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TUSQUETS EDITOR sin Souchy Bauer /ENTRE LOS FESINOS DE ARAGON “inismo libertario en las ‘ go... .cas liberadas En 1936-37, Agustin Souchy Bauer recorrié los pue- blos de Aragén que, pocos dias después del 19 de julio. empezaron a vivir una experiencia Unica en la Historia. Uno tras otro, fueron colectivizando el campo y ponien- do en practica, deliberada y esponta4aneamente, ef comu- nismo libertario. La crénica de este viaje, que Souchy reatliz6 en parte en compafia de Emma Goldman, cons- tituye hoy un documento de extraordinaria importancia, no sélo como testimonio, sino también, y sobre todo, porque revela al lector de hoy como, en qué circunstan- cias y por qué fue posible, en la realidad, una experiencia considerada hasta aquel momento como utépica. Sorprendente es conocer ahora, por fin, el desarrollo de este sistema econdémico y social de convivencia au- téniicamente comunitario y antiautoritario, en el que anarquistas de CNT-FAI. socialistas de UGT e individua- listas comparten pacificamente un modo dé vida hasta entonces tétalmente insospechade y aparentemente im- practicable. Agustin Souchy Bauer nacié en Alemania, es 1892: Dedicé ‘toda su vida al movimiento anarco-sindicalista: . Filélogo y congcedor'de once idiomas, se gané la vida. : ensefiando en varias Escuelas Berlitz, En calidad de De-— legado de la Organizacién Sindical Alemana asistio:al."~’ Primer Congreso del Partids Comunista Soviético > visténciose con Lenin y Trostky. Fue uno de fos pir secretarios de la A.t.T. (Asociacién Internacional d bajadores) a la cual sigue afiliada ja C.N-T. Du guerra civil aspafiola. Souchy fue responsable dé formacién en Lenguas Extranjeras. Son yarias sus caciones y:escritos sobre comunidades, Golectivic cooperativas campesinas 4 las que visité.y éstudi: “mundo entero y. én especial, en América Latina. \i ta actualidad en Munich. Prologa esta nueva edicién Gam Dolgoif, ainigo ‘de hace cincuenta afos de. Agustin Seuchy.y pensador y escritor anarquista. llustracién de la cubierta: La iglesia de Binéfar una magnifica carpinteria flena de luz y del rumor |... .ra bajo. (Pie de fotografia de la edicién original). Agustin Souchy Bauer ENTRE LOS CAMPESINOS DE ARAGON EI comunismo libertario en las comarcas liberadas Préloge de Sam Dolgoff Tusquets Editor Barcelona Ls edlicién: diciembre 1977 @ favstin Soughy' Baner © del prdloga: Sam Dalgoft © del disefio de la cubierta: Clotet-Tusquets Resetvadas todos ios detechas de esta edicién a favor de Tusquets Editor, Barcelona, 1977 Tusquets Editor, Iradier, 24, Barcelona-17 ISBN: 84-7223-721-4 Depdsito Legal; B. 45725-1977 Grificas Diamante, Zamora, &3, Barcelona-5 Indice Prélogo ENTRE LOS CAMPESINOS DE ARAGON En Asagéa ha nacido un nuevo sistema de vida Estructura de las colectivizaciones en Ara- gon Alcafiz Calanda Alcoriza Mas de las Matas Oliete Muniesa Amuara Valderrobres Beceite Calaceite Mazaledn Albalate de Cinca Grafién Basbastro Binéfar Monzén Camino a Catalniia APENDICES J. Alcampel (Huesca) 1880-1936 Creacién del Consejo Regional de De- fensa de Aragon: 6 de octubre de 1936 Disoluciéa del Consejo de Aragéa: 23 de agoto de 1937 «,..Lo que ellos Jaman colectividad...» : noviembre 1937 Prélogo Nos alegramos mucho de la reedicidn del libro de Agustin Souchy Bauer, Enire los campesinos de Ata- g6u: el comunisme libertario en las comareas libe- tadas (Barcelona, 1937) por considerario una contri- bucién importanie a ta historia de la Guerra Civit espafiola » de la revolucién del 36 al 39. Souchy era la persona mds indicada para escribir sobre este tema. Nacido en Alemania, en 1892, Soit- chy dedicé su vida al movimiento anarco-sindicalista en el que se destacé especialmente a partir de la Primera Guerra mundial. En su calidad de delegade de la Organizacién Sindicalista Alemana asistié al primer Congreso del Partido Comunista Ruso doini- nado entonces por la Internacional Roja de Sindica- fos Obreros, durante el cual tuve ocasidn de enirevis- tarse con Lenin, Trotsky y oivos lideres boicheviques. Como resultado de esta estancia suya, escribid uno de los primeros textos criticos de ia situacién real en Rusia, Al ser uno de los primeros secretarios de la A. LT. (Asociacién Internacional de Trabajadores), reorganizada en Berlin, en 1923 y a la que sigite afi- liada laC. N.T., y gracias a su profundo conocimien- to de once idiomas (estudié filologia y ensefid en va- vias escuelas de la Berlitz}, Souchy se manttuve en contacto permanente con el movimiento anarcosindi- calista espafiol. Durante ja Revolucidn espafiola, Sou- chy fue responsable de la Informacidn en Lenguas Extranjeras. Souchy escribid multiples folletos, libros y articuios sobre las experiencias y los problemas de las comuni- dades, colectividades y cooperativas campesinas y 7 tuvo ocastén de analizarios, durante nds de veinticin- co aifos, en muiltiples paises, en particular de América Latina. Souchy vive hoy en Munich y, a la avanzada edad de 86 afos, se maniiene ain vibrante de vida creativa exploraido nuevos caminos hacia la libertad. Mientras la mnavoria de las aniltiples obras sobre la Guerra Civil espafiola se ocupan cuidadosamente de casi todos los aspectos de las luchas y de las tensiones internas, la redlizacion de una de las nuis importantes y logradas Revoliciones sociales de nuestro siglo si- gue siendo ignorada, subestimada o disiorsionada. Pese a los terribles ataques de los poderes combi- nados fascistas ¢ impericlisias, pese