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Lose la oa mes paecan sins Deki : - aes. Dalmann pepo, desi ‘abi ocuid abel volumen dls Mily Una Neches coo aa tape ass {Gu bolita lo aleanzé 2 los pocos minutos, y esta vez los peones se rieron. Dahlmann ; = que no cata asustado, pee ‘ue seria un disparate que él, un convaleciente, 3 icjara arrastrar por desconocidos una pelea confusa. Resolvié salir; ya estat = ‘cuando el patran se le acereé y lo exhcrté con voz alarmada: neonate de -Sefor Dahimann, no les hag aoa ess mozo, qu extn meso aepe, =! compat de I aa ahi ep ; das prt, tambaleindose. A un paso de Dane, iio como seo iy jos, aga experi, hey et experince os bra, Ente alas plana jr es ib run argo ceil, siguis con os os lbanjéscinshoa Dome, 4 pelea Fl pat objets con tml vor que Daag Punto, algo imprevisible ocurrié, * ——— Desde ncn visu nica, ex : exc, qu Damar vo na Sur (el Surquerasuyo),etrouna dag desu que ving neacrseurpee Eee scl Surhabi emelogu Danan acpars cco Daaierse ake ‘ger Ia daga y sintié dos cosas. La primera, que ese acto instintivo lo compromatia a Polen: La segunda gue lame en sumao tops no svi aa defen se pen joer oman Alga er hts acon in fleas ee ms, peo cna no pan osm equ or pedo ae ary cone lous ade No hubenan periuanct aon oe estas cosas, pens6. * sere -Vamos saliendo- dijo el otro, Satin, y sen Daina bi tea om Sin _ cpt tmp ln tor 5 swear ub qv mre na ers clo aes teno eee Ibi sie Ronin pwn dy ut nips soi, cuando lear ge. ur heme Wile ets © sofiar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido 0 sofiado. Peto Dablmann con frmeza e cue! ou fempua confi hill, que acaso no sabra manejar,y salea 330 MITO, SILENCIO Y PODER 'N “EL OBSCENO PAJARO DE LA NOCHE” Lorena Amaro Castro Magister Literatura La idea de que la elaboracién mitica es slo un bello engaiio, tan propia del siglo XIX, tuvo su fundamento ya en el pensar griego. Pero también en aquellos tiempos es posible encontrar asideros para la revaloracién del mito que tiene lugar durante este siglo, en que los mitos vuelven a ser vistos como narraciones de realidades originarias.” Este rescate, por parte de investigadores de areas como la antropologia, cl psicoanalisis y el estudio de las religiones, influyé en la produecién literaria europea de entreguerras, que cuestioné el discurso racionalista de la literatura decimonénica.’ Asimismo, en Latinoamérica se produjo una corriente remitficadora, Distintas tendencias intentaron mostrar que la realidad esconde estructuras complejas. Fueron los narradores que Angel Rama lamara de Ia “transculturacién" quienes incorporaron este nuevo aspecto a sus relatos. Sur- sieron, de este modo, el mito de Asturias, el arquetipo de Carpenter, el viaje al infiero de sus muertos emprendido por Juan Preciado en Pedro Péramo. La incorporacién del imbunche y de la conseja popular de la nifia-bruja enlanovela El Obsceno Péjaro de la Noche, de José Donoso, constituye un ejemplo mas de expresién, a través de la literatura, de una cosmovisin latinoamericana. Sin embargo, aqui el rescate de imigenes reconocibles en la » Algunas ideas desarrolladas en este ensayo fueron discutidas en el curso “José ‘Donoso: sujetoe identidad”, profesor Leonidas Morales, 1995. + “(El mito) es, siempre, el relato de una ‘ereacin’: se narra como algo que ha sido producido, ha comenzado a ser", ver: Eliade, Mircea, Mito y Realidad, Guadarrama, Madrid, 1963. p. 18. » Sobre este tema, es conveniente revisar el texto de Graciela Ricci, Realismo -Miégico y Conciencia Mitica en América Latina, Gareia Cambeiro, Buenos Aires, 1985. + Ver: Angel Rama, Transculturacién narrativa en América Latina, Sigho XI, México, 1987. 331 tradicién folelérica popular no corre por el falas ores p el cauce sefialado por aquellos a que buscan hallar una identidad propia, un ser americano, un lenguaje perdi en a selva; el mito, nacido de Ia necesidad de expicar causa, se presta en Sonn ahage oes cade rocer easier cee ee a sony eth No anak pr do Laverna re; 10 tinico visible y audible es la noche, la sombra, el confuso parlot del obsceno pajaro de la noche.