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we FILOSOFIA 1 Kaw, DT. “LQe6 es ts Lhestrosian ? RENT Ctred. Exyanso En Gres rod. bxyeno Tout) Use Cain Victor ctl Ly Agia, Gonala Gai Pa ates ou Obregon Finds de Cottorn Evssimen, Mirua -t9ag « pebmdorocoy rice rie — UCP. 2008 Pen, Pag. 161-168 Teno t- {Que es La tusrRacron? : 1784 ‘La idastracion es la liberacién, dol hombre de sv culpeble incapacidad. La incapacidad sig rifiea Ix imposibiidad de servirse de sv inte-- Tigencia siz-la guia de otro.) Esta incapacidad ¢s culpable. porque su Gusa no reside eit la falta de inteligencia sino de decisién y valor yora servirse por si mismo de ella sin Ja tutela te otto. jSapere aude! {Ten el valor de ser- virte de tw propia raz6ni: he aqui el lema de I ilostracion, La pereza.y la eobardia soa causa de que ‘wa tan gran parte. de los hombres continGe ay qasto ec au estado. de pupllo, a pesar de que face tiempo Ja Naturaleza Jos liberd de, ajena Iutela (aturaliter majorennes);~ también lo sonde que se haga tan facil para.otros erigirse en {ulores, Es tan cémedo no estar emancipado! ‘Tengo a:mi disposieién un libro que me pres ta su inteligencis, un cura de almas que me s ay ofrece su conciencia, un médico que me prescri« be las diets, ete, ete, asl que no necentormelen, {arme: Si puede pagar no me hace falta penser ¥+ habré ‘otros que tomen a su cargo,'cn sai nombrs, tan festidiosa tarea. /Los tuteres, que tan bonddosamente se han arrogado este oli, a, cuidan muy bien que Ia gran mayorfa de los hombres (y no digamos que todo el sexo belle) considers el paso de la emancipaeién, ade. ‘mas de muy cificil, en extreme peligraso’, Des. pués de entonteccr sus animales doméstcos. Frocurar cuidsdosamente que no se salgan del camino tvillado donde los metieron, les mues- tran Jos peligros que Jes amenazarfan caso de aventurarse a salir de él. Pero estos peligtos no son tan graves pues, con unas cuantas exidas, aprenderian a caminar solitos; ahora que, lee- cinnes de esa maturaleza, espantan y Je curan a coalaniera las ganas de nuevos cnsayos. Es, pues, dificil para eada hombre en par= ticular lograr salir de ese incapacidad, conver- tida casi en segunda naturaleza. Le ha co- brado aficion y se siente cealmente incapaz de servirse de su propia raeén, porque nunca se Je permitis intentar la aventura) Principios y férmelas, insteumentos mecinicos de un uso, © més bien abuso, racional de sus dotes na lufsles, hacen veces de ligaduras que Je suje- tana ese estado. Quien se dosprendiera de a tbs apenas se atreveria s dar un salto ince- ro para selvar una pequeiia zanja, pues no 4 comumbrade © es mociatn eue wrazados-) Por esta raz6n, poces son los quc, an propio esfuerzo de su espirtu, han logra, o superar est incapacidad y proseguir, sin em. argo, con paso firme, Pero yaes mis ficil que el pliblico se ilus. ‘© por si mismo y hasta, si se le deja en li. stad, casi inevitable, Porque siempre se en. ontrarin algonos que piensen por propia ever. ty haste entre Jos establecidos tutores del gran Jontén, quienes, después de haber arrojado de ‘el yugo de ia tutels, difundirén el espfrina una estimacidn racional del propio valer de ada hombre y de su vocacién a pensar por af visma. Pero ‘aquf ocurre algo particular: el Ablico, que aquellos personajes ‘uncieron con te yugo, Jes unce a ellos mismos cuando son iadet efectos por algurot de lag wa 1gap2tes pot fompleto de toda ilustracién que Ai resulta de perjudicisl inewlcar prejuicios, aque acaban vengandose en aquellos que fue- mi sus sembradores 6 sus cultivadores./Por its sola razsin cl piblico sélo poco 2 poco llega ilustrarsé.)Mediante-una revolucién acaso se vere derrocar el despotismo personal y acabar on Je opresion econémnica o politic, pero nunca seonsigue Ja verdadera ceforma de Ja manera ar de pensar; sino qué, nuevos prejuicios, en In- sar de los antigos, servirin de riendas para conducir al gean trapel. Para esta ilustracién no se requiere mas que tuna cosa, libertad; y.la mas inocente entre. to- das las que llevan ese nombre, a saber: libertad de hacer, uso_priblico de su razén integramente Mas oigé exclamar por todas partes: {Nada de razoiés! “EL oficial dice: {no tazones, y.hhaz-t3 instruecién! El funcionario de Hacienda: da de razonamientos!, ja ‘pagar! El reveren- do: no razones y cree! (s6lo un sefiar en el iitindo dice: razonad todo lo que queriis y so- bre lo que querdis pero jobedeced!) Aqui nos ‘encontramos por doquier con una, fimitacién de Ja libertad. Pero qué limitacign es obgticulo a a ilustracin?.