a ta igualmente desastrosa politica de «no fntervencidiz» de las «de- mocracias», pese a ia oposicién combinada de ios ene- migos moriales de la Revolucién espaitola en. el mis- mo frente antifascista, la validez de los principios constructivos del anarquismo espaiiol se demosiraba, no en feoria absivacta, sing en lq prdctica —en la vida. Casi ocho millones de personas {incluyendo a los simpatizantes no trabajadores) se auto-organizaron en las colectividades campesinas y en las industrias urba- nas socializadas, adminisiraran con éxito y coordi- nacton fa econoita y la vida social en amplias zones de la Republica espaiiola, no sdlo sin, sino contra la interferencia del Estado y en armonia con los prinei- pios unperecederos dé la libertad individual y eolecti- va, nuituo apoyo e igualdad econdéinica y social. Pese a que la importancia social de la Espafia rural haya disminuido en relacién con el desarrollo indus- trial, pese a que ios aniiguos sisiemas de cultivo hayan quedado ampliamente superados por la cien- cid moderna y la tecnologia, los principios libertarios de organizgacién y las relaciones sociales aurténiica- niente hinnanas adquieren hoy att nityor sentido que entonces. La biisqueda de nuevas aliernativas al axto- Fitarisino en todas las esferas de ia vida social, econd- 8 mnica, politica y e individual se esid manifestande siempre mds en el desarrollo de un moviniento obre- vo de auto-gesiién, La generacién post-franguisia sé estd identificande siempre mds con las alternativas i- beriavias y de auto-gesiién. En el contexto de esta biisqueda continua de formas libertarias de organiza- cién social, el libro de Agustin Souchy reaparece como uit elemento orientador de incalculable valor. Su festimonia personal no se limita a ser un elenco de anécdotas, sino que sigue vibrando con la yida y el esplritt: de los tiempos. Deseamos que este libro siga inspirando a las nue- vas generaciones de militantes en su avance por los caminos de la libertad. Sam Dolgoft Barcelona, octubre de 1977 En Aragon ha nacido un nuevo sistema de vida Inmediatamente después del 19 de julio produjé- ronse colisiones en diversos pueblos de Aragén entre los campesinos y los fascistas. De muchos pueblos se retiraba en masa la poblacién campesina, huyendo de la persecucién organizada por tos facciosos. Cuan- do, mas tarde, entraban en Aragén las colummas anti- fascistas de Catalniia y de Levante, los pueblos fue- ron liberados de los Guardias Civiles y de los fascis- tas. Volvid entonces la poblacién campesina. Empezé un proceso de transformacién social que no tiene par en Espafia en cuanto a complejidad y hondura. Fn Aragén, la distribucidn de la tierra era diferente a Cataluiia. Exisiian grandes terratenientes, pero éstos estaban en minozia. La mayorfa la formaban los pe- quefios propietarios, Jos arrendatarios y los medieros. Los medieros trabajaban en tas propiedades del gran terrateniente y tenian que librarle parte de la cosecha. El nimero de jornaleros sin tierra propia era peque- fio. Pero tanto éstos, como los medieros, tenfan que buscar antes, durante meses, trabajo en las ciudades, porque la tierra materna no podia alimentarles. Los grandes terratenientes se retiraban con los fascistas a mnedida que avanzaban las milicias populares desde Cataluiia. Muy pocos se quedaron a trabajar con los campesinos. La poblacién de los pueblos acordd, en asambleas generales celebradas en las plazas piblicas, la expro- ptacién de Jas tietras de propietarios fascistas. Tam- bién las demd4s tierras se colectivizaron 96 municipa- lizaron. En casi todas las comunas liberadas se acor- d6 trabajar colectivamente. Quinientos diez pueblos 13 y chidades de Aragén, con una poblacién total de medio millén de habitantes aproximadamente, esta- blecieron el colectivismo, uma forma de economia y ut: sistema social desconocido hasta ahora en la Europa moderna. La transformacién del sistema de propiedad privada en sistema de propiedad colectiva, se tealizé en un tiempo relativaimente corto y en una profundidad sorprendente. La colectivizacién en Aragdén constituye un punto final de a reforma de la vida del campo, que se venia pidiendo ya desde 1931. La reforma agraria de la Reptiblica no era una solucién para el proletariado campesino. Se expropid, bajo el signo de la reforma, a muy pocos de los grandes terratenientes: sdlo las tierras pertenecientes a la iglesia y a las congregacio- nes teligiosas fueron incautadas. Bstas se repartieron entre las familias de campesinos, pero fa miseria de las masas en el campo subsistia. Cuando el poder de la reaccién quedé desirnido el 19 de julio de 1936, los campesinos realizaron su ideal: Ja colectiviza- cién. En todos los pueblos de Espafia, las comunas se encargaron de las tierras. Pero en ninguna otra parte de Espafia ha Ilegado tan lejos esie proceso de colec- tivizacién como en Aragdn. La colectivizacidén no fue ordenada por el Estado, ni tampoco llevada a cabo por Ia fuerza, como en Rusia. La gran mayorfa de jos campesinos sentfa los ideales de la revolucién social. Producir colectivamente, distribuir los produc- tos con justicia entre todos, esto era el fin. No existié un plan definido para las colectivizaciones. No hubo decretos, ninguna Comisién gubernamental in- tervino, ninguna orientacién oficial, segtin la cual po- dian haberse regido los campesinos, se dio. Actuaban segiin su propia intuiciéu. Una minoria activa condu- cia. Entre los campesinos vivia el ideal del comunismo libertario. Era