* — ACTUALIZACION DEL MITO. __ Paral antropslogo, el mito, en su forma primitiva, no s6lo es una nara- cién, sino una realidad que se experimenta, No es dela naturaleza de la ficcién, sino una “realidad viva”® que se cree acontecié alguna vez-en un tiempo remota y que desde entonces ha venido influyendo en el mundo y los destinos huma- nos. Esta actualizacién del mito se produce, en todo sentido en El Obsceno Pajaro de la Noche. Dice la “conse;2 maulina Erase una vez, hace machos, muchos aos, un seio- rn muy rico y muy piadoso, propietario de grandes ‘extensions de tierraentodo el pais...) Poreso, cuan- do vinieron malos tiempos, ios de cosechas misera- bes, de calor y sequia, e animales envenenados y de nifios que nacian mue-tos 0 con seis dedos en una ‘aaa, lo ojos de lox campesinos e diigieron hacia el cacique en busca de alguna explicacién para tanta despraca (.) Este sefor tenia nueve hijos varones * “Eyary man who has reached evn is intellect ces b elects eens bens to suspect tha life i ofr tha i sot geneel comedy even; ht it lowers and ucts on th contrary out of the profoundest tragic depths of the essential dearth in which its subject's foots ae plunged Te aural isberance of everyone who i capable pra! ie fn uneubhied forst where the wolf wise the beens bid of night cater” (odo mie sna ciara inhale oper vid no ea ars, quem xu omedia gel gu, por cena, ella techies cans hee wigons is ube co eosaad soa ea tunden as ies del ujeto, Labrenlantual de od agu que sea capa una via pl bane ne ho ly be cans" Palas de Henry Jomes que conten epg de sana Pence, 965 Taderncteneree teehee * Jaime Hagel, "Notas sobre cl mio", En Reva Ashes, Ist de Esti Ashes, ost de Eatin Pontificia Universidad Catia de Chil, Santiago, 1984, pp 1334 332 que lo ayudaban a atender sus tierras, y una hija mu- Jer (.) era rubia y risuefia como el trigo maduro, y fan hacendosa que su habilidad para los quehaceres de la casa llegé a darle fama en la regin entera (..) ‘Aprendi estas inmemoriales artes femeninas de una vieja de manos deformadas porns verrugas que, cuan- do mune la madre de la nifia al darla a luz, se hizo ‘cargo de cuidarla (35) En este fragmento se introduce una galeria de personajes, los cuales reactualizarin el mito, formando parte de su presente inmutable. ‘Adriana Valdés destaca la apropiacién de “la nifa”, Inés de Santillana, por parte de la bruja Peta Ponce: “Desde el fondo del pasado, regresd la bruja viada al tronco y se encamné en la nifia. Es el cumplimiento del aterrador pasa dlo-presente del mito".” Algo similar se aprecia en las intervenciones de la perra amarilla: ‘Se decia, se decia que decian o que alguien habia oido decir quien sabe dénde, que en las noches de luna Volaba por el aire una cabeza terible, arrastrando una Targuisima cabellera color trigo, y la cara de esa cabe- za era la linda cara de la hija del patron (..) iba agi- fando enormes orejas nervudas como las alas de los rmurciélagos, siguiendo a una perra amarilla, verrugosa ¥ flaca como su nana (...) ellas eran las culpables de Yodo, porque la nifa era bruja, y brja la nana, que la inicié también en estas ares, tan inmemoriales y fe- ‘meninas como las mas inocentes de preparar golosi- ras y manejar la casa (36) La perra que merodea Ia casa y el poder de los Azcoitia ¢s permanente- mente perseguida por los patrones que advierten su miseriay su envidia; de este mismo modo es acosado el Mudito, La perra hace ademis su aparicin en el ‘canddromo con que juegan Inés y las viejas, en la figura de la Damiana y tam- ‘ign cuando la Iris hace el amor. Su irrupcién magica se produce, asimismo, por metonimia, en la mirada “amarilla”, “verde”, “parda” de Inés o de Ia Iris, 0 tn la pil verrugosa de la nana de la conseja, que es también la de Peta Ponce. Esta intercambiabilidad hace que el presente se configure siempre como des- lizamiento del pasado, como una repeticién del gesto del cacique quien, al + Valdés, Adriana, “El ‘imbunche’, Estudio de un motivo en El