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FRANCISCO J. DOMENECH MIRA CATALOGO DE IMPRESOS DE LA SECCION DE FONDO ANTIGUO, DEL ARCHIVO Y BIBLIOTECA DEL CONVENTO DE SAN JOSE, O. CARM., EN CAUDETE. ALBACETE. SIGLOS XVI Y XVII. VOLUMEN I Presentacién a cargo del P. BALBINO VELASCO BAYON, O. CARM., Miembro de la Real Academia de la Historia y del Institutum Carmelitanum de Roma. PRESENTACION Las bibliotecas conventuales han tenido, a lo largo de los siglos, una impor- tancia excepcional. Era una de las piezas de los monasterios y conventos que més se mimaban en la legislacién. Al frente de las mismas estaba, como bibliotecario, un religioso responsable, quien tenia la misién de conservar debidamente los tesoros bibliograficos; debia estar ademds al servicio de quienes solicitaran los libros para su estudio y por supuesto Ilevar el control de la salida y entrada de los mismos, Era igualmente de su incumbencia que el recinto estuviera limpio y acogedor. La adqui- sicién de obras impresas era una de las partidas que figuraba en los libros de econo- mia y una de las obligaciones que tenian los superiores Entre los carmelitas la importaneia de las bibliotecas estaba relacionada con la relevancia del convento. En la demarcacién de la provineia de Aragon y Valencia quiza la mas importante de las bibliotecas era la del famoso Colegio de San José de Zaragoza que merecid los honores de que se imprimiera un catélogo de sus existen- cias. Este catélogo lo elaboré el P. Roque Alberto Faci y se publicé en Roma en 1726. Lleva por titulo: Bibliotheca inferior collegii S. Joseph Carmelitarum Caesaraugustae a RPM. Fr. Raymundo Lumbier collegio nostro legata, indice alphabetico nomina et cognomina auctorum. Comprende numerosas obras de apro~ ximadamente 600 autores: santos padres, tedlogos, escritores misticos, predicadores, etc, Menos importancia tenian las bibliotecas de los conventos situados en poblacio- nes que no eran grandes focos de cultura, pero siempre eran estimables. Los fondos bibliograficos fueron acumulandose durante siglos y desde el comienza mismo de la fundacién de los conventos, por lo que no era infrecuente que las bibliotecas poseyeran algin que otro incunable; podemos pensar en la riqueza de las de conventos medievales como Zaragoza, Valencia, Calatayud.. Un golpe durisimo suftieron con motivo de la exclaustracién de 1835 y la suerte de los libros fue diversa. Como norma general en las grandes capitales, las autoridades civiles se preocuparon de que los libros pasaran a centros oficiales del Estado; en cambio, en los pueblos, menos sensibles a la cultura, fue tristisima la for- tuna de los libros de los conventos. No hace muchos afios pudimos comprobar emo en Gea de Albarracin parte de la biblioteca del convento del mismo pueblo permane- cfa en el sobrado de la casa parroquial, materialmente cubierta de polvo. Descendiendo concretamente al convento de Caudete desconocemos porme- ores que orienten acerca de los fondos bibliograficos desde su fandacién en la segunda mitad del s. XVI hasta la exclaustracién de 1835. Con toda probabilidad desaparecerian la mayoria de los libros. Algunos los Ilevarian consigo los exclaustra- dos y puede que pasaran otros a casas de familias particulares, Desde la exclaustra- cién hasta el afio en que se restauré el convento de Caudete en 1888 la suerte seria varia. Con la restauracién del convento, de nuevo se comenzé a formar, como era preceptivo, la biblioteca y el hecho de que fuera casa de formacién, obligaba a la per- manente adquisicion de obras de Filosofia y Teologia. Este seria el cauce normal de la formacién de la actual biblioteca, pero hubo otros; lo acreditan las investigaciones de Francisco J. Doménech Mira. Los carmelitas exclaustrados o familiares de los mismos hicieron llegar al Convento libros que poseian y asi no es extrafio que se encuentren algunos pertene- cientes al antiguo convento de Vich, por poner un ejemplo. Lentamente pudo ir formandose una biblioteca apreciable, de forma que en 1931 contaba con unos 4000 ejemplares, de acuerdo con el testimonio del P. Alfonso Lépez que cita Doménech. En este afio otra exclaustracién, concretamente en Caudete, y otra didspora de libros. Al encontrarse el convento en el centro del pueblo cabe Ia hipétesis, probable, de que muchos de