admirable ver cémo la raz6n sana y humana de los campesinos, sin muchos conocimientos teéricos. sin honda sabiduria, daba siempre on el dd clavo, Con esa intuicién que tienen los hombres en tiempos verdaderamente excepcionales, la poblacién rural se puso a trabajar para construir wna vide nueva. La noticia de ja Colectivizacién y del comunismo libertario en Aragén corrié por toda Espafia. Pero ni en Espaifia ni en el extranjero se conoce el verda- dero contenido de ja vida colectivista en Aragén. Una descripcién de cémo viven los campesinos, de como se han organizado, de como entienden entre ellos, todavia mo existe. No se ha escrito la historia de Ila revolucién social que se ha realizado en Aragon a partir del 19 de julio. Y, sin embargo, lo que hoy pasa en esa region es de maxima importancia para el movimiento socialista mundial. Mas de medio millén de campesinos, impul- sados por sus necesidades, por sus miserias y por sus ideales, han tomado en sus manos las riendas de sus destines. Igualdad, Libertad, Fraternidad, los grandes anhelos de Ja revolucién francesa, han quedado sin realizar en el mundo. En Aragén se estén Hevando a la practica, El campesino quedé libre de la opresién politica y de la explotacién de los grandes terrate- nientes. La libertad se logré luchando. Se organizé la igualdad, y ja fraternidad vive en el corazén del pue- blo irradiando a todo el mundo. Estructura de tas colectivizaciones en Aragén La unidad mds pequeiia del colectivismo en Ara- g6n es el grupo de trabajo, Esid compuesto de 5 a‘ 18, y a veces mds miembros. Se forman de campe- SiMOS que sostienen relaciones atfistosas entre ellos: a veces también de los habitantes de una calle. A ellos pertenccen los antiguos pequeiios propietarios, los pe- quefios arrendaiarios, los medieros o jornaleros. Salen juntos hacia el trabajo. A su frente va el delegado. Muchas veces el delegado escoge €] mismo a sus com- pafieros de trabajo. La colectividad distribuye la tierra a los grupos, Cuando el grupo tiene acabado su tra- bajo, ayuda a otro grupo. El trabajo se considera como obligacién. Si los grupos de trabajo rebasan este ntimero de miembros, cada uno de ellos recibe un camet de productor. El delegado confirma en éste el _irabajo del miembro del grupo. Los utensi- lios, méquinas y animales necesarios para el trabajo, son propiedad de la colectivdad. El cultivo de la tie- qra, 1a ejecuciédu del trabajo que se les encargé, son de la competencia del grupo. La colectividad es la comunidad libre de trabajo de los aldeanos. Su nacimiento ha sido determinado por la influencia de las ideas anarquistas. El movimiento de la C. N. T. y de la F. A. 1. convocdé asambleas generales de todos los aldeanos. Esios asistieron a ellas: eran campesinos, pequefios propietarios y arren- datarios. De ellas han nacido Jas colectividades. Estas tomaron posesién de la tierra, del ganado y de los utensilios de trabajo de les terratenientes expropia- dos. Los pequetios propietarios y los arrendatarios que se adherian a la colectividad, aportaron sus herra- 16 mientas y su ganado de trabajo. Se procedid a un inventario de toda propiedad ¢ inmmeble. Quien no queria pettenccer a Ja colectividad podia quedarse con la tierra que é1 mismo fnese capaz de cultivar con mis propias fnerzas. Cada coleciividad sigue. apro- ximadamente, las siguientes normas de desarrollo: La distribucién de la tierra, del trabajo, de los utensilics y del ganado, fue lo primero que se hizo. La colectividad hubo de ocuparse, ante todo, de ase- gurar la existencia material de sus miembros. Los productos del campo fueron Uevados a un almacén comtin; los alimentos mds importantes, repartidos por igual entre todos. Los productos sobranies se em- plean para el intercambio con otras commmas o con Jas colectividades de ias ciudades. Los productos pro- pios se reparien statuitamente. Segtin la riqueza de la colectividad, hay pan y vino: a veces también carne y otros alimentos, sin Hmitacién y gratis. Lo que hay que adquirir de fuera, por intercambios o compra a otras comunas o de la ciudad, o lo que existe en cantidades insuficientes, se raciona. Pero cada uno tiene lo que necesita para la vida, en la medida en que ia situacidn de la coleciividad permite satisfacer las necesidades Ge sus miembros. Justicia e ignaldad son los pilares bdsicos del nuevo orden. La satisfac- cidn de las necesidades se halla desligada de la capa- cidad de trabajo de cada uno, Ya no se dice: wn buen fjornal por un buen rendimiento diario; sino que, tige Ja norma: cada uno, segiin sus aptitudes, a cada uno, segin sus necesidades. Entre las colectividades campesinas de Aragdn y las empresas ¢ industrias colectivizadas en Cataluiia y en otras partes de Espaiia, existe una diferencia. En las empresas industriales, el irabajo, o sea la produccién, esta colectivizado. El consumo es indi- vidual. En las colectividades campesinas esti socia- lizado también el consumo. El nuevo sistema es sen- cillo, en sus catacteristicas bdsicas; en sus formas de aplicacién, variado. El jornal familiar se mide 17 con cuotas de distribucién y de racionalizacidn en caso de escasez, distribuciéu ilimitada en caso de abundancia. Estas son las formas econémicas del «Comunismo Libertarian. La Federacién Comarcal es el conjunto de las co- lectividades locales en un distrito. Forma una unidad econdmica, reuniendo diez a veinte comunas. La co- lectividad de trabajo de cada pueblo envia un inven- tarlo exacto sobre Ja extensién de las