo Baneira - Susana Diaz - Amaranta Mieres CONSEJO TECNICO DEL CIES Director: Danie! Fessler Javier Aispurd (supl) - Serrana De(gado - Carina Gomez Heguy - Patricia Hernandez Luis Kellis - Maria del Huerto Moreira (lic) - Sergio Nuriez - Sofia Pi - Rita Rodriguez Ratil Vazquez - Rosario Vilas Los articulas editados son originales de Espacio Abierto y de responsabilidad de quien los firma, No necesariamente coinciden con ta opinién det CIEJ y de AFJU. Las colaboraciones pueden ser enviadas a ciejfores@email.com como archivo adjunto en Word tamafio de fuente 12 interlineado 1 % nopudiendo exceder las siete paginas A 4 salvo expresa autorizacién del Consejo Editor. En el correo deberd hacerse contar que es inédi¢o no habiendo sido presentado ara evaluacién por ot:a publicacién. os A las en Vigilancia y control de los mecanismos electronicos de libertad: elementos para la reflexion Cristina Zackseski Crimindloga, Doctera en Ciencias Sociales. Master en Derecho y Licenciada en Derecho. Profesora Adjunta en la Fasultad de Derecho de la Universidad de Brasilia. Directora del Grupo de Investigacién de Politica Criminal. Miembro del Centro para el Estudio de la Violencia y Seguridad - NIEVES / CEAM/UNB. Welliton Caixeta Maciel Doctorado en Sociologia, Master en Antropologta, Licenciatura en Antropologia, Derecho Scciologta, Investigador en el Nicleo para el Estudio de la Violencia y Seguridad - NIEVIES/ CEAM/UNB, Laboratorio para el Estudio de la Ciudadanta, Manejo de Conflictos y Justicia - ATU /DAN/UNB y Grupo Candango de Criminologia - GCCrim/ FD / UNB. ‘nvuna publicacién anterior en esta revista! presentamos un fpanorama politico criminal que consistié por un lado en un aporte con- ceptual y coyuntural por otro, con algu- ros ejemplos del caso brasilefio acerca de la situacién de violencia y algunas de las propuestas de control, que en general par- ten de las conocidas estrategias de amplia~ cién de las posibilidades de vigilancia y punicién. Ahora trataremos de profundi- zaralgunos elementos de anilisis sobre una fase de la cultura de castigo que sustenta formulas desgastadas, renovindolas con el elemento tecnolégico. Estamos hablando de los controles electrénicos de libertad (pulseras, tobilleras 0 cémaras), sobre las cuales también ya hemos investigado,? que representan la supervivencia de un tipo de control, que es la vigilancia, aunque las so- ciedades contempordneas se han tornado complejas y fluidas, 0 Hquidas segin Zygmunt Bauman? El hecho es que la vigilancia como forma de control de la criminalidad es un principio perfecto en la modernidad, espe- cialmente marcado por las propuestas de control como E/ Pandptico de Bentham (1791), tevisado e inmortalizado por Michel Foucault en Vigilar y Castigar, en. la década de 19705 Sin embargo, vigilar decenas 0 incluso centenas de individuos “Tiempo de Reforma: Ia violencie, el erimen y el castigo. Especial: Cristina Zackseskl, Espacio Abierto, no. 19 ~ Montevideo, Noviembre, 2013, p. 177-126. 2 er trabajo del Grupo do Pesquisa Poltica Criminal: ZACKSESKI, Cristina ; VIEIRA, Carolin Luiza Sarkis POLACO, Jussara ; FERREIRA, Edson; PACHECO, Joselio; MAIA, P.; BEDENDO, Luis Carlos ; COSTA, Sivia Maria Brito ; PORTO, Renata ; JAMAR, |. .0 Uso da Tecnologia na Seguranca Pablica: um estudo sobre o moritoramento tletonico de liberdade hos saidées de presos no Distito Federal. In. Discursos Sediciosos (Rio de Janeiro), v. 17/18, p. 91-111, 2011 ° La extensa obra del autor y gran part de ella esta permeada por el concepto de “iqudo™- La modermided liquide, ‘Miedo liquido, Amor liquide, Vida iqulda, Tempos iquidos. “Bentham, Jeremy etal. O pandptco. 2 * edicion. Belo Horizonte: Authentic, 2008 (1791) Foucault, Michel Michel, Vigiare punir naseimento da pris4o. 33° Edigso. Petropolis: Vozes, 2007 (1975) revista del ciej -89- alojadas en edificios, de acuerdo con el principio de cuadriculamiento, ya no es po~ sible, y el ejemplo mis dramético de esta realidad son las cifras del encarcelamiento en masa de diversos paises, como Brasil, que ya ocupa el cuarto lugar en el ranking de los paises que més encarcelan personas.