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Cue A. Brew tnbrooteccérni” ala teoris litérerts , Eadtevial Crvica, Bereelona, 2000, | S4 te a e if ope 2 2QUE ES LA LITERATURA, Y QUE IMPORTA LO QUE SEA? {Qué es la literatura? Uno pensaria que esa ha de ser una ‘cuesti6n central en la teoria liveraria, pero en realidad no pa- rece haber importado demasiado. Por qué razén? Al parecer hay sobre todo dos razones. En primer lugar, dado que la propia teoria entremezcia ideas dela Bilosofa, la lingiistca, la historia, la teoria politica y el psicoanilisis, por qué habriamos de preocupamas de si los textos que leemos, son literarios © no? Los estudiantes y los profesores de litera tura:tienen hoy a su aleance una larga serie de proyectos de investigacién sobre los que escribic y leer — «imagenes de la ‘mujer a principios del siglo 2%, por poner un ejemplo— que dan cabida con igual derecho a textos tanto litecarios como no literarios. Se pueden estudiar las novelas de Virginia Wo: narracién de los casos clinicos de Freud o incluso esos dos ém- bitos, y no parece que la distincién sea crucial para el mé:odo, No se trata de que todos los textos sean de algiin modo igua- les: algunos se consideran mis ricos, mas poderosos, ejem- plares, revolucionarios o fundamentales, por las razones que sean. Pero ambas obras, las literarias y las no liverarias, pue- den estudiarse conjuntamente y con métodos parejas. Literariedad fuera de la literatura En segundo lugar, la distincién no es crucial porque diversas, obras de teoria hayan descubierto lo que podrfamos lamar, ‘simplificando al maximo, la «literariedad» de numerosos fend- menos no literarios, Muchos de los rasgos que con frecuen- lar. El modelo subyacente 6c tanto, la lgica de la narracionla manera en eno Bes Mussran que algo ocure, al engranar la situa teal of ‘esarrollo y el resultado de modo que adquieran sentida.” id histérica es, en resumen, el an ¢ rama cic seo yes Coherent, o sila historia ha quedado sin final St la narrativa historica como la litesurs igen Pot los mismos modelos de lo que tiene sentido [ene s ue tiene sentido y lo que es. tructura una historia, entonces deja problems nea : ee ale eae ee ribir esta siruacié: 6 lesa Situacién indica que la nocién de literatura con. tinda desempeii le desentraier "4? 1" determinado papel que debemos Qué 05 le literature, y gud importa lo que sea? 3% De qué pregunta se trata? Nos encontramos de vuelta en la pregunta inicial, «Qué es la literatura», que no encuentra respuesta. («Mi amada es una rosa, una rosa toja>)— se parece més a una cancién popular que a Hamer. . cExiste una esencia de la amalayerdidad», un algo especial, un no sé qué, que las malas hierbas comparten y que las distingue de las otras plan- tas? Quien con su mejor voluntad se haya puesto a escardar un jardin sabe cudnto cuesta distinguir una mala hierba de las otras plantas, y se preguntaré cual es el secreto. , las caractesisti- cas fisicas 0 formales que hacen que una planta sez una mala hierba. En lugar de eso hay que emprender estudios histéri- cos, sociolégicos y quiza psicolégicos sobre los tipos de planta ‘que se consideran indeseables por parte de diferentes grupos en diferenres lugares: 34 Breve introduc a eto lteroi : Quizd la literatura es co iteratur m0 las malas bierbas. cpus no cline a pegunc; leacormula de nace so Ques a ktertar 9 ud importa logue tet? _ 35 tiene utilidad prictica evidente, pero ¢podemos conseguir ese mismo efecto si sacamos otras frases del contexto en que se clarifica su funcién? Tomemos una frase de un libro de ins- trucciones, un prospecto, un anuncio, un periédico, y escri- bémosla aislads sobre el papel: Tratar textos - como literatura Agitese enérgicamente y déjese reposar cinco minutos. Supongamos que nos siguieate: eacontramos con una frase como la 5 literatura? gLo he convertido en literatura al sacarlo del contexto prictico de unas instrucciones? Tal vez si, pero ro esta muy claro que lo haya logrado. Parece que nos falta algo: la frase no tiene recursos que nos permitan trabajar so- bre ella. Para que fuers literanura necesitariamos, acaso, in- ventar un titulo cuya relacién con el «verso» creara problemas y obligara a ejercitar