tierras, sobre la propiedad de la comuna en méquinas y medios de transporte, en ganado y, sobre todo, en existencias y productos propios, a la Federacién Comarcal. Esta posee almacenes y dispone de los productos agricolas de todos los pueblos adheridos y de las colectivida- des; envia los productos para el intercambio a la Federacién Regional, y, en algunos casos, a Barce- Jona. Con el liquido obtenido adquiere géneros y productos que necesitan las colectividades, La mayo- tia de las federaciones comarcales ya poseen almace- nés considerabies. Los pueblos pueden cubrir con ellos sus necesidades. En la comarcal encuentran todo Io que necesitan. La Federacién Comareal se compone de delegados elegidos por las colectividades de los pueblos. Se ocu- pa de los medios de comunicacién y transporte entre jas localidades, pracura nuevos medios de transporie, hace instalar lineas telefémicas y-se encarga del pro- greso cultural de las poblaciones adheridas. La de- fensa contra los reaccionarios y fascistas fue dirigida, sobre todo durante los primeros meses que siguicron al 19 de julio, por Jas Federaciones Comarcales. Los Consejos de Defensa de los pueblos recibfan armas y consejos estratégicos de la Federacién Comarcal. En la zona de Barbastro, provincia de Huesca, la Fede- raciéa Comarcal organizé durante cerca de nueve meses la defensa contra el fascismo, suministré a las milicias viveres y todos los productos necesarios para Ja guerra. Todas las federaciones comarcales de Ja regidn ara: 18 gonesa estan reunidas en la Federaciéa Regional de Colectividades de Aragon. El Comité de esta Federa- cidén Regional es el centro econdémico de la regidn en- tera. En los primeros meses existid cierta duplicidad. El Consejo de Defensa de Aragén se encargaba al principio de esta tarea. Este Consejo de Deiensa fue reconocido por el Gobierno de Valencia como repre- sentacién regional oficial. Tiene cardcter gubernamen- tal, En realidad, no es un Consejo de Defensa, sino un Consejo econdmico. En febrero de 1937 tavo lugar en Caspe un Con- greso de Federaciones Comarcales. Se acordé hacer de Ia Federacién Regional el centro econdmico de Jas colectividades agrarias de Aragon, Las Federa- ciones Comarcales debian enviar sus productos, o telaciones de los mismos, a Ia Federacidn Regional. Por mediacién de la Federacién Regional debe serles posible a las diferentes zonas hacer intercambio de wroductos y, en caso necesario, traer mercancias de otras regiones o del extranjero. Esta 8, ef pocas Hneas, la estructura de las colec- tividades en Aragon. De cémo funciona e] mecanis- mo de esta nueva economia que se basa en Ia igual- dad y en la justicia, nos ocuparemos a continuacién, relatando las impresiones que, en algunos pueblos, en Jas Federaciones Comarcales y en la Federacién Re- gional hemos recogido. La colectivizacién no es algo auevo en Espafia. No se limita a Aragén solamente; pero es alli don- de esta mds generalizada. La C.N. T. y los anarquis- tas son los partidarios mds fervientes de la colectivi- zacidn, pero no los tinicos. También los miembros de la U, G. T. en la ciudad y ea el campo estan en pro de la colectivizacién. Animador del movimiento, y en general, de Ja idea que lo inspira, es el anarcosindi- calismo espaiol. En el campo se ven muchas veces a partidarios de los Sindicaios socialistas y sindica- listas, trabajando en pro del colectivismo con el mismo cela. La colectiyizacidn se extendiG poco a 19 poco sobre todos los pueblos y chidades de la region. E] 22 de febrero de 1937 se celebré en Caspe un Congreso de todos los Sindicatos de Ja regidn ata- gonesa. Fue convocado por la C. N. T., pero también la U. G. T. de Aragén tomd parte en él. En este Congreso cristaliz6 el espfritu de este gran movi- miento. En wn acuerdo adoptado se dice: «Comprentiendo que la realizecién del programa de Jas dos organizaciones firmantes no puede ser per el momento, mds alin si tenemos en exenta la di- versidad de programas de los distintos sectores del frente antifascista, y que el intentar implantar un sis- tema econdédmico y politico de un po determmado seria suicida y de resuliados fatales para Ia lucha que venimos sosteniendo, la C. WN. T. y la U. G. T. fijan las siguientes bases de unidad de accida: 31) Nos comprometemos a cumplir todas las dis- posiciones emanadas del legitimo Gobierno de la Re- publica espafiola y as que dicte el Consejo de Ara- gon, eu jas que se halian representadas nuestras res- pectivas organizaciones, aportando toda nuestra in- fluencia y las disponibilidades de nuestros organis- mos para facilitar la nplicacidu de Jas mismas. »2) Se formard en wn plazo maximo de ocho dias. a partir de Ja firma de este pacto, una Comisidn de Enlace con caracter regional ¢ que entenderd en todo lo referente a la unidad de acdidn, resolucidn de aque- lios conflictos que puedan sureir entre las dos orga- nizaciones, toda vez que el apartamiento lamentable en que hemos vivido hasia ahora, ha posibilitado la infiltracién de elementos indeseables que es preciso liquidar. »La propia comisidn de enlace estructurara su or- ganizacién interna, entrando a formar parte de la misma, camaradas de ambas sindicales de las tres proviticias, para facilitar todo lo referente a ia reso- lucién de conflictos provinciales. »Las solicitudes de constitucién de nuevos Sindica- 20 tos afectos indistintamente @ jas dos Centrales sindi- cales, se cursarén a través de ia organizacién respec- tiva, al Comité Regional de Enlace, que determinard, previos los informes que estime oportunos. »Rechazamos toda coaccién que obligue individual- mente a pertenecer @ una u otra sindical. 