estos libros fueran custodiados por familias particulares. Al hacerse cargo del convento la Orden, por medio del P. Elias Requena, terminada la contienda civil (1936-1939), se recuperarian estos libros y tal vez se almacenaran en alguna de las dependencias del inmueble. El hecho es que se fue formando la actual biblioteca. Afortunadamente para la cultura hoy se encuentra situada en un lugar envi- diable y catalogada con los més modemos sistemas informaticos, gracias al desvelo de un carmelita caudetano, P. Ramén Gisbert, y de un excelente profesional, Francisco J. Doménech Mira, Este tiltimo es el autor del presente Catdlogo de impre. " sos de Ia Seccién de Fondo Antiguo del Archivo y Biblioteca del Convento de San José, O Carm. de Caudete, Siglos XVI y XVII, y que forma el primer volumen. Francisco J. Doménech, formado en la Universidad de Madrid en Filologia Hispanica ¢ Historia, imparte enseitanzas en el LE.S. “Pintor Rafael Requena” de Caudete (Albacete) y acredita que domina, ademas, las normas de Biblioteconomia Con buen acuerdo precede al catilogo una amplia introduecién sobre la aventura histérica del convento de Caudete con interesantes conquistas en este campo a las que no se habia llegado con anterioridad. Reciba la mas calurosa enhorabuena y el deseo de que continite su linea investigadora. En esta misma introduccién fija las caracteristicas de su catélogo y describe 80 obras de los siglos XVI y XVII. Nada que objetar a esta descripcién: los pormenores que ofrece constituyen un verdadero alar- de de precisién por los que merece nuestro agradecimiento mas sincero. Un derroche de técnica para una causa noble. Nos complace, como carmelita, saber que existe un ejemplar de las Obras de San Juan de la Cruz, entonces Venerable, de la edicién de Barcelona de 1619 0 la de Maria Patrona de Juan Bautista de Lezana (Roma, 1648). Que veamos pronto el segundo volumen. P. Balbino Velasco Bayon, O. Carm. INTRODUCCION En 1998 la Comunidad de PP. Carmelitas de Caudete (Albacete) emprendié el proyecto de inventario y catélogo de los fondos bibliogrificos antiguos que se con- servaban en el Convento de San José de la localidad. El volumen de estos fondos librarios, su variada procedencia, lo mismo que su calidad y mayor antigiiedad, deter- minaron entonces la creacién de la Biblioteca del Convento de San José, O. Carm. Pronto, a este fondo inicial pudieron agregarse otros nuevos depésitos que, dispersos por diversas dependencias del monasterio, fueron encontrando acomodo en sus insta~ laciones. El Archivo y Biblioteca del Convento de San José, O. Carm. (ABCSJ) esta formado por tres secciones: ef denominado Fondo Antiguo (FA); la Hemeroteca y Libreria de Espiritualidad Carmelitanas (HLEC), y por ultimo, el Archivo del Convento de San José (ACSJ)', La seccién Fondo Antiguo (FA) constituye sin duda el depésito mas extenso de la entidad. Comprende una nutrida coleccién de impresos espaiioles y extranjeros editados entre los siglos XVI al XIX. Su néimero -pendiente atin de una evaluacién definitiva- no es inferior a los dos mil titulos, lo que convier- te a ABCSJ cn una de las bibliotecas monésticas mas relevantes de la provincia de Albacete. Una importante porcién de los impresos que se custodian en ABCSJ, proce- de de los antiguos conventos de la Orden Carmelitana localizados en Catalufia, Aragon, Navarra o Valencia, y son el resultado de la desamortizacién eclesidstica en el siglo XIX. No son escasos los voliimenes que fueron legados a la Comunidad de PP. Carmelitas de Caudete por personas privadas, eclesisticas 0 no, naturales o resi dentes en Ia localidad; s6lo en ocasiones sus nombres nos han Hegado*. Por tiltimo, en el depésito también se llegaron a integrar impresos de los siglos XVIT y XVIII ~ no conocemos cuando ni en qué proporcién- que procedian del extinguide Convento de la Purisima e Inmaculada Concepcién de la Virgen Maria, O.FM.Cap., de Caudete (1635-;1835?). Son éstas las bases de la actual coleccién, que ha permane- cido dividida largos lustros sin ningjm criterio de seleccién de libros -I- La incidencia de varios factores, hasta ahora, ha obligado a que la realiza- cin del catélogo general de ABCSJ se haya demorado més de lo necesario. En pri- mer lugar, el hecho de que los materiales bibliograficos antiguos aparecieran