la imaginacién: «El secreto», por ejem- plo, o «La esencia de la compasion». ‘No obstante, seria bastante més facil si la frase sonara algo asi como «Una aube de azticar al alba, en la almchada», que parece tener més oportunidades de ser literacura, pues 10 puede ser nada més que una imagen, lo que invita a un cier- to tipo de atencién, invita a pensar. Eso sucede con los textos en los que la relacidn entre forma y contenido puede dar que pensar. En esta perspectiva, la frase que abre un libro de filo- sofia como el de W. O. Quine, From a Logical Point of View, podria ser considerada un poema: We dance ound. ind in a ring and suppose, But the Secret sts in the middle ot boon, (Bailamos en citculo y suponemos, *0 el Secreto sabe, sentado en el centro.) Pe Una cose extradia : sobte el problems ontolégico es su sencillez. Dispuesta en la pagina en esas tres lineas y rodeada de intimidatorios margenes de silencio, a frase puede despercar una forma de atencién que podriamos llamar alteraria>: un interés por las palabras, por cémo se relacionan entre si, qué implican, y especialmente un interés por saber cémo se rela- cionan lo dicho y la manera en que se dice. Es decir, por es- tar escrita de esa manera, la frase parece capaz de responder ale ides modems de poema y altipo de stenciér que se aso- ‘ico regular de alternancia dé » Sigue un esquema rit- : ei silabes és sae -Pdte, surge la pont Stas (rund ferries tury od import lo gue ee?_37 Beets she teort Qu es later cia hoy con le literatura. Si alguien nos dijera este enunciado, le preguntariamos qué quiere decir, pero al tomarlo como un poema, la pregunta ya no es la misma; no se trata de qué quie- re decir el emisor o el autor, sino'qué quiere decir el poems; ‘cémo funciona su lenguaje; qué hace este texto, en definitiva, Si islamos la primera frase, «Una cosa extrafian, se deriva la cuesti6n de qué es una cosa y cudndo una cosa es extrafia. «, para que no olvidemes que estamos ante un lengusje conformado de forma extra. La poesia, de modo quizd mas evidente que los otros géneros, organiza el sonido Corriente del lenguaje de forma que lo percibamos, Veamnos el comienzo de un soneto de Miguel Hemnindez Ta corazén, una aaranja helada con un dentro sin luz de dulce miera Y tna porosa vista de oro: un fuera ‘ventures prometiendo a ln miracs Qub er la litertars, y gut importa lo que sea? 4 La disposicién lingiiistica pasa a primer término (esci- chese la repetida presencia de las erres, ademés del ritmo centual la cima), y aparecen imagenes de objetos inusuales como «un dentro sin luz»; todo indica que estamos ante un manejo especial del lenguaje que quiere atcaer nuestra aten- cin hacia las propias estructuras lingisticas. ero es igualmente cierto que la mayoria de'lectores no perciben los patrones lingiisticos a no ser que algo aparecca Rfentificado como literatura. Al leer prosa corriente no esta- mos escuchando, El ritmo de mi frase anterior, por ejemplo, tno habra dejado huella en el ofdo de! lector; pero si asoma tuna rima,el lector ya no escatima su atencidn y se aproxima. a escuchar atentamente. La rima, que es una sefial conven- cional de literariedad, nos hace percibir el ritmo que previa- mente ya estaba en la frase. Cuando el texto que tenemos delance se etiqueta como literario, estamos dispuestos a pres- tar atencién a c6mo se organizan los sonidos y otros elementos del lenguaje que generalmente nos pasan inadvertidos 2, La literatuta integra el lenguaje La literatura es un lenguaje en el que los diversos componen- tes del texto se relacionan de modo complejo. Si me llega una carta al buzén pidiéndome colaboracién para una causa no- ble, dificilmente encontraré que su sonido sea un eco del sen- tido; pero en literatura hay relaciones —de intensificaciéa 0 de conteaste y disonancia— entre las estructuras de los dife- rentes niveles lingiistcos: entre el sonido y el sentido, entre Ja organizacién gramatical y la estructura temética. Una rima, al unie dos palabras (helada/ mirada), nos lleva a relacionar su significado (la «mirada helada» podria resumir la acticud que al yo poético percibe en su armada). ‘Pero ninguna de las dos propuestas vistas hasta ahora, ni ambas en conjunto, nos