3} Los secretatiados provinciales de Aragén de Ja Federacién Espafiola de Trabajadores de la Tierra, de Ja U. G. T. se comprometen al mds rapido estudio de la estructuracién de ia Federacién Regional de Colectividades de la C. N. T., igualmente que las ponencias aprobadas en su Congreso para Hegar a la unificacién en un solo organismo aglutinador del pro- blema agricola de Aragén. oLa Confederacién Regional dei Trabajo y la Union General de Trabajadores consideran necesa- tio sean declaradas legales las incautaciones hechas a los elementos facciosos, tanto en fincas agricolas, como urbanas, como indusiriales, y que éstas pasen a ser propiedad de los Consejos Municipales, que las pondran a disposicién de las organizaciones obre- ras, para que éstas procedan a su colectivizacién en conjunto. Ambas organizaciones acatardn y apoyaran las disposiciones que en esta materia disponga el Consejo de Aragdn. sAmbas organizaciones respefardn Ja libre deter- minacién de los campesinos para administratse segin sus deseos, sin perjuicio de que a través de los Sin- dicatos se emprenda una campaiia de divulgaciéu del colectivismo, con el objeto de llevar a su dnimo jas ventajas de la colectivizaciéu. Igualmente le C.N. FP. y la U. G. T, ayudaran y estimularan las colectividades libremente constituidas que pueden ser ejemplo para el resto de los obreros y campesinas.» Se trata de un pacto que aimbas organizaciones concluyeron mmutuamente. La U. G. FL se declaré conforme con ia colectivizacién. El pacto se limita a Aragdn solamente. Las centrales nacionales de 21 C.N. T. y UL. G. T., hasta ahora, no se han puesto de acuerdo sobre ja realizacidn de Ia eolectivizacién de fa tierta en toda Espafa. Mientras la C. N. T. quiere la socializacién a base de una colectivizacién general, prefiere la U. G. T. la nacionalizacién, Esta se limita a las grandes propiedades. Significa la ex- propiacién de los grandes terraienientes, de los eran- des latifundios, y su traspaso al Estado. Esto es es- tatalizacién. La forma de producciédm y consume dentto de los pueblos queda sin atreglo, se sigue hasta ahora con el desorden capitalista. La pequeiia propiedad privada y el cultivo individual de la terra, contintan. Et Partido Comunista de Espafia tampoco se ha protunciado atin en pro de la colectivizacién; y menos atin el Partido Socialista. Los programas agra- trios de ambos partidos siguen la Hnea de la reforma agraria de la Repiblica. Ninguno de sus propdsitos pasar de esta reforma agrarig. Esta estipula la dis- tribucién de los grandes latifundios. Los trabajadores del campo lian de transformarse en pequefios propie- iarios, Francia hizo algo parecido durante la Gran Revolucién, La consecuenicia: un campesinado de peqguefios propietarics, una clase socia] que Neva en si el germen del capitalismo y del conservadurismo. Bl Partido Comumista propaga, a falfa de un pro- grama de colectivizacién, la creacién de cooperativas agticolas. En ef niimero & de su periddico «La Voz del Campo», de Valencia, del 22 de mayo de 1937, publican un modelo de estatutos para una de estas Cooperativas agricolas, No se pide la colectivizacién. Como base de las cooperativas se indica expresamen- te, pero es indudable que se reconoce la propiedad privada. Esta no es ja linea de las colectivizaciones forzadas de los campesinos en Rusia. Una posicién ambigua deniro de la Internacional Comunista. Las cooperativas pueden satisfacer tan poco a los campesinos espaiicles como la reforma agraria. Am- bas tienen por base la propiedad privada. Los traba- 22 jadores del campo sobrepasaron, sin esperar un pro- grama de partido, todas las reformas pequefio-burgue- sas después del 19 de julio. En ellos esta vivo el ideal comunista; ellos rebosaban de hondos anhelos de libertad. Querfan salir de Ia economia privada del ca- pitalismo. Trabajar colectivamente, repartir en justi- cia los productos del trabajo comiin entre todos. Este es su fin, que creen poder lograr con la colectividad. Por impulso propio sobrepasaron todas as soluciones medias, todas las reformas superficiales. El colecti- vismo es e] principio de lo que Haman «comunismo libertarios. El campesino particular, aferrado a su pedazo de tierra privada, que trabaja sdlo para si mismo, no es su ideal, sino la colectividad. Ella es ¢l centro en donde nace la nueva sociedad libre. El espiritu colectivo esta surgiendo, Triunfa sobre el in- dividualismo. E] colectivismo es Ja cuna del iuevo resurgir de Espaiia. 23 Alcaniz Una bella ciudad de %.000 habitantes, cerca de la capital provincial, Caspe. No hubo lucha; los fascis- ias eran poco numeroses. Inmediatamente después del 19 de julio, los trabajadores acordaron la expropia- cién de la propiedad de los fascistas y la colectiviza- cién de Jas tierras. La C. N. T. y Ja F. A. I. estaban en mayoria. No hubo resistencia contra la colectivi- zacion. La U. G. T., al principio my poco represen- tada, se fortalecié en Jos meses siguientes. La C. N. T. no admritid en su seno a nadie que no aceptase la colectivizacién. Les que no estaban conformes con ésta se afiliaron a la U. G. T. El numero de asociados a la C.N. T. es de 1.700, mds cuatro grupos de [a FLA. Ly, aproximadamente, 300 miembros de las Juventudes Libertarias. «Cultura y Accidn» es el pe- riddico de esta ciudad. Aparece dos veces por sema- na. Su.director, un militante de las