disper- sos por Jos anaqueles del depésito en que se almacenaban, al carecer de cualquier cri- terio organizador explicito, convertia en una tarea verdaderamente laboriosa la loc: lizacién o la consulta de los impresos. En segundo término, la ausencia de un sistema de clasificacion tampoco respetaba las unidades tematicas que se apreciaban en una inspeccién inicial de los libros. En consecuencia, lo habitual era que se asociaran los materiales bibliograficos antiguos - que, por otra parte, requerian un tratamiento espe- cial para su conservacién y cuidado- con los otros fondos librarios que componen la coleccién actual, por lo general mucho mas modernos y de valor desigual. Finalmente, la mayor parte de los impresos se encontraban diseminados en las depen- dencias del coro de a iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, lugar que ha venido sirvien- do, en las tltimas décadas, como depésito general para la biblioteca de la Comunidad de PP. Carmelitas de Caudete; en cambio, los impresos que se consideraban mas valiosos se depositaban en el claustro alto del Convento de San José, protegidos en el interior de armarios cerrados de madera y cristal. A pesar de los desvelos por amino- rar las carencias que presentaba el mayor de los depésitos, las condiciones de con- servacién y custodia de los fondos bibliograficos resultaban sumamente inapropiadas para esta finalidad, de manera que la humedad, el polvo o la suciedad ambiental, entre otros agentes, han venido acentuando el proceso de destruccién de los impresos. Por otra parte, y ante la evidencia de que se carecia incluso de un libro de registro, sea antiguo 0 modemo, que especificara el asiento total de las piezas que se custodiaban en la biblioteca conventual -al menos a un nivel descriptivo muy ele- mental: autor, titulo, pie de imprenta, nimero de volimenes, signatura catalografica 0 tipo de encuadernacién-, resulta imposible establecer un célculo aproximado de las incorporaciones, las pérdidas o las distracciones de fondos antiguos impresos 0 manuscritos que se hubieran producido en la coleccién a lo largo del tiempo. Una vez revisados los fondos librarios que se almacenaban en el coro de la iglesia de Nira. Sra del Carmen y en las otras dependencias del Convento de San José, en orden a cuan- tificar el mimero total de libros que integran la coleccién, puede afirmarse que la sec- cin de Fondo Antiguo (impresos de los siglos XVI al XIX) sobrepasa los mil tres- cientos cincuenta titulos, lo que corresponde a dos mil seiscientos treinta y cinco volimenes" -12- IN SPIRITU ELIAE. LOS ESTUDIOS DE HUMANIDADES VINCULADOS AL CARMELO EN LA VILLA DE CAUDETE (SIGLOS XVI-XX). Fundado el actual Convento de San José, O. Carm, de la villa de Caudete en 1578 por el P, Miguel Alfonso de Carranza‘, la pérdida del antiguo archivo conven- tual (siglo XVI-1888) apenas ha permitido construir sobre bases s6lidas su historia; més atin la de la propia biblioteca conventual, tan estrechamente unida a la Comunidad de PP. Carmelitas a lo largo de los altimos cuatro siglos. En las paginas siguientes pretendemos mostrar la relacién de los religiosos carmelitas de San José con el mundo de los libros, vinculo que se remonta a los propios tiempos de la fun- dacién del cenobio. Las primeras noticias se fechan en 1587. Ese afio el Capitulo Provincial de la Orden del Carmelo, reunido en la ciudad de Huesca, ya nombraba a cinco religiosos estudiantes de Dialéctica y decidia la provisién de un lectorado en Artes y Filosofia para que atendiera las necesidades formativas de los vecinos de la villa de Caudete*, En el Capitulo Provincial de 1590 se nombran prior del entonces “Convento de Santa Maria de Caudete” al P. Jeronimo Piquer y superior al P. Juan Bautista Gomis; este Ultimo conventual era profesor de Filosofia y predicador de notable erudicién. Los Capitulares designaron a seis conventuales - Fr. Miguel Salort, Fr. Pedro Cabanes, Fr. Bautista Panes, Fr. Luis Carbonell, Fr. Juan de Aza y Fr. Mateo Ruiz- estudiantes de Artes". En el Capitulo Provincial de 1597 la provisién de cargos monisticos resefia los nombramientos del P. Lorenz6 Red6 como lector de Moral, el del P. Pedro Armengol como lector de Teologia y el del P. Jaime Taengua como pro- -13- fesor del Colegio’. Por ultimo, en el Capitulo Provincial de 