definen qué es la liveratura. No toda la liceratura trae a primer término el lengusje como se sugiere enla donsidetaciéa 1, pues auches aovelez nc lo beeen" ~ muralla sigue a lo largo del camino real, que coge, dejando | 42_Breve introduc ator litearia i ! pués escala luna aleura y envuelve la ciudad por el sur Con estas palabras empieza no una guia rural, sino Zale- cain el aventurero, de Pio Baroja. Igualmente, no todos los textos que traen el lenguaje a un primer plano soa literatura; los trabalenguas («Tres tristes tigres comfan trigo en un tri. gale) son considerados literatura muy raramente, pero llaman Ja atencién sobre el lenguaje mismo, ademas de lenguamos la traba. Los anuncios publicitarios hacen gala de los recursos lingiistcos mas llamativos de forma muchas veces mis radi cal que la poesia, y Ia integracidn de los diferentes niveles lingtisticos puede ser més chllona. Asi, Roman Jakobson cita como ejemplo clave de la funcién poética no un verso de un poema, sina el eslogan politico de la campaiia presidencial de Dwight D, («lke») Eisenhower: [ like Ike («Me gusta Ike»). A través de un juego de palabras, resulta que tanto yo —I, el sujero de la frase— como el candidato Ike —el objeto del verbo— estamos integrados en el nicleo verbal: like-gustat. . Este fea es el nombce tradicional de la teoria del arte, que he ebacido por ejemplo sila belleza es una propiedad objetiva de lag obras de are o si se craca de una respuesta subjetiva de fos expectadores, o también cSmo se reaciona lo bello con Jo bueno y lo verdadero. Paca Immanuel Kant, el ee6rico principal de la estética moderna en Occidente, recibe el nombre de estético> el nx Tearo de salvar [a distancia entre el mundo material y el espi- Saual. entre el mundo de las fuerzas y las magnitudes y el Mundo de los conceptos. Un objeto estético, como podtia ser tina pintuca o una obcaliveraria, dustra la posiblidad de ceu- fic le material y lo espiritual gracias a su combinacién de for- tha sensorial (colores, sonidos) y contenido espirirual (ideas) Una obra literaria es un objeto estético porque, con las otras funciones comunicativas en principio puestas entre parénte- sis suspendidas, conduce al lector a considerar a inerrela- cién de forma y contenido ‘Los objetos estéticos, para Kant y otros te6ricos, denen una atinalidad sin finalidad». Su construccién tiene una &- nalidad; se los organiza para que todas sus partes cooperen. para lograr un fn, Pero esa finalidad es la propia obra de arte, Et placer dela creacién o el placer ocasionedo por le obra, no ‘tnt Bnalided externa. En la prdctica, esto supone que consi- 45_Breve introduccim a la teoraltearia derar un texto como literario es preguntar cémo contribuyen las_partes al efecto global, pero en ningtin caso creer que la intencién tiltima de una obra es cumpli un objetivo, como pot cjemplo informamos 0 convencemos. Cuando deciamos que tuna narracién es un acto de lenguaje cuya relevancia depende de su «explicabilidad», quedaba implicito que hay una fnali- dad en las historias (cualidades que pueden convertila en «buenas historias»), pero que ésta no se enlaza con propésitos extemos; en ese momento estamos destiibiendo la funciéa afectiva, estética, de las historias, incluidas las né literarias Una buena historia se puede explicas,impacta en el eci®r 0 el oyente come algo que «vale la pena». Quizé diviertao ensede © provoque, puede ocasionar una variedad de efectos, pero no odemos definir les buenas historias, en general, dependiendo de si originan alguno de estos efectos. 5. La literatura es una construccién intertextual © autorreflexiva La teorfa reciente ha defendido que las obras literarias se crean a partir de otras obras, on posibles gracias a obras an- teriores que las nuevas integran, repiten, rebaten o transfor man, Esta nocién se designa a veces con el curioso nombre de intertextualidad», Una obra existe entre otros textos, 2 través de las relaciones con ellos. Leer algo como literatura es considerarlo un suceso lingiistico que cobra sentido ea relacién con otros discursos: por ejemplo, cuando un poema juega con las posibilidades creadas por los poemas previos, © una novela escenifica y critica la ret6rica politica de su