Javentudes Liber- tarias, es Manuel Salas. El comercio no esta colectivizado. Hay pequefios comerciantes que siguen con su tienda como antes. La colectivizacién comprende a los transportes. Las casas sou propiedad dei Municipio. No se paga elec- iwicidad ni agua. La poblacién tiene dos cines; estén colectivizados por la U. G. T. y la CN. T. Pero la mayoria de los trabajadores, 32, pertenecen a la Cc. N. T., y cinco a Ja Unida General de Trabaja- dores. Los curas huyeron; la iglesia no fue quemada. Hoy la ocupa el almacén de Ja colectividad. Entre sus pi- Jares se encuentran las diversas secciones: alparga- tas aqui, jabén y otros atticulos de limpieza enfrente ; 24 viveres, conservas, carne y embutidos, mas alla; telas y tejidos en el fondo. Donde se encontraba antes el altar mayor, esta el almacén de patatas. En un nicho de un altar lateral, sacos de azitcar y harina. De la sacristia se hizo una fébrica de pastas alimenticias. Tambiéo hay despachos instalados. No se compra con dinero, sino con vales. Cada colectivista tiene un carpet y un cuaderno de vales. Se inscribe en la oficina y lo que desea adquirir se le suministra en los puestos de venta. La puerta principal es la entra- da para la gente, Por las puertas laterales entran los carros de carga. Hay, también, un espacioso local de mercado. No se ha abolido por completo el jornal. En el Consejo Municipal tiene seis puestos la C. N. T. y otros tantos Ia U. G. T. La presidencia es de la C.N. T. Se trabaja nueve horas diatias mientras dure la guerra contra el fascismo. El jornal es de 10 pese- tas. El kilo de pan vale 0°60 pesetas; la carne, 4°50; las patatas, 0°65; ¢] aceite, 2°10; el vino, 0°90, y ei azticar, 1°80 pesetas. La colectividad posee nueve prensas para la obten- cién de aceite de oliva, tres molmos harineros y uaa central eléctrica movida por fuerza hidrdulica, Desde que existe la colectividad, todos jos nifios pueden ir al colegio. Los maestros pertenecen a la U. G. T- Quinientos irabajadores del campo forman una co- lectividad de trabajo y consumo, una gran familia. No se pagan los jornales. Los colectivistas trabajan en las fincas que antes pertenecfan a los fascistas, Una de ellas produce 36.000 kilos de aceite de oliva por afio. ademas de vino, trigo y avena. La finca posee seis caballos, pero ninguna vaca. La fiance co- lectiva ntimero 2 es el «Cerrado del Marqués». Tam- poco aqui hay vacas lechetas. En la mayoria de los pueblos eseasea la leche. No se da ni a los nifios; sdélo a los enfermos. La mayoria de los socios de esta colectividad viven en la poblacién, a pesar de ser tra- bajadores del campo. Cada domingo reciben sy.con- sumicién gratis en el café colectivizado y cinco pese- tas para sus «pequefios vicios»: tabaco, etc. La colectividad no se desarrolia muy bien atn. Para las 150 familias adheridas, se destinan 1.450 ki- los de pan por semana (300 gramos por persona y dia), 100 gramos cde carne, un litro de vino diario, medio kilo de aziicar por semana, y de la fibrica de chocolate un kilo y medio de este alimento. Durante varios meses no tuvieron ninguna vaca lechera. En junio de 1937 compraron cinco vacas y establecieron un establo para elias, Haciendo inter- eambic con los propios productos, se adquirieron te- jidos en la colectividad de la ciudad. Tabaco hay gra- tis a veces, pero raramente. La colectividad no posee riquezas, pero sus socios son felices. Cada uno tiene poco, pero la conciencia de igualdad y de justicia las eutusiasma y les da fuer- za moral para construir su nueva comunidad. Un campo de concentracion de ia F. A. T. El campo de concentracién se encuentra en Val- muel, distrito de Aleafiiz, provincia de Teruel. El ca- racter del pais es desértico. No hay ningiin drbol en jauchos kilémetros a la redonda. Al pie de una col- na se han construido los edificios del campo. Dormi- torios, salas de inspeccidn, establos... Todo eso lo han construido los prisioneros, ayudados por sus guardianes. La F. A. I. ditige este campo. No es una prisién. Nada recuerda en €] una institucién de presi- dio y de trabajos forzados. No hay cercado, ni ningu- na limitaciéa. Los prisioneros pueden moverse libre- mente. Sus guardianes comparten la vida con ellos. Viven de la misma manera. Duermen en catres igua- les en estas salas primitivas. Se tutean, Prisioneros y guardianes son conspafieros. No existe uniforme para unos ni para les otros, ni se distinguen exteriormen- te en nada. 26 Deianie de una sala dormitorio esté echado un hombre joven. Lo interpelamos, sin saber si ¢s pri- siottero o guardian. —Soy prisionero, Me Uamo Benedicto Vallés. Era afiliado a Acciédn Popular, por eso me detuvieron. —-;,Cudnto tiempo hace que estas aqui? ——-Tres meses, No fue a trabajar, no se éncoutraba bien ese dia. —jTe ha dado permiso el mégico para no ir a trabajar? —No hay meédice; el compafiero guardian me ha dado permiso para faltar. —jPuedes recibir visitas? —Si, Cada domingo viene a verme mi novia. —jPodéis hablaros a solas? ~—Desde Inego. Después vamos de paseo juntos, por los campos. —£Sin vigilancia? —Sin vigilancia. Todos Jos prisioneros pueden recibir visitas de sus familias cada domingo. Dan paseos por el campo y por jas plantaciones. No existe Ja tortura sexual que hace sufrir tanto a prisioneros y presidiazios en Jas earceles de otros paises. Un prosreso que no existe en ninguna parte del mundo. Los anarquistas de la F. A. L son los primeros que introducen esta reforma humana. ,Por qué hay campos de concentracién to- davia? Alm