1600 fue elegido el P. Vicente Pascual en calidad de lector de Moral*. Si nos remontamos a las primeras décadas del siglo XIX, la comunidad de PP. Carmelitas de Caudete suftié en su patrimonio los estragos de la Guerra de la Independencia (1808-1814). Aunque disminuida y con grandes apuros econémicos, Jo que aumentaba mas aiin las penurias y necesidades de los conventuales, en diciem- bre de 1810 la vida de observancia transcurria en el Convento de San José sin mayo- res sobresaltos, conforme declaraba el P. prior Antonio Garrigés®. Una vez terminado el conflicto bélico, la vida reglada de religiOn se normaliz6 de nuevo. La iglesia de Ntra, Sra. del Carmen y el monasterio habian suftido daiios en sus fibricas, lo que oblig6 al entonces P. prior Pascual Rivera a poner a la venta algunos materiales de construccién que procedian de los derribos en los inmuebles". El Trienio Liberal (1820-1823) significé otra dura prueba para los conven- tuales de San José. Con motivo de la promulgacién de la Ley de 25 de octubre de 1820 por la que quedaba suprimida la Compafiia de Jesiss, se establecié la sujecién de los religiosos a los sefiores obispos (art.8), la prohibicién de admitir nuevos novicios (art. 10), la existencia de mas de un convento de una misma orden y en un mismo lugar (art. 14), y la supresién de todo aquel monasterio que no tuviera un minimo de veinticuatro ordenados in sacris. De conformidad con estas disposiciones, los con- ventos suprimidos habrian de pasar a la propiedad del Estado que, a su vez, los habria de destinar a la utilidad publica; los objetos artisticos serian incautados y los de culto entregados a los obispos para su reparto a las iglesias pobres o necesitadas". En opi- nién del P. Rafael Maria Lopez- Melis, O. Carm., los religiosos se acogieron en su forzado exilio a los conventos de Valencia, Alicante y Orihuela, y otros permanecie- ron con sus familiares en Caudete”. La ausencia de los conventuales se hubo de pro- longar hasta al menos el 1 de noviembre de 1823", fecha en que triunfaron las tropas de Fernando VII. Es presumible que este abandono temporal significara nuevos des- trozos para la fabrica del convento y, tal vez también, la pérdida de cuantiosos bienes artisticos y patrimoniales. Las Ordenes religiosas suftieron nueva exclaustracién con motivo de las leyes desamortizadoras del ministro Alvarez de Mendizabal. Hasta el momento la falta de investigaciones dificulta el conocimiento del proceso histérico que se verifi- c6 entre 1833 y 1836. El reinado de José I, las Cortes de Cédiz, las necesidades hacendisticas de Fernando VII y el Trienio Liberal, produjeron leyes desamortizado- ras que, en algunos casos, permitieron poner a Ia venta bienes de Propios y del Clero. Sin embargo, su volumen nos es totalmente desconocido en la provincia de Albacete", por lo que resulta imposible, a la vista del estado actual de nuestros cono- cimientos, cuantificar su consecuencia sobre 1a Comunidad de PP. Carmelitas de Caudete. El Real Decreto de 26 de marzo de 1834 establecia la clausura de los con- ventos cuyos individuos tomaran parte en alguna rebelién contra el Estado, y el de 14 -14- de abril obligaba a suspender la admisién de novicios en todos los conventos del reino. A estas medidas pronto se afiadieron nuevas leyes que promovian la constitu- cién de una Junta Eclesidstica (RD de 22 de abril de 1834), la supresién de los con- ventos que no alcanzaran los doce individuos profesos in sacris (RD de 25 de julio de 1835), la supresién de monjes y monasterios que no fueran considerados de interés artistico o histérico (RD de 11 de octubre de 1835), y la declaracién de ventas y pues- ta en subasta piiblica de todos los bienes que habian pertenecido a las extinguidas ins- tituciones religiosas (RD de 19 de febrero de 1836). Todas estas Reales Ordenes fue- ron complementadas con el decreto de exclaustracién general de los institutos reli- giosos (RD de 8 de marzo de 1836) y su ratificacién por la Ley de Bienes Nacionales de 25 de julio de 1837" Cuando se clausuré el convento de Caudete, en 1835, vivian en el mismo once religiosos"’. Entre otras consecuencias, la exclaustracién supuso que sus con- ventuales ejercieran el ministerio sacerdotal fuera del monasterio, quedando bajo la jurisdiccién ordinaria del obispado de