Leyendo Marcos 6.53-56.

Terminada la travesa, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y

saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoci. Y recorriendo toda la
tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a
donde oan que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o
campos, ponan en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les
dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban
quedaban sanos.
Me hace reflexionar y pensar que haba muchas personas que estuvieron en el
tiempo de Jesus, que anhelaban conocerle,

mirarle, escucharle, seguirle,

tocarle y sanarse; cabe destacar que muchos claramente le buscaban para

obtener algn beneficio, pero lo que me sorprende no es que ellos solo
buscaban a Jesus para obtener algo (ya que creo que es natural en un ser
humano, buscar siempre un bien para s mismo) si no al contrario me admira la
manera en la que ellos ponan su fe en l; muchos aun sin conocerle le
buscaban, porque oan de palabras de otros las maravillas que l haca y
corran en busca a de l; otros por simple curiosidad lo buscaban para observar
si realmente era cierto.
La pregunta es: Por qu aquellos que aun sin verle crean en el?
Pienso en lo maravilloso que habra sido estar en esos tiempos cuando Jesus
estuvo en la tierra, pero veo que ahora muchos de los que pueden tener el
privilegio de conocerle, no fsicamente como en aquellos tiempos, pero si
conocindole como el dador de vida, el Salvador del mundo, como el nico que
puede cambiar sus vidas, sanar sus enfermedades y limpiar sus pecados, aun
no creen en l.
Me pregunto Que ha pasado en estos aos que ha provocado esto? Solo
puedo decir que la maldad ha corrompido los corazones, y los ha hecho
incrdulos de la verdad. Dice Mateo 24.12 y por haberse multiplicado la
maldad, el amor de muchos se enfriar.

Esto me hace reflexionar en que la tarea de nosotros es contribuir en el

compartir de las maravillas que el Seor ha hecho en nosotros, y dar testimonio
de ello, as como muchos hombres de los tiempos bblicos lo hicieron, para que
creyeran en el.
Un ejemplo el endemoniado gadareno:
Al entrar l en la barca, el que haba estado endemoniado le rogaba que le
dejase estar con l. Mas Jess le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuntales cun
grandes cosas el Seor ha hecho contigo, y cmo ha tenido misericordia de ti. Y se
fue, y comenz a publicar en Decpolis cun grandes cosas haba hecho Jess con
l; y todos se maravillaban (Marcos 5.19-20).