tiempo. El soneto de Shakespeare «My mistress’ eyes are no- thing like the sun» («Los ojos de mi sefiora no son compara. bles con el Sob») recoge las metéforas de la tradicion previa de poesia amorosa para negarlas («But no such roses see 1 in her checks», «yo no veo rosas tales en sus mejillasy): para negarlas como medio de elogiar a una mujer que «cuando camina, pisa en el suelo» («when she walks, treads on the 6d F cién que lo hace posible? cut es la literatura, y gut porte lo que ses)_ 47 ). El poema tiene sentido en relacién con la tradi- de la literarura. La estruc- tara dela obra liseraria es ial que resulta mas sencilio tomar el i | i 1 | §0_Breve introduccin a la tori litearia texto como si nos hablara de la «condicién humana» en gene- ral que especificar qué categorias més especificas son las que describe o lumina. ¢Hamlet trata s6lo de los principes, de los hombres del Renacimiento, de los j6venes introspectives, 0 de las personas cuyo padre muere en circunstancias oscuras? Todas esas respuestas parecen insuficientes; cesulta més senci- llo no responder y aceptar implicitamente, con ello, una posi ble universalidad. En su particularidad, las novelas, los Y las obra de teatro declinan explorar de qu son un geaplo, ala vez que invitan al lector a implicarse en los pensamientos y concepciones del nasrador y sus personajes. Sin embargo, la combinacién de una propuesta universa- “lizable con el hecho de que la literatura se dirige a todos los que leen la lengua en que ha sido escrita ha desarrollado una potente funcidn nacional. Benedict Anderson, en su libro Co- munidades imaginadas: reflexiones sobre el origen y la expan sién del nacionalismo, una obra de historia politica que ha ejercido influencia como teoria, ha defendido que las obras literarias —particularmente la novela— ayudaron a crear co- munidades nacionales al postular una amplia comunidad de lectores y apelar a ella; esta comunidad ¢s limitada, pero en principio abierta a todos los que pueden leer la lengua. «La ficciém», escribe Anderson, «se filtca callada y continuada- mente en la realidad, creando esa notoria confianza de la co- ‘munidad en el anonimato que ¢s el hito de las naciones mo- demas», Presentar alos personajes, nartadores, argumentos y temas de la literatura inglesa como potencialmente univer sales es promover una comunidad imaginaria, abierta pero limitada, a la cual se invita a que aspizen, pot ejemplo, los stibditos de las colonias britdnicas. De hecho, cuanto mas se acentia la universalidad de la literatura, ésta puede desarro- ar en mayor medida una funcién nacional: reivindicar la uni- versalidad de la visién del mundo que nos oftece Jane Austen convierte a Inglaterra, sin duda, en un lugar muy especial, que ‘muestra las normas del gusto y la conducta y, ante todo, los scenarios éticos y las circunstancias sociales en los que se re- suelven las cuestiones de moral y se forma la personalidad. Qué ela iteraturs, y gut importa lo que sea? 5% i considersdo un tipo especial de eseri- exalted mpd también a la aristocracia y a las clases medias. Esta perspect- va de la literatura como un objeto estético capaz de hacemos lcmejores» se vincula con una determinads idea del sujeto, Que la teoria ha dado en llamar el «sujezo liberal»: el individuo definido no pot su condicién e intereses sociales, sino por una subjetividad individual (racional y moral) que se cree esen- ‘cialiente libre de determinantes sociales. El objeto estético, carente de finalidad prictica, nos despierca maneras particu- lares de reflexién e identficacién y con ello nos ayuda a con vertimos en «sujeto Liberal», mediante el ejercicio libee y desinteresado de una facultad imaginativa que combina el se ber yel juicio en la proporcién correcta. La literatura lo con- sigue, se pensaba, al animar al lector a considerar situaciones complejas sin necesidad de emitir un juicio urgente sobre ellas, al comprometer auestra mente en cuestiones étcas ¢in- ducimos a examinar conductas humanas (incluyendo la pro- pia) como lo haria un extrafo o un lector de novelas. Ensalza dl desinterés, enseiia a tener sensibilidad y cealizer distincio- nes sutiles. nos mueve a identificanos con hombres v mujeres de