Orihuela. Muchos exclaustrados, sobre todo los mas ancianos, se vieron entonces en la necesidad de regresar a sus localidades de ori- gen; otros, los mas jévenes o los naturales de Ia localidad, sirvieron en puestos subal- ternos en las iglesias y capellanias de la villa de Caudete”. La iglesia de Ntra. Sra. del Carmen parece que nunca se cerré al culto piiblico, de manera que la parroquia fue atendida durante afios por los propios religiosos afincados en la localidad, que se habian integrado en el clero secular Aunque el RD de 19 de febrero de 1836 declaraba la venta y subasta publi- cas de todos los bienes que habjan sido propiedad de los institutos religiosos, la desa- mortizacion de los bienes vinculados al antigno Convento de San José, OQ. Carm. solo se hubo de realizar desde 1838. El 14 de enero de este afio el Boletin Oficial de la Provincia de Albacete insertaba la relacidn de inmuebles que, hasta 1835, y en virtud de la Ley de Bienes Nacionales de 29 de julio de 1837, habian pertenecido al extinto «Convento del Carmen Calzado de Caudeter". Por decreto de la Junta Superior de Ventas de Bienes Nacionales de 18 de enero de 1843, el edificio y el huerto contigio al monasterio fueron adjudicados al M. 1. Ayuntamiento de Ja villa de Caudete. La Intendencia de la Junta Superior en Ia provincia de Albacete notificé la resolucién a la corporacién el 23 de enero siguiente, con el objeto de que fueran emplazadas en el inmueble afectado, en el término de seis meses, las escuelas municipales de primeras letras y latinidad y un hospital de beneficencia®; por su parte, el huerto debia ser subastado en licitacién publica. El 31 de enero de 1843 el alcalde- presidente D. Rafael Molina convocaba a los mayores contribuyentes de la localidad y constituia el 2 de febrero siguiente la Junta de Salvacién de la villa de Caudete, érgano que debia supervisar el proceso de cesién del inmueble". La toma de posesién del monasterio por parte de las autoridades municipales se hizo efectiva el 24 de marzo de 1843”, en los términos que seiialaba la Ley de Bienes Nacionales. “$= EI 13 de julio de 1843 el Pleno de la corporacion celebraba sesién extraor- dinaria, con la sola finalidad de notificar al Presidente de la referida Junta de Salvacién de la villa de Caudete la toma de posesién del inmueble del extinto Convento de San José”. A\ dia siguiente 14 de julio el secretario interino del consis- torio, don Cayetano Sanchez, extendia el certificado con el acuerdo adoptado por el Plenario™. Ese mismo 14 de julio el alcalde- presidente don Rafael Molina remitia nuevo oficio al presidente de la Junta de Salvacién, don Luis Gallur, para prevenirle que estaba cercano el término de los seis meses que facultaba el Real Decreto de 26 de julio de 1842, por lo que tenia la obligacién legal de transmitir a la superiotidad administrativa el cumplimiento de las instrucciones recibidas”*. La disolucién de la Junta de Salvacién se verificd el 13 de agosto de 1843. Este dia su secretario don Juan Bautista de Vespa comparecié en la sala capitular del consistorio para realizar la entrega de todos los expedientes instruidos por dicho organismo y los demés instru- mentos que obraban en su poder®, Por iiltimo, el siguiente 14 de agosto fue despa- chado el traslado del acuerdo con la firma de los miembros de la Junta de Salvacién relativo a la toma de posesién del inmueble el 24 de marzo, que atin no habia sido remitido a la oficina de la Intendencia de Rentas en la provincia de Albacete”. Hasta el momento nada hemos podido averiguar sobre la composicisn del patrimonio que se encontraba en el convento carmelitano de San José en 1835, caren- cia, si cabe, més lamativa por el hecho de que los delegados gubemativos solian rea- lizar el inventario completo de cada una de los monasterios desamortizados y la indo- le de estas propiedades. Tampoco hemos hallado noticias acerca de la fortuna que pudo correr la biblioteca conventual, ni determinar, siquiera desde un punto de vista meramente cuantitativo, el volumen que alcanzaban los fondos librarios de la institu cién, En consecueneia, resulta tarea muy compleja concretar la cuantia de las pérdi- das que se ocasionaron con motivo de la exclaustracién de la Comunidad de PP. Carmelitas de Caudete. Debe sumarse también la circunstancia de