obsceno pijaro de la noche", En Goie, Promis, et al. José Donoso: La destruccién de un mundo, Garcia Cambeiro, Buenos Aires, 1975, p. 144 333 descubrir en el cuarto de la nia algo, cubre con su poncho la mitad del cuadro y s6lo ¢s posible ver a la vieja en trance. Este gesto equivale al engaio que ‘monta Jeronimo cuando le “roba” su sangre a Humberto Pefialoza: todo el mun- do conoce la mitad de la historia quea aquel le conviene mostrar. El lado lumi. ‘oso del “medallén” de su vida. A partir de la conseja popular de la nifia bruja y beata, se revela una cierta forma de operar del poder. En esta ‘ibula originaria, como ya se ha dicho, se presentan todos los personajes de la novela. Los peones aterrados ante el caci- que son los sirvientes, el Musto es uno de ellos yes, asu vez, cada personaje de la conseja, Las mujeres (Inés, la patrona, y su sirvienta, la vieja), se aislan en un espacio propio el dormitorio de la nia en la conseja; la Casa de Ejerccios, alo largo del relato- y resguardan las funciones arquetipicamente atribuidas ala mujer: son hechiceras y brujas. Los hombres, los diez hombres de la casa, estin destinados ala historia, Asi se zanja la condiciOn posterior que marcara a perso- najes femeninos y masculinos en su desarrollo. Jacques Joset expresa esta idea con otras palabras: EI motivo -de la beatifizacién fracasada- cuaja en la famosa “conseja maulina” que, como se sabe, funda- ‘menta el mito central del imbunche y funciona como puesta en abismo de la novela, que puede ser leida ‘como un larguisimo desarrollo delirante del cuento* El modo en que se cuenta la conseja al interior de la historia es, asimis- ‘mo, significative. Se produce con muchas variantes, manteniéndose lo esencis de la narracién: este rasgo del relato mitico lo destaca Lévy-Strauss en su “An- tropologia Estructural”. Carlos Fuentes lo cita y recalea que en cada mito se refleja no sélo su propia postica (.., sino que también da cabida a todas las variantes no dichas, de las cuales esta particular versién es s6lo una variante Cada versién de la verdad le pertenece al mito. Cada versién del mito es parte de él y éste es, a juicio de Fuentes, su poder. Esta dimensién esté presente en la novela de Donoso: Dije que esa noche en la cocina, las viejas, no me acuerdo cual de ellas, ds lo mismo, estaban contando * Jacques Joset, “José Donoso, Gatriel Garcia Marquez: Dos cultos fracasados", en Revista Iberoamericana, N's 130/13, Pitsburgh, 1985, p, 242. * Carlos Fuentes, Valiente Mundo Nuevo (Epica, utopia y mito en la novela hispanoamericana), F.C.E., México, 190, p. 155. 334 ‘mis o menos esta conseja, porque la he oido tantas veces y en versiones tan contradictorias, que todas se ‘fonfunden ..) La Mercedes Barroso contaba una ver- sién en la que los peones aterrorizados ante la furia el eacique habrian cameado una perra cualquiera para ‘mostrarie el pellejo, y que asi la verdadera perra ama- qilla habria quedado viva, Sélo lo esencial permanece fijo: el amplio poncho patemal cubre una puerta y bajo su discrecion escamotea al personaje noble, reti rindolo del centro del relato para desviar Ia atencién J la venganza de la peonada hacia la vieja (43) o importante son las distintas versiones, no lo que ocurrié realmente en gxistis? El “dicen y dicen” del relato, el partoteo ominoso del absceno pijaro, femite a una fuente interminable de Ia cual manan distintas versiones de lo ‘ismo. Lo esencial permanece: el poncho patemno que escamotea la verdad, un seovete que parece hallarse en ese estadio primero del hombre, al que se retoma encl imbunche. El vacio, La oqueded. laude Lévy-Strauss dice que Ja funcién de los mitos es incorporar y exis agctcnes presents on snr ea ood el fen, Constitaye Ia manera en que una sociedad entiende ¢ ignora su propia estructura; revela una presencia, pero también una carencia. , fo presente: lo que se dice. Lo oculto: aquello que esti significado a crvés ce pe inagens ds diversas, oqula “areca seni” del individu, dela que habla Heny James y que Donoso recoge en el epigrafe que encabesa a novela." Aquello que esté oculto detris de las definiciones, de la institu de las iglesias y los gobiernos, detras de los patronazgos y las servidumbres y detrds de la supuesta unidad psicoldgica de la persona SILENCIO E HISTORIA Se produce de este modo una oposicién entre lo que revela el mito y quello que cuenta la Historia, ‘Adriana Valdés analiza el motivo del imbunche en 1a novela de Donoso siguiendo a T. Todorov, segin los niveles verbal, sintictieo y seméntico del ° Fuentes, ibid, p. 155. © Ver nota 5. 