otra condicién y, en consecuencia, promueve el compafe- rismo. En 1860, un educador sostenia que los pensamientos y dichos de los que son lide- tes Selecales dea rua, novo crepe emia pr latic en acordamiento con un sentir de humanidad universal Descubrimos que no existe diferencia de clase, partido 0 re- do que pueda destrur la facultad del genio de cautivar eins- truir;y que, por encima del humo y la agitaién, del extruendo ya confusin del vida inferior del hombre con sus congo- jas, sus ocupaciones y discusiones, existe una serena y lumi- nose tetra de la verdad, donde todos pueden encontrarsey cexparcrse en coman. Las discusiones teéricas recientes han puesto en duda, comprensiblemence, esta concepcién de la ieratura, y han denunciado cx prctivula: fa mistificacién que pretende dis 52._Breve introducciom a la teora literaria traer de la miseria de su condicién a los trabajadores, ofte- ciéndoles acceso a esta «cegién superior»; pues, como dice Terry Eagleton, «si no se arroja a las masas unas cuantas n0- velas, quizés acaben por reaccionar erigiendo unes cuantas barricadas». Sin embargo, en nuestro examen de qué se afir- ‘ma que hace la literatura, de cémo funciona en tanto que pric- tica social, nos encontraremos con argumentos varios que no seri facil cohonestaz. Se ha concedido @ la lieratura funciones diametralmen- te opuestas. ¢Es acaso la literatura un instrumento ideolégi- co, un conjunto de relatos que seducen al lector para que acepte la estructura jerérquica de la sociedad? Silas novelas dan por sentado que la mujer debe alcanzar su felicidad, en el supuesto de que debs, en el matrimonio; 0 si aceptan con naturalidad las clases sociales explorando cémo una doncella virruosa puede casarse con un lord, estén operando con ello tuna legitimacién de acuerdos hist6ricos contingentes. 20 tal vez la literatura es, por el contrario, la plaza en que se revela la ideologia, se expone como algo cuestionable? La literatura representa, por ejemplo, de. modo potencialmente intenso y afectivo, lalimitada variedad de opciones que histéricamente se ha oftecido a las mujeres y, al evidenciarlas, crea la posibi- lidad de no aceptarlas. Ambas afirmaciones son perfectamen- te plausibles: que la literatura es vehiculo de la ideologia 0 que es un instrumento para desarmarla, De nuevo, hallamos aqui una complicada oscilacién entre upropiedades» poten- ciales dela lireratura y la atencién que hace resaltar esas pro- piedades. La relacién entre literatura y accién también se ha con- templado con enfoques contrarios. Unos tedricos han mante- ido que la literatura fomenta, como inscrumentos de nuestro compromiso con el mundo, la leccura y la reflexién en solita- tio y, por tanto, contrarresta las actividades sociales y poli- ticas que pueden ocasionar un cambio, En el mejor de los casos promueve la objetividad y una apreciacién positiva de la diversidad, en el peor genera pasividad y aceptacién de lo existente, Pero hay que destacar que, histSricamente, la lite- 66 Qu esl iteratre qu iepports equ sea?_ 53 ratura se ha considerado peligrosa: impulsa a cuestionat 1a auroridad y las convenciones sociales. Platén expulsé a k ppoeras de su repiiblica ideal, porque sélo podian causar daiio; J las novelas han tenido la fama durante mucho tiempo de ‘crear insatisfaccién en Jos lectores para con la vida que han heredado y despercarles el anhelo de algo nuevo, ya sea la vida en la gran ciudad, el amor o la revolucién. Al hecer posible aque n0s identfiquemos con gente de nuestra clase, sexo, ra28, nacién o edad, los libros promueven un compafierismo que disuade de la lucha; pero también pueden transmitic con vi- vacidad una sensacién de injusticia que posiilite el progreso social. Hiscéricamente, se ha atribuido a la literatura la cepa- idad de producir cambios: La cabaiia del tio Tom, de Harriet Beecher Stowe, fue un best-seller en su dia y ayudé a extender la repugnancia por la esclavitud que hizo posible la guerra civil americana. i: En el capitulo 8 volveremos sobre las cuestiones de la identficaciéa y sus efectos: gqué papel desempeia la identi- ficacién del lector con los personajes 0 narradores? De mo- mento, notemos sobre todo la complejidad y diversidad