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De Leon, 1985.
‘4 De Leon, 1985, p. 95 ss.
5 De Len, 1985, p. 101 ss.S =
| OLEON Y LA COLONIZACION DEL NUEVO SANTANDER 163
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bh a Palmas. No hubo en este viaje un proposito determinado y sélo se
dk) tare, Pt descubrir tierras y saber rumbos, por lo que pudiera impor-
4, ” lo de adelante”. En esa ocasién practicé un reconocimiento muy
#! nore 8°: Recorrié veinte leguas de la costa y avanz6 cincuenta hacia
It te, con el fin de establecer contacto con la Florida.
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c ALONSO DE LEON, EL HO
bon 8unda mitad del siglo xvu, el general Alonso de Leén, hijo y
ibn ier ~ Cronista, emprendié en 1686 una trascendental expedi-
-*Maulipas.
ie Vittey, marqués de La Laguna, enterado de que los franceses ha-
NueyPoblado la Bahia del Espiritu Santo, ordené al gobernador del
alguns ino de Leon, marqués de San Miguel de Aguayo, que alistara
as ompafiias a fin de que fueran a reconocer aquel lugar, “con
“fungercision y brevedad’”. Designado el general Alonso de Leén para
jum, o° tanta importancia”, fueron organizadas dos compaiiias. En
jp oata Verificada en Monterrey se acordé iniciar la marcha el 25 de
ping guna compafifa de 25 hombres de dicha ciudad, al mando del
iat Nicolés Ochoa de Elejalde, y otra de veinte, a las érdenes del
$8 lei OMS Leal, de Cadereyta. El gobernador les pasé revista en
bizg k ™ Poblacién. Cuarenta cargas de bastimentos, harina, carne,
Senta ccp_Y, Chocolate formaron el bagaje y, ademas, cuatrocientos se-
Por hab.’ ttieros y mozos de servicio, un capellén, eteétera.
ha iiper Taber Hovido el 26, la salida se hizo el 27. La ruta se siguié por
Sees, del’tio'de San Juan, eh jornadas:de\duatro, ocho y hasta
arias. A los cinco dias legaron al rio Grande, que no fue
"stands - Doce dias después, el 14 de julio, dia de San Buenaventu-
dice ‘at la noche en el campamento, “se oyé el bramido del mar”
aise Puntual tero y diario, llevado con meticulosidad por Juan
| Al qctapa?
6 250 Buiente y con auxilio del astrolabio, precisaron su ubica-
ito Kelp Practicaron luego un reconocimiento de la costa hacia
haber ; mas y regresaron a Monterrey el 26, exactamente al mes
Salido,
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"9, ey LP ediciones Posteriores del mismo general se logré pasar el Bra-
de los franceses, En esta primera jornada, sin embargo, se
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BON, 1995, Pp. 131 y 132,
PEL Desrotera y diario... aparece en De LOn, pp. 199-202,164 CINCUENTA ANOS DE HISTORIA EN exit
exploré la ribera sur del rio hasta su desembocadura, y fue el een
Alonso de Ledn el primero en estar en los lugares en los cuales hab’
de surgir mas tarde Reynosa y Matamoros y las demés actuales poblt
ciones fronterizas.®
BERNARDO DE PosaDa
Ya en el siglo xvut, en visperas de la entrada de Escandén, el gobi
del Nuevo Reino de Leén ordené al general Bernardo de Posada, ie
dor de la villa de San Juan Bautista de Horcasitas de la Punta oe
Lampazos, que hiciera una jornada por la ribera sur del Bravo. Pe es
llegé también hasta la costa y en su informe da cuenta de las tierr@*
ceptibles de poblar y de los grupos indigenas que encontré.?
PROYECTOS DE COLONIZACION .
La colonizacién de esta inmensa zona oriental del Nuevo Reino ae
era urgente y necesaria. Las numerosas parcialidades indigenas ©! es
frecuentes dafios a las poblaciones establecidas. Por otra parte,
ban desaprovechando cuantiosas riquezas naturales. Era incon
ademés, que ya integrada casi en su totalidad la colonizacién de la
Espafia, estuviese aun sin realizarse lo que el historiador Hernan! ae
chez Barba llama “‘la ultima expansién espafiola en América”.
Son de sobra conocidas las referencias a los proyectos presem™ jp
con este propdsito. Narciso Barquin de Montecuesta, alcalde mays
la villa de Valles, fue, en el siglo xvm, el primero en propone! “a0
de hacer en 1735 una descripcidn de la zona, en la cual fundame™
su oferta, pedia ser honrado “‘con la investidura militar necesari@ ie
tribucién anual de cuatro mil pesos”. Garantizaba realizar su PY) el?
en cuatro afios, si se le sefialaban catorce mil pesos para el sostemi™
de los cincuenta soldados que le acompafiarian. Proponfa adem’)
medios econémicos para ayudar a sufragar la empresa, tales cone ale
presién de los sinodos de las misiones existentes —incluso la de ¥"
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Hid juzger poss destrinciba,del;alstmo.Derxatero