ro estd terminada la lucha contra el fascismo. Los anarquistas han de protegerse contra jos fascistas. En los establos hay pollos, cerdos, conejos. El campo se abastece asimismo de carne. De una cosa hay escasez: de agua. En todo alrededor mo existe el liquido vital. Lo traen en carros cisiernas. La esca- sez de agua es e] gran problema aqui, como en ofras partes de Espafia, Hay que regar el suelo, Esta tarea ja cumplen prisioneros y guardianes, Ciento ochenta prisioneros trabajan en una potenie instalacién de riegos al lado de 125 obreros de Ja colectividad de 27 Alcafiiz. El tabaje eg el mismo para los irabajado- res libres que para los prisioneros. Durante nueve horas diarias rinden su iributo fascistas y antifascis- tas. Para dar fertilidad a la tierra, para proporcio- nar muevas posibilidades de vida al pais, trabajan. BI canal debe terminarse en dos afios. El Consejo Mu- nicipal de Alcafiz ha tomado a su cargo este tra- bajo. La F. A, I. fue la promotora. No hay subven- clones ni por parte del Estado ai por parte de las autoridades provinciales. E] trabajo se realiza sin in- genieros. Un campesino joven que se properciond los conocimientos necesarios por via avtodiddctica, diri- ge las obras. El agua se trae del rio Guadalope. Ya se riegan algunos campos de patatas. Esto es el cainpo de trabajo de la C. N. T. y F. A. I. de Alcafiiz, donde fascistas y antifascistas tabajan en la urbanizacion del desierto aragonds. Hay campos de concentracién en los paises fas- cisias, en Italia, en Alemania. En el campo de con- centracién hitleriano de Oranienburg fue asesinado el espritual poeta aleman Erich Muehsam, después de ser maltratado y martirizado duranie mds de un afio, Docenas de politicos conocidos y hombres amantes de la liberiad, languidecen en fos campos de concen- tracién de] nacional-socialismo. Hay demécratas que, ante el dilemma de elegir entre el nacional-socialisino o fascismo, y el anarquismo, dan preferencia al pri- mero. Debieran visitar un campo de coucenixacién en Alemania, y luego éste de la Federacién Amar- quista Ibérica en Vaimuel. AI, bérbaros; aquf, In- chadores de la libertad. Calanda En la plaza del pueblo, frente a Ja iglesia, se levan- fa una fuente de granifo, construida ahora. En su zécalo estén grabadas las iniciales de la C. N. T. y de la Federaciéu Anarquisia Tbérica. Lo que antes era iglesia, ahora es almacén de viveres. Los diver- sos depariamentos de venta no estén acabados toda- via por completo. La carnicerfa se encuentra en un anexo de la iglesia, instalada de nuevo, higi¢nica ¥ eleganie, como uo la ha conocido nunca el pueblo. No se compra con dinero, Las mujeres reciben la came por medio de vales. No han de pagar nada, no hace falta prestar ningiin servicio: pertenecen a la colectividad y esto basta para obtener los alimentos. La poblacién no tiene dinero. Tampoco Je necesita. Tlegan milicianos a la oficina del Sindicato de la Confederacién Nacional del Trabajo para comprar sellos de correo. Pagan con dinero. En cambio, la colectividad entrega sus cartas sin sellos al Comité y éste cuida de su envio. La poblacién tiene 4.500 habitantes, y se encuentra en el distrito de la Alcoriza, La C. N. T. domina. Setecientos padres de familia pertenecen a ella. La colectividad tiene 3.500 socios; el resto son indivi- dualistas. No existe uingtiu grupo de la F. A. I. Las Javertudes Libertarias cuentan con 180 adheridos. Desde hace un mes existen algunos afiliados a la U. G. T. y a Esquerra ‘Republicana. El pueblo, limpio y amable, es rico. En la caja existen 23.000 pesetas. Produce aceite, trigo, patatas, vino y fruta. Las exportaciones principales son de aceite y fruta. La produccién anual de aceite es de 1.730.000 kilos. Antes habia algunos grandes propie- 29 taries, Perdieron su propiedad el 19 de julio. Colecti- vistas ¢ individualistas viven pacificamente unos al lado de otros. Hay dos cafés en ef pueblo. Uno, de los individualistas: otro, de los colectivistas. Puede permitirse el Injo de servir café cada noche. Llegan Jos campesinos a Ja sala bien iluminada, ornada de earteles de la C. N. T. y de la F. A. 1, y toman su calé, Leen los periédicos; algunos juegan al domi- nd. otros al ajedrez. Una expresién hermosa del espiritu coleetivo es ia sala comin de ia barberia. Antes no se aleitaban los campesinos. Ahora se ven casi todas Jas catas bien afeitadas. El barbero es gratuito. Cada uno puede hacerse afeitar dos veces por semana. Doce sillones de barberfa modernos, en el local bien iluminado, dan satisfaccién a esta necesidad de higiene. Vino se sirve a razén de cinco litros por persona a la semana. No escasean jos viveres. También hay telas y trajes. Cada dia, cuarenta personas reciben prendas de diversas clases. Se han establecido tur- nos. Han hecho intercambio de aceite con una fabri- ca textil de Barcelona. EI trabajo es imtensivo y faltan brazos. Quimientos hombres jévenes, todos miembros de la C. N. T., estdn en el frente, luchando contra el fascismo. En el pueblo no hybo lucha contra los fascistas. La colec- tivizacién se hizo en los primeros dias que se siguie- ron al 19 de julio. Aqui todo estd colectivizado, con excepcidp de los pequefios tenderos, que quisieron tmantenerse independientes. La farmacia pertenece a Ja colectividad, y también 2] médico. Este no recibe dinero: es mantenido como los demds miembros de Ja colectividad. El Consejo Municipal esté compuesto por seis miembros, cuatro de la C. N. T. y dos de las Juven- tudes Libertarias. Estas ttimas son particularmente activas. Construyeron bafios puiblicos y montaron una bibiloteca; hacen reuniones y veladas culturales. El cine esié colectivizade. 