335 texto. Es en el primero de ellos donde advierte algo de interés. perspec. tiva que pretendemos abordar.”” ne mplietaarmciar meltet eed ote ie de simbolos premonitorios”,"® se observa otro nivel del relato a nivel de dos mits, el de la train y ls con Populares, por una parse ela imagen aus tea Proyectar Ih alta burgucsa, por ota Sivembarge terera persona preterit tienen en cada uno naan, sion dierent. En el Hr del Muto, montross er it tian peti eer pro Siven prtniveiarlorvalaes menses) pr Esta niversalizacin de la ment £ la mentia pst dl proyecto de eénimo de Azcoitia, quien esconde a su hij struc anda hijo monstoso en La Rona, inten ‘tar de este modo su esterilidad: oman - Jerénimo no mats. Sigué viviendo casi -cas- conn antes, Erauno de os hombres mis enviiados del pals. (..) muy pocas personas recordaban la existencia de Boy, au ho que vivian La Rinconada(-) lagen. te tal vez taviera raza, puesto que Jrtnimo mismo contribuyé con su silencio a borrar todas las sombras deo que para él debe haber sido una tragedia (162) La noticia de la muerte del senador caus6 constena- cion en la capital Fl pais entero, entonees, records los servicios del eminente hombre piblico (..) Los ‘oradores evocaron sus logros, la ensefianza de esta Vida ejemplar que seialaba el fin de una raza a la que el pais, pese a los cambios del mundo contempord ‘neo, se reconocia deudor (..) Dandole la espalda, los stiles vests de nei se lar letate entre os cipreses, lament fn de tan noble li- cate los ip fo el fin de tan noble i © Valdés, op. cit "Valdés, bid, p. 133, ™ ‘Valdés, ibid, p. 134 336 La aceién se narra en tercera persona, se cuenta algo que ha sucedido, sin caer en el angustiante presente y 1a urgencia de la primera persona. Humberto Pefialoza prepara la escritura de este libro que mostrara al mundo la felicidad de Jerdnimo e Inés, asi como el poder de los Azcoitia; en caso de hacer alusion a la texistencia de Boy, mostraré la fortaleza de un don Jerénimo que fue capaz de reconstruir el mundo para su hijo, de modo que éste pudiera llegar a ejercer alguna vez el poder con la seguridad y orgullo que caracteriza ala familia Al revés de lo que ocurre aqui, Ja tercera persona del mito expresa aque; Ilo que seri destino comin a diversos personajes. “La tercera persona del mito no reconoce limites”, afirma Valdés."*El pasado del mito se encama constante- ‘mente, en forma amenazadora, horrorosa, en el presente; no“concluye”, al modo del pasado histérico que, si bien se desdice a lo largo de la narracién, como tunidad narrativa se muestra “cerrado”. Observa Ricardo Gutiérrez El diseurso historico se propone ante todo como di curso consecuente, esto es, que cuenta acontecimien- tos de importancia y los cuenta “en secuencia”, de principio a fin, enlazéndolos en un orden causal que Se pretende situar fuera del discurso mismo, en los hechos narrados. Por oposicién, el discurso noveles- co es notoriamente inconsecuente'® ‘Aquello que 61 lama “discurso novelesco” es, desde la dptica aqui ex- ‘puesta, la caética variacin del relato mitico. Aquello que Valdés llama “una palabra sin limites”, posible por el contexto de no-identidad y coneretada en el poder de la fabulacién en manos de un mudo." EI Madito es un hombre que quiere escribir y no puede hacerlo; que anhela que su voz se oiga y no Jo logra. Un imbunche sumido en el silencio, habitat del espacio amenazador que antecede a la cultura, al lenguaje, a la Historia, y que Azcoitia se empeiia en dominar a través del