* Ena actualidad, las prisiones se muestran completamente inconcebibles como la principal modalidad de castigo,’ dado que los efectos que producen en el individuo encarcelado son contrarios a los fines que se persiguen. Sabemos, sin embargo, que en las sociedades occidentales conteanporinneas es indiscutible el papel estructurante de la vio lencia en los diversos procesos y esferas sociales, en la socializacién de los indivi- duos o incluso en la definicién de territo- rios identificindolos con espacios violen- tos y la tentativa de transformarlos en es- pacios protegidos; justificando, la difusién de medidas de seguridad para proteger a los ciudadanos.* En este sentido, el gran protagonista de la seguridad en este siglo, segiin Yves Pedrazzini, deja de ser el Esta~ do y pasan a ser los fabricantes de las nue~ vvas tecnologias de seguridad (por ejemplo los fabricantes de alarmas, dispositivos de control y seguridad privada, etc.) y lo que es peor, bajo la legitimidad de leyes y det sistema juridico, Jozo Ricardo Hauck? enu- mera algunos de estos nuevos mecanismos de seguridad, tales como “cimaras de vigi lancia, espionaje, escuchas telefénicas, identificadores de voces, lectores faciales, lectores de impresiones papilares, lectores de itis, detectores de metales, etc.” Segtin 41, en la esfera de la investigaci6n criminal “sobresalen las pericias técnicas de sonido ¢ imagen, los eximenes quimicos y sobre todo el examen de ADN.” Yan el ambito de la seguridad y del sistema penal, “las viejas estructuras se des- moronan y pasan a primer plano nuevos paradigmas de seguridad’, sin embargo, “la legislacién penal no asimila tal velocidad y al derecho penal parece estancado frente al progreso tecnolégico!, siendo que, se- giin ese mismo autor, “(re) pensar la (re) estructuracién de politicas de seguridad piiblica y justicia penal debe necesariamen- te (si queremos tener eficacia) pasar por una (fe) actualizacién de las” formulas de contencién de la violencia”. La realidad actual indica que la can- tidad de personas que asisten a institucio- nes de control (escuelas, fabricas, hospita~ les, asilos, cérceles, fabricas, etc.) o que cir- culan en los espacios pablicos y privados ya no pueden ser vigilados sin el uso de la tecnologia. Sin embargo, este uso, tal como el de la vigilancia en la modernidad, pre~ senta caracteristicas y limitaciones no siempre percibidas y comprendidas, pero {que alimentan suefios de control y,mis que €50, los beneficios de este mercado, como ya nos advertia Nils Christie a fines dela década de 1990." Para David Garland en el analisis que hace de forma més amplia sobre la culfura del control, aunque las estrategias actuales de control del delito estan ajustadas de al- guna forma a las estructuras de las socie~ dades de la modernidad tarda, ellas no son © Segan el Intemational Centre for Prison Studies (IOPS), Brasil se mantiene apenas por ders de Estados Unidos (2.266 milones de preses), China {1,640 millones de presos) y Rusia (717 mil resos). "BAUMAN, Zygmunt. Globelzapso: as consequéncias humanas. Rio de Janeiro: Zshar, 1999 |“ PEDRAZZINI, Yves, La violencia des viles. Pars: Les Editions Charles Léopold Mayer, 2005, p. 102 * HAUCK, Jodo Ricardo. Tecnocidncia, vigilincia 0 sistema penal: a superagdo de paradigmas © as novas perspectivas sob 0 viés tecnotegicn. Divito & Justia, Porto Alegre, v.34, n. 2, 2008, p. 50-86, "tb, . 53, der, bi, ® CHRISTIE, Nis. A indstria do controle do crime: a camino dos GULAG's em estilo ocidental Tradugso de Luis Leiria. Rio de janeiro, Forense, 1998, -90- espacio abierto inev | sane mac a ° ° 2 e > a inevitables, una vez que moldeadas por ins- tituciones politicas y por compromisos cul- turales, siendo, por lo tanto, resultado de opciones politicas que pueden ser diferen- tes, Segiin el autor: (..)Nuestra moderna tendencia a pen- sar en la “imposicion de la ley” como sinéni- ‘mo del ‘control del delito* revela hasta qué punto nos hemos acostumbrado a pensar en el Estado como el mecanismo fundamental para enfrentar el delito. (...) existen otras posibi~ lidades para el control del delito y la forma~ cién de un orden social, como la hemos visto cuando consideramos las respuestas adaptativas desarrolladas por las agencias administrativas.® Hay que afadir, sin embargo, que Con) el empleo masivo de las nuevas tecnolo~ ‘tas de seguridad (biometria de ADN, pa- sando por la vigilancia electrénica) transfor maa la ciudadania, a a poblacién en general J especialmente, algunas categortas de ciu- dadanos sometidos, a una caracterizacién étnica y racial en objeto-mercaderta obser~ vad, categorizado y clasificado- en suma, vigilado permaneniemente’, conforme ha sefialado Daniel dos Santos."