30 Lo mejor del pueblo es Ja escuela, que funciona de acuerdo con jas normas de Ferrer. Alii acuden 1.233 nifios. El edificio de Ja escuela es un antiguo convento, Antes sélo habfa ocho maestros. La colec- tividad Confederacién Nacional del Trabajo ha trafdo diez maestros mds. Ei espiritu que reina entre maes- tros y alumnos es magnifico. Los métodos de ense- iianza son modernos y tos resultados extraordinarios. La escuela tiene una granja avicola, Para los hijos de les milicianos que luchan en el frente se sitve la co- mida en la escuela. Nifios bien dotados son enviados al Liceo de Caspe. Son doce o catorce. La colectivi- dad costea los gastos. También les individualisias sacan provecho de la colectividad. No han de pagar alquileres ni luz. El pueblo tiene una central eldctrica propia, movida por un salto de agua. Se respeta a los pequefios propieta- rios que no han comprendido las ventajas de la colec- tividad. Los colectivistas estén contentos. Antes habia hambre entre los campesinos, durante los meses de abril, mayo y junio. Hoy marchan mejor; ha mejo- tado el nivel de vida. Todos los ariesanos estan colec- tivizados. El ganado pequefio ha quedado propiedad de los campesinos. Cada une tiene su cerda en la pocilga. Antes existia una sucursal bancaria. Hoy est4 ce- trada. Setenta mil pesetas han sido incautadas. Se ha hecho cargo de ellas el Municipio, que compra pro- dlucios con esie dinero. Los campesines trabajan en grepos de diez, La tierra esta repartida en zonas. Cada grupo, con un delegado al frente, itrabaja su zona. Los grupos se componen de simpatizantes. Un gran espiritu de solidaridad vive en ta pobla- cién. Ya no piensan én amasar privadamente produe- tos y dinero. incluso los milicianos no envian e] di- nero a sus familias. sino a la colectividad. Esta es la gran familia que cuida de todos ellos. Alcoriza Jaime Danden Segovia es un abogado que ejercia en Zaragoza, natural de Alcoriza, donde su familia tenia fincas. Sus convicciones liberales fe atrajeron al pueblo, Durante los ultimos afios vivid en Alcoriza. Ayudaba al movimiento obrero en sus anhelos cul- turales. E! 19 de julio fue para dl, como para muchos, ¢] comienzo de wna nueva vida. En todos, el egofsmo niaterial es ef resorte de la accién. Yolkuutariamente, Jaime Segovia puso a disposicién de [a colectividad las tierras que posefa. Ingresé en la crganizacidu y ayudd a estructurar la colectividad. Empezé a vivir como un proletario. Incansablemente trabajé en la estructuracién de la nueva sociedad. 8u oficio ahora es el de maestro en la cscucla «Ferrer Guardia» del Municipio. Ocho compafieros concibieron después del 19 de julio el plan de creat uta colectividad. La idea pren- dié r4pidamente entre los habitantes del pueblo. Alco- tiza es, desde hace tlempo, un pueblo confederal. La Confederacién Nacional del Trabajo existe en la lo- calidad desde la proclamacién, de Ja Reptibliea. Cuan- do én el aflo 1932 los mincros de Flgols proclamarou el Comunismo libertario, hubo repercusiones de la lucha en aquel pueblo. Fl 8 de diciembre de 1933, cuando Gil Rodles se encargd del Ministerio de Ia Guerra, Alcoriza se sum6é al movimiento insurreccio- nal de las comarcas aragonesas. De los 4.000 habitan- tes, 3.700 estén colectivizados. Los restantes han quedado en régimen individualista. No existe otra organizacién mds que Ja C.N. Tia F. A. Ty las 32 fee Juventudes Libertarias, El cultive de trigo y las plan- taciones de olivo son principales actividades del pue- blo; también se exportan verduras. No existe el paro obrero, y hay 300 compafieros de ta localidad en el frente. El sistema de distribuciéa es algo complicado pata un forastero. Hay vales y tarjetas de consumo, como en los otros pueblos, pero las cuentas se hacen por puntos. Un punto tiene el valor de siete céntimos. Este cAleulo se aplica para productos que, por haber pocas existencias, estén racionados. Pan, vino y ver- duras, se distribuyen sin limite. Carne se dan 150 gra- mos diarios por persona. Los campesinos siguen en “posesida de ganado pequefio, pero éste ha sido distri- buido equitativamente. Cada familia tiene derecho a un cerdo, cada, persona a dos pollos; conejos, a discrecién. i Desde octubre, la colectividad Neva contabilidad sobre todo 10 que compra y vende fuera de la po- blacién, Hasta el 1.° de enero de 1937, tos ingresos ea dinero, por los productos vendidos, sumaban 377.572 pesetas, y los gastos 284.793. AI finalizar el aflo, la colectividad tenia mds de 93.000 pesetas etn caja. En el primer trimestre ha aumentado el volumen del intercambio. Los ingresos importaron 693.000 y los gastos 608.000 pesetas. El importe if- quido en caja quedé aproximadamente et mismo, pero el nivel de vida en el pueblo se ha elevado. En estas cifras no estd comprendido e] producto del in- tereambio sin dinero. La colectividad de Alcoriza se distingue por su especial iniciativa econdmica, En un antiguo conven- to ban establecido una fabrica de embutidos. La pro- duccién diaria se eleva a 500 kilos. Esta produccién esta destinada a las milicias gntifascistas. También moutaron una fdbrica de zapatos, donde producen calzado de cuero y tejido, no solamente para los ha- bitantes del pueblo, sino también para los de los pue- blos vecinos. Cien pares de alpargatas y de 47 a 33

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