manejo de la pala~ ‘ra, ya sea escrita (el libro que Humberto debe escribir sobre su historia) 0 hablada (lo que dice o lo que deja de devr: sus mentiras que construyen mun- dos). La figura del Muito guarda una fuerte relaciOn con el mito. Atendiendo ala etimologia, se sabe que el vocablo griego mythos proviene de la riz Mu (que se muestra también en el Valdés, ibid Ricardo Gutiérrez Moust, José Donoso: Impostura e impostacién, Hispamérica, Gaithersburg, 1983, p. 158. © Valdés, op.cit.p. 137 337 latin mus, do) y representa a boca cerrada El eee ea eres iam ore Be Bhisicaoabstacs) del Sgifendo, que reat al ecin, pone alnatc com fovelacla dele agian y de lo inexpresable, no puede ser verbalizado" ———— cS tetanic neni ambatista Vio srgumenta que en el rgen del lenguaehubo un mo- rent de silencio, el mythos." Fue el primer autor que ubieé el erign de a secede egy lorigen del lenguaje en la elaboracién mitica, De alli y los antropélogos distingan entre actividad mitica, pensamiento mit y texto mitico. Otros autores han recogido estas ideas. En el origen esta el lenguaje y en el origen del len- {uaje esté el mito: ambos son una respuesta al silen- cio aterrador del mundo anterior al hombre"? ‘Aa vez que acepta la explicacin del mito i mito porel silencio, Caos tes extends le neuroses timalgicns dl yoosion ty Este silencio es el de la etimologia mis i jlogia misma dela pala- «sla imitacién del sonido elemental, res, trueno, mu- So mst, murmur, mata, De ni roviene el verbo griego mi ' Cerrar ls ojo, de donde dervan mister usin Juan Rulfo, por ejemplo, llega a esta raiz. S\ i Ju emplo, llega a esta raiz. Su voz es esencialmente la rumor: silencio y lenguaje a un tempo. Asimismo, Ef Obscene Pajaro ete Yoche: texto que murmulla, Ocultacién, revelacién que pugna por ser. Elrelato de un secreto m user al ojdo del mundo, El parlotco confuso de las viejas de la Casa de ™ Graciela Ricci, op. cit p. 35. © Giambatina Vio, Prinipis de wna ceca mu i de las naciones, Aguilar, Buenos Aires, 1960. ne wire econ > Fuentes, Cares, opp 58 2 Fuentes, Caro, ip. 159. 338 son sélo quejumbres que el hilo de sus voces va ovi- Tando y el ovillo no crece, es otra versién del silen- cio... (44) Enel mito esté el origen de la materia con que se hace el lenguaje; en este texto, su presencia se desata como una fuerza oscura, como la “fluctwante man ha de humedad en a pared” (465) que es Humberto, la identidad de Humberto ‘Pero el sentido del mito puede ser encontrado no sélo en lo que significa por si mismo. Donoso contrapone el mito la historia, encamando Ia dicotomia fen cl Mudito y Jerénimo de Azcoitia, Une lectura de la novela “Pedro Péramo” apunta al ejercicio del poder por a palabra. Se dice que el duenio del lenguaje ese padre; los desposeidos de} Tenguaje son los demés, los que carecen de autoridad paterna; el duciio de le ‘ccfera verbal es duefio de todos los que hablan. Esta interpretacion se basa en Foucault, quien ha escrito que el padre es el elemento fundamental de le Embolizacion en la vida de cada individuo, Su funcién (Ia mis poderosa de todas las funciones) es pronunciar Ia ley y unir la ley al lenguaje.”* Citendo a Lacan, Amadeo Lépez inicia a su vez una reflexién en tomo a ta figura paterna y las nociones de lenguaje, autoridad y ley en ET Obsceno Pajaro dela Noche. Explica el autor que la paternidad constituye a base del reconocimiento, condicién de acceso, on el ser humano, ala conciencia de si estructurada, a a ‘oneiencia de’su propia identidad (..) En Lacan la ‘expresin metéfora paterna o metifora del Nombre- ddel-padre designa una funcién simbélica circunscrita fl lugar preciso en donde se ejerce la ley” La figura patera en la novela de Donoso es, indudablemente, Jerénimo de Azcoitio, quien va en su bisqueda, cl Mudito. Lenguaje y silencio, poder y Sccvidumbre, se proyectan en la dicotomia patron/sirviente, asi como en la de hombre/majer: ‘Adems, como por una maldicién, durante el siglo {que siguié ala Independencia, la familia Azcoitia pro- ‘dujo més que nada hembras, bellas y acaudaladas y Virtuosas (..) mujeres discretas, silenciosas en su Inundo de costuras y sirvientes y enfermedades y 2 Fuentes, ibid, p. 163, 2 Amadeo Lépe,“Biisqueda del padre, lugar del reconocimiento, en EI obsceno pilarode la noche", Ex Revista Chilena de Literatura, 46,Departamento de Literati {Universidad de Chile, Santiago, abril de 1995, pp. 121-132. 