* Ante este escenario, se observa la vigilancia electrénica en el sistema peni- tenciario, directamente asociada, basica~ mente, a tres objetivos principales: la de- tencién, la restriccién y la vigilancia pro~ piamente dicha. La detenci6n ha sido su propésito mas comiin, dirigida a controlar la permanencia del indivicuo en un lugar predeterminado (por ejemplo, su casa, vol- viendo ms eficaz el arresto domiciliario). Utilizada también como un medio para restringir la libertad, sirve para evitar que el infractor se aproxime a determinadas personas 0 frecuente ciertos lugares (cuan~ do se trata de delitosen los cuales la perso nade lavictima el lugar desu cometimiento asumen un papel relevante). Finalmente, desde la perspectiva de Ja vigilancia, el sistema evita posibles fu- gas, controlando, aunque sin restringir, el movimiento del sujeto. Actualmente, cuatro opciones técni- cas de vigilancia electrénica estin disponi- bles en el mercado: a) adaptacién de wn bra- zalete;) adaptacién de una tobillera;) adap- tacién de un cinturén; d) adaptacién de un microchip implantado en el cuerpo humano (actualmente en fase de prueba en los Esta- dos Unidos e Inglaterra). Los datos conteni- dos en este chip pueden ser transmitidos via satélite, informando la localizacién exacta de quien lo esté llevando.'s En el caso de brasilefio, por ejemplo, vimos la incorporacién de la vigilancia elec- ‘trénica tanto en la modalidad cémaras de vi- gilancia (de espacios pablicos y privados) como en la modalidad de tobilleras electré- nicas. En esta parte del texto nos concentra~ remos en laimplantacién de este tipo de con- trolen el Estado de Minas Gerais /MG para casos especificos de violencia intrafamiliar y doméstica, para contribuir a un debate més amplio sobre las posibilidades y los efectos de esa estrategia incorporada en aquella lo- calidad bajo la forma de politica piblica, Por medio del método etnogréfico, podremos seguirlaimplementacién y uso de la referi~ da politica, entre noviembre de 2012 y no- viembre de 2013, junto a la Secretatia de Defensa Social del Estado - SEDS del Gobierno del Estado." GARLAND, David. La Cultura del Control crimen y ordem social en la sociedad contemporénea. Barcelona Gedisa, 2008, p. 74 ~ 237 SANTOS, Daniel dos. A mil rzacao da justiga e a defesa da demacracia. DILEMAS: Revista de Estudos de Confit e Controle Social - Vol. =n. 1 = JAN/FEVIMAR 2011 - pp. 123.140. ® CONTE, Christiany Pegoran. Execugao penal e 0 direito penal do futuro: uma andlise sobre o sistema de ‘monitoramento eletidnico dos presos. $20 Paulo: Revista dos Tibuneis,v. CAIXETAMACIEL, Wellton. Os “Maria da Pena’: uma etnografa de * La etnografia completa esta disponible 894, 2010, p. 401-441 ‘mecanismos de vigilncia e subversdo de mascullnidades violentas em Bolo Horizonte Disertacion on Antrepologla revista del ciej -91- Por tanto, en este trabajo analizamos tuna parte de los datos de campo obtenidos junto a la Unidad Gestora de Monitoreo Electrénico- UGME / SEDS, comenzan- do por el entrenamiento ofrecido por Ia Spacecom Monitoramenta S/AY a los téc~ rnicos de UGME, del cual pudimos parti- cépar en las mismas condiciones que los agentes institucionales que operarian el Sistema en calidad de ‘monitores’. En el caso del Estado de Minas Gerais/ MG, en diciembre de 2012, fue implementado de hecho el uso del referi- do mecanismo de vigilancia y control con el nombre de “Sistema de Observacién Blectrénica Penitenciaria de Minas Gerais” o “Sistema de Observacién Electrénica de Sentenciados en el Sistema Penitencia- rio”, que venia siendo discutido desde el afio 2007, siendo que, entre las diferentes tecnologias disponibles, se optd pot la co- Jocacién en el cuerpo del usuario de tobilleras electrénicas que envian sefia~ Jes monitoreadas por Ia central.'