@¥ cul, por el enntrario, =~ timulo? Contesto:iel uso pitblico, de su rezén Je debe estar permitido a todo el mundo y es- to €s lo Gnico que puede tener dlustracién alos hombres; su wo privado se podré limitar & menudo cefiidamente, sin.que por ello.se-retrs- se en gran medida la.marcha de la jlustracién, Entiendo por Gio piblic} aquel ques en, dad de masztro, ¢, puede hacee de Ja. propi ron ante el gran piiblico del mundo. de leeto- res. Por uso privado eatiendo el que exe mismo persoityje puede haver en su calidad de fun sionarie Ahora bien; existen muchas empresas 18 de interés piblico en las que es necesario cier- {o automatismo, por cuya'virtud algunos micas wos de Ja comunidad tiénen Que comportare Pasivamente para, mediante una unanimidad ar tical, poder ser dirigidos por el Gobierno hacia los fines pblicos. 0, por lo menos, impe~ didos en su perturbacién> En este caso no cabo Tazonar, sino quechay-que obedecer. Pero en Jz medida en que esta parte de la miquiiil se considera come miembro de un ser comin tatil y hasta de la socieded cosmopolita de los hom- bree, por Jo tanto, en calidat! de moestea°que se dicige a umptblico por esceito haciend® so de sw ratén, puede. rzzonar sin-que por ello adezean los aegorios en. tos que. le cortéspon- ds,.en parte, la,consideracién de miembro pa- svo. Por e30,.serfa muy perturbador que ‘un ofidal que, recibe sana orden de sus superiores se pusiera a argnonentar en el cunriel sobre la pertinencia| 0 utilidad de la orden: tiene que bederer, Revo no sete puede prohibir com jus- ‘ida que, en caidadiderentendidos haga abser= vaciones sobre las fallasique cdescibié’en’ él Ger— vio militar y les exponga‘al juicio de sus lee~ totes. El eludadano no'se-puede iegar a contri buir con Jos. impuestos que le cortesponden; hasta una critica indiscreta de esos impuestos, sande tiene qute pagarlos, puede ser castigade por escandalosa (pues podria provocar 1a resis- 9 ot tsacia general). Pero ese mismo sujeto acta sin perjuicio de su deber de ciudadano si, en calidad de experto, expresa piiblicamente su Pensamiento sobrefa inaglecuacion © injustcia de ths gabelas. Del mismo modo, ef elérigs. esta obligado a ensefiar In doctrina y a pred Gt con arregio‘al credo de la Iglesia 2 que Sirve, pues ug aceptado con esa condiciOn, Pero como doctor tiene Ja plena libertad y hasta cl deber de comunicar al piblico sus ideas bien brobadas ¢ intencionadas acerca de las deticien- cias que encuentra en aquel credo, asi como el de dar a conocer sus propuestas de reforma de la religién y de Ja Iglesia. Nada hay en esto que pueda pesar sobre ‘su conciencia. Porque lo que ensefia en funciéa de su cargo, en calidad de ministro de Ja Iglesia, lo presenta coma algo .cuyo. eespecto: no goza de libertad para ex. poner lo que bien Je parezca, pues ha sido co- Jocido para ensefiar segiin Iss prescripciones y cn el nombre de otro, Dird: nuestra Igle- sia ensefia esto o lo otros estos son los argue mentos de que se sirve, "Deduce, en la ots. sidn, todas las yentajas précticas para su fe- ligresia de principios que, si bien él no suscei- biria con entera conviccién, puede obligarsea predicar porque no ts imposible del todo que contengan oculta la verdad 0 que, en el peor de Jos casos, nada impliquen que contradiga s 4 Ja religién inteiior. Pues de creer que no ¢s éate el caso, entonces sf que no podria sjee, cer el cargo con-arreglo 2 su conciencia; tone rd que renvnciar. Por Jo tantofiel uso que dle su rauén hace un clérigo ante su Feligresis, constituye unz:0 privado; porque se trate sem, bre de un ejercicio doméstico, aunque la au. dieacia sen muy grandes}, en este respecto, 3065, como sacerdote libre, i debe serlo, pues’ fo que ministra ua mandate ajeno. Pero'en ca. lidsd de ductor que se dirige por medio de sus sscrites all pSblico propiamente dicho, es des Gi al mundo, como clérigo, por consiguizate, que hace un uso aiblico de su razsn, disfruts de unc libertad ilimitads pare serviree de st Propie razén y hablar en nombre propio. Por. ue pensar que los tutoresiespirituales del pue- blo tengan que ser;a'su vez, pupilos, represtne f un absurdo que aboca en una eternizacion de todos Jos absurdos. Pero {no es posible que una sociedad de ” on 1p asain tratads por mi ofree l efor Mendig Nu tus Megsds todavia 2 mis manor; de Io conteasio, hs bia resscrado ests rexpussts ia, que ahora queda como ‘see prusbr de axa gué punta el aziz pucds ter com, eo. uns comeidsncis de Moss. 8

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