339 visitas y novenas, con los ojos gachos sobre las sedas multicolores del bastidor mientras les asperas voces ‘masculinas se enardecen discutiendo cosas que noso~ tras no entendemos ni debemos entender... (50) La palabra-o os silencios de quien tiene la palabra- funda Ia historia y el poder. Esta funcién es propia de Jerénimo, quien ingresa en la politic, llega al sillon de senador y desde este sitial privilegiado construye la Historia. Las ma- Jetes y sirvientes, a su vez, ejercen poder: la novela nos presenta anverso y reverso de la dominacién. Mujeres y sirvientes tejen los hilos en silencio. Pero su modo de epropiarse del poder se vincula con la magia de la Peta Ponce, con |a irracionalidad, con la leyenda. Con la constante amenaza de las brujes: el imbunche. La contraposicién entre e] mundo que desea erigir Jerénimo y este ‘otro espacio kabitado por la magia y el mito se ve en el encuentro de Inés y Peta Ponee, que JerSnimo presencia: ta escena no calzaba dentro de ningiin medallén de piedra eterna. Y si calzaba en alguno era en le otra serie, en la leyenda enemiga que contradecia ala suya, Jn de los condenados y los sucios que se retuercen ala siniestra de Dios Padre Todopoderoso, Tenia que lle varse a Inés inmediatamente. Impedirle participar en esta otra serie de medallones... (182) Jerénimo intenta borrar la amenaza de la Peta, como el cacique de la conseja tapa con su poncho la mitad de lo que acontece en su casa: “El jamés ‘mencionaba a la Peta, La autoridad de su silencio la eliminaba” (208). Le historia se convierte en una méscara. Del otro lado, oculto por el lencio y el desprecio de los poderosos, se encuentra Humberto, en el mismo lugar que le cabe a Peta Ponce, Su mundo es un mundo desplazado, el de los sirvientes, los monstruos, los olvidados que el cacique eubrié con su gesto le- gendario. Es también el mundo de las mujeres, de las cocinas y fogones que permiten la trensmisién oral de una contrahistoria. Preso desde siempre en este mbito, Humterto no puede ser mas que el Mudito; nunca lograré hacerse oft “La crénica no registra mi grito porque mi voz no se oye. Mis palabras no entraron en Ia historia." (204). Su silencio asemeja el de la propia Casa de Ejercicios Espirtuales, casa-imbunche que simboliza a su vez la clausura, el silencio del mito: ‘Una noche, cuando senti los dolores més espantosos, la Peta se levant6. La estoy viendo, encorvada en 1a oscuridad, consolandome, y a pesar de los dolores me callé y oj ese silencio tan grande que a veces se oye en la Casa (185) 340 CONCLUSION 1) Tal vez lo que dice el Muito la primera ya hay detrs del silencio? Tal ve on pins erg habla largo dl rel: "Noda" (86) una nada en a6 a ge toda usin de ientidad La educaion de Boy, por ejemplo, se festa diondo ala idea de que no existe una esencia tras las cosas del mun bia reer con a center de qe las cosas iban acho a media que su mirada s aba en els he a jade mira ls cosss moran .)Bay dba owemr presente heeizad, ome ib dla {ese de coeur parton lala thd objet y el momento in clave i sign se puios gar asometelo a una replay al some Error proyectaro a ese vaco infnitoy sin respuesta gue By dba ignorar (23) Tales el mundo de la propa novela, donde no tiene cabid “lo esencia toda lla accident, miscara,desplazamiento, “present hechizado” qué note: ne causa, Fl pasado dela conseja maulina y el mito del mbunche son parte de 4%; dos versiones més del mito central, aguel que apunta@ un orig ave et origen de nada ala vez ier en la nade espacio eatico donde canta eh obsceno péjaro de la noche. Una mancha que, en vano, los discursos del po« intentan ocultar. 341

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