de la, literatura en cuanto institucién y practica social. Después de todo, estamos ante una institucién que se funda en la posi- bilidad de decir todo lo imaginable. Esto es esencial en li. teratura: frente a cualquier ortodoxia, cualquier creencia 0 ‘cualquier valor, la literatura puede imaginar una ficci6n di ferente y monstruosa, burlarse, parodiar. Desde las novelas, del Marqués de Sade, que pretendian averiguar qué ocutri- ria en un mundo en el que las acciones correspondieran a una naturaleza entendida como apetencia inmoderada, hasta Los versos saténicos de Salman Rushdie, que ha causedo tan- to escindalo por su uso de nombres y motives sagrados en un contexto de sitira y parodia, la literarura ha sido siempre la posibilidad de exceder ficcionalmente lo que se ha escrito o pensado con anterioridad. Cualquier idea que tenga senti- do, la literatura puede convertitla en sinsentido, dejarla atrés, transformarla de modo que cuestione su legitimidad y ade- cuzci6n. 54 Breve introduccin a la teort literoria La literatura ha sido la actividad de una elite cultural ylo que se ha denominado en ocasiones «capital cultural: ap der lieratura ¢s una inversiGn eh cultura que se rentabilizard de diversas maneras, por ejemplo ayudindonos a integramos entre personas de un estatus social més elevado. Pero la lite- ratura no puede reducirse a esta funcién social conservado- ra: provee escasamente de «valores familiaresn, pero muestra la seduccién de toda clase de crimenes, como la revuelta de Satdn contra Dios en E! Paraizo perdido de Milton o el asesi- rato de una vieja por Raskélaikov en Crimen castigo de Dostoiesvki. Nos impele a resistirnos a los valores capitalis- tas, a los aspectos practicos de ganar y gastar, La literatura es tanto el ruido como la informacién de la cultura. Es una fuer- 2a de entropia a la vez que capital cultural. Es escritura, exi- ge una lectura y compromete al lector en los problemas del significado. La paradoja de la literatura La literatura es una insticucién paradéjica, porque crear lite- ratura es escribir segiin formulas existentes (crear algo que tiene el aspecto de un soneto o que sigue las convenciones de la novela), pero es también contravenir esas convenciones, ir més alld de ellas. La liceratura ¢s una institucién que vive con la evidenciacién y la eritica de sus propios limites, con la ex- perimentacién de qué sucederd si uno escribe de otra mane- +a. Por tanto literatura es a.la vez sinénimo de lo plenamente convencional el corazéin dispura con la razén, una doncella es hermosa y un caballero es valience— y de lo rupeurista, en que el lector debe esforzarse por crear cualquier minimo sen- ido, como en Finnegans Wake de Joyce o en este fragmento del «Galimatazo» de Lewis Carroll: Brillaba, brumeando negro, el sol; agiliscosos giroscaban los limazones banerrando por las vaparas lejanas; Qué es la liteatars 9 gut intpora lo que see? $5 smimosos se fruncian los borogebios riences el momio rancss La pregunta de qué es literarura no surge, segiin sugeri E més arriba, porque se tema confundir una novela con un es- ist Oc tudio histrico 0 el horéscopo semanal con un poema. tre mas bien que los eriticos y reéricos tienen la esperanza de aque, al definir de una manera concreta la literatura, adquie tan valor los métodos criticos que ellos consideran mis pert Ee nentes y lo pierdan los que no tienen en cuenta e505 rasgos Su puestamente fundamentals y distintivos de la Hern Ea texto de la teotia reciente, esta pregunta tiene impor- ssa Sorjoe hu dered la iteraredad de coda daze de textos, Pensat la lirerariedad, entonces, es mantener ante no- otros, como recursos para el anliss de esos discursos,ciertas prdcccas que la rerarurasuscita:esuspensién de ls exigen ia de inteligiblidad inmediata, le reflexién sobce qué impli- can auestros medios de expresin y la atencién a cémo se producen el significado y el placer. 50 «Jabberwocky de Alice através del expejo (ea ta- duccln Se uine Od, Alana, Madd 197, p46). El ong ges empieza: «Twas beg, andthe slihy roves / Did gyre and gimble in the ‘wabe:/ ll mimsy were the borogoves, / And the mome raths outgrabe...» WN. det 2) |

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