* De for- ma pionera en relacién a los demas Es tados brasilefios, la utilizacién de la vi lancia (0 monitoreo) electrénica en Mi nas Gerais, mas especificamente en la Regién Metropolitana de Belo Horizonte Figura 1 - Esquema de monitores flectrnico de las personas expuestas la violencia doméstica - Fuente: Spacecom Monitoramento SIA ee a Social, Brasiia: Universidad do 2014. ~ RMBH (donde fue iniciado el proyec- to piloto) tienen cubierto, desde febrero de 2013, casos de violencia familiar y doméstica contra las mujeres como una medida de precaucién. Segiin el instructor de Spacecom, el SAC24 permite la seguridad de las muje~ res que sufrieron agresiones y amenazas, esto debido a que el supuesto “agresor/ monitoreado” tiene zonas de exclusién en Ja que no puede transitar, proporcionando tuna mayor seguridad (o sensacién de se~ guridad) para las presuntas “victimas”. EL esquema de monitoreo involucrado con~ siste basicamente en una Central de Monitoreo equipada tecnolégicamente para garantizar que, en caso de un posible acercamiento entre el presunto agresor y lapresunta victima, el Estado pueda inter- ‘yenie para evitar dafios y/o agresiones, para ambas partes implicadas en situaciones de violencia, de acuerdo con la Figura 1 que sigue. Para este fin, ¢s utilizada la integra~ cién de varias tecnologfas, siendo las prin pales la ubicacién GPS y la comunica~ cién GPRS (ced celular). El equipo de monitoreo para estos casos recibe el nom= bre de‘UPR 2G ~ Unidad Portétil de Se~ guimiento de 2* generacién’. + Empresa eontratada por el Gobiero de Minas Gerats para implementa latecrobaia ce monitors electrénice de tense en aluacien de cumple de redidasjudiles, también conocido SAC 24 Servicio de Acomparamiento {de Custodia 24 horas. de Custoaetaan N° 19478, del 12 de enero de 201, mods ta Ley N° 11404104, que contane normas de -92- espacio abierto E calidad lizado! tizar el. tecciér mente pos de prineiy violen: quienc sitivo | Seguit nica a macié por ps puss « “124 explic casos utiliz biller un se come 075 la Re bleci peciz milic jean: viiza deci omic > Fur Fede taint 313, ques de > 368 Dere piote ev urge ete paz Firm aS Insp a) Poi ret Pm emiaemetee r Es necesario destacar que, en esa lo- calidad, el referido mecanismo ha sido uti- lizado también como una forma de garan- tizar el cumplimiento de medidas de pro- teccidn aplicadas por los Jueces conjunta- mente con la obligacién de asistir alos gru- pos de reflexién sobre género destinados principalmente a los hombres autores de violencia doméstica contra las mujeres a quienes se les da opcionalmente un dispo- sitivo llamado “UPR - Unidad Portatil de Seguimiento” que controls, vigilay comu- nica ala misma Central en caso de aproxi- macién y violacién de la decisién judicial por parte de los presunitus agresuies des pués de la judicializacién de los casos. Con fundamento legal en la Ley N *12403/2011, art. 319, inciso IX, como nos explicd el Director de UGME, para esos casos tanto el agresor/a como la “victima” utilizan el equipo. El agresor utiliza la to- billera y el “agredido” es monitoreado por un segundo punto, una especie de GPS como radio de alcance ajustable de 250, 500 0750 metros de distancia. E123 de abril de 2013, por medio de Ja Resolucién Conjunta N° 179, fue esta~ blecido en el ambito de los Tribunales Es- pecializados en violencia doméstica y fa- miliar contra la mujer del Distrito de Belo Horizonte, el “Programa de Monitoreo de Electrénico de agresores” a través de tobilleras electrénicas, “como medida cautelar especitica (art. 319, IX del Cédigo del Proceso Penal brasilefio) y como un instrumento de fiscalizacién de las medi~ das de proteccién de salida de la casa, de prohibicién de aproximacién ala victimay de prohibicién de frecuentar determinados lugares” (con fundamento en el art. 22, Il, III, “a"y “c" de la Ley 11.340/2006, popu- larmente conocida como “Ley Maria da Penha”)."” La referida Resolucién Conjunta previé también competencias al Departa- mento de Estado de Defensa Social por medio de la UGME, en lo que concierne a Ja infraestructura necesaria para el segui- miento de los casos, ademas de obligacio- nes de monitoreo_y condiciones de con- cesién y de la cesacién del monitoreo elec- trénico. Fueron elaborados, simulténea~ mente, diagramas de flujo para la atencion de casos de esa naturaleza previendo pasos y medidas a ser tomadas en situaciones de admisién e incumplimiento del monitoreo electrénico, observando el desempefio de cada una de las instituciones involucradas en el abordaje del tema de la violencia do- méstica en RMBH. fjecucin penal, que establece la competencia de la Comision Técnica de Clasificacion par pina respeto de la utlizacién del monitoreo electronica para fa fiscalizacién del cumplimiento de las condiciones fiadas en en la decision judicial cuando se trata ce autotizar una salida temporaria en el regimen semiabierto y en el arresto

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