que una poreién de la libreria del también extinguido Convento de la Purisima e Imaculada Concepeién de Ia Virgen Marta, O.FM.Cap., tal vez disminuida y dispersa, pasé a engrosar la coleccién que se conserva actualmente en ABCS/ ,Quedaron los impresos de ambas librerias repartidos en manos de los propios exclaustrados que permanecieron en la villa de Caudete? ,Pasaron a formar parte de los fondos de las respectivas parroquias de la localidad? {Fueron depositados, sin mas, en alguna de las dependencias del monasterio? ,Fueron entregados a personas de confianza para su custodia? No volvemos a tener noticias directas sobre la suerte del edificio hasta el 16 de octubre de 1851. Ese dia un oficio de la Administracién de Contribuciones Directas, Estadistica y Fincas del Estado en la provincia de Albacete, instaba al M.I. Ayuntamiento de Caudete para que declarara, a la mayor brevedad posible, el empleo a que habia sido destinado el inmueble del antiguo convento carmelitano™. Las res- puestas por parte del Consistorio municipal al cuestionario que es remitido evan -16- fecha del 20 de octubre de 1851, y reiteran que el edificio habia sido ocupado el 24 de marzo de 1843, que en el inmueble habia sido emplazada la «escuela de ynstruc~ cién primaria” y un “hospital de beneficencia», en virtud del Real Decreto de 26 de julio de 1842; que se habia dado cuenta de su destino a la oficina de la Intendencia el 14 de agosto de 1843; que sus dependencias habian sido ocupadas en su totalidad y, finalmente, que su «estado de conservacién es regular, por lo que se ha reparado cuanto ha sido necesario a costa del puebloy®. Dos afios mas tarde, el 21 de febrero de 1853, el alcalde don Miguel Amorés firmaba una instancia para que el edificio del convento, entonces de propiedad muni- cipal, fuera excluido del catalogo de bienes devueltos al clero en la provincia de Albacete, por lo que rogaba a la oficina delegada que comunicara esta circunstancia al obispado de la didcesis de Orihuela”. Parece que la solicitud del consistorio cau- detano no obré ningiin efecto duradero ante la Jefatura provincial. Por este motivo, el 17 de mayo de 1854 la Administracién General del Culto y Clero de la diécesis de Orihuela, pot voz de su comisionado de ejecucién don Eustaquio Gijén, que estaba cefectuando la visita inspectora a la localidad, pedia al M.I. Ayuntamiento de la villa de Caudete que librara certificacién de las personas beneficiarias del arrendamiento del huerto del extinguido Convento del Carmen en Caudete, con el objeto de recla- marles el pago por el adeudo de ciertas cantidades en que estaban tasados los impues- tos de las anualidades de 1852 y 1853". De conformidad con el informe que hubo de elaborar el 19 de mayo de 1854 el secretario don Francisco Albalat Pérez, resultaba que el Consistorio no tenia cons- tancia de que el huerto hubiera sido arrendado por persona alguna desde 1844, anua- lidad que ya no se pudo cobrar por defuncién de su dltimo arrendatario Cosme Martinez; ademas, contribuia a esta situacién el excesivo gravamen que los colonos tenian obligacién de satisfacer a las arcas pablicas, por lo que los propietarios de la Huerta de Arriba - paraje en que se hallaba enclavada la pieza- habian acordado redu- cir en una tercera parte el valor de las contribuciones que gravaban la explotaci6n de las aguas que regaban su superficie. Por ultimo, el documento incluia una copia del escrito remitido el 23 de enero de 1843 por la Intendencia de la Junta Superior de Venta de Bienes Nacionales en la provincia de Albacete, asi como el acta de la toma de posesién del inmueble por el consistorio caudetano de fecha 24 de marzo de ese mismo aio” EI 18 de junio de 1871 el M. L Ayuntamiento de la villa de Caudete trataba en sesién plenaria la Real Orden de 21 de marzo de 1871 de la Administracién Econémica de la provincia de Albacete, sobre la reversién de edificios y terrenos del Estado en poder de los Ayuntamientos o particulares que no cumplieran las condicio- nes de cesién dispuestas por el Gobiemo de la nacién”. El Pleno del Consistorio cau- detano, por unanimidad, acordé «que no tenga lugar la incautacién de dicho edi cio», por lo que facultaba al alcalde- presidente don Sebastién Izquierdo y al secreta-

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